Está en la página 1de 57

Directrices para prevenir y tratar la deficiencia de

vitamina D: una actualización de 2023 en Polonia


Paweł Płudowski 1, *, Beata Kos-Kudła 2, Mieczysław Walczak 3, Andrzej
Fal 4, Dorota Zozulińska-Ziółkiewicz 5, Piotr Sieroszewski 6, Jarosław Peregud-
Pogorzelski 7, Ryszard Lauterbach 8, Tomasz Targowski 9, Andrzej
Lewiński 10, Robert Spaczyński 11, Mirosław Wielgoś 12, Jarosław Pinkas 13, Teresa
Jackowska 14, Ewa Helwich 15, Artur Mazur 16, Marek Ruchała 17, Arkadiusz
Zygmunt 10, Mieczysław Szalecki 18, Artur Bossowski 19, Justyna Czech-
Kowalska 20, Marek Wójcik 1, Beata Pyrżak 21, Michał A. Żmijewski 22, Paweł
Abramowicz 23, Jerzy Konstantynowicz 23, Ewa Marcinowska-
Suchowierska 24, Andrius Bleizgys 25, Spirydon N. Karras26, William B.
Grant 27, Carsten Carlberg 28, Stefan Pilz 29, Michael F. Holick 30, y Waldemar
Misiorowski 31.
Suzuki Atsushi, editor académico

Abstracto

Introducción: Todos los estudios epidemiológicos sugieren que la


deficiencia de vitamina D es frecuente entre la población general
polaca. Dado que se demostró que la deficiencia de vitamina D se
encuentra entre los factores de riesgo de muchas enfermedades y
de mortalidad por todas las causas, la preocupación por este
problema nos llevó a actualizar las recomendaciones polacas
anteriores.

Métodos: Después de revisar la evidencia epidemiológica, los


estudios de casos, los controles y los ensayos controlados
aleatorios (ECA), un grupo multidisciplinario polaco formuló
preguntas sobre las recomendaciones para la profilaxis y el
tratamiento de la deficiencia de vitamina D tanto para la población
general y grupos de pacientes de riesgo. Se revisó y discutió la
evidencia científica de los efectos pleiotrópicos de la vitamina D,
así como la votación de los panelistas.

Treinta y cuatro autores prepararon declaraciones de posición. El


grupo de consenso preparó las recomendaciones finales, que
representan a sociedades médicas polacas, internacionales y
consultores especializados nacionales.
Resultados: Según las discusiones, se establecieron los rangos de
concentración sérica total de 25-hidroxivitamina D que indican el
estado de deficiencia de vitamina D [<20 ng/mL; <50 nmol/L], el
estado subóptimo [20–30 ng/mL; 50–75 nmol/L] y el estado de
concentración óptima [30–50 ng/ml; 75–125 nmol/L].

Se elaboraron directrices prácticas para el colecalciferol (vitamina


D3) como primera opción para la profilaxis y el tratamiento
de la deficiencia de vitamina D. Se estableció que la dosificación
de calcifediol es la segunda opción para prevenir y tratar la
deficiencia de vitamina D para casos especiales.

Conclusiones: La mejora del nivel de vitamina D de la población


general y el tratamiento de los grupos de pacientes de riesgo
deben volver a anunciarse como política sanitaria para reducir el
riesgo de un espectro de enfermedades. Este artículo ofrece
declaraciones de consenso sobre estrategias de profilaxis y
tratamiento para la deficiencia de vitamina D en Polonia.

Palabras clave: deficiencia de vitamina D, 25-hidroxivitamina-D,


guías generales de población, grupos de riesgo, calcifediol,
colecalciferol.

1. Introducción

Se ha estudiado el metabolismo de la vitamina D y su papel en la


salud y las enfermedades humanas, mostrando un amplio
espectro de efectos pleiotrópicos.

La vitamina D de la dieta o a través de la síntesis cutánea, así


como de suplementos, medicamentos de venta libre (OTC) o
medicamentos recetados, se hidroxila posteriormente en el hígado
a 25-hidroxivitamina D, es decir, 25(OH)D, y luego en los riñones,
formando el metabolito biológicamente activo 1,25-
dihidroxivitamina D.

La vitamina D2 proviene de los hongos secados al sol y la levadura


irradiada con rayos UV, y la vitamina D3 proviene de la exposición
al sol y la ingesta dietética de pescado azul, aceite de hígado de
bacalao, y los alimentos suplementados se metabolizan en el
hígado a 25-hidroxivitamina D.

La 25(OH)D representa una o ambas 25-hidroxivitamina D2 y 25-


hidroxivitamina D 3 y debe tratarse como la principal forma de
metabolito circulante, con una vida media promedio más larga, de
aproximadamente 13 a 15 días, en comparación con otras formas
químicas. Las dos vías principales de degradación tanto de
25(OH)D como de 1,25(OH)2D son la vía de la lactona C23 y la vía
de oxidación C24. Los metabolitos de la vitamina D mencionados
anteriormente se degradan mediante la acción de CYP24A1 (24-
hidroxilasa). Después de varios pasos, el ácido calcitroico, uno de
los productos finales de la vía de oxidación del C24, se excreta
principalmente en la bilis y, por tanto, en las heces.

Los datos epidemiológicos actualmente disponibles respaldan la


opinión de que la deficiencia de vitamina D es común en todo el
mundo, incluida Polonia [1, 2, 3, 4, 5]. Sin embargo, aún no se han
explorado completamente las asociaciones entre el nivel de
vitamina D y la salud pública y global. Además, la mayoría de los
estudios publicados, aunque no todos, que informan sobre riesgos
para la salud y morbilidad debido a la deficiencia de vitamina D,
demuestran evidencia buena y bien equilibrada [6, 7, 8, 9, 10]. En
la literatura de la última década también se deben reconocer una
serie de estudios negativos sobre los efectos de la vitamina D [11,
12, 13, 14, 15]. Algunos datos recientes basados en ECA con
vitamina D han mostrado resultados contradictorios. Sin embargo,
las conclusiones de la mayoría de esos informes, particularmente
utilizando estudios de extensión, tiempo de observación
prolongado y criterios de valoración específicos, demuestran los
efectos beneficiosos de la vitamina D en la prevención del cáncer y
la tasa de mortalidad por todas las causas [6, 7].

En Polonia, la historia de la vitamina D comenzó en 1822 cuando


el Dr. Sniadecki encontró la relación entre el raquitismo
nutricional y la exposición al sol en los niños que vivían en las
grandes ciudades en comparación con las zonas rurales de
Polonia. Las primeras recomendaciones sobre vitamina D se
prepararon y publicaron en Polonia en 2009, seguidas de la
segunda y la tercera en 2013 y 2018 [16, 17, 18].

La Tabla 1 proporciona información sobre esas directrices. El


fundamento del presente documento de consenso y las
recomendaciones actualizadas se basó en la evidencia convincente
y la creciente cantidad de información sobre los efectos de la
vitamina D en la salud en todos los grupos de edad. El objetivo era
proporcionar una guía práctica concisa y organizada para la
suplementación preventiva y el manejo de la deficiencia.
Tabla 1

Resumen de pautas anteriores de suplementación con vitamina D para Polonia y


Europa Central.

Recomendaciones de
Recomendaciones Recomendaciones
Europa Central 2013
polacas 2009 [16] polacas 2018 [18]
[17]
Umbrales de diagnóstico que definen el estado de vitamina D en función de la
concentración sérica de 25(OH)D [ng/mL] †
Niños:20–60
Suficiencia 30–50 30–50
Adultos:30–80
Insuficiencia No definida 20–30 20–30
10-20 deficiencia
Deficiencia <10 <20
<10 deficiencia grave
Toxicidad No definida >100 >100
Dosis diarias recomendadas de vitamina D: suplementación (dosis diarias en UI ‡)
Edad
0–6 meses 400 400 400
6 a 12 meses 400 400–600 400–600
2 a 18 años 400 600–1000 -
2 a 10 años - - 600–1000
11 a 18 años - - 800-2000
>18 años 800-1000 800-2000 800-2000
>75 años - - 2000–4000
Embarazo y
800-1000 1500-2000 2000
lactancia
Dosis diarias recomendadas de vitamina D: dosis terapéuticas para la deficiencia
(dosis diarias en UI ‡)
Edad
0–1 mes 1000 1000
2 a 12 meses 1000-3000 1000-3000
0-12 meses 2000
2 a 18 años Hasta 5000 3000–5000
2 a 10 años 3000–6000
11 a 18 años 6000
7000–10 000
>18 años Hasta 7000 6000
o 50 000/semana
† 1 ng/ml = 2,5 nmol/l; ‡ 40 UI = 1 μg.
2. Métodos

Este documento proporciona el acuerdo de consenso de un panel


conjunto de expertos y un grupo de trabajo con contribuyentes,
médicos expertos que representan a sociedades médicas
nacionales y consultores nacionales involucrados debido a su
experiencia, así como investigadores reconocidos que tienen una
trayectoria en la investigación de la vitamina D, particularmente
en lo que respecta a las asociaciones con los principales
problemas de salud, la epidemiología de la deficiencia y las
relaciones con la morbilidad humana.

El acuerdo sobre las recomendaciones establecidas se alcanzó


después de discusiones y revisiones exhaustivas del
documento. Los miembros del panel decidieron abstenerse de
calificar la solidez de las recomendaciones debido a que no se
utilizó ninguna calificación cuantitativa de la evidencia analizada,
aunque existen observaciones positivas.

Se designó un grupo de redacción ejecutivo (PP; WBG; EM-S.; PA;


JK; MAŻ.; WM) para preparar el primer borrador del manuscrito, y
luego este borrador se envió a un grupo de expertos para su
revisión crítica. El grupo de redacción ejecutiva consideró e
incluyó en el borrador la evidencia más reciente publicada
después de las discusiones del grupo de expertos. El primer autor
fue responsable de la preparación de la versión final del
manuscrito y de enviarlo a todo el grupo de expertos para la
aprobación final del contenido y de las recomendaciones
finales. Tras el respaldo final unánime de las recomendaciones y el
contenido por parte de todos los miembros del grupo de expertos,
el documento se envió para su publicación.
3. Recomendaciones vitamina D: actualización 2023
Esquema de las recomendaciones generales

(1)

Los esquemas de prevención y tratamiento de la deficiencia de


vitamina D en Polonia se basan en el uso de colecalciferol o, en
condiciones médicas específicas, en el uso de calcifediol. El
colecalciferol debe considerarse como la primera opción tanto
para las opciones profilácticas como para el tratamiento. El
calcifediol debe usarse como segunda opción, cuando el uso de
colecalciferol no mejora la concentración sérica de 25(OH)D o se
requiere un aumento inmediato de la 25(OH)D sérica.

(2)

La prevención de la deficiencia de vitamina D en la población


general con el uso de colecalciferol debe individualizarse según la
edad, el peso corporal, la exposición al sol del individuo, los
hábitos alimentarios y el estilo de vida.

(3)

Si no se dispone de directrices prácticas específicas para cada


enfermedad, se debe implementar el tratamiento preventivo de la
deficiencia de vitamina D en los grupos de riesgo de acuerdo con
las disposiciones para la población general; las dosis diarias
máximas admisibles de colecalciferol (Tabla 2) para un grupo de
edad determinado en la población general se recomienda su uso
en los grupos de riesgo de deficiencia de vitamina D.

(4)

En la población general con deficiencia documentada de vitamina


D, la dosificación de colecalciferol (o calcifediol) debe basarse en
la concentración sérica de 25(OH)D y la edad cronológica
(calendario) y, en el caso de colecalciferol, además, en el peso
corporal.
(5)

En los grupos de riesgo, en caso de deficiencia de vitamina D


documentada mediante análisis de laboratorio, el tratamiento con
colecalciferol (o calcifediol) y el ajuste de la dosis deben basarse
en la concentración de 25(OH)D, así como en la edad, la naturaleza
de la enfermedad subyacente y el tratamiento médico. y en caso
de colecalciferol, además del peso corporal.

(6)

Ajustar el régimen de dosificación a las preferencias del paciente y


complementarlo semanal o mensualmente puede tener un
impacto positivo en el cumplimiento.

(7)

En la población general, no se han establecido indicaciones


específicas para la prueba de 25(OH)D y no se recomienda el
cribado de 25(OH)D sérica en toda la población.

(8)

En los grupos de riesgo, se recomienda encarecidamente la


evaluación del estado de la vitamina D, basada en el análisis de
25(OH)D sérica.

(9)

Si por razones médicas se requiere suplementación con calcifediol


en dosis diarias de 10 µg en solución oral, se recomienda el primer
control de la 25(OH)D sérica dentro de los 6 a 8 días.
Tabla 2
Límites superiores de ingesta diaria de colecalciferol para la profilaxis de la
deficiencia de vitamina D en la población general por edad.

Nivel máximo de ingesta tolerable,


Edad
UI/día (μg/día)
Recién nacidos y lactantes de 0 a 12 meses 1000 (25)
Niños de 1 a 10 años 2000 (50)
Adolescentes de 11 a 18 años 4000 (100)
Adultos de 19 años y mayores con peso
4000 (100)
corporal normal.
Mujeres embarazadas y en período de lactancia 4000 (100)
Adultos de 19 años y más con sobrepeso u
10.000 (250)
obesidad

4. Prevención de la deficiencia de vitamina D:


4.1. Recién nacidos a término y lactantes
(1)

Edad 0-6 meses: 400 UI/día (10 µg/día) de colecalciferol desde


los primeros días de vida, independientemente del método de
alimentación.

(2)

Edad de 6 a 12 meses: 400 a 600 UI/día (10 a 15 µg/día) de


colecalciferol, dependiendo de la cantidad diaria de vitamina D
consumida con las comidas.

(3)

No se recomienda calcifediol en recién nacidos nacidos a término


ni en lactantes sanos.

4.2. Niños (1 a 10 años)


(1)
En niños sanos de 1 a 3 años, la suplementación debe basarse en
la administración de colecalciferol en una dosis diaria de 600 UI
(15 µg/día) y, debido a las restricciones para tomar el sol
relacionadas con la edad, se recomienda durante todo el año.

(2)

En niños sanos de 4 a 10 años que toman el sol con los antebrazos


y las piernas descubiertos durante 15 a 30 minutos entre las 10
am y las 3 pm sin protector solar, desde mayo hasta finales de
septiembre, la suplementación con colecalciferol no es necesaria,
aunque sigue siendo recomendable y segura.

(3)

Si estas directrices no se cumplen en niños sanos de 4 a 10 años,


se recomienda la administración de suplementos de colecalciferol
en dosis de 600 a 1.000 UI/día (15 a 25 µg/día) durante todo el
año, en función del peso corporal y de la ingesta dietética de
vitamina D.

(4)

En niños sanos de 1 a 10 años, no se recomienda el calcifediol.

4.3. Adolescentes (11 a 18 años)


(1)

En adolescentes sanos, el colecalciferol como primera opción de


suplementación y el calcifediol como segunda opción deben
usarse para la prevención de la deficiencia de vitamina D.

(2)

En adolescentes sanos, tomar el sol con los antebrazos y las


piernas descubiertos durante 30 a 45 minutos entre las 10 am y
las 3 pm sin protector solar, desde mayo hasta finales de
septiembre, no es necesaria la suplementación con colecalciferol,
aunque sigue siendo recomendable y segura.
(3)

Si no se cumplen estas pautas, se recomienda una suplementación


a base de colecalciferol en dosis de 1000-2000 UI/día (25-50
µg/día) durante todo el año, en función del peso corporal y de la
ingesta dietética de vitamina D.

(4)

Si no se cumplen las pautas anteriores, se recomienda una


prevención alternativa basada en calcifediol en dosis diaria de 10
µg (solución oral) durante todo el año y se debe realizar el ensayo
de control de 25(OH)D sérica entre 6 y 8 días después de iniciar la
suplementación. .

4.4. Adultos (19 a 65 años)


(1)

En adultos sanos, el colecalciferol como primera opción de


suplementación y el calcifediol como segunda opción deben
usarse para la prevención de la deficiencia de vitamina D.

(2)

En adultos sanos que toman el sol con los antebrazos y las piernas
descubiertos durante 30 a 45 minutos entre las 10 a. m. y las 3 p.
m., sin protector solar desde mayo hasta finales de septiembre, la
suplementación con colecalciferol no es necesaria, aunque sigue
siendo recomendable y segura.

(3)

Si no se cumplen estas pautas, se recomienda una suplementación


a base de colecalciferol en dosis de 1.000-2.000 UI/día (25-50
µg/día) durante todo el año, en función del peso corporal y de la
ingesta dietética de vitamina D.

(4)
Si no se cumplen las pautas anteriores, se recomienda una
prevención alternativa basada en calcifediol en dosis diaria de 10
µg (solución oral) durante todo el año y se debe realizar el ensayo
de control de 25(OH)D sérica entre 6 y 8 días después de iniciar la
suplementación. .

4.5. Personas mayores jóvenes (>65 años), personas mayores


(>75 años), personas mayores de mayor edad (90 años y más)

4.5.1. Personas mayores más jóvenes (>65 a 75 años)

(1)

En las personas mayores más jóvenes, el colecalciferol como


primera opción de suplemento y el calcifediol como segunda
opción deben utilizarse para la prevención de la deficiencia de
vitamina D.

(2)

Debido a la disminución de la eficacia de la síntesis cutánea, se


recomienda durante todo el año una suplementación a base de
colecalciferol en dosis de 1.000 a 2.000 UI/día (25 a 50 µg/día), en
función del peso corporal y de la ingesta dietética de vitamina D.

(3)

Si no se cumplen las pautas anteriores, se recomienda calcifediol


en dosis diaria de 10 µg (solución oral) como alternativa de
prevención durante todo el año y se debe realizar el ensayo de
control de 25(OH)D sérica entre 6 y 8 días después de iniciar la
suplementación. .

4.5.2. Personas mayores (>75 a 89 años) y personas mayores de


mayor edad (90 años o más)

(1)

En las personas mayores y en las personas mayores, el


colecalciferol como primera opción de suplemento y el calcifediol
como segunda opción deben utilizarse para la prevención de la
deficiencia de vitamina D.

(2)

Debido a la disminución de la eficacia de la síntesis cutánea, la


posible malabsorción y la alteración del metabolismo de la
vitamina D, se recomienda durante todo el tratamiento un
suplemento de colecalciferol de 2.000 a 4.000 UI/día (50 a 100
µg/día), en función del peso corporal y de la ingesta dietética de
vitamina D. el año;

(3)

Se recomienda calcifediol en dosis diaria de 10 µg (solución oral)


como prevención alternativa durante todo el año si no se cumplen
las pautas anteriores y el ensayo de control de 25(OH)D sérica
debe realizarse entre 6 y 8 días después de iniciar la
suplementación.

4.6. Embarazo y lactancia


(1)

Las mujeres que planean un embarazo deben recibir suplementos


adecuados de colecalciferol (o, si es razonable, alternativamente,
calcifediol), los mismos que en la población adulta general, si es
posible, bajo el control de la concentración sérica de 25(OH)D.

(2)

Cuando se confirma el embarazo hasta el final de la lactancia, la


suplementación con colecalciferol debe realizarse bajo el control
de la concentración de 25(OH)D para alcanzar y mantener
concentraciones óptimas dentro de los rangos de >30 a 50 ng/ml.

(3)

Si no es posible evaluar la concentración sérica de 25(OH)D, se


recomienda utilizar colecalciferol a dosis de 2000 UI/día (50
µg/día), durante todo el embarazo y la lactancia.
(4)

En algunas condiciones médicas muy específicas, se podría


considerar el calcifediol en dosis diaria de 10 µg (solución oral)
como alternativa de prevención durante todo el embarazo y la
lactancia con especial supervisión médica. Advertencia: esta
recomendación está fuera de la etiqueta de las indicaciones de
registro del medicamento.

4.7. Recién nacidos prematuros

4.7.1. Recién nacidos con <32 semanas de gestación

(1)

Si es posible la nutrición enteral, se recomienda una dosis de 800


UI/día (20 µg/día) de colecalciferol desde los primeros días de
vida, independientemente del método de alimentación, durante el
primer mes de vida. La ingesta procedente de una dieta debe
calcularse a partir del segundo mes de vida. No se recomienda el
calcifediol.

(2)

La suplementación debe ser monitoreada mediante ensayos de


concentración sérica de 25(OH)D, tanto durante la hospitalización
(el primer control después de 4 semanas de suplementación)
como/o en el seguimiento en la atención ambulatoria.

(3)

Una dosis total diaria de colecalciferol de 1.000 UI (25 µg/día) y


superior puede conferir un riesgo de sobredosis de vitamina D,
especialmente en recién nacidos con un peso al nacer <1.000 g.

4.7.2. Recién nacidos nacidos entre las semanas 33 y 36 de


gestación

(1)
Se recomienda un total de 400 UI/día (10 µg/día) de colecalciferol
desde los primeros días de vida, independientemente del método
de alimentación; No se recomienda el calcifediol.

(2)

No es necesario controlar sistemáticamente las concentraciones


séricas de 25(OH)D.

(3)

Se debe considerar la administración de suplementos bajo el


control de la concentración sérica de 25(OH)D en recién nacidos
con mayor riesgo de deficiencia de vitamina D (nutrición
parenteral que dura >2 semanas, terapia con ketoconazol >2
semanas, tratamiento anticonvulsivo, colestasis, peso al nacer
<1500 g). .

5. Suplementación en grupos con riesgo de deficiencia de


vitamina D
(1)

En pacientes con riesgo de deficiencia de vitamina D(Tabla 3), se


debe implementar y seguir la suplementación con colecalciferol o
calcifediol bajo el control de las concentraciones séricas de
25(OH)D, para lograr y mantener la concentración óptima de >30
a 50 ng/ml.

(2)

Si no es posible evaluar la concentración sérica de 25(OH)D en los


grupos de riesgo, la dosificación de colecalciferol debe realizarse
según las directrices para la población general en las dosis
máximas para un grupo de edad determinado. Alternativamente,
se puede considerar el calcifediol en una dosis diaria de 10 µg
(solución oral) para el tratamiento preventivo.

(3)
El sobrepeso y la obesidad requieren una atención especial, ya que
esta condición generalmente requiere una dosis doble de
colecalciferol en relación con las dosis recomendadas para
personas de la misma edad con peso corporal normal. En
personas obesas, el calcifediol en una dosis diaria de 10 µg
(solución oral) puede considerarse como una segunda opción
alternativa de esquema de prevención. La obesidad en niños y
adolescentes se define como un IMC > percentil 90 para referencia
de edad y sexo; La obesidad en adultos y ancianos se define como
un IMC >30 kg/m2.

Tabla 3
Grupos de riesgo de deficiencia o insuficiencia de vitamina D según una gran
cantidad de evidencia publicada y según Bleizgys [19].

Ejemplos: enfermedades, afecciones,


Grupos de factores de riesgo
características del estilo de vida
Raquitismo, osteoporosis, osteopenia, “dolores de
huesos”, dolores musculares, miopatía, miodistrofia,
Trastornos musculoesqueléticos
fracturas óseas recurrentes (“de baja energía”), caídas
recurrentes, deformidades óseas
Diabetes mellitus (tipo 1 y II), síndrome metabólico,
Enfermedades/condiciones obesidad, sobrepeso, hipo e hiperparatiroidismo, hipo
endocrinas y metabólicas e hipertiroidismo, hipocalcemia, calciuria, fosfatemia,
hipo e hiperfosfatasia, fosfaturia, dislipidemias.
Mayor demanda por razones
Infancia, adolescencia, embarazo, lactancia
fisiológicas.
Insuficiencia pancreática exocrina (vejez, pancreatitis,
diabetes tipo II, etc.), enfermedad inflamatoria
Síndromes de malabsorción intestinal (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa),
fibrosis quística, enfermedad celíaca, cirugía
bariátrica.
Enfermedades del hígado y de las Insuficiencia hepática, enfermedad renal crónica
vías biliares. (especialmente en estadios III-V), síndrome nefrótico
Asma bronquiar, enfermedad pulmonar obstructiva
Enfermedades respiratorias
crónica.
Enfermedades infecciosas Tuberculosis, infecciones respiratorias recurrentes.
Enfermedades sistémicas del tejido Artritis reumatoide, lupus eritematoso sistemático,
conectivo. dermatomiositis, fribromialgia.
Enfermedades de la piel Dermatitis atópica, psoriasis.
Esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson,
Enfermedades del sistema nervioso
demencia, parálisis cerebral, autismo
Disminución de la producción de Older age (especially >70 years)
Ejemplos: enfermedades, afecciones,
Grupos de factores de riesgo
características del estilo de vida
vitamina D3 en la piel. Active protection against sun exposure (sunscreens,
etc.)
Cultural features (usual full-body clothing)
Rare outdoor activities (work and leisure
predominantly indoors; living in a care home)
Increased air pollution (living in a city)
Winter season (at medium latitudes)
Dark-skinned (especially Africans)
Veganism and other types of vegetarianism
Allergy to cow’s milk
Nutritional features Low-fat diet
Insufficient magnesium intake
Insufficient calcium intake
Antiepileptic drugs (e.g., valporate, phenytoin);
antiretroviral drugs; glucocorticoids; systemic
Long-term use of drugs
antifungal drugs; rifampin; bile acid sequestrants
(cholestyramine); lipase inhibitors (orlistat)
Cáncer de colon, cáncer del sistema linfático y de la
Malignant neoplasms sangre, cáncer de mama, cáncer de ovario, cáncer de
próstata
Enfermedades granulomatosas Sarcoides, histoplasmosis, coccidiomicosis, beriliosis.
Enfermedad mental Depresión, esquizofrenia, anorexia nerviosa
Hipertensión arterial, cardiopatía isquémica,
Enfermedades cardiovasculares
insuficiencia cardíaca.
Síndrome de fatiga crónica
Tratamiento hospitalario (especialmente en la unidad
Otros
de reanimación y cuidados intensivos).
En espera de trasplante de órganos y postrasplante

6. Suplementación en grupos específicos con riesgo de


hipersensibilidad a la vitamina D
(1)

Antes de comenzar la suplementación, se debe evaluar el riesgo de


hipersensibilidad a la vitamina D, si es posible (mutación del
gen SLC34A1, mutación del gen CYP24A1 , hipercalciuria,
hipercalcemia, nefrolitiasis, nefrocalcinosis o antecedentes de
otros tipos de hipersensibilidad a la vitamina D en un individuo o
miembros de la familia). Los pacientes con enfermedad renal
crónica, especialmente los pacientes en diálisis, receptores de
trasplante de riñón, corren el riesgo de una activación inadecuada
de la vitamina D por hidroxilación en la posición 1α por CYP27B1
y desactivación por CYP24A1, porque ambas enzimas son
principalmente activas en los túbulos proximales de los riñones.

(2)

En pacientes con riesgo de hipersensibilidad a la vitamina D, la


suplementación debe ser supervisada y realizada
cuidadosamente, de forma individual, siempre monitorizada con
Ca sérico, hormona paratiroidea (PTH) sérica, 25(OH)D sérica,
1,25(OH) sérica. Calciuria 2 D y 24 horas (preferible a la relación
Ca/creatinina urinaria).

(3)

Los pacientes que padecen trastornos crónicos formadores de


granulomas, como sarcoidosis, tuberculosis e infecciones fúngicas
crónicas, y algunos pacientes con linfoma, tienen macrófagos
activados que producen 1,25(OH) 2D de forma no regulada. Estos
pacientes pueden requerir tratamiento con vitamina D para elevar
su 25 (OH) D sérica a aproximadamente 25 ng/ ml [17 , 20]. Las
concentraciones de 25 (OH) D deben controlarse cuidadosamente,
porque generalmente se observan hipercalciuria e hipercalcemia
cuando la 25 (OH) D es superior a 30 ng/ml [17, 20].

(4)

Los pacientes con hiperparatiroidismo primario e hipercalcemia


suelen tener deficiencia de vitamina D. Es importante corregir su
deficiencia de vitamina D y mantener la suficiencia. La mayoría de
los pacientes no aumentarán su nivel de calcio sérico y la PTH
sérica puede incluso disminuir. En pacientes con
hiperparatiroidismo primario la 25(OH)D sérica debe mantenerse
>30 ng/ml. La suplementación con colecalciferol debe ser
cautelosa para evitar mayores aumentos en la concentración de
calcio sérico o urinario [21].
7. Recomendaciones profilácticas y de tratamiento basadas
en los valores de concentración de 25(OH)D
7.1. Evaluación del estado de la vitamina D y criterios de
diagnóstico.

Se recomienda medir tanto la concentración sérica de


25(OH)D2 como la 25(OH)D3, dando una concentración sérica total
de 25(OH)D como medida del estado de vitamina D. El 25(OH)D
TOTAL, con variación intraensayo <5% y variación interensayo
<10%, debe estar sujeto a aseguramiento de calidad por parte del
sistema certificador (DEQAS). Los mejores ensayos proporcionan
la concentración total de 25(OH)D, excluyendo la 3-epi-25(OH)D.

Los umbrales de diagnóstico que definen las concentraciones de


25(OH)D sérica en Polonia son los siguientes:

(1)

Las concentraciones ≤20 ng/ml (50 nmol/L) indican deficiencia


de vitamina D, un estado que debe tratarse médicamente de
inmediato con el uso de dosis terapéuticas.

(2)

Las concentraciones de >20 ng/ml (50 nmol/L) <30 ng/ml (75


nmol/L) reflejan un estado subóptimo de vitamina D que requiere
un aumento moderado de la dosis.

(3)

Las concentraciones de ≥30 ng/ml (75 nmol/L) hasta 50 ng/ml


(125 nmol/L) reflejan un estado adecuado a óptimo de vitamina
D.

(4)

Las concentraciones de >50 ng/ml (125 nmol/L) hasta 100 ng/ml


(250 nmol/L) indican un suministro elevado de vitamina D.
(5)

Las concentraciones superiores a 100 ng/ml (250 nmol/L)


reflejan un mayor riesgo de intoxicación y la necesidad de reducir
o suspender la suplementación o el tratamiento hasta alcanzar la
concentración objetivo de 25(OH)D.

7.2. Principios de suplementación y tratamiento con


colecalciferol y calcifediol basados en concentraciones séricas
de 25(OH)D ≤20 ng/mL
(1)

Un valor de 25(OH)D ≤20 ng/mL refleja una necesidad urgente de


iniciar el régimen de intervención médica.

(2)

En Polonia no se recomienda una terapia de carga única con el uso


de una dosis de colecalciferol de 100.000 UI o más.

(3)

La dosificación de colecalciferol y calcifediol para el tratamiento


de la deficiencia de vitamina D debe basarse en las
concentraciones séricas de 25(OH)D y en los esquemas
profilácticos previos.

(4)

Un régimen de dosificación diario y acumulativo (semanal,


quincenal, mensual) de tratamiento con colecalciferol para
obtener y mantener concentraciones óptimas de 25(OH)D son
complementarios (1000 UI/día equivalen a 7000 UI/semana y 30
000 UI/semana). UI/mes, respectivamente), efectivas y seguras. El
ajuste de la dosis del régimen de colecalciferol a las preferencias
del paciente y la terapia semanal o mensual puede influir
positivamente en la adherencia. Se recomienda precaución al
utilizar colecalciferol de forma inconsistente con el resumen de las
características del producto (RCP).
(5)

Los esquemas de dosificación diaria (solución oral), semanal


(cápsulas blandas), quincenal (cápsulas blandas) y mensual
(cápsulas blandas) con el uso de calcifediol son seguros pero no
iguales en lo que respecta a un aumento de las concentraciones de
25(OH)D. , por lo tanto, se recomienda precaución al usar
calcifediol de manera inconsistente con el resumen de las
características del producto (RCP).

7.3. La concentración sérica de 25(OH)D >100 ng/ml: mayor


riesgo de toxicidad
(1)

La intoxicación por vitamina D se define como la afección en la


que una concentración sérica de 25(OH)D >100 ng/ml se
acompaña de hipercalcemia, hiperfosfatemia, hipercalciuria y
supresión aparente de PTH.

(2)

El tratamiento de la deficiencia de vitamina D debe interrumpirse


inmediatamente; se deben evaluar la calcemia y la calciuria, y se
debe controlar la concentración sérica de 25(OH)D a intervalos de
1 mes hasta alcanzar una concentración de 25(OH)D ≤50 ng/ml.

(3)

En pacientes con signos clínicos de intoxicación por vitamina D, se


debe iniciar inmediatamente un tratamiento adecuado basado en
la evidencia.

(4)

Verificar si la pauta terapéutica anterior fue la adecuada y corregir


el manejo en consecuencia (ingesta, posología, cumplimiento, tipo
de preparación).

(5)
Después de alcanzar normocalcemia, normocalciuria y
concentraciones de 25(OH)D ≤50 ng/mL, se puede reanudar el
manejo profiláctico o la intervención terapéutica después de
excluir la hipersensibilidad a la vitamina D.

7.4. Concentraciones séricas de 25(OH)D >50 a 100 ng/ml:


valores altos

(1)

Verificar si la pauta terapéutica anterior fue la adecuada y corregir


el manejo en consecuencia (ingesta, posología, cumplimiento, tipo
de preparación).

7.5. Concentraciones séricas de 25(OH)D >75–100 ng/ml


(1)

El tratamiento con colecalciferol o calcifediol debe suspenderse


durante 1 a 2 meses.

(2)

En recién nacidos, lactantes y niños pequeños, se debe evaluar la


calcemia y la calciuria, se debe excluir la hipersensibilidad a la
vitamina D y se debe realizar una reevaluación de la
concentración sérica de 25(OH)D.

(3)

Después de 1 a 2 meses o, en el caso de recién nacidos, lactantes y


niños pequeños, después de alcanzar una concentración sérica de
25(OH)D ≤50 ng/ml, se puede restablecer un régimen de
dosificación preventivo.

7.6. Concentraciones séricas de 25(OH)D >50–75 ng/ml


(1)

Si los regímenes de ingesta de colecalciferol o calcifediol fueran


apropiados, se recomienda reducir la dosis actual o suspender la
dosis durante 1 mes, y considerar la evaluación de la
concentración de 25(OH)D dentro del período de 3 meses
consecutivos.

7.7. La concentración sérica de 25(OH)D ≥30 a 50 ng/ml:


valores óptimos

(1)

Continuar gestión anterior.

7.8. Concentración sérica subóptima de 25(OH)D >20–30


ng/ml
(1)

Verificar si la pauta terapéutica anterior fue la adecuada y corregir


el manejo en consecuencia (ingesta, posología, cumplimiento, tipo
de preparación).

(2)

Si el régimen de ingesta fue adecuado y el paciente cumplió


correctamente con el tratamiento, se recomienda aumentar la
dosis de colecalciferol y considerar una nueva evaluación de la
concentración sérica de 25 (OH) D en 6 meses.

(3)

En pacientes no tratados previamente, se recomienda iniciar la


suplementación con vitamina D utilizando colecalciferol en dosis
recomendadas para la población general.

(4)

En caso de respuesta inadecuada a la suplementación, cuando el


uso previo de colecalciferol fue ineficaz y no se logró el aumento
esperado en la 25(OH)D sérica, se administrará calcifediol en una
dosis diaria (solución oral), quincenal (cápsulas blandas) o
mensual (cápsulas blandas). ) es recomendado.
7.9. 25(OH)D sérica ≤20 ng/ml: deficiencia de vitamina D
(1)

Verificar si la pauta terapéutica anterior fue la adecuada y corregir


el manejo en consecuencia (ingesta, posología, cumplimiento, tipo
de preparación).

(2)

La dosis terapéutica de colecalciferol debe administrarse


inmediatamente, en función de la edad y el peso corporal.

(3)

El tratamiento de la deficiencia de vitamina D debe continuar


durante 1 a 3 meses o hasta que se alcance una concentración
sérica de 25(OH)D ≥ 30 a 50 ng/ml. Luego se recomienda utilizar
una dosis de mantenimiento consecutiva, es decir, una dosis
preventiva recomendada para la población general, en relación
con la edad y el peso corporal.

(4)

En pacientes con síntomas esqueléticos, enfermedad metabólica


ósea y trastornos minerales óseos (deformaciones óseas, dolor
óseo, síntomas musculoesqueléticos inespecíficos, síndrome de
fatiga y antecedentes de fracturas por fragilidad), es necesario
evaluar y monitorear los parámetros del metabolismo del calcio-
fosfato (Ca, PO4 , ALP, PTH, relación Ca/creatinina en orina) y, si
está disponible, densidad mineral ósea con el uso de DXA.

(5)

Para algunos pacientes con enfermedades crónicas (obesidad,


síndromes de malabsorción, enfermedades hepáticas,
enfermedades inflamatorias crónicas) o que están tomando
medicamentos que interfieren con el citocromo P450 hepático (es
decir, glucocorticoides, anticonvulsivos, fármacos
anticancerígenos o antirretrovirales), es necesario restaurar
rápidamente la deficiencia de vitamina D. Para esos pacientes, el
uso opcional de calcifediol en dosis terapéuticas quincenales o
mensuales de 266 μg (cápsulas blandas) es razonable, seguro y
justificado.

(6)

Después de 1 a 3 meses de tratamiento con colecalciferol, se debe


realizar una reevaluación de la concentración sérica de 25(OH)D.

(7)

En pacientes que reciben calcifediol en una dosis diaria de 10 μg


(solución oral), o cada dos semanas o una dosis mensual de 266
μg (cápsulas blandas), la reevaluación de la concentración de
25(OH)D debe realizarse dentro de 6 a 8 días, 2 semanas o un
mes, respectivamente.

7.10. Terapia con colecalciferol

(1)

Desde el nacimiento hasta los 12 meses de edad: 2000 UI/día (50


µg/día); ensayo de control de la concentración sérica de 25 (OH)
D a más tardar 4 a 6 semanas después.

(2)

Edad de 1 a 10 años: 4000 UI/día (100 µg/día); ensayo de control


de la concentración sérica de 25 (OH) D a más tardar 6 a 8
semanas después.

(3)

Edad de 11 a 18 años: 4000 UI/día (100 µg/día) o 7000


UI/semana (175 µg/semana) o 10 000 UI/semana (250
µg/semana) o 20 000 UI cada dos semanas (500 µg/quincenal) o
30.000 UI cada dos semanas (750 µg/quincenal) o 30.000 UI/mes
(750 µg/mes). El ensayo de control de la concentración sérica de
25(OH)D se considera entre 8 y 12 semanas después, pero no más
tarde, hasta 3 meses después, dependiendo de la dosis del
tratamiento.
(4)

Edad de 19 a 64 años: 4000 UI/día (100 µg/día) o 7000


UI/semana (175 µg/semana) o 10000 UI/semana (250
µg/semana) o 20000 UI cada dos semanas (500 µg/quincenal) o
30000 UI cada dos semanas (750 µg/quincenal) o 30000 UI/mes
(750 µg/mes). El ensayo de control de la concentración sérica de
25(OH)D se considera entre 8 y 12 semanas después (no más
tarde) hasta 3 meses después, dependiendo de la dosis del
tratamiento.

(5)

Edad de 65 a 74 años: 4000 UI/día (100 µg/día) o 7000


UI/semana (175 µg/semana) o 10000 UI/semana (250
µg/semana) o 20000 UI cada dos semanas (500 µg/quincenal) o
30000 UI cada dos semanas (750 µg/quincenal) o 30000 UI/mes
(750 µg/mes). El ensayo de control de la concentración sérica de
25(OH)D se considera entre 8 y 12 semanas después, pero no más
tarde, hasta 3 meses después, dependiendo de la dosis del
tratamiento.

(6)

Edad de 75 a 89 años: 4000 UI/día (100 µg/día) o 7000


UI/semana (175 µg/semana) o 10000 UI/semana (250
µg/semana) o 20000 UI cada dos semanas (500 µg/quincenal) o
30000 UI cada dos semanas (750 µg/quincenal) o 30000 UI/mes
(750 µg/mes). El ensayo de control de la concentración sérica de
25(OH)D se considera entre 8 y 12 semanas después (no más
tarde) hasta 3 meses después, dependiendo de la dosis del
tratamiento.

(7)

Edad de 90 años y mayores: 4000 UI/día (100 µg/día) o 7000


UI/semana (175 µg/semana) o 10000 UI/semana (250
µg/semana) o 20000 UI cada dos semanas (500 µg/quincenal) o
30000 UI cada dos semanas (750 µg/quincenal) o 30000 UI/mes
(750 µg/mes). El ensayo de control de la concentración sérica de
25(OH)D se considera entre 8 y 12 semanas después, pero no más
tarde, hasta 3 meses después, dependiendo de la dosis del
tratamiento.

7.11. Terapia con calcifediol

(1)

Desde el nacimiento hasta los 12 meses de edad: no se


recomienda el calcifediol para este grupo de edad, a menos que
ocurran otras consideraciones especiales;

(2)

1 a 10 años: no se recomienda el calcifediol para este grupo de


edad, a menos que se den otras consideraciones especiales;

(3)

11 a 18 años: calcifediol en una dosis de 10 µg al día (solución


oral; para prevención) o 266 µg (cápsulas blandas; para
tratamiento) cada dos semanas o mensualmente; la primera
prueba de control de la concentración sérica de 25(OH)D no más
tarde de 6 a 8 días después de la prevención con el uso de 10 µg y
de 4 a 6 semanas después del tratamiento con el uso de 266 µg;

(4)

19 a 64 años: calcifediol en una dosis de 10 µg al día (solución


oral; para prevención) o 266 µg (cápsulas blandas; para terapia)
tomados quincenalmente o mensualmente; la primera prueba de
control de la concentración sérica de 25(OH)D no más tarde de 6 a
8 días después de la prevención con el uso de 10 µg y de 4 a 6
semanas después del tratamiento con el uso de 266 µg;

(5)

65 a 74 años: calcifediol en una dosis de 10 µg al día (solución


oral; para prevención) o 266 µg (cápsulas blandas; para terapia)
tomados quincenalmente o mensualmente; la primera prueba de
control de la concentración sérica de 25(OH)D no más tarde de 6 a
8 días después de la prevención con el uso de 10 µg y de 4 a 6
semanas después del tratamiento con el uso de 266 µg;

(6)

75 a 89 años: calcifediol en una dosis de 10 µg al día (solución


oral; para prevención) o 266 µg (cápsulas blandas; para terapia)
tomados quincenalmente o mensualmente; la primera prueba de
control de la concentración sérica de 25(OH)D no más tarde de 6 a
8 días después de la prevención con el uso de 10 µg y de 6 a 8
semanas después del tratamiento con el uso de 266 µg;

(7)

90 años y mayores: calcifediol en una dosis de 10 µg al día


(solución oral; para prevención) o 266 µg (cápsulas blandas; para
terapia) tomados quincenalmente o mensualmente; la primera
prueba de control de la concentración sérica de 25(OH)D no más
tarde de 6 a 8 días después de la prevención con el uso de 10 µg y
de 6 a 8 semanas después del tratamiento con el uso de 266 µg.

8. Principios básicos de la ingesta de calcio durante la


suplementación y el tratamiento con vitamina D
(1)

Durante la prevención y el tratamiento de la deficiencia de


vitamina D, se debe asegurar una ingesta dietética adecuada de
calcio, teniendo en cuenta una hidratación/rehidratación
adecuada.

(2)

Si no es posible una ingesta adecuada de calcio en la dieta, se


recomiendan suplementos de sales de calcio, preferiblemente en
dosis divididas, que deben tomarse con las comidas, teniendo en
cuenta una adecuada hidratación.
9. Calcitriol y análogos activos de la vitamina D
(1)

No se deben utilizar calcitriol ni análogos activos de la vitamina D


(p. ej., alfacalcidol) para prevenir la deficiencia de vitamina D.

(2)

Las indicaciones para el tratamiento con estas sustancias incluyen


condiciones de alteración del metabolismo intrínseco de la
vitamina D, como insuficiencia renal o hipoparatiroidismo.

(3)

Riesgos significativamente mayores de sobredosis e intoxicación


requieren vigilancia del calcio sérico, fosfato y fosfatasa alcalina, y
excreción urinaria diaria de calcio.

(4)

Los intentos de evaluar la 25(OH)D para controlar la terapia con


análogos son completamente inútiles.

10. Discusión
10.1. Fuentes naturales de vitamina D en resumen

Las tasas de incidencia y mortalidad por enfermedades


cardiovasculares y respiratorias son mucho más altas en invierno
que en verano. Como resultado, las tasas de mortalidad por todas
las causas en invierno son un 25% más altas que en verano en los
Estados Unidos [22, 23].

Dado que el riesgo de enfermedades cardiovasculares y


enfermedades infecciosas está inversamente correlacionado con
las concentraciones séricas de 25(OH)D, sería muy útil
comprender por qué las concentraciones cambian con la estación
y cómo mantener las concentraciones durante el invierno.
El principal impulsor de los cambios estacionales es la exposición
a los rayos solares cuyos rayos ultravioleta B (UVB) permiten
generar vitamina D en la piel.

La radiación UVB solar comprende del 3 al 5% de la radiación


ultravioleta solar del mediodía en latitudes medias en zonas
cercanas al mediodía solar en verano.

En Polonia, la radiación UVB solar cae casi a cero en invierno y


durante unos seis meses al año [24].

Uno puede producir vitamina D a partir de la exposición solar


a los rayos UVB sólo cuando la sombra es más corta que la
altura, ya sea por la estación o por la hora del día.

Las concentraciones séricas de 25 (OH) D en invierno en ausencia


de radiación solar UVB son aproximadamente del 50 al 70% de los
valores máximos del verano [25, 26 ,27].

La razón principal es que la 25(OH)D se almacena en los músculos


en relación con las concentraciones séricas de 25(OH)D, así como
con la cantidad de ejercicio, y recircula en el suero a través de la
influencia de la PTH según sea necesario, como en invierno
cuando las concentraciones séricas de 25 (OH) D caen [ 28, 29,
30].

Fuentes dietéticas de vitamina D, como carne y pescado [26],


ayudan a mantener las concentraciones séricas de 25(OH)D en
invierno, pero no suministran suficiente vitamina D para
mantener los valores que se alcanzan en verano.

Por lo expuesto, se recomienda el aumento de las dosis de


suplementos de vitamina D en invierno en Polonia.

En términos prácticos, se recomienda exponer el 18% del cuerpo


al sol sin protector solar en Polonia durante 15 a 30 minutos entre
las 10 a. m. y las 3 p. m. para niños de piel clara de 4 años,
mientras que debe ser durante 30 a 45 minutos al día para
personas mayores de 10 años, adolescentes, adultos y adultos
mayores.

En verano no se debe exponer la piel hasta el punto de eritema


(enrojecimiento) ni exponer al sol a niños menores de 4 años.

10.2. Papel de la vitamina D en la salud humana

La vitamina D regula la absorción y el metabolismo del calcio y el


fósforo.

La mayoría de estos efectos varían con la genética. Algunas


respuestas rápidas a la vitamina D no son genéticas [31].

Casi todas las células del cuerpo contienen receptores de vitamina


D (VDR), que pertenecen a la familia de los receptores nucleares
que actúan como factor de transcripción.

Cuando el metabolito hormonal de la vitamina D, el calcitriol, se


une al VDR, puede afectar la expresión genética, ya sea
regulándolos hacia arriba o hacia abajo.

Un estudio de suplementación con vitamina D informó que para


400 UI/día de vitamina D3 durante 6 meses, alrededor de 162
genes se regulaban hacia arriba o hacia abajo en los glóbulos
blancos. Con 4000 ó 10000 UI/día de vitamina D3 durante 6 meses
se regulan de 320 y 1289 genes, respectivamente [32].

El mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y tasas de


mortalidad en invierno se debe en gran medida a
concentraciones séricas bajas de 25(OH)D [23].

Las concentraciones séricas de 25(OH)D están inversamente


correlacionadas con el riesgo de incidencia y las tasas de
mortalidad de la mayoría de las enfermedades, con evidencia
analizada en varios tipos de estudios.
El sistema médico considera que los ECA proporcionan la
evidencia más sólida sobre la eficacia y los efectos adversos de los
fármacos.

Los ECA con suplementos de vitamina D diseñados y realizados


durante la mayor parte del siglo XXI se han basado en el modelo
de fármaco, que relaciona la dosis suministrada.

Dos supuestos de este modelo son que el ensayo es la única fuente


del agente estudiado y que existe una relación dosis-respuesta
lineal para los resultados.

Es más conveniente analizar la concentración sérica inicial y final


de 25(OH)D durante el estudio.

El creciente conocimiento sobre las propiedades de la vitamina D


promovió la suplementación y aumentó la concentración de
25(OH)D.

Es más difícil encontrar grupos de control que tengan una baja


concentración de 25(OH)D para realizar estudios.

Ejemplos de ECA de vitamina D que no encontraron efectos


beneficiosos de los suplementos de vitamina D incluyen el ensayo
de vitamina D y omega-3 (VITAL) sobre el riesgo de cáncer y
enfermedades cardiovasculares [14] o las revisiones anteriores
de ECA [33] y un estudio reciente en pacientes adultos con
trastornos de la tiroides [34].

En el estudio VITAL, la concentración media de 25(OH)D para


aquellos en el grupo de tratamiento fue cercana a 30 ng/ml,
mientras que en el estudio de tiroides, el grupo que no recibió
suplementos tuvo una concentración media de 25(OH)D de 26
ng/ml. [14].

Algunos estudios realizados en países con deficiencia de vitamina


D son más convincentes, como estudiar mujeres embarazadas en
Irán [35]. La concentración media de 25(OH)D al inicio del estudio
fue de 11 ng/ml y luego de los suplementos de vitamina D se
aumentó la concentración por encima de 20 ng/ml y tuvieron un
menor riesgo de diabetes gestacional, preeclampsia y parto
prematuro.

Robert Heaney describió las pautas para los ensayos de nutrientes


más apropiadas para la vitamina D [36]. Las directrices sugieren
que se midan las concentraciones séricas de 25(OH)D para todos
los posibles participantes, que se incluyan pacientes con
concentraciones bajas, que las dosis de vitamina D sean lo
suficientemente grandes como para elevar las concentraciones de
25(OH)D y observar resultados de interés, que se midan las
concentraciones alcanzadas de 25(OH)D y que los resultados se
expresen en función de las concentraciones séricas de 25(OH)D
(no en presencia o ausencia de una dosificación con vitamina D).

La mayoría de los ECA sobre vitamina D se encuentra en varios


estudios [7].

10.3. Papel de la vitamina D para la salud humana según


estudios observacionales y de aleatorización mendeliana

El estudio más común es el estudio observacional basado en las


concentraciones séricas de 25(OH)D [7], que son de 3 tipos:

a) Estudios de cohortes prospectivos,

b) Estudios de casos y controles

c) Estudios transversales.

En los estudios de cohorte prospectivos, se inscribe a los


participantes, se toman muestras de sangre y se realiza un
seguimiento durante de 10 a 20 años. Aquellos que desarrollan un
resultado de salud de interés se emparejan con controles
cuidadosamente seleccionados que no lo hicieron, y los índices de
riesgo se calculan y ajustan en función de factores de confusión.
Los estudios de aleatorización mendeliana examinan la relación
entre concentración sérica 25(OH)D determinada genéticamente y
los resultados de salud en grandes bases de datos.

Hay varios pasos involucrados en la producción de vitamina D en


la piel y la conversión de vitamina D a una concentración de
25(OH)D. Cada paso involucra genes que pueden tener formas
ligeramente diferentes (alelos). Los individuos deben ser
asignados aleatoriamente a grupos según sus variaciones
genéticas, evitando el sesgo debido a confusión y causalidad
inversa.

El análisis de un gran número de concentraciones de 25(OH)D


permite aumentar la fiabilidad de los resultados, cuando se
incluyen datos de 300,000 participantes , como el de Biobank del
Reino Unido [6].

Esta metodología ha demostrado causalidad para enfermedades


cardiovasculares, la demencia y las tasas de mortalidad por todas
las causas, utilizando datos de Biobank, así como para la
hipertensión, la esclerosis múltiple y la diabetes mellitus tipo 2.

Se han utilizado estudios ecológicos para encontrar el efecto de


las dosis solares de UVB que se relaciona con la producción de
vitamina D en la piel, como se hace con el cáncer [37, 38].

Los estudios observacionales basados en concentraciones


séricas de 25(OH)D han proporcionado pruebas sólidas de
que las concentraciones séricas más altas de 25(OH)D se
asocian con un riesgo reducido de muchos tipos de
enfermedades.

Los estudios de aleatorización mendeliana pueden demostrar la


causalidad de la vitamina D para muchas enfermedades [39],
reemplazando así ese papel de los ECA que no lo han logrado [37].

Los estudios de los mecanismos por los cuales la vitamina D


modifica el riesgo de enfermedad también ayudan a
confirmar la causalidad. Los criterios de causalidad de Hill se
pueden utilizar con estudios observacionales y mecanismos
para evaluar la evidencia [40].

Los criterios de Hill se han utilizado en apoyo de la vitamina D


para reducir el riesgo de varios tipos de enfermedades, incluido el
cáncer [41] y las enfermedades cardiovasculares [42].

10.4. Beneficios de concentraciones más altas de 25(OH)D

10.4.1. Enfermedades cardiometabólicas

Las enfermedades cardiometabólicas (diabetes, cardiopatía


isquémica y accidente cerebrovascular) son la causa más
importante de muerte, y son las más importantes de estudiar para
comprender el papel de la vitamina D.

El primer indicio de que la vitamina D afectaba el riesgo de


enfermedad cardiovascular (ECV) fue el estudio ecológico
temporal realizado por Robert Scragg en 1981, sugiriendo que el
mayor riesgo en invierno se debía a dosis más bajas de UVB solar
y concentraciones séricas de 25(OH)D [43].

Las tasas de mortalidad por ECV son 25% más altas en invierno
que en verano en los países de latitudes medias. Las
concentraciones séricas más bajas de 25(OH)D son el principal
determinante.

Los estudios observacionales de incidencia y mortalidad de


enfermedades cardiovasculares respaldaron esa hipótesis a partir
de 2008 [44].

En 2021 se publicó un metanálisis de estudios de cohortes


prospectivos sobre la concentración sérica de 25(OH)D y la
incidencia y mortalidad por ECV [45].

Para el metanálisis se incluyeron 28 estudios, el riesgo relativo de


incidencia fatal de ECV disminuyó desde 1,0 con 8 ng/ml hasta
0,70 (IC 96 %, 0,65–0,75) con 25 ng/ml. Esto significa una
reducción de riesgo del 30%.

Según 10 estudios, el riesgo de eventos de ECV no mortales se


redujo en un 20 %, pasando de una concentración sérica de
25(OH)D desde 8 ng/ml a 40 ng/ml (índice de riesgo = 0,80; con
IC del 95 %; 0,70–0,95).

Se estudió el riesgo de infarto de miocardio en función de la


concentración sérica de 25 (OH) D para los participantes que
tenían concentraciones inferiores a 20 ng/ml al inicio del estudio
[46]. El estudio duró 20 años. Para quienes alcanzaron una
concentración de 21 y 29 ng/ml con un nivel inicial menor de 20
ng/ml el índice de riesgo fue de 1,14 (intervalo de confianza
(IC) del 95 %, 0,91–1,42). Los que alcanzaron una concentración
mayor de 30 ng/ml el índice de riesgo fue de 0,73 (IC del 95 %,
0,55 a 0,96), frente a los que tuvieron menos de 20 ng/ml.

En el ensayo de vitamina D y omega-3 (VITAL), que inscribió a


más de 25 000 participantes y se les dio un tratamiento de sólo
2000 UI/día de vitamina D3, sin encontrar ningún efecto para
las enfermedades cardiovasculares, la incidencia o la
mortalidad [14].

La concentración media de 25(OH)D para aquellos con


tratamiento de vitamina D que proporcionaron valores fue de 30
ng/ml no podían mostrar un efecto evidente beneficio. Otro
estudio de RM de concentración sérica genética estratificada de
25(OH)D encontró una reducción significativa en la incidencia de
enfermedades cardiovasculares [47].

10.4.2. Diabetes mellitus

La alta concentración de vitamina D reduce el riesgo de diabetes


mellitus tipo 1 y tipo 2. Los mecanismos incluyen la influencia
sobre la función de las células beta, la sensibilidad a la insulina y la
inflamación sistemática [48].
En 2020 se informó un metanálisis de 8 ECA con un total de 4896
pacientes prediabéticos tratados con vitamina D o placebo [49]. El
índice de riesgos combinado para el tratamiento con vitamina D
versus placebo fue de 0,89 (IC del 95 %, 0,80 a 0,99), mientras
que el índice de riesgos instantáneos combinado fue de 0,88 (IC
del 95 %, 0,78 a 0,99).

Para 1126 pacientes con IMC <25 kg/m2, el riesgo relativo fue de
0,73 (IC 95 %, 0,57–0,92), mientras que para 2514 pacientes con
IMC >30 kg/m 2, el riesgo relativo fue de 0,95 (IC 95 %, 0,84–
1,08).

Hay al menos dos razones por las que los pacientes con un IMC
alto no se beneficiaron tan bien como aquellos con un IMC bajo:

a) Una razón es que la dosis de vitamina D no aumentó la


concentración sérica de 25(OH)D tanto como en aquellos
con un IMC bajo.

b) La segunda razón es que la inflamación sistémica aumenta


con el IMC [50].

La suplementación con vitamina D reduce la inflamación en


pacientes no obesos [51] pero no ocurre lo mismo en pacientes
obesos [52].

Los resultados del análisis secundario de un ECA sobre vitamina D


en el que participaron pacientes prediabéticos suplementados con
4000 UI/día de vitamina D3 proporcionan evidencia adicional de
un efecto beneficioso de la vitamina D.

El índice de riesgo de diabetes entre los participantes tratados con


vitamina D que mantuvieron concentraciones de 25(OH)D de 40 a
50 ng/ml (100 –124 nmol/L) fue de 0,48 (0,29–0,80). Para
quienes tuvieron una concentración ≥50 ng/mL (≥125 nmol/L)
fue de 0,29 (0,17–0,50).
Estos índices se hallaron comparando con quienes mantuvieron
una concentración de 25(OH)D entre 20 y 30 ng/ml (50 a 74
nmol/l) [53].

10.4.3. Cáncer

El papel de la vitamina D en la reducción del riesgo de cáncer fue


propuesto en 1980 por los hermanos Cedric y Frank Garland en
un estudio ecológico geográfico de las tasas de mortalidad por
cáncer de colon en los Estados Unidos [54].

Las tasas de mortalidad por cáncer de colon fueron más altas en


los estados del norte, donde las dosis anuales de radiación solar
fueron más bajas, mientras que fueron más bajas en los estados
del sur, donde las dosis fueron más altas.

Numerosos estudios ecológicos han encontrado correlaciones


inversas entre las dosis solares de UVB y estudios observacionales
han encontrado correlaciones inversas entre las concentraciones
séricas de 25(OH)D y la incidencia de cáncer. El riesgo se reduce
en 30% para quienes tienen concentraciones altas [38].

Los estudios han confirmado el papel de la suplementación con


vitamina D en la reducción del riesgo de mortalidad por cáncer
[55].

Un estudio con 25000 participantes mostró un riesgo reducido de


tasas de incidencia de todos los cánceres para los participantes
con un IMC < 25 kg/m 2 (HR = 0,76 [IC del 95 %, 0,63 a 0,90]) [14].

La deficiencia en la concentración media de 25(OH)D para los


participantes en el grupo de tratamiento con vitamina D era
cercana a 31 ng/mL. Se les administró 2000 UI/d de colecalciferol
y se les permitió tomar una dosis adicional 600 a 800 UI/día de
vitamina D dependiendo de la edad [14].

Otro estudio en Estados Unidos incluyó pacientes con cáncer


colorrectal metastásico (CCR) para investigar si el colecalciferol
en dosis altas agregado a la quimioterapia estándar mejora los
resultados en pacientes con CCR [56]. Las concentraciones
iniciales de 25(OH)D de los pacientes estaban cercanas a 18 ng/ml
y el grupo de estudio recibió 8000 UI/día de colecalciferol durante
2 semanas, seguido de 4000 UI/día durante el resto del estudio
frente a 400 UI/día en los controles [56]. El HR multivariable
para la supervivencia libre de progresión o la muerte fue de
0,64 (IC del 95 %, 0 a 0,90) [56].

Los mecanismos por los cuales la vitamina D reduce el riesgo de


incidencia de cáncer incluyen la regulación de la diferenciación
celular y la proliferación y la apoptosis (suicidio celular).

Los que redujeron la mortalidad también redujeron la formación


de vasos sanguíneos que suministran nutrientes a los tumores y la
reducción de la metástasis en los tejidos circundantes.

10.4.4. Enfermedades infecciosas

La vitamina D tiene varios mecanismos que ayudan a reducir el


riesgo de infecciones virales, las bacterianas y la progresión de la
enfermedad.

Un mecanismo es que induce la liberación de catelicidina humana,


LL-37, un polipéptido con propiedades antimicrobianas, lo que lo
convierte en un componente importante del sistema inmunológico
innato [57, 58, 59].

En 2020 se propuso que la vitamina D podría reducir la incidencia


y la gravedad de la COVID-19 [59, 60]. Los estudios han
encontrado que concentraciones más altas de 25 (OH) D se
asocian con menor gravedad con el COVID-19 [59, 60, 61].

Una revisión sistemática informó que la suplementación con


vitamina D podría reducir la gravedad de la COVID-19 en términos
de reducción del riesgo de cuidados intensivos, ventilación
mecánica y mortalidad [62], recordando que es mayor el riesgo
para los obesos.
Un metanálisis de ECA doble ciego sobre infección aguda del
tracto respiratorio identificó 1528 artículos, de los cuales 46 ECA
(75541 participantes) fueron elegibles [8].

Se obtuvieron datos para el resultado primario de 48488


participantes (de 0 a 95 años) en 43 estudios.

Se observaron efectos protectores con un régimen de dosificación


diario (OR = 0,78 [IC 95 %: 0,65–0,94]; 19 estudios), utilizando
400–1000 UI/día (0,70 [0,55–0,89]; 10 estudios), durante 12
meses o menos (0,82 [0,72–0,93]; 29 estudios), en participantes
jóvenes de 1 a 16 años de edad en el momento de la inscripción
(0,71 [0,57–0,90]; 15 estudios) [8].

La infección respiratoria aguda asociada al virus sincitial


respiratorio (VSR) causa una morbilidad sustancial, lo que lleva a
la hospitalización de 1 de cada 56 recién nacidos sanos a término
en entornos de altos ingresos [63].

Un estudio observacional realizado en los Países Bajos en 256


recién nacidos informó que los nacidos con concentraciones de
25(OH)D <20 ng/mL en comparación con aquellos con >30 ng/mL
tenían un mayor riesgo de desarrollar una infección grave del
tracto respiratorio inferior por VRS en el primer año de vida de
6,0 (IC del 95%, 1,6–24,9) [64].

Los niveles bajos de vitamina D también aparecieron como un


factor de riesgo importante para la incidencia y mortalidad de la
sepsis. En un metanálisis que incluyó 42 estudios con 7434 niños,
el 55% (IC del 95%, 49-61%) tenían deficiencia de vitamina D
[65].

De los 889 niños con sepsis de 18 estudios, el 64% (IC del 95%,
52–74%) tenían deficiencia de vitamina D.

El metanálisis de mortalidad indicó que la deficiencia de vitamina


D aumentaba el riesgo de muerte (OR = 1,81 [IC del 95 %, 1,24 a
2,64]) [65].
10.4.5. Enfermedades autoinmunes

La vitamina D también reduce el riesgo de enfermedades


autoinmunes. El ensayo VITAL encontró que la suplementación
con 2000 UI/día de vitamina D 3 durante 5,3 años reducía
significativamente el riesgo de enfermedades autoinmunes [66].

El índice de riesgo para el tratamiento con vitamina D en


comparación con el placebo fue de 0,78 (IC del 95 %, 0,61 a 0,99).

Si bien los resultados para las enfermedades autoinmunes


individuales no fueron significativos debido al bajo número de
casos, las que tuvieron una incidencia reducida fueron la psoriasis,
la polimialgia, la enfermedad reumática y la artritis reumatoide.

Una revisión reciente analizó los mecanismos por los cuales la


vitamina D reduce el riesgo de enfermedades autoinmunes [67].
La revisión enfatizó el papel preventivo de una nutrición
adecuada y el mantenimiento de una concentración
suficiente de vitamina D en la sangre materna durante el
embarazo, así como en los primeros años de vida.

10.4.6. Resultados del embarazo

La vitamina D es muy importante durante el embarazo y la


lactancia.

Las concentraciones más altas de 25(OH)D se asocian con un


riesgo reducido de parto por cesárea, diabetes gestacional,
preeclampsia y parto prematuro [68, 69, 70].

Las concentraciones óptimas de 25(OH)D durante el embarazo


deben ser superiores a 30 ng/ml (75 nmol/L).

Un ensayo realizado en Irán con mujeres embarazadas muestra


cómo se deben realizar los ECA sobre vitamina D [35]. Se
incluyeron un total de 900 embarazadas en cada hospital. Las
mujeres de un hospital no recibieron tratamiento, mientras que
las del otro hospital con deficiencia de vitamina D fueron tratadas
con suplementos de vitamina D.

Los valores medios de muchos factores coincidían bien en el


momento de la inscripción, incluida la concentración de 25(OH)D
de 11 ng/ml.

Un total de 800 mujeres con deficiencia de vitamina D con menos


de 20 ng/ml) se dividieron en 2 grupos:

a) De 10 a 20 ng/ml

b) Menor de 10 ng/ml.

Cada uno de estos grupos se dividió en 4 grupos de 100


participantes y se suplementaron con:

50,000 UI/semana durante 12 semanas

hasta

300,000 UI/semana durante 6 semanas

Después se suplementaron con 50,000 UI/semana hasta el parto.

En el momento del parto, las concentraciones séricas de 25(OH)D


fueron de 21 ng/ml (IC del 95 %, 18 a 25 ng/ml) en el grupo
examinado frente a 11 ng/ml (7 a 16 ng/ml) en el grupo no
examinado.

Todos los resultados maternos negativos se redujeron, incluida la


preeclampsia, la diabetes gestacional, el parto prematuro y los
resultados adversos compuestos del embarazo.

El estudio incluyó participantes con deficiencia de vitamina D y se


administró vitamina D hasta elevar la concentración sérica de
25(OH)D hasta el punto en que se redujo el riesgo de resultados
adversos, se midió la concentración alcanzada y no se proporcionó
vitamina D al grupo de control.

Hollis y Wagner consideran importante administrar


suplementos de vitamina D a las mujeres que estén pensando
en quedar embarazadas, con 4000 UI/día de vitamina D3 [71].

Los ECA de vitamina D deben estar basados en la concentración


séricas de 25(OH)D y no en la dosis de vitamina D.

Los ECA basados en la dosis no son apropiados debido a que la


vitamina D se absorbe de manera diferente en cada paciente,
mientras que la sérica 25(OH)D es la mejor medida del efecto de la
vitamina D sobre la salud.

La razón por la cual la vitamina D no está recibiendo más apoyo


para mejorar la salud es que no puede ser patentada. Los sistemas
de salud están orientados a utilizar medicamentos farmacéuticos
patentados.

11. Calcifediol: introducción e implementación

En las guías prácticas se incluye el calcifediol como fármaco


alternativo de segunda elección para la prevención y el
tratamiento de la deficiencia de vitamina D.

El calcifediol, 25(OH)D, es el principal metabolito circulante de la


vitamina D.

Se puede tomar mediante solución oral o cápsulas blandas.

Hay algunas ventajas al usar calcifediol en comparación con el


colecalciferol [72].

El calcifediol oral produce un aumento de la concentración sérica


del 25(OH)D en horas, en comparación al colecalciferol oral que
demora varios días.
El calcifediol oral tiene una mayor tasa de absorción intestinal, lo
que puede tener importantes ventajas en caso de disminución de
la capacidad de absorción intestinal en diversas enfermedades.

El aumento más rápido de la concentración sérica de 25(OH)D


puede ser una ventaja cuando es importante tratar rápidamente
una enfermedad que responde a la vitamina D, como la COVID-19
[73].

El calcifediol oral tiene una curva dosis-respuesta lineal que es


independiente de la concentración sérica inicial de 25(OH)D.

La ingesta intermitente de calcifediol da como resultado una


25(OH)D sérica bastante estable.

En cambio, el aumento de la concentración sérica 25(OH)D es


menor con el colecalciferol oral cuando es alta la concentración
sérica inicial.

Una revisión reservó el calcifediol para pacientes con insuficiencia


hepática o síndromes graves de absorción intestinal [74].

El calcifediol puede ser una buena opción para el tratamiento de


pacientes con enfermedades respiratorias inflamatorias, como
asma, EPOC o COVID-19, ya que puede aumentar rápidamente las
concentraciones séricas de 25(OH)D, que reduce la proliferación
de virus y de bacterias, y también reduce la producción de
citoquinas proinflamatorias que dañan las superficies de los
órganos [75].

Se recomienda la vitamina D3 (colecalciferol) como sustancia de


primera línea para prevenir y tratar la deficiencia de vitamina D,
siendo recomendable el calcifediol como segunda opción en casos
especiales [76, 77].
12. Conclusiones

Es necesario prestar especial atención al nivel de vitamina D de


los niños pequeños, adolescentes, adultos y personas mayores con
test periódico.

El presente artículo proporciona el consenso clínico sobre la


prevención y el tratamiento de la deficiencia de vitamina D en
Polonia.

Se debe reintroducir la profilaxis de la deficiencia de vitamina D


en las sociedades médicas, los profesionales médicos y los
responsables de las políticas sanitarias, de acuerdo a los estudios
de los hábitos y la exposición solar de los pacientes.

Se debe incluir directrices prácticas sobre la prevención y el


tratamiento de la deficiencia de vitamina D en la medicina
moderna.

Expresiones de gratitud
Los autores de este manuscrito desean agradecer al Presidente de
la Sociedad Polaca de Endocrinología (BK-K.), al Presidente de la
Sociedad Polaca de Endocrinología Pediátrica y Diabetes y al
Consultor Nacional en Endocrinología y Diabetología Pediátrica
(MW; Mieczysław Walczak) , el presidente de la Sociedad Polaca
de Salud Pública (AF), el presidente de la Sociedad Polaca de
Diabetología (DZ-Z.), el presidente de la Sociedad Polaca de
Ginecólogos y Obstetras (PS), el presidente de la Sociedad Polaca
de Pediatría (JP-P.), el presidente de la Sociedad Polaca de
Neonatología (RL), el consultor nacional de la Sociedad Polaca de
Geriatría (TT), el consultor nacional de Endocrinología (AL),el
Consultor Nacional de Endocrinología Ginecológica y
Reproducción y Vicepresidente de la Sociedad Polaca de Medicina
Reproductiva y Embriología (RS), el Consultor Nacional de
Perinatología (MW; Mirosław Wielgoś), el Consultor Nacional en
el campo de la Salud Pública (JP), el Consultor Nacional de
Pediatría y Vicepresidente de la Sociedad Polaca de Pediatría (TJ),
Consultor Nacional de Neonatología (EH), Vicepresidente de la
Sociedad Polaca de Pediatría (AM) y Presidente de la Asociación
Europea de Vitamina D (EVIDAS) (PP) por los esfuerzos realizados
para difundir nuestras recomendaciones, el Consultor Nacional de
Neonatología (EH), el Vicepresidente de la Sociedad Polaca de
Pediatría (AM) y el Presidente de la Asociación Europea de
Vitamina D (EVIDAS) (PP) por los esfuerzos realizados para
difundir nuestras recomendaciones, el Consultor Nacional de
Neonatología (EH), el Vicepresidente de la Sociedad Polaca de
Pediatría (AM) y el Presidente de la Asociación Europea de
Vitamina D (EVIDAS) (PP) por los esfuerzos realizados para
difundir nuestras recomendaciones.

Declaración de financiación

Esta investigación no recibió financiación externa.

Contribuciones de autor

Todos los autores han leído y aceptado este artículo.

Declaración de la Junta de Revisión Institucional

No aplica.

Declaración de consentimiento informado

No aplica.

Declaración de disponibilidad de datos

No aplica.
Conflictos de interés

El GBM recibe financiación de Bio-Tech Pharmacal, Inc.


(Fayetteville, AR, EE. UU.). Los demás autores no tienen conflictos
de intereses que declarar.

Notas a pie de página

Descargo de responsabilidad/Nota del editor:

Las declaraciones, opiniones y datos contenidos en todas las


publicaciones son únicamente de los autores y contribuyentes
individuales y no del MDPI ni de los editores. MDPI y/o los
editores renuncian a toda responsabilidad por cualquier daño a
personas o propiedad que resulte de cualquier idea, método,
instrucción o producto mencionado en el contenido.

Referencias
1. Sewerynek E., Cieślak K., Janik M., Gowin E., Stuss M. Evaluación de la
concentración de vitamina D en una población de mujeres jóvenes y sanas:
los efectos de la suplementación con vitamina D. Endocrinol. Pol. 2017; 68 :
533–540. doi: 10.1530/endoabs.35.P165. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google
Scholar ]
2. Pludowski P., Grant WB, Bhattoa HP, Bayer M., Povoroznyuk V., Rudenka
E., Ramanau H., Varbiro S., Rudenka A., Karczmarewicz E., et al. Estado de la
vitamina D en Europa Central. En t. J. Endocrinol. 2014; 2014 : 589587. doi:
10.1155/2014/589587. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
3. Płudowski P., Ducki C., Konstantynowicz J., Jaworski M. Estado de la
vitamina D en Polonia. Pol. Arco. Medicina. Wewn. 2016; 126 : 530–539. doi:
10.20452/pamw.3479. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
4. Chlebna-Sokół D., Konstantynowicz J., Abramowicz P., Kulik-Rechberger
B., Niedziela M., Obuchowicz A., Ziora K., Karalus-Gach J., Golec J., Michałus I.,
et al. . Evidencia de una deficiencia significativa de vitamina D entre los
polacos Karczmarewicz E, Czekuc-Kryskiewicz E, Dobrzanska A. Impacto de
la suplementación con vitamina D en niños de 9 a 13 años: resultados de un
estudio multicéntrico. EUR. J. Nutr. 2019; 58 : 2029-2036. doi:
10.1007/s00394-018-1756-4. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
5. Czech-Kowalska J., Latka-Grot J., Bulsiewicz D., Jaworski M., Pludowski P.,
Wygledowska G., Chazan B., Pawlus B., Zochowska A., Borszewska-Kornacka
MK, et al. Impacto de la suplementación con vitamina D durante la lactancia
sobre el estado de la vitamina D y la composición corporal de las parejas
madre-hijo: un ensayo controlado aleatorio de MAVID durante la lactancia
sobre el estado de la vitamina D y la composición corporal de las parejas
madre-hijo: un ensayo controlado aleatorio de MAVID. Más uno. 2014; 9 :
e107708. doi: 10.1371/journal.pone.0107708. [ Artículo gratuito de
PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
6. Sutherland JP, Zhou A., Hyppönen E. La deficiencia de vitamina D aumenta
el riesgo de mortalidad en el biobanco del Reino Unido: un estudio de
aleatorización mendeliana no lineal. Ana. Interno. Medicina. 2022; 175 :
1552-1559. doi: 10.7326/M21-3324. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google
Scholar ]
7. Grant WB, Boucher BJ, Al Anouti F., Pilz S. Comparación de la evidencia de
estudios observacionales y ensayos controlados aleatorios sobre los efectos
de la vitamina D en la salud no esquelética. Nutrientes. 2022; 14 :3811. doi:
10.3390/nu14183811. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
8. Jolliffe DA, Camargo CA, Sluyter JD, Aglipay M., Aloia JF, Ganmaa D.,
Bergman P., Bischoff-Ferrari HA, Borzutzky A., Damsgaard CT, et
al. Suplementos de vitamina D para prevenir infecciones respiratorias
agudas: una revisión sistemática y metanálisis de datos agregados de
ensayos controlados aleatorios. Lanceta. Diabetes Endocrinol. 2021; 9 : 276–
292. doi: 10.1016/S2213-8587(21)00051-6. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google
Scholar ]
9. Pludowski P., Holick MF, Pilz S., Wagner CL, Hollis BW, Grant WB,
Shoenfeld Y., Lerchbaum E., Llewellyn DJ, Kienreich K., et al. Efectos de la
vitamina D sobre la salud musculoesquelética, la inmunidad, la
autoinmunidad, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la fertilidad, el
embarazo, la demencia y la mortalidad: una revisión de la evidencia
reciente. Autoinmune. Rev. 2013; 12 : 976–989. doi:
10.1016/j.autrev.2013.02.004. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
10. Bolland MJ, Gray A., Avenell A. Efectos de la suplementación con vitamina
D en la salud musculoesquelética: una revisión sistemática, metanálisis y
análisis secuencial de ensayos. Lanceta. Diabetes Endocrinol. 2018; 6 : 847–
858. doi: 10.1016/S2213-8587(18)30265-1. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google
Scholar ]
11. Burt LA, Billington EO, Rose MS, Raymond DA, Hanley DA, Boyd SK
Efecto de la suplementación con dosis altas de vitamina D sobre la densidad
ósea volumétrica y la resistencia ósea. JAMA. 2019; 322 : 736–745. doi:
10.1001/jama.2019.11889. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
12. Trajanoska K., Morris JA, Oei L., Zheng H.-F., Evans D., Kiel DP, Ohlsson C.,
Richards JB, Rivadeneira F., Consorcio GEFOS/GENOMOS y el equipo de
investigación 23andMe Evaluación de la Determinantes genéticos y clínicos
del riesgo de fractura: asociación genómica amplia y estudio de
aleatorización mendeliana. BMJ. 2018; 362 : k3225. doi:
10.1136/bmj.k3225. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
13. Khaw K.-T., Stewart AW, Waayer D., Lawes CMM, Toop L., Camargo CA,
Jr., Scragg R. Efecto de la suplementación mensual con dosis altas de
vitamina D sobre caídas y fracturas no vertebrales: secundaria y resultados
post hoc del ensayo ViDA, aleatorizado, doble ciego y controlado con
placebo. Lanceta. Diabetes Endocrinol. 2017; 5 : 438–447. doi:
10.1016/S2213-8587(17)30103-1. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google
Scholar ]
14. Manson JE, Cook NR, Lee IM, Christen W., Bassuk SS, Mora S., Gibson H.,
Gordon D., Copeland T., D'Agostino D., et al. Suplementos de vitamina D y
prevención del cáncer y enfermedades cardiovasculares. N. inglés. J.
Med. 2019; 380 : 33–44. doi: 10.1056/NEJMoa1809944. [ Artículo gratuito
de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
15. Pittas AG, Dawson-Hughes B., Sheehan P., Ware JH, Knowler WC, Aroda
VR, Brodsky I., Ceglia L., Chadha C., Chatterjee R., et al. Suplementación con
vitamina D y prevención de la diabetes tipo 2. N. inglés. J. Med. 2019; 381 :
520–530. doi: 10.1056/NEJMoa1900906. [ Artículo gratuito de
PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
16. Charzewska J., Chlebna-Sokół D., Chybicka A., Czech-Kowalska J.,
Dobrzańska A., Helwich E., Imiela JR, Karczmarewicz E., Ksiazyk JB, Lewiński
A., et al. Profilaxis de la deficiencia de vitamina D: recomendación polaca de
2009. Ginekol. Pol. 2010; 81 : 149-153. [ PubMed ] [ Google Scholar ]
17. Płudowski P., Karczmarewicz E., Bayer M., Carter G., Chlebna-Sokół D.,
Czech-Kowalska J., Dębski R., Decsi T., Dobrzańska A., Franek E., et
al. Directrices prácticas para la suplementación de vitamina D y el
tratamiento de los déficits en Europa Central: ingestas recomendadas de
vitamina D en la población general y grupos con riesgo de deficiencia de
vitamina D. Endocrinol. Pol. 2013; 64 : 319–327. doi:
10.5603/EP.2013.0012. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
18. Rusińska A., Płudowski P., Walczak M., Borszewska-Kornacka MK,
Bossowski A., Chlebna-Sokół D., Czech-Kowalska J., Dobrzańska A., Franek E.,
Helwich E., et al. Directrices para la suplementación con vitamina D para la
población general y los grupos con riesgo de deficiencia de vitamina D en
Polonia: recomendaciones de la Sociedad Polaca de Endocrinología
Pediátrica y Diabetes y el panel de expertos con la participación de
consultores especializados nacionales y representantes de sociedades
científicas: actualización de 2018. Frente. Endocrinol. 2018; 9 :246. doi:
10.3389/fendo.2018.00246. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
19. Bleizgys A. Dosificación de vitamina D: principios básicos y un breve
algoritmo (actualización de 2021) Nutrientes. 2021; 13 :4415. doi:
10.3390/nu13124415. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
20. Holick MF, Binkley NC, Bischoff-Ferrari HA, Gordon CM, Hanley DA,
Heaney RP, Murad MH, Weaver CM Evaluación, tratamiento y prevención de
la deficiencia de vitamina D: una guía de práctica clínica de la sociedad
endocrina. Medicina. J.Clin. Endocrinol. Metab. 2011; 96 : 1911-1930. doi:
10.1210/jc.2011-0385. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
21. Bilezikian JP, Khan AA, Silverberg SJ, Fuleihan GE, Marcocci C., Minisola
S., Perrier N., Sitges-Serra A., Thakker RV, Guyatt G., et al. Evaluación y
tratamiento del hiperparatiroidismo primario: resumen y directrices del
quinto taller internacional. J. Minero de huesos. Res. 2022; 37 : 2293–
2314. doi: 10.1002/jbmr.4677. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
22. Grant WB, Bhattoa HP, Boucher BJ Variaciones estacionales de las tasas
de mortalidad en EE. UU.: funciones de las dosis solares de luz ultravioleta B,
vitamina D, expresión genética e infecciones. J. Bioquímica de
esteroides. Mol. Biol. 2017; 173 :5–12. doi:
10.1016/j.jsbmb.2017.01.003. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
23. Grant WB, Boucher BJ Una exploración de cómo la radiación solar afecta
la variación estacional de las tasas de mortalidad humana y la variación
estacional en algunos otros trastornos
comunes. Nutrientes. 2022; 14 :2519. doi: 10.3390/nu14122519. [ Artículo
gratuito de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
24. Engelsen O. La relación entre la exposición a la radiación ultravioleta y el
estado de la vitamina D. Nutrientes. 2010; 2 : 482–495. doi:
10.3390/nu2050482. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
25. Hyppönen E., Power C. Hipovitaminosis D en adultos británicos a los 45
años: estudio de cohorte a nivel nacional sobre predictores de dieta y estilo
de vida. Soy. J.Clin. Nutrición. 2007; 85 : 860–868. doi:
10.1093/ajcn/85.3.860. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
26. Crowe FL, Steur M., Allen NE, Appleby PN, Travis RC, Key TJ
Concentraciones plasmáticas de 25-hidroxivitamina D en consumidores de
carne, pescado, vegetarianos y veganos: resultados del estudio EPIC-
Oxford. Nutrición de Salud Pública. 2011; 14 : 340–346. doi:
10.1017/S1368980010002454. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
27. Kroll MH, Bi C., Garber CC, Kaufman HW, Liu D., Caston-Balderrama A.,
Zhang K., Clarke N., Xie M., Reitz RE, et al. Relación temporal entre el estado
de la vitamina D y la hormona paratiroidea en los Estados Unidos. Más
uno. 2015; 10 :e0118108. doi: 10.1371/journal.pone.0118108. [ Artículo
gratuito de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
28. Kmieć P., Żmijewski M., Lizakowska-Kmieć M., Sworczak K. Deficiencia
generalizada de vitamina D entre adultos del norte de Polonia (54°N)
después de meses de radiación UVB natural baja y
alta. Endocrinol. Pol. 2015; 66 : 30–38. doi:
10.5603/EP.2015.0006. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
29. Mason RS, Rybchyn MS, Abboud M., Brennan-Speranza TC, Fraser DR El
papel del músculo esquelético en el mantenimiento del nivel de vitamina D
en invierno. actual. Desarrollo. Nutrición. 2019; 3 :nzz087. doi:
10.1093/cdn/nzz087. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
30. Rybchyn MS, Abboud M., Puglisi DA, Gordon-Thomson C., Brennan-
Speranza TC, Mason RS, Fraser DR El músculo esquelético y el
mantenimiento del estado de vitamina D. Nutrientes. 2020; 12 :3270. doi:
10.3390/nu12113270. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
31. Zmijewski MA, Carlberg C. Receptor(es) de vitamina D: ¿en el núcleo
pero también en las membranas? Exp. Dermatol. 2020; 29 : 876–884. doi:
10.1111/exd.14147. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
32. Shirvani A., Kalajian TA, Song A., Holick MF Disociación de la actividad
calcémica de la vitamina D y la actividad genómica no calcémica y la
capacidad de respuesta individual: un ensayo clínico aleatorizado,
controlado, doble ciego. Ciencia. Rep. 2019; 9 :17685. doi: 10.1038/s41598-
019-53864-1. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google
Scholar ]
33. Autier P., Boniol M., Pizot C., Mullie P. Estado de vitamina D y mala salud:
una revisión sistemática. Lanceta Diabetes Endocrinol. 2014; 2 : 76–89. doi:
10.1016/S2213-8587(13)70165-7. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google
Scholar ]
34. Kmieć P., Minkiewicz I., Rola R., Sworczak K., Żmijewski MA, Kowalski K.
Estado de vitamina D, incluido 3-epi-25 (OH) D3, entre pacientes adultos con
trastornos de la tiroides durante los meses de
verano. Endocrinol. Pol. 2018; 69 : 653–660. doi:
10.5603/EP.a2018.0065. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
35. Rostami M., Tehrani FR, Simbar M., Bidhendi Yarandi R., Minooee S.,
Hollis BW, Hosseinpanah F. Efectividad del programa de tratamiento y
detección de deficiencia prenatal de vitamina D: un ensayo de campo
aleatorio estratificado. J.Clin. Endocrinol. Metab. 2018; 103 : 2936–2948. doi:
10.1210/jc.2018-00109. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
36. Directrices de Heaney RP para optimizar el diseño y análisis de estudios
clínicos de los efectos de los nutrientes. Nutrición. Rev. 2014; 72 : 48–54. doi:
10.1111/nure.12090. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
37. Grant WB Un nivel más bajo de vitamina D puede ayudar a explicar por
qué las mujeres negras tienen un mayor riesgo de cáncer de mama invasivo
que las mujeres blancas. Res. del cáncer de mama. 2020; 22:24 . doi:
10.1186/s13058-020-01261-2. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
38. Muñoz A., Grant WB La vitamina D y el cáncer: una reseña histórica de la
epidemiología y los mecanismos. Nutrientes. 2022; 14 :1448. doi:
10.3390/nu14071448. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
39. Hyppönen E., Vimaleswaran KS, Zhou A. Determinantes genéticos de las
concentraciones de 25-hidroxivitamina D y su relevancia para la salud
pública. Nutrientes. 2022; 14 :4408. doi: 10.3390/nu14204408. [ Artículo
gratuito de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
40. Hill AB El medio ambiente y las enfermedades: ¿asociación o
causalidad? Proc. R. Soc. Medicina. 1965; 58 : 295–300. doi:
10.1177/003591576505800503. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
41. Mohr SB, Gorham ED, Alcaraz JE, Kane CI, Macera CA, Parsons JK,
Wingard DL, Garland CF ¿La evidencia de una relación inversa entre el nivel
sérico de vitamina D y el riesgo de cáncer de mama satisface los criterios de
Hill? Dermatoendocrinol. 2012; 4 : 152-157. doi:
10.4161/derm.20449. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
42. Weyland PG, Grant WB, Howie-Esquivel J. ¿Existe evidencia suficiente
para respaldar una asociación causal entre el estado de vitamina D y el
riesgo de enfermedad cardiovascular? Una evaluación utilizando los
criterios de causalidad de Hill. Nutrientes. 2014; 6 : 3403–3430. doi:
10.3390/nu6093403. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
43. Scragg R. Estacionalidad de la mortalidad por enfermedades
cardiovasculares y el posible efecto protector de la radiación ultravioleta. En
t. J. Epidemiol. 1981; 10 : 337–341. doi: 10.1093/ije/10.4.337. [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
44. Wang TJ, Pencina MJ, Booth SL, Jacques PF, Ingelsson E., Lanier K.,
Benjamin EJ, D'Agostino RB, Wolf M., Vasan RS Deficiencia de vitamina D y
riesgo de enfermedad cardiovascular. Circulación. 2008; 117 : 503–511. doi:
10.1161/CIRCULATIONAHA.107.706127. [ Artículo gratuito de
PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
45. Jani R., Mhaskar K., Tsiampalis T., Kassaw NA, González MM,
Panagiotakos DB La 25-hidroxivitamina D circulante y el riesgo de
enfermedades cardiovasculares. Revisión sistemática y metanálisis de
estudios de cohortes
prospectivos. Nutrición. Metab. Cardiovascular. Dis. 2021; 31 : 3282–
3304. doi: 10.1016/j.numecd.2021.09.003. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google
Scholar ]
46. Acharya P., Dalia T., Ranka S., Sethi P., Oni OA, Safarova MS, Parashara D.,
Gupta K., Barua RS Los efectos de la suplementación con vitamina D y los
niveles de 25-hidroxivitamina D sobre el riesgo de Infarto de miocardio y
mortalidad. J. Endocr. Soc. 2021; 5 : bvab124. doi:
10.1210/jendso/bvab124. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
47. Zhou A., Selvanayagam JB, Hyppönen E. Los análisis de aleatorización
mendeliana no lineal respaldan el papel de la deficiencia de vitamina D en el
riesgo de enfermedad cardiovascular. EUR. Corazón J. 2022; 43 : 1731-
1739. doi: 10.1093/eurheartj/ehab809. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google
Scholar ]
48. Altieri B., Grant WB, Della Casa S., Orio F., Pontecorvi A., Colao A., Sarno
G., Muscogiuri G. Vitamina D y páncreas: el papel de la vitamina solar en la
patogénesis de la diabetes mellitus y cáncer de páncreas. Crítico. Rev. Ciencia
de los alimentos. Nutrición. 2017; 57 : 3472–3488. doi:
10.1080/10408398.2015.1136922. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google
Scholar ]
49. Zhang Y., Tan H., Tang J., Li J., Chong W., Hai Y., Feng Y., Lunsford LD, Xu
P., Jia D., et al. Efectos de la suplementación con vitamina D en la prevención
de la diabetes tipo 2 en pacientes con prediabetes: una revisión sistemática y
un metanálisis. Cuidado de la diabetes. 2020; 43 : 1650–1658. doi:
10.2337/dc19-1708. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
50. Ebrahimi M., Heidari-Bakavoli AR, Shoeibi S., Mirhafez SR, Moohebati M.,
Esmaily H., Ghazavi H., Karimian MS, Parizadeh SMR, Mohammadi M., et
al. Asociación de los niveles séricos de hs-CRP con la presencia de obesidad,
diabetes mellitus y otros factores de riesgo
cardiovascular. J.Clin. Laboratorio. Anal. 2016; 30 : 672–676. doi:
10.1002/jcla.21920. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
51. El Hajj C., Walrand S., Helou M., Yammine K. Efecto de la suplementación
con vitamina D sobre los marcadores inflamatorios en pacientes libaneses
no obesos con diabetes tipo 2: un ensayo controlado
aleatorio. Nutrientes. 2020; 12 :2033. doi: 10.3390/nu12072033. [ Artículo
gratuito de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
52. Palaniswamy S., Gill D., De Silva NM, Lowry E., Jokelainen J., Karhu T.,
Mutt SJ, Dehghan A., Sliz E., I Chasman D., et al. ¿Podría la vitamina D reducir
la inflamación asociada a la obesidad? Estudio observacional y de
aleatorización mendeliana. Soy. J.Clin. Nutrición. 2020; 111 : 1036-1047. doi:
10.1093/ajcn/nqaa056. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
53. Dawson-Hughes B., Staten MA, Knowler WC, Nelson J., Vickery EM,
LeBlanc ES, Neff LM, Park J., Pittas AG Exposición intratrial a la vitamina D y
diabetes de nueva aparición entre adultos con prediabetes: una secundaria
Análisis del estudio sobre vitamina D y diabetes tipo 2 (D2d). Cuidado de la
diabetes. 2020; 43 : 2916–2922. doi: 10.2337/dc20-1765. [ Artículo gratuito
de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
54. Garland CF, Garland FC ¿La luz solar y la vitamina D reducen la
probabilidad de cáncer de colon? En t. J. Epidemiol. 1980; 9 : 227–231. doi:
10.1093/ije/9.3.227. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
55. Keum N., Chen Q.-Y., Lee DH, Manson JE, Giovannucci E. Suplementación
con vitamina D e incidencia y mortalidad total por cáncer mediante
estrategias de dosificación en bolos grandes diarias versus infrecuentes: un
metanálisis de ensayos controlados aleatorios . Hno. J. Cáncer. 2022; 127 :
872–878. doi: 10.1038/s41416-022-01850-2. [ Artículo gratuito de
PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
56. Ng K., Nimeiri HS, McCleary NJ, Abrams TA, Yurgelun MB, Cleary JM,
Rubinson DA, Schrag D., Miksad R., Bullock AJ, et al. Efecto de la
suplementación con dosis altas versus dosis estándar de vitamina D3 sobre
la supervivencia libre de progresión en pacientes con cáncer colorrectal
avanzado o metastásico: ensayo clínico aleatorizado
Sunshine. JAMA. 2019; 321 : 1370-1379. doi:
10.1001/jama.2019.2402. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [
57. Gombart AF, Borregaard N., Koeffler HP El gen del péptido
antimicrobiano de catelicidina humana (CAMP) es un objetivo directo del
receptor de vitamina D y está fuertemente regulado positivamente en las
células mieloides por la 1,25-dihidroxivitamina D 3 . FASEB J. 2005; 19 :
1067–1077. doi: 10.1096/fj.04-3284com. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google
Scholar ]
58. Calder PC, Carr AC, Gombart AF, Eggersdorfer M. El estado nutricional
óptimo para un sistema inmunológico que funcione bien es un factor
importante para proteger contra las infecciones
virales. Nutrientes. 2020; 12 :1181. doi: 10.3390/nu12041181. [ Artículo
gratuito de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
59. Grant WB, Lahore H., McDonnell SL, Baggerly CA, French CB, Aliano JL,
Bhattoa HP Evidencia de que la suplementación con vitamina D podría
reducir el riesgo de infecciones y muertes por influenza y COVID-
19. Nutrientes. 2020; 12 :988. doi: 10.3390/nu12040988. [ Artículo gratuito
de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
60. Oristrell J., Oliva JC, Casado E., Subirana I., Domínguez D., Toloba A.,
Balado A., Grau M. Suplementación con vitamina D y riesgo de COVID-19: un
estudio de cohorte poblacional. J. Endocrinol. Investigando. 2022; 45 : 167-
179. doi: 10.1007/s40618-021-01639-9. [ Artículo gratuito de
PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
61. Seal KH, Bertenthal D., Carey E., Grunfeld C., Bikle DD, Lu CM Asociación
sobre el estado de la vitamina D y la hospitalización y mortalidad
relacionadas con COVID-19. J. General Interno. Medicina. 2022; 37 : 853–
861. doi: 10.1007/s11606-021-07170-0. [ Artículo gratuito de
PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
62. Shah K., Varna VP, Sharma U., Mavalankar D. ¿La suplementación con
vitamina D reduce la gravedad del COVID-19? Una revisión sistemática. Qjm
Int. J. Med. 2022; 115 : 665–672. doi: 10.1093/qjmed/hcac040. [ Artículo
gratuito de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
63. Wildenbeest JG, Billard M.-N., Zuurbier RP, Korsten K., Langedijk AC, van
de Ven PM, Snape MD, Drysdale SB, Pollard AJ, Robinson H., et al. La carga
del virus respiratorio sincitial en lactantes sanos nacidos a término en
Europa: un estudio prospectivo de cohortes de nacimiento. Lanceta
respira. Medicina. 2022 doi: 10.1016/S2213-2600(22)00414-3. [ Artículo
gratuito de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
64. Belderbos ME, Houben ML, Wilbrink B., Lentjes E., Bloemen EM, Kimpen
JLL, Rovers M., Bont L. La deficiencia de vitamina D en la sangre del cordón
umbilical se asocia con la bronquiolitis por virus respiratorio
sincitial. Pediatría. 2011; 127 (6): 1513-1520. doi: 10.1542/peds.2010-
3054. [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
65. Cariolou M., Cupp MA, Evangelou E., Tzoulaki I., Berlanga-Taylor AJ
Importancia de la vitamina D en niños agudos y críticamente enfermos con
análisis de subgrupos de sepsis e infecciones del tracto respiratorio: una
revisión sistemática y un metanálisis. Abierto BMJ. 2019; 9 : e027666. doi:
10.1136/bmjopen-2018-027666. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
66. Hahn J., Cook NR, Alexander EK, Friedman S., Walter J., Bubes V., Kotler
G., Lee I.-M., Manson JE, Costenbader KH Suplementos de vitamina D y ácidos
grasos omega 3 marinos y Enfermedad autoinmune incidente: ensayo
controlado aleatorio VITAL. BMJ. 2022; 376 : e066452. doi: 10.1136/bmj-
2021-066452. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google
Scholar ]
67. Mazur A., Frączek P., Tabarkiewicz J. La vitamina D como factor
nutriepigenético en la autoinmunidad: una revisión de las investigaciones e
informes actuales sobre la deficiencia de vitamina D en las enfermedades
autoinmunes. Nutrientes. 2022; 14 :4286. doi:
10.3390/nu14204286. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
68. Wagner CL, Hollis BW Las implicaciones del estado de vitamina D
durante el embarazo en la madre y su hijo en
desarrollo. Frente. Endocrinol. 2018; 9 :500. doi:
10.3389/fendo.2018.00500. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
69. Suárez-Varela MM, Uçar N., Peraita-Costa I., Huertas MF, Soriano JM,
Llopis-Morales A., Grant WB Factores de riesgo relacionados con la vitamina
D para la morbilidad materna durante el embarazo: una revisión
sistemática. Nutrientes. 2022; 14 :3166. doi:
10.3390/nu14153166. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
70. Suárez-Varela MM, Uçar N., Soriano JM, Llopis-Morales A., Sanford BS,
Grant WB Factores de riesgo relacionados con la vitamina D para la
morbilidad y mortalidad materna durante el embarazo: revisión sistemática
y metaanálisis. Nutrientes. 2022; 14 :4124. doi:
10.3390/nu14194124. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
71. Hollis BW, Wagner CL Se requiere una suplementación sustancial de
vitamina D durante el período prenatal para mejorar los resultados del
parto. Nutrientes. 2022; 14 :899. doi: 10.3390/nu14040899. [ Artículo
gratuito de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
72. Quesada-Gomez JM, Bouillon R. ¿Es mejor el calcifediol que el
colecalciferol para la suplementación con vitamina D? Osteoporos. En
t. 2018; 29 : 1697-1711. doi: 10.1007/s00198-018-4520-y. [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
73. Entrenas Castillo ME, Entrenas Costa LME, Vaquero Barrios JMV, Alcalá
Díaz JFA, López Miranda JL, Bouillon R., Quesada Gomez JMQ Efecto del
tratamiento con calcifediol y la mejor terapia disponible versus la mejor
terapia disponible en el ingreso a la unidad de cuidados intensivos y la
mortalidad entre los pacientes hospitalizados por COVID-19: un estudio
clínico piloto aleatorizado. J. Bioquímica de
esteroides. Mol. Biol. 2020; 203 :105751. doi:
10.1016/j.jsbmb.2020.105751. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
74. Sosa Henríquez M., Gómez de Tejada Romero MJ Colecalciferol o
calcifediol en el manejo de la deficiencia de vitamina
D. Nutrientes. 2020; 12 :1617. doi: 10.3390/nu12061617. [ Artículo gratuito
de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]
75. Entrenas-Castillo M., Salinero-González L., Entrenas-Costa LM, Andújar-
Espinosa R. Calcifediol para uso en el tratamiento de enfermedades
respiratorias. Nutrientes. 2022; 14 :2447. doi:
10.3390/nu14122447. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
76. Pérez-Castrillon J.-L., Usategui-Martín R., Pludowski P. Tratamiento de la
deficiencia de vitamina D con calcifediol: perfil de eficacia y seguridad y
previsibilidad de la eficacia. Nutrientes. 2022; 14 :1943. doi:
10.3390/nu14091943. [ Artículo gratuito de PMC ] [ PubMed ]
[ CrossRef ] [ Google Scholar ]
77. Pludowski P., Takacs I., Boyanov M., Belaya Z., Diaconu CC, Mokhort T.,
Zherdova N., Rasa I., Payer J., Pilz S. Práctica clínica en la prevención,
diagnóstico y tratamiento de Deficiencia de vitamina D: declaración de
consenso de expertos de Europa central y
oriental. Nutrientes. 2022; 14 :1483. doi: 10.3390/nu14071483. [ Artículo
gratuito de PMC ] [ PubMed ] [ CrossRef ] [ Google Scholar ]

_______________________________

También podría gustarte