Está en la página 1de 19

Facultad de Filosofía y Letras – Lic.

En Trabajo Social

Trabajo social. Psicología Evolutiva y Profunda

Año 2.019

La Psicología del Desarrollo

Prof. Carlos Daniel Medina

I-Introducción

Mirar dos fotografías, una tomada en la niñez en el colegio con los compañeros y otra
en un acontecimiento social cualquiera varios años después, puede generar que una
persona piense en cómo su cuerpo, su modo de pensar, de sentir y de hacer ya no es el
mismo de antes y plantearse cómo se llegó a ese momento de su vida, por qué se llegó
de tal o cuál manera, cómo influyeron los otros, sus propias decisiones, su historia, el
lugar donde nació, y qué pasará más adelante.

En términos muy generales, podría decirse, que ese interrogante constituye la base de
los planteos científicos acerca del desarrollo humano desde distintos campos del saber,
entre ellos, la Psicología y, en particular, la Psicología del Desarrollo.

Los teóricos de la Psicología del Desarrollo coinciden en sostener que ésta es la rama de la
psicología que se encarga de abordar las transformaciones psicológicas que se producen a lo
largo de la vida de los seres humanos, pero también lo que permanece con el paso del tiempo.

Esta rama de la Psicología no siempre fue denominada como “del desarrollo”, este nombre
surgió a partir de avances científicos y cambios socioculturales que posibilitaron superar las
limitaciones de la mirada del desarrollo humano, que desde finales del siglo XIX y hasta
mediados del siglo XX, sostuvo la tradicional Psicología Evolutiva. La Psicología del
Desarrollo es heredera del objeto de estudio de la Psicología Evolutiva pero lo aborda de una
manera mucho más extensa comprensiva y compleja.

II- La Psicología Evolutiva

Surgimiento y progreso: hasta finales del siglo XIX la Psicología solo se interesaba por la
vida psíquica madura del ser humano considerando a los niños como seres inacabados, de
acuerdo a este posicionamiento el psiquismo solo podía ser examinado y entendido
plenamente en sujetos adultos.
Para Ariel Bianchi (1973) las transformaciones sociales y políticas sumadas a las novedosas
concepciones biológicas del siglo XIX rompieron la rígida y estática mirada de la Psicología.
Los movimientos sociales de la edad contemporánea hicieron aún más visibles a niños y
adolescentes y los avances de la biología, a partir de las postulaciones de Charles Darwin,
contribuyeron al surgimiento de una perspectiva genética del desarrollo humano, centrándose
fundamentalmente en las etapas de la niñez y de la adolescencia.

Los estudios e investigaciones acerca de la niñez surgieron a partir de preocupaciones


prácticas de diversa índole: pedagógicas ya que giraban en torno a la educación en los niños,
otras por intereses médicos sobre el funcionamiento del cuerpo y el cuidado de la salud y por
último por preocupaciones filosóficas y científicas que intentaron encontrar respuestas acerca
del origen del conocimiento o de las emociones (Delval 1999).

Este mismo autor considera que la Psicología evolutiva de la niñez atravesó por varios
periodos en su conformación:

1) Período de las observaciones esporádicas (desde la antigüedad hasta finales del


siglo XVIII): ya desde la antigua Grecia comenzaron a aparecer observaciones
incidentales y dispersas sobre el desarrollo infantil referidas fundamentalmente a
cuestiones educativas como las de Aristóteles para la formación de hombres libres, las
de Juan Luis Vives, durante el siglo XVI, quien se interesó en adaptar la enseñanza al
desarrollo de los niños. En el Siglo XVII Comenius sostuvo que la educación debía
adaptarse a la edad , en la misma época Locke manifiesta su idea de que el hombre, al
nacer, es una tábula rasa en la que la experiencia va dejando marcas, sobre todo la
educación.
El más influyente fue Jean Jacques Rousseau quien, en el siglo XVIII, sintetizó en “El Emilio
o de la educación” las ideas de sus predecesores siendo este libro uno de los
fundamentos de un movimiento de interés por la etapa de la infancia.
2) Aparición de las primeras observaciones sistemáticas (de 1787 a 1882): se considera
un hito de gran importancia en el surgimiento de la Psicología evolutiva el trabajo de
Dietrich Tiedemann, en 1787, el cual consistió en una rigurosa observación sobre el
desarrollo de su hijo durante sus dos primeros años en lo referente a las percepciones,
reflejos, relaciones sociales y el lenguaje. El valor de esta obra radicó en lo correctas
de la mayoría de las interpretaciones y que éstas no se centraban en los adultos.
En 1859 Charles Darwin publica “El origen de las especies” donde explica cómo las especies
se modifican, esta obra tuvo una enorme influencia en la biología y en las ciencias
humanas, pero tal incidencia en los estudios de la infancia recién se harán sentir entre
1870 y 1880 con el surgimiento de trabajos basados en su perspectiva, como el del
filósofo francés Hippolite Taine acerca de la adquisición del lenguaje. Posteriormente
el mismo Darwin, en 1877, publica una biografía a partir de observaciones sobre su
hijo que había llevado a cabo cuarenta años atrás y en 1878 Bernard Pérez publica
“Los tres primeros años del niño” al que se considera como el primer libro completo,
aunque con muchos defectos, sobre psicología infantil.
3) La constitución de la psicología del niño como una disciplina independiente (1882 –
1895): en 1882 el fisiólogo William Prever publica el libro “El alma del niño”. Esta
obra se considera el primer estudio científico acerca del desarrollo en la niñez y el
inicio real de la psicología infantil y evolutiva, empleó métodos de observación
sistemática y de experimentación sobre distintas áreas en el desarrollo de su hijo
durante tres años.
En 1883 Stanley Hall presenta su trabajo “Los contenidos de las mentes infantiles” en el cual
intenta continuar y resolver ciertas falencias que tenía un trabajo previo, del mismo
tema, realizado en 1870 por la Sociedad Pedagógica de Berlín sobre los
conocimientos de los niños al entrar a la escuela. Hall realizó su investigación con
200 niños en Boston empleando cuestionarios, en el mencionado trabajo indicó, entre
otras cuestiones, que al interrogar a los niños había que diferenciar entre
conocimiento verbal y conocimiento práctico, que un niño puede conocer el nombre
de algo sin saber nada de ello o viceversa.
4) La consolidación de la disciplina y comienzos de una Psicología Evolutiva (1895 –
final de la primera guerra mundial): hasta ese momento habían proliferado trabajos
sobre el desarrollo en general pero mayoritariamente descriptivos y carentes de
teorización. Es en 1895 que se publica el libro “El desarrollo mental en el niño y en la
raza” y en 1897 “Interpretaciones sociales y éticas del desarrollo mental” ambos de
Mark Baldwin, ambas obras fueron importantes pilares de la Psicología Evolutiva.
Apoyándose en la perspectiva Darwinista planteó la cuestión de cómo el organismo logra
nuevos comportamientos y se adapta a su entorno y avanzó acerca de los procesos
evolutivos y la constitución del psiquismo adulto rebasando el estudio del niño.
En este periodo se publican las obras de Sigmund Freud. El Psicoanálisis va a ejercer gran
influencia en la Psicología Evolutiva, si bien Freud no trabajó con niños pudo
discernir, a partir de la reconstrucción de sujetos adultos, la importancia de las
experiencias infantiles en el desarrollo ulterior.
A nivel social, a finales del siglo XIX, los países más desarrollados extendieron la
obligatoriedad escolar y se preocuparon por una renovación educativa, a este
movimiento adhirieron personalidades como Claparede, Decroly y Montessori
Como tercera influencia en la constitución de la Psicología Infantil está la introducción de los
test mentales. Alfred Binet publicó, en 1905, el Test de Inteligencia y realizó una
revisión del mismo en 1908, la intención de Binet fue la de crear un instrumento que
permita dar cuenta del nivel de cada sujeto para que pudiera continuar exitosamente el
proceso de enseñanza – aprendizaje.
En los inicios del Siglo XX se produjeron grandes cambios en la Psicología. En 1913 John
Watson publicó un trabajo que sería el fundamento de la Psicología de la Conducta, el
interés de Watson se relacionó con la educación y estaba convencido que el
Conductismo sería una teoría que ayudaría al logro de un mundo mejor; creó un
laboratorio donde estudió las conductas y las emociones, en el cual llevó a cabo su
reconocida investigación con el pequeño Albert. Casi al mismo tiempo, en Alemania,
surge la Psicología de la Gestalt de la mano de Wertheimer, Koffka y Kohler, este
último realizó aportaciones importantes sobre la psicología del niño.
5) El desarrollo sistemático: la pugna entre acumulación de datos y teorías (Final de la
primera guerra mundial hasta los años 50): en esta época se produjo el desarrollo de
dos posturas antagónicas, por un lado la que proponía la necesidad de estudios
descriptivos más cuidadosos sin esclarecimiento de posiciones teóricas y por otro
aquella que pretendía establecer una teoría del desarrollo psíquico basada en la
combinación entre teoría y datos.
Entre los representantes de primera posición se encentraba Arnold Gesell, creador de los
inventarios del desarrollo a partir de una postura maduracionista. En relación con la
segunda estaban los trabajos de Henry Wallon, Jean Piaget, Lev Vygotsky, entre otros
6) La convergencia entre la Psicología Evolutiva y la Psicología Experimental (desde
mediados del siglo XX): la Psicología Evolutiva trata de comprender los grandes
procesos del desarrollo humano y van a ejercer gran influencia la teoría de Piaget y de
la Psicología Cognitiva

Entonces para Delval (1999) podría decirse que los fundadores de la Psicología Evolutiva
serían William Preyer y Stanley Hall, Robert Gaupp (1921) también considera a Preyer
rescatando el concepto de psicogenesis que éste emplea por primera vez en 1880. Ariel
Bianchi (1973) consideró que el que sentó las bases de la Psicología Evolutiva fue S. Hall
con la presentación del libro “El contenido de la mente infantil a su entrada en la escuela” y
en 1.904 con el primer tratado sobre adolescencia. En cambio para E. Mira y López (1979)
el verdadero fundador fue Felix Krueger, quien en 1.912 dijo que para hablar del método
psicoevolutivo no bastaba con describir el estado de una función determinada en diferentes
momentos del desarrollo, sino que se necesitaba, por parte del psicólogo, tener siempre en
cuenta la unidad de sentido que se manifiesta todo a lo largo del desarrollo psíquico.

Los paradigmas tradicionales en Psicología Evolutiva: Los paradigmas, en términos de


Khun (1962), son modelos generales de explicación acerca de la naturaleza del objeto de
conocimiento a partir de supuestos filosóficos, en el caso de la Psicología serían modelos
explicativos sobre la naturaleza del hombre y del mundo irreconciliable entre sí

Los modelos explicativos en Psicología Evolutiva tuvieron como sustento los supuestos
filosóficos acerca de la naturaleza humana de los siglos XVII y XVIII: el Empirismo y el
Innatismo El primero tuvo como principales exponentes a John Locke (Wrington 1.632 –
Essex 1.704) y David Hume (Edimburgo 1.711 – 1.776) y el segundo a Jean Jacques
Rousseau (Ginebra 1.712 – Ermenonville 1.778) e Immanuel Kant (Konigsberg 1.724 –
1.804).

Una de las preguntas que se formuló Locke fue sobre cuál era el origen del contenido mental
y su respuesta, inspirada en Aristóteles, fue que la mente, al nacer el humano, es una tabula
rasa, algo como un papel en blanco que es marcado por conocimientos a través de la
experiencia. Es por esta concepción que le otorgó a la educación una gran importancia; en
este sentido, desde su perspectiva, los potenciales innatos precisan del contacto social para
poder desarrollarse y lo hacen fundamentalmente a través del ejemplo y de la imitación.

Por su parte, Hume trató de introducir en las ciencias humanas el método experimental a
través de la observación directa de la vida. Entre sus teorizaciones se destaca la
preponderancia que otorga a las ideas, las cuales serían imágenes que las percepciones dejan
y que, por lo tanto, el pensamiento tendría su origen en los aportes provenientes de los
sentidos y de la experiencia, motorizado a su vez por la asociación de las ideas.
De las obras de Rousseau, “El Emilio o de la Educación” de 1762, es de especial interés ya
que su publicación marca un punto de no retorno en las consideraciones acerca de la niñez en
el discurso científico. Acerca de la infancia, Rousseau, propuso que ésta posee su propia
modalidad en lo que hace al pensar y al actuar y que, por lo tanto, no se puede pensar al niño
como un hombre pequeño. Para este filósofo y pedagogo la persona es una construcción
permanente, y que solo siguiendo tal construcción es posible saber y comprender la
condición humana. Asimismo reconoció que la niñez comprendía periodizaciones con
características propias, lo cual le permitió plantear la necesidad de una educación
diferenciada por edades.

Estas dos vertientes filosóficas mencionadas con anterioridad dieron lugar al surgimiento,
dentro del campo de la Psicología Evolutiva, a dos paradigmas o modelos con los que se
comenzó a abordar al desarrollo humano: Mecanicista y Organicista, siendo este último el
que más producción y adeptos tuvo hasta avanzado el siglo XX.

● El paradigma Mecanicista: este modelo tiene como principal finalidad la búsqueda de


las causas y los efectos, posee una mirada reduccionista en tanto intenta explicar a
partir de elementos simples fenómenos complejos. A partir de estos elementos
simples se produciría el comportamiento, ya sea porque estos se acumulan o porque
actúan de manera simultánea, de modo que la metáfora básica del mecanicismo es la
máquina universal
Esta consideración de la máquina no solo los lleva al objetivo de la búsqueda de causas y
efectos de manera más descriptiva que explicativa, sino también a un reduccionismo
en la medida en que para abordar un nivel de organización se debe recurrir a los
componentes básicos que integran el nivel anterior. (Lerner, 2.002). Este
reduccionismo lleva a que el desarrollo sea considerado desde la continuidad puesto
que cada nivel de organización puede ser comprendido subsumiéndolo a un nivel
inferior, considerando la existencia de leyes aplicables a todos. Asimismo el
conocimiento de la máquina, de la actuación de sus elementos constitutivos y las
leyes que rigen a tales elementos y sus relaciones, permitiría la predicción de la
conducta y de sus cambios.
Esta postura considera al desarrollo humano determinado desde la influencia exterior, basado
en el aprendizaje el cual incide en el surgimiento de modificaciones externas y
perceptibles; por lo tanto el sujeto en desarrollo es un sujeto pasivo y reactivo, es
decir, que se encuentra a expensas de una serie de estímulos y solo reacciona frente a
ellos si participar en tal proceso.
Las diferencias con respecto a las manifestaciones de las personas de una con respecto a otras
en cuanto determinadas funciones psicológicas, tendrían que ver con la variabilidad
de la estimulación proveniente del medio ambiente, la cual iría desde la carencia al
exceso (Urbano y Yuni 2005).
● El paradigma organicista: a diferencia del anterior paradigma, este va en contra de
reduccionismo, posee una visión holística y sistémica contemplar al ser humano
como un todo en el cual los componentes solo tiene sentido en función de las
relaciones que se establecen entre ellos, cada uno de los niveles de organización posee
características y leyes propias que no se encuentran contenidas en los niveles previos
de organización, sino que son leyes emergentes, pero que si bien son diferentes a las
anteriores no pueden ser comprendidas sin ellas
Esta perspectiva denominada epigenética considera que el desarrollo de los seres humanos es
un proceso de cambios, de aparición de nuevas características que promueve que las
estructuras se vayan diferenciando y distribuyendo a lo largo de la ontogénesis según
las edades de los sujetos, de forma irreversible, universal y unidireccional; es decir
que presenta este desarrollo una tendencia hacia ciertos estados finales los que a su
vez lo determinan.
La metáfora que promulga modelo es la del organismo vivo, activo y organizado de manera
coherente, el cual se orienta en función de un plan interno madurativo ,por las metas
propuestas y su capacidad para auto-regularse, auto-mantenerse y auto-reproducirse
(Yuni y Urbano 2005). El sujeto es considerado como un ser activo participe del
proceso de desarrollo, el cual se constituye a partir de su interacción con el entorno;
este fue el modelo que mayores desarrollos tuvo, en el transcurso del siglo XX, en la
Psicología Evolutiva.
Lerner (2002) caracteriza a este modelo de desarrollo sosteniendo que: posee un punto de
vista epigenético, es discontinuista, es anti-reduccionista y que supone la integración
relacional de elementos o factores

Características de la Psicología Evolutiva: las investigaciones se orientaron, hasta


mediados del siglo XX, hacia las etapas más tempranas del desarrollo humano, sustentadas
en el supuesto de que las transformaciones importantes ocurrían entre la concepción y la
adolescencia, siendo las etapas posteriores de poco interés (Lefrancois 2006).

De acuerdo a Yuni y Urbano (2005) la Psicología Evolutiva presentó las siguientes


características:

● Entendía al cambio evolutivo como un conjunto de periodos necesarios y sucesivos,


con características propias, relacionados con la edad cronológica.
● Trató de establecer leyes normativas: la normatividad se relacionaba con leyes de
carácter determinista que tenían como base factores orgánicos o psicosociales las
cuales impulsarían a los sujetos a un derrotero de vida prefijado
● La normatividad también se asociaba al concepto de normalidad. En la medida en que
se pudiera crear normas evolutivas éstas servirían de parámetros para ubicar a las
personas en función de estar dentro o fuera de lo esperado para cada edad
● La concepción de normatividad se vinculaba a la idea de universalidad del desarrollo,
desde esta postura trató de encontrar leyes universales: es decir, aplicables a todos los
sujetos sin tener en cuenta los aspectos sociales, culturales, históricos y biográficos.
● El concepto de ley evolutiva indica el sesgo biologicista en la comprensión del
proceso de desarrollo lo que sustentaría el carácter universal y normativo de las
mismas.
● Las leyes debían explicar la evolución de acuerdo al esquema: Nacimiento,
crecimiento, maduración, declive y muerte
● De acuerdo al esquema anterior las primeras etapas del desarrollo eran comprendidas
como momentos de mejora y complejizarían, mientras que las últimas eran
identificadas con deterioro, pérdidas o involución

De esta manera, la Psicología Evolutiva se comportó como la Psicología general


decimonónica, la que se enfocaba en el estudio del ser humano maduro descuidando los
primeros momentos. La Psicología Evolutiva consideró que los cambios importantes en el
desarrollo, al que equiparaba con el crecimiento orgánico, solo se producían durante las
etapas primeras descuidando las otras, en especial las referidas al envejecimiento.

Esta consideración del proceso de desarrollo puede observarse en la mayoría de los manuales
de Psicología Evolutiva de la época cuyas aportaciones solo se referían a los periodos de la
niñez y de la adolescencia, en este sentido Reimplein (1966, p.13) postulaba: “… la vida
psíquica de cada hombre se desarrolla desde el nacimiento hasta su plena madurez. (…) la
niñez y la juventud se imponen, incluso a la consideración del profano, como la época de
desarrollo en la vida del hombre”.

Críticas a la Psicología Evolutiva: a partir de la segunda mitad del siglo pasado comenzaron
a surgir teorías que propusieron una manera renovada de estudiar al desarrollo humano, a la
vez que denunciaron las limitaciones de los paradigmas tradicionales iniciando la crisis de
éstos y de la Psicología Evolutiva.

Paul Baltes, propulsor de la Teoría del Life Span o del Ciclo Vital, apunta su crítica a las
características del desarrollo que promovían el Organicismo y el Mecanicismo: la
secuencialidad, la universalidad, la unidireccionalidad, el cambio cualitativo-estructural y la
irreversibilidad de los cambios (García Madruga 1989 en Yuni 2005)

III- La Psicología Desarrollo

Durante el periodo de críticas y crisis de la Psicología Evolutiva irán surgiendo


teorizaciones que contribuirán en la configuración de un nuevo meta-modelo explicativo
del desarrollo en los seres humanos, al mismo tiempo que irá estableciéndose la
Psicología del Desarrollo como heredera del objeto de conocimiento de la Psicología
Evolutiva pero con una visión más compleja y atenta a ciertos factores que consideró
que había descuidado o abordado de manera incorrecta su predecesora.

Precursores de la Psicología del desarrollo: si bien durante la fundación y


consolidación de la Psicología Evolutiva las investigaciones poseían como sesgo
fundamental su atención hacia las etapas más tempranas del desarrollo, hubo
investigadores que marcaron diferencias al respecto que se consideran como los
pioneros de la Psicología del Desarrollo.

En 1922 Stanley Hall publicó su obra “Senectud: la segunda mitad de la vida” en la que hizo
referencia al envejecimiento, pero estos estudios no tuvieron mucha relevancia debido a la
escasa calidad científica y a que no tuvo discípulos que continuaran su tarea.

Erik Erikson (1902-1994) durante la década de 1950 establecía que el desarrollo funciona a
partir de un principio epigenético, remarcando la importancia e incidencia de factores
psicosociales y socioculturales en el desarrollo del yo. Postuló que el desarrollo de la
identidad se produce a partir de una secuencia de etapas diferenciadas entre sí, en las
que existen períodos de transición que llamó crisis evolutivas y estableció la existencia
ocho crisis psicosociales o etapas del desarrollo de la identidad hacia la síntesis yoica,
desde la niñez hasta la vejez. Esta postura puede verse en libros tales como “Las ocho
edades de la vida” y “El ciclo vital completado”.

Charlotte Buhler (1893 – 1974): entre 1923 y 1938 sus investigaciones se centraron en
el desarrollo psicológico entre la infancia y la adolescencia, pero en 1933 publica su
trabajo "El curso de la vida humana como problema psicológico”, el cual fue el primer
estudio en la lengua alemana en incluir la vejez como edad psicológica. En esta obra la
autora establece que el desarrollo consiste en una serie de etapas y que cada una de ellas
presenta metas vitales propias y que estas metas están estrechamente vinculadas con los
valores sociales.

Definición de Psicología del Desarrollo: “…el objeto de esta disciplina es la interpretación,


descripción y explicación de las transformaciones psicológicas vinculadas al proceso de
desarrollo humano” (Urbano y Yuni 2.005, p. 15), que a diferencia de la Psicología Evolutiva
extiende su estudio a todo el curso de la vida de los sujetos, se centra en la niñez y entiende a
su objeto de estudio como estrechamente vinculado a los contextos.

Características principales: esta disciplina realiza un estudio sobre aquello que cambia y
aquello que permanece en los sujetos a lo largo del tiempo y para ello va a requerir de los
aportes de diversos saberes científicos tales como la biología, la antropología, la sociología,
la etnografía (Kail y Cavanaugh 2011), asimismo va a recurrir a diversas teorías dentro del
campo de la Psicología. La necesidad de este enfoque global al que apela la Psicología del
desarrollo da cuenta de la complejidad de su objeto de estudio.

El abordaje del desarrollo psicológico en los seres humanos implica la ejecución de tares que
conllevan a determinados logros en esta rama: la descripción, el análisis y la explicación de
los fenómenos que darán las herramientas necesarias para el logro de la prevención y de la
optimización en lo que se refiere al desarrollo psicológico.

La Psicología del Desarrollo estudia los cambios, en este sentido Lerner (2.002) sostiene que
los investigadores, aunque de diferentes perspectivas, están de acuerdo en que:
● Los cambios se dan de forma ordenada y sistemática

● Presentan cierta estabilidad, es decir, sus efectos no desaparecen en breve tiempo

● Son de naturaleza sucesiva en tantos que los cambios en un tiempo determinado están
influenciados por otras transformaciones producidas con anterioridad.
Estos cambios pueden ser fundamentalmente de dos tipos: cuantitativos y cualitativos. Los
primeros dan como incremento o decremento de forma progresiva, promueven un aumento
de complejidad de carácter acumulativo, los segundos, tienen que ver con cambios
organizacionales o morfológicos y se producen de forma global y discontinua.

Para poder explicar el desarrollo humano los científicos, según Kail y Cavanaugh (2011)
tienen en cuenta ciertos factores interactivos:

● Factores biológicos: son aquellos determinados por el código genético como la


morfología, la maduración cerebral, como así también aquellos relativos al estilo de
vida, por ejemplo la alimentación.
● Factores psicológicos: son fundamentalmente los cognitivos y emocionales, por
ejemplo: el avance intelectual promueve nuevas formas de percibir la realidad y
actuar en ella.
● Factores socio-culturales: incluyen aquellas incidencias interpersonales, sociales y
culturales, como puede ser la interacción con adultos y pares que sirve para la
incorporación de las prescripciones de la cultura en la que el sujeto se desenvuelve,
por ejemplo, los roles de género.
● Factores del curso vital: tienen que ver en cómo un mismo suceso impacta de manera
diferenciada en distintos momentos del curso de la vida. Por ejemplo el divorcio de
los padres en la niñez o el embarazo en la adolescencia
En consonancia con los factores intervinientes en el desarrollo existe también la interacción
dialéctica entre tres sistemas de influencia (Urbano y Yuni, 2005):

● Influencias normativas asociadas con la edad: son aquellas relacionadas con el


calendario madurativo, es decir, aquellas transformaciones que se espera que se
produzcan a una edad determinada como por ejemplo la locomoción o el surgimiento
de los caracteres sexuales primarios y secundarios en la pubertad. En este sistema
también se consideran los roles que la sociedad define para cada momento del curso
vital, por ejemplo el ingreso a la escolaridad primaria a los seis años, el ingreso a la
universidad a los 18 o la jubilación.

● Influencias normativas asociadas a los acontecimientos históricos y culturales de


cada contexto social: son aquellas que tiene que ver con movimientos culturales,
cambios políticos, la tecnología, que otorgan características distintivas a los sujetos de
cada generación y de cada contexto, por ejemplo los niños nativos digitales.
● Las influencias biográficas: son aquellas no normativas, idiosincrásicas, privativas de
cada sujeto, cuya particularidad configura la trayectoria vital de cada persona, como
la muerte de los hijos, el embarazo en la adolescencia, la pérdida del trabajo,
enfermedades.
Los acontecimiento normativos son aquellos que son expectables, se espera que ocurran en
determinados momentos del curso vital, mientras que los no normativos son azarosos,
accidentales, no se espera que ocurran y pueden generar disrupciones en el ejercicio de roles
familiares, sociales o transformaciones en los valores, creencias, etc.

“Mientras que el primero de estos factores introduce una cierta homogeneidad entre todos
aquellos seres humanos que se encuentran en una determinada etapa (por ejemplo los
adolescentes), y el segundo introduce una cierta homogeneidad entre quienes tienen en
común vivir en una misma cultura, en el mismo momento histórico y dentro de un
determinado grupo social […] el tercero de los factores introduce elementos idiosincrásicos
que hacen que el desarrollo psicológico, a pesar de presentar semejanzas de unas personas a
otras, sea un fenómeno irrepetible que no ocurre de la misma manera en dos sujetos
distintos”. (Palacios 1990, p.15).

Surgimiento y consolidación: en el siglo XX, con posterioridad a la Segunda Guerra


Mundial, se produjeron grandes cambios con respecto a la manera de abordar y entender
científicamente al desarrollo del ser humano. Estos cambios dieron pie al pasaje de la
Psicología Evolutiva a la Psicología del Desarrollo conjuntamente con el progresivo
establecimiento de un nuevo paradigma.

Un fenómeno de importancia fue la prolongación de la expectativa de vida, resultante de la


mejora en las condiciones sanitarias, económicas y educativas], lo cual renovó el interés en la
adultez y en el envejecimiento.

De acuerdo a Yuni y Urbano (2005) se abandonó el análisis de los estadios evolutivos como
unidades separadas y se amplió el interés a todo el curso de la vida, enfatizando los factores
culturales y sociales e históricos en las características psicológicas de los sujetos y en las
transformaciones que ocurren.

Otro adelanto importante fue la creación de nuevos métodos mucho más apropiados para la
investigación del desarrollo como el método longitudinal, el cual posibilita la observación y
el análisis de sujetos por períodos prolongados de tiempo. Así también se modoficó la visioón
acerca de los sujetos, comenzando a considerarlos como seres complejos. Activos, proactivos
con capacidad para interpretar y regular sus propias transformaciones (Urbano y Yuni, 2005).

Así mismo empezó a considerarse la importancia para el desarrollo de las incidencias del
contexto social, cultural e histórico y el consecuente reconocimiento de la diversidad cultural.

Se produjo una mirada más abarcativa y comprensiva del desarrollo al igual que la
renovación de criterios para el estudio de sus transformaciones a lo largo de toda la vida de
los seres humanos. La Psicología del Desarrollo entonces, a diferencia de la Psicología
Evolutiva, aborda toda la vida de los sujetos y considera que los cambios que se producen en
éstos están estrechamente vinculados con los contextos.

El paradigma contextual dialéctico: surgió como un modo de superar las limitaciones y


reduccionismos provenientes de la antinomia mecanicismo – organicismo, propios de la
Psicología Evolutiva

Para este meta-modelo, de acuerdo con Lerner (2002), todos los niveles de análisis son
susceptibles de cambios permanentes, los mismos no se consideran como excepciones que
requieren ser explicadas sino como inherentes al desarrollo. Además sostiene que cada nivel
de análisis está integrado con otros y que, por ende, las transformaciones en un nivel tienen
que ver con las producidas en otro, todo cambio debe ser entendido en el contexto de otros
cambios de los que forma parte.

El objeto de estudio estaría definido por el desarrollo y sus cambios en interacción


permanente con el contexto, entendiéndose por tal a los diversos ambientes, con sus
características físicas y sociales, que inciden en las modificaciones del comportamiento.

Considera al desarrollo como un proceso continuo que ocurre en varios niveles, por medio de
un movimiento dialéctico y constante de tesis, antítesis y síntesis, los cambios cualitativos se
consideran tan importantes como los cuantitativos y es posible que la acumulación de
modificaciones cuantitativas pueda promover cambios cualitativos. A diferencia del
organicismo el contextualismo reconoce en el desarrollo la plasticidad del cambio, desde esta
postura el desarrollo no posee metas a priori, deterministas, sino que tiene un carácter
probabilístico (Lerner, 2.002), éste puede tener múltiples direcciones, con aspectos
universales y particulares, dentro de una cultura y de una época determinada.

La metáfora que emplea este paradigma es la del acontecimiento histórico que en su seno
acoge al conflicto, a la contradicción. Concibe a los sujetos como todos organizados
cambiantes y plásticos a lo largo de toda la trayectoria vital, con un posicionamiento activo
en su proceso de desarrollo.

Dentro del paradigma contextual dialecto se inscriben teorías tales como: la Teoría Socio-
Cultural de Vygotski, la Psicología del Life Span de Baltes, el Enfoque Ecológico de
Bronfenbrenner, la Teoría del Curso de la Vida de Elder, la Teoria de la Acción de
Brandstadter A partir de ahora se hará referencia a algunas de ellas, no porque las otras
carezcan de relevancia sino por razones de extensión, pero por sobre todo porque el recorte se
realizará teniendo en cuenta a aquellas teorizaciones, que con sus aportes, dieron lugar a una
nueva oerspectiva en el entendimiento del desarrollo humano llamada del Curso Vital.

● La Psicología del Life Span: nació entre finales de la década del 60 y comienzos de
la del 70, del siglo pasado teniendo como principal exponente a Paul Baltes, quien va
a realizar las críticas a los paradigmas tradicionales que fueron expuestas
anteriormente.
Esta teoría hunde sus raíces en los estudios realizados por Vygotsky, Piaget, Wallon
pero principalmente en la Psicología de los ciclos de la vida de Erik Erikson y los
estudios longitudinales de Shaie sobre el desarrollo cognitivo (Lalive d’Epinay 2011
en Yuni 2011).
Baltes en realidad comenzó buscando nuevas estrategias metodológicas para abordar
a los cambios que se dan a lo largo de la vida. Esta tarea lo llevó a replantear
conceptos fundamentales como el de desarrollo y armar una teoría al respecto,
posteriormente sus+ esfuerzo se dirigiò al estudio de los cambios que se dan en el
envejecimiento.
La Psicología del Life Span considera que el desarrollo del ser humano es de carácter
complejo y que no puede ser entendido desde una sola mirada. Asimismo esta
perspectiva, de acuerdo con Kail y Cavanaugh (2011), le confiere cuatro
características fundamentales:
1) Multidireccionalidad: el desarrollo supone la existencia, tanto de incremento
como de declive, es decir, que mientras que en algunas áreas se avanza, otras
declinan en su funcionamiento.
2) Causalidad múltiple: el desarrollo se configura a partir de la interacción de
factores biológicos, psicológicos y socio-culturales.
3) Plasticidad: es la capacidad que tienen los sujetos para adaptarse a las
exigencias que plantea el medio cuando sus recursos propios no son
suficientes
4) Contexto histórico: el desarrollo se lleva a cabo en un contexto determinado,
cada sujeto se ha desarrollado en el marco de un conjunto de circunstancias
dadas por el momento histórico y la cultura en los que nacieron y crecieron.
Este modelo propone la idea de que el desarrollo bascula entre ganancias y
pérdidas y que una adaptación exitosa consiste en la posibilidad de maximizar
ganancias y disminuir pérdidas por medio de ciertas estrategias. (Lalive d’Epinay
et all, 2011).
Las estrategias que favorecen a la adaptación son: selección, optimización y
compensación. El primero consiste en la elección de metas y tareas, esta selección
puede ser electiva o proactiva (cuando el sujeto disminuye su nivel de
participación a ciertos dominios a partir de determinadas demandas o tareas) o
basada en pérdidas, reactiva, (cuando la disminución de la participación del sujeto
se debe a la pérdida de recursos físicos, psicológicos o ambientales). La
optimización implica minimizar pérdidas y maximizar ganancias ajustando los
recursos personales y las metas previstas. La compensación se despliega cuando
los recursos personales se encuentran reducidos, consiste en la búsqueda de
alternativas para poder alcanzar las metas. (Kail y Cavanaugh, 2011).

● La Teoría del Curso de la Vida: esta propuesta surge como una de las respuestas a un
interés científico de las ciencias sociales: la relación entre sujeto y sociedad, siendo
receptora de aportes diversos provenientes de otros campos de conocimiento como la
Psicología, la Sociología, la Historia y la Demografía.

Se considera como precursores los trabajos del sociólogo L. Cain sobre el curso de la
vida y la estructura social de 1964, del demógrafo N. Ryder con su trabajo “La
cohorte como un concepto en el estudio del cambio social” de 1965 una década después
esta perspectiva comienza a tomar forma con las contribuciones del sociólogo Glen
Elder cuyo libro considerado un hito en la perspectiva del curso vital es “Los niños de
la gran depresión” de 1974 (Blanco 2011), (Lalive d’Epiney 2011) posteriormente la
historiadora Tamara Hareven toma contacto con la obra de Elder y postula, en sus
estudios acerca de la familia, la importancia de la dimensión histórica en la vida de las
personas (Blanco 2011)
El objetivo de este enfoque lo enuncian Kail y Cavanaugh (2011, p.19) diciendo:
“[…] describe cómo las diferentes generaciones experimentan los factores biológicos,
psicológicos y socioculturales del desarrollo en sus respectivos contextos históricos.
En particular, permite a los investigadores examinar los efectos de su momento
histórico sobre la forma en que las personas crean su vida”.

G. Elder, con sus aportes, intentó apartarse de las ideas sobre el desarrollo de corte
maduracionista, basadas en el crecimiento y en el estudio solo de la niñez y de la
adolescencia, construyendo un modelo que permita acceder a todo el curso de la vida
de los seres humanos. Asimismo se propuso entender cómo las trayectorias vitales se
organizan y transforman a los largo del tiempo y se vinculan con el contexto social,
cultural e histórico.

Las ideas mencionadas aproximan el pensamiento de Elder con el de Baltes, e incluso


Elder lo reconoce como una importante influencia en su trabajo, pero éste le concede
mayor preponderancia a cómo la estructura social y sus cambios inciden en la
configuración del curso de la vida, mientras que para Baltes la transformación del
contexto socio histórico es sólo una variable que favorece o no el balance entre
ganancias y pérdidas en un desarrollo individual.

A este respecto Lalive d’Epinay (2011 en Yuni Comp. P.115)) comenta: “Los
psicólogos del Life Span se interesan generalmente en el desarrollo individual al
interior de un curso de la vida estándar. Los efectos producidos por los cambios
sociales e históricos son habitualmente conceptualizados como variaciones, mediadas
en relación a ese desarrollo estándar. Esto llevó a algunos sociólogos a considerar que
la Psicología del Life Span deja de lado la imbricación de los procesos individuales
dentro de su contexto socio-histórico”.

Glen Elder considera al curso vital como la resultante de una tridimensionalidad


temporal ya que, según este investigador, existen tres tiempos:
● un tiempo vital: un momento o una etapa del desarrollo marcada por la edad
cronológica que indica ciertos cambios factibles de aparecer.
● un tiempo histórico: que indica el lugar de los sujetos dentro de un proceso de
transformación histórica que definirá los sucesos que les tocará vivir.
● un tiempo social: que integra las prescripciones de la sociedad acerca de lo
apropiado o no de los cambios y las transiciones con respecto a la etapa en las
que los sujetos están posicionados.

En los trabajos de Glenn Elder predomina un enfoque global que incluye distintoa
ámbitos del desarrollo y el contexto socio cultural e histórico lo cual se va a sintetizar
en una serie de conceptos y principios básicos
De acuerdo a Blanco (2011), los conceptos y principios básicos son:
● El concepto de trayectoria: las trayectorias son los caminos, carreras o líneas
de vida cuyas direcciones, proporciones y grados no son predeterminadas y
fijas sino que pueden variar y abarcan una diversidad de áreas,
interdependientes entre ellas, como el trabajo, la familia, los estudios. La
trayectoria puede ser definida por el proceso de envejecimiento o la dinámica a lo
largo de la estructura de edad Estas secuencias de estados psicológicos y
psicosociales se vinculan con el orden social y los procesos históricos.
● El concepto de transición: son todos aquellos cambios que ocurren en las
trayectorias que son lo suficientemente importantes como para provocar un
giro en las mismas, las transiciones no están predeterminadas [aunque algunas
de ellas son más probables de que ocurran como efecto de las expectativas de
edad de cada contexto] y pueden ocurrir en simultaneo con otras. Estos giros
en las trayectorias generan la asunción de nuevos roles y, en muchas
ocasiones, nuevas facetas en la identidad social.
● El concepto de turning point [cambio radical, punto de cambio]: son los giro,
positivos o negativos, que implican cambios cualitativos y que provocan una
discontinuidad en una o más trayectorias y que no admiten predictibilidad, no
pueden preverse y solo pueden ser analizados retrospectivamente.
● El principio del desarrollo a lo largo del tiempo: al ser el desarrollo un
proceso que abarca toda la vida, se hace imprescindible investigarlo a partir
de una perspectiva a largo plazo, al abordarlo de esta manera se incrementa el
potencial de la interdependencia entre el desarrollo de las personas y el
cambio social, asimismo se asume que en la vida de las personas los sucesos
previos ejercen influencia la posterior experiencia y trayectoria.
● El principio de tiempo y lugar: se refiere a que las vidas humanas [las
cohortes y las generaciones] están estrechamente vinculadas a determinados
lugares y a determinados tiempos históricos, los cursos vitales de los sujetos
están incrustados y son modelados por el lugar y el tiempo histórico. Los
sujetos que pertenecen a alguna determinada cohorte comparten ciertas
características pero no de una manera totalmente homogénea ya que inciden
factores tales como género, clase social, zona geográfica, etnia, religión e
incidencias biográficas.
● El principio del timing: se refiere al momento del curso vital donde ocurre una
transición, en el sentido de que si ésta se produce en el momento esperado,
tarde o pronto de acuerdo a la expectativa social. Por lo tanto un suceso puede
repercutir de maneras diferentes de acuerdo a la edad y a las circunstancias en
las que se produzca y tener consecuencias a largo plazo, no tan solo en las
propias trayectorias sino también en las trayectorias de otras personas.
● El principio de las vidas interconectadas: las vidas de las personas no tan solo
están situadas histórica y socialmente sino también con las de otras personas
en una red de vinculaciones en la cual se expresan esas influencias históricas.
Las transiciones de un sujeto, frecuentemente, promueven transiciones en las
vidas de las otros sujetos.
● El principio del libre albedrío: este principio marca la conexión entre lo
individual y lo estructural, de acuerdo a este principio los sujetos son agentes
activos que eligen o rechazan entre diversas alternativas de vida, construyendo
su propio curso vital. Este aspecto electivo de las personas tiene lugar dentro
de una estructura de posibilidades, pero que también implica limitaciones, que
se dan en función del contexto social e histórico.

● La Teoría de la acción de J. Brandstadter: este investigador intenta incorporar a la


comprensión de las transformaciones del desarrollo una perspectiva que integre los
aspectos individuales con los socioculturales, siendo el aspecto individual la acción
intencionada. El ser humano se encuentra implicado en sus propias trayectorias a
través de la reflexión, la autodeterminación y su capacidad para la corrección.

La Psicología Evolutiva, en pos de los objetivos de estandarización y normativización


del desarrollo psicológico, ha descuidó por mucho tiempo los aspectos individuales
que inciden en este derrotero. En este sentido el concepto fundamental de esta
perspectiva es el de acción, concepto que es entendido no como unas conductas
simples sino conductas articuladas a estados mentales cargados de intencionalidad,
controladas por los sujetos y que poseen una significación cultural.

Para Brandstadter (2007) las acciones son conductas que pueden ser explicadas y
presupuestas a partir de estados intencionales, que los sujetos seleccionan a partir de
un cierto número de alternativas, que se encuentran parcialmente bajo su control, que
se encuentran configuradas y limitadas por las normas sociales y las representaciones
que éstos poseen acerca de esas limitaciones ambientales y que poseen como finalidad
la modificación de situaciones a partir de representaciones de futuro.

La acción intencionada posee un desarrollo evolutivo que va de la regulación externa,


que prima sobre todo durante la primera infancia, a la autorregulación, logro que se va
adquiriendo a partir del final de la infancia e inicio de la adolescencia. La
autorregulación sería un efecto del desarrollo pero, a medida que el ser humano
avanza en su curso vital, la acción intencionada sería productora del propio desarrollo.
En el desarrollo humano, si bien las acciones intencionadas son de gran importancia,
no todo es expectable y controlable. A lo largo de su vida los sujetos basculan entre lo
que se puede controlar y lo incontrolable, entre lo inesperado y lo expectable, entre
las pérdidas y las ganancias.

Brandstadter (1998) refiere a que el accionar de las personas, que incide en la


producción de su propio desarrollo, no es ilimitado ya que ese desarrollo posee
determinadas regularidades que imponen restricciones a las que él considera de dos
tipos:
● restricciones duras: por ejemplo de carácter biológico como las leyes
biofísicas o anátomofisiológicas.
● restricciones blandas: de carácter cultural con posibilidades de
modificaciones con el devenir histórico como el lenguaje que ordena y
significa la realidad, la normas y valores culturales, los recursos técnicos que
permiten determinadas trayectorias.
Las acciones intencionales parten de un self que va a tener un desarrollo evolutivo, en
un primer momento el self intencional comienza a establecerse tempranamente con la
posibilidad de establecer conexiones entre las acciones y sus consecuencias, este self
se transformará cualitativamente a medida que surjan el lenguaje y la función
simbólica que darán lugar a la capacidad de representación anticipada de vinculación
entre acción y consecuencia.

Otro momento importante en la evolución del self será a partir de la intervención del
lenguaje, a partir de él se irán creando significados culturales dando lugar a la
construcción de un sistema de significaciones acerca de sí mismo, de cómo los sujetos
suponen que son vistos por los demás y de cómo se perciben a sí mismos; desde este
autoconcepto irán surgiendo las acciones intencionales con la finalidad de preservarlo,
protegerlo o mejorarlo.

Este self es también un self autorregulador del desarrollo en el sentido que emplea
determinadas funciones para organizar las trayectorias, estas funciones son la auto-
observación, la autoevaluación y la autocorrección. Por lo anteriormente expuesto es
que se considera a la Teoría de la acción de Brandstadter como una teoría del self, de
las acciones y de sus incidencias en el proceso de desarrollo.

IV- El Enfoque del Curso Vital

Definición: Lalive d’Epiney (2011) considera al Curso Vital como un paradigma, Yuni y
Urbano (2005, p.24) consideran que “El enfoque del curso vital no es, pues, una teoría en sí
misma. Es un conjunto de premisas surgidas de la investigación científica que orienta la
descripción, la interpretación y el análisis de los procesos de desarrollo evolutivo a lo largo
de todo el curso vital”, aunque en 2011 J. Yuni lo menciona como paradigma y da sus
consideraciones al respecto, pero aún los autores en Psicología del Desarrollo no muestran un
acuerdo en que si puede o no ser considerado como tal.

Surgimiento: Este enfoque nace a partir de los aportes provenientes de la demografía con
trabajos como los Ryder, de la sociología, principalmente de la mano de Elder con su Teoría
del Curso Vital y de la Psicología del Life Span.

Características: las cualidades que este enfoque adjudica al desarrollo psicológico de los
sujetos van a ser:

● Es dinámico, contextual y procesual

● Se produce a lo largo de toda la vida

● No posee un carácter teleonómico, es decir, no presenta una meta pre establecida

● La edad es irrelevante como variable explicativa

● Se produce por el interjuego de factores biológicos, psicológicos y contextuales


● Se revalorizan los aspectos biográficos como organizadores de las transformaciones

● El sistema de influencias que regula al desarrollo son normativas: relacionadas con la


edad y con el periodo en periodo por el que transitan las personas y no normativas o
idiosincrásicas y se encuentran, además, lo no eventos
● Se relativiza la importancia del medio, ya que es el sujeto conjuntamente con el medio
llevan a cabo la construcción la regulación del desarrollo
● Se configura en el marco de los contextos sociales, por los significados culturales
otorgados a cada etapa y por la prescripciones en función de la posición que se ocupa
en la estructura social
● Es un proceso discontinuo en tanto las etapas son cualitativamente distintas entre si y
no necesariamente existe una continuidad entre ellas
● Es producto del interjuego entre ganancias y pérdidas

● Es plástico y por ende heterogéneo ya que los sujetos al adaptarse y modificarse


producen una amplia variedad de respuestas.

V- La Psicología del desarrollo basada en el enfoque del Curso Vital

Esta propuesta tiene como finalidad principal evitar las tradicionales concepciones que aún
persisten acerca del desarrollo y las consecuencias que ello acarrea en los ámbitos científicos
y de la vida cotidiana.

Para la Real Academia Española, la palabra desarrollo significa, de acuerdo a sus dos
primeras acepciones: 1) extender lo que está arrollado, deshacer un rollo y 2) acrecentar, dar
incremento a algo de orden físico, intelectual o moral. Estas acepciones dan cuenta de la
persistencia de consideraciones acerca del desarrollo que tenía el paradigma organicista.

Teniendo en cuenta la primera de ellas puede decirse que: considerar al desarrollo como
“despliegue” de aquello que está “plegado” o “arrollado” hace pensar en la existencia de una
base prefijada de carácter biológico, que con ayuda del ambiente, seguiría un camino con
metas a priori, idea de irreversibilidad del proceso de desarrollo que las teorías de
contextualistas se encargaron de echar por tierra.

La segunda acepción que propone la Real Academia Española reproduce un aspecto desde el
cual el organicismo enfocaba al desarrollo humano: como una progresión de cambios que
implican mejoramiento, ganancia o éxito lo cual genera una visión distorsionada del
desarrollo, ya que como lo demostró Baltes el desarrollo humano bascula entre ganancias y
pérdidas.

La mayoría de las teorías que se inscribieron en el modelo organicista asimilaron al


desarrollo psicológico al modelo de crecimiento orgánico. Desde esta mirada el desarrollo
alcanzaría su punto culminante al llegar a la adolescencia, es decir que entendían a este
proceso como constituido por momentos iniciales ascendentes, de progreso y empuje durante
la niñez y la adolescencia, momentos de estabilidad y estancamiento en la juventud y adultez
y momentos de declinación durante la mediana y la tercera edad; al tener esta perspectiva del
proceso de desarrollo se le adjudicó al proceso de envejecimiento un carácter negativo que
influyó en la investigación científica y en la esfera social en general.

Considerar al cambio solo como mejora provocó efectos negativos en lo que se refiere a la
consideración de los primeros momentos de la vida del ser humano, si el punto culminante
del desarrollo se producía hacia finales de la adolescencia implicaba que los periodos
precedentes carecían de completitud o madurez, siendo que éstos tienen funciones en sí
mismos, la mayoría de tipo adaptativas, como por ejemplo el umbral de tolerancia que
menciona Spitz (1972) el cual se presenta en los bebés durante la etapa sin objeto de la
evolución de la libido, que implica poca capacidad perceptiva pero con la finalidad de evitar
la sobrecarga del sistema nervioso.

Para la Psicología del desarrollo contempla a la niñez como algo más que un periodo
caracterizado por la inmadurez, no es solo una etapa cuyas características serían precursoras
inmaduras de las características de la etapa adultas sino formas distintas e importantes en el
proceso evolutivo. (Lefrancois 2006).

Desde esta perspectiva reemplazar el término desarrollo por curso vital permite una visión
menos regularizada y standardizada . El concepto “curso” permite dar cuenta de la
variabilidad y el dinamismo del desarrollo humano, ya posee una connotación de recorrido,
continuidad, apertura, indeterminación, (Yuni, 2011), puesto que se apela a la metáfora del
curso de un rio.

La Psicología del Desarrollo desde la perspectiva del curso vital se aboca al estudio del
desarrollo psicológico, teniendo como marco de orientación, tanto teórica como
empíricamente, al emergente enfoque del curso de la vida permite considerar al desarrollo
desde las características presentadas en a lo largo del trabajo y en particular en el apartado
anterior.

En este sentido este enfoque también se entiende como “ el estudio interdisciplinario del
desarrollo de la vida humana [ontogénesis humana] mediante el establecimiento de puentes
conceptuales entre [a] los procesos de desarrollo biológicos y psicológicos; [b] el curso de la
vida como institución social, desde el doble punto de vista: el de las regulaciones sociales y
culturales de la cual es objeto y de su construcción por los individuos en función de sus
recursos y el de sus perspectivas biográficas; [c] el contexto socio-histórico y los cambios
que éste experimenta”. (Lalive d’Epinay 2011, p.20), definición con la que se completa la
aportada por los autores Yuni y Urbano (2005).

Bibliografia

❖ Bianchi A. (1973). Psicología evolutiva de la infancia. Editorial Troquel. Buenos Aires.


❖ Blanco M. (2011). El enfoque del curso de la vida: orígenes y desarrollo. Artículo. Revista
Latinoamericana de Población. Año 5. Número 8.
❖ Brandstadter J. (2007). Perspectivas de acción sobre el desarrollo humano. En: Damon y Lerner.
Manual de Psicología infantil. Editorial John Wiley e hijos.
❖ Chateau J. (1979). Las grandes psicologías modernas. Editorial Herder. Buenos Aires.

❖ Craig G. y Baucum D. (2.009). Desarrollo psicológico. Editorial Pearson. México. Novena


edición.
❖ Delval J. (1999). El estudio del desarrollo humano. Editorial Siglo XXI. Madrid

❖ Gaupp R. (1921). Psicología del niño. Editorial Labor. 2° edición.

❖ Kail R. y Cavanaugh J. (2011). Desarrollo humano. Una perspectiva del ciclo vital. Editorial
Cenage Learning. México.
❖ Lalive d’Epinay C. et all. (2011). El curso de la vida: emergencia de un paradigma
interdisciplkinario. En : Yuni J. Comp. (2011). La vejez en el curso de la vida. Editorial Brujas.
Cordoba.
❖ Lefrancois G. (2006). El ciclo de la vida. Editorial Thomson. México.

❖ Lerner R. (2002). Conceptos y teorías del desarrollo humano. Editorial Mahwah: Laurence
Erlbaum. 3° edición.
❖ Mira y Lopez E. (1979). Psicología evolutiva del niño y del adolescente. Editorial Ateneo.
Buenos Aires.
❖ Palacios J. y otros. (1990). Desarrollo psicológico y educación. Editorial Alianza. Madrid.

❖ Papalia D. et all. (2009). Psicología del desarrollo. Editorial Mc Graw - Hill /Interamericana.
México.
❖ Remplein H. (1966). Tratado de Psicología Evolutiva. Editorial Labor. Barcelona.

❖ Urbano C. y Yuni J. (2005). Psicología del Desarrollo. Enfoques y perspectivas del curso vital.
Editorial Brujas. Cordoba. Argentina.
❖ Yuni J. Comp. (2011). La vejez en el curso de la vida. Editorial Brujas. Cordoba. Argentina.

También podría gustarte