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20 ‘Mario Euian Raatlaez El texto “La agresividad en psicoanilisis XI Congreso de Psicoanalistas de Lengua Prancesa, reu- 1) Bruselas en mayo dg 1948. Para relacionarlo con las nes enunciadas por Lacan, podrfa leerse en una idad con otros escritos suyos de la época como: po lgico y la asercisn de certidumbre anticipada. Un sofisma”!, de 1945, “Acerca de la causalidad psfqui- 5 de 1946, "La psiquiatria inglesa y Ia guerra” de 1947, estadio del espejo como formador de la funcién del yo, tal como se nos revela en la experiencia psicoanalitica’™®, que retoma una conferencia de 1936 y es reformulada en 1949, ¢ incluso Ia “Introduccién teérica a las funciones del psicoand- Js en criminolog(a’”"® de 1950. Dichos textos son contempo- rineos de “La agresividad en psicoanalisis”. Eneste texto, Lacan retoma temas enunciados de sus escti tos anteriores, pero integrados con un cierto ntimero de te Kleinianas!”, Es decir que toma partido por el ala més pro- gresista del psicoandlisis, en contra de la ortodoxia de la psi- cologfa det yo ¥ del Srgano-dinamismo de Henry Ey y de ‘Sacha Nacht [Lacan se preocupa en su lectura de Ja segunda t6pica freu- diana, por hacer una diferencia radical entre el yo como ins- tancia imaginaria, donde se anclan todas las resistencias, Ha- mada en francés el moi y el je, que es una dimensién més simbélica y por tanto, indica la posicién del sujeto en y fren- te a la realidad. Distingue entonces el yo y el sujeto. Lacan psychanalyse", 1 Lacan, J, “Le tet Vossertion de cer ne”, en Eerits, Seuil, Paris, 1966. ‘Propos sur la causlité psychigue”, e Ecrits, Seuil, Panis, 1966. 1966, 16 Lacan, J “La paychintrie anglaise et Ia guerre” en: Autres écrit, Seuil, Parts, 2001 18 Lacan, Jo” quelle ‘Le sta nateur de Ia fonction dt J, tele itu”, en: Berl, Paris, 1966. “troduction theorique a cen: Ecrits, Paris, Seuil, 1966. Supinrsco, E, Jacques Lacan, Esquisse d le i psychanalyse en ie. Op. city PSB, 263, ACTUALIDAD DE La A nab ew psicoaNsuisis DE J. LACAN retoma de Melanie Klein la idea de una posicién ps » que hace del yo una instancia de desconocimiento or vado en una estructura paranoica. Y si esta estruc wxiste, la experiencia de la cura tendra que ser, en consecu festarse en la transferencia, es decir que la técnica analitica tendra que hacer entrar en juego la transferencia negativa, rabajando en contra de la pasién de desconocimiento del yo. Allfcoincide Lacan con Klein, cuando en la formacién ana- itica, concede un lugar primordial a la transferencia y asim no, en no hacer del yo el lugar de apropiacisn del ello. No obs- Klein es la diferencia y separacién entre el moi y el je, asi como su concepcién de la cura como una paranoia dirigida. Jacques-Alain Miller, en su comentario general de este escrito de Lacan, se dirige a encontrar la arqui 1 texto. Encuentra que hay cinco tesis, pero s grandes partes: la fenomenolégica y Ia metapsicolégica ‘a recopilacién de las reacciones agresivas y Ta teorfa funda- mental de la agresiGn, para hacer otro binarismo: a intencién resiva y la tendencia a la agresividad’”™® aa Asi, el punto de vértice, de ruptura, la bisagra del texto est enunciado en la cuarta tesis cuando dice: Pasar ahora de la jetividad de Ia intencién a la nocién de una tendencia a la agre- in es dar el salto de fa fenomenologia de nuestra experiencia a la ‘icologii"®, Sefiala entonces dos niveles diferentes. EL 0 de 1a objetivacién de los fenémenos de los hechos de resin a Ia construccién de una “dimensién especial de la periencia”*®, ‘Seguin Jacques-Alain Miller, Ja estructura del texto de anera formal, més all del quiebre sefialado, es la estructu- de sus cinco tesis: 18 Mater, JoA. et al, Agresiiiad y pulsion de muerte, Fi ‘Medellin, 1991, pig. 9 en psychanalyse”, en: Ecrits, Scull Lacas, J, “Lagressivi 1966, pag. 10. Lek, JoA., etal. Agresi pigs 9 . una paranoin dirigida, ya que dicha estructura va a mani- fe, su punto de originalidad y de distancia con la misma, 2 IN RanatReZ una renuncia a la agresividad y, agresividad a nivel verbal y a de tal modo que sea una fundamental dé Ja estructura misma del yo. El yo del cual es un yo agredico 0 ageesor. La agre: fundamental del yo, De tal manera que la p: eulada al corazén del yo humano. Finalment pI la perspectiva sobre nuestro lugar como analistas en Ja cultura’ #1 2 bit, pig, 2. La disciplina del comentario ginal no decfa: El informe precedente les ka pres wcemos de la nocién de agresividad, en 10 que en esa primera linea citaba a Sacha ht, quien le habia antecedido en el congreso con una nncia llamada “Las manifestaciones clinicas de la agresi- id y su papel en el tratamiento psicoanalitico”®*, Un trabajo por hacer, para profundizar en este debate y tal jo sefiala Jacques-Al iller™4, serfa el de confrontar el de Lacan, jue Hartmann, Kris y Lowenstein publicaron dos afios lamado: “Notas sobre la teorfa de la agresién”*, ro tanto el trabajo de Lacan como el de los tres de la psi- tienen como fondo referencial los trabajos de Freud. ecial “El malestar en la cultura”®* y las “Nuevas lec- 's de introducci6n al psicoandlisis””. Lacan, J, "Lagressvté en paychinalys", en: Kev, Paris Seu, 1966, eur rile dans cen: Revue francaise de psychanalyse, , TXIL, N°3, pags. 311-370. 18, JoA. etal. Agresividad y pulsign de muerte, op. ct, pgs. 7-8. {IMANN, K. y LOWESTEWN, “Notes on the theory of aggression”, en he Psychonnalytic Study of the Child, N°3, International ies Press, New York, 1949, pigs. 9-36. S, "El malestar en la cultura”, en: Obras completas, vol. 21, mn de José Luis Etcheverry, Amorrortu, Bs. As,, 2004, “Nuevas conferencias de introduccién al psicoansli 4 a este texto de Lacan y situarlo dentro de su primera ensefianza. Pues es decididamente anterior al texto “Funcion, y campo de la palabra y el lenguaje”*8, y esto dice que es anterior al perfodo de “lingiiisterfa” de Lacan, aquel en que lee textos de Freud como “La interpretacién de los suefios”, “El chiste y su relacién con el incons icopatologia de Ia vida cotidiana’, a la luz de los desarrollos de la lin- gilistica estructural. Y de donde se extrajo una formula que se volvi6 famosa: “El inconsciente est estructurado como un Ienguaje”. Enel texto sobre “La agresividad en psicoandlisis”, por ser anterior a ese perfodo, podrfamos decir de modo retroactive \consciente est estructurado como un complejo de Io cual sera desarrollado mas adelante. Las imagos permanecen en el inconsciente en un estado de potencia y su linamis acontece cuando una contingencia de la vida o de la cura analitica Jas anima, Podriamos decir que la idea del inconsciente no ontoldgico, sino concebide como lo que se zealiza en sus formaciones, en un lapsus, un suefo, un sinto- ma, no esté lejos de esta idea. En ese sentido, las imagos estan como Io no realizado en el inconsciente mientras no se actua- lizan, Son imagenes fijas, no un significante, no implica la articulacién con otra imagen, una imago no representa el sujeto para otra imago, no hace cadena. No remite a otra. La novedad esta en que Lacan aborda la teorfa pulsional de Freud articulada a lo imaginario en ese texto, 1o cual Io Ile~ vard a ciertos limites que con el abordaje simbélico de la lin- giiisterfa situara de otro modo. Pero las tesis sobre la agresi- vidad seguirdn vigentes hasta el final de su ensefianza A pesar de ese fondo polémico, el escrito de Lacan no es presentado en un estilo agonista, sino mas bien, en un esti doctrinal en el que se suceden cinco tesis numeradas, que vi ‘en: Obras completas, vol. 22, trad. de José rrortu, Bs. As, 2004, Lacan, J, “Fonction et champ de la parole et du langage en psycha- nalyse", en: Ferits, Seu, Paris, 1966. cheverry, Amo- ACTUALIDAD DE LA ACRESWIDAD EN PSICOANALISISDEJ. LACAN 25: n a demostrar un presupuesto presentado en los parrafos iductorios y que es de orden epistemolégico. Lacan dice que su tarea es la de: [...] poner a prueba delante de ustedes si puede formularse de vila [la agresividad] un concepto tal que puedta-aspirar a uit uso nlifico, es decir propio para objetivar hechos de un orden compa le en la realidad, mds categéricamente para establecer wna sin de Ia experiencia en la que hechos objetivados puedan arse como variables suyas.2? La intencién declarada por Lacan en este primer pérrafo slol texto es la de construir un concepto. Lacan quiere probar “| se puede elevar la noci6n de agresividad a la dignidad de {iin concepto psicoanalitico. Es una idea que permanece en su sistema de pensamiento y que vendré a realizar diecisiete afos después, con el seminario Los cuatro conceptos fundamen- » del psicoandlisis®. Encuentro que hay una relacin inter- ial entre esta declaracién y la del Seminario T1, a la hora ir lo que es un concepto fundamental «lo ello hace un eco a la aspiracién de Freud de que el ‘lisis fuera una ciencia. Y aqui Lacan, por medio de sobre la agresividad, piensa corroborar si lo es a tra- a fragua de sus conceptos. cl ensayo de su metapsicologfa: “Las pulsiones y sus "Freud explica lo que concibe como Grundbegriff un I sostiene que un concepto se vuelve fundamental “| 1 su via en Io real que se trata de penetrar”®!, si funciona. dice que un concepto en psicoandlisis, en un 4 permanece en un estado de indeterminacién: se encuentra en este estado, tenemos que ponernos “acuerdo acerca de su significado por la remisi6n repetida J, “Lragressivité en psychanalyse”, en: Ecrits, Seuil, 1966, Paris, IAN, J Le snive, Love XI, Les quatre concepts fondamentaux de la ilyse, Seuil, Paris, 1973, 3. 149. 26 ‘Manto Brin Rasaez, al material empfrico del que parecen extrafdas, pero que, en realidad, les es sometido. En rigor, poseen entonces el carac- ter de convenciones” Esto es, que dichas notiones solamente se elevan a la dig- nidad de conceptos fundamentales luego de horadar su via en lo real de la clinica, Encuentro que estas consideraciones de manera retroactiva iluminan la declaracién de Lacan al inicio del texto sividad en psicoandlisis”, donde sostiene que la validez de un concepto radica precisamente en que pueda objetivar hechos de un orden comparable en Ia realidad y de modo mas radi- cal, si puede establecerse una dimensién de la experien analitica donde hechos objetivados puedan considerarse variables del concepto. En la via de la navaja de Ockham, si el concepto nombra una dimensién aprehensible en la realidad que corresponda a su definicién, eso es que objetive el fené- meno, que fo formalice, Pero ademas, si puede en la realidad encontrar variables en dicha fenomenologia que correspon- dan a variables del concepto. Esa es la prueba epistemolégica a la que Lacan quiere someter sus t Pero en la definicidn del texto “La agresivis nélisis", del uso cientifico de un concepto como objetivacién. de de los hechos de la realidad, se refiere a las reacciones agresivas del sujeto en general on su existencia, El procedimiento de Lacan, segtin Jacques-Alain Miller, “LJ observar en el hombre las reacciones agresivas, transformar estos hechos en objeto cientifico, de tal manera, establecer una dimensidn de la experiencia en la que estos hechos objetivados puedan considerarse como variables suyas [...] El texto presenta primero una recopilacién de datos, que manifiestan las reacciones agresivas y que Lacan demuestra en un nivel fenomenologico. Es decit, se observa en realidad que hay agresividad, que hay reacciones agresi- vas y la segunda parte del texto se trata de objetivarlas. Esta objetivacion Lacan la demuestra a partir de la idea de una tendencia a la agresividad. El considera los hechos que FRevo, §., “Pulsiones y destinos de pulsidn’, en: Obras completas, vol 14, trad. de Joss Luis Etcheverry, Amorrortt, Bs. As,, 1979, pag, 113, 5 PscOANALISS DEJ. LACAN 27 lado como fundados sobre una tendencia a la agre- jad, una tendencia que es propiamente libidinal. Es de tal que estos hechos —las reacciones agresivas~ pueden considerados como variantes de Ia libido” Luego de la recopilacién fenomenolégica de los hechos jestran la permanencia de las reacciones agresivas en humane, se construye una categoria desde la cual se los datos expuestos. Asf se articulan las reacciones 8 como variables de la libido. Pero gde qué libido se De aquella que designa la pulsién de muerte, de una \egativa: segundo parrafo de “La agresividad en psicoansli- ‘an habla de lo comiin que tienen los reunidos en el eso de psicoanalistas en el que habla. experiencia fundada en una téenica, un sistema de con- 1e somos fieles, tanto porque fue elaborado por aquel pre- mieite que nos abrié todas Ins vias de esa experiencia, cuanto eon Ia marca view de las etapas de su elaboracién. Es decir ntrario del dogmatisino que nos imputan, sabemos que ese 1 permanece abierto no solo en su acabantiento, sino en varias a e hace comunidad con sus colegas, para Lacan es el isis como cuerpo conceptual en movimiento y Ia ‘lespués dir, la ética que rige una técnica y que cons- We la experiencia analitica. Pero, su posicién no es dog- y en ello no solo rinde un homenaje a Freud en esas ;, sino que su fidelidad se hace acto, es consecuente joma en serio la advertencia que Freud hacia en el «lo, cuando decfa: “[..] el progreso del conocimiento, a rigidez alguna, tampoco en las definiciones"®5, J no soporta ninguna starzheit, ninguna de las definiciones”®®, Con lo cual Freud ponia en tes op. cit, pag 9 cen psychanalyse", en: Frits, Su 28 Manto Buin Rastnez guardia a los psicoanalistas contra toda fetichizacién de los conceplos, que deben por tanto someterse la transformacién permanente que emerge de su confrontacién con el real de la clinica. ¥ es la via en que Lacan compromete a sus auditores, al decir que es lo que hace comunidad entre ellos. En relacidn a este pérrafo anota Jacques-Alain Miller: “Lacan se refiere a Freud como la fuente de nuestra expe- riencia, Freud es esencialmente considerado como el cons- tructor de un sistema cle conceptos abiertos: lo que no es sola- mente un topos, ni un lugar comin, pues en la teoria deben quedar siempre conceptos abiertos y no cerrados. Pero esto seftala que hay un agujero en Freud y que la ambicion de Lacan en este texto, como en el resto de su trabajo, es resolver ese agujero. Es decir, resolver un problema que no ha sido resuelto en Freud, Lacan no ha formulado en ese momento la ambicién de un ‘retorno a Freud’, eso va a hacerlo un poco después de su estructuralismo, pero ya se ve en esta época (1948) que el ‘retorno a Freud’ de Lacan no es tn retorno pasi- vopara leera Freud, sino un retomo para sotucionar las cosas no resueltas en Freud. Hay que leer este texto como el testi= monio de esa ambicion de Lacan y, ver a la vez, que segtin 1 el problema queda abierto”7“~ Se revela ademas aquf una concepcién muy interesante, innovadora, de la légica colectiva que anunciébamos al comienzo, y que Lacan aplica al grupo analitico, pues mien- tras Freud habia elucidado que en “Psicologia de las masas y anélisis del yo", que en las masas artificiales: Ja iglesia, el ejército, Io que hace comunidad es que cada uno renuncia a Su ideal del yo, para poner en su lugar al Ifder 0 a la idea rec tora y en esa identificacién vertical al caudillo soportar libi- dinaimente la identificacién a los demas miembros de la comunidad, Lacan plantearé después que la comunidad de Jos analistas en una Escuela se construye no alrededor de un, 3 Mute, J-A. ot al. Agresividad y pulsion de muerte, op. cit, pags. 9-10, 88 Frevp, S. “Psicologia de las masas y andlisis del yo", en: Obras comt= pletas, t.18, trad. de José Luis Etcheverry, Amorrortu, Bs. As., 1979 AcTUAUDAD DE La AGRESIIDAD EN #SIC0: J.Lacan 29) lider, sino alrededor de un agujero. Por cuanto nadie encarna FJ analista ideal para colocarse alli. Esto mantiene abierta la pregunta en la Escuela de psicoanilisis de gqué es un ani Lo cual da una configuracién psiquica distinta a este po, pues nadie podrd trocar su propio ideal del yo por el sujero que allf se preserva, En este segundo parrafo de “La agresividad en psicoand- Lacan declara su concepeién de que lo que hace comu- jad en los psicoanalistas no es poner a Freud en el lugar del | del yo y repetir dogmaticamente sus teorfas, sino de sirlo en su ejemplo de elaboracién, de apertura, de relati- yidad conceptual, de transitoriedad, en el sentido de que jepetirlo como palabra sagrada, como sistema cerrado, mata lescubrimiento freudiano, mientras que para mantener la fea viva de esa elaboraciGn es necesaria la flexibilidad de Jos conceptos sometida a las nuevas experiencias clinicas, ntener el sistema de conceptos abierto en su acabamiento n varias de sus junturas. (0 quiere decir que Lacan coloca en el centro de la comu- ad analitica no algo sdlido, petrificado, para seguir de acritico, sino un crisol vacfo, donde pueden venir a fra- re nuevos conceptos. Esto es importante ya que ividad”, en rigor, no es un concepto freudiano. imente, sefiala que el pensamiento de Freud es dind- en movimiento, y es preciso escandir, sancionar (os en ese movimiento para situar sus términos. No nel pensamiento de Freud, ni en la enseftanza de Lacan, gma cerrado a la manera de conclusiones finales. Para de ellos es preciso situar el momento en que es enun- una tesis u otra, porque siendo un pensamiento vivo, es superado por lo que sigue. Hay una validez referida texto dentro de la obra, y un enunciado vivifica dicha ez en su contexto. tercer pérrafo del texto Lacan dice: Estos hiatos parecen reunirse en la significacién enignudtica que Ju promovi6 como instinto de muerte: testimonio, semejante a tn ile Ia Esfinge, de la aporia con que éropez6 ese gran pensa- 30 Manto Euxtn Rastinez aiento en ta tentativa mds profiunda que se ha dado de formutar wna experiencia del hombre en el registro de la biologir®, Freud proporciona su eonjetura de la pulsién de muerte y esta es la que encuentra Lacan en el centro de la nocidn de idad. Los hechos que reunimos bajo la nominacién de agresividad on hiatos, es decir, ramificaciones, dehicencias, de una tinica significaciGn enigmitica, el llamado aqui instinto de muerte. A pesar de que aqui Lacan utiliza el término de “instinto”, sabre- mos que en rigor sé trata de pulsiin de muerte. Traduccién que después hard Lacan del término Trieb que es el que utiliza Freud y que permite diferenciarlo de instinto, Iustinkt. Este tilti- mo referido en sentido clasico a los animales, como un esque- logenético hereditario, de una configuracisn rigida que prefigura un comportamiento estable preformado y fijo. Mientras que en su especificidad la pulsion es estrictamente humana, Desde los “Tres ensayos de teorfa sexual” ya se puede diferencia la pulsién del instinto, por cuanto éste presenta una fijeza del fin y del objeto, A diferencia de la pulsién, donde st plasticidad, su variabilidad, su desviacién, precisamente da lugar a las perversiones como desviaciones tanto del fin como del objeto y a otras vicisitudes y movilidades tales como la sublimaci6n, y con ella la construccién de la cultura en general Adems, tiene la ventaja el término pulsién sobre el de instinto de preservar la dimensidin de empuje. En algunos autores es intencional el uso indiscriminado de la pulsién y el instinto como equivalentes, por cuanto pre- tenden dar una orientacién bioldgica al psicoandlisis. Para sefialar lo que resta de animal en el humano. En cierto modo podria decirse que la nocién de pulsin desmantela la nocién de instinto, por cuanto puede por ejemplo, hablarse de pul- sin parcial, con lo cual se introduce la predisposicién poli- morfa de la sexualidad y ademas, tras una actividad humana, como el amor, el odio, el hambre, la discordia, permite supo- her un conjunto complejo de pulsiones. Pero muy posible- te Lacan utiliza aquf Ia palabra instinto para resaltar la paradoja biolégica. fo que comentamos precisamente muestra que la J.Lacay a ACTUALIDAD DE La acnestvinaD EN rsicoaNAus jon de muerte es la respuesta a un callején. ia aporia biol6gica, a un impasse, una encrucijada que pide continuar. En ello la conjetura de la pulsién de muer- un salto epistemolégico para salir de esa aporfa. Jacques-Alain Miller precisa sobre este punto que: “La pulsién cle muerte no es la aporfa misma, sino el tes- timonio de la aporia que podemos encontrar en la obra de Freud definida de forma muy precisa. Lacan define el esfuerzo de Freud como la tentativa de formular una experiencia del hombre en el registro de la bio- gia. Es decir, como una tentativa de dar una formula biolé- siica de la experiencia y esa tentativa encuentra una aporia Una aporfa como un real, es decir, algo que no permite ir mas, |4. Es como si la obra de Freud considerada en esta pers- pectiva demostrara que no se puede dar una formula biol6- ica de la experiencia del hombre. Es como si Freud demos- trara por su fracaso aporético que solamente se puede dar a f6rmulla trans-biol6gica de la experiencia, que no es posi- le encerrar la experiencia del hombre en la biologga. Si Freud fracasa en tna aporia, ya que esté obligado a for- ‘ular tin concepto contradictorio “hay que decir que no hay solo bidlogo que haya podido aceptar ese concepto-esa cs indicacin de lo trans-biol6gico. Ese trans-biol6gico Lacan a encontrarlo finalmente en el lenguaje, es cuando lo \cuentra que pasa al estructuralismo del Tenguaje, cuando icuentra cGmo dar cuenta del elemento trans-bioldgico en la periencia del hombre. Podemos decir que lo lingiiistico es trans-biolégico [...] se trata de esfuerzos de formular Ia ;periencia y que eventualmente esa experiencia no termina formula, Es por eso que Lacan [después] ha terminado con nguaje y ha recurrido a la logica, a la topologia; todos esos han sido también esfuerzos para superar la aporia obte- Ja de la formula anterior, ...] el problema que se plantea a Lacan en este texto [...] la dificultad que hay en objetivar una experiencia esen- nente suibjetiva’ #9 pég. 101 ACAN, J, “Lagressivité en psychanalyse”, op. rerte, op. ci, pags. 9-10, JA et al. Agresividad y pulsion B Mario Buxin Ramirez, Lacan compara el encuentro de Freud con esa aporia bio- logica con el encuentro con la Esfinge. No permitia el paso a los transexintes, les planteaba un acertijo. Y fue Edipo quien encontré su solucién'!, Freud resolvié el acertijo con el con- cepto de pulsién de muerte, esa es la solucién de Freud al callej6n sin salida al que el psicoandlisis fue llevado al borde de la biologia. Y es precisamente contra esta tendencia que Lacan se pronuncia en este pérrafo. La conjetura de la pulsién de muerte es la tentativa més profunda de formular la expe- riencia del hombre en ese terreno. Porque Freud aspiraba a que la investigacién biol6gica, pudiera algiin dia corroborar empiricamente este descubrimiento. La tarea cle Lacan, segtin los pdrrafos siguientes, es la de veri- ficar esa solucién a Ja aporfa que es la pulsién de muerte en el Kernel mismo de la nocién de agresividad. Pues la nocién de agtesividad permite medir la economia psiquica. Y es en esta via que se avanza hacia una metapsicologia de las tendencias mor- liferas, que varios de los psicoanalistas de la época desestima- ban o tenfan dificultad a aceptar. Por esta razin Lacan vuelve a poner presente esta cuestidn, sefialando el formalismo y las con- tradicciones de los tedricos de entonces respecto a esta nocién. En esa via es que propone sus cinco tesis, inspiradas pre- cisamente en la aporia verdadera de la doctrina analitica, a la que responde la pulsiGn de muerte Todestrieb, a partir de sus ramificaciones presentes bajo la forma de la agresividad en la intersubjetividad, Acude ademés de sus reflexiones a las ideas que le han sido inspiradas por la lectura sobre la evolu- cidn en ese entonces actual de la psicologia de laboratorio y de la cura. En particular las investigaciones lamaclas beha- viouristas, derivadas después en lo que conocemos como cognitivo-conductuales, criticadas por Lacan por encontrar magros sus resultados respecto a la parafernalia con que se rodean. Lo mejor de sus resultados segiin Lacan se debe a la utilizacin de las categorias del psicoandlisis de las que, por supuesto, no citan la fuente, ya que su uso es implicito. Lacan aqui va a explicitarlo. 41 oral respecto: Mario Elkin Rasdnez, Empéioclesy Ev, paral filo- sic de dos referencias de Fred, Tres Haches, Bs. As, 2008, ACTUALIDAD DE La AGRESIVIDAD EN & AN 8D J De otro lado dichos resultados también son deudores de la a que de manera general Lacan lama psicodramatica, a ditigida a nifios o adultos y que apunta a la abreac- a la que debe su eficacia en el plano del juego, dirigida imente por nociones directrices del andlisis clasico. Lacan propone dejar de lado las experienvias de la psico- conductista, aquellas experiencias subjetivas cuyo para- ma es el modelo estimulo-respuesta. Su esfuerzo es, en consecuencia, el de develar debajo dela idad el concepto de pulsidn de muerte. “Concepto en fcil de pensar [...] y diffcil de integrar en la bio- como teorfa de la vida”, -ques-Alain Miller comenta que: “Para Lacan el problema que se crea en Freud es la pul siGn de muerte. La solucién positiva que él propone, enton- ces, e6 la teorfa del narcisismo. Resolver asf la formulacién de un problema es un ejerci- cio. Lacan propone resolver el problema de la pulsién de ste a través de la teorfa del narcisismo, lo que supone un splazamiento en Freud mismo, Esto supone, como Lacan Jo declara en el texto, no aceptar en Freud la definicisn del yo a partir de un sistema de percepcién-conciencia. Esto supone definir el yo a partir de su adaptacidn a la realidad, sino finir el yo a partir de la Verneinung, de la denegacion y a i del nareisismo” #9 La originalidad de la solucién de Lacan es la articulacién jo pulsién de muerte y narcisismo. Es algo que esta ausen- 1 texto de Freud “Introduccién al narcisismo”, por jo en esa época (1914) no habia descubierto la pulsion de sino que vefa el funcionamiento del aparato psfquico del dualismo de Tas pulsiones sexuales y las de auto- acién o pulsiones del yo. Esto fue lo que desvié a los alistas hacia la ego-psychologie, porque a partir del tra- ‘Anna Freud sobre el yo y los mecanismos de defensa, poco hicieron desaparecer la primera tépica freudiana, u JeA. etal. Agresi pig. 10, ided y pulsién de muerte, op. cit, p 34 “Mario ELxin Ramtiez, yano hablaban por ejemplo de inconsciente, y mas bien infla- ron el yo, lo hicieron el centro de la personalidad, una arma- dura y a la vez una cede del amor a sf mismo, hoy llamada autoestima, y encargada de la adaptaciGn al medio, mediante tema percepcién-conciencia. Hay que recordar que Freud en su texto sobre el nan aba el simil de la ameba que alrededor de su micleo posefa una masa gelatinosa, comparable a la libido del yo o narcisismo. Y que extendia hacia los objetos sus seudépodos, similares en el aparato psiquico a la libido de objeto, o amor por los demas. Los tres de la psicologia del yo, en esa eleccidn inclufan a Freud en Ia vieja tradicién de la filosofia empirista, de las que es un noble representante Jhon Locke con su Tratado sobre el entendimiento humano, pero el asunto queda en una mera t6pica, aunque puede forzarse a una dinémica. No obs- tante, la economia psiquica de las pulsiones queda reducida una teorfa de las pasiones. La pulsin de muerte no cabe en ese sistema del yo. Es una hipdtesis que no se necesita, fuerte amo de la personalidad que se dirige a la real para conocerla, dominarla y adaptarse a ella, a partir de una pulsion de saber y de dominio, y a través de la percepcisn- pulsion de muerte y esto da una organizacién radicalmente distinta a la estructuracién subjetiva. Mas arin si lo elucidado por Freud bajo el mecanismo de la denegacisn viene a estruc~ turar el juicio. La razdn misma esta penetrada por las pt nes, lo que ya nos quicbra el mito del sujeto racional, com- pleto, abierto a conocer el mundo, para colocar allf al sujeto dividido entre su raz6n y su pasi6n pulsional, por si Giente y su conciencia, su yo, su ello, su superys. Esto da un sujeto frente al conocimiento y al saber de una complejidad mayor ala de los manuales de la teorfa del conocimiento y de epistemologia universitaria. Es decir, que a partir de una primera afirmacién, Hamada en el texto de Freud Bejahung, se instauran en el sujeto los jc cios de existencia y los juicios de atribucién, pero influenci ACTYALIDAD DE La AGKESIVIIAD EN PSICOANALISS DE J. LACAN 35 Incluir la pulsin de muerte en el corazén del narcisismo n la determinacién del juicio, estructura la subjetividad en 4 forma radicalmente diferente. Donde el yo seré apenas sintoma, un ciervo de las instancias como lo denomina uud en su texto “El yo y el ello”, una instancia de mecon- ssance dira Lacan, lo cual es mas radical que decir desco- niento, porque implica “[...] un poder de ilusién, de fal- y mentira, es no conocer pero haciendo surgir otra cosa 1 el lugar de ese desconocimiento”#4, Se trata de un yo que nfrenta la verdad”, que la deniega asf la tenga ante los Ja realidad. “Freud -comenta Jacques-Alain Miller primero habia esentado el yo a través del sistema percepcin-conciencia y spués en “El yo y el ello’, Pero en la parte central de su »bra lo presenta desde el narcisismo. Es interesante ver que Hartmann elige la primera y la tercera parte de la obra de sud y Lacan elige la del narcisismo para definir el yo” : La agresividad se manifiesta en una experiencia que se subjetiva por su constitucién misma, la es una tesis general sobre la experiencia analitica, ypone que la agresividad, asf se presente como una forma- inconsciente 0 como una conducta en el andlisis, es un fenémeno de sentido que el sujeto puede apre- "5 primeros pérrafos Lacan enuncia: | Puede decirse que la accién psicoanatitica se desarrolla en y one pues un sujeto que se intenci6n de otro, Solo un sujeto puede comprender un sentido, inversamente todo _fendmeno de sentido implica un sujeto. En el anlisis un sujeto se ando ser coniprendido y lo es efectioamente: introspec- en la via de la hacer wn callején sin salida de momento abs del didlogo, cuando es preciso confiarse a st mo to de Freud el haber ‘mediante una técn Comentario de Jacques-Alain Miller: “[Esta] es una tesis sobre la experiencia analitica como experiencia subjetiva, es decir, el sujeto como correlative de un sentido [...] Esta correlacién define suficientemente la experiencia analitica como una experiencia subjetiva, esto es, que lo fundamental en la experiencia analitica es la interpre- tacién, que no es uma cosa de funciones naturales, etcétera, sino que se trata de uma comunicacién. Ahora bien, todo el mundo esté al tanto de que hay, en unos esto lo piensa cada vez menos gente y en New York mismo, hay mas y mas gente que se interesa, que utiliza la seménti- ca, porquie no pueden seguir pensando en términos biolégi- cos, ese era el caso hace diez.afios, ahora hay un fracaso que termina en Ia interpretacién esttipidamente biolégica de Freud para entender que hay sujeto del sentido. Es decir, que Ja experiencia analitica es una experiencia de comunicacién y Lacan define la comunicacién de manera simple: comunica- ci6n es que un sujeto se manifieste a la intenciGn de otro suje- to inscrito alli y al que comunica un sentido. Si uno toma la experiencia analitica es muy fenomenolé- ica, es la descripcién de la experiencia de alg e quiere decir algo, es decir, que el querer decir es lo que se mnanifiesta con una cierta presién, a veces es querer decit algo tuna vez a la semana, dos veces o diez. Esa es la presencia del querer decit, Ese querer decir lo podemos Hamar la voluntad de decir. Hablamos de voluntad de goce, hay también voluntad de decir, una voluntad de comunicar, pero también Lacan la pre~ senta directamente, hay voluntad de impedir al otro un sen- tido, Es por eso que Lacan habla de la reivindicacisn que hay en la comunicacién. ‘Todo eso es la intencién, es el querer decir, es una intencion de significacion. Es un tema que Lacan. va a retomar en el futuro como la demanda. Esta es uma pri- mera presentacién de la demanda al otro, pero la demanda presentada como agresién. Lo que desarrolla este texto es que la intencién es funda- mentalmente agresiva. La intencidn primordial es agredi, pero no completamente porque hay una intencién de decir al ‘otto, y esto supone un cierto reconocimiento del otro, pero a Ja vez hay allf una intenci6n de agresiGn. De tal manera que, fundamentalmente, es como tna paranoia. Es muy cutioso observar el acento que Lacan pone, por ejemplo, a la transferencia negativa, es el drama inaugural de la experiencia analitica. Porque este texto considera que debajo del querer decit, debajo de la intencién de significa- cin, hay siempre la intenciGn de agresién. Es por eso que desarrolla la reivindicacién como el modo fundamental de irigirse al otro, se ve en cierto modo que la reivindicacién es pedir algo, pedir algo que uno piensa merecer: Esto llama a una teorfa de la demanda, toda palabra es demanda. En este texto dice casi que toda palabra es agresion. Hay que entender, a partir de all, cémo eso esta wt en la experiencia analitica. El analista se coloca en la posicién, en cierto modo, de neutralizar dicha agresivida: entonces a la agtesividad presentarse en lo verbal, en lo ginario, sin ofrecerse como blanco”, En a tesis I, Lacan dice que hay el sujeto y hay el sentido, pero eso desaparece en el resto del texto, es deciz, que no es tan presente como dleberfa serlo y Lacan no explica muy bien i, pag. 15. ee, la relacion de ese sujeto del sentido con el yo de la imagen. Aparecen entonces los dos niveles, pero no hay una articula: cion del sujeto en el yo, sino en Ia diferenciacion [mas ade- Jante] entre intencidn y.tendencia” “En este texto no hay una doctrina del origen del sentido. A pesar de que Lacan define la experiencia psi como una experiencia subjetiva del sentido, desarrolla casi fodo en un mundo sin palabras. Bs demasiado decir, pero no ¢s el Jenguaje lo que salta en el centro del texto. Aparece sola- mente un lugar en el que hay imagos, imagenes, pero hay algo que falta. No hay respuesta a eso, porque se habla del Edipo allf donde el sujeto serfa un concepto necesario para diferenciarse del yo. Pero no hay una explicacién en este texto, ePor qué el sentido? No hay respuesta. Podemos decir que enel texto de Lacan “Variantes de la cura-tipo” él trata expli- citamente de ubicar ese problema. Es un texto que Lacan escribe después de “Funcién y campo de la palabra y el len- guaje en psicoandlisis” y después de su primer seminario, En “Variantes de la cura tipo” Lacan trata de vincular el sujeto en el yo, de vincular el lenguaje y Ia estructura del yo. Este serd durante mucho tiempo su esfiterzo, hasta que va a construir el grafo del deseo. En el texto de la agresividad la intencién va de un sujeto otro. Lo que falta es que para comunicarse con otro hay que pasar a través de la estructura del Ienguaje. Un perro, por ejemplo, claramente quiere decir, tiene el registro del pedido y de la agresiGn también. Tiene la intencidn de significacién, pero no tiene acceso a Ia estructura del lenguaje, Lacan decia alguna vez. que los tienen la funcién de la palabra pero no el campo del lenguaje. Para completar esto ha decir que en la especie humana esa intencién de significacién debe pasar a través de la estructura del lenguaje. A partir de esto Lacan construye su grafo. Alli la intencién de significacién encuentra Ja estructura del lenguaje y alli mismo se termina. Tenemos entonees un vector seméntico, el vector de la intencién de significacién, que tenemos que com- pletar con el vector significante. Allfla estructura del lengua- je en gran A, y eso es ya el grafo de Lacan que se construye * Ibid, pag. 17. AD DE LA AGRESWVIDAD EN PSICOANAUSIS DEJ. LACAN 39 iplementando la intencién de significacién con la estruc- gnificante. Se trata después de poner en el grafo la ima~ dl otro y del yo. estadio del espejo y las estructuras del yo se demues- n en el encuadre de la comunicacién del lenguaje, pero an ha tomado seis o siete afios para resolver ese problema. far de resolver la articulacién del yo en el sujeto realmen- «falta en el texto de Ia agresividad” 9 Luego vienen otros pérrafos del texto de Lacan: Pueden sus resultados fundar una ciencia positiva? Si, si la ncia es controlable por todos. Ahora bien, constituida entre injetos uno de los cuales desempera en el didlogo un papel de impersonatidad (punto que exigird muts adelante nuestra aten- In experiencia, wna vez acabada y bajo las tnicas condiciones le capacitad exigible para toda investigacién especial, puede ser Jelonnada por el otro sujeto con un tercero. Esta via aparentemente Wiciitica no es sino una transmisi6n por recurrencia de la que no asombrarse puesto que depende de Ia estructura misma, bipo- * toda subjetividad, Solo Ia velocidad de la difusiOn de Ia expe- Honein queda afectada por ella y si su restricci6n al drea de una cul- Jia puede discutirse, aparte de que ninguna sana antropologia Juedle sacar de ello una objecién, todo indica que sus resultados pue- lativicarse fo suficiente para una generalizacién que satisfaga | postulado nmanitario, inseparable del esptvitu de la ciencia. “Aquf Lacan presenta -segiin Jacques-Alain Miller la experiencia analitica como una experiencia subjetiva, Esa es la definicién de su intencién. La voluntad de objetivar la periencia en la dimensién de la fisica matemitica, no es ida como una experiencia subjetiva. Al contratio, en la iminar el experiencia analitica no es posible, segin Lacan, elemento subjetivo, Su_pregunta es zcémo objeti experiencia que es esencialmente una experiencia del eto? No creo que haya una respuesta en este texto, pero es lo que va a conducir a Lacan al estructuralismo’’ 40 ‘Manio ELKIN Raminez ACTWAUDAD DE Lé AGRESIVIDAD EN PSICOANA: 4 icacie propia de esa intencién agresiva es as personas de su dependencia: la agresividad intencional igre, esta conuce a muerte: 7 yo que crefa queen iar los goles de la empresa analttiea misma, expresién manifiesta de la agresividad no es, 0, una condicién necesaria para su reconocimiento. puede manifestarse en una sola presencia, en un sem- Pero se ejerce en amenazas reales. No obstante, sigue cficaz en su expresividad, como el padre severo que Sant Bt 5 f su sola presencia intimida, apenas necesita enarb Src sn de castigador para encontrar un efecto d tat cin de esa y para obtener accién en la confesién de sus fantasmas privilegindos en los rébus eran can elo ea [feral eel we ee aa erica) ic esa imago, una resonancia més alld de todo estrago. Podentos casi medirla en la modulacio tiene a veces todo el discurso, en agresividad se ejerce ciertamente dentro de cor ss Pero sabemos por experiencia que no es ad: un padre severo i Ia imagen del Castigador apenas necesita enarbolarse para que Ia forme, Resuena mas lejos que ningiin estrago. caleuladas, am reproches, los temores fantasy demostraciones con cias propiamente dichas son tan raras conto 10 ura de emergencia que ha Hevado al enfernto al mi transformacién aceptada por el primero, en una convencién de did- logo. a sola presencia de la intencién agresiva es suficiente producir una modificacién corporal, una eficacia disci- os de la intenci6n agresiva, mediadas por las imagenes de acién, eviracién, desmembramiento, devoraci6n, mutila- En esta tesis Lacan plantea que la agresividad tiene como previo dos requisitos, la intenci ra ese imaginario de la intencién agresiva. Es decir Js imagenes de fragmentacién corporal tienen una resor 1a eficacia real en Ia anatomia del sujeto. a eficacia de la intencién agresiva es 2 bid, pag. 13. a partir de la “accién formadora” de deter pia 2 ‘Manto ELxin RastRez imagenes. Pero zqué es una imagen? {De qué se trata esa fun- cién formadora? {Cuél es la diferencia entre las imagenes corrientes y aquellas que resuenan més lejos que ningtin estrago? La referencia de Lacan para responder a estos inte- rrogantes es la clasica nocién de Inago, término wsado por el escritor Spitteler en una novela homénima®? y que Froud retuvo incluso para nombrar una de las revistas de psicoand- lisis que fund6 en Viena. Imago se refiere en psicoandlisis a una construcci6n a la vez simbélica ¢ imaginaria, que nombra lo que después Ila- mard fantasfa. La imago se constituye de una parte de las “inflexiones individuales de las tendencias”, esto es, que da forma a las elecciones singulares del sujeto, y de otra parte se construye con las “variaciones ce la matriz instintiva”. Los vectores de la intencién agresiva, se infieren de la con- figuracién de la imago. En particular y de modo estructural a partir de las “imagos del cuerpo fragmentado”. Datos que forman “una Gestalt propia de la agresién”, anudada alo sim- bélico e igualmente a lo imaginario, en particular en dimensién del “refinamiento cruel de las armas que fabrica’ cen ello la imago es aplicada, laboriosa y proyecta en el espa- cio sus prolongaciones abjetales. En los parrafos siguientes Lacan dice: Estos fendmenos mentales Uamados las imagenes, con unt bérmi~ no cuyas acepciones semutnticas confirman todas su valor expresa- do, después de los fracasos perpetuos para dar cuenta de ellos que ha registrado Ia psicologéa de tradiciGn cldsica, el psiconndlisis fue el primero que se revel6 al nivel de Ia rectidad concreta que represen- tan, Es que parti6 de su funcidn formadora en el sujeto y reveld que si las imidgenes corrientes determinan tales inflexiones individuales de Ins tendencias, es como variaciones de las matrices que constitu- _yen para los “instintos” mismos esas otras especificas que nosotros hacemos responder a ta antigua apetacion de imago. Entre estas siltimas las hity que representan los vectores electives de las intenciones agresivas, a las que proveen de una efieacia que podemos lamar mdgica. Son Ins imuigenes de castracién, de evira- Semen, C, bnago, Navatin, Paris, 1984. iento, de dislocacién, de. de devovacin, de reventamiento del euerpo, en wna pal imagas que personalmente he agrupado bajo la rifbrica que ece ser estructural de imagos del cuerpo fragmentado. rentario de Jacques-Alain Miller: “A partir de este texto Lacan ponds en el registro de la agre- n casi todo el psicoandlisis. Por ejemplo, en este texto la eas- nn también aparece como un hecho de agresién. La castra- n aparece como el resultado de la agresisn del otro, de modo es tomada como la castracicn imaginaria, en la misma serie todas las imagenes de lesiones del cuerpo propio” 5 if Lacan pone Ia castracién en una serie de las “imé- imagos del cuerpo frogmentado] “Lacan presenta una serie refinada de todos los modos de 16n, pero agresién parece una palabra un poco dura icar todo aquello. Lacan dice que el nivel funda- tal de la relacién al otto es la agresién, pero que eso se ide sublimar. Sin embargo, si uno va al fundamento lo que encuentra es hostilidad. Es una idea a la que Lacan nunea va a tenunciar, idea de que el nivel mas profundo es la hostilidad y no la wonfa. No es la unidad del sujeto, es siempre la divisién del Veto contra sf mismo. Eso da cuenta también del superyé, Ia icin de éste solo puede entenderse como una funcién de agresién hacia el sujeto, de tal maneza que, cuando escribi- el Otro lacaniano, el gran otro que se escribe [en francés] ‘A mayriscula es casi la gran A de Agresor. Es siempre como resor en dependencia del cual esta el sujeto. Lacan presenta, en el primer ejemplo del texto, una madre w ha tenico una cierta influencia sobre su hijo. Y enuncia esa ise que aparece en el texto como la relacién fundamental del hacia el sujeto, como una relaciGn de castracién. Esta tam- bien es para Lacan la relacién del amo y del esclavo, a la cual refiere, en cierto modo, en la teorfa de los cuatro discursos, cada uno se ha estructurado en tna relacién de dominaci también algo del texto de “La en el matema del discurso anal Maxio Euxin Rastez tina como una transformacién de esa matriz de agresién el desarrollo del Malo (de! Kakon). Lacan comenz6 su carrera de psiquiatra con la paranoia, luego contintia con la agresividad, y a través sus matemas complicados ha continuado desarroilando la misma tesis de Ja relacién al otro como fundamentalmente mala, agresiva, intolerante, mottifera. De tal manera que, por ejemplo, las dificultades actuales de Colombia no serfan la excepcién, sino més bien precursoras de lo que va a ocurrir en todo el mundo’. Lacan contint a velacién espectfica del honsbre con su propio cuer~ po que se manifiesta igualmente en la generalidad de una serie de priicticas sociales, desde los ritos del tatuaje, de la incisién, de la cir- cuncisién en las sociedades primiticas, hasta en lo que podria lla- fos, islados o entre elles, entre dos y cinco aftes, para saber que arrancar Ia cabeza y abrir el vientre son temas espontdneos de su imaginacién, que ice mds que colar. Hay que hojear un dlbum que reproduzca el conjunto y tos deta- Hes de la obra de Jerénimo Bosco para reconocer en ellos el atlas de de les Grganos orates y derivados de ta cloaca ha s formas de los demonios, Hasta Ia misma ofiva de ‘hacia los que enipujan a fos condenados, y hasta la estructura narci- sista puede evocarse ent esas esferas de vidrio en las que alan cautivos los coparticipes agotados del jardin de 8 Ibid, pag. 16. El fecho de Procusto es una referencia de la agresividad vuelta cor- tesfa, Procusto es conocido por ser aquel en cuya casa los huéspedes encontraban un lecho a su medida, ya que si eran muy altos para caber en él, Procusto les hacia recortar lo pies y si eran muy bajos los estiraba para que quedaran justos en el lecho. DAD DE LA ACRES! a encontrar constantemente estas fit , particularmente en el momento en que el ani ‘flejarse sobre el fondo de las fijaciones mids arcaicas. is pacientes, en quien las pulsiones se manifestaban por medio de fantasmas obsesivos; <2 veit, yenda en coche con la mujer de sus amores dificiles, todos éstos datos primaries de una gestalt propia de In agre- el hombre y ligada al cardcter simbélico, no menos que al vento cruel de las armas que fabrica, por fo nienos en el esta- esanal de su industria, Esta funcién imaginaria va a esclare- nuestra exposicién. Anoteraos agut que de intentars itico, hacia lo cual en pi ubjetioos mas importantes, de los que som testigos en la con- in los fantasmas priviegiades, y que no han permitido conce- mago, formadora de Ia ident n esta tesis y en Ia anterior, Lacan muestra que la agresi- {aparece en una experiencia subjetiva.y por tanto no haviorista, Esa manifestacién acontece en la intencionali- \l de significaciGn. La efectividad de esa intencién agresiva wede elucidarse en la indagaci6n de la acci6n formadora de cenes, Pero a esta altura de la reflexiGn es preciso definir es una imagen? Y cual es Ia funcién formadora a la que \ce referencia, y en esa via diferenciarla de aquellas otras cenes comunes que como ha dicho Lacan “restenan més ‘que ningtin estrago”, 'strago es una nocién de escasa aparicién en la obra de aqui designa la relacién de los padres al hijo, y es ilus- » por el ejemplo de la madre que al hijo confesarle difi- mente su homosexualidad, ella le espeta que lo prefe- ;potente, Alli Ie obstruye la via para una sextialidad 1 un otto, con una alteridad, y le preferirfa, lo que no deja vner una profunda carga agresiva, impotente. » 46 ‘Magio Euxtn Raatitez ‘esis II: Los !tazones esortes de la agresividad deciden de las ve motivan la tecnica del andlisis, “En esta tesis ~dice Miller hay una combinacién de las dos primeras aqu{ desarrolladas, es decir que Lacan articula Ja agresividad a la experiencia analitica, Técnica analitica y agresividad son reciprocas: primero, la experiencia analitica supone una renuncia a la agresividad. Serd muy dificil esta- blecer una experiencia de palabras si uno pone el revélver sobre la mesa, si no hay renuncia a la agresividad. Y segun- do, hay una puesta en juego de la agresividad, pero a otro ivel distinto del nivel real. Lacan define en esta tesis la expe- |) tiencia analitica como una paranoia dirigida. Hay un viejo interés de Lacan sobre la paranoia. Ha empe- zado su trabajo psiquidtrico con una tesis sobre la paranoia, En este texto, podemos decir, que a partir de la agresividad Lacan define también toda Ja experiencia analitica como una paranoia ditigida, pero apoyandose sobre Melanie Klein Para decirlo ripidamente, el analista toma una actitud fuera de la agresividad: el analista no responde a la agresividad, se neutraliza respecto a la agtesividad para permitir al sujeto agotar su propia agresividad, proyectando las imagos hacia 41. Por ello la experiencia analitica merece la expresién de paranoia dirigida, es decir, que en lugar de una paranoia sal- vaje se trata de una paranoia en la que el analista permite al Sujeto agotar su agresividad de manera verbal ditigida hacia i. El analista se mantiene en la neutralidad, Lacan en esta tesis justifica la posicién misma del analista con respecto a la agresividad del sujeto, que parece realmente el punto grave 6 Esta es entonces una tesis sobre los fundamentos de la téc- nica analitica. Que Lacan use el término “resortes” reenvia a una causalidad, a las lad, las cuales encuentra en la relacién aria del yo y su imagen proyectada sobre el otro. = En los primeros parrafos Lacan enuncia: El didlogo parece en st mismo constituir una renuncia a la agre- sividad; la filosofia desite Sécrates ha puesto siempre en él su espe- & Ibid, pig. 13. "7 15 DE J. LACAN ACTUALIDAD DE LA AGRESIIDAD Ex PsICOANA de hacer triunfar Ia vfa racional. Y sin embargo desde los 15 en que Trasimaco hizo su salida demente al principio det didlogo de La Repiiblica, el fracaso de ta dialéctica verbal no hia 10 demostrarse com harta frecuenci a es la primera vez en el texto en que aparece la antite- re didlogo y agresividad. El didlogo es Ia ilusién plato- joy de hacer avanzar la humanidad en el camino de la razén We funda la tradicional oposicién filoséfica entre el poder pasiones y los poderes de la palabra. Diclogo se des- 22n; ha designado descle la anti- wunque primitivamente era el arte de la discusisn, el del dislogo. EI poder de examinar fos conceptos y las sas y discutirlas, Se trata de un logos que introduce un otro otros. Es la confrontacidn de dos razones, 0 dos posiciones: pstas con vfas a legar a un acuerdo en el desacuerdo para 1e se requiere ir introduciendo cambios en las posiciones ‘ero en el libro uno del Dislogo La Repriblica, Trasimaco, en debate con Sécrates, sostenfa furioso contra éste que el 0 se funda en Ia fuerza, y que lo justo no es otra cosa Jo que es mas conveniente y util al poderoso. Por eso .n ilustra con ese ejemplo el fracaso de la dialéctica verbal Se trata de una agon‘stica entre la agresividad y la dialéc- entre Io imaginario y lo simbélico. Y se demuestra, al wjor estilo de la Verneinung, que atin lo simbélico, el juicio, i26n, en este caso la dialéctica, se ve penetrada por las ones, Lacan ha indicado con el término renuuncia que hay un tra- iento posible de la agresividad en psicoandlisis. Es decir, |jvie de entrada diferencia la técnica analttica de la dialéctica la mayéutica platénica. Introciuce la disimetria entre el sta y el analizante, el analista como espejo plano, des- s dird el deseo del analista en el lugar donde Freud sefia- cn Ia tradici6n cartesiana la abstencién del sujeto para intizar la objetividad. nn el cardcter “técnico” de esta te: 48 Manto Bukin Rastnez intencién agresiva indica que la experiencia analitica no es totalmente una experiencia dialéctica. Lacan formula este problema técnico de la experiencia analitica en una secuencia lasica El analista se ofrece en el diélogo con un semblante des- Pojado de los intereses yoicos, es decir que evita las manifes- taciones de las profundidades de su gusto a partir de un ideal de neutralidad, de apatia, de impasibilidad, cuyo fin no es el de ponerse “en situacién de comprender” ni de preparar la interpretacién. En este punto contingéa Lacan: He subrayado que el analista curaba por el didlogo, y locuras tan grandes conto ésa zqué virtud le aiiadié pues Freud? 1a regla propuesta al paciente en el anclisis le deja adelantarse @n una intencionalidad ciega a todo otro fin que su liberacién de un ‘mal o de ura ignorancia de la que no conoce ni siquiera tos Itmites. En este parrafo hay una sencilla definicién de aquello que en Ia experiencia anaiftica busca el analizante, La liberacién de un mal o de una ignorancia sin limites. Es un fin epistémi- Co que se espera del andlisis. Al que también puede afiadirse. Te un fin terapéutico ¢ incluso un fin politico, Hay un saldo de saber; més que de conocimiento en el fin del andlisis se trata del saber sobre su goce. Esta tesis tres estd construida, introduciendo en primer lugar, del pérrafo tres al seis, una exposicién fenomenolégica de la técnica analitica y en segundo, una tentativa de Lacan de afinar las proposiciones que vienen a explicar la fenome- nologfa de la experiencia analitica que acaba de deseribir. Dice Lacan: Sut voz serd Ia tinica que se hard ofr durante un tiempo cuya duracién queda, a diserecién del analista. Particularmente le serd Pronto manifesta, y ademds confirmada, la abstencién del analista de responde plan de consejo 0 de proyecto. Hay aqui una constric arece ir ent contra del fin deseado y que debe justificar algin profunuio motion pe]. Lacay 49 ACTUAUIDAD DE La AGRESIVIDAD EN Pico acan distribuye aquello que rige la palabra del analizan- la regla de la asociacién libre, que pone a funcionar su ltencionalidad y aquello que constrifie la accién del analista, jue Freud designaba la atencidn por igual a todo el mate- | que le impone silenciar su yo, la abstinencia de sus inte- ses yoicos y de sus deseos como persona. Es decir que el sta suspende su propia intencionalidad. La intencién ‘a aparece en este texto en correlacién con el incons- nte. Por lo tanto, del tinico inconsciente y de la tinica inten- agresiva que se trata en la experiencia analitica, son los analizante. En estos parrafos bastante freudianos Lacan ln cuenta de los Iimites del analista, de su abstencidn de la abra, menos cuando se trata de Ia interpretacién. {Qué preocupacién condiciona pues, frente a, la acttud del ana- ? =contintia Lacan La de ofrecer al didlogo un personaje tan indo como sea posible de caracteristicas indivicales; nos borra- isitamos toda manifestacién de nuestros gustos personales, oculta- os lo que puede delatarnos, nos despersonalizamos, y tendemos aesa Hl analista es aqui descrito como despojado, borrado, des- wrsonalizado, Esto es que coloca de lado sus propias signifi- \es, precisamente para dejar emerger las significaciones propias de la singularidad del analizante. Para no ‘ar lo nuevo, para no aplastar lo no sabido del analizan- con el saber acumulado del analista, su experiencia acu- a, con sus propios prejuicios, atin tedricos, que es como en otto escrito suyo, “Intervencién sobre la transferen- ntra-transferencia, es decir, la suma de los prejuicios lo! analista. Todo esto aparece en esta tesis en el ideal de Impasibilidad, después relevado por el concepto de deseo del a. Por lo demés, a diferencia de otras profesiones en las In experiencia acumulada sirve para elucidar lo nuevo, psicoandlisis esto constituye un obstaculo, pues la i encia titi en ese sentido, es la que el analista 50 ‘MARIO ELxIN Rastnez La simpatfa a la que alude en el parrafo es muy fina, es la biisqueda por parte del analizante de un gesto de aprobacin cen la cara del analista, quando el andlisis 0 las entrevistas pre- liminares desenvuelven frente a frente. Busca un semblante de interés, busca la presencia del analista, es la que Lacan aconseja sumergir también en el ideal de impasibilidad, de una apatia que no es desinterés porque cl analista quiere algo, la funci6n del analista se mueve por un deseo. El de evitar una emboscada. Lacan contintia: ‘No expresamos solo en esto esa apatia que hemos tenido que rea- lizar en nosotros mismos para estar en situacién de comprender a nuestro sujeto, ni preparamos el relieve de ordculo que, sobre ese fonio de inercia, debe tomar nuestra intervencién interpretante. Queremos evitar una emboscada, que ocutia ya esa Hamada, ‘mareada por el patetismo eterno de ta fe, que el enfermo nos ditige Implica un secreto: “Echate encima -nos dicen este mal que pesa sobre mis hombros; pero tal como te veo, arito, asentado y conforta- le, no puedes ser digno de Mevarlo” En la edicién francesa dice Nous voulons éviter une embtiche, donde no hay ambigtiedad respecto al deseo del analista aqui implicito. Evitar la emboscada que quiere hacerle el analizan- te al analista, al querer que éste se eche encima la responsabi- lidad que le corresponde al analizante de su sufrimiento y de sus actos, Para Lacan la interprotaci6n no se prepara, emerge a par- tir de lo imprevisto de la siluacién analitica. En el texto esa posicidn es para evitar la “emboscada” de esquivar la “rei- vindicacién orgullosa” del padecimiento del analizante. Es decir, su “reacci6n terapéutica negativa”, como “contragolpe agresivo de la caridad”. El patetismo de la frase del analizante “Echate encima este mal que pesa sobre mis hombros”, es el llamado al analista como si se tratara de un Cireneo que viene a echarse la cruz del analizante. Es el fondo dramético del sufrimiento repre- sentado en la tinica tragedia celebrada en el Occidente cristia- no, conmemorada y clevada al paradigma del padecimiento ACTUAUDAD DE La agReswinap EV rsicoaNAisis DEJ. LACAN BI de los mortales. Pero ese aparente rechazo de su sufti- or parte del analizante es desenmascarado por Lacan ie devela detras de él una reivindicacién narcisista. jyue Lacan: aparece aqui como reivindicacién orgullosa del sufri- strard su rostro y a veces en un momento bastante deci- entrar en esa “reaccidn terapéutica negativa” que retuvo ide Freud bajo Ia forma de esa resistencia del amor pro- Jomar este término en toda la profundidad que le dio La uemuld y que a menudo se confiesa ast: “No puedo aceptar suamtienta de ser liberado por otro que por mf mismo". mismo el que ha de querer liberarse de su suftimien- »| sujeto quiere curarse él mismo y no va a querer conce- ¢ orgullo al analista, del cual precisamente rechaza su su intervencién; ademas esté el hecho de que su pade-* nto traduce ademas un goce al que dificilmente e] ana- le va a querer renunciar. Por eso Lacan muestra en el ros esa reivindicacién orgullosa del amor propio, la cara de , sferencia terapéutica negativa. Esto es una resistencia cisista al andlisis, una resistencia a ceder en sut goce. Ciertamente -dice Lacan=, en una mds insondable azn, es In participacién en su mal lo que el enfermo espera Pero es la reacci6n hostl la que gufa nuestra prudencia inspiraba ya a Freud su puesta en guardia contra toda ten- ide jugar al profeta. Solo los santos estdn lo bastante despren- is de Ia fe profunda de tas pasiones comunes para evitar los con- jolpes agresivos de ta caridad. ta estd jus- ‘ada precisamente por la reacci6n hostil del analizante que ve de orientacién, de brijjula anticipada al acto analitico. lo se funda el rechazo a echarse encima el suftimiento ly] onalizante. Querer el bien del analizante, su superacién. el alivio promovido por el furor sanandi, no produce el nor sino que desencadena el odio. Tal vez filantropia sea la traduccién lacaniana de una intencidn terapéutica que jue para el paciente lo bueno, lo bello o lo verdadero. La prudencia que debe guiar la accién del anal ¥ 82 M IO ELKIN RAMREZ. tencién agresiva es del yo. El narci ieva el amor sino también ef odio. Y esto habria que anud Jo con una contaminacién de la pulsién de muerte en la subjetividad. La emboscada de la que habla Lacan a evitar es Ja de suponer una infalibilidad del sujeto supuesto saber, incluso creer que se encarna el sujeto supuesto saber. Y la ide: de echarse sobre los hombros el fardo del analizante. La reivindicacién del sufrimiento luego puede convertirs. en reacciGn terapéutica negativa. El sujeto no soporta sei molestado en su defensa, en ser compelido a abandonar la formas de goce en las que se ha instalado, La declaracién d querer ayudar al sujeto tiene que cuidarse de la beneficenci. pues, Lacan advierte de los contragolpes agresivos de la cari dad. Las empresas filantrépicas en ese sentido, e incluyend las buenas intenciones terapéuticas, conllevan un sadism isereto, Se trata de un rasgo de estructura, mas que de un, maldad personal del que quiere beneficiar. En estos parrafos Lacan argumenta entonces las razon de Ia abstenciGn del analista en la experiencia analitica. S apatia radica en el rechazo del amor del analizante, en el mantenimiento de la disimetria, de la no reciprocidad, en I negativa a convertirse en un amado que se convierte e1 amante. Esto en raz6n de que el analizante demanda un amot que no quiere, ya que nunca estaria satisfecha su demand. tay de que la filantropia lleva consigo agresividad. analista harfa entrar en esa respuesta de beneficencia su pi pia agresividad dirigida al analizante. La intencién agresiva del sujeto, entra en la lamada po! Freud fransferencia negativa. Nudo inaugural del drama anali fico. Dicho fenémeno acontece en el analizante bajo la form: de tansferencia imaginaria sobre la Todo en la relacién analftica es susceplible de agresi6n. La faltas a Ja hora acordada, el comportamiento en el consulto: io, la forma de dirigirse al pensar todo aquello que juslifica la al analista, El texto de Lacan contintia: iSDEJ.LACAN 53 ACTUAMIDAD DE LA AGRESIVIDAD EN P uanto a ostentar el ejemplo de nuestras virtudes y de n sunaca he visto recurrir a ello sino a algiin gran mines do inabtuido de una idea, tan austera como inocente, de su valor iamos los resortes agresivos escondidos en todas Ins activi~ les Hamadas fitantrépicas. Aparece una extrafia idea aqui que es la de aproximar el ita al santo, Pero mas que un santo que hace Ia caridad un santo que sabe desprenderse de ella, Que puede, por into, dar su rango, servir de desecho, después elaborado » objeto a que causa el deseo del analizante y a la vez, un desecho de goce. Desprenderse de sus intereses yoi- », de sus pasiones narcisistas, es lo que pone al abrigo al a de los contragolpes agresivos de la caridad. Pone al sta al abrigo de la pasi6n del odio del analizante. del sujeto para con nosotros, puesto que esas inttenciones, ya i la transferencia negation que es nudo inaugural del a transferencia_negativa es el-nudo inaugural, no es vando las reacciones agresivas. como el drama de la isferencia va a desarrollarse sino dandoles lugar. Conside- ja parte del andlisis, atemperarla. La ietea del espejo ho que solo refleja lo que el analizante muestra es el simil involucrarse como stijeto sino como superficie li \ce que aparezca la angustia, que a diferencia de la ima- miente. Pues el espejo devuelve al sujeto la imagen del con To que se busca hacer comprender al sujeto que el 10 de 1a agresividad es el propio yo. Luego de la puesta en acto de esta posicién del analista an aclara en esta lesis que no se trata de esquivar la inten- ssiva, ya que éstas forman el nudo inaugural de la nncia. Sino poner en juego la “transferencia imagina- alli donde “el mas azaroso pretexto” basta para provocar oncién agresiva que entonces “reactualiza” la imago. s sin embargo ~sigue Lacan poner en juego la agresi- | \ 10 ELKIN RaMiRez, Posicién del analista no es no Ia de ponerla en ju | areaicas que, instancia de la personalidad. Puede verse que el mds azaroso pretexto basta pm inten ‘mos el inconsciente del sujeto, con su corretacién intenciomal, Elinconsciente es d Benes inconsciontes, esta estructurado como un complejo de imagos, en correlacién con la intencionalidad del sujelo, que ¢s la expresin de la pulsién de muerte. Esta entonces aruda. do inconsciente, pulsion y transferencia Semejante mecanismo -contintia Lacan se muestra a menudo extremadamente simple en In histeria: en el caso de una muchacha atacada de astasia-abasia, que resistia desde hacia meses alas tenia. Hens de sugestin terapéutien de los estilos mas diversos, mi perso- naje se encontr6 identfcada de gope a la constelacin de los rasgos Inds desagradables que realizaba para ella ef objeto de una pasion fnstante marcada por lo dems por un acento delirante. La imago subyacente era la de su padre, respecto del cual bast6 que yo hiciese ebseroar que le habia faltado su apoyo (carencia que yo sabia que habia dominado efecticamente su biografa yen un estilo muy nove. lesco), para que se encontrase curada de st sintoma, sin que hubies m1 visto en él, podriamos decir, mis que fuego, sin que la pasién mérbida por otra parte se encontrase afectada por eo, En este caso la actualizacién de la imago acontece de manera desapercibida, su accidn es desapercibida pero insta. 4a Ia agresividad. Ella transfiere sobre Lacan la imago de un Padre odiado, solamente por haberle seftalado la carericia pues la de soportar la agre- 1eB0 para que revele las ima~ feriémeno representa en el paciente la transferencia imagi- naria sobre nuestra persona de una de las imagos mds 0 menos iN efecto de subducci6n simbéliea, degrada, deri. 22 0 inhibe el ciclo de tal condita que, por wn accidente de repre- sion, ha exctuido del control del yo tal fuuncién y tal segmento cor- | Poral, que por una acciin de identificacin Ina dado su forma a tal provocar Ia in agresion, que reactuatiza Ia imngo, que ha seguido siendo Permanente en el plano de sobredeterminacion simbolica que Nama. ido aqui como un conjunto de ima- uz, desaparece el sintoma, modifica la referencia paterna. tuvo un valor de interpretacién que sin pasar por la com- n tuvo su eficacia, iva, precismmente debido al hecho bien conocido por noso- est estructura estd particularmente destinada a camuflar, una descomposicién defension, tan c is a fa que ilust ieee arena yeel parapeto en 2ig- ie hemos esctichado a varios de nuestros pacientes wtlizar a ito de ellos mismos wna referencia metafirica a “fortificacio- Vauban’ : ai al papal det intenciom agreston ent feb = por ilo asi manifiesto. No es pues que sea desfavorable reactivr nte intencién en el psicoandlisis Los ejemplos clinicos presentados por Lacan mediante le ferencia imaginaria permiten al analista inferir y sacar : 1. "la imago subyacente”. Asf, el consejo a los analistas al to de este impasse en Ia experiencia analitica, es que io de la intencidn agresiva, en sus diversas planes ,, pader develar Ta imago subyacente, por lo cual no al «quivar la susodicha intencidn agresiva, y no bain , ir que el analizante encuentre apoyo en algo ual lista “suficientemente elaborada” para oponerse, ene jar, que da Cuenta de las diversas formas reactivas del el dialogo analitico. Je evil stra téenica es que la inten- que tratamos de evitar para nue Ce ica en el paciente encuentre el apoyo de un rporsonasjcentement torada para gue pda rs nets reveiones ce opoictn, de dnegreib, de ostentcin tira que nuestra experiencia nos demuestra que son los racteristicos de In instancia del yo en el didlogo. solucién a este problema técnico, planteado asi: geomo Ir que se actualice la intencién agresiva y se movilice Ta 36 ‘Masto Euan RaMinez. imago sin capturarla en la persona del analista, a partir de gesto, un rasgo o una intervencidn? es una solucién que so} aparecera como solucién ética en Ia tesis cinco. tena per cidn-conciencia, sino por Ia esencia fenomenoligics que él reconoci como la mas constantemente suya en la experiencia, bajo el aspec de a Verneinung, y cwyos datos nos recomiencla apreciar en el fn ce mds general de una inversién perjudicial Esta es una definicién simple y clara el desplazamient efectuado por Lacan moviéndose en Ia misma obra de Frew Desde el sistema percepcién-conciencia a la denegacién. algo que se enlazara con otro pérrafo que se encuentra en. tesis IV, sobre el “espejismo de la objetivacién heredado de psicologia clisica”, referido al yo dotado de la percepcidi conciencia para escudrifiar el mundo y en el que Lacan hall mis bien un obstéculo, ya que es un yo productor de ihusi nes, por lo que Lacan promueve en su lugar la denegacio: que es mas conforme a la constitucién de la subjetividad que de paso altera la coincidencia del sujeto del conocimien: to cuando es interrogado desde el psicoandl En resumen, designannos en el yo ese nifcleo dado.a ta concier cia pero opaco a ta reflexién, marcado con todas las ambigiteda que, de la complacencia a a mala fe, estructuran en el sujeto hum 10 Io vie “yo” antepuesto al verbo [el je francés] que, confesando su facticidad a la critica existencial, oponer su in ductible inercia de pretensiones y de desconocimiento a la proble mutica concreta de Ia realizncién del sujeto. Lejos de ntacarlo a fordo, la mayéutica enalitica adopta un rode que equivale en definitiva a induciy en el sujeto una paranoia dir sida. En efecto, e objetos internos, mecanismo paranoico ciertamente, pero aqut sistematizado, filtrado en cierto modo y aislado a medida que se produciendo. Es el aspecta de nuestra praxis que responde a la categoria dell espacio, si se comprende minimamente en ella ese espa i DAD DE L AGRESIVIDAD EN PSICOANALISS DEJ.LACAN 87 deserrolla esa dimensién de los stritontas, que los a como islotes excluides, escotomas inertes 0 automatis- sitarios en las funciones de la persona. tra dimensi6n, temporal, responde la angustia y sw inci- 1a patente ent el fendmeno de la huida 0 de Ia inkibicion, lente cuando no aparece sino cont Ia iniago motivante. todo, repitémoslo, esta imago no se revela sino en ta medi- e nuestra actitud ofrece al sujeto el espejo puro de una in accidentes: Lacan revela que no solamente la imago se actualiza ir de un gesto incluso no premeditado del analista, sino to es consecuencia de que el analista se ofrezca como pejo plano. Se revela entonces porque estructura el ynsciente del sujeto pero ademas por qué el andlisis movi- su aspecto pasional, narcisista. p ginese, para comprendernos, lo que sucedertu en wn que viese en su analista una réplica exacta de sf mismo. 1 of mundo siente que el exceso de tensién agresiva constituiria ifculo a la manifestacién de la transferencia que su efecto ttil podria producirse con la mayor lentitud, y es lo que sucede en tanélisis de finalidad diddctica, Si ta imaginarios, en caso 0, vivida seguin el modo de extraiieza propio de Ins aprehen- es del doble, esa situacion desencadenarta una angustia incon- ble. ‘Que el analista sepa desvanecer su persona permite que la sividad se manifieste revelando las imagos y el saber uv el goce. Esa es la condiciGn, Esto conduce a pensar la ujera de proceder, de maniobrar con a agresividad en la riencia analitica, porque a esta altura de su argumenta- | esta no es un accicente sino un rasgo de estructura del y por ende su expresisn en el encuadre analitico, es inevi- define en esta tesis el tratamiento analitico como aranoia dirigida, y a continuacién define la estructura ‘yo, como paranoica. Es decir, demostrando a través del Jivlio del espejo dicha paranoia originaria en el humano. Ei inbre esta esencialmente dividido por el semejante, al \o )AD DE LA AGRESIIDAD EN PSICDANALISIS DEJ. LACAN 89) 58 Manio Euxtw Rantnez A ily Melanie Klein presentar la agresividad de manera ila como tuna concepeién ‘a la francesa’, como una formal, conceptual, mas fuerte que le permita distintos puntos de vista que pueden variar feno- Punto de sentirse agredido 0 volverse agresor respecto df mismo 0 a su semejante. Ese aparato del yo es presentado por Lacan como corral tivo de la identificacién, como modo de respuesta a ese -amente y ordenarlos desde un punto de vista con~ Sarramiento original, La unificaci6n producida es imaginas ‘is abstracto. 5 pero le permite al sujeto el célculo, la anticipacion de su pi intido esta es una centzal sobre lal ana Pia unidad yoica. En ese otro tomado como modelo se pa apa pp ie ar a duce _un desconocimiento como productor de ilusiones, peer Sees ei rails eee aloe * eemplo, la ilusién de su unidad, de su identidad ‘con: 4 ee iin del beanies chine mismo, Un vacio que el yo colma con ie Jesividad en singular y la justificacién . la i es, hay que justificar la singularidad, porque en I nodlos distintos de presentacion de la agresividad, de Lane ee eee eoueeT Tesis IV: La agresividad es la tendencia corretativa de vy después de La] justificacion de jane ne 4 ae a modo de identificacién que lamamos narcisista y que omnes Ge Re retece yeaa ee Aletermina Ia estructura formal del yo del hombre y del eicula) custo uu tesiea eee registro de entidades caracteristico de su mundo. cacin y lo teva a un desaro- I. La tercera parte donde considera la identificacién Comentario de Eric Laurent » en referencia al psicoandlisis de niftos, sesancila mi is mas fan q 's enseflanzas de la cura del nifio en psicoan mpd rep alas MMM Se ne hes nivel meta i se podria Hamar también: examen de la posi va de Melanie Klein, La cuarta parte es el retorno al i y por tiltimo est la conclusién. Esto ordena Ia exposi- “Empieza con la palabra agresividad y Ia define com a de un modo de identificacién, 0 equivalente identificacién misma, No hay identificacién sin agresi laci6n demuestra es que tampoco hay aga sividad sin identificacién, Hay entre ellas un lazo que tie n z ‘ las particularidades y que Lacan va a desarrollan instituye un registro de laeittue ' Esta tesis ya enunciada transforma un poco el titulo geng nal del yo y de [os caracteres de su entorno. Por ello ral del articulo ‘La agresividad en psicoand! ‘acién grupal, por ejemplo, solo se afirma a partir Podrfa tener como subtitulo: ‘La iden ya que es un tratado de la identificacién, Pero este articulo tiene como empresa tratar de present ren raz6n dle las dificultades que atravesaba en esta época movimiento analitico, es decir, el conflicto central entee Ar pigs. 35-36, Ibid, pag. 13. Glee 60 ‘Manto BLxin Rawtaez ACTUALIDAD DE La AGkESITDAD EN PstcoaN Liss DEJ, LACAN Desde Ia primera frase del primer pérrafo Lacan enunci el lugar desde donde va a argumentar, dice: sar ahora de la subjetivicad de ta intencién a ta nocion de icia a la agresién es dar el salto de Ia fenomenologia de aperiencia a la metapsicologfa. La experiencia objetion det anlisis inscribe inmediatamente sus resultados en la psicologia concret, ero Jo que hay que hacer en el salto de la fenomenolo- y(a a la metapsicologia es pasar de la subjetividad de la inten a la tendencia a la agresién. Es una terminologia feno- mol6gica, husseriana. De la intencién a la tendencia a la \gresién, que es la traduccién del Todesirich aleman. En esa jpoca ‘tendencia’ era algo que permitfa ubicarse entre lo del Trieb aleman, el drive inglés y el instinto, instink, que 1 la traduccién més comiin en esa época. Elegir entonces fen- a era una manera de elegir una palabra que circulaba re estas otras. Lo esencial para Lacan era no usar de nin- .na manera instinto, sino una palabra que traduce la para~ fa del Trieh freudiano que es como va a definirse en Io ocial, Lo mismo la pulsi6n freudiana, lejos de ser un i lo como algo biologico vivo, es algo que est marcado por el [1] La psicologia con wreta ~comenta Erie Laurent- hai n en esa epoca dentro del marxi mo. Georges Politzer fue un psicélogo marxista que tuv mucho éxito en dicha época; al contrario de hoy, el marxism tenfa dividendos y era desde el punto de vista del marx que se podia juagar, interpretar 0 interpelar el psicoanl En esta frase, Lacan toma un punto de vista polémi subrayando que la tinica psicologia concreta que él conocfa era, precisamente, el psicoandlisis como experiencia subjetiva” *? El texto de Lacan dice: __Indiquemos solamente to que aporta a ta psicologéa de tas enn ciones al mostrar la significacién comin de estados tan diverso como el temor fantasmdtico, la ira, la tristeza activa o la fatiga psi. casténica, . Pero ese salto ~continnia Lacan- 10 manifiesta ninguna otra sinto una exigencia del pensamiento que, para objetivar ahora el ro de las rencciones agresivas a falta de poder seriarlo en una cuantitatioa; debe comprenderto en una formula de equi- Ast es como lo hacemos con Ia nocién de libido. “Cuando Lacan habla del salto de la fenomenotogta a | -metapsicologia, ese salto no reenvia sino a un tipo de estru tura. Lacan describe este salto como una serie de estados muy diversos: el amor fantasmatico, la cera, la tristeza acti wa, esto me parece exquisite, algo qe no se puede inca ninguna codificacién, ni en ninguna escala. positivist DSM I [o los siguientes). Como afecto la tigtna activa o distinta de la tristeza pasiva, hay algo nocivo en la tristeza, Ja comunicacién de la tristeza. Hay algunas paginas tambie de Nietzsche sobre la tristeza que se eomunica el triste qui quiere entristecer a todo el planeta; algo de esto hay en es actividad de la tristeza y que es a tener siempre en cuenta que no hay solamente la vertiente pasiva, la tristeza es un: actividad en sf misma, distinta del cansancio psicasténico. Se puede considerar la serie de la tristeza, la cdlera y el cansancio como una serie de afectos que tienen una significa cin comin agresiva que supera toda diversidad”" “Hay entonces que hacer el salto de la fenomenologfa a la tapsicologfa, este salto manifiesta una exigencia de pensa~ jento, para objetivar el registro de las reacciones agresivas. pudiendo seriarlo en una operacién cuantitativa, Lacan ws lleva a comprenderlo en una S6rmula de equivalencia, Jo ws algo en el método lacaniano que va a mantenerse a lo ,o de sut obra siempre como exigencia, $i hay un registro todas esas reacciones agresivas, 0 de algo que es sumado nificante, después hay que introducir un cierto orden, si Wy manera de cuantificarlo hay que introducir una equi- lencia, un signo de igualdad, y es allf donde introduce la do freudiana como un factor de equivalencia, un signo de ldad entre los fendmenos muy distintos, entre significan~ © Ia, Ibid, pag. 36.

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