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EL LIBERALISMO ECONÓMICO

La Revolución Industrial permitió el paso de una economía limitada y mercantilista a una economía liberal. Esta, también
llamada liberalismo, tenía dos características fundamentales:
• La libertad de empresa. Cualquier persona que lo deseara y tuviera los medios adecuados
podría abrir un negocio y tomar las decisiones que le parecieran convenientes en cuanto a
precios, tipo de producto, etc. Los gremios del Antiguo Régimen se consideraban un
obstáculo para el crecimiento económico y, por ello, debían suprimirse.
• La no intervención del Estado. El Estado no debía intervenir en la economía, sino limitarse
a proteger y garantizar su libre funcionamiento. El mercado solo debía estar regulado por el
beneficio y por la ley de la oferta y la demanda. Así también, el comercio exterior debía
hacerse sin que el Estado protegiera los productos nacionales mediante impuestos
fronterizos (aranceles). A ese planteamiento se le llamó librecambismo.
Las bases teóricas del liberalismo económico
El principal teórico del liberalismo clásico fue el escocés Adam Smith (1723-1790), quien
introdujo ideas de gran trascendencia para el pensamiento económico Doc. 13. Entre las
más importantes tenemos:
• La idea de que lo que movía a las personas a actuar en economía era el interés
individual. Esta doctrina apoyaba la iniciativa privada frente al Estado, que debía limitar
su papel y dejar que la mano invisible del mercado dirigiera libremente la economía.
El Estado solo debía mantener la justicia, defender el territorio y hacer las obras que la
iniciativa privada no realizaba.
• La riqueza procedía del trabajo humano y no de la acumulación de metales preciosos o de tierras.
En este sentido, Smith criticaba las teorías mercantilistas y fisiográficas.
• El aumento de la productividad se originaba como resultado de la especialización, producto de la división del trabajo. Otro
importante teórico del liberalismo fue Thomas Malthus (1766-1834), quien observó que la población crecía a un ritmo
mayor que los alimentos. La consecuencia de este fenómeno era que periódicamente se producían fases de crisis y escasez
de recursos, las
cuales podrían agravarse y causar gran mortandad en todo el mundo.
El sistema económico capitalista
La Revolución Industrial supuso el triunfo completo del sistema económico capitalista. Sus reglas de funcionamiento,
basadas en las teorías del liberalismo económico, forjaron las sociedades contemporáneas de Occidente. Entre las
características más importantes del sistema capitalista tenemos:
• La evolución de la tecnología. La competencia empresarial, por incrementar y acumular el capital necesario para la
producción, fomentó el desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas a la industrialización.
• La integración económica de nuevos países. Distintas naciones fueron integradas en los circuitos comerciales. Este proceso
fue posible por el abaratamiento de los medios de transporte marítimo y, posteriormente, por las facilidades que brindó el
ferrocarril.
• El desarrollo de los mercados internos nacionales. Esto se debió al aumento de la oferta y de las personas integradas al
mercado laboral remunerado. En tal sentido, los obreros y pequeños burgueses constituyeron un mercado de consumo de la
producción nacional y extranjera.
• La formación del sistema bancario. La producción industrial necesitaba grandes cantidades de dinero para crear las
empresas y hacerlas funcionar, lo que permitió desarrollar el sistema bancario y potenciar las Bolsas de Valores.
Las transformaciones sociales
El cambio económico vino acompañado de grandes transformaciones sociales. La más importante fue el cambio de una
sociedad estamental –cuyos privilegios eran hereditarios y asegurados por el orden jurídico– a una sociedad de clases
basada en la distinción social mediante la riqueza. En este tipo de organización las personas podían variar de grupo social
por medio del enriquecimiento o del empobrecimiento.
Una de estos grupos sociales fue la burguesía, en la que se distinguían tres sectores: la alta burguesía, formada por grandes
comerciantes, banqueros, industriales y profesionales libres; y la pequeña burguesía, integrada por empleados, pequeños
propietarios, trabajadores independientes y artesanos.
Otro fue el sector obrero, formado por los trabajadores de los nuevos centros industriales, y cuyas condiciones de vida eran
muy precarias.

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