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Estudiante: Jimena Osorio

Alvarez

Docente: Segundo Darío


Mestanza Camacho

Área: Comunicación Oral en


la Educación Superior

Especialidad: Educación
Primaria
El Bullying

Eleanor Roosevelt, Dijo:

“Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento.”

¿Quién de todos los presentes no hemos sufrido de bullying, en alguna etapa de nuestra
vida?

-Lo que va del año en nuestro país se han registrado 2202 casos de bullying escolar, pero la
ejecución del presupuesto del MINEDU para prevenir los casos de acoso no supera el 5% en
lo que va del año 2023.
El bullying o acoso escolar, si hace falta definirlo, es una conducta sostenida e implacable de
agresión hacia un individuo o un pequeño conjunto de ellos, que ocurre en el ámbito de la
escuela. Sus manifestaciones pueden ser muy diversas: palizas, insultos y humillaciones
constantes, el fomento del desprecio grupal, el robo o la destrucción de útiles escolares, la
“ley del hielo” (exclusión social selectiva), e incluso el abuso sexual.
Sean cuales sean los límites personales que cruzan estas conductas tóxicas escolares, tienen
siempre en común la crueldad y el sometimiento implacable de los débiles y la erradicación
de las nociones de solidaridad, de tolerancia y de respeto que, en teoría, la escuela se esfuerza
por promover.
Las víctimas de esta conducta matonil (que en ocasiones puede bordear la delincuencia y lo
psicopático) experimentan en distinto grado una situación de vulnerabilidad, indefensión y
chantaje emocional durante una etapa clave de la formación de la psique y la personalidad: la
mayoría de los casos de abuso escolar se dan alrededor de la adolescencia, una etapa en que la
socialización es continua y necesaria. Sus consecuencias, por lo tanto, no deben ser
subestimadas.
Las cuotas de rabia y frustración que estas situaciones instalan en sus víctimas buscan
eventualmente algún tipo de salida, y sirven normalmente de combustible a nuevos ciclos de
agresión: contra terceros (pasando de víctima a victimario) o contra uno mismo.
La destrucción de la autoestima, el fomento de conductas suicidas o incluso el estrés post-
traumático son consecuencias comunes de la exposición reiterada al acoso escolar y, en los
mejores casos, requieren de trabajo psicoterapéutico durante la adolescencia o la adultez.
Pero no son solamente las víctimas directas las afectadas por el acoso escolar. La impunidad
con que estas conductas se llevan a cabo refuerzan en el grupo la idea de que la violencia es
un mecanismo válido para lidiar con los demás, así como la inoperancia e inutilidad de la ley,
de las instituciones y de la solidaridad. Envenenan, en fin, contra los fundamentos mismos de
la democracia y la paz social.
Muchos de nosotros nos preguntaremos: ¿Por qué ocurre el bullying?
A continuación la respuesta:

El bullying es un fenómeno tóxico, nocivo, pero también un síntoma de males previos,


especialmente en el hogar y en la vida íntima de quienes lo perpetran, o sea, de los bullys o
abusivos. Estos últimos no necesariamente presentan algún tipo de patología mental, pero
comúnmente son víctimas de abuso en el hogar, de familias carentes de afecto y, en muchos
casos, padecen de falta de empatía y distorsión cognitiva.

Es frecuente hallar entre ellos a víctimas de abuso sexual, hijos de hogares violentos o,
simplemente, a jóvenes ávidos de llamar la atención de los padres, cosa que hacen a través de
las autoridades escolares, mediante conductas hostiles y en el colegio.

Esto significa que no es fácil atajar de raíz las causas del bullying, ya que el propio abusivo
requiere de atención psicológica y orientación social. Pero si algo está claro, es que una
institucionalidad escolar presente (o sea, autoridades involucradas en el proceso educativo, y
no simples “cuidadores” del edificio) y unas correctas dinámicas de comunicación entre el
alumnado y los adultos, son clave para detectar estas conductas y enfrentarlas prontamente,
sin darles chance de convertirse en problemas más graves. Bajo ningún caso se las debe
normalizar o asumir a la ligera.

Otros mecanismos útiles son la visibilización del bullying y su abordaje en las propias
dinámicas de clase: suele existir una presión grupal en contra del abuso, y no a favor de él. Se
trata, en conclusión, de un fenómeno que requiere el compromiso del grupo y que no debe
desestimarse con facilidad ni atribuirse, en un perverso mecanismo de culpabilización, de la
víctima, a la falta de respuestas agresivas de la víctima.

Si todos los presentes, ayudamos a los niños, adolescentes o personas que sufren de bullying,
brindado charlas: en escuelas, parques, o haciendo pasacalles, en contra del bullying.
Estaremos concientizando de uno u otra manera a que disminuyan los casos. Hoy no eres tú,
pero puede ser tu hermano, tu prima, o vecino que esté sufriendo de este acoso, tal vez no sea
tarde para poder salvarlos.

Muchas gracias.
Referencias:
 “Acoso escolar” https://es.wikipedia.org/wiki/Acoso_escolar

 “Las diversas formas de bullying: físico. psicológico, verbal, sexual, social y ciberbullying”
https://www.universidadviu.com/es/actualidad/nuestros-expertos/las-diversas-formas-de-
bullying-fisico-psicologico-verbal-sexual

 “¿Qué es el bullying?” https://www.seducoahuila.gob.mx/yabasta/que-es-el-bullying.html

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