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Resumen para Ciencias de La Religión
Resumen para Ciencias de La Religión
CURSO:
Ciencias de la Religión
TEMA:
Economía, fetichismo y la religión en las sociedades primitivas
DOCENTES:
ALUMNO:
Arteaga Salinas, Adonis Johann – 22020518
LIMA-PERÚ
2023
Economía, fetichismo y la religión en las sociedades primitivas:
Capítulos XI y XII
Libro de Maurice Godelier
Ahora, estos procesos no son fortuitos, todo lo contrario, comprenden un gran sistema:
“desde el mismo momento en que un producto del trabajo circula como mercancía, su forma
de mercancía disimula el origen y el contenido de su valor” (Godelier, 1974, p. 323). Esto
sucede en cualquier sistema de producción, sin embargo, en el capitalismo se disimula
también el origen y contenido de la plusvalía, es decir, las relaciones de explotación de los
trabajadores por el capital.
Así, el fetichismo no tiene origen en la conciencia de los hombres, sino en la realidad objetiva
de las relaciones sociales de producción determinadas e históricas, por lo que solo podrá
desaparecer al ser transformadas dichas relaciones.
En este punto Godelier rescata de Marx ciertos ejemplos históricos y otros imaginarios de
“sociedades” caracterizadas por la ausencia del fetichismo de la mercancía. Dichos son:
La sustentación de una teoría marxista sobre la ideología o la religión, esta como forma
superior de la ideología, radica en dos puntos:
- Las terminologías religiosas que emplea Marx para desarrollar su idea sobre el
fetichismo: como lo es el propio término de “fetichismo” o “trinidad”:
- El paralelismo que se puede establecer entre los fenómenos o procesos del fetichismo
de la mercancía y el religioso.
Lo anterior debido a que la naturaleza se presentará ante el hombre “primitivo”, que es débil y
pequeño, como una realidad misteriosa y definitivamente superior a él, por lo mismo que no
puede comprenderla ni controlarla en su totalidad.
De esta manera es que el hombre solo podrá pensarla a través de un proceso de analogía,
analogía entre aquel mundo y su mundo social. El “primitivo” pensará a las fuerzas invisibles
de la naturaleza, en su afán por comprenderlas, como sujetos ideales: entes dotados de
conciencia, voluntad, razón, capaces de comunicarse entre sí y con los hombres. Serán
personificadas aquellas fuerzas encargadas de regular el orden y curso del mundo natural. Se
construirá un duplicado imaginativo-explicativo del mundo humano a partir de a) un efecto
natural, donde el hombre se ve superado, y b) un efecto someramente consciente, donde
personificará aquellas fuerzas superiores a la vez que modifica dichas personificaciones.
En resumidas cuentas se presentan dos procesos o fundamentos de la representación
religiosa:
Las religiones como toda ideología serán sujetas a continuos procesos de cambio, modificación
o evolución lo hagan las relaciones que las engendraron: relaciones que se dan entre los
hombre y la naturaleza y entre ellos mismos.
De esta manera, las jerarquías cada vez más pronunciadas devendrán en la divinización de
aquellos en la cima de la pirámide social: reyes, sacerdotes, etc. Así, las formas religiosas
corresponderán con las formas económicas y de producción de la época en la que estas
preponderan.
Por otro lado, como formar parte de una comunidad se vuelve requisito indispensable para la
apropiación de las condiciones de existencia o sociales de vida, se dará lugar a los mitos de
origen de las sociedades, por lo mismo que el proceso fundacional “real” es desconocido.
De este modo, con la aparición de las clases sociales y del estado en su forma primitiva, para
que el individuo accediese a las condiciones-medios de producción ya no bastaba con
pertenecer materialmente a una comunidad, sino que ahora también debía formar parte de la
comunidad superior, personificada en el soberano o en el dios que representase a la
susodicha.
Habría que establecer claramente tanto la relación como la distinción entre los pensamientos
mítico, filosófico y científico por lo mismo que son estos los actúan sobre (o, mejor dicho,
producen) las representaciones humanas de lo real.
En primer lugar, en tanto relación, con los tres “tipos” de pensamiento se expresa o se
resuelve la necesidad de explicar el mundo, de descubrir las causas de sus fenómenos y
relaciones.
En este sentido, Marx expresa que la religión, por lo mismo que se ve ligada a procesos
inconscientes y relaciones naturales y sociales determinadas, no podrá ser suprimida solo por
algún tipo de iluminación científica, filosófica o política generalizada. Aunque, por supuesto
que se requerirá de las explicaciones claras, científicas, objetivas, materiales y sencillas de la
realidad; sin embargo, no basta solo entender, pues más aún se requerirá de la transformación
completa de las condiciones de vida del hombre.
Godelier, en este punto, procede con el análisis de ciertos casos reales en aras de introducir o
ejemplificar el cómo deberá un antropólogo marxista analizar los fenómenos religiosos.
Entre sus rituales el más destacables es el molimo, que se da en honor a la muerte de alguno
de los integrantes respetados de la banda. En este ritual se verá intensificada la producción y
habrá presencia tanto de festines como de cánticos en honor a la selva. La consecuencia
directa de estas actividades socializantes será la inmediata cohesión de la banda. Sin embargo,
los mbuti atribuirán dicho efecto a la causa imaginaria, pues dado que se hicieron los festejos a
modo de llamado a la selva creerán que esta al responder “elevó los ánimos” de la banda.
b. Chamán eskimo
Otro ejemplo es la figura, en otras sociedades, del chamán. Quien, por lo mismo que
monopoliza el acceso a lo divino, disfruta de una posición superior en la sociedad donde se
adora a las entidades con las que aquel supuestamente interactúa. Recibirá, este “sacerdote”,
una especie de pensión a cambio de intervenir por los hombres en las acciones de los dioses.
Se hacen presentes, así, someras formas de desigualdad social.
c. Indios pawnee
En estas comunidades la norma social dicta que la tribu deberá disolverse en caso de que los
talismanes, ya mencionados, sean robados o destruidos. En otras palabras, se liga la
permanencia de la tribu a la del linaje jefe-sacerdote.
d. Incas
Otro caso parcialmente distinto es de los incas, Donde este no es representante de los
hombres ante los dioses, sino, como hijo del sol, de los dioses entre los hombres.
La religión no actúa en esta sociedad solo a manera de reflejo fantástico de las relaciones
sociales o naturales, sino que constituye un elemento esencial en las mismas relaciones
sociales de producción. Pues, en tanto creen las clases bajas que las bondades naturales
parten del Inca, le retribuyen a este su hechura en forma de trabajo, producción y adoración.
X. Conclusión de Godelier
Con todo lo anterior dicho, aunque parezca lo contrario, el marxismo en este tópico no supone
un estudio evolucionista de un fenómeno, sino, más bien, abre el camino hacia la necesidad de
generar estudios materialistas y específicos de los fenómenos ideológicos, esto tomando en
cuenta hechos o circunstancias determinadas y bajo formas de producción también
determinadas.