Está en la página 1de 3

EL VIAJE

-Acto 1-

(La desesperada sirvienta va a la casona, en el camino, se topa con las hermanas de la parroquia cercana y
juntas entran a la casona)

—Sirviente 1°: ¡¿Dónde está la comadrona?! (grita desesperada)

—Sirviente, 2°: He ido a buscarla y no la he visto ( susurra angustiada)

—Sor María: Rezamos juntas, hermana Salomé, que el Espíritu Santo bendiga esta casa y ayuda a la
señora a parir a esa criatura

—Mamá de Goyito: (grita de dolor)

—Sirvienta 2°: La comadrona no va a venir, encarguémonos nosotras mismas (dice agobiada mientras
corre al dormitorio)

—Sirvienta 1°: (Sale corriendo de la habitación) ¡TRAIGAN TOALLAS! ¡TRAIGAN LOS UNGÜENTOS Y LAS
INFUSIONES!

—Sor Salomé: (Agarra su rosario y se pone a rezar muy exasperada, da vueltas por la habitación)

—Sirviente, 3°: (Entra corriendo a la habitación con lo pedido) ¡Esfuércese, señora, ya casi nace su hijo!

—Mamá de Goyito: (grita de dolor por las contracciones y mientras se retuerce da a la luz, pero pierde la
conciencia)

—Sor María: ¡Agradezcamos al Señor que ha nacido una nueva criatura en nuestra tierra! (suspira de
alivio)

—Sirviente, 3°: ¡Rápido atiendan a la señora! ¡Mientras yo baño al niño! (sale caminando rápido con el
niño Goyito en brazos y le sigue la hermana Salomé)

(Las sirvientas atienden a la moribunda madre por el difícil parto)

-Acto 2-

-Narradora: El niño Goyito creció en su mansión, siendo una persona muy consentida y creída, pues era único
heredero varón, ya que su madre solo llegó a dar a luz a más niñas, así que con el pasar del tiempo Goyito se
volvió el típico “limeño engreído”.

Así pues, pasaron los años y el niño Goyito siguió siendo llamado así, a pesar de haber pasado treinta años
más, lo llamaron, lo llaman y lo llamarán niño Goyito por el resto de su existencia, porque hay muchas gentes
que van al panteón como salieron del vientre de su madre.

Goyito, por tres largos años, ha estado recibiendo cartas desde Chile, con el fin de arreglar algunos
importantísimos asuntos, pues, uno de sus familiares ha muerto repentinamente.
Debido a estas cartas, Goyito no podía decidirse por viajar; así pues, le consultó a varias personas y finalmente
se llegó a la conclusión de que el niño Goyito se va a Chile.

-Sirviente 3°: Nuestro Niño Goyito se va a Chile, ¡Qué jarana! (exclama afligida mientras limpia)

-Hermana: ¡Rápido! ¡Llama a los sastres, zapateros, costureros, a las madres y al padre! ¡Qué pronto mi
hermano viaja! (dice mientras entra súbitamente al cuarto)

—Narradora: Así pues, ¡El Niño Goyito va a viajar!, la gente empezó a darle dulces, sorbetes, escapularios,
pastillas, vinagre de los cuatro ladrones para el mareo, se mandaron a hacer nuevas camisas a centenares y
pantalón para los días fríos, chaqueta y pantalón para los días templados, chaquetas y pantalón para los días,
¡Pero hombre, ni la expedición de Bonaparte a Egipto, tuvo tantos preparativos!. Y así se consumieron seis
largos meses para la actividad de las niñas.

-Hermana: ¡Valgamé Dios! ¡¿Quién verá si este buque es bueno o malo?! ¡Qué jaleo! (exclama
acongojada, después de haberlo pensado repentinamente)

-Sirvienta 1°: ¡Mi señora! No se preocupe, ya mandamos a un catalán a verificar el buque y tenga por
seguro que el niño Goyito irá como un navío de la Real Armada (le dice tranquilamente)

-Acto 3-

—Narradora: Llegó el desgraciado día de la partida. Todo sale, por fin, y todo se embarca, aunque con
bastantes trabajos. Las infelices hermanitas no se quitaron el pañuelo de los ojos y lo mismo le sucedió al niño
Goyito.

—Hermana: ¿Hermano, nos volveremos a ver? (susurra sollozando, mientras la gente los trata de separar)

—Niño Goyito: Adiós hermanitas mías (dice gimoteando tristemente)

—Hermana: ¡Adiós Goyito de mi corazón! ¡El alma de mi mamá Chombita te llevé con bien!

Narradora: Este viaje ha sido un acontecimiento notable en la familia; ha fijado una época de eterna
recordación; la constituida, una era. Así viajaban nuestros abuelos; así viajarían si se determinasen a viajar,
muchos de la generación que acaba, y muchos de la generación actual.

Pero las revoluciones, hacen del hombre, a fuerza de sacudirlo y pelotearlo, el mueble más liviano y portátil

—Padre Florencio: Señor consignatario, ¿Hay camarote? (pregunta ligeramente preocupado)

—Señor consignatario: Sí

—Padre Florencio: ¿Es velero el bergantín?

—Señor consignatario: Magnífico

—Padre Florencio: ¿Pasaje?

—Señor consignatario: Tanto más cuanto (responde tranquilamente)

—Padre Florencio: Estamos convencidos (dice satisfecho con la resolución)


Narradora: Así fue como los últimos preparativos estuvieron listos para que el niño Goyito emprendiera este
significativo viaje para la elitista sociedad limeña

—Niño Goyito: Por favor acomódame una buena docena de camisas y un buen almofrez, no te descuides
de la lavandera porque el sábado me voy (le ordena a la sirvienta)

-Acto 4-

Narradora: Pues llegó el sábado, y el niño Goyito, le dio un abrazo a su mujer y un par de besos a los niños.

—Niño Goyito: Dentro de un par de meses estoy de vuelta (lo dice para tranquilizar a sus hermanitas)

Todos los sirvientes y hermanas se retiran

—Niño Goyito: En fin, sea lo que fuera, los enemigos y enemigas descansad de mi insoportable
tarabilla; haced cuanta tontería les venga a la mente: en suma, aprovechad estos dos meses. Los amigos y
amigas tened el presente artículo por visita o tarjeta de despedida, y rogad a Dios que me dé viento fresco,
capitán amable, buena mesa y pronto regreso(se despide con rastros de nostalgia).

También podría gustarte