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Textura del Suelo

Para poder comprender bien cómo te puede afectar la textura del suelo tenemos que definir
precisamente qué es la textura del suelo.

Como te puedes imaginar, en el suelo hay partículas minerales que son más gruesas, otras de
tamaño medio y otras más finas.

La textura del suelo es el porcentaje de partículas gruesas, medias y finas que tiene el
suelo.

En concreto, a las partículas gruesas se les llama arena, a las partículas medias se les llama
limo y a las partículas finas arcilla.

I Triángulo Textural del Suelo

Una vez que ya sabemos que la textura del suelo depende de la cantidad de partículas
gruesas, medias y finas que tenemos en ese suelo, vamos a pasar a ver cómo se clasifican los
suelos según el porcentaje de cada una de estas partículas en el suelo:
Como puedes ver, dependiendo del contenido de arcillas, limos y arenas que tenga el suelo, la
textura del suelo se puede clasificar en principalmente en:

 Suelo arcilloso: cuando el contenido de arcillas supera el 35%.

 Suelo limoso: cuando el contenido de limos supera el 85%.

 Suelo arenoso: cuando el contenido de arenas supera el 85%.

 Suelo franco: cuando existe un equilibrio entre las diferentes partículas del suelo.

Estas son las 4 clases texturales principales de suelos. Sin embargo, entre ellas existen otras
muchas intermedias. Por ejemplo: Franco Arenoso, Franco Limoso, Franco Arcilloso, Franco
Areno Arcilloso, Franco Limoso Arcilloso, Arcilloso Arenoso o Arcilloso Limoso.

II Características de la Textura del Suelo

Como te puedes imaginar, cada tipo de textura tiene unas virtudes y unas desventajas. En
concreto:
Para que tus dudas sobre la descripción coloquial de un suelo se te difuminen, te explico qué
significa cada uno de esos términos:

 Suelos ardientes, fuertes o pesados: son suelos arcillosos que en época de carencia de
lluvias (en verano en España) generan un fuerte estrés hídrico en las plantas del
cultivo al retener el agua tan fuerte que la planta no la puede tomar. Además, son
suelos que cuando están húmedos son pesados para el desarrollo de trabajos como el
laboreo.

 Suelos flojos, sueltos o secantes: son suelos arenosos que tienen una capacidad alta
de infiltración y drenaje de agua, lo que facilita su labor en relación a los suelos
arcillosos. Son secantes porque drenan rápidamente el agua y, por tanto, el suelo se
seca más rápido que en el caso de los suelos arcillosos.

 Suelos de albero: son suelos limosos que tienen normalmente un color amarillo y que
tienen una alta capacidad para compactarse y encharcarse. Son suelos de fertilidad
media-baja.

CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS DE SUELOS


Existen diferentes sistemas de clasificación de los suelos según diversas variables. Sin
embargo, en este artículo nos vamos a centrar en los tipos de suelos más comunes que
se reconocen comúnmente por los agricultores y ganaderos con palabras coloquiales,
de manera que puedas tener una idea inicial de qué tipos de suelos pueden existir y te
sean fácilmente identificables.
En concreto, los tipos de suelos que puedes distinguir de forma común son:
 Suelos Arcillosos
 Suelos Calizos
 Suelos Limosos
 Suelos Arenosos
 Suelos Francos
 Suelos Salinos

Suelos Arcillosos
A los suelos arcillosos coloquialmente se le puede definir como suelos fuertes,
pesados o ardientes. ¿Por qué se les llama así?
Se les llama suelos fuertes o ardientes porque tienen una capacidad de retener el agua
fuertemente. Esta es una buena característica cuando los años son de lluvia media o
alta. Sin embargo, cuando los años son secos el suelo retiene el agua con fuerza y no
permite que la planta lo tome. Este es el motivo de denominarse como suelos fuertes o
ardientes.
También se les llama suelos pesados porque son suelos que cuando están húmedos son
muy pesados para el laboreo, principalmente por esa alta capacidad de retener agua
que tienen.
Este tipo de suelos son suelos que tienden a la compactación si no tienen una buena
estructura a través de un buen manejo de ese suelo. Estos suelos se suelen labrar
porque se agrietan en época de sequía. Sin embargo, la mejor forma de manejarlos
sería mediante el fomento de una buena estructura a través de materiales orgánicos.
Suelen ser suelos fértiles donde la capacidad de retención de nutrientes es alta, por lo
que responden bien a la nutrición externa y evitan que se laven fácilmente los
nutrientes aportados.

Suelos Calizos o Albarizas


El origen de este tipo de suelo es la meteorización de la roca caliza que genera suelos
con alta presencia de caliza, dándole el color blanco característico.
Tiene prácticamente las mismas características que los suelos arcillosos, sin embargo,
tienen el problema de presentar un pH elevado, lo que se traduce en bloqueo en el
suelo de algunos macro y microelementos esenciales para la nutrición de las plantas.

Suelos Limosos

A los suelos limosos también se les denomina como suelos de albero. Son suelos amarillos
anaranjados que tienen el problema de presentar una alta capacidad para la compactación, lo
que se traduce en baja capacidad de infiltración de agua y mala aireación para el sistema
radicular de las plantas.

Los suelos limosos también presentan el problema de una media – baja fertilidad, lo que se
traduce todo ello en suelos de difícil manejo.

Suelos Arenosos

A los suelos arenosos también se les llaman suelos flojos, sueltos o secantes. ¿Por qué?

Se les llama suelos flojos o sueltos porque cuando tienen una cierta humedad se labran con
facilidad.

También se les llama suelos secantes porque tienen una alta capacidad de drenaje, lo que hace
que el suelo se seque muy rápido.

Al tener esa alta capacidad de infiltración son suelos porosos con buena aireación, lo que
permite una rápida mineralización de la materia orgánica.

A diferencia de los suelos arcillosos, los suelos arenosos sufren menor erosión,
principalmente porque el agua entra con mayor facilidad en el suelo.

Los suelos arenosos son suelos de menor fertilidad que los suelos arcillosos por disponer de
menor número de partículas que son químicamente activas.

Suelos Francos

Son suelos de textura media que tienen una buena capacidad de retención de agua pero
también de liberación de esa agua para la planta. Por eso, se le llama suelos frescos a este tipo
de suelos.

Al ser un suelo entre arcilloso y arenoso, tiene una fertilidad media, una capacidad media de
erosión y una capacidad de mineralización de la materia orgánica media.
Es un suelo muy interesante para el cultivo de especies perennes como el olivo, almendro o la
vid.

Además de todo lo anterior, son los suelos más fáciles de manejar por parte del agricultor.

Suelos Salinos

Son suelos donde la presencia de sales es muy alta, independientemente del tipo de textura
que tenga el suelo. Cuando se suma un suelo arcilloso con un suelo salino la capacidad
productiva del suelo disminuye mucho.

El principal problema que tiene este tipo de suelos es que dificulta mucho la absorción de
agua por la planta, lo que se traduce en que sólo se pueden dar en estos suelos plantas
adaptadas.

La principal adaptación que tienen estas plantas es que necesitan invertir energía en coger el
agua del suelo, lo que deriva en pérdidas de energía para la producción agrícola o ganadera.

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