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Anécdota: Estaba escuchando tranquilamente a la guía como nos describía la Casa Natal

de Mozar, de repente, me da por coger la mano de mi novio que en “teoría” estaba detrás
de mí y oigo una vocecilla como salida de ultratumba diciendo: “perdona, pero creo que mi
mano no es la que quieres coger” me giro y TIERRA, TRÁGAME!!!! Allá estaba una
adorable viejecilla plantada y mi mano estaba enlazada a la suya así que podéis imaginar:
¡¡¡¡yo roja como un tomate y salí de allí lo más rápido que pude!!!!

Anécdota: Para volver del Silk Market y cómo íbamos un grupillo de 6 decidimos coger un
taxi de estas piratillas que te llevan en una furgoneta con los cristales tintados al estilo
Jack Bauer de 24. El caso es que durante el camino la mujer del conductor nos empieza a
sacar calcetines y gallumbos de una bolsa de basura diciendo que los vendía muy baratos
así que ni cortos ni perezosos y como somos muy consumistas allá que cargamos con un
arsenal de ropa interior. Acto seguido nos fuimos a cenar al Hard Rock Pekín. Cuando
llega la cuenta, pagamos y nos marchamos y detrás nuestro, una de las camareras
persiguiéndonos, gritando en chino cosas que no lográbamos descifrar, parecía la niña del
exorcista. El caso es que la furgoneta pirata nos había endiñado billetes falsos y nosotros,
pardillos todavía en la moneda del país no nos habíamos dado cuenta y se lo dimos a la
camarera para pagar la cena. Consecuencia: Nos tuvimos que tragar una moneda que
para mí la usaban para jugar al monopoli en algún país extraño porque fuimos a cambiarla
y no quisieron.

Anécdota: En uno de mis múltiples puntazos que me dan decidí apuntarme a una
excursión en bicicleta por las Salinas de Maras en el Valle Sagrado (Perú). Para poneros
en antecedentes: el deporte y yo no nos llevamos bien, digamos que mi actividad
deportiva se limita a ir al gimnasio como máximo un mes y medio al año y a jugar al Wii
Sports en casa, así que imaginaros!!!!
En la primera cuesta ya estaba que no podía con mi alma y para postre el camino estaba
todo empedrado y peligroso así que ni corta ni perezosa agarré la bicicleta a cuestas y en
la primera carretera que vi paré a una furgonetilla que iba atestada de gente y animalitos,
endiñé la bici en la baca y me quedé esperando en el pueblo tumbada a la bartola hasta
que el resto de la expedición aparecieron hechos polvo, eso sí, no me libré de las
agujetas ya que al día siguiente tenía los brazos que no los podía ni mover!!!!

Anécdota: Mientras estábamos en la estación de tren de Osaka


me entraron ganas de ir al baño a mear, cuando fui a tirar de la
cadena: ¡¡¡¡HORROR!!!! Aquello parecía un panel de la nasa y
todo estaba escrito en japonés. Solución: Puse en marcha mis
dotes de deducción, pensé para mí, vamos a ver, aquí hay
mogollón de botoncitos escritos en un idioma que no entiendo y
como yo fijo que hay un montón de gente que tampoco los entiende y hay un botón gordo
resaltado de color rojo y que pone en inglés PUSH así que esto debe ser para algo
importante. Ni corta ni perezosa y pensando que había escogido bien le doy al botoncillo
rojo, de repente empieza una sirena: ninoninonino…madreeeee!!!! ya la he liado!!!! Como
ya no tenía mucho que perder empecé a tocar todos los botones escritos en japo y allí
empezó a saltar agua, a sonar pajarillos, etc, etc… así que salí para fuera y todas las
japonesas que estaban espolvoreándose la cara con maquillaje se me quedaron mirando,
yo me dije: piernas para qué os quiero así que salí escopetada para fuera y le dije a mi
marido: corre!!! Él me pregunta: ¿has sido tú la de la alarma? No necesitó una
respuesta…lo peor: policías salían como champiñones de todos los lados !!! Más tarde
hablando con un chico japonés me dijo que seguramente habría apretado la alarma
antivioladores…

Anécdota: Visitando uno de los havelis de la


ciudad me puse a sacar una foto a la fachada, de
repente oigo un ruidito misterioso de agua y
empiezo a notar cómo me salpicaba algo en las
piernas. Para más detalles: estábamos a más de
40 grados y hacía mucho bochorno. Pensé: qué
guay, un poco de agua fresquita. Total, me giro y
me encuentro face to face con el culo de una
vaca gigante que se estaba quedando bien a gusto echando una medalla y claro
está, el agua no era agua sino pis….

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