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Uveítis
10 ORIENTACIÓN MIR
Es un tema importante. Se debe diferenciar la clínica de uveítis anteriores y posteriores,
conocer las causas más frecuentes y las asociaciones con determinadas enfermedades
sistémicas. Suele preguntarse como caso clínico; hay que repasar la selección al final
del capítulo.
La uveítis es una inflamación del tejido uveal (Tabla 1). En el caso de las Las formas juveniles aparecen muy relacionadas con la artritis crónica juve-
formas anteriores, es importante hacer el diagnóstico diferencial con otros nil. En el adulto, con la espondilitis anquilopoyética (enfermedad más fre-
procesos que pueden cursar con ojo rojo, como son la conjuntivitis (no dolo- cuentemente asociada), tuberculosis, herpes, pielonefritis, artritis reactiva,
roso), la queratitis o el glaucoma agudo (ambos dolorosos). La distribución Behçet, enfermedad inflamatoria intestinal, lúes, sarcoidosis.
de la hiperemia, el tamaño de la pupila y la presencia o no de lesión corneal
asociada, ayudan al diagnóstico diferencial. Otras causas más raras de uveítis son: Whipple, Lyme, lepra, infección por
virus varicela zóster, glomerulonefritis IgA y Vogt-Koyanagi-Harada.
En los cuadros en los que existe inflamación uveal pueden afectarse la
porción anterior de la úvea, incluyendo el iris, y el cuerpo ciliar: se trata de Etiología idiopática frente
uveítis anterior o iridociclitis; o la porción posterior: coroiditis, aunque suele a etiología por toxoplasmosis
hacerlo al mismo tiempo la retina, y entonces se habla de coriorretinitis.
Cuando se afecta toda la úvea, se trata de panuveítis.
Esta localización de los procesos inflamatorios en dos regiones puede tener Apuntes
relación con su aporte arterial: del profesor
•• Úvea posterior: ciliares cortas posteriores.
•• Úvea anterior: ciliares posteriores largas y ciliares anteriores.
Las uveítis son más frecuentes entre los 20-50 años. Su etiología es múltiple Clínica (MIR 11-12, 25)
y confusa, por ello es fundamental realizar siempre una anamnesis com-
pleta. El paciente muestra un síndrome ciliar (dolor, fotofobia, blefaroespasmo e
inyección periquerática [Figura 1]). La irritación del esfínter del iris deter-
A veces, estos cuadros acompañan a otros procesos sistémicos (enfermeda- mina una pupila en miosis y el edema iridiano provoca una ralentización de
des reumatológicas, infecciones, etc.) o a afecciones de vecindad (sinusitis, sus reacciones o bradicoria. El iris puede aparecer tumefacto y con cambios
abscesos dentarios). Pero la mayoría son inflamaciones oculares aisladas de de coloración, por dilatación vascular y borramiento de sus criptas. Incluso
causa desconocida. es posible que sangren los vasos iridianos, apareciendo hipema (sangre
en cámara anterior). Por último, hay exudados en la cámara anterior, al
Iridociclitis Coroiditis romperse la barrera hematoacuosa por la inflamación, pasando proteí-
o uveítis anterior o uveítis posterior
nas, fibrina y células al humor acuoso. De este modo, se puede observar
Clínica •• Ojo rojo doloroso •• Moscas volantes, visión lo siguiente:
•• Precipitados con niebla. Sin dolor, si sólo
queráticos, hipopión posterior •• Fenómeno de Tyndall. Con lámpara de hendidura se ven células flo-
y fenómeno de Tyndall •• Lesiones exudativas o cicatrices tando en la cámara anterior.
en coroides •• Hipopión. Cuando la exudación es intensa, las células se depositan en
Tratamiento •• Midriáticos tópicos •• Corticoides sistémicos la zona inferior de la cámara anterior, formando un nivel blanquecino.
•• Corticoides tópicos •• Otros tratamientos según etiología Este hipopión suele ser estéril (MIR 17-18, 28).
Etiología más Idiopática Toxoplasmosis •• Precipitados retrocorneales (Figura 1A). Normalmente en la zona
frecuente inferior de la córnea, distribuidos en forma de triángulo de vértice
Tabla 1. Tipos de uveítis superior. Los precipitados varían con el tiempo de evolución, siendo al
principio blanco-amarillentos y redondos, para después hacerse pig-
mentados y con bordes irregulares.
10.1. Uveítis anteriores •• Sinequias (Figura 1B). Adherencias del iris a estructuras vecinas.
Pueden ser anteriores (adherencias con córnea o goniosinequias),
Etiología que pueden dificultar el drenaje del humor acuoso, provocando un
glaucoma secundario; o posteriores (adherencias entre el iris y el cris-
La mayoría de las uveítis anteriores son idiopáticas. Una minoría se rela- talino), que pueden pasar desapercibidas si no se dilata la pupila (al
ciona con procesos sistémicos. La patogenia de las uveítis anteriores recidi- hacerlo, el iris queda unido al cristalino en ciertas zonas, de manera
vantes se cree que es autoinmunitaria. que la pupila adopta formas irregulares). Es posible que aparezca
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10. Uveítis | OF
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Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
tico clínico se lleva a cabo por oftalmoscopia, observándose en el fondo de ojo •• Sarcoidosis. Mujeres de 20-50 años con fiebre, pérdida de peso,
las lesiones secundarias a la inflamación coriorretiniana (Figura 2 y Figura 3). artralgias y adenopatías periféricas con síntomas de uveítis ante-
rior y/o posterior. Existen nódulos en el iris, precipitados en “grasa
de carnero” y, en las formas posteriores, afectación perivascular en
forma de “gotas de cera de vela”.
•• Tuberculosis. Uveítis granulomatosa anterior o posterior recurrente que
no responde al tratamiento habitual. No suele haber manifestaciones
sistémicas o éstas son inespecíficas (febrícula, astenia, anorexia, etc.).
Es preciso hacer Mantoux, radiografía de tórax y en ocasiones cultivos.
Descartar esta etiología es muy importante en cualquier uveítis poste-
rior antes de iniciar el tratamiento con corticoides sistémicos, puesto
que favorecería la diseminación de la infección (MIR 14-15, 147).
•• Toxoplasmosis. Supone entre el 30-50% de todas las uveítis posterio-
res. Es una afección congénita en la mayoría de las ocasiones, con dismi-
nución de la visión si afecta al área macular, que es lo más frecuente. La
lesión antigua consiste en una o varias placas blanco-amarillentas con
pigmento cicatricial en sus bordes, con un área grisácea adyacente de
bordes mal definidos que corresponde al área de reactivación (Figura 3).
Figura 2. Retinografía de uveítis posterior de ojo derecho El diagnóstico se hace por el aspecto oftalmoscópico y mediante deter-
minación de anticuerpos específicos en sangre y en humor acuoso. Se
tratan las uveítis que comprometen la agudeza visual, con sulfadiazina,
Tratamiento pirimetamina y ácido folínico, durante un periodo que va de las 3 a las
6 semanas y corticoides sistémicos en dosis bajas
Cuando se llega a determinar la causa, el tratamiento es el etiológico. Ade-
más, en muchas ocasiones se utilizan corticoides sistémicos perioculares o
intraoculares. En los últimos años se han desarrollado implantes que inyec-
tados dentro del ojo a través de una pequeña incisión en pars plana van libe-
rando el corticoide de forma lenta. En las uveítis de causa autoinmunitaria
se emplean también inmunosupresores como ahorradores de corticoides.
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10. Uveítis | OF
No ¿Duele? Sí
¿Pupila?
Conjuntivitis aguda
Miosis
Midriasis
Tinción con fluoresceína
Uveítis anterior
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Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Ideas
C l ave
La etiología más frecuente en las uveítis anteriores es la idiopática. La La sarcoidosis puede ocasionar uveítis anterior (nódulos en iris, preci-
iridociclitis o uveítis anterior se presenta como un “ojo rojo grave”: dolor pitados “en grasa de carnero”) y/o posterior (afectación perivascular “en
ocular con fotofobia e hiperemia ciliar. Además, visión borrosa, miosis gotas de cera”).
con bradicoria, precipitados endoteliales corneales y turbidez del humor
acuoso (Tyndall, células). La toxoplasmosis supone el 30-50% de las uveítis posteriores. Suele ser
congénita, y el foco activo aparece junto a cicatrices coriorretinianas
La enfermedad más claramente asociada a uveítis anterior en el niño es previas, especialmente en mácula, por lo que compromete la visión.
la artritis crónica juvenil, mientras que en el adulto lo es la espondilitis
anquilopoyética. La candidiasis ocular, en pacientes con punciones venosas repetidas,
genera focos blanquecinos coriorretinianos que en el vítreo parecen
Las uveítis anteriores pueden ser granulomatosas (subagudas, poco sinto- collares de perlas.
máticas y con poco Tyndall y precipitados gruesos) o no granulomatosas
(agudas, muy sintomáticas, con Tyndall intenso y precipitados finos).
Casos
C l í n i co s
Una mujer de 40 años que padece enfermedad inflamatoria intestinal, en 4) Remitir al especialista de digestivo para descartar una enfermedad
tratamiento con infliximab, presenta hiperemia e inyección ciliar en ojo de- celíaca.
recho, visión borrosa, miosis y dolor ocular. La PIO es 7 mmHg en su ojo
derecho y 15 mmHg en su ojo izquierdo. ¿Cuál de los diagnósticos que a RC: 3
continuación se enumeran es el más probable?
Varón de 34 años que acude por pérdida visual en su ojo izquierdo de una
1) Desprendimiento de retina. semana de evolución. La agudeza visual es 1 en su ojo derecho y 0,2 en su
2) Escleritis. ojo izquierdo. El fondo de ojo se explora con dificultad en su ojo izquierdo
3) Conjuntivitis aguda. debido a la presencia de vitritis, pero parece apreciarse la presencia de un
4) Uveítis anterior. foco de coroiditis próximo a una antigua cicatriz pigmentada. Tuvo dos epi-
sodios similares en el pasado. En esta situación, no es adecuado:
RC: 4
1) Iniciar tratamiento con ganciclovir.
En un niño de 4 años que ha sufrido dos episodios de uveítis anterior agu- 2) Comparar niveles de anticuerpos antitoxoplasma en suero y en humor
da, ¿cuál de las siguientes actitudes considera más apropiada? acuoso.
3) Iniciar tratamiento con pirimetamina-sulfadiazina.
1) Remitir al neumólogo para descartar asma. 4) Iniciar tratamiento con cotrimoxazol.
2) Remitir al nefrólogo para descartar una glomerulonefritis IgA.
3) Remitir al reumatólogo para descartar artritis reumatoide juvenil. RC: 1
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