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Prevención; Compromiso de todos

En días pasados causaron revuelo las imágenes del Dalái Lama saludando a un niño de
manera inadecuada. Antes de entrar al tema en particular aclarar que “Dalai Lama” es un
modelo espiritual de la religión budista tibetana, y es conocido por su enfoque compasivo y
pacífico hacia la vida. Es decir, constituye una figura de primer orden para los practicantes
de esta doctrina y una figura significativa para el mundo del pensamiento y la cultura.
El video se hizo viral, se observa en el mismo al líder religioso oficiando una ceremonia
rodeado de otras personas sentadas junto a él que también interactúan. Después en la parte
de abajo de la tarima, aparece un niño, a quien una mujer invita para que se acerque.
El niño se acerca al Dalai, este le muestra su mejilla derecha para que el menor le dé un
beso. Después, se observa que el líder se voltea, quedando frente a frente con el niño y con
los dedos le muestra la boca, invitándolo a darle un beso. Aunque el niño se acerca, no hace
más, mientras los presentes solo aplauden y se ríen mientras el líder comete la falta.
Con sobrada razón ha despertado comentarios en contra, pues este acto constituye un
abuso. Analicemos qué es el abuso y cómo se puede prevenir.
¿Qué hace que sea un abuso sexual?
En primer lugar, el término abuso viene del latín y significa literalmente “transgredir el uso
habitual y socialmente aceptado de algo”. Particularmente el abuso sexual de menores se
refiere a “cualquier tipo de contacto o actividad sexual que ocurre entre una persona adulta
y una persona menor de edad o adulta en situación de vulnerabilidad”. Sin embargo, un
adolescente de 16 o 17 años también puede abusar sexualmente de un menor si es cinco
años mayor que la víctima. Puede presentarse con o sin contacto.
Con contacto: se refiere a cualquier forma de tocar de manera sexual algunas partes del
cuerpo por encima o debajo de la ropa estableciendo un toque directo con la víctima. Sin
contacto: hace referencia a un abuso sin el cuerpo de la víctima, forzar a un niño al
exhibicionismo, espiarlo, inducirle u obligarle a ver contenido audiovisual pornográfico etc.
Mostrar claramente la intención de abusar debe ser considerado un abuso a todos los
efectos, debido al miedo que esto provoca sobre la víctima.
El abuso sexual golpea a la persona muy íntimamente en su ser, perjudica los significados
positivos del cuerpo, hiere la identidad, la autoestima, el respeto y amor propio, es también
una violación de los límites físicos de una persona y es siempre un acto de violencia.
Lejos de lo que se piensa popularmente el abuso por lo general no es cometido por una
persona ajena al círculo de la víctima, en el caso del Dalai Lama pertenece a un círculo al
que el niño debe respeto y admiración, esta situación lo coloca en riesgo. En muchos casos
es producido por un familiar o persona de confianza del niño o niña.
Como factores que ponen en riesgo de abuso a nuestros menores podemos mencionar la
falta de cuidado y supervisión por parte de los familiares adultos, además el padecimiento
de alguna enfermedad o discapacidad cognitiva o motora. Si los menores son expuestos a
dependencias insanas como alcohol o cualquier otro tipo, también constituye un factor de
riesgo.
La tutela responsable es un factor importante de protección, así como la educación sobre el
conocimiento y cuidado del cuerpo, de igual manera reconocer los limites adecuados en
relaciones interpersonales.
Es importante señalar que solo el abusador o abusadora es culpable, él es quien pervierte y
utiliza la inocencia y el no saber de un niño o niña, es quien aprovecha y crea las
situaciones de oportunidad. Además, un menor nunca está en condiciones de consentir
acciones de este tipo.
Conocer esta realidad pone en alerta a padres, madres y tutores de menores o adultos
vulnerables, debe ser, además, compromiso de toda la sociedad. El tema mueve a pensar en
los menores de nuestros entornos. El Código Penal Dominicano define como abuso “todo
acto de naturaleza sexual realizado por un adulto mediante engaño, violencia, amenazas,
sorpresa, o constreñimiento en la persona de un niño, niña o adolescente con el cual
estuviere ligado por lazos de parentesco natural, legitimo o adoptivo hasta el cuarto grado o
por lazos de afinidad hasta el tercer grado”. Ley 24-97, sobre Violencia Intrafamiliar en
República Dominicana – sobre las agresiones sexuales.
La prevalencia del abuso sexual varía, en nuestro país, por ejemplo: Según datos de la
Oficina Nacional de Estadística y el Ministerio de la Mujer (2018), en República
Dominicana, se calcula que un 29% de las víctimas de delitos sexuales reportados son
menores de edad. Siendo claros no hay un control para llevar las cifras con más exactitud
de abuso y poder trabajar en prevención y atención oportuna a las víctimas.
Para evitar el abuso es indispensable que se elabore un plan especial de prevención y
tratamiento de los posibles casos que pudieran presentarse en diversos grupos sociales. La
iglesia es muestra de ello, cada vez es más común la educación en estos temas a sacerdotes,
religiosos, religiosas y laicos asunto que resulta de suma importancia. El cristianismo no
sólo reconoce la dignidad humana inherente a todas las personas, incluyendo a los menores,
sino que otorga un lugar especial a los niños. Jesús dijo: “Dejen que los niños vengan a mí,
y no se lo impidan, porque de los que son como ellos es el reino del cielo” (Mateo 19, 14).
Numerosas acciones muestran el interés de la prevención por parte de la iglesia, el Papa
Juan Pablo Ⅱ, en diferentes reuniones con conferencias episcopales exhortaba: “Es
doloroso el escándalo causado por los abusos sexuales en los últimos años, urge la
necesidad de reconstruir la confianza y promover el perdón y la reconciliación”. En el caso
de Papa Benedicto XVⅠ, decía: “Las heridas causadas por estos actos son profundas, y es
urgente reconstruir lo que ha sido dañado”. El Papa Francisco agregó al tema: “Los delitos
de abuso sexual ofenden a Nuestro Señor, causan daños físicos, psicológicos y espirituales
a las víctimas, y perjudican a la comunidad de los fieles”.
Además, se han agilizado los procesos de prevención e intervención, cada Conferencia
Episcopal en el mundo sigue unas “líneas guía” que hacen referencia al protocolo a seguir
en caso abuso sexual por parte del clero y de otros miembros del personal pastoral.
Particularmente en Santo Domingo El Centro de protección del menor de la Pontificia
Universidad Gregoriana de Roma y el Instituto Superior Bonó ofrecen un diplomado en
Prevención de Abuso Sexual a Menores. Curso este impartido en cómodas modalidades en
el recinto del centro Bonó, dirigido por la compañía de Jesús (Jesuitas).
La concientización sobre la triste realidad de los abusos de menores en nuestra sociedad
sigue siendo una tarea mayor que requiere de la atención de las autoridades y el apoyo de
todas las organizaciones e instituciones que colaboran para el establecimiento del bien
común y la justicia.
Vista la importancia y gravedad del tema es necesario mover a la acción que prevenga todo
tipo de abuso que afecte a cualquier ser humano, especialmente a los menores y adultos
vulnerables. Que no pasen desapercibidos, por eso, infórmate, edúcate y actúa al respecto
desde donde te encuentres.
Referencia
Almonte, C., Insunza, C. & Ruiz, C. (2002). Abuso sexual en niños y adolescentes de
ambos sexos. Revista Chilena de Neuro-psiquiatria, 40 (1), 22-30.

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