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Trabajo de Deforestacion
Trabajo de Deforestacion
Nacional”
TRABAJO PRACTICO
Semestre : IV
Sección :C
Turno : Tarde
Iquitos – Perú
2022
I. ÍNDICE
I. ÍNDICE ..................................................................................................................................2
II. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................3
III. DEDICATORIA ...................................................................................................................4
IV. AGRADECIMIENTO ...........................................................................................................5
1. DEFORESTACION ..................................................................................................................6
1.1. DEFINICIÓN ..................................................................................................................8
1.2. PERSPECTIVAS TEÓRICAS .............................................................................................9
1.2.1. ESCUELA DE LA POBREZA .....................................................................................9
1.2.2. ESCUELA NEOCLÁSICA ..........................................................................................9
1.2.3. ECOLOGÍA POLÍTICA .............................................................................................9
1.3. LEYES AMBIENTALES DE PROTECCIÓN DE LOS BOSQUES .........................................29
1.3.1. PAGOS PARA CONSERVAR LOS BOSQUES .........................................................29
1.3.2. AUMENTO EN LOS PRECIOS DE LOS INSUMOS ..................................................30
1.3.3. AUMENTO EN LOS SALARIOS DE LOS TRABAJADORES AGRÍCOLAS ..................30
1.3.4. MÉTODOS AGRÍCOLAS QUE NO EXIGEN DESPEJAR BOSQUES ..........................31
1.4. REFORESTACIÓN ........................................................................................................35
2. DESERTIFICACION ..............................................................................................................38
2.1. Evolución ....................................................................................................................39
2.2. NIVELES DE DESERTIFICACIÓN ...............................................................................39
2.3. ZONAS CON DESERTIFICACIÓN ..................................................................................39
ANEXOS ......................................................................................................................................47
II. INTRODUCCIÓN
Más del 70 % de los animales y plantas viven en áreas forestales, por lo que la
deforestación tiene un impacto dramático en la pérdida del hábitat de millones de
especies, extinción de especies, la disminución de poblaciones de insectos, la pérdida de
biomasa global y de biodiversidad. La deforestación afecta el albedo de la tierra,
produciendo cambios en las temperaturas globales, los vientos y las precipitaciones. Los
árboles también contribuyen con el ciclo hidrológico devolviendo el vapor de agua a la
atmósfera. La eliminación de los árboles también causa fluctuaciones extremas de
temperatura.
Desde 1750, los cambios más grandes en la superficie del planeta se han producido por
la deforestación en climas templados: cuando los bosques y selvas se reducen para dejar
espacio al pasto, el albedo de la región afectada se incrementa, lo cual podría producir
calentamiento o enfriamiento, dependiendo de las condiciones locales. La deforestación
también afecta a la absorción del carbono, lo cual puede producir concentraciones
elevadas de CO2, el componente principal de los gases de efecto invernadero. Ciertos
modos de limpieza de tierras como el corte y quema empeoran estos efectos al quemar
biomasa, que libera directamente gases de efecto invernadero y partículas como el
hollín en el aire.
Los bosques todavía cubren alrededor del 31 % de las regiones del mundo. Hace 10.000
años, antes de la expansión de la agricultura, la cobertura forestal en el planeta era de
cerca del 50 %. La mayor parte de esa pérdida de superficie forestal se ha dado en este
último siglo. Brasil, Indonesia, Myanmar, Nigeria y Tanzania son los cinco países que
tuvieron el porcentaje más elevado de deforestación en el período 2010-2015.23 El
Objetivo de Desarrollo Sostenible número 15 llama a detener la deforestación para
2020.
1.1. DEFINICIÓN
El investigador británico Norman Myers define a este tipo de proceso como "una
degradación tan severa que el bosque residual no puede calificarse como bosque en
ningún sentido práctico de la palabra". Esta definición es mayormente utilizada por
conservacionistas, biólogos y ecologistas.
El tipo de definición que se adopte tiene un impacto sobre la producción de datos sobre
deforestación. Así, según se adopte un criterio o el otro, la tasa de deforestación variará
en relación con la definición utilizada.
1.2.3.1. Actualidad
En el presente, la deforestación ocurre principalmente, en América Latina, África
Occidental y algunas regiones de Asia. En Brasil la deforestación en 2017 aumentó en un
28 %, con más de 5000 kilómetros cuadrados de árboles talados, en gran medida, por la
reforma del Código Forestal durante el gobierno de Michael Temer que achicó las áreas
verdes protegidas dando cabida a megaproyectos que destruyen la vegetación carioca.
Los estados de Mato Grosso, Roraima y Pará, registraron los mayores índices de
deforestación. En Paraguay, se incrementó un 34 % la deforestación a comparación del
2012, con más de 160 000 hectáreas de boques talados, afectando gravemente la
Reserva Natural Cabrera Timane y el parque nacional Médanos del Chaco. En Perú, se
deforestan alrededor de 150 000 hectáreas al año, por la práctica de la minería ilegal, el
país ha perdido más del 50 % de la cubierta vegetal de la costa.
Una tercera parte del total de la tierra está cubierta por bosques, lo que representa
cerca de 4 000 000 000 (cuatro mil millones) de hectáreas. Hay 10 países que concentran
dos tercios de este patrimonio forestal: Australia, Brasil, Canadá, China, la República
Democrática del Congo, India, Indonesia, Perú, la Federación Rusa y los EE. UU.37 Estos
han sido explotados desde hace años para la obtención de madera, frutos, sustancias
producidas por diferentes especies o para asentamientos de población humana,
ganadería y agricultura. Indonesia, Malasia, Paraguay, Bolivia, Zambia y Angola han sido
los países que más superficie forestal han perdido38
En los últimos 25 años la tasa de desaparición de los bosques se redujo a la mitad. Desde
1990 se han perdido 129 millones de hectáreas de bosque. La tasa anual de pérdida neta
de bosques (que tiene en cuenta los nuevos bosques que se plantan) pasó de 0,18 % en
los años 1990 a 0,08 % en los cinco últimos años.
Más países están mejorando la gestión forestal y existe una superficie cada vez mayor
de áreas protegidas. Particularmente relevante es el caso de Europa cuya superficie
boscosa aumentó considerablemente, teniendo en 2016 un tercio más de bosques que
un siglo atrás.
Igual situación se da en Rusia, que posee el 20 % de todos los bosques del planeta, cuyas
áreas boscosas se están ampliando desde 1961.43
En los países más desarrollados la cubierta forestal sufre otras afectaciones, como la
lluvia ácida, que comprometen la supervivencia de los bosques, situación que se
pretende controlar mediante la exigencia de requisitos de calidad para los combustibles,
como la limitación del contenido de azufre o la desulfuración de los humos de las
centrales térmicas y refinerías.
En los países menos desarrollados las masas boscosas se reducen año tras año, mientras
que en los países industrializados se están recuperando debido a las presiones sociales,
reconvirtiéndose los bosques en atractivos turísticos y lugares de esparcimiento.
Mientras que la tala de árboles de la pluviselva tropical ha atraído más atención, los
bosques secos tropicales se están perdiendo a un ritmo sustancialmente mayor, sobre
todo como resultado de las técnicas utilizadas de tala y quema para ser reemplazadas
por cultivos. La pérdida de biodiversidad se correlaciona generalmente con la tala de
árboles.
1.2.3.1. CAUSAS
Las causas de la deforestación son las fuerzas que motivan a los agentes a destruir la
cubierta forestal. Existen causas directas e indirectas de la deforestación. Las causas
directas típicamente se conocen como fuentes de la deforestación, causas de primer
nivel o causas próximas o aledañas.
Son las más fáciles de identificar. Las causas indirectas son las principales fuerzas de la
deforestación, pero existe más desacuerdo sobre ellas y son más difíciles de cuantificar.
• Directa: Competencia entre los humanos y otras especies por los nichos
ecológicos remanentes en la tierra y en las regiones costeras. Este factor está
sustancialmente demostrado por la conversión de tierra forestal a otros usos
tales como agricultura, infraestructura, desarrollo urbano, la industria y otros.
• Indirecta: Falla en los sistemas económicos para reflejar el valor real del
ambiente. Básicamente, muchas de las funciones de los bosques tropicales no
son comunicadas y como tales son ignoradas en la toma de decisiones.
Adicionalmente, las decisiones de convertir selvas tropicales están alentadas por
incentivos fiscales y de otro tipo.
La agricultura itinerante o también de tala y quema destruye la tierra forestal para hacer
crecer los cultivos hasta que los nutrientes del suelo se agotan o la tierra se llena de
malezas, lo que ocasiona que las poblaciones se muevan para deforestar más áreas.
Los cultivos de árboles y en particular las plantaciones de caucho juegan un rol más
importante en la deforestación en Indonesia que la agricultura itinerante de
subsistencia.
El fuego es una herramienta muy utilizada para avanzar sobre el bosque para la
conversión de la tierra, tanto para agricultura permanente como para el desarrollo de
pastizales. El fuego es una herramienta útil en la agricultura y la gestión de los bosques,
pero también puede ser una causa de la deforestación.
A partir de los datos disponibles de más de 118 países representando el 65 % del área
forestal global, un promedio de 19.8 millones de ha o 1 % de todos los bosques fueron
reportados como significativamente afectados cada año por incendios forestales. La
deforestación debido a la pavimentación de carreteras en Brasil también llevó a
incidentes más frecuentes de incendios forestales.
Hay evidencia sostenida que las operaciones militares en la guerra de Vietnam y en otras
guerras ocasionaron deforestación. De manera más reciente, se han documentado
vínculos entre la guerra y el comercio de madera en la guerra civil entre Birmania y
Tailandia, donde el régimen birmano le vende madera a los tailandeses para financiar
su guerra civil contra el pueblo Karen.
1.2.3.1.7. REGIONES
Este gráfico muestra los valores de la cubierta forestal total de diversas regiones y
subregiones del mundo utilizando los datos de la FAO, con la deforestación en algunas
áreas y la reforestación en otras
La deforestación a nivel mundial está concentrada en tres regiones: América del Sur,
África y Oceanía. La deforestación anual mundial se estima en 13,7 millones de
hectáreas por año, lo que equivale al área de Grecia.
El 30% del área terrestre global está cubierta por bosques, o alrededor de 3.9 mil
millones de hectáreas. Se estima que la cubierta forestal original a nivel global era de
seis mil millones de hectáreas.
En 2009, 2/3 de los bosques del mundo estaban en 10 países principales: (1) Rusia, (2)
Brasil, (3) Canadá, (4) Estados Unidos, (5) China, (6) Australia, (7) Congo, (8) Indonesia,
(9) Perú y (10) India.
Solo la mitad de esta área se compensa con nuevos bosques o crecimiento forestal.
Además de la deforestación inducida directamente por el hombre, los bosques en
crecimiento también se han visto afectados por el cambio climático, aumentando los
riesgos de tormentas y enfermedades. El protocolo de Kioto incluye el acuerdo para
prevenir la deforestación, pero no las acciones para cumplirlo
1.2.3.1.7.1. ÁFRICA
Esta sección es un extracto de Deforestación por región África.
En África, entre los años 2000 y 2005 se perdieron unos cuatro millones de hectáreas de
bosques al año, cerca de una tercera parte del área deforestada en todo el mundo. La
causa principal es la conversión a una agricultura permanente de las áreas deforestadas.
Según las cifras de la FAO (1997), solo el 22.8 % de los bosques húmedos de África
Occidental permanecen, pero en gran parte degradados. Nigeria ha perdido el 81% de
sus bosques primarios en solo 15 años (1990-2005). La deforestación masiva amenaza
la seguridad alimentaria en algunos países africanos.
La investigación llevada a cabo por WWF International en 2006 muestra que en África,
las tasas de tala ilegal varían del 50 % en Camerún y Guinea Ecuatorial al 70 % en Gabón
y al 80 % en Liberia, donde los ingresos de la madera desempeñaron un papel
importante en la financiación de la guerra civil de Sierra Leona y otros conflictos
armados regionales hasta que el Consejo de Seguridad de la ONU impuso una
prohibición a toda la madera de Liberia en 2003.
También se han llevado a cabo otras medidas a nivel regional contra la deforestación y
la desertificación como la Iniciativa de la Gran Muralla Verde del Sahara (UNU, 2007),
con un enfoque integrado entre la agricultura, la ganadería y la actividad forestal.
En los últimos dos decenios, ¿cuándo? algunos países han concedido la propiedad legal
de los bosques a las comunidades indígenas, por ejemplo, Perú, 6400 millones de
hectáreas; Bolivia, 1200 millones de hectáreas; Brasil, 10 300 millones de hectáreas;
Colombia, 27 millones de hectáreas; Ecuador, 4,5 millones de hectáreas y Guyana, 1,4
millones de hectáreas de tierra, comprendidos los bosques. Si bien la propiedad confiere
a las comunidades derechos firmes de uso sostenible de los recursos forestales, los
conflictos sobre la propiedad, en ocasiones violentos, y la falta de aplicación de las
normas y los reglamentos han permitido la ocupación y la explotación maderera ilegales
en extensas áreas de estos bosques.
Todos los países de América del Sur registraron una pérdida neta en la superficie forestal
entre 2000 y 2005, excepto Chile y Uruguay, [cita requerida] que presentaban
tendencias positivas debido a programas de plantación industrial a gran escala. Los
nuevos bosques plantados para usos industriales, en particular en Argentina, Uruguay
y, posiblemente, Colombia, podrían contrarrestar, en lo que se refiere a hectáreas
forestadas, la desaparición de bosques naturales, pero no en términos ecológicos.
En caso de los países integrados en la Región Norte de América Latina como lo son
Ecuador, Colombia y Venezuela las políticas de protección de áreas forestales no son
estrictas y la deforestación de la zona persiste, lo que amenaza el equilibrio ecológico y
climático de América del Sur, y puede tener repercusiones mundiales (expuesto en el
Acuerdo Caracas FAO 2010).92
Imagen del sudeste de Asia captada por MODIS. La imagen se centra en los países de
Birmania, Tailandia, Laos, Camboya y Vietnam, de izquierda a derecha, respectivamente.
En el este de Tailandia, el color marrón que domina el centro de la imagen habla de la
deforestación masiva que se produce en esta región.
Esta región posee el 18,6 % de la superficie forestal mundial, repartida en una gran
variedad de ecosistemas, como bosques tropicales, bosques templados, manglares
costeros, montañas y desiertos.
La región contaba con 734 millones de hectáreas de bosques en el año 2005, unos tres
millones más que en 2000. No obstante, este aumento fue resultado, en gran medida,
de la alta tasa de repoblación forestal de China, la cual oculta la notable desaparición de
bosques naturales en diversos países; en total, desaparecieron en la región 3,7 millones
de hectáreas de bosque al año entre 2000 y 2005.
Más del 90% de las selvas tropicales antiguas del archipiélago filipino han sido taladas.
Otros países del sudeste asiático donde se está llevando a cabo una importante
deforestación son Camboya y Laos. Según un documental de Tele Pool, la deforestación
está siendo dirigida por personal militar corrupto y el gobierno (servicios forestales).
Algunos países han invertido sus tendencias de pérdida de bosques, pero no es probable
que los países que sufren una mayor deforestación sean capaces de hacerlo. La
expansión de los cultivos comerciales a gran escala será la causa más importante de
deforestación en la región.
1.2.3.2. CONSECUENCIAS
1.2.3.2.1. ATMÓSFERA
La deforestación es una de las principales causas del efecto invernadero y el
calentamiento global. La pérdida de los bosques tropicales es responsable de
aproximadamente el 20 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Pero cálculos recientes sugieren que las emisiones de CO2 provocadas por la
deforestación y la degradación forestal (excluidas las emisiones naturales de las
turberas) supondrían entre el 6 y el 17 % de todas las emisiones antropogénicas de CO2,
con una media del 12 %.
Los bosques pueden ser tanto sumideros de carbono como fuentes, dependiendo de las
circunstancias ambientales. Los bosques maduros (donde la cantidad de materia vegetal
no varía significativamente) alternan entre comportarse como fuentes netas y
sumideros netos (véase Ciclo del carbono), pero esta variación resulta insignificante en
relación con la enorme cantidad de carbono que tienen almacenada.
En las áreas deforestadas, el terreno se calienta más rápido por efecto del sol y alcanza
una mayor temperatura, lo que lleva a mayores corrientes de convección ascendentes
que favorecen la formación de nubes y finalmente producen más lluvia.
Sin embargo, estos modelos no predicen cambios significativos en otras áreas más allá
de los trópicos. Aun así, la realidad puede ser diferente, porque el modelo puede
contener errores y sus resultados nunca son absolutamente definitivos.
Los legos piensan que los bosques tropicales contribuyen significativamente al oxígeno
de la atmósfera, aunque los científicos consideran que la contribución neta de los
bosques tropicales es pequeña y que la deforestación solo tiene efectos menores en los
niveles de oxígeno atmosférico.
No obstante, la quema de masa forestal para obtener tierras cultivables libera ingentes
cantidades de CO2, que contribuyen al calentamiento mundial. Los científicos también
afirman que la deforestación tropical libera anualmente 1 500 millones de toneladas de
carbono a la atmósfera.
1.2.3.2.2. AGUA
La deforestación también afecta al ciclo del agua: los árboles extraen agua del subsuelo
a través de sus raíces y la liberan a la atmósfera. Cuando desaparecen, el clima se vuelve
más seco. Además, la deforestación reduce la cantidad de agua en el terreno y en el
subsuelo, de modo que las plantas restantes ven reducida su disponibilidad de agua.
Asimismo, la deforestación reduce la cohesión del suelo, lo que da lugar a erosión,
inundaciones, desertificación y corrimientos de tierras.
Por el contrario, cuando se deforesta una zona, casi toda la precipitación se pierde en
forma de agua superficial. Ese transporte más rápido de agua superficial puede
traducirse en inundaciones relámpago e inundaciones más concentradas de las que
ocurrirían si se hubiera mantenido la cubierta arbórea.
La selva tropical es la fuente de alrededor del 30 % del agua dulce del planeta.
1.2.3.2.3. SUELO
Esto puede ser una ventaja en los suelos de selvas tropicales excesivamente lavados.
Las propias operaciones de tala incrementan la erosión por la construcción de carreteras
y el uso de maquinaria pesada.
La meseta de Loes en China fue despojada de sus bosques originales hace milenios.
Desde entonces ha estado erosionándose, creando profundas cárcavas, proporcionando
el sedimento que da al río Amarillo su color característico y favoreciendo las
inundaciones en su curso bajo.
1.2.3.2.4. BIODIVERSIDAD
Al ser las selvas tropicales los ecosistemas más diversos de la Tierray encontrarse en
ellos alrededor del 80 % de la biodiversidad conocida, la desaparición de áreas
significativas de cubierta arbórea ha resultado en degradación del suelo y un entorno de
menor biodiversidad.
Se estima que cada día estamos perdiendo 137 especies de plantas y animales (incluidos
insectos) debido a la deforestación de las selvas, lo que supone 50 000 especies anuales.
Autores como Lewin et al. afirman que la deforestación de las selvas está contribuyendo
a la extinción masiva del Holoceno.
Fragmentar los bosques, o incluso trazar carreteras en ellos, tiene un fuerte impacto
sobre la biodiversidad: un estudio150 publicado en Natura en 2017 muestra que el 85
% de las especies de animales que viven en una selva se ven afectadas por el efecto
linde.
1.2.3.2.5. HUMANOS
En 2014 la FAO, con varios socios, lanzó Open Foris —un conjunto de programas
informáticos de código abierto para ayudar a los países a recoger, producir y difundir
información sobre el estado de sus recursos forestales.
Estos programas (hay versión en español) sirven para todo el ciclo de vida del inventario
forestal, desde la valoración de las necesidades, diseño, planificación, recogida y gestión
de datos sobre el terreno, análisis estimativos y difusión. Se incluyen herramientas para
el procesado de imágenes remotas, así como para las comunicaciones internacionales
REDD y MRV (siglas en inglés de medida, comunicación y verificación).
Para evaluar las implicaciones generales de las reducciones de emisiones, los países
donde se concentra la mayor atención son los de mucho bosque y altos ritmos de
deforestación (HFHD por sus siglas en inglés) y los de poco bosque, pero altos ritmos de
deforestación (LFHD por sus siglas en inglés).
Países HFHD se consideran Brasil, Camboya, Corea del Norte, Guinea Ecuatorial, Malasia,
Islas Salomón, Timor Este, Venezuela y Zambia. En cambio, se anotan como LFHD
Afganistán, Benín, Botsuana, Birmania, Burundi, Camerún, Chad, Ecuador, El Salvador,
Etiopía, Ghana, Guatemala, Guinea, Haití, Honduras, Indonesia, Liberia, Malaui, Malí,
Mauritania, Mongolia, Namibia, Nepal, Nicaragua, Níger, Nigeria, Pakistán, Paraguay,
Filipinas, Senegal, Sierra Leona, Sri Lanka, Sudán, Togo, Uganda, Tanzania y Zimbabue.
El estudio analizó las provincias de Salta, Santiago del Estero y Chaco (las más afectadas
por la deforestación en Argentina) y encontró que la gestión de los gobiernos locales
podía tener un impacto en reducir la deforestación.
También reciben 30 USD para la compra de una colmena, lo que les compensa por la
conservación de dos hectáreas de bosque durante cinco años, de manera que se proteja
una fuente de agua. Los ingresos por hectárea de la miel recolectada ascienden a cinco
dólares anuales, de modo que en cinco años ascienden a 50 USD para el propietario. El
proyecto lo llevan la Fundación Natura Bolivia y la organización ecologista Rare, con el
apoyo de la Alianza Clima y Desarrollo.
En China el Estado paga 7500 yuanes anuales por hectárea (equivalentes en 2018 a unos
937 euros) durante cinco años a los agricultores de zonas señaladas como prioritarias
para la reforestación si abandonan sus cultivos, plantan árboles y se dedican a cuidarlos,
limpiando el follaje.
En países como Costa Rica, México y Mozambique se dan los llamados PSA (Pago por
Servicios Ambientales), los cuales buscan retribuir económicamente la preservación del
medio ambiente.
A pesar de sus propósitos, diversos estudios han demostrado que sus efectos son
modestos en evitar la deforestación.
La evidencia disponible sobre el precio de los insumos para la producción agrícola (como
fertilizantes y pesticidas) no es concluyente. Un estudio en ciertas áreas de América
Latina sugirieron que un incremento en el precio de los fertilizantes puede reducir la
deforestación.
Propiedad de la tierra
Se afirma que transferir la propiedad de los terrenos donde se ubican los bosques a las
poblaciones indígenas es una manera eficiente de protegerlos.
Esto incluye la protección de tales derechos cuando las leyes existentes los conceden,
como en la ley india de bosques. Se sostiene que transferir estos derechos en China,
quizá la mayor reforma agraria de la edad contemporánea, ha incrementado la
cobertura forestal. En Brasil, las áreas forestales cuya propiedad se ha transferido a
pueblos indígenas sufren menos tala permanente que incluso los parques nacionales.
Talar el bosque y plantar con métodos agrícolas tradicionales rinde poco. Algunos
métodos agrícolas nuevos que ofrecen mucho mayor rendimiento por hectárea (y por
tanto permiten talar menos bosque, o no talarlo en absoluto, si se aplican al terreno
donde se usaban métodos tradicionales)24 son: plantas hibridadas, invernaderos,
huertos urbanos o hidroponía.
La agricultura intensiva, en cambio, puede disminuir los nutrientes del suelo a un ritmo
acelerado. El enfoque más prometedor, sin embargo, es la jardinería forestal (traducción
habitual, pero poco afortunada del término foresta Garde Ning; poco afortunada
porque, en español, la jardinería es ornamental, no nutricional; la traducción francesa,
bosque nutritivo da una mejor idea del significado) en permacultura, que consiste en
sistemas agroforestales, cuidadosamente diseñados para imitar a los bosques naturales,
que favorecen las especies animales y vegetales de interés nutricional, maderero y otros
usos.
Otro método es el análisis de los puntos calientes (hotspots, zonas de rápido cambio)
empleando la opinión de expertos o imágenes de satélite de baja resolución para
identificar estas zonas, y entonces realizar análisis digitales detallados sobre imágenes
satelitales de alta resolución. Normalmente se valora la deforestación cuantificando la
cantidad de área deforestada, medida en el momento actual.
Bosque natural.
En las zonas donde se practica la agricultura de tala y quema (llamada también de roza
y quema), el cambio a talar y carbonizar (en vez de quemar, con llama, en fuego abierto
y combustión completa, la materia vegetal cortada, convertirla en carbón vegetal
mediante combustión incompleta y esparcir el carbón sobre el terreno), no solo es un
método duradero de fijación del carbono. También es extremadamente enriquecedor
para el suelo.
Mezclando el carbón vegetal con biomasa se crea la tierra Preta, uno de los suelos más
ricos y el único conocido que se autor regenera.
Desde hace siglos se han hecho esfuerzos para detener o frenar la deforestación, porque
hace mucho tiempo que se sabe que puede causar daños ambientales tan graves que
lleven a la desaparición de sociedades enteras.
En Tonga los gobernantes desarrollaron políticas para evitar los conflictos entre las
ganancias a corto plazo de convertir los bosques en tierras de cultivo y los problemas a
largo plazo que ocasiona la desaparición del bosque.
En Japón, durante el soguéate Tokugawa (siglo XVII-XVIII) los shogunes desarrollaron un
avanzado sistema de planificación a largo plazo para detener e incluso revertir la
deforestación de los siglos precedentes, mediante la sustitución de la madera por otros
productos y un uso más eficiente de la tierra que se había cultivado durante centurias.
En la Alemania del siglo XVI los terratenientes desarrollaron la silvicultura para lidiar con
los problemas de la deforestación.
Sin embargo, esas políticas tienden a limitarse a ecosistemas con suficiente lluvia, sin
estación seca y con suelos muy jóvenes (resultado de vulcanismo o glaciaciones).
En suelos más viejos y menos fértiles los árboles crecen demasiado despacio como para
que la silvicultura sea económica, mientras que, en zonas con una larga estación seca,
siempre hay un riesgo de que un incendio forestal destruya los árboles plantados antes
de que maduren.
Se promueve el bambú como una alternativa más sostenible que cortar leña para
combustible.
Algunas naciones han tomado medidas para incrementar el número de árboles sobre la
Tierra.
En 1981 China creó el día nacional de plantado de árboles y en la década que comenzó
en 2001 la cobertura forestal ha alcanzado el 16,55 % del territorio cuando en la que
comenzó en 1991 solo era del 12 %
Usar como leña el bambú, que técnicamente no es un árbol, sino una hierba
(concretamente una gramínea) conduce a una combustión más limpia que la de madera
de árbol, y como el bambú madura mucho más rápido que la madera, se reduce la
deforestación, porque el suministro se puede reponer más rápidamente.
1.4. REFORESTACIÓN
Por extensión, también se llama reforestación, aunque sería más correcto el término
forestación, a la plantación más o menos masiva de árboles, en áreas donde estos no
existieron, por lo menos en tiempos históricos recientes (igualmente, unos 50 años).
En China, donde se han destruido bosques a gran escala, ha sido obligación legal de cada
ciudadano capacitado, entre 11 y 60 años, el plantar de 3 a 5 árboles anualmente, o
hacer la cantidad de trabajo equivalente en otros servicios forestales.
El Gobierno chino sostiene que, desde 1982, se ha plantado cada año al menos un
millardo de árboles y se han recuperado anualmente 50 000 km² de superficie
forestal.190 En 2016 esta obligación ya no se encuentra vigente, pero cada 12 de marzo
en China son las vacaciones de plantado. Además, está en marcha el proyecto Gran
Muralla Verde de China que, plantando árboles, pretende frenar la expansión del
desierto de Gobi.
Aunque debido al alto porcentaje de árboles que mueren después de plantarlos (hasta
el 75 %), el proyecto no está teniendo mucho éxito, la superficie forestal en el norte del
país ha pasado del 5 al 12,4 %.190 En China, la superficie forestal ha aumentado 47
millones de hectáreas desde la década que comenzó en 1971.
En África, con un nombre parecido, la Gran Muralla Verde de África, se está llevando a
cabo otra iniciativa de contención del desierto (el Sahara en este caso) mediante el
plantado de árboles. Se ha propuesto utilizar invernaderos de agua marina.
Por su parte, el Instituto de Recursos Mundial ha trazado un mapa temático más simple
donde se muestran los bosques hacia el año 6000 a.C. y a comienzos del S. XXI (mucho
más reducidos).
Plantaciones de árboles
Para satisfacer la demanda mundial de madera, los silvícolas Botinas y Sedujo proponen
plantaciones de árboles de alto rendimiento. Se ha calculado que plantaciones que
produzcan 10 m³ (metros cúbicos) de madera por hectárea anualmente podrían
suministrar toda la madera que demanda el comercio internacional utilizando
solamente el 5 % del área forestal actual. Los bosques naturales solo producen entre 1
y 2 m³ por hectárea, y por tanto se requeriría de 5 a 10 veces más terreno para satisfacer
la demanda. El ingeniero de montes Chad Olivier propone un mosaico de bosques de
alto rendimiento entremezclados con tierras preservadas.
El 18 % de estos 280 millones son especies exóticas o introducidas, mientras que el resto
son nativas del país donde se han plantado.
2. DESERTIFICACION
Con frecuencia el ser humano favorece e incrementa este proceso como consecuencia
de actividades como el cultivo y el pastoreo excesivos o la deforestación.
Esta escasez de lluvias tendría también efecto directo en los cultivos de secano
provocando una reducción de producción de los mismos. Estos aumentos de
temperatura y la reducción de las cantidades de lluvia provocarán la desaparición de
gran parte del bosque de América Latina.
Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el
35 % de la superficie de los continentes puede considerarse como áreas desérticas.
Dentro de estos territorios sobreviven millones de personas en condiciones de
persistente sequía y escasez de alimentos. Entre muchos otros factores, se considera
que la expansión de estos desiertos se debe a acciones humanas.
2.1. Evolución
La segunda etapa comienza cuando el suelo deja de ser fértil y se encuentra despojada
de su cubierta vegetal, el agua y el viento lo erosionan más rápido hasta llegar a la roca.
En la mayor parte de las zonas de cultivo el suelo se erosiona mucho más deprisa de lo
que demora en formarse. Podrían necesitarse décadas o siglos para que el paisaje
volviera a cubrirse de verde. Este ecosistema puede acabar convirtiéndose en un
desierto.
Naciones Unidas
En 1996 entró en vigor la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la
Desertificación constituyendo el primer y único marco legalmente vinculante a escala
internacional que ha sido creado para hacer frente al problema de la desertificación.
Existe un caso práctico que se ha llevado a cabo en la década de 1930, con éxito en Villa
Gesell, una pequeña ciudad de la costa de Argentina.
En Israel, el científico León Bruni presentó el proyecto Gesten (lluvia en hebreo), con el
que pretende crear lluvia artificial. La lluvia artificial se basa en la denominada isla de
calor, definida como región de una determinada superficie con una temperatura
significativamente superior a la de sus alrededores, aproximadamente unos 6 °C por
encima de esta, en la cual se atrapa el vapor de agua contenido en la atmósfera hasta
una altura superior a 1 km, donde empieza a condensarse para, a continuación, provocar
precipitaciones.
Este método ha creado cierta expectativa en el mundo científico, y va a ser probado por
primera vez en Israel en el desierto del Néguev, a 150 km de la costa, una vez se disponga
del material necesario para evitar la contaminación, y sea lo suficientemente barato
para que su aplicación sea rentable.
Los esfuerzos para aliviar la pobreza de las comunidades locales a través de grupos de
autoayuda, los gobiernos nacionales a través de los planes de desarrollo y la comunidad
internacional a través de asistencia para el desarrollo son a menudo inferiores a la
sequía y la desertificación.
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación es una
herramienta, a disposición de locales, comunidades y organizaciones de la sociedad civil,
gobiernos locales y nacionales y subregionales y las instituciones regionales, para ayudar
a consolidar estas ganancias.
Imágenes satelitales del lago Chad. Se puede ver que para el 2000 el lago ya se había
reducido un 95 % del tamaño que tenía en la década de 1960. El lago aparece en azul; la
zona verde es vegetación que ha crecido en tierras antes sumergidas.
• Agua
• Erosión
• Osificación
• Deforestación
• Sequía
AGUA
El agua (del latín aqua) es una sustancia cuya molécula está compuesta por dos átomos
de hidrógeno y uno de oxígeno (H2O) unidos por un enlace covalente. El término agua,
generalmente, se refiere a la sustancia en su estado líquido, aunque esta puede hallarse
en su forma sólida, llamada hielo, y en su forma gaseosa, denominada vapor.
Las personas están compuestas de agua corporal que varía del 45 al 73%.
Los vientos la transportan en las nubes, como vapor de agua, desde el mar, y en sentido
inverso tanta agua como la que se vierte desde los ríos en los mares, en una cantidad
aproximada de 45 000 km³ al año.
En tierra firme, la evaporación y transpiración contribuyen con 74 000 km³ anuales, por
lo que las precipitaciones totales son de 119 000 km³ cada año.
Sin embargo, estudios de la FAO estiman que uno de cada cinco países en vías de
desarrollo tendrá problemas de escasez de agua antes de 2030; en esos países es vital
un menor gasto de agua en la agricultura, modernizando los sistemas de riego.
EROSIÓN
La erosión es el desgaste o denudación de suelos y rocas que producen distintos
procesos en la superficie de la Tierra.
La erosión implica movimiento, transporte del material, en contraste con la alteración
y disgregación de las rocas, fenómeno conocido como meteorización y es uno de los
principales factores del ciclo geográfico.
Entre los agentes erosivos están la circulación de agua o hielo, el viento, o los cambios
térmicos. La erosión produce el relieve de los valles, gargantas, cañones, cavernas y
mesas, y puede ser incrementada por actividades humanas.
OSIFICACIÓN
En hidrología, osificación es el antónimo de desertificación por aridez edáfica.
Para favorecer el proceso de osificación el hombre debe aplicar una serie de métodos
que densifiquen y lignifiquen la cubierta vegetal, o lo que es lo mismo, reviertan el
proceso de degradación hídrica, edáfica y botánica que padece una ladera, mediante
una correcta preparación del suelo e introduciendo las especies vegetales adecuadas.
Para osificar hay que plantear sistemas de recolección de agua, es decir, hay que perfilar
micro embalses convenientemente dimensionados para acumular el agua de
escorrentía en los puntos de repoblación.
El término osificación fue propuesto en 1999 por Andrés Martínez de Azagra Paredes,
catedrático de Hidráulica e Hidrología Forestal de la Universidad de Valladolid. Este
término está muy relacionado con el concepto de recolección de agua y con el riego de
boqueras, pero tiene un marcado enfoque ecológico en vez de meramente agrícola.
En la osificación se contemplan las cosechas de suelo y de nutrientes como
fundamentales para el proceso restaurador de la ladera degradada. Además de cosechar
agua se recolectan nutrientes, semillas y suelo, por lo que al mismo tiempo se logra el
control de la erosión hídrica, tan frecuente en las zonas áridas y semiáridas. De hecho,
en muchos lugares del mundo, conservación de aguas y suelos pueden considerarse
sinónimos.
En este mismo sentido se expresan Ludwig et al. 1997, cuando describen que en las
laderas de climas semiáridos en Australia existen sumideros naturales (cada árbol, mata,
macolla o depresión del terreno) que se ven enriquecidos al capturar el agua, el suelo y
los nutrientes de las zonas adyacentes.
SEQUÍA
La sequía es una anomalía climatológica transitoria en la que la disponibilidad de agua
se sitúa por debajo de lo habitual de un área geográfica.
El agua no es suficiente para abastecer las necesidades de las plantas, los animales y los
humanos que viven en dicho lugar.
Si el fenómeno está ligado al nivel de demanda de agua existente en la zona para uso
humano e industrial hablamos de escasez de agua.
TIPOS DE SEQUÍA
Sin embargo, es necesario señalar que, en el caso del Mar de Aral, cuya única fuente de
alimentación es la que constituyen los ríos Amu Daria y Syr Daria la causa de su
desecamiento progresivo ha sido el uso tan intenso que se ha hecho de sus aguas para
el riego de la zona desértica de las cuencas de dichos ríos. De hecho, la gran cantidad de
poblaciones existentes en sus riberas, no se explicarían si no fuera por sus aguas.
ANEXOS
DEFORESTACIÓN
DESERTIFICACIÓN