Está en la página 1de 3

La transición del gobierno militar a la democracia

En 1975 un grupo de jefes militares sacaron del gobierno a Juan

Velasco Alvarado ya que este no quería dejar la presidencia del

Perú pese a que tenía casi 7 años en el poder. El cargo a partir de

ese momento fue tomado por Francisco Morales Bermúdez, al igual

que su antecesor, este último pertenecía a las filas del ejército. Al

culminar su periodo Bermúdez convocó a elecciones y en 1980

Fernando Belaunde Terry queda electo, el país y su población para

ese entonces se encontraba golpeada en muchos ámbitos, sobre

todo en el ámbito económico por la expropiación de empresas y

reformas que no beneficiaron a todos. En el presente ensayo se

hace una recopilación de los hechos que 24 provocaron el

descontento de la población. Frente a esta situación surge la

siguiente interrogante ¿consideran que el cambio del gobierno

militar de fines de los años setenta a la democracia en los años

ochenta contribuyó a desarrollar la confianza política de los

ciudadanos? Desde nuestro punto de vista, consideramos en contra

de esta premisa. A continuación, planteamos el argumento que

avala nuestra opinión.


En primer lugar, no consideramos que el cambio del gobierno

militar de fines de los años setenta a la democracia en los años

ochenta contribuyó a desarrollar la confianza política de los

ciudadanos, ya que fracasaron en el manejo de la economía

peruana. Las reformas que se hicieron durante los gobiernos

militares no llegaron a cumplir sus objetivos iniciales. Por el

contrario, generó una crisis económica. Por ejemplo, el Estado

peruano solicitó préstamos para la adquisición de una gran cantidad

de armamento militar, lo que generó un endeudamiento externo.

Desafortunadamente, debido a la crisis del petróleo de 1973 en el

mercado mundial, se elevaron las tasas de interés de la deuda

externa (Contreras & Cueto, 2016). Esto provocó que el pago de la

misma sea aún más difícil. En 1980, Belaunde Terry, al retomar el

poder, se encuentra con un Estado endeudado de 7000 millones de

dólares, él en su primer mandato (1963-1968) había dejado una

deuda externa de 769 millones de dólares. Es decir, durante el

gobierno militar se incrementó drásticamente ese déficit. Por lo

expuesto, consideramos que no genero confianza en los

ciudadanos. En segundo lugar, la confianza política no se consolidó

en la ciudadanía peruana porque aún se arrastraban deficiencias

sociales como paros y protestas sindicales que no hallaron solución.

El 19 de julio del 77 la CGTP (Confederación General de


Trabajadores del Perú) motivó el paro nacional, para exigir el

aumento de sueldos y salarios por el incremento del costo de vida.

Asimismo, se instauró un toque de queda en toda la nación, así

como patrullaje de militares. Debido a esto, la población apoyó el

paro general y repudiaron por completo el régimen de Velasco. Por

último, a la muerte del dictador este tipo de movilizaciones

continuaron en todo el país, sin imaginar que pronto se gestaría el

terrible terrorismo. En síntesis, no estamos de acuerdo con que el

cambio del gobierno militar a la democracia ayudó a generar mayor

confianza a los ciudadanos con respecto a la política porque el

manejo de la economía del país fue paupérrimo y continuaban

presentándose manifiestos sociales en contra de las injusticias

hacia el pueblo. Por ello, hubiera sido conveniente que el gobierno

se rodeé de especialistas económicos para que puedan llevar a

cabo de mejor manera las reformas y puedan cumplirse los

objetivos iniciales. También, se debió exigir el cumplimiento de los

derechos laborales de los trabajadores por el incremento

desmesurado de la nueva sociedad.

También podría gustarte