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Apunte Control Motor
Apunte Control Motor
ANATOMÍA FUNCIONAL Y
BIOMECÁNICA:
“CONTROL MOTOR”
Carrera de Terapia Ocupacional-Facultad de Ciencias Médicas
Universidad de Santiago de Chile
EDITORES:
Prof. TO Jaime Urzúa Parra, Máster en Valoración biomecánica Clínica.
Nicolás Sánchez, estudiante de Terapia Ocupacional USACH.
2020
CONTROL MOTOR
En la actualidad el estudio de la causa y la naturaleza del movimiento resultan esenciales para la
práctica en rehabilitación y en especial para quienes se desarrollan en el área de la
neurorrehabilitación, donde manejar estos conocimientos permite comprender de mejor manera el
gobierno del control motor y sus aplicaciones en los diseños de procesos de intervención y
acompañamiento. Donde su explicación ha surgido a partir de diferentes teorías.
Pero lo primero que nos debemos preguntar es, ¿Qué es una teoría? Una teoría es una serie de leyes
que sirven para relacionar determinado orden de fenómenos. Hipótesis cuyas consecuencias se
aplican a toda una ciencia o a gran parte de ella.
Cuando hablamos de hipótesis, hablamos de un conocimiento que no es una verdad absoluta, por
ende, las teorías tratan de explicar algo, donde dicho conocimiento no debe ser asumido como la
única y absoluta verdad.
Entonces al hablar de teorías del control motor, nos referimos a un grupo de ideas abstractas sobre
la causa y naturaleza del movimiento, que frecuentemente, aunque no siempre, se basan en modelos
de función cerebral, ya que, el cerebro es un órgano muy complejo y un modelo nos permite una
representación simplificada, hasta cierto punto, de la estructura y función del cerebro ya que se
asocia con la coordinación del movimiento. Entonces las teorías del control motor y los modelos de
la función cerebral están unidas.
El estudio del control motor analiza las características de las acciones motoras, observando y
comprendiendo los cambios que se producen en la ejecución técnica, tanto por el desarrollo motor
de la persona como del proceso de aprendizaje por entrenamiento.
Como concepción global se llegó a entender el control motor como disciplina que estudia los
procesos de ejecución de un movimiento y los cambios en este por el desarrollo evolutivo y de
aprendizaje.
Por otra parte, el aprendizaje motor tiene un aspecto educativo-metodológico en cuanto a los
procesos neuromotores ya que tiene el fin de mejorar del rendimiento o ejecución de las acciones.
Para esto se deben tomar en cuenta los factores que favorecen el desarrollo motor, donde
encontramos implicada la modificación del comportamiento o la mejora de las habilidades motoras
debido a la experiencia.
El estudio del comportamiento motor analiza cómo se producen las habilidades motoras a través de
tres aspectos centrales: el desarrollo motor, el aprendizaje motor y el control motor. Según algunos
autores el aprendizaje motor englobaría la adaptación motora, la adquisición de habilidades y la
toma de decisiones.
Ahora cuando hablamos sobre control motor, nos referimos a dos elementos principales:
1- El primero se asocia con la estabilización del cuerpo en el espacio, o sea, con el control motor
aplicado al control de la postura y del equilibrio.
2- El segundo se relaciona con el desplazamiento del cuerpo en el espacio, o sea, con el control
motor aplicado al movimiento.
Los movimientos, sean voluntarios o involuntarios, son producidos por patrones espaciales y
temporales de contracciones musculares orquestadas por el encéfalo y la médula espinal. El análisis
de estos circuitos es fundamental para comprender tanto el comportamiento motor esperado como
la etiología de distintos trastornos asociados a las estructuras que componen la organización del
movimiento y que son ejecutados por circuitos nerviosos que se encuentran en estructuras que
conforman el SNC y SNP.
En definitiva, todos los movimientos producidos por la musculatura esquelética son iniciados por
neuronas motoras inferiores (segunda motoneurona), que se localizan en el asta ventral o anterior
de la médula espinal y tronco encefálico y cuyas fibras que se desencadenan de los núcleos en
dichas estructuras e inervan directamente el músculo; las inervaciones de los músculos lisos
viscerales están organizada en forma separada por las divisiones autónomas del sistema motor
visceral. Éste mecanismo funcional de intercomunicación está controlado de manera directa por
circuitos ubicados en la médula y el tronco encefálico y de forma “indirecta” por las neuronas
motoras superiores ( primera motoneurona ) en los centros superiores o supraespinales, encargados
de regular estos centros o circuitos locales , permitiendo y coordinando así secuencias complejas
de movimiento, asegurando que los movimientos se realicen con precisión espacial y temporal,
procurando no olvidar que cada movimiento se encuentra inmerso en una acción con un propósito
específico, y por ende, dentro de un contexto y cotidianidad que si bien son compartidas por y con
otres seres humanos, pueden ser expresadas, como al igual que todo en la vida, de manera subjetiva.
4- El proceso es un fenómeno interno que no se puede observar; puede ser deducido solamente de
la observación del funcionamiento de las personas.
Las teorías del control motor tienen su base en el estudio de la acción, la percepción, la cognición y
la relación de la triada individuo, actividad y ambiente:
Estudio de la acción
Todos los movimientos que realizamos se encuentran dentro de un contexto de la realización de una
acción o actividad particular, como caminar, bailar, comer, etc, por lo cual comprender los procesos
relacionados con estas acciones nos proporcionará un conocimiento de los principios que controlan
todo el movimiento.
Estudio de la percepción
Debemos comprender que los movimientos se originan de la interacción de múltiples procesos, que
incluye aspectos perceptivos, cognitivos (procesamiento de información) y motores. Y la percepción
es fundamental para la acción, al igual que lo es la acción para la percepción. Las actividades se
realizan dentro del contexto de un ambiente. Los sistemas aferentes proporcionan información sobre
el cuerpo y el ambiente para la capacidad de actuar en forma efectiva dentro de un entorno. Por esta
razón para comprender el control motor se requiere el estudio de la percepción.
Estudio de la cognición
Como los movimientos no se realizan sin un propósito, los procesos cognitivos son fundamentales
para el control motor. Los procesos cognitivos se refieren a la atención, la motivación y los aspectos
emocionales entre otros, base de la determinación de propósitos u objetivos. Estos procesos están
íntimamente relacionados con el control de la percepción y de la acción, por lo tanto, su análisis es
fundamental para comprender el control motor.
Los procesos atencionales son decidores al momento de hablar de reorganización cortical luego de
una lesión del SNC. Las actividades orientadas a mejorar la ejecución motora de EESS preceden de
este componente cognitivo, que termina siendo esencial para mejorar la funcionalidad de la
extremidad superior afectada y por ende en la participación de espacios comunitarios.
Entender esta interacción individuo, actividad y ambiente nos permite comprender también nuestra
posición, nuestro lugar dentro de esta relación y en el proceso terapéutico, ya que, como
facilitadores de los procesos de rehabilitación, inclusión, o cualquiera otro, no somos ajenos ni
estamos afuera de esta relación, por lo que siempre debemos considerar nuestra posición (política,
ética, de poder) antes y durante el proceso de acompañamiento en los procesos de salud-
enfermedad.
1- Fase I: “Fase cognitiva del aprendizaje” Sujeto desarrolla diversas estrategias, así como la
Objetivo: Comprensión de la naturaleza y el forma de valorar los resultados de su puesta en
objetivo de la actividad práctica, lo que demanda un gran grado de
actividad cognitiva.
Fases Características
Uno de los condicionantes más importantes en el proceso de aprendizaje de las habilidades motoras
es proporcionar retroalimentación de la ejecución motora dentro de las acciones humanas
cotidianas.
Retroalimentación
Como se ha mencionado, la práctica es esencial para el control motor. ¿Pero qué se debe practicar?
La clave está en la selección de la actividad que se quiere mejorar y cuyo proceso de selección debe
ser construida de manera colectiva, es decir, por la persona, la familia y el equipo de rehabilitación.
Como menciona Ericsson et. al 1995 “la actividad que ha sido especialmente diseñada para mejorar
el nivel actual de desempeño, que requiere esfuerzo y no es inherentemente agradable, donde los
individuos son motivados para su realización, ya que eso mejora su desempeño”.
Estas teorías explican el control motor en términos de transformación del flujo de información en el
sistema nervioso central. La información sensorial exteroceptiva se emplea y almacena, y el
movimiento es el resultado del flujo hacia el exterior, extendiendo, además, un flujo de información
entre estos dos sistemas. Estas teorías se basan en la anatomía, fisiología y en la información que se
producen en los ordenadores.
Dentro de algunas teorías del control motor que podemos encontrar, tenemos:
Teoría Refleja:
En 1906, el neurofisiólogo Sir Charles Sherrington sentó las bases de la teoría refleja del control
motor, en la que los reflejos eran los componentes básicos del comportamiento complejo para lograr
un objetivo común. Describió este comportamiento en función de reflejos compuestos y su
combinación sucesiva o encadenamiento. Un estímulo produciría una respuesta, la cual se
transformaría en el estímulo de la siguiente respuesta. Esta teoría considera el reflejo como unidad
básica del comportamiento sin explicar los movimientos espontáneos ni voluntarios. Otra
característica es que no explica aquellos movimientos que ocurren en ausencia de un estímulo
sensorial.
Teoría Jerárquica:
Esta teoría sostiene que el sistema nervioso central (SNC) se organiza de forma jerárquica, en áreas
de asociación superiores, corteza motora y niveles espinales de función motora, y cada nivel
superior ejerce control sobre el nivel menor, en una estricta jerarquía vertical, en la que las líneas
de control no se cruzan y donde los niveles inferiores nunca ejercen dicho control. En los años 40,
Gesell y McGraw desarrollan la teoría de la neuromaduración del desarrollo. El desarrollo motor
normal es atribuido a la creciente corticalización del SNC que produce la aparición de niveles
superiores de control sobre los reflejos de nivel inferior, siendo la maduración del SNC el agente
primario para el cambio en el desarrollo, minimizando la influencia de otros factores. La teoría
jerárquica ha evolucionado, reconociéndose que cada nivel puede actuar sobre los otros
dependiendo de la actividad, considerándose los reflejos no como único determinante del control
motor, sino solo uno de los diversos procesos esenciales para la generación y control del
movimiento. Esta teoría no explica como un reflejo, que se encuentra en un nivel inferior de la
jerarquía, es aquel que domine en una función motora, ejemplo, el reflejo de retirada.
Teoría de Sistemas:
Esta teoría explica cómo no se puede entender el control neural del movimiento sin entender las
características de los sistemas que se mueven. Afirma que los movimientos no son dirigidos ni central
ni periféricamente, sino que emergen de la interacción de muchos sistemas. Se considera al cuerpo
como un sistema mecánico sujeto a fuerzas externas (gravedad) e internas. Un mismo comando
central puede ocasionar movimientos muy dispares debido a la interacción entre las fuerzas externas
y las variaciones de las condiciones iniciales o bien, el mismo movimiento podría ser originado por
comandos distintos. La teoría intenta explicar cómo afectan las condiciones iniciales a las
características del movimiento. Predice el comportamiento real mucho mejor que las teorías
precedentes al considerar no solo los aportes del sistema nervioso a la acción, sino también las
contribuciones de diferentes sistemas, así como las fuerzas de gravedad e inercia. Esta teoría tiene
su limitación al no considerar la interacción del organismo con el ambiente.
Cualquier teoría actual está inacabada en cierta forma, ya que siempre tiene que haber espacio para
revisar e incorporar información nueva. Parece claro, no obstante, que estos modelos no pueden
centrarse exclusivamente en la información específica del movimiento desde el SNC y hacia él,
debiéndose tener también en cuenta, las características del medio ambiente, el fin funcional de la
acción, el hecho de que los movimientos son controlados por el conocimiento acumulado mediante
la experiencia y que la estructura interna cambiará con el aprendizaje; nociones que son coherentes
con la práctica clínica de la rehabilitación.
BIBLIOGRAFÍA
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