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2 : : Br uo stale dela intlgenclay abso per FURIE 2reme ao lag los fos poreconsrirl historia delos oncentos ue sean agitadoen tomo ala idea de la comunicacién, desde Platén hasta nuestros dias, Peters presenta en este eruito ensayo —donde lo mismo fe teatro, frases de la Biblia literatura 0 fragmentos tun completo n ha significado la comunicacién en el mundo o¥ Sin prestar mucha a la polisemia cuando es evidente el contexto donde ha sid 0, politico, religioso, cultura, legal, tecnolégico emplearlo académicos, politicos, empresarios, psicblogos, por lo la popularidad de esta palabra ha excedido por dad. Nos hemos aventurado incluso a definir al ser humano en término: locamos esa habilidad cidad de comunicarse y co de gran parte de nuestras actividades cotidianas, pero cmo fue que ese concepto de con- dicién tan generosa ha terminado por convertirse en un pro- blema. Con cierto grado de audacia, la conclusién de Peters pa- rece ser que definirla comunicacién es, en cierta medida, “hablar i 78607 1"'62401 7! \s Hablar al aire JOHN DURHAM PETERS HABLAR AL AIRE Una historia de la idea de comunicaci6n 6 4, Fantasmas de los vives, didlogos con los muertos. 178 Grabacién ytransmisién 178 La hermenéutica como comunicacién conlosmuertos 190 Emerson: la espinosaimposibilidad del contacto 196 Cartasmuertas 210 5. La bilsqueda de una auténtica conexién como cruzar elabismo 225 ‘Los mutos interpersonales del idealismo 228 eFraudle 0 contacto? James, sobre lainwestigacién psfquica 238 Extender la mano y tocar a alguien: loextrafoteleffnico 246 Radio: la difusién como diseminacién (y diélogo) 259, 6. Maquinas, animales yalientgenas: horizontes dela incomunicabilidad 283 Laprueba de Turingy la insuperabilidad de Eros. 289 ‘Animales yempatia con oinhumano 300 Comunicacién con alienigenas 305, Conclusi6n: Un apretén de manos 325 Los vacfos que conforman la comunicacién 325 Elprivilegio del receptor. 327 Elladeoscura dela comunicacian 329 Lairreductibilidad del tacto y eltiempo 332 Apéndice: Fragmentos (proporcionados por un subsub-bibliotecario) 337, Agradecimientos 349 Indice analitico 351 PROLOGO A LA EDICION EN ESPANOL, Me emociona profundamente que este libro haya sido raducido a un idioma que estimo tanto. Estoy enormemente agradecido con el Fondo de Cultura Econ6mica, en particular con José Maria Imaz por su traduc- cién fluida y precisa. Sibien Hablar al aire no hace hincapié en el mundo hispanohablante, me parece que puede ofrecer mucho a una civilizacion que, como este texto, no ha olvidado que nuestra historia intelectual co- ienza con Sécrates y Jess, y atraviesa las turbulencias y las agitaciones del mundo moderno. Desde que escribi el libro he visitado México y Espatia varias veces, encontrando viejos amigos y haciendo nuevos entre estudiantes y cole~ sas. A través de estas visitas y nuevas lecturas he logrado ver con mayor laridad cu4n intensamente comprometidos estén los pensadores y los escritores de lengua espafiola con explorar el problema de la comunicacién. Este compromiso es evidente en la investigacién sobre la comunica- ign y los medios en lengua espafiola. Durante més de cinco décadas Es- pafia ha tenido una viva tradicién de investigacién sobre la prensa y la opinién piblica, y América Latina ha mantenido tradiciones de invest sgacin acerca del poder y la ideologia, la economia politic, elimperialis ‘mo cultural y la cultura popular, Pero este libro toma un camino diferen- teal de la mayoria de las investigaciones en comunicaci6n, ya sean sobre el mundo angloamericano 0 el de habla hispana, pues contempla el pro Dlema de la comunicacién como algo més fundamental que la prensa, el poder o la comunicacién de masas: estudia la comunicacién como parte del ser humano 0, al menos, como parte del ser humano en el mundo ‘moderno, 8 Cont “pee “0. Nerdadero laboratorio de medios de cor Sw PROLOG A LA EDICION EN ESPAROL En cierto sentido, el problema de la comunicaci6n fue inventado en Espaiia en el siglo xv1, y el legado de ese siglo turbulento continiia. En palabras de Octavio Paz, “el experimento, la prueba, comenzé en el siglo xvi yaiin no termina”. De acuerdo con Hans Ulrich Gumbrecht, la Espatia de ese siglo produjo una gran ansiedad en sus mis reflexivos habitantes, lo ue dio como resultado formas literarias como el testimonio y la confe- sién, que expresaban tanto la duda de sf mismos como la autocreacién, del siglo xv« la estructura intelectual cacién, medios que cons- tituian tanto al imperio como asus sbditos, Analiza a explosi6n obsesi- vvade la recopilacin de datos, haciéndonos recordar que la “Inquis no s6lo era una siica bisqueda de la desviacibn doctrinal oétnica sino también un hambre insaciable de informacién obtenida a través de “ave riguaciones” y “recopilaciones” realizadas en los dominios reales de ul- ‘amar. El imperio de alcance global presentaba una oa alia poste PROLOGO A LAEDICION EN ESPAROL 9 En un mundo definido por los actos, aparecen preguntas dificiles so bre la realidad y la realidad de otras mentes. Por ejemplo, en el Quijate znunea es claro exactamente lo que es real. ;Quién esta loco: don Quijo- te-con sus fantastas caballerescas o las personas que detentan el poder? Los cortesanos —dice el Quijote—, sin salir de sus aposentos ni de los ‘umbraes de la corte, se pasean por todo el mundo mirando una mapa, sin costarles blanca, ni padecer calor ni frfo, hambre ni sed pero nosotros, los caballeros andantes verdaderos, al sl, al fro, al ate, alas inclemencias del cielo, denoche y de dia, apie ya caballo, medimos toda a tierra con nuestros mists pies. ste es un mundo al revés, en el que el caballero andante tiene una comprensién més clara de la realidad que el cortesano, que vive en el mm- bito de una corte mediada por el papel. Una idea similar se encuentra en elmapa de Jorge Luis Borges que coincide con el territorio. [Ea historia de América Latina)no es inicamente la historia de la coat Je gustaba decir: Qu: ron est in actis, non est in mundo. Es decir: "Lo que no est en actas, no Iara de Google. Surgieron nuevas profesiones definidas por elpoder de a escritura y sus maquinas para reproducir en papel, tales como escribanos, ‘contadores, cosmégrafos, odores y cronistas. Pero también surgieron nue- vvas identidades para la gente comtin: soldados, estudiantes, peregrinos, vagabundos, viajeros, refugiados, picaros. Siegert concluye que un sub- producto de la Inquisicién, con su insistencia en interrogar alas personas ara que proporcionaran un “discurso de su vida’, fue el yo moderno. El ¥yo como sujeto fijo nacié como un acto de registro literario-burocritico, Aqui, Siegert se basa en el trabajo de Gumbrecht, Michel Fouceult y Ro- berto Gonzélez Echevarria. En Hablar al aire analizo el yo amurallado del interior burgués, o bien homo clausus, como lo Ilamnaba Norbert Elias, ico del problema de la comunicacién, aunque los trastornos de Espafta en el siglo xv1 son otro origen posible, 4uista violenta, la conversién y el mestizaje, la independencia, la depen~ dencia, la lucha de clases, la inmigracién y la globalizacién; también es la historia de las ideas. América Latina no sélo fue fundada por sacerdotes yaventureros, sino también por letrados. América, en la tgsis de Edmun- ian, ya se habia inventado en Europa bastante antes de ser “descubierta™. Mucho queda por escribirse sobre la historia de las ideas dela comunicacién en América Latina, - Consideremos el papel desemperiado por Ia escritura en la conquista. ‘Como Hernan Cortés lamenté: ";Oh, quién no supiera eserihir, par no Fir= mar muertes de hombres!” Cortés conocia muy bien la relacién entre la escritura y la muerte. Aunque no era letrado, fue un diligente burécrata espafiol que seguia de manera escrupulosa los procedimientos de docu- mentacién, a veces hasta un grado irrisoriamente absurdo. Bernal Diaz del Castillo, quien al igual que Cortés era més un aventurero que un hom~ ‘bre de letras, narra un encuentro con nativos hostiles: "Y como todas las ‘cosas [Cortés] queria levar muy justificadas, les hizo otto requerimiento delante de un escribano del rey’, (Los nativos no estaban impresionados yrespondieron con una “gran rociada de flechas”,) Cortés tomé posesién de la tierra en nombre del rey, en una ceremonia formal, haciendo tres ‘cortes en un arbol: "Y por ante un esctibano del rey se hizo aquel auto”, AL ‘ tan 10 PROLOGO A LA EDICION EN ESPANOL toma buena nota Bernal Diaz. La escrupulosidad legalista con que los conquistadores documentaron todo es casi quijotesca, pues don Quijote es el prototipo de la cultura espafiola de la simulacién documental exce- siva, una cultura en la que realidad y ficcién se mezclan tanto para los reyes como para los caballeros andantes. En el caso de los indios, esta documentacién tenfa un significado muy diferente: no s6lo era fantasia, sino también violencia y explotacién, Los poetas y dramaturgos del Siglo de Oro también conocian el poder de los medios para ponernos en contacto con los distantes y los muertos. Las primeras lineas del *Soneto” de Quevedo delinean el mbito de la teoria de la comunicacion: Retrado en a pes de estos desiertos, ‘con poeos,peto docs ibs juntos, vivo en conversaiin con los difntos -yeseucho con mis ojos alos muertos. Algunos de los lectores de Hablar al aire pensarén que mi insistencia ‘en la comunicacién con los muertos es bastante extra, jpero nadie in- rmerso en la tradicién de la poesia en lengua espaviola podria pensar que Jo es! Quevedo entiende 1a magia de los medios de registro: la pégina da vida alos muertos, el ojo da sonide ala voz. “Escucha con mis ojos alos muertos.” Los temas de laberintos y soledades en la literatura latinoamerica- na del siglo xx resuenan en est libro, Por ejemplo, cuando Octavio Paz escribe: "La soledad es el fondo dltimo de la condicién humana’. no con- sidera necesariamente esta soledad como algo malo, ya que inspira la biisqueda de la conexién: “El hombre es nostalgia y biisqueda de comu- nign’. "La plenitud, la reunién, ue es reposo y dicha, concordancia con eI mundo, nos esperan al fn de Iaberinto de la soled.” Un pensamien- 1o similar se encuentra en la conclusién de este ibro: “Un apretén de Por timo, estoy impresionado de ver con cuanta facilidad mi inglés se vierte al espafiol. José Ortega y Gasset pregunté:“ZNo es traducr, sin remedio, un afin ut6pico?" Quiza deberiamos interpretar el punto de Or- tega sobre la utopia, no como algo imposible sino como una posibiidad mesisnica. Toda traduccin presenta un ligeroajuste metafisico en la na- PROLOGO A LA EDICION EN ESPASIOL turaleza de la realidad y el estado de! mundo. La tarea de traducir tiene luna inisi6n mitenaria: emnpujar ligeramente la historia mundial hacia el ue se eseriben el mundo sera juzgado, El éxito de esta traduccién de- ‘muestra el argumento central del libro: a comunicacién perfecta quiz sea imposible, pero la reconciliacién entre los diferentes mundos es una de las cosas mis maravillosas que existen. Un dia, hace algunos afios, estaba sentado en una cafeteria de la Uni- versidad de Navarra, conversando en inglés y espaiiol con varios estu- iantes de posgrado de Chile y Puerto Rico, Argentina y México. De re- pente y a la vez.nos dimos cuenta: jtodos éramos americanos! Tengo el Placer de vivir en un pais de América Latina, los Estados Unidos. Cuan- do, mas tarde, me bajé del avién de Madrid, tras aterrizar en Chicago, es- cuché los anuncios en espatiol y por wn momento pensé: “Es muy consi- «eraco tener en cuenta a los pasajeros recién llegatios de Espanta’. Pero luego me di cuenta de que escuchaba espafiol porque estaba volviendo a andar un camino que ya habia existido durante cinco siglos. Cuando lle goa casa, oigo espafil, Espero que esta traduccién agrade a mis amigos dehabla hispana y me haga conocer atin mas. Joun Dunnau Perens Iowa City, lowa, 1° de septiembre de 2014 n A mis mentores en cuatro universidades: Hal Mier, Len Hawes, Don Roberts ySam Becker ‘Asi también vosotrs, a menos que con la boca pronun- itis palabras ineligible, godmo se sabré lo que deets? Pues hablarés al are. Hay, quiz, muchas variedades de ‘idiomas en el mundo, y ninguno carece de significado. 1 Corintos 14:9-10 (Biblia de as Américas) Los besos por escrito no Hegan su destino, selos beben or el camino los fantasmas. Con este abundante ali- ‘mento se multiplican en forma desmesurada. La huma~ nidaa lo preibe y lucha por evitarlo. ¥ para eliminar en {o posible lo fantasmal entre las personas y lograr una ‘omunicaci6n natural, para recuperar la paz de las al- mas, ha inventado el ferrocaril el automvil, el aero plano. Pero ya es tarde: son evidentemente inventos he- cos en el momento del desastre. El bando opuesto es tanto mis calmo y poderoso; después del correo inven- {el telégraf, el vléfono, la radio. Los fantasmas no se moririn de hambre,y nosotros, en cambio, pereceremos. (Carta de Frawz Karka a Milena Jesenski Habria que preguntarsesiel obvio aumento dela com nicscién abierta no es constantemente corregido, por as{dectlo, porla creacin de nuevos obsticulos ala co- municacién, pwano SaPin. “Communicaton’ Sila comunicaci6n levala marca del fracaso olainauten- LUcidad de esta manera, es porque se pretend como una fusién. Eemanurs Levinas, “LAutre dans Proust INTRODUCCION i EL PROBLEMA DE LA COMUNICACION Cuando pones una palabra en tus labios debes darte cuenta de que no has tomado una herramienta que puc- de desecharse sino funciona, sino que as hijo en ma di- reccin del pensamiento que viene de lejos y seextiende més alld det Hans Grona Gapanan ‘Aunque en a antgedad Arsttelessealé a los sereshumanos.como el ‘nico “animal que tiene palabra" solo a partic de finales del siglo xox Las implicaciones intelectuales, éticas y politicas de este cambio revolu- cionario en la descripcién de nosotros mismos no se han estudiado de manera suficiente. El presente libro intenta iniciar un andlisis de este tipo; es a la vez una critica del suet = de ap alogia de las fuentes y escenas de la sen- 5 a de que lg. comunicacién est en perpetua ruptura, y ‘una recuperacién de cierta forma de pensar que evita tanto el privlegio ‘moral del dilogo como el patetismo de la ruptura. Intento fuentes de las ideas modermas de la comunicacion y entender por qué su vivencia actual se encuentra tan a menudo marcada por sensaciones de estar en un calleién sin salida Se ha convertido en el centro de las reflexiones sobre la democracia, el amor y nuestros tiempos cambiantes. Algunos de los principales dile- nas dela actualidad, tanto piblicos como personales, se relacionan con la comunicacién o el fracaso de la comunicacién, Un conjunto diverso ‘de pensadores —marxistas,freudianos, existencialistas, feministas, anti- mperalista, socidlogos y fildsofos del lenguaje, para nombrar unos po- cos—se han ocupado de la tragedia, la comedia o lo absurdo de la falta de comunicacién, De manera cotidiana nos enfrentamos a alguna difi- * ites, Polini, ad. y nota de Manuela Garcia Vals, Gredos, Madd 199,951 wv cultad de comunicacién, ya sea por barreras sociales, de género, clase, raza, edad, religidn, regidn, nacién o lengua. Pero los horizontes de la incomunicabilidad se ciernen también més alla de! mundo puramente /humano, como en la problematica cuestiOn de la comunicacién con los animales, los extraterrestres y las maquinas inteligentes. Gran parte de la cultura popular det siglo, sobre todo de ciencia ficcién, trata sobre ‘como las nuevas maquinas de procesamiento dle simbolos permiten ta- les peligros y placeres como el control de la mente o el transporte del ‘cuerpo. Del mismo modo, gran parte del drama, el arte, el cine y a lite Tatura del siglo xx examina la imposibilidad de comunicacién entre las personas. No hay mas que hablar de dramaturgos como O'Neill, Beckett, Sartre, Ionesco, Albee Havel, 0 cineastas como Bergman, Antonioni 0 ‘Tarkovski, para evocar escenas de torpes relaciones cara a cara. Asimis- ‘mo, intelectuales de todo tipo han encontrado en la comunicacién un tema con el cual explorar los limites externos de la conexién humana y sopesar las exigencias que nos hacemos mutuamente. Un didlogo de Strother Martin en la pelicula de 1967 La leyenda del indomable, prota- gonizada por Paul Newman, ha adguirido trascendencia histérica: “Lo {que nos pasa es falta de comunicacién’ [7 “La comunicaci6n” es un registro de anhelos modernos, Hl rérmino -yoca una utopia en la que nada se entiende mal, Ios corazones est abiertos y la expresién no se halla inhibida, Puesto que el deseo es mas lintenso cuando el objeto esti ausente, la afloranza de comunicacién, también sefiala un profundo sentimiento de abandono en las relaciones sociales. :Cémo llegamos hasta el punto en que tal pasién se relaciona con el acto de hablar con otra persona? ;Cémo leg6 a ser posible decir que un hombre y una mujer “estan sintonizados en frecuencias diferen- Sveti iat tanaspatan ee sil 0 ee a entender mucho més. Como una respues- * Deborah Tannen, Td no me ondendes, trad, Adelada Susana Ru, vie Vergara Ei tor México, 1996, 0.56. INTRODUCCION 19 {a evidente a las divisiones dolorosas entre el yo y el otro, lo privado y lo piblico, el pensamiento interior y la palabra externa, la nocién ilus- tra nuestras extrailas vidas en este momento de Ia historia. Es un re :molino en el que parece verterse la mayor parte de nuestras esperanzas ytemores. HISTORICIDAD DE LA COMUNICACION. Mi objetivo no es explorar toda la variedad de probiemas de comunica- ea etic en peanambenia yuna el edo, Haste ‘evocara; el estudioso s6lo necesitaba llamar (con paciencia y rigor sufl- clentes) la historia responderia diciendo e6mo las cosas realmente su- cedieron. ELotsemodo —que Benjamin preferia, tanto como yo— veia. a la narracio t ‘unactivita-alineaba una pocetasotre tiempo, para Benjamin, no ess6lo un continuo, sino que e ppodriamos decir. Benjamin pensaba en la nocién medieval del ‘tiempo como nunc stans. un eterno presente (etztzeit en su alemén} pero como siempre es cierto en su obra, las fuentes misticas no son sue- fos locos, sino que tienen una relacién importante con preocupaciones coneretas. El presente se hace inteligible en tanto que esté alineado con ‘un momento pasado con el cual tiene una afinidad secreta. Hay simulta- neidad no sélo a través del espacio, también através del tiempo. La Re blice romana y la Revolucion francesa, aunque a casi dos milenios de dis- tancia, se encuentran més estrechamente vinculadas entre si que 1788 y 1789, separados por sélo un afio. La moda ilustra tal simultaneidad: en algunos periodos los estos del pasado (la misica swing, las patillas 0 los pantalones de campana) estan fuera de uso y en otros regresan de repen- te. Bl pasado vive de forma selectiva en el presente. La historia no s6lo 20 wTropucciOn lnTRooucciON 21 funciona de una manera lineal, sino que se halla dispuesta en diversas constelaciones#* Lo que significan tales reflexiones en este libro es que trato de dar luz al presente excavando en diversos momentos del pasado con los que creo gue tiene una afinidad. Hay poco aqui.que se relacione directamente con _ fundamental. Cada una de nosotros dicotomiza el Cosmos en un lugar iferente [Nuestras sensaciones y sentimientos pertenecen, hablando fisiolégi- camente, s6lo a cada uno, Mis terminaciones nerviosas terminan en mi propio cerebro, no el tuyo, No existe un centro de intercambio donde pueda conectar mis entradas sensoriales enti ni existe algin tipo de con- ‘acto “inalimbrico” a través del cual pueda transmitirte mi experiencia jinmediata del mundo. James tomé el aislamiento mutuo de la conciencia ‘como un hecho de la condicién humana. Sobre el aislamiento de las co- tientes de pensamiento entre diferentes personas, escribié: "Las brechas centte estos pensamientos son las brechas més absolutas de la naturale 12a" Desile este punto de vista, los seres humanos estan programados, por la privacidad de su experiencia, para tener problemas de comunicacién. ‘Quizé James tenga razén en que todos Jos-seres hiumanos tienenma= -wptente sa zc plead consi ema de tal manera que elintercambio directo dela conciencia es imposible. A pesar de que la ‘mposibilidad de comunicarse de manera inmediata entre las mentes pueda ser un hecho psicol6gico fundamental (0, al menos, el hecho fun- damental en el campo de la psicologia), es importante tener en cuenta ‘queno siempre hemos hablado asi acerca de nuestras relaciones mutuas. A pesar de que, en apariencia, los ojos y ofdos de la gente han recibido informacién “privada” durante miles de aft, James vivié en un mundo nel que las fisuras entre las mentes individuales tenfan mayor relevan- tia social y politica. En otras palabras, hay algo histérico y contingente enel descubrimiento de lames de algo transhistérico y dado. A pesar de. pero es {itil pensar con ellos; con brillantez y elocuencia, exponen argumentos y ppreocupaciones que en el pensamiento actual, en el mejor de los casos, a menudo se amortiguan. Pensadores como ellos hacen que nuestros pro- > ceatonineccomniaaT ‘zAcaso no es la comunicacién un tema que Po jesconcierta a la gente? Que los problemas de comunicacién en la con- im Hien humana extn escruos e,enclerto sentido, seguramente cit, bie ‘may bien en sus P ‘Cada uno de nosotros hace una gran escisién de tod el universo en mitades; ‘para cada uno de nosotros casi todo el interés se atribuye a una de las mita- ‘des; pero todos nosotros trazamos la linea divsoria entre ells y en un ugar diferente. Cuando diga yo que todos nosotros Hamamos alas mitades con los rmismos nombres, y que esos nombres son “yo" y “no-yo", respectivamente, se-veré de inmediato To que quiero deci. El ipo de interés totalmente tnico {que cada mente humana siente tener en esas partes de la creacién que llama ‘yoo mio puede ser un acertijo moral, pero sin duda es un hecho psicolégico Am- bos términos reflejan una cultura individualista en la que las paredes que | “Wiliam james Principia de pseolagia{1890), tad. de Agustin Bircena, x, México, 1994, 99.231.232, Tid, 182 : ® Water Renmin, Tesi dels dela historia (1940) rad. de ests Aguee, Taurus, Madrid, 1973, = 2 mates INTROBUCCION rodean la mente constituian un problema, ya fueran felizmente delgadas (celepatia) o aterradoramente impermeables (solipsismo), Desde enton- sci pee ola il wel iualismo del concepto “comunicacién” —a a vez puentey abis 1 ililanmuanandanaslosionrenveyeererprrennryu< puso fin a una larga tradicion de especulacién sobre el contacto mental inmaterial (capitulo 2). En pocas palabras, las tecnologias tales como el égrafo y e én’, para cualquier tipo de transferencia o transmisi6n fist ‘eideanaaaialassenenrciss a la electricidad, 1a comunicacién ahora podria darse independientemente de impedimentos como la distancia 0 Ja corporeidad. Hl término evocaba una larga tradici6n de suefios acerca de mensajeros angelicales y comunién entre los amantes separados. “La comunicacién’ parecia muy superior a la vieja y s6rdida labor personal de juncar las vidas en el enguale. Era veloz como el rayo, sutil como el éer y sin palabras, como los pensamientos de amor, Las telaciones inter- personales volvieron a describirse gradualmente con los términos cni- os de i transmisién a distancia: hacer contacto, estar en sintontao fue- ra de ella estar en la misma onda, tener buenas o malas vibras, “Tierra ‘a Herbert, iresponde por favor!" La comunicacion, en este sentido, con- vierte los problemas de relacién en problemas de sintonia adecuada 0 reduccién del ruido. Conforme examino estos medios de transmisi6n y grabaci6n, tales ‘como el correo posta, el teléfono, la cara, el fon6grafoy la radio, en Jos iltimos capitulos, mi enfoque no se centraréen la forma en que afec~ taron la comunicacién cara a cara como una zona ya constituida de la actividad humana, sino més bien sobre cémo tales medios hicieron posi- ble “la comunicacién” como un concepto, con todos sus fallos, desajustes ry efectos asimétricos. Desde entonces, las posibles perturbaciones en “la comunicacién’ a larga distancia —péndida de cartas, iimeros equivoca- dos, udosas seftales de los muertos, cables caidos y entregas perddas— han legado a describ también tas motestis que se padeoen en ta con- versacién cara a cara, eos sere pene lela balala mabe eommnleaciinamedion me* ‘zac daiscpmunicacion.demasaslleg6 primegp. Ya en lo que es quizé la INTRODUCCION primera, y sin duda la més elocuente, concepeién de la comunicacién como un ideal de entendimiento interpersonal —el Fedrode Platon— la comunicacién se define al contrastarla con su perversi6n (porla manipu- lacién, la ret6rica y Ia escritura). La comunicacién es un remedio ho- ‘meopético: la enfermedad y la cura estén confabulados. Es un ideal com- ensatorio cuya fuerza depende de su contraste con el fracaso y Ia ruptura. La falta de comunicacién es el escandalo que motiva el concept mo de la comunicacion, ae LOS DIVERSOS SENTIDOS DE “COMUNICACION” Podria objetarse con razén que he reducido injustamente el significado de"“comunicacién’. El término merece un anélisis mas detenido. Al igual {que muchas nociones aclamadas como mercancias puras, ésta sufre la ‘mala suerte de una confusién conceptual. Incluso “confusién’, si signifi- ‘cauna mezeolanza de contornos intelectuales bien definidos, quiza sea un érmino demasiado preciso, ya que s cum g = g sa sn Oo orton Are conceptual mal tormado, inditerenciado. Pocas veces una idea se ha visto | ‘ausaadelsescomanesacomansacin es buns ec ‘idad es buena, compartir mas es mejor: estas méximas aparememente ‘obvias, porque no se examinan, esconden demasiado bajo la alfornbra, Me gustaria que fuera mas fécil encontrar argumentos explicitos y rigu- ts elaborados po los pensadores que defienden tales proposiciones Debido a que el eérmino“ , todos ansiosos por de- ‘mostrar su probidad como buenos comunicadores, Aquellos que tratan de hacer el érmino tedrica~ mente preciso para el estudio académico a veces terminan, simplemente, por formalizar de manera mas general el miasma de la culeura” La con “ Véase BrankleG. Chang, Deconstructing Communication: Representation, Subject, and Boonomies of Exchange, Univers of Miso Pres, Minnespols, 1996, cap. 5, * Un ejemplo seria el de Witbur Schramm, uno delosfendadoresinsttucionales de os studios en comunicacén como campo acalémico. Vase "How Communication Works” en Witur Scbramm (ed), Proceses and Effects of Mass Communizaion, University of k= nis ress, Urbana, 1954, 23 intRopucci6Nn INTRODUCCION 25 secuencia es que el pensamiento filoséfico més valioso acerca de la co- ‘municacién, considerada como un problema de intersubjetividad o rup- turas en la comprensién mutua, a menudo se encuentra en quienes hhacen poco uso de la palabra.® “Comunicacién’esuunapalabra.conunaampliahistoria.Proventente _cionado es la nocién de una “eomunicacién”académice (monografi) 0 del latin, communicare, es decir, impartity compartir ochacer-comiin, Jere Mis eae’ ol snicinvncesc suraeumiiontny eee, _— Anceeen (s [Gkicrms per oe giecatice bic getters aie ey Mee a ence ee ee munity (comunidad), meaning (significado) y Gemeinschaft (sociedad). EL nexidn o vinculacién. Durante el siglo xtx, en Estados Unidos, “la comu- de La Ins ums Uoweguner un nero clos heres que ax otecen. (WM ceatier anor eat gui d eonccen as te tom va a publicamente, incluyendo espectaculos de gladiadores, homenajes y ri- ‘Tejados, de Hawthorne, puede leerse: “Se acercé a la puerta que formaba_ a feeplonuars Gs icin win, wemmnacbeoieenas Mp cauneade mitucmuciy suum eae ican tenia cota aac Ssnbincenonpass Mut, ie exoutatia anbisa peel ether seein: Re ononani pais GarsGber am sede MC at eases rae el aed inion nnn smote | tm es ran ca anh ma ema es beg Be co ee ge ene cae a cee ke Pee ccsirsped eects rains esa ge tn ater (Mae ment licmian igssteudencr vives tomes asumc la vor hipetéic del adverse dela dence: communicaro | aamadeagiSeagimpleasanenonceasas sen: 2. ‘ein Mops ned sasiin is s Madan del cicg ikea AMR Cee eee aioe Pounce cane ecu p aa Agu Ere tendo teria ear Ma rane ae ete eg nce ur econ parame euler non ce | Seasipaguo ool sansa Tapas AO 6 eA Fo tn soem pte PME : an significa priipacié, como en ‘comulga”particpar dela sagradaco- tino qu enc una scepionZacaylo plea pu eae orice Teme rmuni6n) Aq, “comunicalén sugiere la pertenencia aun cuerpo socal J) bién en ete caso no hay nada necesariamente bidrecionl en cuanto 2 savés de un acto expresivo que no reqiee ninguna respuesta nireco- J lagomunicacién, Se puede hablar de ranesionesunreccionales ena nocimlento, omunicarseconsumiendo pan y vino expres a pertenen- | publeidd yas telaconéspblcas vats como comunicacones clase isa una comunidad de santos, tanto vives como muertos, erono.es | sno hay respuesta pose ni dseada Da a impesion de que # os pov : edocs de estas cua es gustaria que funcionaran como la enferme. * Mis puntos de vista sobre los estudios de comnicaciém como un campo pueden en ¢6 transmisibles, otro sentido de la palabra. com hie tanstiatecssteaaiery nnn | Unattended eslasomuniain como nea © ‘stent toConater” Commie cars sate; qp drain beseSdecin-como unatransferenciamuliplicadapards'Lacomunica- "Genealogical Notes on ‘The Field", Journal of Communication 43,4 (1993), pp. 132-139, y ién, en este sentido, debe implicar intercambio, mutualidad y algiin tipo ad Lepelr paral Cea 6 0980, 99 Aereciprociad, Es posible que la naturaleza del intereamblo varie. La * cron, Acerca dl orador, nod tay netas de Amparo GoosSehni, xus |) gomunicacién puede significar algo ast come la vineull : ‘México, 1995, y Heinrich Lausberg, Handbuch der licerarischon Rhetorik: ine Grandi. nicacién puede significar algo la ciGn exitosa de ung der Lieraturwssenschaf,Hueber, Minch, 1960, pp. 379-884. Agradezeo a Dono- van Ochs por suayudaen este pun, * oxford English Dictionary. .“communicsion’, Sb. 26 INTRODUCCION INTRODUCCION 27 dos términos separados, como suele decirse en telegraffa. En este caso, | que poseen la palabra. Mateo 5:37 sugiere que nuestra habla sea simple, seraiersans legrel deaiomaiaaoamyearkeenesa Geum eorme-ots: ib SAH a marie yeueaet gone ace Ain ete tay tail es sufient para consttui la comunicacén Siambos extremes | ellogos sthen qc! mensch lend, erences se produce a comuncacin. | Demanera smn, “comnicacén’ pe pice loge. > Un sentido mis cloqual dela comunicacién exige el interambio de) comolGharies Horton Goole bsribi.en 1909: “Por. comunicasin.se > een En ene eeeruensepeenante se f 4 joe" Agu le comunicacén ne significa simplemente hablar; se rere a ttip especial de plea que ecitingue por ia ndmidad ylarevela- fog a través de praia. preseason. gnalampaec ens iro cién. Un sentido an mds intenso dela comunicacn como ntercamibio | usarécamunicaciones’-en plural en ese senda Como doe Raymond prescinde por completo del hablay proponeun encuentrode mentes,un | Willams en una defnicién prictca, aunque demasiado psicolégc, ls cia. Como | “comunicaciones son “las instituciones y formas en que las ideas, la infor- ten y se reciben". Aunque Lowenthal cos, escritura, monedas, catedrales, se e. sobre la comunicacién como contacto entre interioridades. ¥ aunque es cevidente que no es la tinica definicién, es la que mas ha brillado durante lar, como el proyecto de reconciliar al yo con el otro. El, siglo pasado. En este ejemplo, la pasién normativa es més intensa. ‘ettorestd en pensar que las comunicaciones resolversn los problemas de 47 “Comumicasign” también puede servi, de una manera mucho més | comunieacién, que un mejor cabead eliminaré os fantasmas -modesta, como un término.que cubre los.distintos modosde.interaccién ‘Aunque no creo que la palabra “comunicacién” pueda eliminar com- ~ simbélica,En este caso, la comunicacién no implica argumentos falaces | pletamente los fantasmas del contacto sin palabras, el término delimita acerca de lo que los seres humanos somos capaces, sino que es un térmi- | _una zona maravillosa para la investigacién: lahistorianauuraldle nuestra no descriptivo para nuestras relaciones en la sigificacién, Hay algo de | especie parlantertateoria de la comunicacin reclama esta zona, Como esto en la versién de la Biblia del rey Jaime sobre Mateo 5:37: “But let | sostengo mAs adelante, lanociéndeseoriade la comunicactonnoesane {cor your communication be, Yea, yea; Nay, nay: for whatsoever is more than terior a la década de 1940,(cuando significaba una teoria matemética de dete these cometi of evt’.*® En este ejemplo, communication es la traduccién | procesamiento-de'sefales}y nadie habiaaisladoselconcepto:de-“comu-* yy de logos, una de las palabras mis ricas del léxico griego. ‘ieacién’ como un problema explicto hasta las décadas de 1880 y 1890. ‘ ‘Alo largo de libro, no utiizo “teoria de la comunicacién” para hacer re- ferencia a una préctia existente de la investigaciOn, sino en un sentido amplio, ahistérico, afin de obtener una perspectiva de la congicién bu- mana como de alguna manera fundamentalmente comunicativa, como anclada en el loge, De esta forma, a teortade la comunicacién deviene 2 Tamar Katee y Gey Philise sion’ as a Culture Category in Some American Spesch", Cammunicaton Monographs 48 (a981),pp. 301-317 "= Leo Lowenthal, “Communication and Humanitas’, en Roy W. Matson y Ashley * Raymond Wiliams, Communications, Penguin, Londres, 1962 p.9-A diferencia del Montagu (ed), The Human Dialogue: Perspectives or Communicavon, Fee Press, Nueva. | aso comin que lama al campo zeadémico “comunicaiones, voy a tra "estcios de York, 1967, 9.336 comnicacién” "se versin espaol de a Biblia de las Américas “Antes bien, sea vuetr hablar 'S Las lista abigartadas son un nero habitual ea les rata sobre fos medlosdeco- ‘No, no’ yloquees mas de esto, procede del mal.(E) ‘muicaién que no tengo inencién de omit. aden: te le hasten muliernd de ryasea yi. agree Parlode 28 INTRODUCCION feicromy nasm la cercar dentro de la organizacién social. Aunque pocos de los personajes analizados en este libro tenian alguna nocién de la “teoria de la comunicaci6n”, nuestra posicién actual nos permite en- contrar cosas en sus textos que nunca antes estuvieron ab. Como Bena min sabia, el presente puede configuran-el:pasado de.talforma que-abray ‘nuevos puntos. de eneuentra. CLASIFICACION DE LOS DEBATES TEORICOS EN (v A TRAVES DE) LA DECADA DE 1920 Wo exo dsincionesterminoigcas no agctanta dived de conepo- sensor lncomuniain. tds moments digo, comic "thee era uate opecalmen Candee en el deat nee A Guerra Mundial y después de la segunda Guerra Tada aes dcbaces scan a aines dee concep PS tuner poyrcionan una ventana mis ontepornes par sora retodeli Todas I existentes de: filo- sofia, “comunicaciOn” era un concepto fundamental. ipa- f pueden contar: Kar Jaspers, Psiclag(a de las concepciones del mundo (1919); Ludwig Wittgenstein, Tracrarus Lagico-philosophicus (1922) ign. Martin Buber, Yo y ei (1923); ©. K. Ogden eA. Richards, El significado del signifieado (1923); John Dewey, Experiencia y naturaleza (1925); 1 Martin Heidegger, Elser yeliempo(1927),y Sigmund Freud El malestar Guibert euleura (1990). Ene pensamieno socal en genera Ia comune cin a gran escala hacia la mayorfa, ya se trate de “multitudes’,“masas", ‘pueblos" o “piblica’, fue tema de obras como: Walter Lippmann, La opinign pablica (1922); Fexdinand Tonnies, Kritik der dffentichen Mein- tung (1922); Edward Bernays, Cristalizando la opinigm pibtca (1923) Georg Lukécs, Historia y conciencia de clase (1923); Catl Schmit, La cri sis de la democracia parlamentaria 1923, 1926); Dewey, Hl piblicoy sus pprenas 0927; Hal aswel Teen de propaganda ena Gur wTRopucciGN 29 ‘Mundial (1927), y Freud, Psicologfa de Tas masas y andiisis del yo (1922). Obras maestras modernistas de Fliot, Hemingway, Kafka, Proust, Rilke y ‘Woolf exploraron las rupturas en la comunicacién. El movimiento da- dajsta, en su apogeo durante la guerra, provocé activamente tales tupt- 123. El surrealismo intenté contrarrestarlas mediante la biisqueda de co” nexiones en todos lados. Por todas partes, el término "comunicacién” estaba en Ia agenda, “Comunicacién” significaba cosas muy diferentes en este cuerpo de ‘abajo tan diverso. Desde un punto de vista, a comuunicacién nicacién” y “propaganda” en la sociedad moderna. La industrializacién, 1a urbanizacién, la racionalizacién social, Ia investigacién psicol6gica y Jos nuevos instrumentos de comunicacién proveyeron condiciones sin precedentes para la creacién de consenso entre poblaciones dispersas. Sin embargo, la experiencia de la primera Guerra Mundial demostré que Jos simbotos no sélo son adornos estéticos sino motores primarios de la organizacién social. Las percepciones estratégicamente cultivadas hicie- ron perder o ganar batallas y enviaron a los hombres de las trincheras a sus tumbas, Lassyell, por su parte, s ps antea antigua dependencia de formas mas brutaies de control soétal: Jas masas han de liberarse de las cadenas de hierro,deben aceptar las ca- denas de plata.!® Laescala, sistematicidad y eficacia purativa de los simbolos comuni ‘aos alas masas plantearon preguntas diffciles para el futuro de la de- ila voluntad del pueblo, el feste Burg de la teoria democrética, ‘era poco mas que un pantano de estereotipos, censura, desatencién y ‘50 sobre fa racionalidad popular? Diferentes autores tenfan diferentes “= repuestasa esta pregunta, Walter Lippmann argument afivor dela ob. P24 solescencia de la soberania popular y su sustitucién por el gobierno del experto. Sin embargo, su creencia en la manipulabilidad de los muchos sevio atenuada por una nocién igualmente firme de la impenetrabilidad Harold. Lasswel, Propaganda Technique inthe World Wer, Kegan Paul, Trench, ‘Wibne,Londes, 1927,p.227 30 ITRODUCCION del pueblo: la irracionalidad popular puede ser a la vez maleable e inuran- sigente. Carl Schmitt, un brillante te6rico politico conservador, que ma: tarde seria Rronjurs para los nais por un breve tiempo, pens quel fe del pueblo en que los asuntos de gobiemo se resolvian através de lad ‘isidn abiertaen un patlamento que refeaba la opinién popular era poco miis que una broma. Es “como si lguien le hublera pintado llamas rojas al radiador de un sistema de ealefaccin central modern, afin de dar apatiencia de un fuego ardente™” En el extremo opusto del es- ecto politico el teérco marxista Georg Luks vio el arte de la orgie aizaclén partidista no s6lo como un problema técico, sino también intelectual (estge) para la revoluci6n El proceso revolucionaro era in- separable del desarrollo de la conciencia de clase pot parte del prolta- lado, 1o cual implicaba elegir las consignas y gritos de batalla correc- (os. Mientras que Lippmann vio la produccin calculada de a opinion piilica como prueba dea invabilidad de a democracia popular, Lukics vio esta produccion como precsamente el preludio necesario paa la ac- ci6n revolucionaia Sin embargo, ninguno creiaen la autoorganizacién espontdnea del voluntad popular; cada uno asigné una importante tun- ciéna cert ‘vanguard’, ya fuera de expertoscientiico-socals (Lipp- mann) ode eres de partido inteectuales(Lukécs). En defini la.co- ‘nupicagign fue con Una segunda vision vio a la comunicacién como medio para purgar la «disonancia seméntica y, con ello, abrir un camino para procurar relacio- nes sociales mis racionales; se encuentra estrechamente relacionada ‘om el enfoque de la propaganda, como la cura se relaciona con la enfer~ edad. significado del significado(1923}s0bra elaborada por los cxti- 0s de Cambridge C.K, Ogden eI. A. Richards, es probablemente la mejor cexposicin de este punto de vista y, mis aiin, dea visi6n dominante de la ‘comunicacién como el reparto preciso de la conciencia. Sus enemigos ‘gemelos eran “el callej6n sin salida del solipsismo” y la “verdadera orgia de verbomania’ en el mundo moderno, preocupaciones tipicas de la dé ° carl Schmit, Te Crisis f Parliamentary Democracy (192), trad. de Ellen Kennedy, su res, Cambridge, 1985.6 GeorgLukics, Historia y cancenca de clase(1923),ealbo, México, 1969, pp. 344-354. INTRODUCCIGN 31 cada de 1920 sobre la individualidad inaccesible y la credulidad de las masas. (Estas preocupaciones recapitulan el dualismo solipsismo/telepa- tia) Spiinecta eiunailandladelabalsma que fendi Arn aim pliaaplicacin en el esclarecimiento de la controversiay confusién en el trato humano. Ogden y Richard roblemas se pre- camo para exctar acide". (i est el viejo coco que regres una pa- labra, muchos usos) Su diagnéstico de la democracia moderna podria ©! sere de Linamenn: “Nusiug sullen de pacientes chahenstsaliie, De \ les sobre cuestiones.que-antes:se-dejaban a-s6lo.unos pocos. Al mismo Scope copie roraaeostoaamemstsornceet Bi Peto su remedio era diferente. Lippmann sostenia que tal complejidad necesitaba invertir la carga del gobierno del pueblo a los expertos, en tanto que " a ‘si, la comunicacién para Ogden y Richards tiene tanto una aplice- cin macro como micro; su purificacién de la tengua de a tribu ayudaria en os émbitos internacional e interpersonal, En consonancia con una larga tadicion britdniea que desconfia del engaio de ls palabras, y que seencuentra también en pensadores como Bacon, Hobbes, Locke, Hume, ‘Bentham y Russell. Ogden y Richards vieron el enguaje-cama.n instru ‘mento necesacio, pero impertecto: “Las palabras |. son en la actualidad Imedios imperfectos de comunicacién’, De hecho, Ogden pasé tres déca- das haciendo proseltismo a favor del inglés “basico”(aast: British Ame- rican Scientific International Commercia), una propuesta de lenguaje ‘universal que consta de 850 palabras en inglés, (Nétese que cada palabra den Rishi Bina del india irvxiacin cra 2. ‘eri dl enguaje sabre pensementoy dels concencia sible, ad de Baad Pris, Paid, Barcelona, 1984. Ludwig Wingenstin para eushabere, pens6 que era un “Tio miserable. "Pocas veces he Heid algo tan insensate, le eseibis& Russel penstba ‘quel obra oeca una respuesta demasiado il Ray Monk, Ludi Witgensten El deber seun genio, tad de Danian Ale, Anagrams, Barelons, 1998 2 T Ovdew 4 Poche d iTRoDUCCION del acrénimo representa un imperio) El idioma nos ata peligrosamente a ‘nuestros origenes primitivos: “Decenas de miles de afios han transcurti- do desde que nos despojamos de nuestras colas, pero todavia nos comu- rnicamos con un medio desarrollado para satisfacer las necesidades del hombre arbéreo”. De hecho, la palabra magica, tan prominente en las primeras culcuras humanas—la creencia de que el nombre da poder so- bre la cosa—, no ha disminuido sino aumentado en el siglo xx, gracias a Ja capacidad del “aparato simbélico” para difundir clichés. Mientras que la propaganda se nutria de la locura atavica de la palabra, el andlisis semén- tico proporcionaria un medio de comunicacién para las necesidades de Jos seres humanos modernos y cientificos En el ambito interpersonal, el peligro mas importante era el desajuste de la intencién: “Normalmente, cuando oimos algo dicho, nos surge de ‘manera esponténea una conclusién inmediata, a saber, que el orador se refiere a lo que nosotros nos refeririamos si uséramos las mismas pala- bras”. Pensaron que esta conelusi6n era especialmente dudosa cuando el intercambio de ideas es el objetivo. Puesto que el significado esti en. lamente del espectador, el laberinto del solipsismo siempre acecha. “En la ‘mayoria de los casos, la posible traicién de las palabras s6lo puede con- ttolarse a través de definiciones y mientras mayor sea el mimero de tales locuciones alternativas menor ser el riesgo de discrepancia, siempre y ‘cuando no supongamos que los simbolos tienen ‘sentido’ por si mismos ¥. asi, poblar el mundo con entidades ficticias.” El temor a las ficciones, el iesgo de discrepancia, la necesidad de un metalenguaje cientifico y el horror a poblar el universo con significados sin anciaje: tales posiciones resonardn en posteriores enfoaues semiinticos de la comunicacién y sus fracasos. La comunicacién para Ogden y Richards no era coordinar la accién ni revelar la alteridad, sino un coincidir de las mentes, un consensus in idem: “Una transaccién del lenguaje o una comunicacién pueden definirse como tun uso de simbolos de tal manera que se producen actos de referencia en guien escucha, los cuales son similares en todos los aspectos relevantes & {os que se encuentran simbolizados en quien habla’. Esta formulacién, sin duda, hace una concesién pragmética al desliz (‘similares en todos 2" Ogden y Richards, E significado de! significa. VEase también W. Terrence Gord, "Undoing Babel C.K Ogden’ Basic English’, B45 (iver de 198) pp. 337-340, Gor «oo, From The Meaning of Meaning o Basic English, Ec. 48 vera de 1991). 65-171 IWTRODUCCION 33 los aspectos relevantes"), pero el crterio de comunicacién exitosa sigue siendo la identidad de conciencia entre el hablante y el oyente. Por 1o tanto, la psicologia se mantiene como la mejor ciencia para el estudio de lacomunicacién: “Es evidente que el problema para la teoria de la comu- nicacin es delimitar y analizar los tem inductivo exactamente igual en forma alos problemas de las demas cien- cias". Comparadas con otras posiciones que examinaremos, la suya se encuentra alineada con la tradicién dela comunicaci6n como contacto en- trelas mentes através de algin medio significant delicado y propenso a error. La comunicaci6n es tan rara y frégil como el cristal. Su mentalismo implica ldgicamente el fantasma de la falta de comunicacién, porque si os significados inherentes no estén en las palabras, sino en Ta mente 0 en referencias alos objetos, nada puede garantizar el trénsito exitoso a través de la distancia entre dos mentes. Ogden y Richards son los verda- shn Locke, cuya nocion de comunicacin discuto en son ms que maniobras imposibles. No es de extrafiar que esta solitaria ‘multtud sea tan vulnerable alos engafios de la propaganda?" "a mi imaestras moderistas de la década de 1920, lo que nos da una tercera concepei6n: la comunicacién como una bartera infranqueable. El anéli- sis de la propaganda fue impulsado por la modernizacién de la sociedad y la politica; el sentido de imposibilidad estaba en el corazén mismo del modernismo titerario y estétieo, Uno se preocupaba acerca de la comuni- cacién de una soa via; el orm sare la comunicarién sin via Tas dramas ddedesolacién interpersonal, por ejemplo, forman el nticleo de la enorme influencia del poema de T.$, Eliot La tierra baldia (1922). La notoria di- ficultad del poema fuerza la ruptura de la comunicacion en el acto mis- mo de la lectura y consiste, en gran medida, de una serie de cuadros de rupturas dela comunicacién, por lo general figurados como mal funcio- namiento sexual El deseo de conectarse siempre falla: —Mas cuando, ya tarde, volviamos del jardin, nos tus brazos y himedo tu pelo, no pude ogsen y Richards, Et significado del significado, ona ii re %4 be jo de Ogden y Richards al solipsismo se repite en las obras. e/a 34 nTRopUCCION Inablar y me fallaba la vista; no estaba vivo ni muerto,nada sabia, ‘mirando en el corazin de la lu, el silencio. (Lineas 37-42) he odo alave dar ueltas en la puerta una vez so una ‘pensamos en a llave, cada uno en su peisién, pensar en la ave confirma la prisién, iineas 411-414) La novela péstuma de Kafka £1 castillo (1926) es una obra de boxeo de sombra con un otzo institucional cuya identidad y motivos permane- cerin siempre enigméticos. Para Kafka, como explicaré en el capitulo 5, la comunicacién interpersonal no es diferente de la comunicacién de ‘masas: ambas son emisiones a piblicos invisibles, ausentes o velados. Al {faro de Virginia Woolf (1927) sondea la dimensién de género en la caja del alma modernista comparando la conciencia oceénica, infinitamente compasiva y mutable dela sefiora Ramsay con la mente de cimitarra, ica y iia del profesor Ramsay. Por su pare, Lukes en su Historia y con ciencia de clase hace un analisis de clases. Et {era la individualidad soliariano como una conlcién exiseencial gener, sino comoun apuro especificamente burgués el sistema de la propiedad privada crea alms «que s61o conocen la libertad de aprovecharse de otros indviduosaisla «lose solipsismo en la flosofiaes el correlato de las condiciones vividas “La cosificacién capitalista dela concienciaacartea al mismo tiempo una ulteaindividualizacion y una cosficacin mecénica del hombre.” El and- lisis de Lukacs nos da una manera de ver las preocupaciones de 1920 so- bre elaslamientoy in propaganda como dos caras de na misma mone da.® Gran parte del lado oscuro de la comunicacién no fue delineado por primera vez en las peliculas de Ingmar Bergman ni en las obras de ‘Samuel Beckett, sino en la Republica de Weimar y por los escritores dela generacign perdi. En cualquier caso el especto de la individuaidad claustrofébica ha resonado a través del are el pensamiento socal del ilo Xx, unto con el temor ala imposbiidad de a comunica eral dad * takes, Historia y conciencia de clase op. cit IWTRODUCCION 35 asta ahora ests res visones muestrancontinuidades importantes con el final del siglo xex Fl suetio de una comuunicacion perfecta através de la seménticarecapiala el sueao dela telepata, una reunién de men tes que no dejaria residuo alguno, El temor al solipsisino ineludible se repteen los microdramas dela literatura modernist, De nueva cuenta \acomunicacién como puente implica siempre que hay un abismo en al- gin higa cercano. incluso desde la perspectiva dea propaganda, laan- tna serene: a comics qu fancona elements ene un gemelo malvado en el espectro dela masa fascinada baio las garras ! del lider, tal como el miedo a Ia conciencia cerruda aparece en la esfera"®< de as masas com la multcud solitara,atomizada yreciproca- mente inconsciente. Como se ved ene capitulo 2, el suefo del contacto mental establece la pesadilla de aislamento mutuo, Elanhelo de una in- cerioridad compartida el horror ala inaccesiblidad y a impaciencia con los humildes medios del lenguaje son las actitudes que el término “co- smunicacén’tipicamenteinculea y que deseo comibatir, nicacién las de Martin Heidegger y John Dewey. Estos son caminos me- nos transitados, pero son fuentes fértiles para la teoria de la comunica- cién que deseo rehabiliar. A pesar de sus profundas diferencia, cada uno rechaza la visién mentalistay In subjetivacin de significado que la compat; cada uno intentaeludi a duplasolipsismotelepatia. Elser y el tiempo (1927) de Heidegger, tal ver la obra mis influyenteen la loso- fia del siglo xx, anuncia su dsgusto por cualquier idea de la comunica- i como un compartir mental: "La comunicacién (Miteilung) no es tinea nada eamarm transporte de vivencias, por ejemplo de opinionesy deseos, del interior den sujto al interior de oto" La transmision de mensajes ola afrmacin de hechos para Heldegger era un caso especial; de manera més fundamental, Mitilung es la articulaién inerpretati vade nuestro "ser arrojados” aun mundo junto con otras personas, Estar con los demas es esencial para nuestra existencia, Ser humano es ser lin- siistco y social. El habla puede hacer nuestra relaciones explicitas, pero no hay duda en Heldegge de la comunicacién fallida entre la gente, tanto come hay personas que dejan de vivir en sociedad y en el lengua. tamos unidos en lo existencialy en lo vivencial antes incluso de abrir Manin Heep, ser yelcenpo ad. deo Gar, Men, 1993,9 181.) 36 INTRODUCCION 1a boca para hablar. La comunicaci6n aquf no trata de transmit infor- ‘macién acerca de la propia intencionalidad; més bien, supone conducir- se a s{ mismo de tal manera que esté abierto a escuchar Ia alteridad del , otro. ALigual que en la Psicologia de las concepciones del mundo de Jas pers ( a dela constitucién de relaciones, la revelacién de la alteridad o el ro pitmiento de las conchas que encierran el ser, no acerca de compartir 1g + {bropedad prvada mecta.} Ciertamente, para Heldeguer la comunicacin tiene peligros. Mien- tras que para Ogden y Richards la principal preocupacin es la discre~ pancia o el significado nebuloso, para Heidegger es la falta de autenti- ‘ida. La charla de la multitud y la omnipresencia melancélica de “das Man” —una acufacién diversamente traducida como “impersonal” o “el Se'— amenaza con ahogar "Ia voz de la conciencia” y el cuidado (Sorge) del ser. La dictadura de “das Man" es apenas visible y dificil de detectar, pero puede devorar la auténtica individualidad Heidegger afirmaba estar describiendo una posibilidad existencial perenne en la vida humana, el descenso a la distraccién, pero en realidad tiene una clara dimensién historica y politica. Como Peter Sloterdijk dice: “Todo lo que nosotros hemos oido sobre el Se seria en tltimo término inima~ sinable sin el presupuesto real de la Reptiblica de Weimar, con su agi do sentimiento vital de posguerra, sus medios de masas, su americanis- ‘mo, st industria de la cultura y de la diversi6n y su préctica de la distraceién avanzada" Ladimensién politica también es evidente en el desdén de Heidegger Dor la esfera paiblica, Al igual que su colega nazi Carl Schmitt. Heideg- ger tomé la politica como un asunto de clasificar amigos y enemigos, no ecompromiso y discusién. El gobierno dela opiniém publica era obligado para el reinado dela charla. A diferencia de Ogden y Richards, Lippmann 1 Dewey, Heidegger piensa que el problema de cbmo proporcionarinfor- rmacién precisa a los ciudadanos es casi irelevante. No desperdici6 su amor en el pueblo democritico, Su concepto de la comunicacién no era ‘i semntico (significados intereambiados),ni pragmético (acciones coor- > Martin Heidegger, Sery impo, trad, pL y nots de Jorge Eduardo Rivers, Escuela \dePlosoa-Unlersidad axes, Boge dein electric, wr palorophi.t p 264 > Peer Sloteik Crea dea ran ne ad. de Rear Savater, esi caste= ana de Miguel Angel Ver, Taurus Humanidades, Mari, 1989, p. 265. INTRQDUCCION 37 Gon dinadas), sino revelado del mundo (alterdad abierta) La comunica- tle ie cia como revelacin dl sera si mismo a través del lenguaieresuena de ger diversas maneras en aquellos influidos por Heidegger: Sartre, Levinas, Arendt, Marcuse, Leo Strauss, Derrida, Foucault y muchos ms. Algunos ‘tomaron su visién como una agonistica del didlogo imposible, otros como. tun modo de auténtico encuentro, pero ninglin heredero de Heidegger le dedica tiempo a la comunicacién como intercambio de informacin {ohn Deweyse encontraba igualmentepreocupado con ladistraccién cuando eseribi, también en 1927:*Nadie sabe cunto dela vaca excita- in." «ion dela vida, dela mania por moverse, del descontentoylasqueas. deg. lanecesiad de un continuo estimulo artificial, es expresin de una fre- nética y desesperada bisqueda de algo que lien el vacio que se produce cuando se deblitan ios vinculos que mantienen unidas a las personas en ida rie 2” Blrelato histérico de Dewey de dicho vacio es mas preciso que el de Heidegger: la superacién de lo local através dela tecnologia y a industria y la posterior desaparicién de Incomunidad cara a cara. Al igual que Heidegger, Dewey evt6 una pei pectva semntica del lenguaje como tuber intermental, que leva “el pensamiento como un tubo leva el agua", La mediacién del pensamiento por el lenguaje no era peligrosa, sino fructifera y necesaria. El veia como una locura el intento de crear un consensus in idem entre individuos ais- lados, ya fuera bajo un dstrazespiritualistao cientific. Sin embargo, en suambicidn educativa, era mis como Ogden y Richards que como Heide- ager: apuntd hacia la revitaizactn dela comunicacién a gran escala para corregir la pérdida de “la comunidad inmediata de experiencia’ El concepto de Deviey acerca de la comunicacién como un hacer pregméti coen a vida comunitaria representa el dikimo ilo de su ands ‘Aligual quelos otros pragmatistas, yal gual que Hegel, Dewey consi- deraba el universo como algo més que la materia y la mente: también consistiaen Tos mundos que se abren entre las personas. Lo que Hegel llama Geist, Peirce lamaba terceridad” y Royce el mundo de a interpre ® Stephen K White, Policia! Theory and Pastmodernism, Cambridge Unversity Press Cambedge, 1992 2 john Dewey, a opinin pica y sus problemas trad. de Roc lela yestulo pel. de arg del Casio, Eailones Moat, Madi, 2004 Races del memoria) p17 2 idem; Dewey, Experienciay naturale, ply vers. espafoa de José Gans rox, ME co, 1948, dam _mit= con, tele 38 INTRODUCCION tacién’, Dewey lo llamé “experiencia”; en su muy avanzada edad, propu- so el término “cultura” en su lugar. Para Dewey, la comunicacién se dio enel mundo paiblico de la experiencia entrelazada con las pricticasy sig- ‘nos compattidos; no era posible reduciria a una referencia a objetos ex- ternos oestatos psiquicosinternos. Sin duda, pens6 quel descubrimien- to de la experiencia privada individual era “grande y liberador", pero ‘también engafioso si pintaba la comunicacién como la unién de dos egos soberanos. Con Heidegger, veia el lenguaje como la condicién previa del ensamiento: "El soliloquio es el producto y el reflejo dela conversacién con los demés, y no ta comunicacién socal un efecto del soliloquio" >? Asi, el solipsismo s fan oividedo sus historias ~~ Junto a su otrora colega, George Herbert Mead, Dewey es quizis el inejor ejemplo de un terico de la comunicacién como partcipacién. Al igual que Mead, Dewey pens que a posddad de stare “ee panto «evita de una situacion quedos partes comparten’ era el don ditintivo de la humanided, La comunicacién significa tomar parte en un mundo compartir os secretos de a conciencia, Se tataba de crear colectivo,1 un entorno en el cual “se regulara y modificara la actividad de cada uno Por la colaboracién”. El significado no era propiedad privada: mds bien, €l significado era una “comunidad de participacién", un “método de ac- cién’, una “forma de usar las cosas como un medio para la consumacién compartida” o una “posible interaccién” 2? El malentendido significaba interaccién trastocada, no mentes que no logran fundirse. Bl anlisis de Dewey da cuenta de la suavidad con Ia que se hacen las cosas en el len- _aiaie:asistimas a reuniones, participamos en juegos, pagamos facturas, organizamos paseos, hacemos promesas y nos casamos. La espléndida rareza del ser (Heidegger) 0 el peligro de poblar el universo con ficciones (Ogden y Richards) parecen remotos del ajetreado mundo del sefior Dewey. No obstante, Dewey esté muy cerca del término Mitteilung de Heidegger: compartir o divi La comunicacién, en el sentido de (Dewey, es participar en la creacién de un mundo colectivo, por lo que i \paraé siempre plantea el problema politico de la democracia."* Dewey, Eperiencia y naaraleza, op. cit, p. 142 tdem. » john Durham Peters, "Democracy ané American Mass Communication Theory De- ‘wey Llppmana, Lazasteld, Communication 11,3 (1989) pp. 199-220, InrmopuccioN 39 Dewey tomé la desaparicién o distorsién de la interaccién participati- sis eaan ca. El concepio dela caida delencuentro auténtico en Heidegger no era del todo diferente. La nocién ‘deque la gracia se encuentra en el didlogo fue ampliamente compartida por los pensadores sociales de la década de 1920: Buber queria rempla- ar las relaciones Yo-Eso con las relaciones Yo-Tii; Heidegger pedia con- frontaciones auténticas; Lukes llamaba a una reconciliacién gozosa de sujeto y objeto. Ese dogo cara a cara, o por lo menos confront ofteci6 una sada de las cortezas de la moderiad, es uno de los temas claves en el pensamiento acerca de la comunicacién desde la década de 1920, notablemente, en los pensadores antimodernos como Wittgens- tein, Arendt y Levinas, todos los cuales reconocen la imposibilidad dlti- ma del dislogo, yen una serie de figuras menores que no lo hacen. En rgoumen, cinco visiones entrelazadas son claras en la década de ' 1920: la comunicacién como administraciOn de la opinion de las masas; 1a eliminacién de la niebla semantic; slidas vanas de la ciudadela del ser; la divulgacion de la alteridad y la orquestaci6n dela acci6n, Cada una ‘captura una prctica en particular, En parte, a variedad de visiones pue- ws ba de deberse a la diversidad de précticas. Heidegger quiere poesia inespe- ¢ »,,, ada en los bosques; Ogden y Richards quieren claridad universal del sig- nificado; Dewey quiere participacién practica y iberacién estética; Katka narra pesadillas de asintotas interpersonales y Bernays quiere producir be- nevolencia como Hitler quiere fabricar mala voluntad. La celebracién de lo sorprendente del lenguaje en Heidegger sigue viva en la exposici6n re- Petitiva de la imposibilidad de la comunicacién en la deconstruccién; el proyecto de Ogden y Richards sobrevive en la semantica y, de manera mas general, en la cultura de la investigaci6n cientifica, y conforma lo {ue probablemente todavia sea la visién dominante de la comunicaci6n: la réplica exitosa de las intenciones; y la visién de Dewey anticipa la pragmatica del lenguaje y el interés de la teoria de los actos del habla en. Ja capacidad del lenguaje, aparentemente modesta, pero asombrosa, para tunirala gente en la accién, Para Heidegger la comunicacién revelé nues- tra simulténea unidad/alteridad como seres sociales; para Ogden y Ri chards permitié un encuentro limpio de las mentes; y para Dewey sus tent6 el edificio de la comunidad y la danza de la creacién. ‘Cada uno de estos cinco puntos de vista también se habia anticipada en doctrinas anteriores. La comunicacién como propaganda fue captura- 40 ITRODUCCION a en la famosa ocurrencia de Juvenal, el satirico romano, cuando dice ‘que no hace falta més que panem et circenses para satisfacer a las masas: pan y circo.* El suefio de la conjuncién mental, a través del acuerdo se- ‘méntico, fue delineado por John Locke y el suefio de la conciencia com- ppartida llega hasta la angelologia y el misticismo medievales. La ruptura de a comunicacién fue explorada por Kierkegaard y Emerson, y Hegel la comunicacién como la apesta de un reclamo exiscencial al reconoci- mento como ser humano entre ots sereshumanos Por timo, a comu- nicacién como coordinacién de la accién aparece en los empiristas brité- nicos y es un tema central en el pragmatismo anterior ala Experiencia y Naturaleza de Dewey. La década de 1920 sirve como una ventana, tanto paral que nos hallegado desde entonces como para lo que sucedié antes. En a actualdad, los pensadores mas intluyentes acerca de la comuni- caci6n son, que irgen Habermas y Eminanel Levinas. Ciertamente, cada uno tiene mucho de criginaldad, pero sus linajes son bastante cla- ros, Habermas, como Dewey (aunque se refiere a Mead con mas frecuen= cial, toma la comunicacién como un modo de accién que no sb implica un ser moralmente auténomo, sino también como un proceso que, si se generaliza,conlleva la ereacién de una comunidad democritia. Haber- ‘as insisteen que la comunicacién noes la puesta en comin de Ia con- ciencia, sino la coordinacién dela accién orientada hacia a deliberacién acerca de a justci; el trmino tiene para él un matiz normativo innega- bie Levinas, por su parte, se basa en la herencia fenomenolégica de Husserly Heidegger para entender la comunicacién no como usin, n- tercambio de informacién ni actividad conjunta, sino como una cariia La falta de comunicacién no es un fracaso moral, serata de un cere apropiado para un proyecto defeetuoso. Como escribi6 Levinas en 1947 sobre el asiamiento modernista:“El tema de i soledad ylarupturade a comunicacién humana es visto por la literatura el pensamiento moder- 2 Una genelogia ms abundante puede consultarse en Salvador Ger, Mas Socio, Academic Pres, eva York, 1976. * Para un precursor empirsa,véase Georgette. Tata sore los principe de ‘ynocimienzourmano (1710), Alianza, Madrid, 1992, Secon 20 on dea as design como sapone corinmente Ex ‘una acién odisnadiraos de "3° Vase en especial iegen us, Made irRoDUCCION 41 nos como el obstculo fundamental para la fraternidad humana. El fer~ ‘or del socialismo se quiebra ante la eterna Bastilaen Ia que cada quien sigue siendo su propio prsionero, encerrado consigo mismo cuando la fiesta se acaba, la multitud se vay las antorchas se extinguen. La deses- peracin que se siente ante la imposibiidad de la comunicacién {..] mar- calos limites de toda compasién, generosidad y amor|..] Pero sila comu- 1caci6n leva la marca del fracaso o Ia inautenticidad de esta manera, ¢3 Porque se pretende como una fusién’. Bl fracaso de la comunicacién, nos dice, permite, precisamente, la eclosion abierta de la compasin, la ‘generosidad y el amor. Dicho fracaso nos invita a encontrar maneras de descubrir alos otros, ademas de conocer. La ruptura en la comunicacién «por tanto, un contol saludable para a arrogancia del ego. La comni- cacin, si se toma como la reduplicacién del yo (o de sus pensamientos) enel otto, merece chocar, ya que tal entendimiento es, en esencia, un y pogrom contra la distincién de los seres humanos. "Voy a sugerir que la tarea presente es renunciar al suefio dela comu- nicacién, a la vez que se retienen los bienes que invoca. Decir que la co- rmunicacién, en el sentido de las mentes compartdas, es imposible no duiere decir que no podamos cooperar de manera espléndida. (Este era precisamente el punto de Dewey.) Por otra parte, sefialar la omnipresen- cia de la coordinacién pragmatica tampoco quiere decir que no haya abismos que asomen entre el yo el otro. (Este era precisamente el punto de Heidegger) Habermas, ami gusto, minimiza la extrafeza del lengusje; sus oponentes franceses, como Derrida (él mismo bastante influido por Levinas) minimizan su instrumentalidad. Cada uno de los linajes Dewey Habermas y Heidegger-Levinas-Dersidaeapea verdades importantes acct ca de ia comunicacién, las cuales son inaccesibles a los propagandistas, seminticos y solipsstas de nuestro medio, pero ninguno de ellos tiene toda la gama de colores La primera posicin tiene demasiada gravedad nientras que ia otra flots en una cmara de gravedad cero. La sobriedad de Habermas pierde lo que Charles Sanders Peirce llama el juego del muse- ‘ment; la juerga de Derrida pierde lo ordinario del habla Latarea es encontrar una explicacin de la comunicacién que no bo- sre el hecho curioso de la alteridad en su esencia ni la posibilidad de ha- ‘cer cosas con las palabras. El lenguaje se resiste a nuestro intentoy,ame~ * nmanuel Levinas, "The Other in Prout (1947), en Sean Hand ed), The Levinas eer Blackwell, Oxford, 1989, 9.1654, Fmagnece 42 INTRODUCCION nudo, en palabras de Heidegger, nos habla; pero también es el medio de persuasién mas confiable que conocemos. Aunque el lenguaje sea un re cipiente oscuro que no acaba de contener lo que yo, como un ser hablan- te, cteo que tiene, la mayorfa de las veces se las arregla para coordinar la accién, Esta posicion intermedia se ve representada en los recientes de bates entre Paul Ricoeur y Hans-Georg Gadamer, pero también quiero ‘dentficarla con un pragmatismo abierto tanto alo inesperado como alo prietico, El pragmatismo, en su linaje emersoniano, recuera el estado Made... salvaje de los signos y simbolos que nos rodean, asi como el hecho mas Jrrnc(é vamente prctico de que tenemos que encontrar ia manera de seguir jrade- dg d lante con suestros asuntos. Dewey y Habermas sabian esto iltimo, pero _generalmente olvidaban lo primero, un olvide que empafa su vision de lademocracia através del dslogo. DISCURSOS TECNICOS Y TERAPEUTICOS DESPUES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Croworogia, Fe Coe ee ee ia década de wale la fae ]e tae distincién entre comunicactén cara a cara y de mases. "Medios de Faenq, Comunicacion masiva’, un término recién acufiado en esos afios, consti- ELE toys orzo vag lasombre laa sib” (Ogden y Bi eles Seda la“dstacion” (Heidegger) los “instrumentos de comunia- AC soar (Dewey), 10s “medios de publicidad” (Bemays) o las “cadenas de plata (Laswell acechaba. Sn embargo Idea de"mmedios de omni Coan sav" como un eampo dint dei atid natulonl 9 \discursiva ain no habia aparecido, *Comunicacién” era un término sin eapeciGeaciones'deeocala; porta dene en ia cducacién mative oen:una adsl ka dada de 1620 omen ence Sse go Trad a comunieacldn dees comunicacin interperonalaco- _ jeuniwctiecrapens Sept Ae a smaieiion ACa ET 205, somelaupineno de watatn elves sol empicanege criemada-tonado eon elevanea comer. act del ontnid,pi- ae Gipr ae Uckarnenanets & onsodaditandhies pce treme la al con Paul Fazastld como figura principal un cuerpo Juceuy S0stenido de teoria y critica social, gran parte del eval se interesaba en la red comuni mn y su distorsién en la cultura de masas, elaborado por emi- hos INTRODUCCION 43 srantes judios alemanes de la Escuela de Frankfurt; y el breve auge del andlisis de la propaganda, cuyo objetivo era atraveser las cortinas de hu- mo cognitvas en tierras extranjeras.A pesar de as actitudes caracteristi- cas esarrlladas en esta década sobre el significado social de los medios de comunicacién masiva —como proveedores de entretenimiento reati- ‘Yamente inofensivo o como poderosas industria dela conciencia—y las ‘huchas obras de importancia escrtas, ademas de las mencionadas, como Jos Cuadernos de la crcl de Antonio Gramsci, Fiction and the Reading Public (1932) de Q. D. Leavis, ELarte como experiencia (1934) de Dewey, Radio de Rudolf Arnheim (1936), y obras de Kenneth Burke, la siguiente explosién de interés intelectual y piblico en el término “comunicacién" se produjo después de la guerra. El final de\la década de 1940\fue probablemente el momento mas grandioso de la confrontacion del siglo con la comunicacién. Una causa fue el entusiasmo en torno a la teoria de la informacion (de hecho, origi- nalmente conocida como teorfa de la comunicacin), La teoria de la in- formacion se desarollé a parti de lo que podria lamarse “préctica de informaci6n* en las telecomunieaciones; especialmente, a partir de in- \estigaciones sobre telefonia en los laboratorios Bell, iniciadas en la dé cada de 1920, y sobre criptografa durante la guerra, La Teoria matemdi- ade ia comunicacién (1948) de Claude Shannon signified muchas C0508 Save para muchas personas; proporcioné a los cientifcos una explicaciOn fascinante de la informacion en términos del viejo concepto favorito en termodindmica, la entropia; dio a AT&T una definicion técnica sobre la redundancia de la sefily, por tanto, una receta para *rasurat” frecuen= cing, afin de ineluir més llamadae en una linea, y nutri la vida intclee ‘a estadunidense con un voeabulario muy adecuado a la condicion de pais recién confirmado como lider militar y politico mundial. La “teoria dela comunicacién’ fue explcitamente una teorfa de las “sefiales” yno de la“ significacin’; pero a medida que los términos se difundieron de la vida intelectual —y To hicieron a una velocidad violenta— estas salvedades fueron poco atendidas2” “Informacién” se convirti enun * caaude Shannon, Teoria matemtica dela camunicaci, Fo, Madr, 1981. We ren Weaver parece cnocoauer, pera eos ea de Shannon, Ext socismente ms asco de ese mismo momento es el de Norbert Wienes,Cyhernetes or Communication @, ‘and Contr in the Animal and Machine Wil > Para i dseminacion de le tora de a informacion, véase Randall Louis Dahlin, IntRopuccion sustantivo y a teoria de la comunicacién se convirtié en una explicacién {el significado asi como de la capacidad del canal, De hecho, es posible gue la teoria haya parecido muy emocionante porque hizo de algo ya bas- ‘ante familiar en la guerra, la burocracia y la vida cotidiana un concepto de ciencia y tecnologia La informacién|tej6 ‘Una consecuencia de la contaminada difusién de la teorfa de la infor- ‘macién fue la reescritura de la gran cadena del ser. En el nivel ms pe~ quefio, donde se “codifican, almacenan y trasmiten” los secretos de Ia vida, encontramos a J. D. Watson y F. H. Crick, descubridores de la doble hélice, contemplando al aw como un e6digo de informacién genética. Las sinapsis neuronales se convirtieron en conmutadores y los nervios cn lineas telefénicas (invirtiendo la metafora del siglo xix, cuando los te- + légrafos y teléfonos eran “nervios”); a Ios ARN mensajeros se les apodé Coen rei Aw “informosomas”. Ascendiendo en la cadena, las hormonas y las enzimas ‘eran los correos y el cerebro un “procesador de informacién’. En el mun 4o social, aprendimos que los matrimonios funcionan mejor cuando los hombres y las mujeres “se comunican més" y “comparten informacién acerca de sus sentimientos"; que los buenos gerentes deben comunicarse de manera efectva (es decir, compartir informacion) con los empleados, ¢ internacionalmente, ue un mejor flujo de informacién entre las nacio- nes ayuda a la paz y la comprensién mundial. Desde el plano de la vida hasta el orden politico mundial, la comunicacién y la informactén reina- ban soberanas. Ta aendemia o otra claro ejemplo de a infltracién del discureo de la informacién. Varias especialidades se definen a si mismas en tésminos de la produccién, manipulacin e interpretacién de la informacién: in- formitica, ingenieria elécric, estadstca, escritura expositiva, bibliote- cologia, psicotinglistica, ciencia de la gestin y gran parte de la econo- na, el periodismo y la investigacion en comunicacién. (Las personas que estudian comunicacin a veces todavia tienen que explicar que no se en- ccuentran en ingenieria elécrica.) El reciente auge de la confluencia in- terdisciplinaria bajo el nombre de “clencia cognitiva” no seria posib the parece, sin Ia informacion como tejido conectivo intelectual. Algunos Shannon norma Stonfor 1987 ‘Theony‘Te Speed of an Kes, tess de macstra, Universidad de INTRODUCCION 45 han ido tan lejos como para sugerir que toda investigacién sobre los asuntos humanos debe redescribirse en términos de una nueva trinidad. “- de conceptos: informacién, comunicacién y control.** Estos esquemas son lo diltimo en el suefio de la ciencia unificada que va de René Descar- tes a Rudolf Carnap; la informacién era un estimulante para tales suefios, tal’como la geometria, la evolucién, la termodinamica, la estadistica y la {isica mavemitica, cada una, en su apogeo, prometié unificar todo el co- nocimiento humano. Za lluvia radioactiva de la teoria de la informacién, dela posguerra todavia esta con nosotros. Como resultado de esta mezcla embriagadora surgié el concepto de la comunicacién como intercambio de informacién, una nocién mas es- trechamente relacionada con el punto de vista semantico de Ogden y Ri- chards, y mas lejanamente relacionada con la larga tradicién angelol6gi- cadel contacto instanténeo entre las mentes a distancia, Mas importante atin, esta nueva perspectiva borré las viejas barreras entre los humanos, las maquinas y los animales. Cualquier cosa que procesara informacién. ¢ junicacién’. La forma silvestre de esta ca- tegoria es evidente en el primer parrafo de un texto que ayudé mucho para poner la teoria de la informacién al alcance del cocido interdiscipli- nario: el comentario de(Warren Weaver, fisico de la Fundacién Ford, so- Weave bre Shannon: | {apatabra comunicacién se userd aqui en un sentido muy ampli, con elfn. ‘4c incluit todos los procedimientos por medio de los cuales una mente puede afectar a otra. Esto, por Supt implica los discursos ora y escrito, ‘ino ramhién Ia misia, las artes pictbcicas, el teato, el ballet y, de hecho, {odo el comportamiento humano. Para algunas conexiones puede ser desea- ble utilizar una definicién atin mas amplia de la comunicacion, a saber, una que incluya los procedimientas a través de los cuales un mecanismo (por elemplo, equipo automatico para el seguimiento de un avién y el eéleulo de sus probables posicones futura) afecta a otro mecanismo (por ejemplo un nisl guiado persiguiendo a dicho avi6n).>° janes Benger, The Control Roolton, Pinson Unk Prnetn, 2986. john Da Tees, The Cnt of nomation’ ral evi ur relents and eas, 8(198, 528 “nen ees etn Conran the Mathematica Theory of Cami 46 InrRoDUCcION Extraorlinaria categorfa ésta que incluye a la misicay los misiles, al Aiscurso y os servomecanismos. Weaver nos lleva desde la situacién de ccomunicacién preferida por los seménticos (una mente afecta a ot través del lenguaje y de las bellas artes, hasta la condueta humana ( el camino se llena de baches). Luego “amplia” su definicién para incluir 1a tecnologia militar clsica de la Guerra de Corea. {Qué hizo que esta cadena de oraciones, este parche del discurso, era inteligible y emocio- nance para tantos pensadores en a déeada de 1950? Por un ldo, se ajus- taba a la época, Las dos grandes segunda Guerra Mun- dial, 1a computadora y la bomba, comparten més que un origen comin: comparten un espacio cultural y simbolismo comunes. A mentido se ha- bla de la informacién en términos nucleares: su vida media (como descompusiera cual materia radiativa), su fisién y su calidad molecular o granular; comparte espacio semiico con la fisica subatémica, déndo- se en bits, destellos, explosiones e impulsos y, con frecuencia, se tata como fotones mentale: los cuantos minimos de la materia cognitiva. ‘Tantola bomba como la informacién atienden aun secreto placer del po- sible apocalipsis, la euforia que los modernos, tan acostumbrados a la emocién de lo nuevo, sienten al contemplar la autodestruccién. La com- putadora se sittia en el ultimisimo momento de la historia y la bomba en elihimo, De manera menos especulativa, la comunicacin fue un concepto ¢a- paz de unificar las ciencias naturales (el abw como el gran cédigo), las ares liberles (el lenguaje como comunicacién)y las ciencias sociales (la comunicacién como el proceso social fundamental, segin sefala Wilbur Schramm). Al liberarfinalmente a la comunicacién, entendida cama wna actividad, de cualquier anclajeprivilegiado en el cuerpo o el alma del ser ‘humano, la comunicacién llega ser un sito para explorar acoplamien- tos poshumanos con extraterrestres, animales y méquinas (capitulo 6). 1a interaccién ordinavia parece un intento débil e inadecuado para al- canzarse através del vacio en comparacién con la velocidad y la prec- si6n de los servomecanismos. Pero la biisqueda de la auténtica conexién con otras personas, tal vez como compensacién, también tuvo su gran ‘momento cultural. La comunicacién como expresion terapéutica perso nal, un descendiente reciclado del llamado existencialista a la auténtica ‘on’ en Glade Shannon y Warcen Weaver, The Mathemadcl Theory of Commurzarion {0949}, Univers of nes ress, Urbana 1964, 9.1 ITRODUCCION 47 revelaci6n, también se extendid como pélvora a lo largo de la cultura después dela guerra El proyecto terapéutico constituye el segundo lugar en el entusiasmo por la comunicacién durante la posguerra. Al igual que en Ogden y Ri- chards, el concepto "comunicacién” era un suefio de un método ctarifi- ‘eador que funcionaria tanto en la esfera interpersonal como internacio- nal. Mas concretamente, la formacién de las Naciones Unidas, en especial la. Unesco, dio a algunos intelectuales enorme esperanza en la “communi cacién” como un agente de entendimiento global. 1 Sena comunicscGn entre dos varias personas también podan set tratados en una escala mayor.*\Julian Huxley} bidlogo y primer lider de In Uwisco, tuvo el suefto de usar alos medios de comunicaién masiva Yuen. ara difundir el humanismo cientilico secular (como sucesor de la reli- 4s.» gidn) a lo largo del planeta.""\Gregory Bateson,jquien tenia un pie en la *Ceux emoci6n eibernézica de la teoria de la informacién y el otro en lavisin psiquitrica de la comunicacién como terapia, es ora figura clave: Carl R, Rogersfel lider de la psicologia humanista,centrada en la per- sona, durante la época dela posguerra, es tal vezel mejor ejemplo de un tebrico de la comunicacién terapéutica. Como él mismo dijo en una con- ferencia pronunciada en 1951; “Toda la tarea de la psicoterapia consiste hacer rentals ena comuricactn, Par pL eon, ‘omunicacin era el destino del neurdtico,cuya comunicacion, tanto con mismo como-con fos demds, estaba de alguna manera daviada; por ejemplo, el bloquen de Ta romunicacién que se produce entre el lente y lego. “La tarea de a psicoterapia es ayudar ala persona alograr, a través de una relaci6n especial con el terapeuta, una buena comunica- cdg dentro de si misma"; la buena comunicacién con los dems se segul- via. Como resumé Rogers: "Entonces, podemos decir que la psicoterapia ¢suna buena comunicacién entre y dentro de los hombres, También po- © Harry tak Sullivan, La tora interpersonal dea psiquatiePsque, Buenos Aires, 74, "© julian S. Hey, cso: es Purpase and Philosophy, Public Aas Press, Washing ‘00.0.6, 1948, “Un tratamiento autrizao de a escena ptitca eineletual de scenes sociales los Estados Unidos durene la posgueta en particular, de los ais de ormacién de a themétca es Steve Joshua Heims, The Cybernetics Group ut Press, Csmbidge, 1991, 8 he tees NTRODUCCION demos invertr esta afirmaci6n y seguir siendo clerta, Una buena comu- nicacién, una comunicacién libre, dentro o entre los hombres, es siem- pre terapéutica”. Bl argumento de Rogers mezcla un reconocimlento riguroso dela di- ficultad real de tomar el lugar del otro, con la mas feliz charla terapéutica de la comprensin mutua que toda una industri de la cultura hard ms tarde, omnipresente. La vid principal y necesaria para una buena co- snunicacion, seg é, rae valor para salir de la perspectiva privada car gada de emociones y eplantear los puntos de vista del oponente; esto es exactamente la norma que John Stuart Mill establecia para la discusién ptiblica en su Ensayo sobre la libertad (1859), ademas de un consejo pricticoofrecido en seminarios sobre comunicaciin desde entonces. Ro- gers recomienda expandit el método del entendimiento en grupos pe uefios a foros mucho mis grandes, como las tensas relaciones entre 65° tadunidenses yrusos (por supuestoéstees un texto dela Guesra Fria) i ambas partes trataran de comprender mas que juzgar, podrian obtenerse importantes resultados politicos Una vision poco menos que mesinica de la comunicacién terapéutica como balsamo de las amas, parejas, gr es y naciones,impregna el texto: valia la pena el intento de ponerla en uso, sugitié Rogers, dados “ls fracasos de Ta comunicacién, trgicos y casi fatales, ue hoy amenazan la existencia misma de nuestro mundo moderno”.“? Al igual que con la teoria de la informacién, grandes esperanzas acer- cade a comunicacién como un agente de edtcacién yterapia mundial se vieron acompaiiadas por un presentimiento de peligro, como los fraca- 08 “trivicosycasifatales” que Rogers tenia en mente [a teria de a en- snunicacin de la posguerra se haba formado definitivamente, al menos su aspecto centfico-sock Enlla década de los spectros de eres solitarios y masas manipuladasreaparecieron en los textos que confrontaban la prosperidad de Ia posguerray su pieza cen- eral, a televisién, Al igual que en la écada de 1920, una parte del relato era el temor a que Ia comunicacién pudiera ir mal, que hipnotizara alas rmasas o aislara a los individuos. Las telepantallas y el Big Brother de Orwell en 1984 1948) se convrtcron en materia bésica de los comenta- ros sobre el significado de los medio de comunicacién masiva, aunque © carl R. Rogers, proceso de converte en persona. Mi enc terapéusicn, tad. de Liana. Wianberg, Padé, México, 1999, p. 293, INTRODUCCION preocupaciones similares pueden encontrarse en David Riesman, La mu) chedumbre solitaria (1950); C. Wright Mills, La elite del poder (1956); Glinther Anders, Die Antiquiertheit des Menschen (1956); Richard Hog- gar, The Uses of Literacy (1957); Hannah Arendt, La condicién humana (1958); Aldous Huxley, Nueva visita a un Mundo Feliz (1958); Raymond Williams, Cultura y Sociedad (1958), y Jurgen Habermas, Historia y criti- a de a opinién pablica, La transformacién estructural de la vida puibli- a (1962). La imagineria acerca de la sociedad de masas en la vida inte~ lectual estadunidense durante la década de 1950 fue, al menos en algin nivel, una versiOn codificada de la paranoia que efectivamente podria ccurri en os Estados Unidos: os telespectadores podirian legara ser los hermanos secretos de los zombis rojos en el otro lado de la Cortina de Hierro, cuya linea salvavidas hacia la libertad, en esta narrativa, era sig- nificativamente, una estacién de radio, la Voz de América (de nuevo, los gemelos buenos y malos de la comunicacién). Aunque no esta claro sila teoria de la sociedad de masas fue un programa articulado (en retros pectiva, lanoeién parece invencion de sus detractores tanto como de sus supuestos defensores), no és diffil identificar cierta sensibilidad en las imido mediatizado: el pablico democrtico como multitud os paceres del consumo atrofando la participacion piblica, y las cinco Ade la teo- sia sobre la sociedad de masas:alienaci6n, anomia, anonimato pati atomizacion, oi ~ Del mismo modo en que la bora dio forma ala imagineria del in- formacién dentro de la teoria de la comunicacién, asi también hizo palpa- bleel potencial dela comunicacén errines. Como el socilogo de Chica- go, Louis Wirth, arguments en su discuso presidencil de 1947 dirigido ala Asociaci6n Americana de Sociologia, el éxito del esfuerzo par util zat los medios de comunicacién masiva con el inde crear un consenso mundial no estaba gaantizado: "junto con la perfeccion de estos medios enbeneficio de las relaciones humanas, a clenca también ha perfecio- nado medios de destruccién masiva sin precedentes.Peo'ni en el caso de los instrumentos de comunicacién masiva ni el de la energia atémica, losinventores dictaron el uso al que deberian someterse”.“* Tanto para la teoria de la informacién como para el suefio de una terapia de la comuni- “+ Louis Win, “Consensus and Mas Communication", American Sociological Review lusdefebnera de 1948), 9p. 1-15 9 ka deliberaciones dea déead de 1950 sobre el estado de los muchosen un 4 be Ha 50 INTRODUCCION cacién mundial, la bomba fue un estimulo a la imaginacién que hacia surgir, por un lado, gran entusiasmo por el lanzamiento de nuevas ener- gias y, por el otro, ansiedad acerca de! exterminio de la especie. Sin embargo, no sélo la bomiba dio forma a la teorfa de Ia comunica- ciGn; como Kenneth Cmiel ha mostrado, el miedo a la desafeccién demo- critica y el enigma moral del Holocausto presidieron los esfuerzos para pensar en la comunicacién durante la década de 1940. El cinismo y el ‘mal fueron los problemas fundamentales que Robert Merton, Hannah ‘Arendt y Emmanuel Levinas entfrentaron por primera vez en esos afios, y cen cada caso el concepto resultante de la comunicacién constitufa una especie de respuesta a preguntas dificiles. Merton concebia la comunica- ‘in como una agencia para construir la comunidad nacional; Arendt, como un medio para descubrir la verdad y, mas tarde, para dar a luz a nuevos érdenes politicos, y Levinas, como una obligacién ética respecto de la alteridad de los otros, Este cruce triple de la modernizacién con los te6ricos antimodernos y posmodernos es fundamental en el resto del pensamiento social del siglo. Merton veia la comunicacién como una especie de aglutinante social durkheimniano; Arendt, como el anuncio de los potenciales politicos de la asociacién humana, y Levinas, como el respeto a [a autonomia de los demas, un respeto que hacia la comunica- cin, en un sentido instrumental, casi imposible. {Co” Tia eteescens el gale wo acne “oman pes quar cién”, aparecen dos discursos dominantes: uno técnico, sobre la teoria de la informacién, y otro terapéutico, acerca de la comunicacién como cura y enfermedad, Cada uno ene Tafes profundas en a historia cult tal de los Estados Unidos Los tecnicos dela comunicaciénforman una vertiente diversi, desde Samuel FB, Morse hasta Marshall MeLutan, de Charles Horton Cooley a Al Gore, de Buckminster Fuller a AWin Toffler, no obstante, todos piensan que es posible corepr las imperfecciones del Invercamblo humano median la mejoraen fa tecnologia o las ténicas: quieren imitar aos dngeles por medios mecénicos oelectrénicos. Guan- do ATE seactabaafios antes de que “telecomunidades nuestra met; las telecomuuniaciones son nuestro medio", estableca la vision técnica \de la comunicacién con notable economia. La visi6n terapéutica, por su “kenneth Cole, “On Cynelsm, fv, andthe Discovery of Communication in the 940s" Journal ef Communication 6, 31996), pp. 88-107, INTRODUCCION 51 parte, se desarroll6 dentro de la psicologia humanista y existencialista, ‘ero tanto sus raices como sus ramas se extendieron de manera mucho ‘nds amplia, abarcando desde el ataque del siglo x1x al calvinismo y su sustitucién por un ethos terapéutico de la autorrealizacién, hasta la cul- ‘ura del yo que permea la vida burguesa estadunidense.*® Tanto las visio nes téenicas como terapéuticas afirman que los obstaculos y problemas gias o mejores técnicas de relacién y, por lo tanto, son también herederos delosftimos dias del suefio angelolégico del alma mutua Elmensaje de este libro es un poco més severo: aueles problemas son Pees nana, En esto James tenéa razén; que nunca nos podamos comunicar ‘como los dngeles es un hecho trigico, pero también venturoso, Una vision ‘omunicacin, de nuevo, no quiere decir que seamos zombis solitarios ‘enbusca de almas gemelas: significa que tenemos nuevas formas de rla- cfonarnos y crear mundos con los demés. Mi énfasis en la deuda que el suelio de la comunicacin debe a los fantasmas y los eros ajenos tiene la intencién de ser un corrective a la perogrullada que todavia sigue muy iva: que a expansion de los medos conduce ala expansi6n delas mentes, Los erapeutas pasan por alto la excentricidad del yo consigo mismo y el carécter pliblico de los signos; imaginan al yo como titular de la pro- piedad privada experiencial y al lenguaje como portador de sus mensa- jes; su cura es a menudo tan mala como la enfermedad. Como escribié ‘Theodor W. Adorno, “no menos difusa y general que la alienacién entre “Vase Christopher Latch, Haven in Heartless Word: The Family Rested, Basle Books, Nusva York 1977; Lasch, La cultura del naressm, tea. de ime Colyer, Eatorial Andrés Bello Barcelona-México, 1999; Lasch, The Minimal Sel Norton, Nueva York, 1984; ‘Aun Douglas, Th Feminization of American Culture, Knopf, Nueva York, 1977; | eke ‘0 Leas io Place of Grace: Antimodernism and the Transformation of American Clee, Pantheon, Nueva York, 1981, y Lars, “From Sasation to Self Realization: Advertsing and ‘the Therepeutic Roots ofthe Consumer Culture, 1880-1930", en Richard Wightman Fox ‘T. Jakson Leas eds), The Culture of Consumpeion: Essays American Hisar, 1880- 1980, Pancheon, Nueva York, 1963. Una fina critica radical reciente del culkara trap ‘ieaenBstades Unidos ex Dana L Cloud, Contre and Consolation in American Culture and Polis: Rhetoric of Therapy, Sage, Thousand Osh, Ca, 1998, iatrunadeInpolda el conta Biase dela 52 nTRODUCCION Tos hombres es el ansia de romperl*” Ls fencos, a su ver, pasan por alt irc el hecho de que cualquier prétesishecha con la intencion de restaurar la comunicacién dafiada sera imperfecta e irritara el muiién. Como anota Kafka en un epigate de este Ubre: qulenes construyen ls Keg, nuevos medios de comunicacién para eliminar el elemento espectal en Inreopucci6n 53 fo de “comunicacién’, no estoy diciendo que el impulso de conectarse sea malo; més bien, quiero decir que el sueiio mismo inhibe el duro tra- bajo de la conexidn. Este libro busca una salida a la botella matamoscas de Wittgenstein. Demasiado a menudo, el concepto “comunicacién” nos ‘complica la tarea de construir mundos conjuntos; nos invita a un mundo 4 Loe te los hombres sélo crean campos de de comunidades sin politica, de entendimientos sin Lenguaje y de almas 4HE. asmas. Una jocosa percepcin de la extrafieza de todos 1 sin cuerpo, sélo para provocar que la politica, el lenguaje y Tos cuerpos comunicacién ofrece una manera mucho més sensata de pensaryy vivir, [| yueivan a aparecer como obstdculos en vez de bendiciones. los logros que las narrativas técnica y terapéutica normalmente atribu- Asi, lo mds maravilloso de nuestro contacto con los demés es st libre yen al concepto “comunicacién”’ —comprensién, cooperacién, comuni- | gigerninaci6n, no su comunién angustiosa. La futilidad de nuestros in- ¢ dad, amor— son auténticos bienes humanos. Inciuso, el intercambio de lear” no es lamentable, es una condicién generosa. El informacién es indispensable; sin embargo, la consecucin de bienes co- | _concepto de comunicactén merece ser liberad de su formalidad yespiri- ‘municativos nunca es facil ni se da mediante fOrmulas, pues mucho de- tualismo, su exigencia de precision y acuerdo, demandas cuya historia pende de la mera suerte, la personalidad, el lugar y el tempo. ‘rato de ilustrar en este libro. El requisito de la mimesis interpersonal La comunieacién, en el sentido mas profundo de establecer formas | puede ser despStico. Ralph Waldo Emerson y William james acecaron: @ para compartir el propio tiempo de manera significativa con los demas, reconocer la otredad espléndida de todas las criaturas que comparien\ Gan emis una cuestién de fey siesgo que de téenica y método.En elsentido | nyestro mundo sin lamentar nuestra impotencia para explotar su inte- mis laxo de sintonizar en la misma frecuencia, el conceptoes,en ikima J) riordad, La tarea es reconocer la alteidad de Ta criatura, no converirla instancia,indtil como soluicién a nuestros enigmas més desconcercantes; | en a propia imagen y setnejanca, El ideal de la comunicacién, como de-O¥ 2 convierte al saber en el gobernador de nuestro trato con los demés; pone | cia Adorno, seria una condicién en la cua lo tinico que sobrevive al he- la carga de marcar en 103 esp030s y las esposas, los diplomaticos y los co- ‘cho deplorable de nuestra diferencia mutua es el deleite que la diferencia, Jegas: pero, una vez que las partes se encaran en el mismo idioma, 12 | ace posible aventura no ha terminado, slo ha comenzado. El suefo de la comunica- cidn no Hlega a todas las cosas difciles. Enviar mensajes claros quizé no Imejore las relaciones; podriamos estimarnos menos los unos alos ottos cuanto mAs nos entendamos mutuamente. La transmisin de sefales es tuna metéforainadecuada para la interpretacién de lo signos, El concep to “comunicacién” se presenta como una solucién fécil a problemas hi Lg 3, manosinmanejales el lenguje, la fnitud, la puralidad. La razéin de Getz Awe otros no usen las palabras como yo o no sientan ni vean el mundo com yo lo hago es un problema no sélo ‘Cepcién de mensajes, sino tambien en k «en dar un espacio en el mundo para el oto. Sea cual sea el significado de _, "comiunicacin’,es mas un problema politico yético que de semana, como expongo rspecto a Hegely Mars capitulo 3). Al renunciaral sue. juste en la transmisiny re 4, "Theodor W. Adorno, Minima moral: reflexions dese la vida danada Cla con AL pleta 4, 9* ed, rad, corr. y aum. de Joaquin Chamorro Mielke, Akal, Madrid, 2008, p. 185. yrquestacién del ser colectivo,”

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