Está en la página 1de 1

Dibujando mí mal

Regresa la fría noche, y con ella en mi cuarto la oscuridad total como invitada no deseada, y
ahí; sentada en mi cama sin poder hacer nada, solo me queda llorar. Sé, que para subir a mi
cuarto los escalones son quince, escucho doce pasos, dará alguito más de tres y estará frente a
mí ; la bestia que desde hace meses en mi cama, baño y hasta en paseos, con sus afiladas garras y
larga lengua me hace mucho daño . Pero, como ni mis padres, maestra, y tampoco mi hermana
mayor me creen, su solución es: “Ese duende o monstruo morado no existe, te lo imaginas, deja
de ver a solas esas películas de terror”. Yo, en mi silencio lo sigo dibujando. “Naty”…
“debemos salir, tu tío te acompañara”. Ahí está la bestia, sonriéndome.

También podría gustarte