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LA RELIGIÓN ROMANA

a. Características
Los romanos tuvieron una religión semejante a la de los griegos, caracterizada por ser politeísta y
antropomorfista. Sus dioses eran muchos y representaban a los fenómenos de la naturaleza y a las
actividades humanas. Se les representaban con figuras humanas.
Se caracterizó también por ser una religión práctica, es decir, se daban a los dioses ofrendas y plegarias;
pero si nada obtenían los fieles, protestaban enérgicamente.

b. Clases de Culto
Existían dos clases de culto: el público y el privado.
El Culto Público: Los sacerdotes celebraban el culto a los dioses en nombre de la ciudad. A cada dios se
le destinó un templo, con sacerdotes particulares. Los principales dioses fueron:
• Júpiter, dios del cielo y de los fenómenos celestes. Era considerado como el más poderoso de
todos.
• Marte, dios del ejército.
• Jano, dios de las puertas de la ciudad y de las viviendas.
• Juno, diosa protectora de las madres.
• Ceres, diosa de la cosecha.
• Diana, diosa de la naturaleza salvaje y de la caza.
• Minerva, diosa de la inteligencia y la técnica.
• Mercurio, dios del comercio.
• Hércules, dios de la fuerza.
• Vesta, divinidad del hogar (fuego).
• Venus, diosa de la belleza, de la fecundidad y del amor.
• Vulcano, dios del fuego, de los metales y de los herreros.
• Neptuno, dios del mar.

El Culto Privado: Estaba destinado a los dioses familiares, administrados por los padres de familia en los
hogares. Entre los dioses familiares destacaron:
• Los Manes o almas de los antepasados, que velaban por la continuidad y prosperidad de los
descendientes
• Los Lares o dioses protectores del hogar
• Los Penates o genios que hacían posible el abastecimiento familiar

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