GP Recuperarte Recaidas Emocionales Mariela Sanchez

Preparado exclusivamente para Katherine katyta-xmg@hotmail.
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Primer edición Enero 2021

Tabla de contenidos
Lo primero que debes entender es que ninguna recaída borra tu

poder ................................................................................................3
Pasos para superar una recaída y volver a sentirte empoderada ....4
¿Qué emociones sientes debido a la recaída o fracaso en tu vida?5
La recaída que enfrentas está mostrándote algo .............................6
No lo niegues, cree en ti ...................................................................9

Guía práctica para recuperarte
de recaídas emocionales
Quisiera decirte que una vez que logras conocer y usar tu fortaleza interior
serás capaz de enfrentarte a todos los desafíos de tu vida sin errores,
recaídas, dudas o fracasos, pero te estaría mintiendo.
La vida nos presenta siempre nuevas posibilidades y en muchas de las

ocasiones, tu vida recibe un sacudón para que puedas verlas.
Las recaídas, las dudas, los fracasos y las equivocaciones son parte de la
vida.
Lo que sin lugar a duda si puede cambiar al reconocerte dueña de tu

fortaleza interior es tu capacidad de afrontar los desafíos, la perspectiva
con la que analizas tus equivocaciones y fracasos y el tiempo en el que
logras recuperarte de cualquier recaída.
Como lo dice Vivian Greene en su frase más famosa; “ la vida no se trata de

esperar que la tormenta pase, sino que se trata de aprender a bailar bajo la
lluvia”.
Esa es la habilidad que sí puedes desarrollar y eso es precisamente lo que

deseo ayudarte a hacer con esta guía.
En esta guía encontrarás una clara descripción de las alternativas que

tienes al enfrentarte a una recaída junto con un ejercicio de reflexión para
llevarlo a cabo mientras lees estas palabras y para replicarlo en cualquier
momento que lo desees.
1
Antes de empezar con ello quiero aclarar que hay diferentes niveles de
recaídas, de pérdidas y de fracaso.
No es lo mismo recuperarse de una pérdida de empleo que recuperarse de

la pérdida de un familiar. No es lo mismo volver a creer en ti después de
fallar en un examen, que volver a creer en ti después de vivir una
separación.
Pero a pesar de todas las diferencias que existen, tú siempre puedes

practicar el desarrollo de tu habilidad para reponerte, levantarte, volver a
confiar en ti y volver a intentarlo después de cualquier fracaso o recaída
que experimentes.
Quiero que sepas que no hay nada de malo en recaer, en equivocarte o en

fracasar.
Ningún error o recaída que puedas llegar a experimentar no te define de

por vida y en esta guía quiero enseñarte a impulsar tu empoderamiento con
la recaída que atraviesas y con todas las otras que vas a experimentar de
ahora en adelante.
Guarda estas palabras en tu memoria, en tu corazón y toma nota de esas

frases que más sentido hagan ahora en tu vida, las que hoy despierten
vibración en tu corazón y las que más te lleven a la calma.
Con esta guía vamos juntas a comprender tu recaída, a procesarla, a vivirla

y a levantarte de ella más empoderada.
Déjame acompañarte.
2
Lo primero que debes entender es que
ninguna recaída borra tu poder
Sabes, hay un gran error en creer que las mujeres empoderadas no nos
decaemos, que no nos sentimos tristes o que no nos equivocamos.
Porque no es así.
Las mujeres empoderadas sentimos y sentimos con verdadera consciencia.
Por eso sentimos dolor, sentimos arrepentimiento cuando sabemos que hay
algo que pudimos hacer diferente, sentimos frustración y sentimos
cansancio.
Oh, y claro que sentimos rabia.
Rabia cuando esos pensamientos absurdos vuelven a nublar nuestra mente.

Rabia cuando los miedos retoman fuerza aún cuando ayer no significaban
nada, y rabia cuando perdemos la motivación y nos gana la desesperanza.
Y sentimos todo esto porque no vivimos de apariencias, no pretendemos

ser quien no somos. Las mujeres que somos empoderadas sentimos porque
sabemos exactamente lo que queremos y lo que no queremos en nuestras
vidas.
Y eso es lo que nos diferencia del resto de personas, saber lo que queremos
y lo que tenemos que hacer para lograrlo.
Pero incluso ahí, con ese nivel de consciencia y con esa claridad sobre lo que
deseamos son importantes las recaídas y quiero que veas que está bien
experimentarlas si es que logras extraer de ellas la verdadera enseñanza y
la información valiosa para dar el siguiente paso.
3
Pasos para superar una recaída y volver a
sentirte empoderada
Para dar inicio a los pasos que te recomiendo seguir quiero contarte la
definición de mujer empoderada a la que yo he llegado.
Quiero que tengas esto en mente para que sepas hacia qué dirección
puedes ir.
Y es que una mujer empoderada es una mujer que se siente satisfecha

consigo misma y con la vida que diariamente construye.
Tú eres la dueña de tu vida en cada decisión, actitud y pensamiento que

tienes y siempre tienes el poder de construir la vida que deseas siendo la
mujer que tú quieres ser.
Con esta definición en tu mente puedo ahora guiarte a través de los pasos
que te ayudarán a superar una recaída.
Empecemos primero por sentir.
Sentir y dejarlo ir.
A continuación vamos a hacer un ligero ejercicio de liberación así que deseo

que estés en un lugar cómodo, que tengas privacidad y que puedas
acompañarme en cada palabra que te comparto a continuación.
Tomará unos breves minutos así que si puedes, date una pausa en este
momento y continúa conmigo.
Te aseguro que al terminar de leer estas palabras tendrás la claridad

necesaria para dar el siguiente paso y salir de la recaída o fracaso que ahora
te aqueja.
4
Lo primero que quiero que reflexiones es sobre;
¿Qué emociones sientes debido a la recaída o

fracaso en tu vida?
Es ira, culpa, miedo, humillación, pérdida de control, vergüenza, tristeza,

falta de amor, rechazo, dolor, resentimiento, celos, nostalgia, falta de apoyo,
odio, soberbia, orgullo, nerviosismo, depresión, desánimo, fracaso,
confusión, indecisión, desvalorización, alegría, molestia, falta de carácter,
desaliento, o alguna otra.
Encuentra las emociones que mejor describan lo que sientes
Y permítete sentirlas y aceptarlas.
Está bien sentirte así.
Esas emociones no son nada malas, están aquí para guiarte, para mostrarte
el camino hacia una decisión acertada.
Siente tu emoción, siente tu cuerpo frente a esta emoción, siente si se

contrae, si se afloja, si se retuerce, si te incomoda.
Deja fluir esta emoción si quieres llorar, si quieres apretar tu boca, si

quieres abrazarte o si quieres cerrar tus manos.
Permítete un instante para vivir esta emoción y no la niegues, no la

escondas, no la olvides.
Está ahí, cada emoción que sientes te está diciendo algo. Tu emoción te
quiere mostrar la solución y la recaída que has vivido, así como todas las
recaídas que vas a vivir en tu vida te mostrarán un camino.
5
Aún no sabes si será el camino hacia la dirección correcta, si será un camino
de claridad o de oscuridad.
Pero te aseguro que te están mostrando uno de los caminos que tienes
frente a ti y sólo comprendiendo las emociones en tu recaída, solo
sintiéndolas y permitiéndote ver lo que están mostrándote, podrás ver si el
camino que te muestran es el camino que quieres seguir o si es el camino
que quieres evitar.
Está bien llorar, está bien sentir rabia, está bien estar frustrada y está bien
sentirte cansada.
En la pausa, en la autorreflexión, en la comprensión y en el diálogo interno

está tu salida, tu fortaleza y tu poder.
La recaída que enfrentas está mostrándote

algo
Tú tienes dos formas de caer y según la que escojas podrás levantarte más o
menos fácilmente.
Para entender estas formas en las que puedes llegar a caer quiero que
imagines la descripción que te narraré a continuación:
Imagina que estás en un entrenamiento físico, que una de las pruebas que
vas a realizar es subir por una pared inclinada con la ayuda de una soga.
Para llegar allá ya corriste suficiente, ya atravesaste otras barreras y con un
par de golpes, mucha suciedad y tantos gemidos de agotamiento, así como
gemidos de orgullo por lograrlo, te enfrentas ahora a una barrera más.
Una que ya conoces.
6
Es otra vez esa pared inclinada que tanto te desgastó antes y la frustración
de encontrarte con ella otra vez despierta más cansancio que si te hubieras
enfrentado a una prueba de esfuerzo diferente.
Tienes la pared, tienes la cuerda que te hizo sentir que tus manos
quemaban, y tienes todo ese lodo esparcido por el suelo. Ese lodo que te
hizo sentir humillada cuando caíste sobre él y del que luego te sentiste
orgullosa y que te acompañó por el resto de pruebas hasta volver a
aparecer.
Y ahora sabes que tienes que volver a cruzarlo.
Sabes que te va a doler, que vas a caer...
Esta situación te pone frente al momento exacto al que te encontrarás

siempre al vivir una recaída.
Estás ahí, parada frente a la barrera que ya conoces y tienes dos opciones.
La primera es quedarte ahí, ver ese lugar con todo el dolor que te causó,
sentir tus manos que tan solo al recordarlo vuelven a arder, limpiarte las
lágrimas.
Puedes sentir el lodo en tu rostro y sentirte avergonzada por estar llorando,

sentir tus piernas temblar y pensar que no podrás lograrlo una vez más.
E incluso mirarás a tu alrededor pensando en que no es justo que pongan

esta dichosa prueba una vez más, sientes que no es justo porque ya
probaste tu fuerza, ya demostraste que sí podías hacerlo y no es justo que
ahora que te sientes tan cansada, ahora que sentías que pronto iba a acabar
todo, vuelvas a enfrentarte a ella.
No es justo.
7
Si te quedas ahí puedes ver solo los problemas, el dolor, la frustración, la
rabia, la culpa y el miedo.
Te preparas con nerviosismo, respiras rápidamente y te lanzas hacia ella

cayendo rápidamente de cara al piso.
Y te quedas ahí.
Mirando tu cuerpo cansado y sucio, mirando el oscuro lodo que te rodea y

con la mente clavada en el inicio de aquella pared.
El borde final de la cuerda de ayuda está a la altura de tu cabeza pero no

quieres ni verla, sientes que no ayuda en nada con todo el cansancio que
sientes y no quieres más que dar un golpe a esa pared.
Pero no importa cuanto pensamiento le des a la situación tú sigues ahí.

Metida en el problema, agobiada por la frustración de tener que repetirlo y
avergonzada de siquiera haberlo intentado.
En este estado es lógico sentir que todo está mal, que nada ha valido la
pena, que nada tiene sentido y que eso definitivamente no es para ti.
Pero espera.
¿Qué hay si antes de renunciar y dejar de creer en ti ves la segunda opción

de lo que puedes hacer?
Esa pared inclinada sigue representando una dura barrera que viviste, la
quemazón en tus manos es real, el agotamiento se siente en cada parte de
tu cuerpo, pero estás ahí y en lugar de revivir todos los dolores y
dificultades que te causó escoges revivir la estrategia que te sirvió para
superarla.
8
La primera vez caíste 7 veces, golpeaste tus rodillas, tus brazos y tu cabeza
repetidas veces, desgastaste tus músculos y sabes que ahora no estás en la
condición para volver a repetir el mismo proceso.
¿Qué aprendiste entonces?
¿Qué funcionó y qué no funcionó?
Y es que cuando caes debes asegurarte de caer en una posición en la que te

pongas a ti misma en una dirección en la que veas lo que puedes hacer en
lugar de ver los motivos o el estado en el que te caíste.
Estás ahí parada frente a un camino que ya conoces y lo más importante

que debes saber y en lo que debes pensar es que ya sabes cómo superarlo.
Ya sabes que sí puedes hacerlo, sabes cómo evitar ciertos dolores y

esfuerzos innecesarios, sabes lo que no te conviene, lo que te desgasta, lo
que te hace pensar que no puedes lograrlo.
No lo niegues, cree en ti
Escúchate porque tú sabes la verdad, sin pretender, sin justificar, sin buscar
la culpa o la respuesta en otros.
Tú sabes que puedes levantarte.
Así que en esta segunda opción escoges concentrarte en lo que ganaste y en

lo que vas a ganar en lugar de ver todo aquello que perdiste y todo lo que te
costó.
Ganaste conocimiento de ti misma
9
Puedes hacerlo y ahora debes preguntarte cómo puedes hacerlo mejor.
Conoces tu cuerpo así que escucha lo que te está diciendo y úsalo a tu favor.
Conoces tus deseos y lo que quieres alcanzar así que mira todo lo que
puedes ganar.
El motivo por el que vas a tomar todas tus fuerzas y superar esta prueba no
es demostrarte a ti o a otros lo que eres capaz de hacer, ni tampoco
significará argumento para alimentar un obstinado ego.
Los motivos por los que quieres pasar esta prueba es por todo lo que
puedes ganar al lograrlo.
Y tú sabes que al atravesar esta pared podrás ver los distintos caminos que
hay preparados para ti y podrás seguir hacia adelante.
Mientras que si te quedas ahí, o incluso si decides regresar, te seguirás

enfrentando a esta pared, una y otra vez, y correrás el riesgo de
acostumbrarte a vivir detrás de ella, o finalmente te animarás a superarla.
Tú no quieres quedarte ahí y limitarte bajo la etiqueta de un supuesto

fracaso.
Así que tú escoges levantar tu mirada, respirar muy profundo, apretar tus
manos, sentir tu cuerpo y darte la señal de que puedes hacerlo.
Mirarás muy bien esa pared frente a ti y utilizarás estrategia para

atravesarla.
Ya sabes de qué forma responde mejor tu cuerpo.
Ya sabes que puedes hacerlo y sobretodo, sabes que esta barrera no es

capaz de detenerte, ya la superaste antes cuando no tenías ni el
conocimiento, ni la experiencia que tienes, y la vas a seguir superando
porque no le tendrás miedo.
10
Tomas fuerza, tomas respiración y das los primeros pasos en esa dirección.
Necesitas impulso que lo tomas de tu experiencia, necesitas visión que la

tomas de tus deseos y necesitas coordinación que lo tomas de confiar en ti.
3 pasos firmes y das el primer salto.
Escuchas el golpe de tu cuerpo contra la madera, tus brazos responden y te

aferras fuerte a la soga que está como herramienta para ayudarte. Sabes
cómo tienes que usarla y todo tu cuerpo sigue tus instrucciones, un paso a
la vez, tú ya sabes como levantarte.
Esta imagen de ti misma estando cansada, agobiada y sin ganas de más es

una metáfora de cualquier recaída en la que te puedas encontrar ahora o
que vayas a enfrentar en el futuro.
Y siempre tendrás las dos alternativas. Enfocarte en el dolor, en la

frustración, en la vergüenza o en cualquier otra emoción que exista en tu
corazón en el momento de la recaída.
O por el contrario, enfocarte en lo que sí conoces, en lo que sabes que

funciona, en lo que puedes hacer para salir adelante e intentarlo una y otra
vez.
No te digo que sea fácil, cada recuperación tiene su propio nivel de

complejidad y toma un determinado tiempo.
Pero lo que sí te puedo asegurar es que limitarte bajo la etiqueta de que no

puedes lograrlo por una recaída es mucho más difícil que intentarlo mil
veces más hasta lograrlo.
EJERCICIO
Para finalizar esta reflexión te comparto un ejercicio práctico de

consciencia que deseo que completes ahora y que lo tengas a la mano para
11
repetirlo cada vez que las emociones negativas te agobien, cada vez que los
pensamientos críticos alimenten tu miedo, e incluso, cada vez que necesites
una dosis extra de fortaleza.
Este ejercicio te tomará apenas unos minutos y yo deseo que los disfrutes.
Quiero empezar por pedirte que respires muy profundo. Inhala el aire en un
tiempo de 4 segundos y siente como tu vientre se llena de aire.
Mantén el aire otros 4 segundos y presta atención a la velocidad de los

latidos de tu corazón. Exhala el aire en otros 4 segundos y siente como tus
hombros se relajan.
Repite esta respiración una vez más contando mentalmente esos 4

segundos para recibir aire, 4 segundos para mantener el aire y 4 segundos
más soltar el aire.
Y cuando hayas completado esta respiración pausada 5 veces repite

mentalmente o en voz alta cada una de las oraciones que te comparto a
continuación.
“Yo veo todo lo que puedo ganar.
Ya no tengo miedo a lo que pueda perder porque yo sé que hay mucho

que puedo ganar.
Yo puedo caer porque estoy hecha para levantarme.
Yo puedo caer porque las caídas no me detienen abajo, sino que me

muestran que puedo confiar en mi.
Yo puedo seguir adelante, lo haré cada vez porque la enseñanza más

importante que he aprendido es que puedo levantarme.
Me doy permiso para estar en paz.

12
Me autorizo sentir, aprender y seguir.
Me doy permiso de sentir.
Me autorizo hacer pausa para tomar fuerza y me permito seguir porque

merezco lo mejor.
Yo puedo darme lo mejor.
Yo puedo seguirlo intentando.
Yo puedo estar en paz”
Vamos a repetirlo una vez más.
Realiza el ejercicio de respiración pausada 2 veces y cuando hayas

terminado vuelve a repetir mentalmente o en voz alta las siguientes
oraciones.
“Yo veo todo lo que puedo ganar.
Ya no tengo miedo a lo que pueda perder porque yo sé que hay mucho

que puedo ganar.
Yo puedo caer porque estoy hecha para levantarme.
Yo puedo caer porque las caídas no me detienen abajo, sino que me

muestran que puedo confiar en mi.
Yo puedo seguir adelante, lo haré cada vez porque la enseñanza más

importante que he aprendido es que puedo levantarme.
Me doy permiso para estar en paz.
Me autorizo sentir, aprender y seguir.
13
Me doy permiso de sentir.
Me autorizo hacer pausa para tomar fuerza y me permito seguir porque

merezco lo mejor.
Yo puedo darme lo mejor.
Yo puedo seguirlo intentando.
Yo puedo estar en paz
Sigue adelante, lo estás haciendo bien.”
Con este ejercicio te conectarás con tu esencia y le permitirás a tu cerebro

salir del círculo vicioso de pensamientos negativos y derrotistas y darte una
pausa.
Con la respiración activas a tu cuerpo pidiéndole un cambio y con la

repetición de las frases activas a tu mente pidiéndole un nuevo enfoque.
Juntos te ayudarán a tomar el punto de inicio que necesitas para atreverte a

volver a intentarlo.
Recuerda concentrarte en la estrategia, en lo que conoces, en lo que sabes

que funciona para ti.
Sigue adelante, lo estás haciendo bien.
Con mucho cariño
Mariela Sánchez
14
Sobre la autora
MARIELA SÁNCHEZ
Coach certificada especializada en Mindset y
Empoderamiento Femenino.
Fundadora y CEO de la Comunidad Mujeres
Empoderadas mujeresempoderadas.com
Si deseas saber más acerca de Mariela, puedes hacerlo visitando:
https://marielasanchezcoach.com

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Lo primero que debes entender es que ninguna recaída borra tu

Pasos para superar una recaída y volver a sentirte empoderada ....4

¿Qué emociones sientes debido a la recaída o fracaso en tu vida?5

La recaída que enfrentas está mostrándote algo .............................6

No lo niegues, cree en ti ...................................................................9

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La vida nos presenta siempre nuevas posibilidades y en muchas de las

Lo que sin lugar a duda si puede cambiar al reconocerte dueña de tu

Como lo dice Vivian Greene en su frase más famosa; “ la vida no se trata de

Esa es la habilidad que sí puedes desarrollar y eso es precisamente lo que

En esta guía encontrarás una clara descripción de las alternativas que

No es lo mismo recuperarse de una pérdida de empleo que recuperarse de

Pero a pesar de todas las diferencias que existen, tú siempre puedes

Quiero que sepas que no hay nada de malo en recaer, en equivocarte o en

Ningún error o recaída que puedas llegar a experimentar no te define de

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Las mujeres empoderadas sentimos y sentimos con verdadera consciencia.

Oh, y claro que sentimos rabia.

Rabia cuando esos pensamientos absurdos vuelven a nublar nuestra mente.

Y sentimos todo esto porque no vivimos de apariencias, no pretendemos

Y es que una mujer empoderada es una mujer que se siente satisfecha

Tú eres la dueña de tu vida en cada decisión, actitud y pensamiento que

Empecemos primero por sentir.

Sentir y dejarlo ir.

A continuación vamos a hacer un ligero ejercicio de liberación así que deseo

Te aseguro que al terminar de leer estas palabras tendrás la claridad

¿Qué emociones sientes debido a la recaída o

Es ira, culpa, miedo, humillación, pérdida de control, vergüenza, tristeza,

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Y permítete sentirlas y aceptarlas.

Está bien sentirte así.

Siente tu emoción, siente tu cuerpo frente a esta emoción, siente si se

Deja fluir esta emoción si quieres llorar, si quieres apretar tu boca, si

Permítete un instante para vivir esta emoción y no la niegues, no la

En la pausa, en la autorreflexión, en la comprensión y en el diálogo interno

La recaída que enfrentas está mostrándote

Una que ya conoces.

Y ahora sabes que tienes que volver a cruzarlo.

Sabes que te va a doler, que vas a caer...

Esta situación te pone frente al momento exacto al que te encontrarás

Puedes sentir el lodo en tu rostro y sentirte avergonzada por estar llorando,

E incluso mirarás a tu alrededor pensando en que no es justo que pongan

Te preparas con nerviosismo, respiras rápidamente y te lanzas hacia ella

Mirando tu cuerpo cansado y sucio, mirando el oscuro lodo que te rodea y

El borde final de la cuerda de ayuda está a la altura de tu cabeza pero no

Pero no importa cuanto pensamiento le des a la situación tú sigues ahí.

¿Qué hay si antes de renunciar y dejar de creer en ti ves la segunda opción

¿Qué aprendiste entonces?

¿Qué funcionó y qué no funcionó?

Y es que cuando caes debes asegurarte de caer en una posición en la que te

Estás ahí parada frente a un camino que ya conoces y lo más importante

Ya sabes que sí puedes hacerlo, sabes cómo evitar ciertos dolores y

Tú sabes que puedes levantarte.

Así que en esta segunda opción escoges concentrarte en lo que ganaste y en

Ganaste conocimiento de ti misma