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‘Formas uroanas:de lamanzanaabioque 06 una obra que enefia ‘odo el mensaja de una -erqutectura deluded defencida como arqatetura de todas sus parte. Phifppe Paneral ever e exo paraqus ta ‘stn erqutectnica no smite ala ciudad en su momento excepciona, alos ~ ‘Tonio als ches sare, ao altar plea dels vloes ‘tbo esos y ature ces aos eee on 4 geeraliad ded li colas Sucade a tenid una exe mi copay ‘rien donde a erutecras comune so han afl en oda ‘cueza, constuyendole oma permanenioy sempre ariel cud fsa, Este en, tet constaeun compen iano onl que gsta vain deta ce desde arqatacers se rune contanepronia ffekdana Suga vlorenburapare resin el acoro epostno, ‘rasa en rebar nt de terntn unite, examinindlo a {aves ce cnc ans paradigration Desgrandncoe baton, Een on rasta onceconada, perotambisn como apr dl mest, las cnc caso an desotonde iploando los mace caruletSactar 3 se uso» con ques an projec as operacene de ced enero £igo. Dota mantana coredatavsenaioa, ing agrupacores urtaiaree detascudades arin bsicesy elas agripcoees de ‘sna landses en sas doles mincaidads soca (913- ‘4, como muna dor ore edetoroaxtecharmetigay ala {one wbena edie prslar aca, os pati, as Guo. Y luego ober de Frey inci race cmos y nisin dl oase exerio, del ooo peta Geiaraco vind concoe orem ecb eestor rerpe od fren lute flaintireo ce cused, dsriyendacotraadas conto expats Serenaies ce ams sand po pbc (cles, ances facades.) Ode po pve ata, oines, Doe comer, incaneo douse meats.) "iro rests un varadara Ht dal Ubanisé dele XX recor ala asa operacones és sgeatvasy qui tart, nee dudades is snus: Parl Lane, Astor Fant Excel parodia ue en cura sles ercorad conetiye por si scala ecsén ie yin opsn police. ‘a presnte eden entenga castelarai so stsancianerts sera y arpa ar al pros Phppe Paral con lat al oral tranctoy ales potororesedcoes en ra talanoyraarose } i k ; com Gy ‘Aior Philippe R. Panera Jean Castex Jean-Charles Depaule ™ Formas urbanas: de lamanzana al bloque colecclén Arquitectura/Perspectivas JIFIMVIVIII VI AVISAIVIVA SII IAI HG a ne Editorial Gustavo Gili, S. A. (98029 Barcelona Rosetén, 67-89. Tel, 32261 61 20006 Madrid Alisa, 2. Tot 401 17 02 1064 Buenos Alves Cochabame, 194-188. Ta, 261 8998 México, Naucalpan 53050 "Vale de Bravo, 21 - Ta $060.11 Bogoté Dagonal 45 N° 16 B-11. Te. 245 87 60 Santlage de Chile Veute Mackenta, 462, Te. 222 45 67 Philippe R. Panerai Jean Castex Jean-Charles Depaule on, Formas urbanas: de lamanzana al bloque Cowccién Arquitectura/Perspectivas GG 2 PF Ax tat Rea, *, 3h | Se Pee ee eee I Prefacio a ia edicion castellans, por Manuel de Solé-Morales .. 3 peeubaree tomate | logo aia acta por Pit Panera Coe La presente ecicén ha sido expresaments revisade y Introdueci6n, por Philippe F. Paneral 14 ‘daptaca para su pubieacién en lengua cestolana por Phitpoe Panera © Paris de Haussmann: 1959-1082... so 19 bburguesa: las grandes realizaciones de Paris 19 Veraisn castetlana de Santiago Gastén, equitecto | Laciudad Revision bibliogratica de Joaquim Romaguera i Ramis ¥ Pppseoaeddiptateoa ee ei 2. Londres. Las cludades-jardin: 1905-1925 .. 49 4 Las condiciones del ubanisme en Londrs anaes del sig XIX. 48 | Hampstead, suburbio-jardin : 53 | Giudad jardin Welwyn 64 . 4 Laagrupacion y la ciudad um | 3. Las expansiones ce Amsterdam: 1913-1934 .... 7 we 7 Las particularidaces del urbarismo en Amsterdam... 78 ‘Spaarndammerbuurt une expariancia modeica 82 f Laexpansi6n Sury el nuevo urbanism en Amsterdam soxn st i Lamanzana amsterdanesa peo teon Ninguna parte de esa pubicacion,incidoe\dsefo dela " < ere mcaconmnrtecin dn [4 etmwowoFanfuty Eet ey 106100 eae 17 forma atyjuna, i tempoce por medio alguno, soa sta Poitica do la vivioncla y del urbanismo en FrankfUtt seuonssntennnen 107 ‘cinco, quinieo, macénica, Stico, de grabaciéno de Las Sieatungen de Frankfurt ee one TIO {eecopin sini preva atone po pat dla Lamanzana en Frankturt.. : | 5. LeCorbusiery la CM6 RadiOUS® soucurn 131 cena a ) La Gité Radiouse contra la ciudad a) Esitorial Gustave Gil, S.A. Barcelona, 1085 Lamanraa vera wince coms 1B : sella a Fiminy ola degradacién de un muro : 1 Printed in Span : ISON oat x : Una recuccion necesaria - Depésito egal: 8. 21057-1986 Fetocomposiion: Tec, S. A.~Barcelona = Slmpresion:imprentaJuvend, 5A. Barelons Manzana iterencias zs ws La“eoortura” de iamanzana snr : 148 not Lamanzana ala detva y el Us0 sin orlentacion sono 147 inditerercia : we 7. Elaboracion y transmision de modelos arquitecténicos 151 Historia y modelos arqutect6ni008 rere wt 7 La tradiolén esiea verona 153 La temacin det pintoresquisme nnn caer Elproblema dela cludad industrial Est May yeinuevoFrankiut.. 163 | Lavacionalizacion dela manzanay la arqutectura racion@list® worn 169 8. Construirla ciudad oh EERE eee ee Hacia una estructura urbana. 172 es feel El encargo y financiacion de la presente investigacion procede de fa Direc: 8 snare ci6n de Arquitectura (CORDA, 1274), quo asimismo autoriza la publicacion Blogralias, bibiogratia y documentacion anexa 196 El equipo de la ADROS-UPS (Association de la Recherche de Ecole d Arc tecture el dUroanisme de Versailles), que la ha levado a trmino,esté compues- to por Philippe A. Panerai, erauitecto DPLG, urberista DIUP, director del rab, { Sean Gast, arqutocto DPLS, | Jean-Charles Depauie, doctor en Sociologia urbana, Michel Veyrnehe, ayscente do lnvestgacn, Conia coloboracén se Dens ergo on as lusraciones,aistso por Do | que thbor Aine Cherranolenla soctearl, asia por Claudine Rodes ri cttign tancoce esta bajo la gararia do la creccln y el concurso dela Diosion det ivehkestarey del Gente d'Etude ot do Recherches Arhtetraies {Geato Natonate Superisue dos Boas). Prefacio a la edicion castellana Publicar en casteliano este libro, casi diez afios después de su redaccién, permite acercarse a é! con la tranquilidad que evita al critica los riesgos del de sacierto, porque el paso de! tiempo ha decidido ya en buena parte los valores y posiblidades que sus paginas contienen. En esos diez afios, ol estudio renovado @ insistente de la forma constuida, de las ciudades ha permitide comprobar la eficacia del mStodo morfolégico, vol ccado en presentar las partes de ciudad como piezas de un puzzle palifacstico, lionas a la vex de significades parciales y de referencias casi universales. Los trabajos de las Escuelas de Venecia y de Milén, los de Ginebra y de Bruselas, 0 los propios del Laboratorio de Urbanismo de Barcelona, han difundiée un modo de ver la cludad que tendia puentes, cada vez mas tensos, entre la forma de Ia ciudad y la arquitectura. Vieién arquitect6nica-geogrética, nueva en au éntasis, pero de handos origenes que referian, via A. Rossi y C, Aymonimo, a M. Halb- ‘wachs y a S. Muratori,y también'a los alemanes de principios de sigio, verdaderos padrastros dl certamen, Pero, ojo, maravillosamente, junto al evolucionar més conocido de esos focos de discusi6n, una corriente profunda sacudia ciertas partes extemas de la arqui- tectura francesa, y a mitad de camino entre el esiructuralismo cielépeo de sus socidlogas y la reflexién humanista de una historia y de una geografia siempre muy bien digeridas, en Versalles y en Paris VI y Vil (Escuelas de Arquitectura) rnace una linea generatriz sobre el catastro urbano, a la vez tan enciclopédica en su enfoque como minuciosa y diversa en ta tematica. Hasta ahi, el urbanismo francés modemo era asociado por cualquier espec- tador exterior con las pinceladas a mano gruesa de los «esquemas directores», {del plan masse y de 1os axes de croissance, derivando siempre el tratamiento de todo proyecto de espacio a una dimonsién abstracta y no precisa, donde la pre- tension sintética la hacia a menudo simplona, de colores de rotulador y de gran- des gestos, hechos mas con el brazo que con la mano, mas sobre fos muros de las sesiones municipales, que sobre los tableros de los profesionales. Es importantisimo que en este contexio surgiera una pasién por el reen- ‘cuentro con fo medido y riguroso, con fa ciudad articulada y fragmentatia. Su contenido polémico es evidente.y de ahi quizas que arrancara con una tension tan propia, que incluia el convencimiento y el orgullo como armas arrojadizas. Los trabajos de A. Grumabach y de J.-L. Cohen sobre el parcelario de Parts, la propia labor dé Bernard Huet en A.A. desde los arios heroicos, y los andiisis| de:Ph. Boudon sobre la sintaxis espacial de la villa de Richeliou ¥ los de Jean Castex sobre la ciudad de Verealles, las tosis de Bruno Fortier sobre cartografia, y poder, ola reciente de Ives Bories sobre el parcelario como forma creativa, 1os ‘Seminarios de verano en los Ateliers y los trabajos de David Mangin y Philippe Panerai sobre las técnicas de parcelacion, son muestras excelentes de la nueva imagen del urbanisme francés que hasta entonces aparecia solo entre ios des~ anes de los grandes ensembles y las viles nouvelles, © escierotizado en los legalismos burocraticos que publicaba la revista Urbanisme. El trabajo de Philippe R. Panerai aparece ahi, quizas, como clave que traba la construcoién de esa béveda. En Elements d'analyse Urbaine (version caste- liana en Instituto de Estudios de Administracion Local, Madrid, 1963), adelantaba las cuestiones metodoiogicas adoptadas en la vision del tejdo urbano como ob- jelo de estudio, centro toérico de la nueva discusién' Pero es sobre todo Formas turbanas: de la manzana al bloque la pieza maestra que ensefia todo el mensaje de una «arquitectura de la cludad> defendida como arquitectura de todas las par- tes do ésta, Panerai escribio su texto para que la vision arquiteot6nica no se tmite 3 la ciudad en su momento excepcional, a los monumentos 0 a las obras sin- ‘ulares, sino al tratamiento pleno de los valores estéticos, teérices y culturales e los tejidos edifcades en su generalidad, donde la vida de las ciudades ha tenido una expresion mas completa y también donde las arquitecturas comunes se han materiaizado en toda su riqueza, constituyendo la forma permanente y ‘lempte variable de la ciudad historia, Los estudios de morfologla urbana han supuesto, en especial, un quiebro efintivo a la orientacién tuncionalista que reconducia slempre a los sistemas de movimiento 0 a la zonificacién de actividades, el proyecto y el conocimiento de fa forma urbana, Frente a ello el eprecio de la construccién arquitecténica de la ciudad, el orden parcelario y de las constantes tipolégicas en la configuracién e los tejidos, y del interés de estos como piezas de composicién del agregado ‘tbano total, da otras bases para una idea de urbanism tadicalmente alternativa. En este sentido, el texto de Panerai constituye un compencio clarfsimo en et ‘que esta visién de la ciudad desde la arquitectura se demuestra con transparencia Tmeridiana. Su gran fuerza en buena parte reside en el acierto expositivo consis- tente en revisar un siglo de intervencién urbanistica, examindndolo a través do cinoo ejemplos paracigmatics. Desgranandose billantemente, como en una his- toria eneadenada, pero también como la pizarra del maestro, los cinco casos van descubriendo y explicando los modelos «arquilecténicos» y «de uso» con que se han proyectado las operaciones de ciudad en el citimo siglo. De la manzana co- rrada hausemanniana, a las agrupaciones unitamilares de las ciudades jardin bri- tanicas y a las agrupaciones de vivienda holandesas en los anos de las munict- palidades socialistas (1913-1934),'como muestras de un orden edticatorio estro ‘chamente.ligaco a la forma urbana mediante el parcelario, a calle, los patios, !as formas del uso. Y luego los barrios de Frankfurt y la eité radleuse como inicio y ‘explosién del blaque exento, del edifcio pantalla y de la barra de viviendas, donde {a autonomia del objeto edificatorio rompe toda referencia al sustrato planimétrico de la ciudad, destruyendo la continuided con los espacios elementales de la misma, sean de tipo public (calles, alineacion, fachadas...) 0 de tipo privado (pa- tios, jardines, bajos comerciales, rincones de usos mezelados...). Eiibro resulta asi, por carambola, una verdadera Historia dei Urbanismo det sigig XX recorrica a la escala de las operaciones més signiicativas y quizés tam- bien en sus cludades mas singulares: Paris, Londres, Amsterdam, Frankfurt. Ex- celente panorémica que, en cuanto seleccién intencionada, constituye por si sola tina leeci6n teérica y una opcién polémica, ‘Acaso esta dimension polémica de! libro, que por certo es un valor aftadido 1a su mas firme interés como estudio analitico, sea en cambio la que a diez afios, 10 vista pueda resultar elrcunstancial. Panerai escribe un texto en los momentos de mas endurecida denuncia de los fracasos del urbanismo neocapitalista en Eu- ropa, donde la degradacién de los principios tebricos de la ciudad funcional (los ‘modelos del CIAM, de la Carta de Atenas, las Leyes del Urbanismo y de zoning) tomaba cuerpo masivo en las perifrias mas inhéspllas, feas e indiferenciadas de la cludad de todos los tiempos. El reconocimiente arquitect6nico de los tejidos urbanos y fos valores de ur- banidad que éstos muestran cuando la relacién entre parcelacion de suelo y edi fieacion se configura eegin espacios comunes bien definides (por alineacion de ‘fachada, ipologias homogéneas, jerarqulas simboticas..) Son armas tedricas que ‘a texto ‘aprovecha contra el esquematistno del Urbanismo funcional y, mas ci- rectamente, contra las propuestas de Le Corbusier. La batalla ideologica se or- ‘ganiza en la cericatura do los dos extremos de la cadena: de la manzana al blo~ ‘que. Donde el blogue abierio independiente del suelo, odjeto combinable solo Sonsigo mismo, servird de antftesis a la buena ciudad continua formada por calles y plazas. Hay que considerar estos argumentos, pienso, no sbio en el contexto ter poral de la justa polémica en que aparecien, sino también, sobre todo, en el de fa dimension escalar propia del libro. La forma de la cludad se define en buena parte, es cierto, ala escala de sus proyectos coherentes construidos como tramos Cinitaros. Pero ello no excluye otras rolaciones formales que, basadas en la re- pticién cuantitativa propia del espacio mademo, identifican tos objetos uroanos, los edlicios, como materia de invenci6n necesaria. Las grandes continuidades ‘metropolitanas, intuidas por Ludwig Hilberseimer y Le Corbusier, teorizades por Bruno Tauty por Martin Wagner, partian precisamente de resolver !a imposibitidad die la repeticion indefinida de tejides y tramas convencionales, como principio ‘Compositive de la gran ciudad. La necesidad de elementos propios de la metré- polis se investigaba asi, tanto en el orden de los grandes elementos infraestruc- turales y de los sistemas de movimiento, como en el de la reiavencion det objeto ‘editicado en su unidad elemental, en cuanto contenedor expresivo de la natura leza metropoitana del espacio urbano contemporaneo. } fibro de Panerai es justisimo en su orientacion de censura a la miseria, Lrbanistica, pretendidemente avalada por estos postulados ideoldgicos. Nila gran fescala infraestructural ni menos todavia de valor arquitecténico del individuo-edi- ficio han sabido corresponder a las pretensiones. Y la ilusién cuftural de aquella, sofiada forma de la metrOpolis ha quedado reducida al sarcasmo. ‘La escala, (la escalal El rebote sucesivo desde la manzana hasta ol bloque ces ejemplar de la importancia del fragmento como terreno de juego privilegiado fen la experiencia tedriea, practica y politica dei urbenismo modemo. Las conse ‘cuencias de este argumento son tanto més potentes y tanto mas sugerentes, ‘cuanto en mayor medida se evite extrapolar ideologicamente lo que el autor tan finamente ha sabico enceljar sin salirse de su propio terreno. inventar y crear es0 terreno propio, donde hacer justo el aluste, es, en cierto modo, el abjeto y el mérito maximo de este libro. Los afios lo confirmen. Manuet de Sola-Morales Laboratorio de Urbanismo de Barcelona Noviembre de 1985 1" Prélogo a la edicién castellana Al estudiante que se matriculaba en una Facultad de Arquitectura en 1960, los «veteranos» le aconsejaban la compra de un litro, des Rudiments, de Geor- ‘ges Gromort,y la lectura de otros dos: «el Guadet» y «el Choisy». Esto se hacia sin adoptar la mas minima distancia critica respecto a dos obras ‘que no se prosentaban como tastimonio hisiérico de una trasnochada rofloxién de tres cuartos de siglo de antigedad, sino s6lo como acopio de Imagenes que podian ser titles para hacer frerte a los de fa mano de Napoleén 1Il, presagiaba una intervencién global y coherente en todo Paris. Varias crtticas™* han insistido en la aptitud de Haussmann para ro- {gentar fa cludad, circunstancia ésta que se contraponia con la situacion anterior Caracterizada por la penuria de actuaciones de envergadura y la impotencia para evar ol hilo de las reftexiones al nivel del conjunto urbano.'* La implantacion de Ln.instrumento.acministrativo y técnico elaborado, la Direction des. Travaux ce la Seine, dejarta absoluta constaricia de la dirménsién que alcanizaban las inquie~ tudes de Haussmann. Seria errdngo imaginar que el control que Haussmann ejercia sobre la cudad fuese completo a todo nivel y a todas las instancias. No se encontraba en la fener aue crear una ciudad por entero tebsiatit run esti rramnorie Sal uguragos a cueston no consistant Saaoe ipecreuniee i tolalidad, ‘sino Solo apacecs, Coro aissigua el contri Oo Pah de Nepoten ‘eset latoreretn oe sie deste ol amie arrive quo xia worees fasta puro do covarovala categoria de exch al vel label Arve saljpertenece le red de aperturas que corta la ciudad y a la cual quedan aso- notables creaciones monuirientales, como plazas, ‘estaciones ferroviarias, cl tera. Por ejemplo, los boulevards Strasbourg sdbaslopl heonos& Varo co 1603 a 1886, ostablooen Un petopecie Co 3 fon eo ls coactn Gal exo y la Canara de Gomera, al tonpo quo do tayonal confutece sopeton aliens que otis sonocdoban de Pai etna la pazaajarcnada de Sain-lacqueey fa Macs du Cte, con evs dos tates crlazado sineticarete, Ge eee Ceres oe EC ‘© revalorizar los monumentos, aisléndolos e instituyend lazos visuales en- iB tins Vos; +» luchar conta la insalubridad, contra io caduco, y colmar de imagenes de modersidad, a saber, el espacio y la luz; ‘© ciroular de estacion a estacion, de bartio a barto.* En verdad, Haussmann efecttia una correccién estructuralal hacer visible el nivel gldbal de la estructura urbana, hivel representativo de la nueva totalidad (a ‘gran cidad, la capita), el que asegura los vineulos a escala de-conjunto, que ‘abarcarlas-fnstituciones representativas del orden general. La ereacién de ose nivel global, en Paris, por su contenido y modos operativos, se impone conser ‘vando la continuidad con fa cultura clasica yjustiica toda relacion con la misma. En ofecto, la manifostacién del nivel global en la ciudad os una peculiaridad que * distingue a la ciudad barraca:"” coincide con una etapa del desarrollo urbario que requiere un resuste estructural y recurre a buleveres y avenidas, ejemplo de nu, vos elementos de ordenaclén. La concepcién de estos elementos corre a cargo ‘de una cultura anciada en lo visual, con un alto grado de dependencia respecto 4 los. problemas de representacién, y en uni deicado momento historico en que $e produce un movimiento de vaivén entre la cludad y el campo (de la cludad a la villa, de la villa al parque y al campo 0 comarca, del parque a la ciudad): estos elementos se expresan visuaimente, de forma mas legible, y en Io dilatado, en ‘9posicién a una ciudad concentrada que se capta en términes de cierre e imbri- ‘cacién.** Son estos elomentos, estas avenidas arboladas, cuyo origen os ambi- ‘Quo, la base del vocabulario formal de Haussmann:En el enclave de Haussmann, debido a la caracteristica de la legibilidad de no hacer visibles mas que ciertos, valores proestablecidos, dichos elementos no dejan de actuar como méscaras, ‘embozos que ocultan les diferencias entre barrios, entre staius sociales, entre actividades. Las aperturas

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