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Atlas
Arqueológico
D i s t r i t o M e t r o p o l i t a n o d e Q u i t o
FONSAL 2010
Fondo de Salvamento del Patrimonio Cultural de Quito
Venezuela 914 y Chile. Telfs.: (593-2) 2584-961/2584-962
Autores
Holguer Jara Chávez
Alfredo Santamaría
Asistente de investigación
Verónica León Velasco
Coordinación editorial
Alfonso Ortiz Crespo
Cuidado de la edición
Paola García Noboa
Dayuma Guayasamín
Cartografía
CARTOTECNIA
Nelson Coral
Ramón Herrera
Fotografías
Christoph Hirtz
Archivo Fonsal
Salvo otra referencia en el texto
Dirección de arte
Bruna Fierro / G•Ká Proyectos de Comunicación
Arte
S/D Verónica Maldonado Dávila
Diseño y Realización
G•Ká Proyectos de Comunicación
Impresión
Ediecuatorial
Impreso en Ecuador
ISBN-9978-366-34
La presente obra deberá ser citada de la siguiente manera: Jara, Holguer y Alfredo Santamaría, Atlas Arqueológico del Distrito Metropolitano de Quito, volumen II, FONSAL, Quito, 2010.
Atlas Arqueológico DMQ
5
Plan general
de la obra
Volúmen I
BLOQUES QUITO - PINTAG
Volúmen II
Volúmen III
MAPAS
Mapa del Distrito Metropolitano de Quito, mapa bloque Quito, mapa bloque
Pintag, mapa bloque San José de Minas, mapa bloque Guayllabamba, mapa
bloque Pacto, mapa bloque Lloa.
ATLAS ARQUEOLOGICO DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO
BLOQUES SAN JOSÉ DE MINAS Y GUAYLLABAMBA
TOMO II
Atlas
Arqueológico
D i s t r i t o M e t r o p o l i t a n o d e Q u i t o
B L O Q U E S S A N J O S É D E M I N A S - G UAY L L A B A M B A
Tabla de contenidos
Introducción
D
esde el año 1533 con la llegada de los españoles a
territorios del actual Ecuador, las evidencias ma-
teriales de las culturas aborígenes han sido des-
truidas y saqueadas en forma sistemática bajo diferentes
pretextos, entre ellos: la aplicación del proceso de extir-
pación de idolatrías, la explotación o aprovechamiento de
“tesoros de los indios” con fines económicos, y la reutili-
zación de materiales constructivos o de estructuras preco-
lombinas que las convirtieron en canteras de las nuevas
E GUAYLLABAMBA
edificaciones (Estupiñán, 2003) .
Esto ocurrió a lo largo y ancho del Tahuantinsuyo
y, por tanto, también en Quito y en todos los asentamien-
tos del septentrión andino. Pero, el efecto negativo de este
proceso agresivo de dominación, no solo decayó en las
obras civiles de los aborígenes, sino también, y con más
fuerza, en la personalidad andina, cosmovisión y espiri-
tualidad de tales habitantes.
Hasta ahora no ha sido superada esa afectación et-
nocéntrica; por el contrario, se ha venido desencadenando
en un franco proceso de desvalorización de las culturas
locales y en un evidente deterioro y desaparición de los
vestigios tangibles. Al menos, ésta es la percepción con Bloque San José de Minas, ubicado dentro de territorio del
Distrito Metropolitano de Quito.
la que se ha quedado el equipo de investigadores que ha
recorrido este bloque. Se ha podido identificar huellas de
caminos prehispánicos, tolas monumentales, vestigios
habitacionales, sitios ocupados en diferentes períodos y Al Norte el bloque inicia en el sector de San Francis-
testimonios de abundante material cerámico, pero todos co (extremo noroccidental), localizado sobre las coorde-
estos elementos aparecen destruidos, huaqueados y des- nadas UTM N10025100/E768000. Desde este punto de
valorizados. referencia, el límite distrital, se extiende en sentido oeste-
Como en toda prospección arqueológica, la fase este. Al Sur, se ha adoptado como un límite arbitrario al
operativa de este estudio se desarrolló con la metodología eje la coordenada UTM 9995500N y que pasa por el ex-
especializada que, partiendo de la revisión de documentos tremo norte de la población de Pomasqui, donde además
históricos y trabajos arqueológicos anteriores, se encami- se une con el extremo norte del bloque centro o Quito. Al
nó hasta los aspectos de intervención directa, recorridos Este, los límites llegan hasta aproximadamente la coor-
pedestres, entrevistas a los actuales pobladores, pruebas denada UTM 803500 y el límite (esquina) Noroeste del
de pala, localización de evidencias, registros gráficos, fo- bloque Guayllabamba. Al Oeste como límite occidental,
tográficos y emisión de informes técnicos dirigidos a la se ha tomado al eje que atraviesa por la coordenada UTM
Unidad de Investigación del FONSAL. E768000. Parte en sentido sur-norte desde el sector de El
Pailón, hasta terminar en San Francisco, extremo noroc-
UBICACIÓN GEOGRAFICA cidental.
• Bosque seco montano bajo (b.s.M.b) (9) Entre la vegetación que se encuentra en estos pára-
• Estepa espinosa montano bajo (e.e.M.b) (5) mos bajos, predominan el frailejón (Espeletia hartwegia-
na), el helecho del género Blechnum, que en esta zona
toma la apariencia de una palma, las plantas del género
puya, de hojas espinosas y los graminetos a más de esteri-
llas o almohadón (Cushion plants) y las que se encuentran
en lagunas, charcos pequeños, o donde el nivel freático de
las aguas es superficial (Cañadas, 1983).
Con respecto al uso actual de los suelos, se los ma-
neja de acuerdo a las condiciones de exceso de humedad y
su topografía abrupta. Es así como a lo largo de los bordes
más secos, es decir en las zonas de transición con el bos-
que húmedo montano, se ven avances y retrocesos cons-
tantes de áreas colonizadoras que se alejan de los terrenos
ante lo pobre de las cosechas y lo ralo y mala calidad de
los pastos. En las cejas de montaña se ha visto alguna ex-
plotación maderera.
la precipitación promedio anual varía entre los 500 y 1000 que actualmente se encuentran extremadamente erosio-
m.m. La zona registra dos tipos de estaciones: una lluvio- nados por el agua y el viento, formándose grandes grietas
sa, que es de tipo zenital o equinoccial, que comprende los en ésta, que se encuentra a menos de un metro de profun-
meses de julio a septiembre. Y una seca muy heterogénea, didad, donde hay muy poco suelo (Ídem).
en el resto del tiempo. Esta región bioclimática correspon- En los sitios donde aflora la cangahua, la vegeta-
de a la formación de b.s.M.b. (Ídem) ción dominante es un matorral de tipo xerofítico, esta ve-
getación se caracteriza por la dominancia del Mosquero
Características geológicas y estratigráficas (Croton sp), Chamico (Datura stramonium), Chamana
(Dodonea viscosa), Tuna (Opuntia tuna), Cardo santo
Sobre pendientes muy variadas existen suelos derivados (Argemone mexicana), Shaire (Nocotiana rustica), Cabu-
de materiales volcánicos principalmente cenizas, produc- ya negra (Agave americana) (Ídem).
tos de la desintegración y meteorización de la cangahua.
Para la zona de estudio, se ha podido establecer la Aspectos zoológicos
presencia de un suelo arenoso, derivado de material volcá-
nico, presenta gravas de pómez o piedras, sin evidencias Albuja (1980), establece una lógica relación entre la dis-
de limo o arcillas a más de un metro de profundidad, con tribución de los tipos de especies y los pisos o condicio-
una capacidad de retención de la humedad menor al 20 nes altitudinales, climáticas y versatilidad en cuanto a las
por ciento de suelo seco. Estos suelos son asociaciones fuentes de alimentación. Según ellos, son 7 pisos zoogeo-
edáficas, cuyas variaciones serán dadas por la textura de gráficos (de I a VII), los que caracterizan al territorio ecua-
la arena y piedra grava. toriano; de los cuales tomamos únicamente el piso V, que
Se tiene en las zonas aledañas a Perucho, “un suelo corresponde al piso temperado, y que se ubica hacia las
de color negro u oscuro en general, arenoso fino o medio estribaciones y valles de las cordilleras y oscila entre los
con 1 a 3 % de materia orgánica en el horizonte superior 1800-2000 y 2800-3000 m.s.n.m., cuyo clima es precisa-
(0-20 cm.), de estructura granular, más del 50 % de satu- mente de tipo temperado.
ración de cationes, pH en agua cerca de 7, con o sin epi- Este piso se caracteriza por encontrarse en los de-
pedón móllico, a veces se puede ver micelio de carbonato clives externos, ubicados sobre el piso subtropical y bajo
(VITRANDEPT). Se los utiliza para maíz, trigo y en las el piso Altoandino y las estribaciones internas. Sus valles
partes bajas para caña de azúcar” (Ídem: 153). se encuentran bañados por un sistema fluvial que se eva-
cúa por las brechas de las cordilleras y desembocan en el
“Esta formación hoy se encuentra alterada en su componen- Océano Pacífico o el Amazonas.
te vegetal, debido a la intensa actividad agrícola, sin embar- Entre las especies animales más representativas de
go como plantas indicadoras de esta formación se puede este nivel altitudinal están las siguientes:
citar al Nogal, (Junglans geotrópica), Guaranguillo (Mimosa
quitensis), Chinchín (Cassia tormentosa), Sigse (Cortadeira Ictiofauna
nítida), Arupo (Leonicera pubescens), Mataperro (Solanum
marginatum)” (Ídem:154). • Preñadilla (Astroblepus grixalvii) que habita hasta los
3000 m.s.n.m.
Estepa espinosa montano bajo (e.e.M.b) (5) • Truchas (Salmo trucha y S. Gairdnerii) y las carpas (fa-
milia Cyprinidae), que corresponden a especies intro-
Se localiza en varios valles interiores del callejón interan- ducidas.
dino de la sierra, ubicados entre los 2000-3000 m.s.n.m.
Entre algunos de los valles se identificó a los del Guaylla- En cuanto a los batracios, identifican:
bamba, Jerusalén, San Antonio, entre otros. La zona re-
gistra temperaturas promedio de 12-18º C y precipitacio- • Ranas acuáticas (género Telmatobius) que en el Ecua-
nes superiores a los 200 mm. pero inferiores a los 500 mm. dor se encuentran tres especies y habitan en riachue-
En esta zona de vida, el periodo seco, varía entre 3 los y sitios aledaños al agua.
y 5 meses, dependiendo de las condiciones locales, pen- • Ranitas de árbol (familia Hylidae) de las cuales den-
sando que pueden ocurrir lloviznas tenues durante este tro del nivel del piso se identifican tres especies.
período, correspondiendo a la formación ecológica e. e. • Y pequeños sapos diurnos, llamados jambatos (Ate-
M.b. (Ídem). lopus ignescens) de color negruzco (Albuja et al.,
1980).
Características Geológicas y Estratigráficas
Reptiles
Se desarrollan suelos de materiales volcánicos, compues-
tos por depósitos de ceniza dura cementada o cangahua • Las guagsas (Stenocerus spp.) que viven en terrenos
Atlas Arqueológico DMQ
BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS 13
Entre los registros que se refieren como los más dentro de este período, se cuenta con la serie de tumbas
próximos a la zona de estudio, está el Inventario Arqueo- ubicadas en el sector de La Florida y que registraron pro-
lógico de los Andes Septentrionales del Ecuador (Gondar fundidades que van desde los 12 hasta los 16 m. (Doyón,
y López, 1983), Estudios Arqueológicos de la Sierra Norte 1989; Camino y Navarrete, 1995; FONSAL 2004-2006);
(José Echeverría, 2002), estudios sobre el Noroccidente de y, algunas evidencias de patrones funerarios y complejos
Pichincha (Ronald Lippi, 2000), Monitoreo arqueológico habitacionales bastante sui géneris encontrados en el sector
de la fase constructiva del oleoducto de crudos Pesados del parque Metropolitano, conocido también como ciu-
OCP (Camino, 2003), pucará de Rumicucho (Almeida y dad Metrópoli (FONSAL, 2003-2007). Sectores que se
Jara, 1984) y, Tulipe y la cultura Yumbo, (Jara, 2007), en- ubican dentro del perímetro urbano de la ciudad.
tre los más actualizados e integrales. En este proceso de identificación, la mayor parte
El intento de generar un tipo de estudio de amplio de evidencias se encuentran asociadas con el período de
espectro, se remonta hacia la década de los años 20-30´s Integración. Aquí están los complejos arquitectónicos de
del siglo XX, donde los pioneros de la arqueología, como Cochasquí (Oberem, 1981) y los basamentos de pucarás,
M. Uhle (1926) y Jacinto Jijón y Caamaño (1956 [1997]), distribuidos en varios puntos del valle y que componen
entre otros, ejecutaron una serie de intervenciones pun- una red de fortificaciones que determinaron un sistema
tuales en diferentes regiones y comenzaron a delinear de organización defensivo muy complejo (Fresco, 1984;
las bases para los estudios que se han desarrollado pos- Almeida y Jara, 1984).
teriormente. Tales estudios se enmarcaron especial- Adicionalmente, a través de los estudios históricos
mente en la serranía, volviéndose sus primeras interpre- y etnohistóricos de diversas fuentes primarias y el respal-
taciones de corte regional, pues buscaban explicarlas do de hallazgos arqueológicos, se establece la existencia
en función a una presencia macro-regional de los de una compleja red de comercialización que involucró
pueblos aborígenes. a diversos productos, como por ejemplo el aprovecha-
Un segundo avance en los registros sobre la presen- miento de obsidiana (Salazar, 1985), hojas de coca (On-
cia de aquellos pueblos se encuentra a partir de la década taneda, 2002), sal (Echeverría y Uribe, 1995), cerámica
de los 70’s, cuando se realiza una serie de propuestas y (Bray, 1995; 2003), entre algunos más. Comercialización
se concretan algunos grandes proyectos arqueológicos de que se generó a través del acceso a diversos pisos ecológi-
tipo regional en el país. cos (Oberem, 1980), a través de los pasos naturales que
En el área del Distrito Metropolitano de Quito, se se han empleado para conectar varias regiones, como por
han realizado también varios proyectos de investigación ejemplo el abra de Papallacta hacia la región oriental y la
especialmente en las últimas décadas y sus resultados, si cuenca del río Guayllabamba hacia la región de la costa
bien son importantes y extensos, no han llegado a una sis- (Salomon, 1980; Oberem, 1981; Jara, 2007).
tematización interpretativa que diagnostique y sintetice Como se puede ver, la región ha mantenido un ni-
el proceso social y cultural de los pueblos que aquí vel de ocupación continua y una actividad muy variada
habitaron. y compleja, a partir de los 9000 a.C., hasta la actualidad.
Se han registrado evidencias de ocupación que van Con respecto a la zona de pie de monte, localizado
desde el período Precerámico hasta la época colonial. entre la parte alta de los valles interandinos y estribaciones
Entre las evidencias de asentamientos humanos están las occidentales de la cordillera occidental, se cuenta con un
del Inga (Bell, 1965, 1974; Bonifaz, 1978, 1979; Salazar, estudio mayor realizado en la parte conocida como noroc-
1974, 1979, 1980, 1984, 1985), cronológicamente ubicada cidente de Pichincha, localizada en la ceja de montaña de
entre los 7000-9000 a.C., y que se refieren a un sin número la cordillera occidental.
de artefactos fabricados en obsidiana y basalto. El reconocimiento arqueológico de estos sectores,
En cuanto a evidencias del período Formativo, se ha determinado la presencia de varios estilos cerámicos y
hace mención a las registradas por el padre Porras (1982) algunas evidencias arquitectónicas (especialmente presen-
y M. Villalba (1988), en el sitio Cotocollao, cementerio, cia de tolas), evidencias que por ejemplo Lubensky (1976,
fechado entre los 2000-1500 a.C., Jara e Issacson (1989) 1981); Tobar (1996); Domínguez, (2003); Camino (2003);
en Tulipe, FONSAL en los sitios Rumipamba y la Florida Jara (1978), igualmente las registran en diversas cantidades
(2004-2006). hacia el extremo occidental que incluso se expanden hasta
Para el período de Desarrollo Regional, se cuenta los 500 m.s.n.m., conforme lo registra Jara (2006-2007).
con una serie de evidencias culturales localizadas en el En síntesis, al examinar de manera integral los ha-
sector de Cumbayá (Buys y Domínguez, 1988; Buys et llazgos realizados a lo largo de varias décadas sobre esta
al., 1994; Buys y Vargas, 1996), cuyo material cultural extensa región, se la ha denominado como zona Yumbo,
variado, cronológicamente va desde finales del Formativo cuyo ámbito de interpretación e implicaciones son muy
hasta épocas de contacto. complejas. Entre una de las interpretaciones está la de ser
También como parte de evidencias registradas considerada como la región o ruta de comunicación entre
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BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS 15
dos regiones (costa y sierra), a través de la presencia de En cuanto a las relaciones de la existencia de fuen-
grupos especializados o Yumbos. “Su dinámica estuvo de- tes de aprovechamiento de productos, menciona como
terminada por el intercambio de los productos a escala in- algo importante la existencia de una mina de “buena sal”
terregional –Costa y Sierra, y viceversa” (Jara, 2007: 115). llamada Pimbapí, ubicada sobre la desembocadura del
En cuanto a implicaciones temporales, algunas fe- Perlabí en el Guayllabamba. Con relación a este punto,
chas radiocarbónicas y aspectos tipológicos de las eviden- se podría inferir que la zona fue de gran importancia jus-
cias materiales, corresponden a diferentes períodos, que tamente por la producción de sal, producto considerado
van desde el Formativo hasta el de Integración, e incluso como un recurso que favorecía los intercambios de bie-
llegó hasta el período de contacto (época colonial, siglos nes y productos a larga distancia, tal como ocurrió con
XVI y XVII) (Domínguez et al., 2003; Camino, 2002). Cachillacta (Salomon, 1997; Jara, 2006) equiparado de
Con relación a la zona de estudio, la referencia más gran valor como la obsidiana (Salazar, 1980; 1984; 1985),
directa y explícita es un documento escrito por José Ma- coca y ají (Ontaneda, 2002).
ría Coba Robalino cuyas notas originales reposan en el En cuanto a las evidencias de tipo arqueológico,
Archivo Nacional de Historia y que fuera publicado en Coba Robalino presenta una amplia y detallada descrip-
partes en la revista Dios y Patria (1929). ción de algunos de los hallazgos realizados tanto de mane-
El padre J. M. Coba Robalino, párroco de San José ra fortuita por moradores de la zona, como de exploracio-
de Minas, escribe este documento aproximadamente en nes y excavaciones por parte de “cazadores de tesoros”.
la década de los veinte, demostrando gran conocimiento A continuación se presentan algunos, con notas de inter-
e interés por los aspectos geográficos, arqueológicos y cul- pretación a la luz de las nuevas relaciones de la arqueolo-
turales de los pueblos indígenas, especialmente de sectores gía contemporánea.
locales, como La Chonta, Alance, La Costa, Quisaya, La Le llamó mucho la atención la gran cantidad de
Palma, San José de Minas, entre otros; a más de una in- montículos artificiales existentes en la zona, y refiriéndose
terpretación de algunas de sus expresiones culturales en- al tipo de evidencias que contenían, intenta explicar el uso
dógenas y extraregionales. y función de algunas de ellas. El primer nivel de interpreta-
Inicia el relato describiendo el entorno físico, tre- ción de las evidencias arquitectónicas (tolas y montículos),
mendamente alterado por los múltiples terremotos, de los lo relaciona con el respeto y culto a los muertos. En sus
cuales el de 1868 fue tan fuerte que creó varias quebradas, descripciones señala que dichas construcciones de tolas ac-
y asimismo el terremoto de 1910 que destruyó considera- túan a manera de tumbas y reflejan los niveles sociales de
blemente al sector de Puéllaro. jerarquía, que se medían de acuerdo a la monumentalidad
En la parte introductoria hace también una breve de los complejos arquitectónicos. Así plantea que a ma-
referencia a un ligero pero interesante estudio lingüístico, yor jerarquía, mayor era el tamaño; mientras que los más
que le lleva a indicar, que en la zona existe una serie de to- comunes los relaciona con los montículos más pequeños.
pónimos de procedencia cayapa, colorado, quichua, mez- Un segundo nivel de interpretación lo determina, en
clado con colorado y quichua puro, que al interpretarlos función a la existencia de un tipo de ocupación anterior y
desde una perspectiva macroregional, nos permite intuir que diera inicio al uso de las tolas como mecanismos de
que la zona registró una gran confluencia de varios gru- expresión cultural. Sobre este punto, el autor asume un
pos étnicos, tanto de procedencia de la región tropical, es- cierto nivel de interpretación relacionando el tamaño pe-
tribaciones occidentales de la cordillera occidental (Jara, queño de las tolas con una ocupación cronológicamente
2007) y de regiones de la sierra norte y centro e incluso anterior, pero el mismo padre Cobo Robalino se cuestio-
un poco meridional, al punto que se podría indicar que na, al comprobar que la disposición de los cadáveres, los
la zona actuó como un paso natural a través de la cuenca ajuares o evidencias materiales registradas en su interior
del río Guayllabamba hacia la costa (y que quizás actuó presentan características muy similares.
en ambas direcciones). Al referirse sobre esta interrelación En cuanto a la distribución espacial de las tolas y
macroregional, dice de la gente que vino de otras regiones: sobre sus patrones formales, dice que existe una recurren-
“se asentaron sobre terraplenes de piedras unidas por ar- cia en la disposición de los conjuntos, pues “en medio de
gamas” (Coba Robalino, 1929:108), localizados sobre las varias tolitas descuella una o más grandes, ya sea de for-
laderas de Quisaya y la Palma. ma ovalada, cónica o cuadrada” (Coba Robalino, 1929:
Al referirse a la producción agrícola de la zona, 105). Con relación a su densidad “causa admiración (su
permite vislumbrar aspectos que van desde la manera presencia) en las altiplanicies y laderas, que se encuentran
de organizar espacialmente los poblados y la relación de entre Intag y Aloguincha, donde se observa un “verdade-
complementariedad de los productos a través del manejo ro reguero de tolitas y descollando en medio de ellas una,
y uso de los pisos ecológicos, identificados actualmen- dos, o tres grandes tolas, rodeadas de muchísimos sepul-
te como el proceso de la microverticalidad descrito por cros sin tolas y cercanas a los terraplenes o redondeles”
Oberem (1981). (Ídem: 106).
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16 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
Otro sector poblado de una gran cantidad de tolas se Con respecto al sector del Chilcal, ubica un adora-
encuentra hacia el sur de San José de Minas, a una media torio de los aborígenes, levantado sobre un terraplén o
legua (2-3 Km. de distancia), en el barrio de la Chonta, placeta semicircular, rodeada o sostenida por un muro de
llamado Alance. Por la parte central de la hacienda Pir- piedras, con graderías de entrada por el extremo sur. Las
ca entre Cashaloma y la aglomeración de tolas, hubo un piedras se encontraban unidas por una pasta bitumino-
caserío con más de 80 casas. En este caserío vivieron los sa; pero actualmente aparecen destruidas y cubiertas de
jesuitas hasta aproximadamente 1767. matorrales.
No se puede determinar con claridad, si el padre Hacia el sector de Ilami, describe otro gran círculo,
Coba Robalino excavó personalmente algunas tolas o donde se encuentra un promontorio, el cual al igual que el
simplemente se refiere o describe los hallazgos de otras del redondel, tenía: 1) un promontorio ubicado en la parte
personas; pero lo que sí queda claro, es que dentro de las central, 2) una placeta o terraplén, 3) un muro de piedra
tolas grandes se encontraron cadáveres dispuestos en cu- que corre a todo su perímetro, 4) un graderío, ubicado a
clillas, acompañados de tinajas (grandes y pequeñas) de un costado y 5) una gran piedra de forma corazonada y
barro muy erosionadas, decoradas con representaciones que tenía dibujado a cincel (incisiones grandes) tres figu-
de caras, en cuyo interior quedaban todavía restos de ras, con vestidos largos, que les llegaban hasta las rodillas,
vestidos1. Los ajuares, se encontraban conformados por a la cual la gente la llama Santo-rumi. Lastimosamente,
algunas tinajas: en la actualidad aquella piedra ha sido destruida a con-
secuencia de querer levantarla por secciones, para com-
“selladas en sus bocas con un platón de barro2, y en su probar su posible contenido de tesoros (Coba Robalino,
interior estaban anillos, brazaletes, grandes zarcillos, aretes 1929).
pequeños, achuelas idolitos de cobre dorado, ollitas trípodes Otro elemento lítico descrito por J. M. Coba Roba-
en forma de huevo y zoomorfas (como armadillos, cuyes), lino, es una piedra localizada en la hacienda Anagumba,
platos, escudillas de barro tosco, montones de piedras de sector de Tallo Intag, en Jatumpamba. Aparentemente se
varios tamaños y colores, collares, conchas y silbatos de hue- trata de un lugar de adoratorio extraregional, asociado a
sos marinos, bolas redondas de piedra, las que se usan para laderas y zanjas de la cordillera hacia donde viene gente
moler” (Ídem: 106). desde las selvas confinantes con Intag, a tres días de ca-
minata.
Otra parte del relato señala aspectos dimensionales A más de la cantidad de tolas mencionadas, hace
y arquitectónicos de algunas de las tolas. Así por ejemplo, relación a una gran cantidad de tumbas, con restos óseos
en el sector del redondel de Carabí o la Chonta3 , había un en buenas condiciones de conservación e intactos. Así por
montículo de 200-300 m. de circuito, formado por 1) un ejemplo, indica sobre un entierro que se encontró casual-
redondel, 2) planicie paralela, 3) montículo, 4) adoratorio mente cuando se desprendió parte de un peñasco, en el
y 5) una gradería, del cual se podía ver a la gran tribu de sitio Chilcay, a orillas del río Pilaba; allí se descubrió un
Chalhuaryacu y Neblí al suroeste, a la del Guayllabamba esqueleto de un individuo colocado de pie, que tenía al-
al otro lado Noreste, a la propia tribu de Alance al Sur gunos restos de vestidos, una ancha banda de tela que le
y, los sectores de Pataquí hasta Ambuela, hacia el Este colgaba desde el hombro izquierdo y a los pies una serie
(Ídem, 1929). de pequeñas planchitas de cobre dorado. Aparte del ha-
Además, dice que este redondel pudo servir también llazgo, se lamenta porque fue destruido por la gente que
como observatorio artificial para los astrólogos y/o sacer- buscaba más planchas doradas y por nuevos deslizamien-
dotes. Así explica, como en una ceremonia religiosa, la tos de tierra.
gente se distribuía en el sector de acuerdo a sus diferentes En general, en la mayoría de los entierros de La Pal-
rangos sociales: sobre el montículo se paraban los jefes ma, Vargas, Puéllaro y Perucho, los cuerpos se encontra-
del culto y los caciques para adorar a los cerros, neva- ban dispuestos en posición sedente colocados al interior
dos; sobre los planos paralelos separaban en filas la plebe de varias de las tolas bajas (tamaño pequeño).
(resto del poblado) para adorar igualmente a los cerros. El padre Coba Robalino (1929), también describe el
De acuerdo a la ubicación del sitio, se ve que tenía vi- contenido de algunas tumbas aparentemente identificadas
sibilidad hacia el Este al Colchan del Cayambe, por el de primera mano. Así, por ejemplo, relata el hallazgo de
Sur al Cotopaxi y Antisana y por el Norte al Cotacachi un entierro descrito por Arsenio Orellana y Joaquín Be-
(Ídem, 1929). nalcázar, ocurrido aproximadamente por 1891, y que fue-
1 A este respecto, indica que la gente usaban vestidos pues junto a las tolas, se encontraron huesos que tenían adheridos restos de piezas metálicas (como aretes de cobre dorado), y restos de tejidos.
2 De acuerdo a algunas versiones recogidas por J.M. Coba Robalino, en algunas de estas tinajas se encontraba aún una blanca chicha elaborada de yuca, y que se la bebieron algunos temerarios que vieron los hallazgos.
3 Señala que el sector se llamaba así porque hasta 1850, había un árbol de chonta y se dice que estaba ocupado por los aborígenes, y que existía una serie de tolas y sepulcros, ya porque había una lagunita en el punto conocido
con el nombre de “Anca-corral”.
Atlas Arqueológico DMQ
BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS 17
ra realizado por el señor cura don José Manuel Rodríguez, tubo subterráneo que empezaba junto al redondel de la
padre de la región, 25 años antes de su muerte (1916). Chonta y se terminaba en la tola cuadrilátera de Tomar-
El relato indica que en Puéllaro dentro de una tola cuchu. La tubería se la veía hasta hace unos pocos años.
del fundo “Chacin”, encontró el entierro de un reyezuelo En síntesis, los escritos inéditos de Coba Robali-
sentado con corona de cobre dorado, una barita de oro, no, no hacen otra cosa que demostrar la importancia de
brazaletes, collares de huesos marinos, mezclados con esta zona, denominada por el FONSAL como “bloque
cuentas de oro puro, un anillo de oro y una tinaja llena de San José de Minas”. Para este sacerdote, la zona fue un
oro en polvo, otras llenas de blanca chicha y de un masato gran centro de adoración, donde las leyendas eran usadas
también blanco. para diferentes ritos, que incluían adoraciones matutinas
Igualmente menciona la presencia de conjuntos de (los aborígenes adoraban al sol naciente y a los neva-
tumbas localizadas sobre zonas planas. Por ejemplo el 17 dos), vespertinas en ciertos días del año adoraban al
de septiembre de 1923, dice que en la llanura de Quisaya sol poniente, para que el día siguiente regresará de buen
(conocida actualmente como La Palma), se encontraron genio (Ídem). Dichos aspectos, relaciones y experiencias,
varias tumbas, en cuyo interior se hallaban tinajas que se complementaron con la construcción de tolas distri-
contenían varias cabezas y cuerpos completos, dispuestos buidas en toda la región. Varios de estos lugares todavía
alrededor de un cuerpo central. Los restos óseos, estaban subsisten y sus evidencias materiales han sido examinadas
acompañados de tinajas grandes y pequeñas, platos, es- en el proceso de reconocimiento de campo, encaminado
cudillas y ollitas trípodes con representación de animales por el FONSAL.
(Ídem). Por otro lado, entre los registros asociados a la
Otra manera de reinterpretar los diferentes hallazgos zona, se encuentra uno, del padre Juan Magnin s.j. (1955
es aquella referida al sector de Kala, donde unos indios [1740]), citado en su obra extraordinaria “Breve descripción
al cavar un pozo para poner un poste, encontraron una de la provincia de Quito en la América meridional, y de sus mi-
estatua de piedra, muy bien tallada, de media vara de alto, siones de sucumbíos de Religiosos de San Francisco, y de Maynas
que representaba a una mujer sentada sobre sus talones de PP. de la Compañía de JHS a las orillas del gran Río Mara-
dobladas las rodillas y que tenía cargada a sus espaldas ñon, hecha para el Mapa que se hizo el año 1740, por el P. Juan
un hijo y sus brazos colocados en posición de hilar. Se Magnin, de dicha. Compañía, Misionero en dichas misiones”.,
le llevaron hasta Pucauysha, donde se dice fue objeto de indica:
culto (Ídem).
En Inga Corral o Paltachu (nombre empleado por “Quito corte del Inga..- 7. Fue Quito Corte del último Ingá
los indios antigüos), dentro de una planicie ubicada en- Atahualpa, cuyo padre la prefirió a la del Cuzco por su her-
tre los montes de Ilide Quisaya, también se encontró una mosura y abundancia y lindo temperamento y mucho más
mesa de piedra ancha y baja. Algo similar ocurrió en los por su Religión y persuasión de sus vasallos q. era el lugar
establos de Chaspí, La Palma y Vargas, cuando al prepa- más querido y estimado de su dios q. era el sol; q. como
rar los terrenos para la siembra de caña de azúcar, iban avían reparado q. las colunas q. le erigían por el equinoccio
apareciendo muchos hoyos con cadáveres. no echaban a medio día sombra alguna, decían q. por esso
En cuanto a la presencia indígena, de alguna ma- estimaba y quería más a este lugar q. a otro ninguno. Estas
nera Coba Robalino (1929), describe lo que se ajustaría colunas q. las avía en varias partes, las destruyó Benalcazar,
al sistema de organización supracomunal, compuesto por uno de los primeros conquistadores, para estorbar la idola-
varios cacicazgos que mantenían sus interacciones a nivel tría de los Indios. Ya al presente todos están cristianos con
macro-regional, mismo que se alteró al momento del con- sus curas y doctrineros; tal qual se hallan entre los colorados,
tacto europeo. yumbos, Coximíes y Chocoes q. quizá vivirán en su gentilidad;
En cuanto a las relaciones que mantenían, indica pero para reducirlos tienen sus Misioneros”. (1955 [1750]:
que la gente de la tribu de Perucho, con gentes de esta 89-115).
región (de San José de Minas), auspició al gran cacique de
Quito, que era jefe de una confederación que se extendía De aquí se desprende que hacia el extremo del occi-
hasta el Puruhá. dente de Quito (ya que no precisa mayormente la zona),
De acuerdo a los relatos, dice que hubo una pode- los incas erigieron algunas columnas, (igualmente no las
rosa tribu, cuyo cacique o jefe gobernaba a las tribus de define), o algún tipo de elementos arquitectónicos para
Chalfandro, Kala, Quisaya y Pucaugsha, así como a los de consolidar sus avanzadas como un sistema de control o
Irubí. Dicho jefe y el cacique de Perucho, sostuvieron gue- manejo del territorio, por medio de sus aspectos rituales y
rras contra los indios que de más allá de Quito vinieron a marcación de ciclos solares (Magnin, 1955 [1740]).
atacar al rey de Quito. Por su parte Carlos Manuel Larrea, en su libro de
Señala además que el cacique de Alance daba orde- la Prehistoria de la región andina del Ecuador (1972),
nes a los de Arcilla, Chalfrandro y Kala, por medio de un al referirse a la región del Norte, relaciona los tipos de
Atlas Arqueológico DMQ
18 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
sepulturas con los montículos artificiales o tolas que, den- distancia, a través de los ejes geográficos que permitieron
tro de la zona se han podido contabilizar más de cuatro el paso a las diferentes regiones y un contacto directo para
mil, entre las actuales poblaciones de Selva Alegre y Vacas la adquisición de bienes y productos.
Galindo. De las observaciones que realiza, indica que hay Jijón y Caamaño (1997), señalaba que la distribu-
una gran variedad en cuanto a su monumentalidad, que ción de tolas en la costa es mucho mayor que en la sierra.
van desde algunas pequeñas, hasta unas de gran tamaño y Vale destacar que tal aseveración debería revisarse, pues la
verdaderamente enormes. Por ejemplo, señala que la tola reciente publicación del FONSAL (Jara, 2006-2007), hace
de “Oroscotola tiene 150 m de largo en la base y 40 me- ver que los declives occidentales de la cordillera, princi-
tros de altura, con una plataforma superior de 97 por 75 palmente al Noroccidente de Pichincha, están poblados
metros” (Larrea, 1972: 107). de centenares de tolas geométricamente diseñadas y
Larrea, haciéndose eco del padre Juan de Velasco, ejecutadas.
indica que la zona fue habitada por los Caras, que fue par- En el trabajo de Gondar y López (1983), realizado a
te de una parcialidad que vivió por largo tiempo “…en través de un examen fotoarométrico del área septentrional
las selvas occidentales bañados por los tributarios del río andina del Ecuador, (San José de Minas y sus alrededores
Esmeraldas;” y que “una parte del grupo entró en suelo de como Puéllaro, Perucho, Atahualpa), aparece una gran
los Quitus y otra, traspasó el cause del río y se orientó por cantidad de evidencias arquitectónicas, como tolas, terra-
Quisaya hacia la meseta de Cochasquí-Tabacundo” (cita zas, bohíos, etc.
de Pérez, 1960 :263, en Larrea, 1972: 126). El centro ceremonial de Tulipe, se encuentra justa-
En todo caso, se puede ver a través de los datos pre- mente en medio de una constelación de pirámides trun-
sentados, que esta región, a más de mantener una expre- cadas o tolas, dispersas a los 800 Km2 de las parroquias
sión física de una monumentalidad arquitectónica de tolas de Pacto, Gualea, Nanegalito y Nanegal; monumentos
o montículos artificiales, sus pueblos respondían a un pa- que se extienden hacia San Miguel de los Bancos, Puerto
trón de organización cacical que se encontraba integrada Quito, Mindo por el Sur y la zona de Intag, al otro lado
de manera macro regional a través de diferentes nexos, del Guayllabamba por el Norte, sugiriendo que el territo-
tanto de comercio como de intercambio; patrón organi- rio yumbo es más extenso del hasta ahora estudiado por
zacional que fue asumido o reutilizado por los incas al Jara y su equipo de arqueólogos (ver mapa del territorio
momento de su conquista territorial. yumbo, Jara 2006-2007). El reto está en correlacionar este
En este sentido, los poblados de Perucho, Perugache, escenario noroccidental con las tolas del área del bloque
Pomasqui, Puellaro, Pululaguha, San Antonio, habrían San José de Minas.
estado organizados en el Urinsaya de Quito, al menos en Otro de los estudios que ha brindado alguna infor-
tiempos de los incas, pero sin duda como consecuencia de mación arqueológica, ha sido el proyecto de prospec-
una integración anterior. ción de la hoya del Guayllabamba (Buys et al., 1994).
Esa organización de cacicazgos fue muy manifiesta Este proyecto intentó estudiar a todo el sector a través de
posteriormente en tiempos de la colonia, especialmente un muestreo por transectos4, distribuidos a intervalos de
cuando se trataba de trabajos de interés común, aunque ya 10 Km. y de un 1 Km. de ancho, tomando como límites
bajo el sistema de mitas u orientación española. Por ejem- geográficos los divortium aquarum de las dos cordilleras.
plo, luego del fuerte invierno de 1595, el alcalde ordinario En este estudio, las únicas áreas de interés se encontra-
Pedro de Castro informa: ron dentro de dos transectos: 03-04 y 13-14. En estos se
registró la presencia de siete áreas con presencia de
“(17) 10 de abril 1595: El licenciado Francisco Sotomayor, Te- material cultural disperso sobre la superficie, y solo en
niente de Corregidor, da comisión para obligar a los caciques tres áreas se identificó evidencia arquitectónica (dos con
de Zámbiza, Cotocollao, Pomasquí y Guayllabama efectuar tolas y un pucará).
las reparaciones en los puentes de Perucho, Malchinguí, Gua- Este proyecto intentó cubrir la hoya del Guaylla-
yllabamba, y Puellaro, los cuales habían sido dañados por las bamba por muestreo, desafortunadamente no lo pudo
lluvias invernales (probanza f. 60-61)” (Salomon, 1975: 298) realizar y se concentró más en la parte centro-norte.
Poco después el Banco Central desarrolló otro proyecto
Es decir, cuando se refieren a esta región, siempre paralelo, que cubrió completamente la meseta de Qui-
hablan de cacicazgos interrelacionados y en continuo con- to. Como resultados de este último estudio, se llegó a
tacto. De hecho, las evidencias materiales y monumenta- establecer la existencia de aproximadamente 216 sitios
les dan cuenta de un tipo de ocupación bastante complejo arqueológicos, que mostraron una secuencia cultural de
y que guarda relación con los intercambios a corta y larga
4 Se refiere a franjas que corrían en sentido oeste-este y que tenían como límites los divortium aquarum de las dos cordilleras (oriental y occidental).
Atlas Arqueológico DMQ
BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS 19
ocupación que iba desde el Precerámico, hasta la épo- la comparación lingüística de los nombres indígenas con-
ca de Integración y colonial (Villalba, 1988). En todo tenidos en visitas realizadas en la primera mitad del siglo
caso, de las áreas identificadas, muy pocas pueden ser XVII, se concluye que son diferentes los nombres entre el
ubicadas dentro de la zona de influencia del bloque San pueblo de Pomasqui y Otavalo.
José de Minas. La reducción de indios aplicada en el siglo XVI creó
De modo similar, el mismo Banco Central ejecutó dos pueblos: Pomasqui sobre el antiguo asentamiento,
el proyecto “Quito de los Incas” (Fresco, 1985-1986) y agrupando a la población local y a la población mitimae,
logró identificar varias fortalezas (pucarás), cuya función y San Antonio de Lulubamba (actual San Antonio de Pi-
fue interpretada como integrantes de una red defensiva del chincha), que agrupó a población local posiblemente de
extremo meridional del área circunquiteña. Algunas de Pululahua, población mitimae y yanaconas, es decir, in-
las construcciones, tanto de período pre-Inca, como Inca, dios forasteros traídos por los encomenderos. Calacalí, fue
demuestran que se hallan distribuidas por las áreas peri- un pueblo local; se ordenó su reducción en San Antonio
metrales de la zona de estudio. Sin embargo esta distribu- pero no se cumplió tal disposición.
ción, y de acuerdo a los relatos examinados, ésta puede En el área Caranqui, se distinguen dos cacicazgos
extenderse hacia la zona de San José de Minas, donde de locales: Perucho y Cochasqui. La información obtenida
alguna manera se reporta la presencia de algunas cons- sustenta la hipótesis de que fueron cacicazgos caranquis.
trucciones o basamentos de piedra. El cacicazgo de Perucho abarcó el gran espacio norte del
Finalmente, un estudio de José Echeverría (2002), río Guayllabamba, integrado por cuatro unidades: 1) La
al realizar una evaluación y reconocimiento arqueológico cabecera parroquial de Perucho, 2) Puéllaro, 3) Alargues
del proyecto hidroeléctrico de Perlaví en San José de Mi- o Alance (actualmente San José de Minas) y 4) el área de
nas, junto a la cuenca del río Cala, reporta la ausencia de la actual parroquia de Atahualpa.
vestigios culturales, sin embargo, como información com- Alance, fue descubierto por Coba Robalino (1923),
plementaria del recorrido vehicular desde el pueblo hasta como una zona de muchas tolas y terraplenes, resaltando
el lugar del proyecto, manifiesta haber visto varias tolas dos construcciones probablemente prehispánicas: el re-
en tres sectores: 1) hacienda la Pirca, con cuatro montícu- dondel del Carabí y el adoratorio de Ascilla o la Chonta.
los hemisféricos, 2) barrio San Vicente, una tola cuadrada La región del sector bajo, es decir Puéllaro, Perucho,
con rampa y 3) el sitio Jatunpamba, con algunas tolas al la yunga, fueron zonas de producción coquera, y de bie-
parecer hemisféricas. nes exóticos (sal y oro), fue un “enclave de ocupación y
producción multiétnico” (Landázuri, 2004), en gran parte
FUENTES HISTÓRICAS DE LA REGIÓN DE SAN debido a su ubicación en un piso altitudinal templado seco
JOSÉ DE MINAS. como es el cañón del río Guayllabamba. Asimismo, estos
pueblos tuvieron relación con los de la ceja de montaña
En base a las sociedades prehispánicas asentadas en la re- occidental, de cuyas rutas, utilizadas en sus contactos con
gión, San José de Minas abarca dos espacios étnicos muy pueblos de la zona de Intag y la zona yumbo, todavía que-
bien definidos: área Quito, con el territorio de las actuales dan evidencias.
poblaciones de Pomasqui, San Antonio de Lulubamba Sobre el cacicazgo de Malchiguí, si bien no hay
y Calacalí; el área Caranqui en el territorio de las parro- información puntual, su inclusión sirvió para fines com-
quias: Perucho, Puéllaro, Alance y Malchinguí, Perucho, parativos con los cacicazgos del área de Quito. La com-
Chavezpamba, Atahualpa y San José de Minas. paración de nombres indígenas corrobora y respalda la
En el área de Quito se ubicaron tres jurisdicciones aseveración adoptada por el FONSAL, en el sentido de
cacicales locales: Pomasqui, Calacalí y San Antonio de que el río Guayllabamba fue la frontera entre las dos áreas
Lulubamba, a las cuales, con la conquista inca, llegó po- culturales en la época prehispánica.
blación mitimae originaria de Cañar, Cajamarca y proba- Finalmente, la documentación no registra eviden-
blemente de otras regiones de los Andes centrales. cias concretas y definidas respecto a una población mi-
De Pomasqui y Calacalí hay evidencias claras de timae traída por los incas al área del bloque San José de
que fueron pueblos preincas; en cambio, San Antonio de Minas; lo que hace suponer que su presencia, si existió,
Lulubamba, parece ser un pueblo de indios creado en la no fue significativa, por lo menos desde las fuentes docu-
época colonial sobre conjuntos diversos de población mi- mentales.
timae y local. La población nativa del valle de Pomasqui
estuvo constituida principalmente por el grupo Collagua-
zo, que subsistió durante el período colonial.
Estos pueblos tuvieron enclaves de producción es-
pecializada en el curso del río Guayllabamba, de manera
particular en las zonas de Perucho y Puéllaro. A través de
Atlas Arqueológico DMQ
20 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
Atlas Arqueológico DMQ
BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS 21
QUINLLACHUPA 1
Para llegar a Quillanchupa, se toma la carretera Selva Alegre-Anagumba y en el kilómetro 30 se desvía a la “Y”, hacia la izquier-
da en terrenos de la familia Flores. Esta terraza se encuentra destruida sistemáticamente con maquinaria agrícola para diferentes
cultivos, en cuyos surcos abiertos fue posible recolectar material cultural.
QUINLLACHUPA 2
Se encontró material expuesto sobre la superficie de un terreno El sitio se encuentra en una ladera orientada en sentido noroes-
arado, en una densidad baja con 48 artefactos cerámicos, 1 ar- te-sureste. Limita hacia el noreste con la quebrada Pupinuco, al
tefacto lítico y 3 obsidianas. sureste con la quebrada Quinllachupa, al suroeste con el sector
de Santa Ana y al noroeste con el camino entre Quinllachupa-
La Cocha.
Fragmento de un cuenco en el sitio Z2F1-009 F1-078 Cuencos sin decoración y cuencos decorados
A8
0 1 2 3cm 0 1 2 3cm
0 1 2 3cm 0 1 2 3cm
0 1 2 3 4 5cm 0 1 2 3cm
Cuenco trípode.
0 1 2 3 4 5cm
0 1 2 3 4 5cm
Detalle facial antropomorfo de
una vasija panzaleo o cosanga. Material lítico del sitio Quillanchupa 2.
A8
0 1 2 3 4 5cm
0 1 2 3 4 5cm
Vasija “zapatiforme” de tipo utilitario del sitio vía Selva Alegre. Mano de metate del sitio vía Selva Alegre.
B5
26 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
CEBOLLATABLÓN
Código Z2-F1-033
Coordenadas 024801N - 782947E
Altitud 3100 m.s.n.m.
Área 20 m2
Tipo de sitio no sitio
Fragmentos de platos del sitio Cebollatablón. Material lítico y cerámico localizados en el sitio Cebollatablón.
B6
28 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
MINASCHUPA
Código Z2-F1-006
Carta ÑII-F1
Coordenadas F1-224 026195N -
783849E (culunco);
F1-225 025918N -
783640E (montículo)
Altitud 3533 m.s.n.m.
Área desconocido
Tipo de sitio culunco y
montículo circular
NOVIALOMA
Código Z2-F1-032
Coordenadas 025680N - 783496E
Altitud 3218 m.s.n.m
Área 300 m2
Tipo de sitio cerámico
Ollas zapatiformes del sitio Novialoma Caminos prehispánicos ensanchados y reutilizados. San José de Minas.
B6
MINASCHUPA ALTO
Código Z2-F1-035
Coordenadas 024134N - 783980E
Altitud 3300 m.s.n.m.
Área 20 m2
Tipo de sitio no sitio
0 1 2 3 4 5cm 0 1 2 3 4 5cm
Asilla Alto II
0 1 2 3cm
Fragmentos de material cerámico Fragmento de
del sitio Asilla Alto II. una olla puruhá. Olla puruhá.
Material lítico del sitio Asilla Alto II. Croquis 23, sitio Z2F1-013. Área F1-084.
C5
34 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
PÁRAMOS DE CABUJÁN
Código Z2-F1-034
Coordenadas 023459N - 782140E
Altitud 3400 m.s.n.m.
Área 10 m2
Tipo de sitio non sitio
MINASCHUPA
0 1 2 3 4 5cm 0 1 2 3 4 5cm
0 1 2 3 4 5cm
0 1 2 3cm
PADREHUASI
ANAGUMBA
LOMA EL MOROCHO II
Se trata de los cimientos de una construcción hecha con pie- 0 1 2 3 4 5cm 0 1 2 3 4 5cm
0 1 2 3 4 5cm 0 1 2 3 4 5cm
Croquis del sitio Z2F1-017. F1-034. Hacha de piedra del sitio loma El Morocho II.
C10
44 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
CERRO EL PIRUJO
Vasija de base cónica procedente del cerro El Pirujo, Montículo circular Z2F1-016 F1-004.
según informantes de la zona.
D5
46 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
LOMA FROILAN
Código Z2-F3-037 B1-005
Carta ÑII-F3
Coordenadas 019856 N - 782344 E
Altitud 2590 m.s.n.m.
Área 108 m2
Tipo de sitio estructura colonial
Código Z2-F1-039
Coordenadas 019160 N – 782388 E
Altitud 2200 m.s.n.m.
Área 20 m2
Tipo de sitio no sitio
Los límites de esta importante zona arqueológica vienen dados En esta zona se ha determinado la presencia de un área cul-
por el valle aluvial de los ríos Pamplona en el Norte, Guaylla- tural bastante importante, a la cual se le ha asignado dos có-
bamba en el Sur, en el Este se extiende hasta la rivera del río digos como si fueran dos sitios arqueológicos distintos, dado
Daule y por el Oeste el río Meridiano. que se localizan en jurisdicciones políticas diferentes, pero que
culturalmente y arqueológicamente corresponden a un mismo
Este non sitio, está formado por el arrastre de materiales cultu- macro contexto. Estos son el sitio arqueológico “Meridiano” y
rales procedentes de la parte alta (200 m.), donde se encuentra el sitio arqueológico “Palma Real”.
el sitio La Esperanza.
D6
48 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
LOMA RUMIJACA
Código Z2-F1-036
Coordenadas 020809 N – 783608 E
Altitud 3238 m.s.n.m.
Área 50 m2
Tipo de sitio cerámico
Se trata de otro sitio que se localiza en la cúspide de la loma, llamada Rumijaca, cuyos pocos materiales culturales cerámicos
aparecen dispersos y sin asociación a rasgo alguno. Pertenecería al periodo de Integración.
0 1 2 3 5cm 0 1 2 3 5cm
LA ESPERANZA
Código Z2-F1-037
Coordenadas 020190 N - 783303 E
Altitud 2400 m.s.n.m.
Área 300 m2
Tipo de sitio cerámico
0 1 2 3 5cm
CHANFANDRO
Código Z2-F1-038
Coordenadas 019510N - 783466E
Altitud 2200 m.s.n.m.
Área 10 m2
Tipo de sitio non sitio
HACIENDA JATUNPAMBA
Código Z2-F1-021
Coordenadas tola 1 019521 N – 785333 E F1-179
tola 2 019676 N – 785377 E F1-177
Altitud 2108 m.s.n.m.
Área 2400 m2
Tipo de sitio tola
COCHALOMA
ALANCE 1
Código Z2-F1-022
Coordenadas 019818 N - 786640 E F1-129 terraza
019831 N - 786646 E F1-128 petroglifo
Altitud 2277 m.s.n.m. terraza
2281 m.s.n.m. petroglifo
Tipo de sitio terraza y petroglifo
Para acceder al sitio se toma el camino secundario desde el Morascocha, al Noroeste con Asilla Alto y al Norte con la
sector de La Chonta, Alance, con dirección a San Vicente, en loma Ninamburo.
sentido sureste-noroeste.
Para llegar al perfil se toma el camino que va del barrio Santa
El sitio se caracteriza por un terraplén en forma de terraza con Rosa-Loma Ninanburo, en dirección norte-sur. A la altura del
sembríos de ciclo corto y otra ocupada por pastizales. En el desvió que se dirige para el barrio La Chonta, se encuentra el
noreste de esta terraza se destaca la presencia de una piedra tra- sitio a 30 m. de la casa de la Sra. Torres.
bajada con cuatro caras, entre las cuales aparecen orificios. En
torno a este petroglifo existe material lítico en baja densidad. El material disperso aparece en el camino que vincula San José
de Minas y el barrio La Chonta, en dirección noreste-suroeste,
a un costado de la vía de acceso a La Chonta. Se recolectó
11 fragmentos cerámicos y 1 lítico a la profundidad de 116 cm.
b/s, dentro del depósito 2.
ASILLA ALTO
Código Z2-F1-030
Carta ÑII-F1
Coordenadas Z2-F1-108 018951 N – 787719 E
Z2-F1-109 018773 N – 787699 E
Altitud 2517 m.s.n.m.
Tipo de sitio perfil, material disperso
SAN VICENTE ASILLA-ALTO Topográficamente, el sitio se presenta como una superficie re-
gular en medio de la pendiente que desciende a la quebrada
Código Z2-F1-024 F1-124 Tomacucho.
Carta ÑII-F1
Coordenadas 018940 N – 786834 E Pudo tratarse de una terraza antigua, actualmente reutilizada
Altitud 2325 m.s.n.m. en actividades agrícolas y sobre la cual aparece material cultu-
Área 10000 m2 ral disperso en baja densidad.
Tipo de sitio terraza
Los terrenos de la zona presentan una especie de terrazas Sitio aterrazado en un área de aproximadamente 400 m2., jun-
antiguas, que modificaron las pendientes tipográficas natura- to a un montículo. Actualmente lo ocupan sembríos de apio y
les, quizás con fines agrícolas. Estos vestigios están asociados camote, lo cual va ocasionando paulatinas alteraciones. Para
a una tola de plataforma rectangular que se levanta a unos 300 llegar al sitio, de la “Y” que se forma en la vía Alance-Jatum-
m. de distancia. Todo el sector, aunque en baja densidad, evi- pamba, se toma a la derecha hasta La Cocha; se sube unos
dencia material cultural disperso en medio de los cultivos de 50 m. hasta la casa del Sr. Cabezas y, finalmente se desciende
maíz y zanahoria. unos 80 m. hacia Tomacucho 1.
COCHALOMA
TOMACUCHO 3
Código Z2-F3-003
Coordenadas F3-247 018375 N – 786273 E
F3-246 018375 N – 786273 E
F3-245 018375 N – 786273 E
Altitud 2906 m.s.n.m.
Área 22500 m2
Tipo de sitio terrazas agrícolas
ALANCE 4
BARRIO LA CHONTA
Para llegar al sitio se toma el camino que conduce de Asilla Este sitio está compuesto de tres elementos asociados entre
Alto a Alance, se pasa la escuela de Alance y de allí se ascien- ellos: una terraza de cultivo, un muro de piedra de aproxima-
de 250 m. al norte, en donde entre los cultivos se identifica el damente 48 m. de largo que la rodea y, adicionalmente eviden-
material cultural. Por el patrón que presenta, se trata de una cias de un canal. El estado de conservación tanto de la terraza
terraza de cultivo todavía en uso, en cuya superficie aparecen como del canal y del muro es bastante bueno.
fragmentos culturales dispersos.
Olla trípode con decoración procedente del sector Alance 3. Muro de piedra del sitio Z2F3-007 F3-195.
D7
LOMA NINAMBURO 1
LOMA NINAMBURO 1
SAN RAFAEL
Se llega al culunco a través de una de las calles que salen hacia Debido a los actuales usos del terreno, no es posible determinar
el extremo noreste de San José de Minas. Actualmente, se en- sus reales dimensiones. El material cultural encontrado en baja
cuentra semialterado a causa de una nivelación de los terrenos densidad da testimonio de una ocupación prehispánica.
con fines agrícolas; cruza por un ojo de agua y aparentemente
continúa en dirección al parque por donde ha sido construido
el camino que conduce al estadio.
Vista aérea de la tola San Vicente con su larga rampa de acceso, tipológicamente similar a las tolas de Cochasquí. Esta tola estuvo vinculada a otros sitios a
través del culunco San José de Minas cuyas huellas han desaparecido a causa de las modernas construcciones de la actual población.
D8
Para llegar al culunco, desde el parque central de San José de Este sitio aterrazado limita al Norte con la escuela Alejandro
Minas se toma el camino con dirección al estadio y se avanza Larrea, al Sur con la quebrada Golpean, al Este con la quebra-
por el barrio Panamá, hasta un pequeño riachuelo. da Chachimbiro y al Oeste con San José de Minas. La loma
El Tablón tiene una orientación de este a oeste.
Se trata de un camino cavado en la tierra de variadas alturas,
que desciende en sentido noreste-suroeste por una ladera hasta Se llega al lugar a través del camino que pasa por el estadio
llegar a un riachuelo. El tramo registrado fue de aproximada- de San José de Minas, con dirección al sector denominado La
mente 200 m. que todavía es utilizado por los habitantes del Playa junto a una quebrada sin nombre. Se trata de una terraza
sector. Al examinar los cortes del culunco, no se encontró pre- de cultivo.
sencia de material cultural.
Población de San José de Minas por donde atraviesa el culunco del mismo nombre.
D9
62 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
COCHAPAMBA
Los camellones presentan una orientación norte-sur, bajan por Este sector donde se realizaron algunas pruebas de pala, pre-
una pendiente suave y terminan en una tola cuadrangular con senta componentes como camellones, tola y material disperso.
rampa. La separación entre los camellones es de 2.20 m. Se trata de una planicie con un alto nivel freático, ya que, al
realizar una prueba de pala en la parte baja brotó agua a los 50
Para llegar al sitio se toma el camino que conduce de San José cm. bajo superficie.
de Minas a La Merced, que corre en sentido suroeste-nores-
te y posteriormente un camino secundario hasta la hacienda
Guayusal.
LA CALERA
Restos de una calera en Pataquí conocida como “La Calera”. Detalle de la una de las bocas de calera de Pataquí.
D9
EL RECREO
(HACIENDA PIGANTA)
BARRIO LA PLAYA
0 1 2 3 5cm 0 1 2 3 5cm
Olla trípode utilitaria, procedente del barrio La Playa. Material cultural del sitio Barrio La Playa.
D10
66 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
EL RECREO
(HACIENDA PIGANTA)
Código Z2-F3-035
Carta ÑII-E4
Coordenadas F3-019 018185 N – 794068 E
F3-015 018143 N – 794100 E
F3-012 018190 N – 794130 E
Altitud 2421 m.s.n.m.
Área 10000 m2
Tipo de sitio terrazas
Para llegar al sitio, hay que recorrer unos 10 minutos a pie por descienden en una ladera de pendiente suave desde las faldas
el camino de la hacienda Piganta-pataquí hasta llegar al sector de la loma Las Cochas. Cada una mide 100 m. de largo por 100
de El Recreo. m. de ancho y 1 m. de desnivel entre una y otra.
HACIENDA LA COSTA
La Costa
Código Z2-F3-007
Carta ÑII-F3
Coordenadas F3-194 017883 N – 787067 E
F3-192 017958 N – 787076 E
F3-188 017819 N – 787159 E
Altitud 2412 m.s.n.m.
Área 3500 m2
Tipo de sitio terrazas
ALANCE 5
Código Z2-F3-008 F3-249
Carta ÑII-F3
Coordenadas 016975N - 786271E
Altitud 2296 m.s.n.m.
Área 48 m2
Tipo de sitio tola
Esta tola se encuentra muy alterada tanto por acción del hua-
querismo como por la actividad agrícola, cuyos surcos paula-
tinamente lo han ido destruyendo en un 80%. En la superficie
aparece material cultural amontonado por la apertura de uni-
dades huaqueadas.
Tola Alance 5.
E7
ALANCE 6
Corresponde posiblemente a dos terrazas de cultivo que se Se llega por el camino San José de Minas-Alance, que pasa al
encuentran en la pendiente, donde se ha registrado una densi- este de la escuela José Mejía, a 300 metros de la iglesia, junto a
dad alta de fragmentos cerámicos y algunas piezas líticas. unos sembríos de ciclo corto se halla el sitio identificado como
Alance 6.
PIRCA
Código Z2-F3-009
Carta ÑII-F3
Coordenadas F3-159 017678 N – 787782 E culunco
F3-165 017387 N – 787588 E montículo
F3-160 017678 N – 787778 E perfil
Altitud 2047 m.s.n.m.
Tipo de sitio culunco, montículo y perfil
Este sitio se ubica dentro del barrio Santa Marianita, y está En el montículo que ha sido destruido en un 40%, debido a
bordeado por una acequia que proviene desde el barrio Santa una serie de seccionamientos de sus extremos, se registró en
Ana, sector de Alance. Para llegar al sitio se toma el camino su parte superior la presencia de un agujero de forma circular
San José de Minas-barrio La Chonta, sector Pirca, que corre en de 2 m. de diámetro y 1.50 m. de profundidad, además de 5
sentido este-oeste a la altura de la intersección con el camino huecos de pala de 40 cm. de diámetro y 40 cm. de profundi-
que conduce a Santa Marianita. El poblado más cercano es dad. Actualmente, se han colocado tres postes de luz sobre el
Chirimoyo; y las propietarias de estos terrenos son Marianita montículo.
de Saavedra y Zoila Dávila
Finalmente, en el perfil con una profundidad entre 130 y 140
La sección del culunco analizada presenta una orientación cm., se recolectó 30 fragmentos de cerámica, 7 de lítica y 3 de
norte-sur y llega hasta el camino de segundo orden. No se rea- obsidiana, en total 40 artefactos.
lizó un seguimiento de todo el recorrido.
E7
LA CHIVERÍA
Código Z2F3-011
Carta ÑII-F3
Coordenadas F3-149 016390 N – 788894 E
F3-146 016530 N – 789025 E
Altitud 1825 m.s.n.m.
Área 60 m2
Tipo de sitio culunco
Para acceder al sitio hay que descender a la hacienda La Victo- Noreste y Sur con la Panamericana y al Norte con el río Pata-
ria, ladera abajo en sentido sur, hasta el cause del río Pataquí. quí. Para acceder al sitio se toma el camino secundario que sale
Este camino antiguo o culunco, está asociado a una estructura de la Panamericana, con dirección a la hacienda Alobuela,
de piedra que vinculaba la parte alta de la Chivería con un pe- que corre en sentido noreste-suroeste
queño sitio de aguas termales en el río Pataquí.
La tola se encuentra alterada en un 70-80%, debido a la cons-
trucción de una piscina, una casa y parte de una población lo-
calizados sobre su parte superior.
ALOBUELA
HACIENDA ALOBICIA 1
SAN RAMÓN
Código Z2-F3-035 F3-063
Carta ÑII-F3
Coordenadas 017480 N – 792194 E
Altitud 2421 m.s.n.m.
Tipo de sitio terraza
Para llegar al sitio se toma la carretera Chavezpamba-San Carmen Flores. Esta terraza de San Ramón se halla en un cor-
José de Minas, se ingresa por el camino a la hacienda Piganta, te de ladera, con amontonamientos de piedras y material dis-
6 Km. hasta la casa de hacienda y se continúa hasta la hacien- perso en la superficie.
da Pataquí pasando por la escuela 7 enanitos, en la casa de
0 1 2 3 5cm 0 1 2 3 5cm 0 2 5 cm 0 2 5 cm
HACIENDA ALOBICIA
Se registra un túnel de más o menos 15 m. de altura por 3 m. de Para llegar, desde el sector del balneario (rincón del cubi), se
ancho correspondiente a una acequia con dirección noroeste- toma el carretero de segundo orden que inicia desde la entrada
sureste, en el que se observa un amontonamiento de piedras a la hacienda Piganta hasta la hacienda San José, en donde se
junto a la pared norte del túnel. llega al sitio.
MOJANDA GRANDE
Esta ladera se encuentra orientada en sentido este-oeste. Limi- tándose en total 113 fragmentos de cerámica, 10 fragmentos de
ta al Norte con el sector de El Hospital, al Sur con el camino lítica y 106 fragmentos de obsidiana.
que conduce a Atahualpa y la quebrada del río Piganta, al Este
con el sector de los Ángeles y Monjas y al Oeste con el camino
de la hacienda Mojanda Grande.
0 1 2 3 5cm 0 1 2 3 5cm
MOJANDA CHICO
Código Z2-F3-027 F3-004
Carta ÑII-F3
Coordenadas 015862 N – 796141 E
Altitud 2579-2590 m.s.n.m. 0 1 2 3 5cm 0 1 2 3 5cm
Área 225 m2
Tipo de sitio montículo circular
LOMA PORTALANZA 1
Conjunto de 7 terrazas defensivas ubicadas en la cara sur del pucará Portalanza; están conformadas con muros de contención que
varían en longitud entre 5 m. y 40 m. de oeste-este y en cuyas hiladas en “pirca” aparecen piedras de forma y tamaño irregular.
LOMA PORTALANZA 3
LOMA PORTALANZA 4
Código Z2-E4-001 E4-023
Carta ÑII-E4
Coordenadas 012267 N – 776533 E
Área 100 m2
Tipo de sitio camino de piedra
Detalle del muro de piedra del sitio loma Portalanza 2. Vistas panorámica del pucará Portalanza.
F3
Evidencias de un muro de contención (primer plano) en las faldas del pucará Portalanza.
El arqueólogo Alfredo Santamaría (FONSAL) frente a las terrazas del pucará de Portalanza.
F4
86 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
NIEBLÍ
Código Z2-F2-018
Coordenadas 013547 N – 780402 E
Altitud 1785 m.s.n.m.
Área 300 m2
Tipo de sitio camino
Manos de mortero y metate. Muro al costado del posible camino colonial, hacienda Nieblí.
F5
88 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
HUATOS
Código Z2-F2-017
Coordenadas 013792 N – 783053 E
Altitud 1785 m.s.n.m.
Área 300 m2
Tipo de sitio cerámico
Sitio con abundante material cultural sobre la superficie, que se halla ubicado en la hacienda de Chirihuayacu, probablemente
como extensión del otro sitio vecino Z2-F2-016. Se encuentra sometido a una intensa actividad agrícola lo que dificulta apreciar
los límites del área de interés.
0 1 2 3 5cm 0 1 2 3 5cm
0 1 2 3 5cm 0 1 3 5cm
HABASLOMA
Código Z2-F2-015
Coordenadas 013079N – 783618E
Altitud 2065 m.s.n.m.
Área 60 m2
Tipo de sitio non sitio
Código Z2-F2-016
Coordenadas 013079 N – 783618 E
Altitud 1800 m.s.n.m.
Área 270 m2
Tipo de sitio cerámico
SAN RAMÓN Y
GUARRANGAL 2
Código Z2-F3-021 F3-243
Carta ÑII-F3
Coordenadas 013591 N - 786305 E
Altitud 1570 m.s.n.m.
Tipo de sitio canal
Corresponde a un canal de riego que se encuentra al oeste de la loma Pucará y forma parte del conjunto de muros de piedra
mencionados en el sitio San Ramón y Guarangal 1.
BARRIO LA LOMA
Se trata de un muro colonial, reutilizado para cerrar la parte Quito-San José de Minas. Se llega desde Chavezpamba por un
posterior del cementerio. Está sobre una ladera que limita al carretero de segundo orden, hasta el barrio Pilgaran, a 120 m.
Norte con el camino de segundo orden que va de Atahualpa a del cementerio. Se recolectó 4 fragmentos de cerámica, 3 de
San José de Minas, al Sur con la quebrada Yunibacu, al Este lítica y 2 obsidianas.
con Loma Santa Margarita, y al Oeste con la vía asfaltada
0 1 2 3 5cm 0 1 2 3 5cm
HACIENDA
LA FLORENCIA
Se encuentra en la cima de una lengua de montaña, cortada En este montículo que se encuentra bien conservado, aproxi-
hacia el noroeste por el cruce del carretero de segundo orden madamente en un 90%, se recolectó 241 fragmentos de cerámi-
que corre en sentido noreste-suroeste. Al sitio se llega por el ca, 11 de lítica y 19 obsidianas; con un total de 271 artefactos.
camino que conduce de la comuna Abuela, hacia la hacienda
La Floreana, en dirección sureste-noroeste.
F8
0 1 2 3 5cm 0 1 2 3 5cm
0 1 2 3 5cm
CHIMBO ALTO
Pese a que, por motivos metodológicos en el lugar se presenta te hasta la zona de Ambuela, en cuyo interior se puede apreciar
tres sitios arqueológicos, en vista de que se encuentran al inte- gran cantidad de sembríos de papa, maíz, cebada, aguacate en-
rior de propiedades diferentes y pertenecen a distintos barrios, tre otros productos, además de una intensa actividad ganadera.
se trata de una gran zona de interés arqueológico con caracte-
rísticas culturales bastante homogéneas. Toda la zona corresponde a diferentes haciendas de activida-
des agrícolas y ganaderas por lo que las probables evidencias
El área de interés se encuentra delimitada hacia el Norte con el arquitectónicas han desaparecido, aún queda gran cantidad de
eje N 013000, en el Sur llega hasta la zona de Chimbo alto, por materiales culturales removidos.
el Este hasta la zona denominada como Jurozanja y por el Oes-
SAN VICENTE
Código Z2-F3-016
Carta ÑII-F3
Coordenadas F3-067, 014503 N – 791727 E
F3-065, 014934 N – 791854 E
Altitud 2179-2246 m.s.n.m.
Tipo de sitio muro de piedra, montículo circular
El conjunto está en una llanura que limita al Norte con la loma le registró como resto de vivienda. En total, se recolectó 130
San Francisco, al Este con el camino a Atahualpa, al Oeste con fragmentos de cerámica, 5 de lítica y 3 obsidianas.
una quebrada sin nombre que se une con la quebrada Ruquin-
cha. Se llega por el camino que conduce a Atahualpa, hasta
una “Y”, luego se toma a la izquierda, hasta llegar al sector
donde se halla una fábrica de lácteos, en el sector San Vicente.
Código Z2-F3-024
Carta ÑII-F3
Coordenadas F3-104, 013120 N 790722 E montículo
F3-096, 012985 N 790887 E estructura colonial
Altitud 2488-2562 m.s.n.m.
Tipo de sitio montículo circular; estructura colonial
0 1 2 3 5cm 0 1 2 3 5cm
EL PANECILLO
LAS PALMERAS
Código Z2-F3-014 F3-039
Carta ÑII-F3
Coordenadas 014979N - 793900E
Tipo de sitio camino de piedra
ALPACHACA
LUCASPAMBA
CARICOCHA
Se localiza en una planicie entre las quebradas Pitara y El Tingo, en la que en forma dispersa aparece bastante material cerámico.
Igual que Cuchuco y otros sitios que se hallan entre quebradas con material disperso y no asociado a elementos habitacionales, pa-
rece que también éste de Caricocha fue un componente temporal en el que se aprovechaba los recursos fluviales de las quebradas.
0 1 2 3 5cm 0 1 2 3 5cm
0 1 2 3 5cm 0 1 2 3 5cm
0 1 2 3 5cm 0 1 2 3 5cm
CRUZ LOMA 1
Código Z2-E4-007
Carta ÑII-E4
Coordenadas E4-102, 009079 N -773408 E
E4-101, 009079 N -773408 E
Altitud 2454 m.s.n.m.
Área 15 m2
Tipo de sitio terrazas
En este sitio se registraron dos pequeñas terrazas de cultivo, cada una de 1 m. de ancho por 15 m. de longitud y 0.20 m. de alto.
Ambas están erosionadas y alteradas por localizarse en un sector de pastizal para el ganado. Para llegar al sitio se recorre la vía
secundaria que avanza desde la hacienda Pelagallo hasta el sector de Cruz Loma, en sentido suroeste-noreste.
LOMA DE NIEBLÍ
0 3 5cm 0 3 5cm
LOMA DE NIEBLÍ 1
Código Z2-E4-004
Carta ÑII-E4
Coordenadas E4-057, 010163 N – 775619 E
E4-051, 010430 N – 775776 E
Altitud 1934 m.s.n.m.
Área 300 m2
Tipo de sitio tolas
LOMA DE NIEBLÍ 2
Código Z2-E4-004
Carta ÑII-E4
Coordenadas E4-054, 010238 N – 775719 E
E4-049, 010041 N – 775821 E
Altitud 1924 m.s.n.m.
Tipo de sitio culuncos
CRUZ LOMA 2
Código Z2-E4-007
Carta ÑII-E4
Coordenadas E4-089, 009141 N – 773707 E
E4-088, 009141 N – 773707 E
E4-086, 009232 N – 774122 E
Altitud 2321 m.s.n.m.
Área 72 m2
Tipo de sitio terrazas
LOMA PORTALANZA 5
Código Z2-E4-002
Carta ÑII-E4
Coordenadas E4-027, 011829 N – 776512 E
E4-026, 011659 N – 776514 E
Tipo de sitio estructura colonial, horno de cal
0 3 5cm
Ruinas de las caleras del sitio Infiernillo, en las que se destacan los
materiales, técnicas y elementos constructivos propios de los periodos
Inscripción del horno de cal de Infiernillo. hispano y republicano.
G3
Código Z2-E4-005
Carta ÑII-E4
Coordenadas E4-011 009836 N- 776913 E
(concentración de material);
E4-010 009799 N- 776940 E (canal colonial);
E4-009 009799 N- 776940 E
(estructura de piedra);
E4-007 009777 N- 776951 E (culunco)
Altitud 1823-1831 m.s.n.m.
Tipo de sitio concentración (n=1); canal colonial (n=1),
muro de piedra (n=1), culunco (n=1).
Para llegar al sitio se toma la carretera de segundo orden que En total, se recolectaron 155 fragmentos de cerámica, 9 de líti-
conduce de la hacienda Nieblí de la Compañía hacia el sector ca y 1 obsidiana.
del Infiernillo, en sentido sur-norte.
0 3 5cm 0 3 5cm
CRUZ LOMA
Se trata de una terraza o planicie de 70 m. en sentido norte-sur y 50 m. de ancho este-oeste, actualmente utilizada en pastizales
para ganado. Se accede por un carretero secundario que une el sector de San Lorenzo con el de Cruz Loma, en sentido sureste-
noroeste.
EL PLAN
Olla trípode, hacienda El Cortijo. Tramo de un culunco del sitio Z2F3-029 F3-309.
G7
118 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
CONRROGAL
Código Z2-F2-006
Coordenadas 010995 N – 787837 E
Altitud 2300 m.s.n.m.
Área 500 m2
Tipo de sitio cerámico - tumba
Este sitio se encuentra localizado en una ladera bastante fuerte, compuesto por ceniza volcánica de color marrón amari-
sobre la cual se pudo apreciar gran cantidad de materiales cul- llento;
turales cerámicos y líticos. Limita por el Norte hasta la quebra- D3: es un suelo de color marrón grisáceo de 0,38 m. de
da Palmares, en el Sur con las estribaciones de la Loma Santa espesor, se puede ver la presencia de un lente de ceniza
Rosa, el Este con los límites de la hacienda Pinguilla, y al Oeste volcánica;
con el río Guayllabamba. D4: suelo muy suelto sobre el cual se asienta la vasija y
los restos óseos, de naturaleza arenosa.
Los fragmentos de cerámica asociados a algunos huesos re-
movidos por la apertura de un canal a través del cual corre el Una vez retirada la vasija, se continuó con la excavación de la
agua lluvia, motivó la excavación de un pozo de sondeo, dando tumba, y se rescataron algunos huesos largos.
como resultado el hallazgo de una tumba.
0 3 5cm
0 3 5cm
Excavación de pozo de sondeo en el sitio Conrrogal. Material cultural del sitio Conrrogal.
G8
120 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
SANTA ANA
Código Z2F2-005
Coordenadas 11338 N-789246 E
Altitud 2300 m.s.n.m.
Área 20 m2
Tipo de sitio non sitio
Planicie localizada en las coordenadas indicadas, con presencia de fragmentos cerámicos sin asociación a ningún resto de estruc-
tura o rasgo, fruto posiblemente de material de arrastre.
HACIENDA PINGUILLA
Código Z2-F2-007
Coordenadas 010826N - 789396E
Altitud 2400 m.s.n.m.
Área 500 m2
Tipo de sitio sitio monumental; tola de planta circular
0 3 5cm 0 3 5cm
gue de las demás lomas por una gran cruz de concreto que allí
se ha levantado.
0 3 5cm 0 3 5cm
MAGOTA
Código Z2-F2-014
Carta CT ÑII-F2A Chavezpamba
Coordenadas 009693 N -790042 E
Altitud 2353 m.s.n.m.
Área 300 m2
Tipo de sitio cerámico
LOMA CHIBIGA
Se trata de un área muy pequeña, ubicada en la parte superior de la loma Chiriboga, cuyo componente arqueológico se reduce
a la presencia de algunos fragmentos de cerámica sobre la superficie que no se asocian a ningún otro rasgo visible. Pertenece al
periodo de Integración.
0 3 5cm 0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
CHIMBO ALTO
Código Z2-F2-004
Coordenadas Chimbo Alto 011735 N - 790678 E
Altitud 2100 m.s.n.m.
Área 5000 m2
Tipo de sitio cerámico
0 3 5cm 0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
CARICOCHA 2
Código Z2-F2-010
Coordenadas 011264 N - 792179 E
Altitud 2700 m.s.n.m.
Tipo de sitio cerámico
Área 300 m2
CHUFICAL
Código Z2-F2-011
Coordenadas 010717 N – 791670 E
Altitud 2927 m.s.n.m.
Área 1200 m2
Tipo de sitio cerámico
0 3 5cm
0 3 5cm
BARROPAMBA
Código Z2-F2-012
Coordenadas 010029 N – 790926 E
Altitud 2700 m.s.n.m.
Área 70 m2
Tipo de sitio non sitio
Zona arqueológica localizada al pie de la loma Chufical, en donde afloran materiales culturales cerámicos, aparentemente proce-
dentes de arrastre del sitio Chufical.
0 3 5cm 0 3 5cm
MAGOTILLA
Código Z2-F2-013
Carta CT ÑII-F2A Chavezpamba
Coordenadas 009229 N - 791131 E
Altitud 2791 m.s.n.m.
Área 40 m2
Tipo de sitio cerámico
Presencia de materiales culturales cerámicos en la superficie, sin asociación a rasgo alguno. Se encuentra en la parte alta del cerro
del mismo nombre (Magotilla), lo cual hace pensar en la posibilidad de que haya sido utilizado eventualmente para actividades
específicas.
0 3 5cm 0 3 5cm
ALOGUINCHO
Código Z2-F3-041
Carta CT ÑII-F3B Laguna de Mojanda
Coordenadas 011781 N - 793874 E
Altitud 2800 m.s.n.m.
Área 2250 m2
Tipo de sitio monumental- tola circular
0 3 5cm 0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
MORASPUNGO
Código Z2-F3-044
Carta CT ÑII-F3B Laguna de Mojanda
Coordenadas 010959 N - 793106 E
Altitud 2600 m.s.n.m.
Área 1200 m2
Tipo de sitio non sitio
El sitio Moraspungo, se localiza en el costado Este de la vía En esta área, al igual que en los sitios arqueológicos aledaños,
que une las poblaciones de Puéllaro y Malchinguí, pasando se aprecia materiales cerámicos sobre la superficie, pero ningún
por Coyogal y Aloguincho; por el Este se extiende hasta la vestigio o rasgo de carácter arquitectónico.
cota de los 1800 m.s.n.m., por el Norte hasta la población de
Aloguincho y por el Sur hasta la población de Agato.
RUMISALTO
Código Z2-F3-043
Carta CT ÑII-F3B Laguna de Mojanda
Coordenadas 010557 N - 795059 E
Altitud 2800 m.s.n.m.
Área 150 m2
Tipo de sitio cerámico
Este sitio se halla en una depresión formada por dos elevacio- Se encuentra ocupado por cultivos de maíz y potreros, dejan-
nes: entre la falda norte de la elevación loma Cunigaro y la do ver en las partes removidas muchos fragmentos cerámicos
estribación sur occidental de la elevación La Grada. tanto en la superficie, como en los 20 primeros centímetros de
propiedad. Corresponde al periodo de Integración.
CUCHUCO
Código Z2-F3-047
Carta CT ÑII-F3B Laguna de Mojanda
Coordenadas 010040 N - 792960 E
Altitud 2640 m.s.n.m.
Área 300 m2
Tipo de sitio campamento temporal
0 3 5cm 0 3 5cm
AGATO
Código Z2-F3-046
Carta CT ÑII-F3B Laguna de Mojanda
Coordenadas 009589 N - 793927 E
Altitud 2600 m.s.n.m.
Área 1200 m2
Tipo de sitio posible tola (alterada)
FARINANGOPOGYO
Código Z2-F3-040
Carta CT ÑII-F3B Laguna de Mojanda
Coordenadas 011524 N - 795607 E
Altitud 3200 m.s.n.m.
Área 10 m2
Tipo de sitio cerámico, pogyo
COYOGAL
Código Z2-F3-042
Carta CT ÑII-F3B Laguna de Mojanda
Coordenadas Quebrada 1 010386 N - 795984 E
Quebrada 2 010031 N - 795467 E
Altitud 2800 m.s.n.m.
Área 240 m2
Tipo de sitio cerámico
Los restos arqueológicos encontrados en esta zona correspon- quebrada Coyogal es la fuente más grande y cercana a la zona.
den a fragmentos cerámicos sin asociación a ningún rasgo, Se localiza en la rivera norte de dicha quebrada del mismo
pero que cobran importancia al vincularse con actividades de nombre, y cubre una franja de 800 m. de largo por 400 m. de
abastecimiento de agua y otros recursos fluviales, dado que la ancho.
0 3 5cm 0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
SANTA ROSA
Código Z2-F3-045
Carta CT ÑII-F3B Laguna de Mojanda
Coordenadas 009425 N - 795610 E
Altura 2600 m.s.n.m.
Área 250 m2
Tipo de sitio posible ocupación temporal
Este sitio se encuentra en la cima de una colina sobre la rivera No se encontraron restos de estructuras ni de rasgos relaciona-
norte de la quebrada Santa Rosa; se caracteriza por la presen- dos con esta cerámica.
cia de una moderada cantidad de materiales cerámicos.
0 3 5cm 0 3 5cm
EL CHONTAL
Código Z2-E4-012
Carta ÑII-E4
Coordenadas E4-142 006957 N - 771286 E (culunco);
E4-141 006530 N - 771425 E (perfil);
E4-140 006585 N - 771439 E (terraza)
Altitud 2880-2980 m.s.n.m.
Tipo de sitio culunco; perfil, terraza de cultivos
HACIENDA GUADALUPE
Código Z2-E4-015
Carta ÑII-E4
Coordenadas E4-071 006769 N - 774225 E (horno)
E4-076 006728 N - 774189 E
(amontonamientos de piedra)
Altitud 2022-2029 m.s.n.m.
Tipo de sitio amontonamientos de piedra (n=1),
horno colonial (n=1)
HACIENDA GUADALUPE
Código Z2-E4-006
Carta ÑII-E4
Coordenadas 008542 N - 776690 E
Altitud 1904-2025 m.s.n.m.
Área 314 m2
Tipo de sitio montículo
El montículo está en medio de la quebrada Chiguayacu y el río Se trata de un montículo circular de 20 m. de diámetro por 4
Blanco, se llega por el carretero de segundo orden que conduce m. de altura, sobre éste se ha realizado la construcción de una
del sector de Pululagua al sector de Guarumal Grande en sen- vivienda, afectado en un 30%.
tido sur-norte.
Casa de hacienda de Caspigasí, en proceso de restauración Detalles contables de las cosechas de maíz en 1938,
por parte del FONSAL. escritos sobre las paredes de la casa de hacienda de Caspigasí.
H4
Código Z2F3-032
Carta ÑII-F3
Coordenadas F3-323 006710 N - 779548 E (montículo1)
F3-322 006587 N - 779615 E (montículo 2)
F3-320 006684 N - 779650 E (montículo 3)
Altura 2710 m.s.n.m.
Tipo de sitio montículos
HACIENDA EL TROJE
Estructura cuadrangular asociada al canal en la hacienda El Troje. Posible casa de hacienda El Troje.
H6
EL TROJE
0 3 5cm 0 3 5cm
RAQUIPAMBA
0 3 5cm 0 3 5cm
IPILA
0 3 5cm 0 3 5cm
CABUYAL
CANSINO
0 3 5cm 0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
Restos de un posible muro, sitio Cansino. Material cerámico del sitio Cansino.
TRIGOLADERA
La zona de interés arqueológico se refiere a la parte alta de la loma, en cuya cúspide plana se hallan materiales culturales cerámicos
sin asociación a otros elementos visibles.
LA CONGA
Se encuentra en unos pastizales sobre la cúspide de la loma Los límites de este sitio de extienden por el Sur y el Este has-
La Conga y su componente arqueológico se limita a la presen- ta la carretera que atraviesa la hacienda Piyango, en las estri-
cia de materiales cerámicos sobre la superficie, sin asociación a baciones meridionales de Piyango; por el Norte llega hasta la
ningún otro rasgo o estructura. cúspide de la loma y hacia el Oriente hasta las estribaciones de
la loma Nachimburo.
LOMA NACHIMBURO
Este sitio se encuentra emplazado en la cúspide de la loma Nachimburo. Es notoria la presencia de materiales culturales cerámicos
sobre la superficie, pero sin asociación a elementos arquitectónicos o rasgo alguno.
LOMA RUMIPAMBA
EL CHACÓN
MAGOTILLA LUMBRAL
El sitio se encuentra entre las estribaciones de la loma Pinllo Se trata de un sitio pequeño localizado en la ladera de la loma
Pungo, por el Norte, la quebrada de La Merced por el Este, la Chivita; su componente arqueológico se limita a la presencia
quebrada de Piñán por el Sur y el Oeste. Está dividido en dos de materiales cerámicos en superficie y puede tratarse de frag-
segmentos, debido a la construcción de la carretera de segundo mentos que resbalaron desde la parte alta; aunque bien podría
orden que vincula Puéllaro con la zona de Magotilla. manejarse también la tesis de que fue un sitio de abastecimien-
to de agua y otros recursos, en virtud de que se encuentra junto
En toda el área señalada hay materiales culturales cerámicos a la rivera de la quebrada de Sigsihuaycu.
sobre la superficie hasta una profundidad de 0,20 m., que co-
rresponden al período de Integración.
Material cerámico del sitio Magotilla. Material cerámico del sitio Lumbral.
H9
156 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
PINILLOPUNGO
Se localiza en las estribaciones sur occidentales del cerro Magotilla y se lo ha calificado como un non sitio en virtud de que presenta
material disperso no asociado a ningún tipo de contexto; y evidencia claramente que fue fruto de arrastres desde la parte más alta
del cerro, donde se encuentra el sitio Magotilla, Z2-F3-049 – 067.
0 3 5cm 0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
Casa campesina de San José de Minas, construida con la técnica del bahareque.
CAPULÍ 2
Quebrada La Hermita
Se localiza en un costado del camino que va hacia Malchinguí, bastante material cultural cerámico, sin asociación a ningún
desde los barrios de Aloguincho y Coyogal, cerca del puente contexto.
que atraviesa la quebrada denominada La Hermita.
Igualmente, hacia la orilla norte de esta quebrada, se localiza
El sitio se extiende desde el sur en la orilla norte de la quebrada una estructura construida de muros de piedra, aparentemente
y puente hacia el Norte hasta la cota los 2500 m.s.n.m. En esta unida con mortero de cal y arena; podría tratarse de un molino
cota, alejado de la orilla de la quebrada 500 m., se recuperó construido durante la época colonial o republicana.
H10
160 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
En realidad se trata de un solo sitio, el cual ha sido dividido El componente cultural, se limita a una gran cantidad de mate-
por efectos de la construcción de la carretera y las delimita- riales cerámicos dispersos desde la superficie hasta la profundi-
ciones políticas o jurisdiccionales y la ocupación de distintos dad de 0, 40 m. no asociados con otros rasgos.
propietarios.
SAN RAFAEL
CAPULÍ 1
En este lugar, se encontraron pocos fragmentos cerámicos, posiblemente arrastrados desde la zona del sitio Santa Rosa, el cual se
encuentra en la cúspide de la loma de la misma elevación. Además la fuerte pendiente y la escasa área de dispersión, hace pensar
sobre un non sitio.
PURGAPAMBA
Está localizado en las faldas del cerro San José, y presenta algunos fragmentos de cerámica, fruto de deslizamientos de tierra
desde los sitios loma San José y San José que se encuentran en la parte alta de la misma elevación. Corresponde al periodo de
Integración.
0 3 5cm 0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
YUNGUILLA
Se ingresa por carretero de segundo orden que inicia en la ca- Este culunco va en sentido noroeste-sureste, tiene una longitud
rretera Quito-Calacalí, y avanza en sentido sur-norte hasta lle- de 1.5 Km. y una altura que varía entre 1.5 m. a 2 m. Este
gar al cráter del Pululahua. camino todavía es utilizado por la gente del sector como vía
de acceso.
PULULAGUA II
Código Z2-F3-033
Carta ÑII-F3
Coordenadas F3-315 005653 N - 781383 E
(muro de piedra);
F3-313 005703 N - 781445 E
(muro de piedra);
F3-314 005753 N - 781440 E
(petroglifo)
Altitud 2590 m.s.n.m.
Tipo de sitio muros de piedra y petroglifo
ALCHIPICHÍ
Si bien, por motivos metodológicos se registran tres sitios quebrada de Santa María en la zona de Burropotrero, al Este
arqueológicos, en concreto se trata de una sola ocupación que hasta llegar a la zona de las estribaciones montañosas del cerro
se asentó en toda la zona del actual pueblo de Alchipichí. Pishangui, al Sur la quebrada San Rafael en las estribaciones
montañosas de Artesón, y por el Occidente las estribaciones
El sitio de interés arqueológico estaría ubicado en los limites del cerro Ventanillas.
de la actual población, al Norte se extiende hasta la rivera de la
LA LIBERTAD
Puede decirse que se trata de una continuación del sitio Cam- En la superficie pueden apreciarse materiales culturales
panario, en virtud de que se encuentra justamente en la parte cerámicos en mediana densidad. No existen rasgos ni elemen-
baja, limitando hacia el Este con aquel, luego de una fuerte tos arquitectónicos asociados. Al momento, el sitio es utili-
pendiente con las faldas del Campanario. Hacia el norte, puede zado para el cultivo de frutales. Corresponde al periodo de
verse materiales cerámicos dispersos hasta el poblado de Alchi- Integración.
pichí; al Sur limita con la población de La Libertad y al Oeste
con la carretera que llega a esta población.
0 3 5cm 0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
CRUZLOMA
Se trata de una zona plana alargada al Norte del cerro Campanario, y lateralmente delimitada por dos elevaciones topográficas
que dan lugar a la formación de algunas laderas de baja pendiente. El suelo arenoso es semi compacto, cuya vegetación es baja casi
a ras del suelo y de pequeños arbustos. A nivel del suelo se puede apreciar material cultural cerámico.
CAMPANARIO
HACIENDA EL CORTIJO
CALACALÍ
0 3 5cm 0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
LOMA PROVIDENCIA
Código Z2-F3-049 – 74
Coordenadas 001227 N - 787096 E
Altitud 2100 m.s.n.m.
Área 100 m2
Tipo de sitio no sitio
0 3 5cm 0 3 5cm
LOMA CATEQUILLA
Código Z2-F3-049 – 75
Coordenadas 000398 N - 786502 E
Altitud 2633 m.s.n.m.
Área 300 m2
Tipo de sitio cerámico
posiblemente
multicomponente
Sitio Catequilla.
J7
PUCARÁ DE RUMICUCHO
Código Z2F3-044
Coordenadas 10001829 N - 786220 E
Altitud 2600 m.s.n.m.
Área 3 ha
Tipo de sitio pucará
Rumicucho (rincón de piedras), es una pequeña huella latitud y 78 25 44 longitud), facilitaba a los creyentes aboríge-
arquitectónica que los incas nos han dejado como evidencia de nes comprobar el fenómeno mágico-ritualista del “hombre sin
su expansionismo militar en territorio Kitu. Forma parte de sombra”.
una cadena de “pukarakuna” (pucarás) levantados sobre los
cerros o colinas naturales, desde donde estratégicamente los
cuzqueños ejercieron su hegemonía administrativa, militar, re-
ligiosa y aculturizante (1500 a 1534 d. C). Está integrado en
una línea de avanzada con otros pucarás como Capillapam-
ba, Chacapata, Guayllabamba y el conjunto de Quitoloma
sobre El Quinche.
5 Las investigaciones auspiciadas por el Museo del Banco Central (1976-1990) y las actuales del FONSAL (2001-2009), demuestran que en Rumicucho también se realizaron tareas complementarias de textilería, artesanías en huesos y agricultura en
el área circundante.
J7
Desde ese pucará, como en tiempos prehispánicos, se continúa Rumicucho, conjuntamente con Ingapirca, fue de los prime-
dominando visualmente el típico horizonte andino en el que se ros monumentos arquitectónicos prehispánicos investigados
destacan los cerros de La Providencia, Catequilla y el Cayam- por el Museo del Banco Central del Ecuador. Su objetivo se
be, al Este: los Marca, Padre Rumi y cercanías del Pululahua, orientó no sólo al rescate de información arqueológica, sino
al Oeste el encañonado del Guayllabamba y el Cotacachi al al tratamiento integral del sitio en el que confluían tareas de
Norte; mientas que hacia el sur se extiende un paisaje cultural- investigación, excavación, restauración y puesta en valor. De
mente modificado por la presencia de asentamientos moder- esta manera, desde 1976 ha sido el gran referente arqueológico
nos como los de San Antonio de Pichincha, el complejo de la
Mitad del Mundo, el valle de Pomasqui y la entrada a Quito.
Acceso norocciental del pucará de Rumicucho. Patio y horno de cal de la antigua hacienda de Rumicucho.
A3
SAN VICENTE
LOMA CAPILLAPAMBA
0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
LOMA FRAILÓN
Código Z3-B1-003
Carta ÑII-B1
Coordenadas 997200 N - 782344 E
Altitud 2590 m.s.n.m.
Tipo de sitio estructura colonial
0 3 5cm
0 3 5cm 0 3 5cm
Frailejón. Zona ala de San José de Minas. Material cerámico de loma Frailón.
Atlas Arqueológico DMQ
192 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
Conclusiones
L
a prospección arqueológica del bloque San José de huacas: el primero, el volcán Mojanda6 y el segundo, el
Minas, muestra la presencia de sitios arqueológicos Ninamburo, que interactuaban como mediadores, recep-
de variada calidad, intensidad de ocupación y ubi- tores y dinamizadores de los aspectos de ritualidad y de
cación geográfica. El sistema de ocupación de los pueblos comunicación, a más de constituirse en hitos geográficos
aborígenes en épocas tardías, guarda una relación perma- preponderantes del área local.
nente con esa distribución geográfica y espacial entre los Este planteamiento parte de la distribución y ubi-
elementos que constituyen sus contextos. Dichos asen- cación de los diferentes componentes arquitectónicos ar-
tamientos andinos aparecen asociados y/o vinculados a queológicos que se han descubierto. Por una parte están
varios factores que van desde lo sagrado hasta lo cotidia- las denominadas tolas, como las principales, a las cuales
no, pues a través del uso y manejo del espacio geográfi- se subordinan y se relacionan diversos montículos, por
co se generan aspectos cosmogónicos y manifestaciones lo general de patrones curvilíneos (circulares) y algunas
materiales concretas plasmadas en el uso doméstico y estructuras identificadas a través de sus basamentos, que
cotidiano. pudieron ser de conjuntos habitacionales, pucarás y cami-
Toda la zona presenta un gran potencial arqueoló- nos; y, por otra parte se hallan aquellas evidencias mate-
gico, que incluye impresionantes evidencias arquitectó- riales dispersas sobre la superficie o también localizadas
nicas, muchas de las cuales lamentablemente han sido in situ dentro de los diferentes depósitos estratigráficos.
sometidas a procesos agresivos de alteración y elimina- Esta secuencia piramidal de los componentes ar-
ción, pero que, por información de los pobladores y la queológicos, se localizan de manera radial pero interrela-
constatación de sus últimas huellas constructivas, ade- cionados unos con otros, según una lógica de distribución
más de materiales dispersos sobre la superficie, sabemos y asociación; a partir de los elementos de mayor jerarquía
de su existencia. (tolas), ubicados alrededor de la montaña Ninamburo, se
Los resultados obtenidos en los estudios de campo encuentra una gran cantidad de montículos, que además
e interpretados a la luz de los sistemas de organización se expanden a lo largo de las cuchillas que desde la mon-
cacical en el período tardío en los Andes Septentrionales, taña central se dirigen en varias direcciones, para confluir
muestra en San José de Minas evidencias de un posible ca- después todas hacia la cuenca del río Guayllabamba. Aso-
cicazgo, aunque no se lo encuentra en los registros de los ciados a estos elementos, aparecen las áreas domésticas,
etnohistoriadores. La densidad de sus vestigios arquitec- habitacionales y agrícolas como terrazas y camellones
tónicos, su ubicación geográfica y la presencia de tantos agrícolas.
materiales culturales, son indicadores de una ocupación El resto de componentes culturales (cerámica,
muy bien estructurada, jerarquizada y con extensión ma- lítica) están asociados dentro de los ejes de dispersión y se
cro regional. proyectan hacia las quebradas o ríos de los alrededores,
En cuanto a su aislamiento y falta de información estableciendo así un distanciamiento con el Ninamburo
documental en tiempos de la colonia, no se ha podido de- o el Mojanda.
terminar sus posibles causas o un motivo que lo justifique; En la cima y laderas del Ninamburo no se registra
lo cierto es que se le restó el protagonismo que amerita- ningún tipo de evidencia arquitectónica, aunque sí una
ba tener. Sus evidencias distribuidas en toda la zona, son pequeña dispersión de materiales cerámicos; mientras, la
componentes que permitan, entre otras cosas, plantear hi- parte baja presenta vestigios de culuncos que ascienden
potéticamente que este sector guarda mucha relación con hacia la parte alta.
la distribución y presencia de centros de poder sacral. Este patrón de dispersión/agrupación que se ha
La zona está relacionada con dos puntos de influen- registrado en los alrededores del actual poblado de San
cia cosmológica considerados como puntos sacrales o José de Minas, si bien se lo considera como un punto de
6 De los datos registrados en el estudio de monitoreo arqueológico de la zona de Puntiachil, se deduce que las “lliptas” de la zona están relacionadas a los actos de ritualidad usado por los “shamanes”, quienes a más de curanderos
de enfermedades eran los intermediarios entre los hombres y sus dioses o taitas; dioses que se encontraban encarnados en varias montañas como los taitas Imbabura, Cayambe, Mojanda y el mama Cotacachi (Espinosa, 1983: 256,
en Aguilera, 2003)
Atlas Arqueológico DMQ
BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS 193
presencia de cacicazgo que no ha sido considerado en la caso, de una sección de vasija con motivos antropomorfos
época colonial, guarda un patrón de distribución y conti- al filo del borde, de evidente tradición Puruha, lo que su-
nuidad con las evidencias registradas en el bloque ubicado giere una relación con cacicazgos del sur (región Puruha),
al noroccidente (Pacto), con sus grandes concentraciones que llegaron a la línea equinoccial, probablemente atraí-
de tolas y montículos (Jara, 2006). dos por aspectos astronómico-religiosos o seguramente
De los datos registrados, se puede determinar que por el intercambio de bienes y productos en sentido norte-
estos complejos se encuentran asociados o marcan un sen- sur. J.M. Coba Robalino, menciona que gente del sur lue-
tido de intercomunicación a través de la presencia/ausen- go de varios días de caminata, llegaba hasta esta zona con
cia de montículos, en un eje transversal que nacen en las fines religiosos, ubicaban altares y celebraban ceremonias
estribaciones occidentales de la cordillera Occidental has- en varios lugares. Pese a la búsqueda durante la presente
ta las estribaciones occidentales de la cordillera Oriental, prospección no han sido localizados dichos lugares.
atravesando las provincias de Pichincha e Imbabura y ge- En lo que corresponde a las secciones de piezas de
nerando un limite etnográfico con la región denominada filiación inca y su distribución a lo largo y ancho del blo-
Pasto, en el norte. Se trata de un patrón de enlace entre las que San José de Minas, se dio una situación de sorpresa
grandes concentraciones de estructuras piramidales trun- que despertó curiosidad y que merece especial atención.
cas o tolas con los de montículos ubicados en el centro Al examinar el conjunto de evidencias, únicamente
norte poblado de San José de Minas. se encontraron algunos fragmentos incas en sitios locali-
Si bien la mayoría de las evidencias se las registraba zados por debajo de la ribera sur del río Guayllabamba,
como asociadas a la tradición Caranqui, el resto de ma- dentro del eje de expansión que se ha determinado. Mien-
teriales demuestran una interrelación amplia que superó tras que, hacia el norte de la ribera del río no se encontró,
las posibles fronteras culturales y permitió desarrollar un de manera directa o con influencia incaica, ninguna pie-
nivel de ocupación extenso, vinculándose esta área a mu- za, ni siquiera en el conjunto de vasijas completas recupe-
chos sectores y cacicazgos vecinos. Esta situación, ha sido radas y que se encuentran en posesión de los habitantes
corroborada por la gran dispersión o relación en cuanto de la zona.
a los estilos cerámicos asociados a diferentes tradiciones Por otra parte, al registrar la cerámica del bloque San
culturales más definidas (quitus, caranquis, yumbos), qui- José de Minas, especialmente la que proviene del sector
zás por relaciones comerciales o también por vínculos re- occidental, muchos fragmentos aparecen tipológicamente
ligiosos que se extendieron por toda la región. similares a las formas de floreros o cántaros encontrados
Para el caso de las evidencias de filiación Panzaleo en el territorio yumbo (Jara, 2006). Esta posible filiación o
se constata que están claramente identificadas en todo el probable influencia interregional recuerda las referencias
Distrito Metropolitano de Quito y desde luego también en de Coba Robalino, cuando insinúa que las comunidades
el bloque San José de Minas, con lo que se confirma que serranas de Minas mantuvieron contactos con esa región
dicho grupo interactuó con estas etnias locales. Sus rela- subtropical. Evidentemente, dichos contactos debían ser
ciones debieron estar ligadas al intercambio de productos de carácter comercial y de intercambio de conocimientos
exóticos (coca, sal, ají), realizados a través de grupos que y manifestaciones culturales.
ascendían desde las zonas tropicales costeras y probable- Los vestigios cerámicos, aunque correspondan en su
mente también de la Amazonia. alto porcentaje a los rescatados solo a nivel de superficie,
Estas relaciones culturales, según J.M Coba Robali- denotan una interrelación cultural de los pueblos locales
no, están evidenciadas por muchas palabras de origen “co- con las zonas circunvecinas, no solo de la región yumbo
lorado” y “Cayapa” que influyeron desde sus territorios sino también de Guayllabamba, de las mesetas de Quito
de pisos altitudinales bajos o costeños; y no se diga por y del área norte.
la relación establecida a través del uso del estilo cerámico Finalmente, las formas cerámicas correspondientes
Panzaleo asociado igualmente al grupo étnico Tsachila, al periodo de Integración, diremos que se hallan práctica-
quienes las empleaban no en actividades cotidianas do- mente por todo el bloque Minas y muestran una recurren-
mesticas, sino más bien en actividades de uso especializa- cia o similitud con las formas diagnosticadas para las tra-
do (bienes de intercambio) y quizás mítico-religioso. Por diciones Cayambe, Caranqui, Cochasquí y Chaupicruz,
esta razón, su vinculación o presencia dentro de la zona lo cual plantea una vez más el problema de la definición
de estudio podría interpretarse como parte de los nexos de área cultural y procesos de organización social, econó-
de la región con poblados de tierras bajas, en épocas abo- mica y tecnológica en la perspectiva regional centralizada.
rígenes. El reconocimiento de la Sierra Norte, como una
Con respecto al resto de filiaciones culturales, locali- macro-área en cuyo contexto se reconoce la influencia
zadas en la prospección de San José de Minas, determinan de una forma cacical de organización durante el periodo
otras posibles fronteras de contacto o expansión. Tal es el de Integración Tardío, se justifica por la simple razón de
Atlas Arqueológico DMQ
194 BLOQUE SAN JOSÉ DE MINAS
que el análisis de una organización de esta naturaleza adquie- muy alteradas; pero quizás lo más difícil ha estado especial-
re sentido, precisamente en una perspectiva regional. En todo mente en los sectores altos, en la inclemencia del clima, las
caso, la diversidad de elementos presentados y descritos son frecuentes lluvias y la extensión del territorio con su topografía
indicativos de un nivel de adaptación sui géneris en esta etapa muy accidentada.
del desarrollo social de la zona. En todo caso, la cantidad y calidad de los vestigios que
Por las implicaciones socio económicas y culturales con- aún quedan en el territorio de este bloque y que el FONSAL
tenidas en los materiales analizados y en los restos de estruc- los publica en el presente mapa, evidencian la riqueza patrimo-
turas, se puede decir que el poblado era un grupo humano con nial prehispánica, patrimonio que de alguna manera sigue en
niveles de cohesión social y económica que al momento de los vigencia y del que hay que apropiarse, pues según la UNESCO:
señoríos étnicos o llactacunas locales, eran dependientes de un Se entiende por patrimonio “a la apropiación y gestión de las
cacique mayor que controló el flujo de productos de y hacia manifestaciones materiales e inmateriales heredades del pasa-
otras regiones. do incluyendo los valores espirituales, estéticos, tecnológicos,
El análisis precedente, hace ver que la zona norte de Qui- simbólicos y toda forma de creatividad, que los diferentes gru-
to y de la provincia de Pichincha, estuvo densamente poblado pos humanos y comunidades han aportado a la historia de la
durante el período de Integración. Si se toma en cuenta la co- humanidad” (UNESCO, 2003).
existencia de cerámica foránea a la región con cerámica local, Debido a la existencia de sitios de alta sensibilidad ar-
se observa que por alguna razón existió gran cantidad de mo- queológica, se sugiere la ejecución de un proyecto de excava-
vilización de otros lugares hacia la zona y viceversa. La razón ción que permita conocer más a fondo el componente arqueo-
podría ser la ubicación geográfica, pues los pasos naturales de lógico de la zona. Asimismo, es necesario que los trabajos de
comunicación, denominados “bocas de montaña”, siempre implementación de infraestructura en los sitios arqueológicos
constituyeron puntos de tránsito obligado en el intercambio reportados, sean monitoreados por un arqueólogo calificado.
de productos. Gracias a los estudios etnohistóricos, la zona de
Quito se caracteriza por ser el lugar más probable para un in-
tercambio centralizado (Salomon, 1980).
Otro motivo de esta activa movilización en la zona, po-
dría ser que estos señoríos de base agrícola propiamente noran-
dina, disfrutaron de altos niveles de productividad multivaria-
da debido a la posibilidad de diversificación ecológica lograda
mediante modificaciones substanciales del medio ambiente
(Villalba, 1998). El hecho de controlar algunos nichos ecoló-
gicos, hizo posible tener acceso a diversos tipos de recursos
alimenticios, lo cual motivaba relaciones de intercambio entre
cacicazgos, dando lugar a la formación de puertos de comercio
como Quito, cuya ubicación evidencia un interés muy especial
por emplazarse cerca de los pasos de montaña y facilitar los
accesos a la llanura occidental y a los valles en general.
A este respecto, debe señalarse que no se ha logrado de-
terminar la presencia de muchos caminos prehispánicos, qui-
zás porque todas las vías aparecen ensanchadas con interven-
ciones modernas, salvo algunos trechos como el encontrado
en la zona de la hacienda Nieblí de la Compañía, que se lo
presume colonial; pero, la existencia de pequeños asentamien-
tos ubicados en puntos más o menos equidistantes de las vías
o calzadas que unen los centros mayores y alejados, como Me-
ridiano, Alchipichí, sugieren la existencia de caminos que de-
bían unir dichos centros precolombinos; pues la importancia
del paisaje económico, el principio de transporte y la ordena-
ción de los principales sitios de ocupación dependen de las vías
de acceso de que disponen los pueblos (Hodder y Orton, 1976).
Para terminar, diremos que la recolección de los datos
en este bloque ha tenido varios limitantes, sobre todo a causa
de la intensa actividad agrícola y ganadera a la cual han sido
sometidos los terrenos y que, por tanto, las evidencias aparecen Casas recuperadas por el Fonsal, Parque San José de Minas.