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INTRODUCCióN

GEORGE H. MEAD COMO PSICóLOGO


Y FILóSOFO SOCIAL

En el terreno filosófico, Mead era un pragmatista·; en el cientí-


fico. un psicólogo social. Pertenecía a una antigua tradición -la
tradición de Aristóteles, Descartes y Leibniz, de Russell, Whítehead
y Dewey- que no ve ninguna aguda separación, ningún antago-.
nísmo, entre las actividades de la ciencia y de la filosofía, y cuyos
miembros son, ellos mismos, hombres de ciencia y filósofos. Sería
difícil acentuar en exceso la contribución que hicieron a Ia filosofía
aquellos cuya filosofía se nutrió en sus propias actividades cientí-
ficas. Mead afirmó, en una de sus disertaciones, que "la filosofía
de un período es siempre un intento de interpretar su conocimiento
más seguro". Si bien puede que esa declaración necesite algunas re-
servas en términos del lugar que las consideraciones axiológicas ocu-
pan en la generalización filosófica, proporciona la clave del desarrollo
de Mead, y, por cierto, del pragmatismo en general.
Para fines del siglo pasado, ninguna parte del conocimiento pa-
recía más segura que la doctrina de la evolución biológica. Esta doc-
trina había llamado dramáticamente la atención hacia el factor del
cambio evolutivo en el mundo, así como la física y las matemáticas
habían exhibido previamente el elemento de constancia estructural.
Ello parecía significar que, no sólo el organismo humano, sino tam-
bién toda la vida del espíritu, tenían que ser interpretados dentro
del desarrollo evolutivo, comp:~rtiendo su cualidad de cambio y
surgiendo de la interactividad de organismo y medio. El espíritu
tenía que aparecer dentro de la conducta y, presumiblemente, per-
mance<'r rn ella. Las sociedades mismas tenían que ser vistas como
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entidades biológicas complejas y adaptadas a las categorías evoluti- pareja aunque distinta estatura intelectual; ambos participaban en
vas. La tarea filosófica del pragmatismo ha consistido en reinterpretar un mutuo toma y daca, según su propio talento particular 1 • Si
los conceptos de espíritu e inteligencia en los términos biológicos, Dewey proporciona alcance y visión, Mead dió profundidad ana-
psicológicos y sociológicos que destacaron las corrientes de pensa- lítica y precisión científica. Sí Dewey es ·a: la vez la llanta de roda-
4hiento posdarwiníanas, y reconsiderar los problemas y la tarea de dura y los rayos de la rueda pragmática contemporánea, Mead es
la filosofía desde ese nuevo punto de vista. La faena no está en modo el cubo de la misma. Y aunque, ep kilometraje, la llanta de la rueda
alguno completada, como lo evidencia d hecho de que el período haga más recorrido, no puede ir más l.ejos, en línea recta, que su
formador de sistemas apenas sea visible. Pero los contornos de un cubo. El pensamiento de Mead reposa íntimamente sobre unas pocas
naturalismo empíríw erigido sobre datos y actitudes biológicos, psi- ideas básicas que fueron refinadas y elaboradas durante muchos
cológicos y sociológicos son claramente discernibles; se trata de un años. Fiel a sus propias palabras, la filosofía a la que se dedicó
naturalismo que ve al hombre pensante 'en la naturaleza y que pre- cada vez más en sus últimos años fué una elaboración, una "gene-
tende evitar los dualismos heredados de espíritu y materia, de expe- ralización descriptiva", de las ideas básicas que representaban el más
riencia y naturaleza, de filosofía y ciencia, de teología y mecanicismo, seguro conocimiento pertinente que como hombre de ciencia podía
de teoría y práctica. Es una filosofía que, en los términos emplea- obtener. Nuestra tarea, empero, no es la de wnsiderar aquí esa filo-
dos por Mead, opone entre sí "la otra mundanalidad de la ra- sofía en conjunto 2 , sino, más bien, la base científica sobre la cual
zón ... de la antigua filosofía, la otra mundanalidad del alma ... descansa (base que Mead, como hombre de ciencia, ha hecho mucho
de la doctrina cristiana y la otra mundanalidad dd espíritu . . . de para crear) y algo de sus dimensiones éticas y sociales.
los dualismos renacentistas". Mucho se ha hecho también en cuanto
a rastrear las implicaciones de las actitudes acompañantes en lo refe-
rente a la educación, la estética, la lógica, la ética, la religión, el II
método científico y la epistemología. La confianza pragmatista en
el método experimental, unida a la rélación moral y evaluativa del Mead, como hombre de ciencia, fué un psicólogo social. En la
movimiento con la tradición democrática, han producido una con- actualidad se reconoce comúnmente que la ciencia anda sobre dos
cepción de la filosofía que tendría una doble preocupación por los . piernas: la teoría y la observación; que la fase lógica de la ciencia
hechos y los valores, y una concepción del problema moral contem- (la fase del aislamiento y definición de las categorías básicas y· de
poráneo como reorientacíón y reformulación de los bienes humanos la construcción de sistemas) es de igual importancia que la activi-
en términos de actitudes y resultados del método experimental. El dad del buscador y verificador de verdades. Mead agrega poco o
darwinísmo, el método experimental y la democracia son las fuen- nada al cuerpo de los hechos de las ciencias sociales, tal como está
tes de la corriente pragmatista. determinado :Por los métodos particulares de investigación; pero
En muchos sentidos, el resultado más seguro e .imponente de agrega mucho a la estructura ideacíonal. Es cierto que los dos as-
la actividad pragmatista, hasta la fecha, ha sido su teoría de la inte- pedos de la ciencia son, en definitiva, inseparables, y que las ideas
ligencia y el espíritu. Tal teoría es, naturalmente, la base de toda científicas no pueden ser desarroli'adas o analizadas fructíferamente
1a estructura. El desarrollo y elaboración de esta teoría define la sin hacer referencia a los hechos; pero las observaciones a que re-
actividad de toda la vida de George H. Mead. Las obras de Mead y curre Mead están en su mayor parte abiertas para cualquiera: no
Dewey se complementan en muchos aspectos, y, por lo que sé! jamás
están en oposición de importancia. Fueron íntimos amigos desde los 1 Dew<!y analiza a Mead en el Joumal of Philosophq, XXVIII (I 93!),
págs. 309-14, y en el Universitq of Chicago Record (Nueva Serie), XVII
años pasados en la Universidad de Michigan, y juntos discutieron (1931), págs. 173-177. Para el análisis de Mead sobre Dewey véase lnternarional
constantemente sus problemas de los años de la Universidad de Joumal of Ethics, XL (1930), págs. 211-231, y el artículo sobre "The Phi-
Josophy of John Dewey", que se publicó en el volumen de 1936 de esa revista.
Chicago. El resultado fué una división natural del trabajo en la 2 V éanse las obras de Mead, The Philosophq of t/¡e Present (ed. Arthur E.
obra común. Ninguno de los dos adquiere para el otro la relación Murphy) ; The Philosophq of the Act ( ed. J ohn M. Brewster, Albert M. Dunham,
Charles W. Morris); Movements of Thought in the Nineteenth Centur¡¡ (ed. Me·
exclusín de profesor a alumno; ambos, en mi opinión, eran de rritt H. Moore).
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'
representan una técnica científica especial. Su contribución no se sidad -de Micbígan. Mead era amigo de Cooley, y en ese ambiente
hallará en cifras, diagramas e instrumentos, sino en discernimiento enseñó durante tres años. Se iba prestando gradualmente atención,
en cuanto a la naturaleza de los espíritus, las personas y la sociedad. especialmente por los alemanes, a los aspectos sociales del lenguaje,
Los términos "psicólogo" y "social", no hace mucho que apa- a la mitología, a la religión - y Mead había estudiado en Alema~
recieron juntos, o en compañía de categorías biológicas. La tradi- nía-. Aunque estuvo en Berlín, y no en Leipzíg con Wundt, no
ción ha identificado la psicología con el estudio de la persona o cabe duda de que a la influencia de \Vundt debe reconocé'rsele el
elJ~~spíritu individuales. Incluso la influencia posdarwiniana de los mérito de haber ayudado a aislar el concepto del gesto, al contem-
conceptos biológicos no logró quebrar, durante mucho tiempo, las plar el contexto social en que el gesto funciona; en lugar de ser
presuposiciones individualistas heredadás (como lo evidencian las di- simplemente "expresión de emociones" ·en el sentido darwiniano,
ficultades que encuentra un Huxley para hallar un lugar, eri el los gestos estaban muy avanzados en el camino de ser considerados
proceso evolutivo, al comportamiento moral), aunque formuló etapas primeras del acto de un organismo, contestado por otro,
el problema de cómo apareció el espíritu humano m la historia de como indicaciones de etapas posteriores del acto social. Mead piensa
la conducta animal. En las páginas que van a continuación Mead específicamente en el gesto en términos sociales, y en él encuentra
sigue la huella de los procesos gracias a los cu11les las consideraciones los rastros del desarrollo de una verdadera comunicación de len~
biológicas obligaron a la psicología a pasar por las etapas del aso- guaje. En un sentido, pues, puede decirse que Mead siguió una senda
ciacionismo, el paralelismo, el fundonalismo y el conductismo. Si parcialmente iniciada poi: Wundt, y por cierto que éste, mediante
bien la posición de Mead es conductísta, se trata de un conductismo el empleo de categorías sociales, le. ayudó a corregir las deficiencias
social, no individualista y subcutáneo; no encontró, en ninguna de una psicología individualista 4 •
de las etapas o escuelas de psicología, una respuesta acerca de cómo No obstante, Mead no fué un simple discípulo de Royce o Tar~
el espíritu --espíritu desarrollado, reflexivo, creador, responsable, de o Baldwin o Giddíngs o Cooley o Wundt. Como lo aclaran
cónsciente de sí- apareció dentro de la historia natural de la con- las páginas que siguen, aplicaba a todos ellos una crítica básic~:
ducta. Otro factor tenía que ser tenido en cuenta: la sociedad. No ninguno quería llegar al límite en lo referente a explicar cómo
obstante, fué afortunado que Mead se encontrase en la Universidad surgieron los espíritus y las personas dentro de la conducta. Esta
de Chicago cuando el ambiente psicológico intensamente cargado crítica se divide en dos partes: 1) todos ellos, en algún sentido,
se precipitó en formas funcionales y conductistas 8 • presupusieron espíritus o personas antecedentemente existentes para
Es menos fácil explicar el ingreso de otro factor, el social, en poner en marcha el proceso social; 2) incluso en ·relación con las
el pensamiento de Mead, puesto que ni él mismo ha buscado los fases del espíritu o de la persona que intentaban explicar socialmen~
rastros de ese desarrollo. Además, Mead tuvo taf!Ibién suerte en te, no lograban aislar el mecanismo de las mismas. El sombrero
en<:antrarse en ambientes en los que la sociología y la psicología mágico de lo social, del que habían de extraerse el espíritu y la
social comenzaban a tomar la forma de ciencias. Las filosofías idea- persona, estaba en parte cargado de antemano; y en cuanto al resto,
listas tales como la de Hegel y la de Royce subrayaban la naturaleza se bacía simplemente un piadoso anuncio de que la triquiñuela podía
social de la persona y la moralidad - y Mead había estudiado con IIev.arse a cabo, aunque la exhibición nunca tenía lugar. El esfuer~
Royce-. Hacia el 1900 Tarde y Baldwin habían hecho contribu- zo de Mead reside en haber demostrzdo que el espíritu y la persona
ciones para una psicología social. Giddings había redactado su obra son emergentes sociales, y que el lenguaje, en la forma de gesto
principal, y Cooley comenzado su carrera sociológica. en la .Univer- vocal, propOTciona el mecanismo para su emergencia.

8 El ambiente de esos días, y la convicción de que la psicología funcional aig- •


4
Se rec0111oc-e a Wundt el mérito de su voluntarismo, y se dice que ha "intro~
nificaba ·una filosofía completa, pueden captarse en et artículo de James R. Angell duudo el gesto vocal" (1930). Por otra parte, "Wundt no ha analizado el gesto,
"The Rdations of Structural and Fun,tional Psychology to Pbilosophy", The en cuanto tal, como parte de actos. Lo ha tratado como un anatomista y no como
Decennial Publications, III, págs. 55-73, Universidad de Chicago, 1903. [Para u_n psicólogo". "Wundt hace de las funciones sociales de las expresiones de las emo-
ona exposición en castellano de las c0111crpciones de esta escuela, véase: Heidbreder, cxones una . cue~t~ón ,posterior; al princípí? las considera meramente paralelos de
Psicologías del siglo XX, Buenos Aires, Paidós, 1952.-N. d. E.] procesos ps1cologtcos (1912}. El paralelismo de W undt es rechazado y explicado
metodológicamente.
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Es. mí creencia que Mead ha tenido éxito en esas tareas, espe- Y así, el problema de cómo surgen el espíritu y la ptrsona hu-
cialmente en la aislación del mecanismo del lenguaje por medio del . manos en el proceso de la. conducta es resuelto por Mead en términos
cual se constituye socialmente el espíritu y gracias al cual aparece biosodales. No descuida, como el psicólogo tradicional, el proceso
la persona que tiene conciencia de sí misma como objeto. Cabría du- social en que se lleva a cabo el desarrollo humano; no de~uida, como
dar si, al identificar el espíritu con el manejo de los símbolos, debe el científico social 'tradicional, el plano biológico del proceso social
sostenerse que tales símbolos son todos símbolos de lenguaje de recayendo en una concepción mentalística y subjetiva de la socie-
origen social-vocal. Si no fuera así, puede haber, en los hombres y dad que supone espíritus anteriores a ella 7 • Ambos extremos S~on
·en los animales, aspectos del espíritu que no entran en la esfera de 12vitados recurriendo a un proceso 'social en marcha de organismos
la terminología de Mead. En términos actuales, la duda se refiere biológicos interactuantes, proceso dentro del cual, gracias a una inter-
a la prioridad genética de los signos-situaciones (símbolos ajenos nalización de la conversación de gestos (en la forma de gestos
. al lengut]'e) y símbolos-situaciones (símbolos del lenguaje). El vocales), surgen el espíritu y las personas. Y se evita un tercer
problema gira príru::ipalmente en torno a la denotación de las extremo del individualismo biológico por medio del reconocimiento
palabras "espíritu" y "símbolo", puesto que en algunas partes Mead de la naturaleza social del proceso biológico subyacente, del cual
admite los hechos de la reintegración que subraya Hollíngworth surgén los espíritus.
y los hechos de la reacción demorada que acentúa Hunter, pero, a El acto individual es visto dentro del acto social; la psicología
diferencia de estos hombres, siente que tales procesos no son clasi- y la sociología quedan unidas sobre una base social; la psicología
ficables como "símbolo significante" o "espíritu". Mead admite social se funda en un conductismo social. Mead trató de resolver,
que el organismo individual debe tener ciertos prerrequisitos fisio- €n esos términos, un gran problema planteado por las concepciones
lógicos para desarrollar símbolos de lenguaje; los que quieren uti- evolucionistas: el problema de cómo franquear la brecha existente
lizar el espíritu y el símbolo en un sentido más amplio podrían entre el impulso y la racionalidad, de mostrar cómo ciertos o.rga·
agregar que el individuo no lograría desarrollar símbolos de len- nismos biológicos adquieren la capacidad de tener conciencia de sí
guaje sin estar en condiciones de reaccionar ante signos no lingüís- mismos, de pensamiento, de razonamiento abstracto, de conducta
ticos y no sociales, en los que un acontecimiento lleva, en algún· con fines fijados, de devoción moral; en pocas palabras, el problema
centro orgánico, a la expectativa y reintegración de algún otro acon- de cómo sux;gió el hombre, el animal racional.
tecimiento 5 • Sea de ello lo que fuere, con la aceptación del uso que
Mead hace de los términos "espíritu" y "persona", me parece que
ha demostrado que espíritu y persona se engendran, completamente, . III
en un proceso social, y que es, él quien ·por primera vez aisló el
mecanismo de dicha génesis. Apenas es necesario decir que una con- Aunque no utilizado por Mead, el término "conductismo so-
secución mucho menor habría bastado para servir de hito en la cial" puede servir para caracterizar la relación existente entre b
cienCÍ<! y la filosofía. La obra de Mead señala una primera etapa posición de Mead y la de John B. Watson. Mead consideraba los
en el nacimiento de la psicología social como ciencia, puesto que 'puntos de vista de Watson excesivamente simplificados, ya que ha-
sus ide.as básicas se remontan a los primeros años de este siglo 6 • bían abstraído el segmento del acto del individuo, separándolo del
5 · I. L. Hollingworth, Psychology; W. S. Hunter, The Delayed Reaction in
acto completo, o social. Aunque Watson habla mucho acerca del
Anima[, and Children. También sus artículos en la Psychologica/ Review de lenguaje, la esencia del lenguaje, tal como se encuentra en cierto
1924. Una posición esencialmente afín a la de Mead es desarrollada por John F. tipo de juego social recíproco, le ha escapado por completo, para
Markey en The Symbolic Process and its lntegration in Children. Mead afirmó
que le parecía \lEe la explicación era, sin embargo, excesivamente simplista. La dis- ocultarse debajo de la piel. Y aun allí se oculta en los movimientos
tinción establecida por Mead entre· símbolos significativos y no significativos no
es la mism·. que la anterior entre signo y símbolo, puesto que los dos primeros 7 La crítica a Watson queda aclarada en este volumen. Las breves indicaciones
son ambos sociales. La Sección 23 contiene un atisbo de la distinción que establece .en cuanto a la divergttcia de las opiniones de Mead con respecto a Cooley pueden
Mead y de la naturaleza de la diferencia. ser ampliadas leyendo su artículo "Cooley's Contribution to American Sodolo·
6 Una copia taquigráfica de los cursos de 1912 sobre psicología social de- gical Thóught", American Journal of Socio/ogy, XXXV (1930), págs. 693
muestra que sus idf·as principales se encontraban ya en su forma madura. y siguientes.
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de las cuerdas vocales, o en las reacciones que sustituyen a reaCCIO- doctismo metodológicamente simplificado a los fines de la investi-
nes vocales, y finalmente se pierde por completo en las reacciones gación inicial de laboratorio. El empleo que Mead (y Dewey) hacen
implícitas. En contraste, para Mead el lenguaje es un fenómeno del término "conductismo", para sugerir la aproximación a la ex-
objetivo de interacción dentro de un grupo social, una complicación periencia -.reflexiva y no reflexiva- en términos de conducta, se-
de la situación del gesto, y aun subjetivizado' para constituir el ñala simplemente, con un nombre adecuado, la dirección implícita
fuero interno del espíritu del individuo, sigue siendo social - una en la aproximación evolutiva del pragmatismo, dirección e>Stablecída
forma de desp€rtar en el individuo, por sus propios gestos, las acti- mucho ·antes de que Watson apareciese en el escenario y continuada
tudes y papeles de otros involucrados en una actividad social después de que lo abandonó profesional~ente-.
común. Una tercera diferencia surge del hecho de que Mead, en armo-
Una segunda diferencia reside en el tratamiento de lo privado. nía con el trabajo de Dewey, de 1896, sobre "El Concepto del Arco
Como Kóhler ha hecho observar en su Gestalt Psychology *, la Reflejo en Psicología", sub:r;aya la correlativídad de estímulo y reac-
posición dt W atson consiste esencialmente en la preferencia por ción. Los aspectos del mundo se convierten en partes <ie1 ambiente
una epistemología; tal preferencia afirma, virtualmente, que lo pri- psicológico, se hac~n estímulos, sólo en el grado en que efectúan
vado no puede caer dentro del dominio de la ciencia, aun cuando la posterior libriacíón de un impulso en marcha 8 • De tal modo, la
se supiese que existe; de ahí que debamos escribir con el animal sensibilidad y actividad del organismo determinan su ambiente ef~~
humano frente a nosotros. Describir lo que de tal modo resulta obser- tan genuinamente como el ambiente físico afecta la sensibilidad
vable, es correcto, pero, como animales humanos, en realidad obser- de la forma. El puntÓ de vista resultante hace más justicia a los
vamos aspectos de nosotros mismos en nuestras actitudes, nuestras aspectos dinámicos y agresivos de la conducta que el w.atsonismo,
imágenes, nue'stros pensamientos, nuestras emociones, aspectos que no que da la impresión de considerar el organismo como una mario-
observamos tan completamente en otros; y ese hecho es comuni- neta cuyos hilos son manejados por el medio físico. Así, en el caso
cable. del pensamiento reflexivo, que Watson trata en el mismo plano
El watsonismo dió la impresión de desechar los contenidos que el condicionamiento de la rata, Mead está ~n condiciones de
mismos que una psicología madura debe explicar. Mead tenía aguda proporeionar un penetrante análisis '<le tal reflexión en términos del
conciencia de esta situación, pero, claramente, creía que su propia antocondicionamienro del organismo a futuros estímulos, en virtud
versión del conductismo era adecuada para la tarea. No incluiría de que puede indicarse a sí mismo, f¡or medio de símbolos, las
sirrlplemente los aspectos sociales descuidados del acto, sino tam- consecuencias de ciertos tipos de reacciones a tales esdmulo8. Est~
bién los aspectos internos del acto, abiertos principal, pero no ex- descripción logra explicar la conducta de Watson . al ·condicionar
clusivamente, a la observación del individuo actuante. El espíritu la rata, y no solamente la conducta resultante de ·ta rata condicio~
no se reduciría a la conducta no mental, sino que sería visto como nada.
un tipo de comportamiento genéticamente emergente de tipos no Finalmente, una diferencia báska se refleja e-n la ·circunstancia
mentales. En consecuencia, el conductismo significaba para Mead de que el watsonismo ha parecido a muchos, no sólo que negaba la
no la negación de lo privado ni el descuido de la conciencia, sino experiencia privada, sino que vaciaba a la "experienda" misma· de
la aproximación a toda la experiencia en términos de conducta. todo significado no poseído por la "reacción". A,lgunos de los con-
Algunos pensarán que este empleo más amplio del término es des- ductistas extremistas han identificado francamente "Yo veo x" con
aconsejable, que el término es de Watson. Empero, la utilización "mis músculü&'Oculares se han contraído"; y con la misma franqueza
actual incluye todo lo que puede ser observado y cuantificado por han admitido que esta identificación conduce a una Jorma conduc-
el conductista radical, y, donde se presente alguna confusión, el tista de solipsismo. Tal situación representa, simplemente, la apari-
conductismo, en ese sentido, podrá distinguirse del watsonismo. ción en la psicología y la lógica, del escándalo que desde hace mucho
Quizás el juicio del tiempo considerará al watsonismo como un con-
S Para un desarrollo de esta posición, que tanto debe a Mead, véase Th~ Na-
*Hay traducción castellana de e3te libro: Psicología de la forma, Bs. Aires, ture .of lntelligence de L. L. Tburstone. El conductismo de Mead asimila gran
Argonauta, 1948, [T.]. parte de psicoanálisis, psicología de la Gestalt y psicología exiatendal.
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tiempo hostiga al pensamiento científico: por un la~o, 1~ ciencia, se :son funciones de impulsos que buscan expresión. Esta opinión no
ha enorgullecido de ser empíri-:a, de someter sus mas sutiles teonas hace que la experiencia sea mental ni individual. Porque la expe-
a la prueba de la observación; por el otro lado, ha tendido a aceptar riencia tiene una dimensión social; porque la persona o el organismo
la metafísica, que considera subjetivos y mentales los datos de la se da en un campo, con otros - por eso Mead tiene derecho, empí-
observación y que niega que los objetos estudiados tengan las carac- ricamente, a comenzar con el acto social y a fundar su psicología
terísticas que parecen tener cuando se los estudia. El pragmático soéíal en el conductismo social. La con-cepción del conductísmo así
del tipo de Mead no puede aceptar el intento del realismo crítico de resultante, más rica y más adecuada, hace que la exposición de Mead
hacerle digerir esta situación. Dicho pragmático sostíene que el mun- resulte de importancia central para el desarrollo de la psicología, al
do, tal como es concebido por la ciencia, se encuentra dentro del tiempo que presenta por primera vez un conductismo que puede
mundo más amplio y más ríco de lo que es experimentado; en pretender ser apropiado para los problemas de la filosofía 10 •
lugar de ser el mundo "real" en términos del cual se puede. des?re-
dar al mundo tal como es experimentado, el mundo de la nenc1a es
algo cuyo ort§en debe ser buscado en tér~in.?s experiencía.les .. Así, IV
Mead sostenía que la cosa física, aunque pnnClpal para la nene1a, es
experíencialmente un derivado de l~s ob~etos sociale~, es dec,ir, _se La transformación del individuo biológico en organismo o per-
;;;ncuentra en el orden de la, experiencia soc¡almente denvada. Segun sona con espíritu, se lleva a cabo, en la exposición de Mead, por
;;;1 punto de vista de Mead, el mundo de la ciencia se compone de lo medio de la intervención del lenguaje, en tanto que el lenguaje, a su
que es wmún y cierto para varios observadores: el mundo de la ex- vez, presupone la existencia de cierta especie de sociedad y ciertas
periencia común o social, tal como es simbólícament: formulado: ~a capacidades fisiológicas en los organismos individuales.
sugestión de Mead para la solución del enigma cons1ste en una msls- La sociedad mínima debe estar compuesta de individuos bioló-
tencia acerca de que el dato básico para la observación es un mundo gicos que participan en un acto social y que emplean los unos las
. en que otras personas y objetos tienen la misma accesibilidad directa primeras etapas de las acciones de los otros como gestos, es decir,
(aunque pueda variar lo wmpleto de la accesibilidad) que el obser- wmo guías para la completacíón del acto. En la "conversación de
vador tiene ·de sí. El mundo experimentado es concebido por Mead gestos" de la riña de perros, cada perro determina su conducta en
como un reino de acontecimientos naturales, emergentes gracias a la términos de lo que el otro can comienza a hacer; y lo mismo rige
sensibilidad de los organismos, acontecimientos que son tan poco para el pugilista, el esgrimista y el pollo que corre hacía la gallína
propiedad del organismo, como de las cosas ob~er:vadas. ~il.osófica­ al primer cloqueo de ésta. Semejante acción es un tipo de comuni-
mente, se trata aquí de una posición de relatJvlsmo objetivo: las cación; en un sentido, los gestos son símbolos, puesto que indican,
cualidades del objeto pueden ser todavía relativas a un orgamsmo significan y provocan acciones adecuadas a las etapas ulteriores del
condicionante. Cierta parte del mundo, tal como es experimentado, acto del cual son los primeros fragmentos, y, secundariamente, ade-
~s privada; pero una porción es social o común, y la cíenda la. formu- cuadas a los objetos involucrados en tales actos 11 • En el mismo
la. Experiencia privada y experiencia común son conceptos polares;
lO Es posible que Mead no utilice al máximo su conductismo cuando no se
lo privado sólo puede ser definido en comparación con lo que es muestra más definido en cuanto al locus de lo privado. Para una posible amplia-
<:omún. ' ción, véase los Apartados 62 Y. óí\ de mi Six Theories of Mind. En ocasíCIIles
No es posible estudiar aquí las inferencias que este concepto de la Mead se conforma demasiado con considerar al conductismo, metodológicamente,
nada más que como una técnica de "control". Véase la Sección 6 de este volumen.
experiencia social ofrece para la epistemología y la ~ilosofía de la 11 Con frecuencia, Mead parece descuidar la referencia a un objeto no social,

ciencia 9. Se lo menciona para mostrar que el conductlsmo de Mead como en la Sección 11. Pare-cería que la referencia es siempre a una etapa posterior
del acto. En apariencia, la posición es que originariamente es así. y sólo secunda-
no reduce el mundo experimentado a movimientos de nervios Y riamente se hace referencia a las cosas hasta el punto en que se ven complicadas
músculos, aun cuando insista en que los caracteres de este ~undo "n el proceso social y adquieren significación por mediación de éste. En la Sec-
ción 7 habla de- la referencia en relación "con uno u otro objeto dentro del campo
del comportamiento social". Esta interpretación guarda armonía con su opinión
9 Es claro que esta concepción ataca las base~ individualistas de la epistemo· de que los objetos físicos están aislados, dentro de un proceso social, de los objetos
logía tradicionalmente concebida. Véase The Phdosophy of the Act, Parte I. sociales. Hace comprensibles los varios pasJjes confusos en que la significación es
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sentido puede decirse que los gestos tienen significados, a saber, gado .a la etapa de genuino lenguaje, en lugar de comunicación in~
significan las etapas posteriores del acto que se efectúa y, secunda- consctent~; se puede ahora decir que usa símbolos, y no meramente
riamente, los objetos involucrados: el puño cerrado significa el que reacciOne ante signos: ha adquirido un espíritu.
golpe, Ia mano extendida significa el objeto que se trata de t9nur. Al buscar gestos capaces de convertirse en símbolos significantes,
Tales significados no son subjetivos, ni privados, ni mentales, sino y, de tal modo, capaces de transformar al individuo biológico en un
que están objetivamente presentes en la situación social. organismo con e~pí~it~, Mea~ descubre el gesto vocal. Ningún otro
Ello no obstante, este tipo de comunicación no es lenguaje pro- gesto afecta al mdtvtduo rntsrno tan similarmente cómo afecta
piamente dicho; los significados no están todavía "en el espíritu"; otros. Nos oímos hablar corno nos oyen otros, pero no vernos rrues~
Ios individuos biológicos no son aún personas conscientemente co- tras expresiones faciales, ni, normalmente, vigilarnos nuestras accio-
municantes. Para que estos res¡Jtados se den, los símbolos o gestos nes .. Para Me~d, el gesto vocal es la verdadera fuente del lenguaje
tienen que convertirse en símbolos o gestos significantes. El indi- proptamente dtcho y de todas las formas derivativas del simbolismo
viduo tiene que saber qué está haciendo; él mismo, y no simplemente y, así, del espíritu. '
los que reaccionan a él, debe ser capaz de interpretar la significación
El espíritu es la presencia de símbolos significantes en la conducta.
de su propio gesto. En sentido conductista, esto sería como decir Es la ~ub~etivización, d~ntro del individ_uo, del proceso social de
que el individuo biológico debe poder despertar en sí la reacción
comuntcactón .en que surge el significado. Es la capacidad para indi-
que su gesto provoca en el otro, y luego utilizar dicha reacción del
carse a u~o .m1srno la reacción (y objetos involucrados) que el gestO'
otro para el control de su propia conducta posterior. Tales gestos de uno mdtca a otros, y la capacidad de fiscalizar la reacción en
son símbolos significantes. Gracias a su empleo, el individuo "adop-
eso~ té~minos .. El gesto significante, él mismo parte de ·un proceso
ta el papel del otro" para la regulación de su propia conducta.
socta~, 1~t~rnahza y pone :1 disposición de los individuos biológicos
El hombre es esencialmente el animal adoptador de papeles. La pro-
1~. stgntftcados que han. su~~ido en las primeras etapas, no sig-
vocación de la misma reacción en la persona y en el otro proporciona ntftcarttes, de la cornumcae1on de gestos. En ·lugar de comen-
el contenido común necesario para la comunidad del significado. zar· ~on los espíritus individuales y llegar hasta la sociedad, Mead
Corno ejemplo de símbolo significante, Mead emplea la ten-
empteza con un proceso social objetivo y trabaja hada adentro, me-
dencia a gritar: "¡Fuego!" cuando se ve humo en un teatro ates-
diante la internalización del proceso de comunicación social en el indi-
tado. La emisión inmediata del sonido sería simplemente parte del
acto iniciado, y, en el mejor de los casos, un símbolo no signifi- viduo, por vías del gesto vocal. El individuo, entonces, se ha incor-
cante. Pero cuando la tendencia a gritar "¡Fuego!" afecta al indi- porado. el acto social. El espíritu sigue siendo social; incluso en el
viduo corno afecta a los otros, y es controlada en términos de tales fuero mterno así de.,anollado, el pénsarniento continúa gracias
efectos, entonces el gesto vocal se ha convertido en un símbolo a q~e u~o asume los pa~les de otros y regula su comportamiento
significante; el individuo tiene conciencia 12 de lo que hace; ha lle- en termmos de tal asunctón de papeles. Puesto que la aislación de
la cosa física depende para Mead de la capacidad para adoptar ·el
identificada en ocasiones con la reacción del segundo individuo al gesto del prime- papel del otro, y puesto que el pensamiento en cuanto a tales objetos
ro, en otras etapas posteriores del acto del cual el gesto forma parte.~ Y en otras,
por fin, con objetos referidos. Una afirmación de 1924, en el sentido de que la supone adoptar sus papeles, incluso la reflexión del hombre de
significación "es la presencia de la reacción del otro tn el animal que da el símbolo",
debe ser calificada reconociendo que, en la exposición de Mead, el "otro" puede ciencia acerca de la ~aturaleza física es un proceso social, aunque
llegar a ser, con el tiempo, el objeto físico. "El mecanismo de poner contenido en los objetos en que se piensa no sean ya sociales u.
el objeto es el del simbolismo; las cosas que representan una etapa posterior del
acto operan en la primera etapa; el acto definitivo de clavar un clavo es para nos-
otros la significación del martillo. Las significaciones de las cosas son resultantes ~es ?istincion~s ~~aplicables al término "espíritu". Espíritu, en cuanto p~esenda
que controlan el acto actual, fines del acto presentes en el proceso en marcha" e. B1mbolos stgntftcaates, no es idéntico a experiencia en general ni a experiencia
(1927). pnvada.
12 Este empleo de la conciencia debe ser distinguido de lo que denota el campo el13 Las cosas fís'teas son ob Jetos
· ·
myo¡ucrados en el acto social, objetos cuyos
de la ("experiencia") dada, y del tercer uso, que lo hace sinónimo de privado en \,P
3 es podemos adoptar pero que no XJieden, a su vez, adoptar nuestros papeles
t e~se A ppartado 23; tambié.n, The Philosophy of the Present, Ensayo Suplemen~
11
cuanto distinto de la experiencia social. En el uso actual. "Somos conscientes cuando
lo que vamos a hacer controla lo que estamos haciendo" (1924). ·Las mismas ano , arte II; The Phtlosophy of the Act, Parte II.
ESPÍRITU, PERSONA Y· SOCIEDAD 37
36 GEORGE H. MEAD
para ser un objeto para sí mismo. El mecanismo mediante el cual
No todos los animales que se comunican en el plano de la con- esto es posible desde un punto de vista conductísta, es descubierto
versación de gestos llegan al nivel del símbolo significante. En ver- en la adopción de papeles involucrada en el símbolo del lenguaje.
dad, Mead cree, claramente, que ningún animal, salvo el hombre, En el grado en que uno puede adoptar el papel de otro, puede, por
ha efectuado la transición de impulso a racionalidad, aunque, así decirlo, mirarse a sí mismo (reaccionar ante sí) desde esa pers-
por lo general, agrega a esta afirmación la limitación de que no pectiva, y de tal modo convertirse en un objeto para sí propio. Y así,
se dispone de pruebas que sugieran lo contrarío. Aparentemente, una vez más, sólo en el proceso social pueden surgir las personas, en
adopta la posición de que sólo el organismo h~m~~o tiene la co~s­ cuanto que distintas de organismos biológicos -personas en calidad
trucción neurológica necesaria para el símbolo s1gmftcante. Las aftr- de ser~s que se han hecho conscientes de sí.
maciones neurológícas de Mead son hechas, con frecuencia, en Lo social no es tampoco simplemente el proceso de adquirir con-
términos congeniales con las formas más antiguas y estáticas de con- ciencia de la propia persona; la persona de la que uno cobra concien-
ductismo en términos de cantidad -de células nerviosas, de posibles cia de ese modo, es social en forma, aunque no siempre en contenido.
combinaciones de células, de ruptura y reasociación de elementos de Mead acentúa dos etapas en el desarrollo de la persona: las etapas del
antiguas asociaciones antes que en términos de las concepciones análo- juego y el deporte. En el juego, el niño adopta, simplemente, un
gas m,ás dinámicas que se puede encontrar en C~íld, Las~ley, Kéihler Y papel tras otro de personas y animales que de un modo u otro han
Pavlov. Sin embargo, sus puntos básicos son mdepend1entes de estos entrado en su vida. Ahí se ve, escrito claramente, por decirlo así, la
cambios de las categorías biológicas. Al analizar las condiciones neu- adopción de actitudes de otros mediante la autoestimulación del
rológicas del símbolo significante, subraya, por una parte, la im- . gesto vocal, en tanto que en la vida posterior tales actitudes apare-
portancia de la corteza cerebral, y, por la otra, lo que él llam~ la cen más abr~víadas y son más difíciles de descubrir. En el deporte,
dimensión temporal del sistema nervioso humano -la capae1dad empero, uno se ha convertido, digámoslo así, en todos los otros
para que un acto que se desarrolla lentamente sea controlado en su involucrados en la actividad común -tiene que tener dentro de su
desarrollo por los actos que él mismo inicia. Entiendo que todo con- persona toda la actividad organizada, a fin de representar exitosa-
trol "por el futuro" descansa sobre la posibilidad de semejante con- mente su propio papel. Aquí la persona no ha adoptado simple-
ducta. Presumiblemente, son la corteza cerebral humana (cuyo 1ugar mente el papel de un otro específico, sino el de cualquier otro que
en los más altos reflejos ha sido puesto en claro abundantemente por partícipe en la actividad común; ha generaJízado la actitud de adop-
los reflexólogos) y la dimensión temporal del sistema nervioso (que ción de papeles. Según uno de los más felices términos y uno de
permite la físc\lízación del gesto en términos de las consecuencias de ·los más fértiles conceptos de Mead, ha adoptado la actitud o el
efectuarlo) las que permiten sólo al animal humano pasar del plano papel clel "otro generalizado" 14 •
de la conversación de gestos al del símbolo del lenguaje significante, Ahora bien, todas las actitudes de otros, organizadas e incorpo-
y la ausencia de ellas es lo que impide a los pájaros parlantes hablar radas a la persona de uno -por específicas o generalizadas que pue-
realmente. Estas dos características, unidas al lugar que ocupa la dan ser-, constituyen el "mí". Si esto fuese todo lo que hay en la
mano humana en la aíslacíón del objeto físico, son, supuestamente, persona, la explicación sería extrema y uniLlteral, no dejaría lugar
las bases orgánicas. que determinan las diferenciaciones biológicas para la actividad creativa y reconstructiva; la persona no reflejaría
entre el hombre y los animales. la estructura social, sino que no sería otra cosa que reflejo. La
14 _ En el énfa~is que pc;me ~n Jos conceptos de adopción de papeles y del otro
V gene~rahzado, ¡Jodna muy btm. ser que Mead hubiese sido influido por la escuela
asoClacwmsta _mglesa_ Tambten en é~t~. el problema era descubrir los medios por
La misma mediación del lenguaje es la que, en esta teoría, hace los :ua!es el mdtv.tduo adopta la postcwn del grupo, juzga sus propios impulsos,
sancwna sus propws llltereses en términos de bienestar social y hasta llega a con-
posible la apuíción de la persona. .En. ~erdad, la person.a, el espír.itu, vcrllr la dtcha de otros en objeto de sus propios deseos_ Hume buscó el mecanismo
"la conciencia de" y el símbolo s1gmftcante son, en Clerto sent1do, en la simpatía, Adam Smith lo elaboró en la idea de los ~~ntímimtos mor;\les, en
tanto que Mili y. Bain busc,1ban el mconismo en la doctrina de la asociación de
precipitados juntos. Mead encuentra que la caract~rístíca distin,t~va td~as.

de la personalidad reside en la capacidad del orgamsmo con espmtu


38 GEORGE H. MEAD ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 39
persona completa, empero, es concebida por Mead como, al mismo proceso social de comunicación, el individuo adquiere el meca-
tiempo, un "yo" y un "mí". El "yo" es el principio de la acción del pensa1niento reflexivo (la capacidad para dirigir su acción
y el impulso; y, con su acción, cambia la estructura social. Como en términos de consecuencias previstas para vías de aaión alternati-
dice Mead de las opiniones de Dewey: "El individuo no es un vas); adquiere la capacidad de hao:r de sí mismo un objeto para sí
esclavo de la sociedad. Constituye la sociedad tan legítimamente y de vivir en un mundo moral y científico común; se torna en un
como la sociedad constituye al individuo". Por cierto que cada m()ral, con fines impulsivos transformados en la procura
acción del individuo, ya sea en los planos de comunicación no lin~ consciente de fines en vista.
güística o Hngüística, cambia la estructura social en cierto grado, leve~ Debido al surgimiento de sernejante individuo, la sociedad es
mente en general, en gran medida en el caso del genio y el dirigente. transformada a su vez. Recibe, por mediación de la persona social
No sólo la persona, en cuanto ser social, es desarrollada sobre reflexiva, la organización distintiva de la sociedad humana; en lu-
la base del organismo biológico, sino que la sociedad misma, como gar de representar su papel social por medio de la diferenciación
conjunto orgánico de un orden complejo, no puede ser puesta en psicológica (como en el caso del insecto) , o por medio de la simple
oposición con sus componentes distinguibles y reconocibles: indi~ influencia de los gestos sobre otros, el índivíduo humano regula
viduos biológicos en los planos sociales más simples, personas en el su participación en el acto social teniendo dentro de sí los papeles
plano superior. Este punto es digno de ser establecido, puesto que de otros involucrados en la actividad sociaL Al lograr un nuevo
algunos lectores han adquirido la impresión de que el pragmatismo p!'incípio de organización social, la sociedad ha conquistado una
ha perdido al individuo en la sociedad. Puede que ciertas frases de nueva técnica de control, puesto que ahora se ha implantado a' sí
Mead sugieran tal cosa en ocasiones, pero el reconocimiento del misma dentro de sus partes componentes, y asi regula, hasta
individuo biológico (el "yo" en contraposición al "mí") , Y el donde ello es hecho exitosamente, la conducta del individuo en tér-
hecho de que si bien las personas presuponen un proceso social pre- minos del efecto que la acción que se propone realizar tiene sobre
vio, hacen posible, a su vez, la organización de una sociedad d~s­ otros. Y, finalmente, en el proceso, la sociedad ha proporcionado una
tintivamente humana, deberían acallar todas las dudas. Cualqu1er técnica para su propia transformación. Racionalmente, no puede de-
otra interpretación es incompatible con el acento que el i~strumenta- sear otra cosa que entregar a cada uno de sus miembros, por interme-
. lismo y la teoría ética de Mead ponen sobre el pensamumto como dio del "mí", el marco social dentro del cual se efectuará la conducta
actividad reconstructora, y sobre el pensador individual como -para v hacer a cada uno responsable de los valores sociales afectados por tal
emplear la frase de Dewey- "centro reconstructor de la socie- acc10n. Bajo la pena de estancamiento, la sociedad no puede sino
dad" 15. mostrarse agradecida por los cambios que el acto moral del "yo"
Por medio de un proceso social, pues, el individuo biológico con creador introduce en el escenario social.
adecuada materia orgánica obtiene un espíritu y UJ?.a persona. Por
medio de la sociedad el animal impulsivo se convierte en un animal
racional, un hombre 1 6 • En virtud de la internalización o importación VI

15 Me parece que los artículos de T. V. Smith, simp~ticos pero crlticos, ]jste no es lugar adecuado para ocuparse de la multiplicidad de
olvidan el lugar que el individuo biológico .~cupa en. la teona. de la persona de ideas que Mead entreteje en su esquema general; ni de las consecuen-
Mead. Dzbido a tales artículos, no me parec10 necesano tratar ciertos .~spectos. del
pensamiento de Mead: "The Social Philosophy of George Herbert ~ead • Amerrcan cias para la educación, la psicopatología y la lingüística; ni de la for~
Journa( of Socio/ogy, XXXVII (1931). págs. 368;385;. Georgr Herbert ma en que su filosofía ensambla en su psicología social. Pero, como
Mead and the Philosophy of Philantropy", Social S~rvtce Revtew, VI (193 2~.'
págs. 37-54; "The Religíous Bearings of a Secular Mmd:, George ~!rbert Me,ad • ilustración de la fertilidad de sus ideas básicas, no puedo dejar de
Journal of Re/iqion, XII (1932), págs.. 200-213. yease. tamb1en rl art1culo mencionar dos puntos relacionados: la teoría de los universales y el
"George Herbert Mead" en la Encyclopaed1a of the So~ta! S~.~ences,, X, ,Pigs. 241;
24 2; Van Meter Ames, "George H. Mead, An Apprectatlon , U mvemty of Ch•- concepto del otro generalizado. La cuestión no es aquí estrechamente
cago Magazine, XXIII (1930-31), pág. 370. , . · .
16 El problema espíritu-cuerpo o cuerpo-espmtu 1!S naturalment-e n:pltcado planos superiores, así subsiste el individuo biológico, aun cuando se haya organizado
en términos del contraste entre el individuo biológico y la persona. Asl co.mo los en una persona. La psícologi.r ancmn-al revda mucho de lo relacionado con el fracaso
primeros niveles del proceso social subsisten después de que se han obtentdo los para integrar ade.cuadammte esas fases básicas de la personalidad.
40 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 41
filosófica, sino que se refiere a la posibilidad de hacer justicia, desde que es el gesto puede ser considerado como el universal bajo el cual
un punto de vista pragmático, empírico y relativista, a los factores caen o en el cual participan como particulares los objetos estímulos;
de estructura, estabilidad y universalidad. Las ciencias matemáticas en tanto que la universalidad de los objetos es el carácter que poseen
y físicas han dado prominencia a dichos factores, en tanto que las en común de servir de estímulos para el acto. Al hacer que la uni-
ciencias biológicas y sociales posdarwinianas han concedido eminen- versalidad sea relativa al acto, se la pone dentro de la esfera de
cia a las categorías de cambio y progreso. Sería una señal. de imper- una ciencia y filosofía empíricas. Lo único que se niega en este
fección del empirismo moderno el que no hiciese más que volver tratamiento es la necesidad de hipostasiar tales universales, y de
a yuxtaponer una filosofía del Devenir junto a las filosofías d~l Ser, plantear, así, la antítesis de 6er y Devenir, que ha demostrado ser
imitando el impasse que frenó al pensamiento griego. fatal desde Platón hasta Whitehead.
Con frecuencia se áfirma que el pragmatista debe ser un nomina- Un segundo elemento en el tratamiento de la universalidad es
lista y que no puede hacer justicia al hecho de la universalidad. En el factor social. El otro generalizado, en términos de la explicación
realidad, el pragmatista es el que más cerca está, en este punto, del que acabamos de ofrecer, puede ser considerado como la universali-
conceptualismo medieval. El nominalismo surge sólo cuando el sím- zación del proceso de adopción de papeles: el otro generalizado es
bolo es un simple particular, representante indiferente de una can- cualquiera y todos los otros que hacen la función de particulares, o
tidad de otros particulares. En rigor, empero, el símbolo signifi- que podrían hacerla, en comparación con la actitud de adopción de
cante, como gesto, no es arbitrario, sino que es siempre una fase de papeles del proceso cooperativo que se desarrolla. Contemplado desde
un acto, y de tal modo participa de cualquier universalidad que el el punto de vista del acto, el otro generalizado es el acto de adopción
acto posea. Como lo vió Charles Peirce - y Ockham mucho antes--, de papeles en su universalidad.
la universalidad está estrechamente vinculada con el hábito. Un acto En el grado en que lo que el individuo hace o dice es entendible,
es universal porque muchos objetos o aspectos de objetos pueden aceptable, o cierto para cualesquiera otros individuos involucra-
servir como estímulos adecuados: cualquier objeto que clave un clavo dos en una actividad común (y sin actividad común no habría
es un martillo; cualquier objeto en que uno pueda sentarse es un comunidad de ,significación), en ese grado lo que es hecho o dicho
asiento. Ahora bien, las palabras "martillo" y "asiento", como tiene un nuevo tipo de universalidad: universalidad social. Tal uni-
universales, son segmentos de las actitudes involucradas, y no par- versalidad es, en un sentido del término, un sinónimo de objetividad.
ticulares aislados; las repeticiones individuales de palabras, como Para el positivista es el más importante tipo de objetividad -algu-
un acto específico de martillear o sentarse, son ejemplos (réplicas, nos dirían que el único tipo posible. El individuo trasciende de lo
según los términos de Peirce) de la universalidad de la actitud. La que se da a él sólo cuando, por medio de la comunicación, descubre
idea o el concepto, como universales, residen en la actitud. Los con- que su experiencia es compartida por otros, es decir, que su expe-
ceptos denotan cualesquiera objetos que llenen las exigencias del acto, riencia y las experiencias de los otros se agrupan bajo el mismo uni-
es decir, cualquier objeto que tenga las características adecuadas para versal (en el primer sentido de este término). Donde los particulares
servir como estímulo para el acto a realizarse. De tal modo, la uni- o los ejemplos de este universal se agrupan dent~o de distintas pers-
versalidad no es una entidad, sino una relación funcional de simbo- . pectivas experienciales, la universalidad ha tomado dimensiones so-
lización entre una serie de gestos y una serie de objetos cuyos miem- ciales. El individuo, por decirlo así, se ha salido de su limitado
bros individuales son "ejemplos" del universal. mundo, adoptando los papeles de otros, recibiendo la seguridad,
Esta posición, elaborada un tanto más allá de las breves refe- por medio de la comunicación empíricamente fundada y probada, de
rencias de Mead, es, esencialmente, un relativismo objetivo en rela- que en todos esos casos el mundo presenta el mismo aspecto. Cuando
ción con los universales. Así como los objetos tienen para Mead tal cosa se consigue, la experiencia es social, común, compartida;
colores y valores en ciertas situaciones que involucran organismos, sólo en .comparación con ese mundo común puede el individuo dis-
así los objetos tienen el carácter de universalidad en relación con tinguir su propia experiencia privada.
un acto capaz de ser promovido por varios oh jetos o aspectos En su aspecto 'TIÍnimo, la ciencia es el registro, en forma verba.,.
de objetos. En semejante situación, el acto o segmento del acto lizada, de los aspectos más universales de semejante mundo común.
44 GEORGE H. MEAD
ESPfRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 45
los impulsos tiene carácter o valor estético. Por medio de un objeto
de tal carácter, uno goza "la recuperación del sentido del resultado cisa de formular la ruptura de las alternativas de egoísmo y altruís-
total a partir de lo parcial", "saboreando el fin que está moldean- mo, de afirmación de sí mismo y abnegación, de lo que generalmente
do" 21 • El artista juega con actitudes, despertando en sí. gracias permite el bagaje psicológico de los éticos.
al empleo de ese medio, los aspectos emocionales de una acti- Dicho en términos éticos, Mead insiste en que, en el acto moral,
tud que su trabajo, en distintos grados, comunica a otros provo- el motivo para la acción es el impulso mismo, en cuanto dirigido
cando en ellos esa actitud. En el grado e.n que esto se logra, la hacia un fin social. Una persona social tiene impulsos sociales que
exaltación estética es la fusión del "yo" y el "mí", hecha posible por exigen expresión, y tan imperativamente como -cualquier otro im-
el oh jeto. Mead creía, sin 'elaborar sus opiniones en detalle, que su pulso. Para Mead, los fines morales son fines sociales: en primer
versión de la psicología ,conductista proporciona un.:i fructífera base lugar, porque la única norma para impulsos que los impulsos hacen
para la teoría estética. posible reside en la respuesta acerca de si el impulso en cuestión se
El valor estético, por así decirlo, es un presente consumatorio alimenta o muere de su propia satisfacción, y de si expande y armo-
ofrecido a la persona por la naturaleza o por el artista; la tarea de niza o limita y derrota a otros impulsos; y, segundo, porque la
la vida moral consiste en crear, por medio del· esfuerzo reflexivo, persona, como ser social, debe preocuparse, por dentro y por fuera,
una similar integración de impulsos en et plano de las personas in- por una armonía social de los impulsos.
teractuantes 22 • De esto se sigue que la tarea moral es la observancia de todos
· En sus lineamientos esenciales, la teoría ética de Mead es la mis- los valores residentes en las situaciones particulares de la vida 23 , y el
ma que la de Oewey, pero el ángulo de enfoque, a través de la psico- trato reflexivo con tales valores, en un esfuerzo para permitir el
logía social de la persona, confiere a la concepción un nuevo relieve. máximo de satisfacción y expansión -el máximo de armonía diná-
Siendo social, no existe problema psicológico en cuanto a cómo mica- a los impulsos en, cuestión. La acción moral es acción inte-
puede la persona tomar a otros en cuenta. en su actividad reflexiva, ligente, socialmente dirigida, en la que uno actúa teniendo en cuenta
así como no existe' el problema de superar el hedonismo en una opi- ~l interés de otros tanto como el propio. No hay un llam;ido de los
nión que toma como su unidad básica un acto dirigido sobre objetos. intereses a la razón, sino un llamado de los intereses aislados al sis-
La persona, tal como está constituída por sus impulsos, busca los • tema de iQ.tereses sociales en que está involucrada la conducta
objetos que permiten la consumación de los impulsos. Como social, de uno. Tal, como yo lo entiendo, es el meollo de la teoría ética
en el grado en que la persona ha incorporado las actitudes de otros de Mead y, por lo tanto, del pragmatismo. El acto correcto, en
en sí misma, mediante el proceso del lenguaje, se ha convertido en relación con la situación, es, sin embargo, objetivo y universal
los otros, y los valores de los otros son los suyos propios; en el porque exige el asentimiento de todos los seres racionales. Lo co-
grado en que la persona adopta el papel del otro generalizado, sus rrecto no es ni un capricho subjetivo ni una esencia situada fuera
valores son los valores del proceso social mismo. Lá huída episte- <le! tiempo; st universalidad es una universalidad social.
mológica del embrollo egocént:rico, mediante la consecución de un Tal punto de vista hace que la vida moral· sea una vida más
ego que incluye los puntos de vista de otros, es análoga en la teoría esforzada y activa. Sostenida por fines sociales y alimentada por
del valor a la consecución de una persona que incluye en sí los va- todos los conocimientos que la ciencia puede proporcionar, la mora-
lores de otros. Esta libre construcción de lo que involucran las lidad exige, empero, la creatividad del "yo", de la persona que es
afirmaciones de Mead demuestra la fertilidad del ángulo de enfoque más que un "mí". Y Mead ve el ideal social en una sociedad de
del campo del valor. Por cierto que proporciona una forma más pr:- tales personas. Esta sociedad no tendría por meta el mero mante-
21 "The Nature of Aesthetic Experience", Inremarional Jo urna( of Erhics,
nimiento y consecución de cualquier serie de valores existentes o
XXXVI (19 26), págs. 3 85. 3 8 7. autoritariamente definidos - a esto Mead lo llama la filosofía au-
22 Una serie de notas de 19 26 expresa la cuestión de esta forma: "El objeto
estético detiene a la vida en un punto. Es como si uno cobrase la póliza de seguro
de vida. El objeto ético es la organización de la vida de modo de alcanzar la más
alta consumación. Paga la prima de su seguro de vida". 2 3 Mead destaca la situación particular, no la vaga noción utilitarista de "socie-
dad en general".
42 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 43
Alcanza a de la perspectiva particular del observador Si el espado lo permitiese, sería interesante ánalizar otros inte­
cuando descubre lo que es común a muchos observadores, e ideal­ rrogantes planteados por la concepción del otro generalizado. ¿Hasta
mente a todos. Mead demuestra, en su penetrante análisis de la psi­ punto, por ejemplo, depende la diferencia entre pla.tonistas y
cología social de la rel�tividad física ( que de ese modo se convierte relativistas del grado en que uno adopte el papel del otro genera­
en un ejemplo de su teoría general de la adopción de papeles) que lizado? La extensión del proceso de adopción de papeles hacia fas
la invariación buscada y presumiblemente encontrada reside en la cosas físicas, ¿puede permitir que uno trascienda a
"'"''"'n'"tVU de una fórmula que sea cierta para el mundo, cualquiera los observadores humanos, hasta el punto de pasar significativamente
que el de observación. "Independencia de experiencia" del positivismo social, que en ocasiones Mead parece considerar como
y "verdad universal" pueden querer decir más que "independiente el límite de la metafísica con sentido 18, a un realismo filosófico? llJ.
de cualquier experiencia particular" y "cierto para todas las obser­ ¡Qué conexión tiene la doctrina de Mead, cuando se la uné al con­
vacíones", pero no pueden querer decir 'menos. cepto de la experiencia social, con la naturaleza de la verdad y el
Existen distintos grados de tal universalidad social. Si bien no conocimiento? ¿Hasta qué punto proporciona el otro generalizadó
está ausente en la moral y la estética, es más amplia en la ciencia, y el equivalente psicológico del concepto histórico de Dios, y del
está en proporción con un grado de formalismo posible. La estruc­ Absoluto de los idealistas, y lo mismo en cuanto al contraste de
tura relacional del mundo revela la más grande universalidad; la Realidad y Apariencia? Aquí sólo es posible plantear estos interro­
matemática y la lógica son simplemente resultados finales de la bús­ gantes, y quizás esta digresión y expansión del pensamiento de Mead
queda de invariación estructural. En cuanto mínimos denomina­ haya sido injusta para ciertos lectores. Se los ha planteado a fin de"
dores comunes del mundo del raciocinio, y por lo tanto de la acción demostrar la potencia de la psicología social de Mead para el enfoque
y del mundo del que se habla, son, digámoslo así, comunes a todos de problemas que el pragmatismo no ha analizado suficientemente
los seres Si bien el propio Mead no amplía sus ocasionales y en los que los críticos han sido más justicieros al descubrir lagunas.
referencias a la lógica, su explicación. ,contiene, en forma implícita,
los gérmenes de una teoría de la lógica y una filosofía de las maté­
.mátkas. VII
Cuando se advierta que la universalidad social es potencialmente
extensible hada el pasado y hacia el futuro, podrá verse que el ángulo Mead, en común con todos los pragmatistas desde James, sus­
de ataque de Mead es compatible con el reconocimiento de que, en tentaba una interesante teoría del valor: que es bueno lo que satis�
relación con los actos cooperativos más generales, existen caracterís­ face un interés o impulso 20• Pero una vez más, la declaración de
ticas del mundo altamente invariantes. Los aspectos emergentes y Mead en este sentido está hecha en términos relativistas objetivos:
temporalistas de la posición pragmática no están de punta con cual­ el vilor es el carácter de un objeto en cuanto a su capacidad de
quier constancia que revele realmente el mundo tal cómo es experi­ satisfacer un interés -no reside ní en el objeto solo ni en un estado
mentado, ni con ningún formalismo que la lógica y las matemáticas emocional del sujeto, Sin embargo, los intereses o los impulsos cho·
logren alcanzar. El pragmatismo sólo quiere evitar cualquier fana­ can, y así surge el problema de la norma de valor y la necesidad
tismo en estas cuestiones. Aconseja cordura en cuanto a los principios de evaluación.
mutuos de s�r 'Y devenir, al señalar qúe la universalidad empírica El objeto estético agrupa los impulsos de tono emocional en un
es un cará�ter de las cosas en comparación con el acto, ya sea indivi­ todo armonioso; el objeto capaz de estimular y agrupar de tal modo
dual o social. Y, como tal. es una cuestión de más o menos, t}O de 18 Vfase especialmente las págs. 117 y 118 de The Philosophy of the Present.
todo o nada 17• 19 Esta cuestión es analizada en mi artículo "Pragmatism and Metaphysics",
Philosophical Review, 1934.
20 En ocasiones Mead habla del valor "como el carácter futuro de un objeto,
. 17 Esta explicación del universal en términos funcionales concede a Mead la en el grado en que determina la acción de uno con respecto a éste". Aquí sólo se
pósición de un Aristóteles posdarwiniano -un Aristóteles liberado. por el creci­ hace referencia a su emp!e-o axíológico. Este volumen puede ser complementado con
miento de la biología misma, de las· imperfecciones del platonismo. Mead fué la lectura del análisis más completo que Mead hace dd valor en The Philosnphy
durante toda su vida un estudioso de Aristóteles. of the Act.
46 GEORGE H. MEAD ESPÍRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 47
gustiniana de la historia. Pot el contrario, la filosofía de la historia el individuo "se realiza a sí mismo en otros mediante lo que hace
de esa sociedad sería tan experimental como el método experimental como peculiar de él". La sociedad democrática no deja lugar para
mismo. Se preocuparía de la técnica de rehacer valores por medio la superioridad de clase o la posesión o el poder como tal: debe
de la reinterpretación de la situación en términos de los mejores valorar profundamente las superioridades y enorgullecerse de la
conocimientos disponibles, y esa técnica, en apariencia, no podría superioridad que surge de la ejecución de las diversas funciones so~
ser sino la moralídad misma. ciales.
Semejante sociedad de seres morales parecería ser la versión de Lo que rige para los individuos, rige aquí también para las
Mead del ideal democrá_rico. Si bien un universo emergente no naciones. Mead es un internacionalista, puesto que la actitud social
puede garantizar futuro alguno, Mead cree que los órganos e insti- que describe no puede detenerse, teóricamente, ante nada que no
tuciones de la vida humana -lenguaje, religión, el proceso econó- sea la identificación consciente, con la sociedad, del hombre como
mico- extienden, en rigor, el proceso mismo de adopción de papeles y su participación en dicha ·sociedad. Constantemente se refiere a
que ellos involucran. La actitud religiosa, basada en la pauta de la Liga de las Naciones como a un intento de los pueblos para lo-
ayuda mutua en las relaciones familiares 24 , y la actitud económica de grar la sociedad más amplia de la que ellos mismos se sienten
ofrecer a otros algún exceso en cambio de lo que uno mismo nece- pero en la que aún no están en condiciones de ingresar en
sita, son potencialmente universales, y e1 lenguaje puede extenderse términos de Un papel funcional -y, por lo tanto, todavÍa S( ';~n
tan lejos como se extienda la actividad común. En este sentido, la obligados a afirmarse en términos de poder~ Las naciones no han
capacidad para adoptar el papel del otro en mayor grado, por una aprendido aún a adoptar el papel del otro y a participar consciente
cantidad cada vez mayor de gente, parecería avanzar en dirección y moralmente en los más amplios procesos sociales a los que en
del ideal democrático, siempre que las personas se convirtieran en están dedicados. En analogía con el individuo, hs naciones
personas morales 25 • Semejante democracia, como lo ve Mead clara- se encuentran todavía en el plano del individuo biológico; no han
mente, no tiene una indeseable tendencia niveladora, ni concede logrado aún la personalidad moral; su "yo" no actúa todavía en
premios a la mediocridad. Antes bien, es compatible con grandes un escenario preparado por un "mí" internacionaL Así como dentro
diferencias de capacidad y contribución. La legítima inferencia de de cada grupo social se concede una prima a la contribución de la
.Ja democracia es que cada cual debe realizarse a sí mismo por medio persona funcionalmente diferenciada, del mismo modo este inter-
de la participación moral en un proceso cooperativo. Idealmente, nacionalismo no exige la obliteración de las naciones, sino, más .
bien, su autoafirmación en el plano moral de las personas sociales.
24 El caráct<r místico de la experiencia religiosa lo encuentra Mead en la ex- La exposición de Mead hace justicia a los factores de la inicia-
tensión de la~ actitudes sociales hacia el universo en general. Es sorprendente que tiva individual y de la preocupación social. Une orgánicamente,
Mead no sug1era expresamente- en ninguna parte la conexión existente entre las con-
cepciones personalistas d~ Dios y el concepto del otro generalízado. dentro de la nación y entre naciones, los principios del individua.-
2 5 En el sentido no q¡oral del término "social", las guerras, la discordia y la
lismo y del socialismo, la actitud del precursor y la nota de la
desorganización son tan sociales como sus opuestos. El hecho de que Mead no sub-
r~yara la cuestión de que el problema consiste en lograr personas morales, y no fraternidad de los hombres, que, juntas, caracterizan a Ia demo-
s~mplemente personas sociales, da en ocasiones la impresión de confianza nada crí- cracia.
tica tn el futuro desarrollo de la sociedad humana, aunque en otras oportunidades·
se muestre suficientemente sensible a los aspectos socialmente quebrantadores de la ¿Resplandor del alba o. del ocaso? Si el ideal democrático se
conducta (véase especialmente la Sección 3 9). El énfasis que el pragmatista pone dirige hacia su realización, George H. Mead, juntamente con John
sobre la educación es el corolario lógico de su teoría ética: la educación debe pro-
porcionar la técnica por medio de la cual las personas morales -personas inteli- Dewey, habrá sido uno de sus principales voceros filosófi~os, un
g<ntes y socializadas-- se desarrollarán. Los trabajos de Mead sobre educación Wa!t Whitman en el reino del pensamiento; si fuerzas de derecha
subrayan cinco puntos: 1) la importancia de la escuela en lo referente a propor-
cionar signific.aciones comunes, herramientas lingüísticas comunes; 2) el lugar que o de izquierda hacen imposible esa realización, Mead habrá ayu-
oc~pa la ciencia en el programa de estudios; 3) la necesidad de actividades manipu-
la uvas, que respondan al sentido de la realidad en las fases de contacto del ácto • dado a e,scribir su epitafio.
4) la significación del juego, como proporcionador del material para la adopció~ Cualquiera que fuere el destino del ideal democrático, las ideas.
de lo~ papeles de otros, papeles con los cuales se construye la persona; 5) el deber
q1;1e tiene l.a ~scue!a de construir personas morales. Para los títulos de los trabajos. extraordinariamente fértiles de George H. Mead, no sólo han llevado
vease la b1bhografía.
48 GEORGE H. MEAD

a teorías sociales y éticas de interés intrínseco y proporcionado una


matriz para una expansión significativa del pragmatismo en la
forma de "la filosofía del acto", sino que tienen todos los indicios
de poseer en sí el poder de enriquecer los conceptos de las ciencias
sociales, de sugerir nuevas vías de investigación empírica y de abrir
nuevos horizontes para la interpretación filosófica.
PARTE l
CHARLES W. MORRIS. ,
EL PUNTO DE VISTA DEL CONDUCTISMO SOCIAL

l. PSICOL<X:JfA SOCIAL Y CONDUCTISMO

Por lo general. Jª QSÍcolqgía social ha encarado v;:¡rias fases . de


]a experiencia social desde el punto de vista psicológico de la expe-
riencia. individual. ~a forma de enfoque que yo sugiero es la de
!tratar la experienci;:¡ desde el punto de vista de 1;1 sociedad! por
iio mji!nos desde el punto de vista de la comunLcaciéu::t"en cuanto
.J::.sencial para el orden social. La psicología social. en este sentido,
p;resupone un ángÚlo de enfoque de la experiencia tomado desde el
tmnto de vista del individuo, pero se propone determinar, en par-
:l:icular, qué pertenece aesa expel'iencia en ~l'a~,9n de que el. fndividl!o
IHÚsmo pertenese a una estructur~'tsPc.:iaL a un orden social.
No puede trazarse un lími~ demasiado preciso entre la psicolo-
:¡¡;ía social y la psicología individual. La psicología social se inte-
¡¡·.¡~sa especialmente en el efecto que el grupo social produce en la
;:)eterminación de la experiencia y la conducta del miembro índí-
·•¡;·idual. Sí abandonamos la concepción de un alma sustantiva dota-
~:iia, desde el nacimiento, del yo del individuo, podremos entonces
·(Onsid~rar el desarrollo del yo individual. y el de ;u conciencia de
¡¡;¡¡ mismo dentro del campo de su experiencia, como especial interés.
·dd psicólogo. Existen, pues, ciertas fases de la psicología que es-
!:i~m interesadas en estudiar la relación del organismo individual con
,¡•J grupo social al cual pertenece, y estas fases son lo que constituyen
L~ psicología social. como rama de la psicología general. Así, en el
·;::.:~tudio de la experiencia y la conducta de un organismo individual
.;::¡, persona, como dependiente del grupo social a que pertenece, en-
,¡;:.¡;:mtramos una definición del campo de la psicología social.
Si bien los espíritus y las personas son, esencialmente, productos
:~udales, productos o fenómenos del aspecto social de la experiencia
i'ii!:lmana, el mecanismo fisiológico que sirve de base a la experiencia

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