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La Psicología Del Desarrollo - 2019
La Psicología Del Desarrollo - 2019
En Trabajo Social
Año 2.019
I-Introducción
Mirar dos fotografías, una tomada en la niñez en el colegio con los compañeros y otra
en un acontecimiento social cualquiera varios años después, puede generar que una
persona piense en cómo su cuerpo, su modo de pensar, de sentir y de hacer ya no es el
mismo de antes y plantearse cómo se llegó a ese momento de su vida, por qué se llegó
de tal o cuál manera, cómo influyeron los otros, sus propias decisiones, su historia, el
lugar donde nació, y qué pasará más adelante.
En términos muy generales, podría decirse, que ese interrogante constituye la base de
los planteos científicos acerca del desarrollo humano desde distintos campos del saber,
entre ellos, la Psicología y, en particular, la Psicología del Desarrollo.
Los teóricos de la Psicología del Desarrollo coinciden en sostener que ésta es la rama de la
psicología que se encarga de abordar las transformaciones psicológicas que se producen a lo
largo de la vida de los seres humanos, pero también lo que permanece con el paso del tiempo.
Esta rama de la Psicología no siempre fue denominada como “del desarrollo”, este nombre
surgió a partir de avances científicos y cambios socioculturales que posibilitaron superar las
limitaciones de la mirada del desarrollo humano, que desde finales del siglo XIX y hasta
mediados del siglo XX, sostuvo la tradicional Psicología Evolutiva. La Psicología del
Desarrollo es heredera del objeto de estudio de la Psicología Evolutiva pero lo aborda de una
manera mucho más extensa comprensiva y compleja.
Surgimiento y progreso: hasta finales del siglo XIX la Psicología solo se interesaba por la
vida psíquica madura del ser humano considerando a los niños como seres inacabados, de
acuerdo a este posicionamiento el psiquismo solo podía ser examinado y entendido
plenamente en sujetos adultos.
Para Ariel Bianchi (1973) las transformaciones sociales y políticas sumadas a las novedosas
concepciones biológicas del siglo XIX rompieron la rígida y estática mirada de la Psicología.
Los movimientos sociales de la edad contemporánea hicieron aún más visibles a niños y
adolescentes y los avances de la biología, a partir de las postulaciones de Charles Darwin,
contribuyeron al surgimiento de una perspectiva genética del desarrollo humano, centrándose
fundamentalmente en las etapas de la niñez y de la adolescencia.
Este mismo autor considera que la Psicología evolutiva de la niñez atravesó por varios
periodos en su conformación:
Entonces para Delval (1999) podría decirse que los fundadores de la Psicología Evolutiva
serían William Preyer y Stanley Hall, Robert Gaupp (1921) también considera a Preyer
rescatando el concepto de psicogenesis que éste emplea por primera vez en 1880. Ariel
Bianchi (1973) consideró que el que sentó las bases de la Psicología Evolutiva fue S. Hall
con la presentación del libro “El contenido de la mente infantil a su entrada en la escuela” y
en 1.904 con el primer tratado sobre adolescencia. En cambio para E. Mira y López (1979)
el verdadero fundador fue Felix Krueger, quien en 1.912 dijo que para hablar del método
psicoevolutivo no bastaba con describir el estado de una función determinada en diferentes
momentos del desarrollo, sino que se necesitaba, por parte del psicólogo, tener siempre en
cuenta la unidad de sentido que se manifiesta todo a lo largo del desarrollo psíquico.
Los modelos explicativos en Psicología Evolutiva tuvieron como sustento los supuestos
filosóficos acerca de la naturaleza humana de los siglos XVII y XVIII: el Empirismo y el
Innatismo El primero tuvo como principales exponentes a John Locke (Wrington 1.632 –
Essex 1.704) y David Hume (Edimburgo 1.711 – 1.776) y el segundo a Jean Jacques
Rousseau (Ginebra 1.712 – Ermenonville 1.778) e Immanuel Kant (Konigsberg 1.724 –
1.804).
Una de las preguntas que se formuló Locke fue sobre cuál era el origen del contenido mental
y su respuesta, inspirada en Aristóteles, fue que la mente, al nacer el humano, es una tabula
rasa, algo como un papel en blanco que es marcado por conocimientos a través de la
experiencia. Es por esta concepción que le otorgó a la educación una gran importancia; en
este sentido, desde su perspectiva, los potenciales innatos precisan del contacto social para
poder desarrollarse y lo hacen fundamentalmente a través del ejemplo y de la imitación.
Por su parte, Hume trató de introducir en las ciencias humanas el método experimental a
través de la observación directa de la vida. Entre sus teorizaciones se destaca la
preponderancia que otorga a las ideas, las cuales serían imágenes que las percepciones dejan
y que, por lo tanto, el pensamiento tendría su origen en los aportes provenientes de los
sentidos y de la experiencia, motorizado a su vez por la asociación de las ideas.
De las obras de Rousseau, “El Emilio o de la Educación” de 1762, es de especial interés ya
que su publicación marca un punto de no retorno en las consideraciones acerca de la niñez en
el discurso científico. Acerca de la infancia, Rousseau, propuso que ésta posee su propia
modalidad en lo que hace al pensar y al actuar y que, por lo tanto, no se puede pensar al niño
como un hombre pequeño. Para este filósofo y pedagogo la persona es una construcción
permanente, y que solo siguiendo tal construcción es posible saber y comprender la
condición humana. Asimismo reconoció que la niñez comprendía periodizaciones con
características propias, lo cual le permitió plantear la necesidad de una educación
diferenciada por edades.
Estas dos vertientes filosóficas mencionadas con anterioridad dieron lugar al surgimiento,
dentro del campo de la Psicología Evolutiva, a dos paradigmas o modelos con los que se
comenzó a abordar al desarrollo humano: Mecanicista y Organicista, siendo este último el
que más producción y adeptos tuvo hasta avanzado el siglo XX.
Esta consideración del proceso de desarrollo puede observarse en la mayoría de los manuales
de Psicología Evolutiva de la época cuyas aportaciones solo se referían a los periodos de la
niñez y de la adolescencia, en este sentido Reimplein (1966, p.13) postulaba: “… la vida
psíquica de cada hombre se desarrolla desde el nacimiento hasta su plena madurez. (…) la
niñez y la juventud se imponen, incluso a la consideración del profano, como la época de
desarrollo en la vida del hombre”.
Críticas a la Psicología Evolutiva: a partir de la segunda mitad del siglo pasado comenzaron
a surgir teorías que propusieron una manera renovada de estudiar al desarrollo humano, a la
vez que denunciaron las limitaciones de los paradigmas tradicionales iniciando la crisis de
éstos y de la Psicología Evolutiva.
Paul Baltes, propulsor de la Teoría del Life Span o del Ciclo Vital, apunta su crítica a las
características del desarrollo que promovían el Organicismo y el Mecanicismo: la
secuencialidad, la universalidad, la unidireccionalidad, el cambio cualitativo-estructural y la
irreversibilidad de los cambios (García Madruga 1989 en Yuni 2005)
En 1922 Stanley Hall publicó su obra “Senectud: la segunda mitad de la vida” en la que hizo
referencia al envejecimiento, pero estos estudios no tuvieron mucha relevancia debido a la
escasa calidad científica y a que no tuvo discípulos que continuaran su tarea.
Erik Erikson (1902-1994) durante la década de 1950 establecía que el desarrollo funciona a
partir de un principio epigenético, remarcando la importancia e incidencia de factores
psicosociales y socioculturales en el desarrollo del yo. Postuló que el desarrollo de la
identidad se produce a partir de una secuencia de etapas diferenciadas entre sí, en las
que existen períodos de transición que llamó crisis evolutivas y estableció la existencia
ocho crisis psicosociales o etapas del desarrollo de la identidad hacia la síntesis yoica,
desde la niñez hasta la vejez. Esta postura puede verse en libros tales como “Las ocho
edades de la vida” y “El ciclo vital completado”.
Charlotte Buhler (1893 – 1974): entre 1923 y 1938 sus investigaciones se centraron en
el desarrollo psicológico entre la infancia y la adolescencia, pero en 1933 publica su
trabajo "El curso de la vida humana como problema psicológico”, el cual fue el primer
estudio en la lengua alemana en incluir la vejez como edad psicológica. En esta obra la
autora establece que el desarrollo consiste en una serie de etapas y que cada una de ellas
presenta metas vitales propias y que estas metas están estrechamente vinculadas con los
valores sociales.
Características principales: esta disciplina realiza un estudio sobre aquello que cambia y
aquello que permanece en los sujetos a lo largo del tiempo y para ello va a requerir de los
aportes de diversos saberes científicos tales como la biología, la antropología, la sociología,
la etnografía (Kail y Cavanaugh 2011), asimismo va a recurrir a diversas teorías dentro del
campo de la Psicología. La necesidad de este enfoque global al que apela la Psicología del
desarrollo da cuenta de la complejidad de su objeto de estudio.
El abordaje del desarrollo psicológico en los seres humanos implica la ejecución de tares que
conllevan a determinados logros en esta rama: la descripción, el análisis y la explicación de
los fenómenos que darán las herramientas necesarias para el logro de la prevención y de la
optimización en lo que se refiere al desarrollo psicológico.
La Psicología del Desarrollo estudia los cambios, en este sentido Lerner (2.002) sostiene que
los investigadores, aunque de diferentes perspectivas, están de acuerdo en que:
● Los cambios se dan de forma ordenada y sistemática
● Son de naturaleza sucesiva en tantos que los cambios en un tiempo determinado están
influenciados por otras transformaciones producidas con anterioridad.
Estos cambios pueden ser fundamentalmente de dos tipos: cuantitativos y cualitativos. Los
primeros dan como incremento o decremento de forma progresiva, promueven un aumento
de complejidad de carácter acumulativo, los segundos, tienen que ver con cambios
organizacionales o morfológicos y se producen de forma global y discontinua.
Para poder explicar el desarrollo humano los científicos, según Kail y Cavanaugh (2011)
tienen en cuenta ciertos factores interactivos:
“Mientras que el primero de estos factores introduce una cierta homogeneidad entre todos
aquellos seres humanos que se encuentran en una determinada etapa (por ejemplo los
adolescentes), y el segundo introduce una cierta homogeneidad entre quienes tienen en
común vivir en una misma cultura, en el mismo momento histórico y dentro de un
determinado grupo social […] el tercero de los factores introduce elementos idiosincrásicos
que hacen que el desarrollo psicológico, a pesar de presentar semejanzas de unas personas a
otras, sea un fenómeno irrepetible que no ocurre de la misma manera en dos sujetos
distintos”. (Palacios 1990, p.15).
De acuerdo a Yuni y Urbano (2005) se abandonó el análisis de los estadios evolutivos como
unidades separadas y se amplió el interés a todo el curso de la vida, enfatizando los factores
culturales y sociales e históricos en las características psicológicas de los sujetos y en las
transformaciones que ocurren.
Otro adelanto importante fue la creación de nuevos métodos mucho más apropiados para la
investigación del desarrollo como el método longitudinal, el cual posibilita la observación y
el análisis de sujetos por períodos prolongados de tiempo. Así también se modoficó la visioón
acerca de los sujetos, comenzando a considerarlos como seres complejos. Activos, proactivos
con capacidad para interpretar y regular sus propias transformaciones (Urbano y Yuni, 2005).
Así mismo empezó a considerarse la importancia para el desarrollo de las incidencias del
contexto social, cultural e histórico y el consecuente reconocimiento de la diversidad cultural.
Se produjo una mirada más abarcativa y comprensiva del desarrollo al igual que la
renovación de criterios para el estudio de sus transformaciones a lo largo de toda la vida de
los seres humanos. La Psicología del Desarrollo entonces, a diferencia de la Psicología
Evolutiva, aborda toda la vida de los sujetos y considera que los cambios que se producen en
éstos están estrechamente vinculados con los contextos.
Para este meta-modelo, de acuerdo con Lerner (2002), todos los niveles de análisis son
susceptibles de cambios permanentes, los mismos no se consideran como excepciones que
requieren ser explicadas sino como inherentes al desarrollo. Además sostiene que cada nivel
de análisis está integrado con otros y que, por ende, las transformaciones en un nivel tienen
que ver con las producidas en otro, todo cambio debe ser entendido en el contexto de otros
cambios de los que forma parte.
Considera al desarrollo como un proceso continuo que ocurre en varios niveles, por medio de
un movimiento dialéctico y constante de tesis, antítesis y síntesis, los cambios cualitativos se
consideran tan importantes como los cuantitativos y es posible que la acumulación de
modificaciones cuantitativas pueda promover cambios cualitativos. A diferencia del
organicismo el contextualismo reconoce en el desarrollo la plasticidad del cambio, desde esta
postura el desarrollo no posee metas a priori, deterministas, sino que tiene un carácter
probabilístico (Lerner, 2.002), éste puede tener múltiples direcciones, con aspectos
universales y particulares, dentro de una cultura y de una época determinada.
La metáfora que emplea este paradigma es la del acontecimiento histórico que en su seno
acoge al conflicto, a la contradicción. Concibe a los sujetos como todos organizados
cambiantes y plásticos a lo largo de toda la trayectoria vital, con un posicionamiento activo
en su proceso de desarrollo.
Dentro del paradigma contextual dialecto se inscriben teorías tales como: la Teoría Socio-
Cultural de Vygotski, la Psicología del Life Span de Baltes, el Enfoque Ecológico de
Bronfenbrenner, la Teoría del Curso de la Vida de Elder, la Teoria de la Acción de
Brandstadter A partir de ahora se hará referencia a algunas de ellas, no porque las otras
carezcan de relevancia sino por razones de extensión, pero por sobre todo porque el recorte se
realizará teniendo en cuenta a aquellas teorizaciones, que con sus aportes, dieron lugar a una
nueva oerspectiva en el entendimiento del desarrollo humano llamada del Curso Vital.
● La Psicología del Life Span: nació entre finales de la década del 60 y comienzos de
la del 70, del siglo pasado teniendo como principal exponente a Paul Baltes, quien va
a realizar las críticas a los paradigmas tradicionales que fueron expuestas
anteriormente.
Esta teoría hunde sus raíces en los estudios realizados por Vygotsky, Piaget, Wallon
pero principalmente en la Psicología de los ciclos de la vida de Erik Erikson y los
estudios longitudinales de Shaie sobre el desarrollo cognitivo (Lalive d’Epinay 2011
en Yuni 2011).
Baltes en realidad comenzó buscando nuevas estrategias metodológicas para abordar
a los cambios que se dan a lo largo de la vida. Esta tarea lo llevó a replantear
conceptos fundamentales como el de desarrollo y armar una teoría al respecto,
posteriormente sus+ esfuerzo se dirigiò al estudio de los cambios que se dan en el
envejecimiento.
La Psicología del Life Span considera que el desarrollo del ser humano es de carácter
complejo y que no puede ser entendido desde una sola mirada. Asimismo esta
perspectiva, de acuerdo con Kail y Cavanaugh (2011), le confiere cuatro
características fundamentales:
1) Multidireccionalidad: el desarrollo supone la existencia, tanto de incremento
como de declive, es decir, que mientras que en algunas áreas se avanza, otras
declinan en su funcionamiento.
2) Causalidad múltiple: el desarrollo se configura a partir de la interacción de
factores biológicos, psicológicos y socio-culturales.
3) Plasticidad: es la capacidad que tienen los sujetos para adaptarse a las
exigencias que plantea el medio cuando sus recursos propios no son
suficientes
4) Contexto histórico: el desarrollo se lleva a cabo en un contexto determinado,
cada sujeto se ha desarrollado en el marco de un conjunto de circunstancias
dadas por el momento histórico y la cultura en los que nacieron y crecieron.
Este modelo propone la idea de que el desarrollo bascula entre ganancias y
pérdidas y que una adaptación exitosa consiste en la posibilidad de maximizar
ganancias y disminuir pérdidas por medio de ciertas estrategias. (Lalive d’Epinay
et all, 2011).
Las estrategias que favorecen a la adaptación son: selección, optimización y
compensación. El primero consiste en la elección de metas y tareas, esta selección
puede ser electiva o proactiva (cuando el sujeto disminuye su nivel de
participación a ciertos dominios a partir de determinadas demandas o tareas) o
basada en pérdidas, reactiva, (cuando la disminución de la participación del sujeto
se debe a la pérdida de recursos físicos, psicológicos o ambientales). La
optimización implica minimizar pérdidas y maximizar ganancias ajustando los
recursos personales y las metas previstas. La compensación se despliega cuando
los recursos personales se encuentran reducidos, consiste en la búsqueda de
alternativas para poder alcanzar las metas. (Kail y Cavanaugh, 2011).
● La Teoría del Curso de la Vida: esta propuesta surge como una de las respuestas a un
interés científico de las ciencias sociales: la relación entre sujeto y sociedad, siendo
receptora de aportes diversos provenientes de otros campos de conocimiento como la
Psicología, la Sociología, la Historia y la Demografía.
Se considera como precursores los trabajos del sociólogo L. Cain sobre el curso de la
vida y la estructura social de 1964, del demógrafo N. Ryder con su trabajo “La
cohorte como un concepto en el estudio del cambio social” de 1965 una década después
esta perspectiva comienza a tomar forma con las contribuciones del sociólogo Glen
Elder cuyo libro considerado un hito en la perspectiva del curso vital es “Los niños de
la gran depresión” de 1974 (Blanco 2011), (Lalive d’Epiney 2011) posteriormente la
historiadora Tamara Hareven toma contacto con la obra de Elder y postula, en sus
estudios acerca de la familia, la importancia de la dimensión histórica en la vida de las
personas (Blanco 2011)
El objetivo de este enfoque lo enuncian Kail y Cavanaugh (2011, p.19) diciendo:
“[…] describe cómo las diferentes generaciones experimentan los factores biológicos,
psicológicos y socioculturales del desarrollo en sus respectivos contextos históricos.
En particular, permite a los investigadores examinar los efectos de su momento
histórico sobre la forma en que las personas crean su vida”.
G. Elder, con sus aportes, intentó apartarse de las ideas sobre el desarrollo de corte
maduracionista, basadas en el crecimiento y en el estudio solo de la niñez y de la
adolescencia, construyendo un modelo que permita acceder a todo el curso de la vida
de los seres humanos. Asimismo se propuso entender cómo las trayectorias vitales se
organizan y transforman a los largo del tiempo y se vinculan con el contexto social,
cultural e histórico.
A este respecto Lalive d’Epinay (2011 en Yuni Comp. P.115)) comenta: “Los
psicólogos del Life Span se interesan generalmente en el desarrollo individual al
interior de un curso de la vida estándar. Los efectos producidos por los cambios
sociales e históricos son habitualmente conceptualizados como variaciones, mediadas
en relación a ese desarrollo estándar. Esto llevó a algunos sociólogos a considerar que
la Psicología del Life Span deja de lado la imbricación de los procesos individuales
dentro de su contexto socio-histórico”.
En los trabajos de Glenn Elder predomina un enfoque global que incluye distintoa
ámbitos del desarrollo y el contexto socio cultural e histórico lo cual se va a sintetizar
en una serie de conceptos y principios básicos
De acuerdo a Blanco (2011), los conceptos y principios básicos son:
● El concepto de trayectoria: las trayectorias son los caminos, carreras o líneas
de vida cuyas direcciones, proporciones y grados no son predeterminadas y
fijas sino que pueden variar y abarcan una diversidad de áreas,
interdependientes entre ellas, como el trabajo, la familia, los estudios. La
trayectoria puede ser definida por el proceso de envejecimiento o la dinámica a lo
largo de la estructura de edad Estas secuencias de estados psicológicos y
psicosociales se vinculan con el orden social y los procesos históricos.
● El concepto de transición: son todos aquellos cambios que ocurren en las
trayectorias que son lo suficientemente importantes como para provocar un
giro en las mismas, las transiciones no están predeterminadas [aunque algunas
de ellas son más probables de que ocurran como efecto de las expectativas de
edad de cada contexto] y pueden ocurrir en simultaneo con otras. Estos giros
en las trayectorias generan la asunción de nuevos roles y, en muchas
ocasiones, nuevas facetas en la identidad social.
● El concepto de turning point [cambio radical, punto de cambio]: son los giro,
positivos o negativos, que implican cambios cualitativos y que provocan una
discontinuidad en una o más trayectorias y que no admiten predictibilidad, no
pueden preverse y solo pueden ser analizados retrospectivamente.
● El principio del desarrollo a lo largo del tiempo: al ser el desarrollo un
proceso que abarca toda la vida, se hace imprescindible investigarlo a partir
de una perspectiva a largo plazo, al abordarlo de esta manera se incrementa el
potencial de la interdependencia entre el desarrollo de las personas y el
cambio social, asimismo se asume que en la vida de las personas los sucesos
previos ejercen influencia la posterior experiencia y trayectoria.
● El principio de tiempo y lugar: se refiere a que las vidas humanas [las
cohortes y las generaciones] están estrechamente vinculadas a determinados
lugares y a determinados tiempos históricos, los cursos vitales de los sujetos
están incrustados y son modelados por el lugar y el tiempo histórico. Los
sujetos que pertenecen a alguna determinada cohorte comparten ciertas
características pero no de una manera totalmente homogénea ya que inciden
factores tales como género, clase social, zona geográfica, etnia, religión e
incidencias biográficas.
● El principio del timing: se refiere al momento del curso vital donde ocurre una
transición, en el sentido de que si ésta se produce en el momento esperado,
tarde o pronto de acuerdo a la expectativa social. Por lo tanto un suceso puede
repercutir de maneras diferentes de acuerdo a la edad y a las circunstancias en
las que se produzca y tener consecuencias a largo plazo, no tan solo en las
propias trayectorias sino también en las trayectorias de otras personas.
● El principio de las vidas interconectadas: las vidas de las personas no tan solo
están situadas histórica y socialmente sino también con las de otras personas
en una red de vinculaciones en la cual se expresan esas influencias históricas.
Las transiciones de un sujeto, frecuentemente, promueven transiciones en las
vidas de las otros sujetos.
● El principio del libre albedrío: este principio marca la conexión entre lo
individual y lo estructural, de acuerdo a este principio los sujetos son agentes
activos que eligen o rechazan entre diversas alternativas de vida, construyendo
su propio curso vital. Este aspecto electivo de las personas tiene lugar dentro
de una estructura de posibilidades, pero que también implica limitaciones, que
se dan en función del contexto social e histórico.
Para Brandstadter (2007) las acciones son conductas que pueden ser explicadas y
presupuestas a partir de estados intencionales, que los sujetos seleccionan a partir de
un cierto número de alternativas, que se encuentran parcialmente bajo su control, que
se encuentran configuradas y limitadas por las normas sociales y las representaciones
que éstos poseen acerca de esas limitaciones ambientales y que poseen como finalidad
la modificación de situaciones a partir de representaciones de futuro.
Otro momento importante en la evolución del self será a partir de la intervención del
lenguaje, a partir de él se irán creando significados culturales dando lugar a la
construcción de un sistema de significaciones acerca de sí mismo, de cómo los sujetos
suponen que son vistos por los demás y de cómo se perciben a sí mismos; desde este
autoconcepto irán surgiendo las acciones intencionales con la finalidad de preservarlo,
protegerlo o mejorarlo.
Este self es también un self autorregulador del desarrollo en el sentido que emplea
determinadas funciones para organizar las trayectorias, estas funciones son la auto-
observación, la autoevaluación y la autocorrección. Por lo anteriormente expuesto es
que se considera a la Teoría de la acción de Brandstadter como una teoría del self, de
las acciones y de sus incidencias en el proceso de desarrollo.
Definición: Lalive d’Epiney (2011) considera al Curso Vital como un paradigma, Yuni y
Urbano (2005, p.24) consideran que “El enfoque del curso vital no es, pues, una teoría en sí
misma. Es un conjunto de premisas surgidas de la investigación científica que orienta la
descripción, la interpretación y el análisis de los procesos de desarrollo evolutivo a lo largo
de todo el curso vital”, aunque en 2011 J. Yuni lo menciona como paradigma y da sus
consideraciones al respecto, pero aún los autores en Psicología del Desarrollo no muestran un
acuerdo en que si puede o no ser considerado como tal.
Surgimiento: Este enfoque nace a partir de los aportes provenientes de la demografía con
trabajos como los Ryder, de la sociología, principalmente de la mano de Elder con su Teoría
del Curso Vital y de la Psicología del Life Span.
Características: las cualidades que este enfoque adjudica al desarrollo psicológico de los
sujetos van a ser:
Esta propuesta tiene como finalidad principal evitar las tradicionales concepciones que aún
persisten acerca del desarrollo y las consecuencias que ello acarrea en los ámbitos científicos
y de la vida cotidiana.
Para la Real Academia Española, la palabra desarrollo significa, de acuerdo a sus dos
primeras acepciones: 1) extender lo que está arrollado, deshacer un rollo y 2) acrecentar, dar
incremento a algo de orden físico, intelectual o moral. Estas acepciones dan cuenta de la
persistencia de consideraciones acerca del desarrollo que tenía el paradigma organicista.
Teniendo en cuenta la primera de ellas puede decirse que: considerar al desarrollo como
“despliegue” de aquello que está “plegado” o “arrollado” hace pensar en la existencia de una
base prefijada de carácter biológico, que con ayuda del ambiente, seguiría un camino con
metas a priori, idea de irreversibilidad del proceso de desarrollo que las teorías de
contextualistas se encargaron de echar por tierra.
La segunda acepción que propone la Real Academia Española reproduce un aspecto desde el
cual el organicismo enfocaba al desarrollo humano: como una progresión de cambios que
implican mejoramiento, ganancia o éxito lo cual genera una visión distorsionada del
desarrollo, ya que como lo demostró Baltes el desarrollo humano bascula entre ganancias y
pérdidas.
Considerar al cambio solo como mejora provocó efectos negativos en lo que se refiere a la
consideración de los primeros momentos de la vida del ser humano, si el punto culminante
del desarrollo se producía hacia finales de la adolescencia implicaba que los periodos
precedentes carecían de completitud o madurez, siendo que éstos tienen funciones en sí
mismos, la mayoría de tipo adaptativas, como por ejemplo el umbral de tolerancia que
menciona Spitz (1972) el cual se presenta en los bebés durante la etapa sin objeto de la
evolución de la libido, que implica poca capacidad perceptiva pero con la finalidad de evitar
la sobrecarga del sistema nervioso.
Para la Psicología del desarrollo contempla a la niñez como algo más que un periodo
caracterizado por la inmadurez, no es solo una etapa cuyas características serían precursoras
inmaduras de las características de la etapa adultas sino formas distintas e importantes en el
proceso evolutivo. (Lefrancois 2006).
Desde esta perspectiva reemplazar el término desarrollo por curso vital permite una visión
menos regularizada y standardizada . El concepto “curso” permite dar cuenta de la
variabilidad y el dinamismo del desarrollo humano, ya posee una connotación de recorrido,
continuidad, apertura, indeterminación, (Yuni, 2011), puesto que se apela a la metáfora del
curso de un rio.
La Psicología del Desarrollo desde la perspectiva del curso vital se aboca al estudio del
desarrollo psicológico, teniendo como marco de orientación, tanto teórica como
empíricamente, al emergente enfoque del curso de la vida permite considerar al desarrollo
desde las características presentadas en a lo largo del trabajo y en particular en el apartado
anterior.
En este sentido este enfoque también se entiende como “ el estudio interdisciplinario del
desarrollo de la vida humana [ontogénesis humana] mediante el establecimiento de puentes
conceptuales entre [a] los procesos de desarrollo biológicos y psicológicos; [b] el curso de la
vida como institución social, desde el doble punto de vista: el de las regulaciones sociales y
culturales de la cual es objeto y de su construcción por los individuos en función de sus
recursos y el de sus perspectivas biográficas; [c] el contexto socio-histórico y los cambios
que éste experimenta”. (Lalive d’Epinay 2011, p.20), definición con la que se completa la
aportada por los autores Yuni y Urbano (2005).
Bibliografia
❖ Kail R. y Cavanaugh J. (2011). Desarrollo humano. Una perspectiva del ciclo vital. Editorial
Cenage Learning. México.
❖ Lalive d’Epinay C. et all. (2011). El curso de la vida: emergencia de un paradigma
interdisciplkinario. En : Yuni J. Comp. (2011). La vejez en el curso de la vida. Editorial Brujas.
Cordoba.
❖ Lefrancois G. (2006). El ciclo de la vida. Editorial Thomson. México.
❖ Lerner R. (2002). Conceptos y teorías del desarrollo humano. Editorial Mahwah: Laurence
Erlbaum. 3° edición.
❖ Mira y Lopez E. (1979). Psicología evolutiva del niño y del adolescente. Editorial Ateneo.
Buenos Aires.
❖ Palacios J. y otros. (1990). Desarrollo psicológico y educación. Editorial Alianza. Madrid.
❖ Papalia D. et all. (2009). Psicología del desarrollo. Editorial Mc Graw - Hill /Interamericana.
México.
❖ Remplein H. (1966). Tratado de Psicología Evolutiva. Editorial Labor. Barcelona.
❖ Urbano C. y Yuni J. (2005). Psicología del Desarrollo. Enfoques y perspectivas del curso vital.
Editorial Brujas. Cordoba. Argentina.
❖ Yuni J. Comp. (2011). La vejez en el curso de la vida. Editorial Brujas. Cordoba. Argentina.