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Bautman

Capítulo 4: Trabajo
Ayuntamiento Leeds: monumento de Reino Unido por los capitanes de la Revolución Industrial que es opulento y
macizo, hecho en piedra con la intención de que durara para siempre. Entre los sacrosantos de una ética burguesa: “la
honestidad es la mejor política”, “ley y orden”, “hacia adelante” (idea de progreso), “el trabajo todo lo vence”. Hacia
adelante era el destino y el trabajo el vehículo que los podría dirigir hacia allí.
Henry Ford plantea el trabajo como el trabajo del presente, no del trabajo de la historia. El presente es la historia que
está siendo hecha, es el futuro.
La confianza en uno mismo de la modernidad produce la curiosidad por el futuro. El futuro era un producto más de una
sociedad de productores: pensado, diseñado. El futuro era una creación del trabajo.
Daniel Bell “toda la socieadd abocada deliberadamente al crecimiento económico, a elevar el nivel de vida de sus
miebros, al planteaminento y dirección de un cambio social”.
Pierre Bourdieu: para dominar el futuro, uno necesita controlar el presente.
El progreso y la confianza en la historia
“El tiempo está de nuestra parte”/ “Somos nosotros quienes hacemos que las cosas sucedan"
Futuro: “ver prosperar nuestros negocios”
Para las personas que confían en poder cambiar las cosas el progreso es un axioma (enunciado tan evidente que no
requiere demostración). Para las personas que sienten que las cosas se les van de las manos, la ide de progeso es
impensable.
En nuestros tiempos (los de Bautman), la idea de progeso es vacilante e inestable porque:
1)La pregunta no es qué hacer, sino quién va a hacerlo porque ya no vivimos en el mundo de Josué (organizado
centralizadamente, delimitado rígidamente, e histéricamente preocupado por los límites impenetrables, mundo
compuesto por entidades inquebrantables como la fábrica fordista).
Los elementos sólidos de la confianza en el progreso han idio perdiendo su densidad, soberanía, credibilidad y
confianza. El Estado moderno perdió su poder para insitar a la gente el trabajo, la política ya no determina qué cosas se
deben hacer y quiénes la deben hacer. Hoy el poder fluye libremente, lejos del alcance de la política.
Metáfora del avión cuyos pasajeros descubren que la cavina del piloto está vacía. Guy Debord “el centro de control
ahora se ha ocultado, y ya no lo ocupa ningún líder conocido, ni una ideología clara”.
2)No resulta claro qué es lo que el agente de poder deba hacer para mejorar la situación actual. Las pinturas de imagen
de una sociedad feliz elaboradas por distintas brochas se han mostrado como quimeras inalcanzables o insoportables.
Todas las formas de planificación social han producido desdicha (marxismo en bancarrota y liberalismo en alza)
Estado liberal: “la búsqueda del beneficio individual produciría una sociedad perfecta o la mejor de las sociedad
posibles”
Hoy viajamos sin una idea de destino que nos guíe.
Modernidad líquida o capitalismo liviano: el progreso ya no es una medida temporal o algo provisorio que conducirá a
un estado de perfección, sino un desafío y una necesiad perpetuos e interminables, cuyo verdadero significado es
“sentirse vivo y bien”.
El progreso ha sido individualizado, desregulado y privatizado. Desregulado por la diversidad de oferta de opciones
para “mejorar” las realidades. Privatizado porque el mojoramiento ya es una empresa colectiva, sino individual.
Uno debe optar y cambiar su identidad social y a la vez aceptar el riesgo que esto implica.
Se mantiene la idea de que para planear el futuro se debe controlar el presente, lo novedoso es el plantear el control de
cada individuo sobre su propio presente. Para muchos, el control individual que ejercen sobre su presente es nulo o
endeble.
Teorías científicas sobre el caos y la catástrofe. Movida en el pasado or la creencia de que “Dios no juega a los dados”,
de que el universo es esencialmente determinista y de que la labor humana consite en hacer un inventario completo de
sus leyes par aque los hombres no anden a tientas y sus acciones de infaliblemente en el blanco, la ciencia
contemporánea dio un giro y reconoció la naturaleza endémicamente (hecho negativo que se repite frecuentemente)
indeterminista del mundo, el enorme papel que juega la casualidad, y la excepcionalidad del orden y el equilibrio.
El trabajo ha sido elevado como a la máxima categoría de valor en los tiempos modernos (da forma a lo informe
duración a lo efímero). El trabajo aspita a reemplazar el caos por el orden. Se le atribuyen al trabajo el incremiento de la
riqueza y la eliminación de la pobreza, lo cual contribuye a la construcción de ese orden y el hacer a la especie humana
cargo de su propio destino.
El trabajo es la actividad a la cual la humanidad estuvo abocada mientras construía su propia historia. Como
consecuencia fue considerado como “condición natural” del ser humano, se culpa al alejamiento de esa condición el
estado de probreza, miseria; clasificar a hombres y mujeres con el supuesto valor de acuerdo al aporte de su trabajo,
atribuirle al trabajo la función de autosuperación moral y la elevación de todos los niveles éticos de la sociedad.
Estar en el mundo ya no produce la sensación de un encadenamiento de acciones lógicas. Cuanto menos control
tenemos sobre el presnete, la vida se rige por el princio de flexibilidad, las estrategias y los planes de visa sólo se
pueden hacer a corto plazo.
Nuestra idea del futuro se rige por la imagen del laberinto. El laberinto es la oscuridad inputil que se opone a a claridad
que es la lógica. Los nómades se propusieron hacer transparentes las paredes, iluminar, señalizar... para uso de todos los
que a futuro quisieran recorrer el laberinto, redactaron guías, manuales e instrucciones de hacia dónde girar y dónde no
para darse cuenta de que el labertinto permanecía firme en su sitio, pero aún más engañoso y confuso debido a la
inextricable superposición de pisadas, la cacofonía de indicaciones y el constante agregado de nuevos pasadizos
sinuosos y caminos sin salida. Los sedentarios se han transformado en nómadas involuntarios al intentar recuperar el
contenido olvidado que sospechan que pueda darles la sabiduría necesaria para su futuro. El trazado de las calles del
laberino no parecen obedecer ninguna ley, el azar y la sorpresa rigen el laberinto, emlabla de la derrota de la Razón
pura.
El trabajo, en analogía con el juego, se plantea modestos objetivos a corto plazo. Lo que cuentan son los efetos
imediatos de cada jugada, aptos para su consumo inmediato. Hay que ocuparse de un obstáculo a la vez, la vida es una
secuencia de episodios. Una curva bien tomada, no garantiza que la próxima resulte igual.
El trabajo ya no puede ser pensado como fundamento ético de la sociedad ni eje ético de la vida, ni para definir la
identidad del yo o proyectos de vida.
Ha adquirido un significado mayormente estético. Se espera que resulte gratificante por y en sí mismo, y no por sus
efectos sobre los demás. Solo pocas personas pueden reclamar el privilegio y prestigio de realizar un trabajo por el
beneficio común. Ya casi no se considera que el trabajo “ennoblezca”. Se lo meide y evalúa por su valor de diversión,
entretenimiento.
El ascenso y la caída de la mano de obra.
Mano de obra: esfuerzo físico orientado al abastecimiento de las necesidades materialles de la comunidad (1777) / /100
años después) el cuerpo total de trabaradores y opoerarios/ más tarde incluye a los sindicatos.
Esfuerzo físico y mental, autocreación de los trabajadores como clase. Esfuerzo físico como fuente de riqueza.
Escocia: la riqueza proviene del trabajo, y el trabajo es la única fuente de riqueza. (Europa supera ampliamente a la
economía de Indial, África o China).
Antes, había un lazo entre la tierra, el esfuerzo humano y la riqueza. Inglaterra destruye el campesinado para
transformarlos en fuerza laboral. Pero la emancipación de la mano de obra tuvo sus limitaciones naturales. Construcción
de un nuevo orden para llegar a la felicidad: debía ser sólido, macizo, tallado en piedra o acero para durar. Grande:
hermoso, poderoso, racional. Ej: fábricas, redes de canales, puentes, líneas férreas.
Ford: duplicó el salario de sus empleados supuestamente para que pudieran comprar sus autos, pero la realidad era que
quería atar al personal al trabajo para que el dinero invertido en sus trabajadores en capacitación y entrenamiento
rindiera toda la vida.
El modelo de Henry Ford de un nuevo orden racional fijó sus estándares de la tendendic universal de su época: unión
entre el capital y el trabajo (metáfora del casamiento). La fábrica era su domicilio común. Lo que une al capital con el
trabajo es la relación de comprar y vender. Los desempleados son el “ejércido de reserva de trabajo” y debían estar
preparados en caso de ser convocados. El Estado benefactor era impresindinble para el capital y el trabajo, y estaba más
allá de la izquiera y la derecha.
El Estado benefactor era un artilugio para hacer frente a las anomalías, impedir deserciones a la norma (compromismo
entre capital y trabajo y la resolución de los problemas sociales dentre del marco de ese compromiso) y desactivar las
consercuencias de las infreacciones .
Después de la Segunda Guerra Mundial, los sindicatos se fortalecen para garantizar el Estado benefactor y coporaciones
a gran escala dan como resultado una era de “relativa estabilidad”.
En la actualidad, el cambio se produce por la mentalidad a corto plazo. Los matrimonios “hasta que la muerte nos
separe” están fuera de moda. El cambio de empleo es esperable. Flexibilidad: contratos breves, renovables, trabajo sin
contrato, cargo que no ofrecen ningua seguridad y se rigen por la cláusula de “hasta nuevo aviso”.
Del matrimonio a la convivencia.
Incertidumbre en la vida laboral que se presenta como una fuerza de individualización que divide en lugar de unir. Se
pierde el concepto de interés común.
Los miedos, ansiedades y aflicciones contemporáneos deben ser sufridos en soledad. Esto conlleva a que desaparezca el
espíritu de militancia y participación política.
El empleo se ha vuelto precario y transitorio: episódico. Las reglas de ascenso y despido han sido alteradas produciendo
que desaparezca la lealtad y compromiso. Es la era de los “lázos débiles”
El capital se soltó de la dependencia que lo ataba al trabajo. Se ha vuelto lo suficiemtemente extraterritorial como para
extorsionar a los agentes locales de la política y obligarlo a acceder a sus demandas. La amenaza de cortar los
compromisos locales e irse a otra parte es algo de lo que el gobierno es responsable, por su propio bienestar y el de sus
electores.
La política de hoy es un tira y afloje entre la velocidad con la que la política se mueve y la que cada vez más
disminuida capacidad de acción de los poderes locales que sienten la batalla perdida. El Estado de bienestar debe crear
para que el capital se quede “mejores condiciones para la libre empresa” (bajos impuestos, escasas o nulas regulaciones,
“flexibilidad laboral). Para convencerlos de que se queden, deben demostrarles que se pueden ir cuando quieran.
El capital puede viajar de forma liviana (con celular, computadora portátil y portafolios) ya que se han deshecho del
lastre que implicaba la maquinaria pesada y el masa de obreros fabriles. La velocidad movimiento es un rasgo
jerárquico de dominación hoy en día.
La principal fuente de ganancia hoy en día son ideas y no objetos materiales. Las ideas se producen solo una vez y
luego siguen generando riqueza en función al número de consumidores. El compromiso principal del capital es con los
consumidores.
Robert Reich:
*Manipuladores de símbolos: gente que inventa las ideas y los modos de hacerlas deseables y atractivas para el mercado
*Encargados de la reproducción del trabajo: educadores y diversos funcionarios del Estado
*Los que brindan servicios personales: requieren un encuentro cara a cara con los destinatarios del servicio prestado.
Los vendedores de producto y los que generan el deseo por ese producto
*Trabajadores rutinarios: personas que durante el último siglo y medio conformar el “sustrato social del movimiento de
trabajo”. Las piezas más prescindibles. Su trabajo no requiere habilidades especiales. Saben que son descartable y no
tienen motivos para desarrollar un vínculo con la tarea o compañeros de trabajo. Son reaciones a prometer lealtad.
Postergación de la gratificación / Principio de procrastinación. Hoy en día, la postergación de la gratificación nos es
visto como un signo de virtud moral, sino un obstáculo para la imperfección de los acuerdos sociales o la inadecuación
personal.
“Cultura del casino”: si una acción debe ser recompensada, la recompensa debe ser instantánea. La espera va en
desmedro (empequeñecer) del deseo, pero la satisfacción también debe ser breve, tan breve como la espera para poder
realimentar y estimular el deseo. Deseo y gratificación se condensan en el éxtasis. Al ser instantánea, la gratificación no
puede ser constante a menos que sea breve.
En la sociedad de productores, el principio ético de postergación servía para asegurar la durabilidad del esfuero, en la
sociedad de consumidores el mismo principio es necesario para la durabilidad del deseo. Para perdurar, el deseo debe
ser continua y frecuentamente satisfecho, aun cuando la gratificación augura justamente el fin del deseo. Una droga que
cura y envena al mismo tiempo, cuidadosamente suministrada, nunca en grandes dosis.
La procastinación se niega a sí misma en la cultura de consumo, en tanto, la fuente del esfuerzo y no es postergar la
gratificación, sino el deseo de reducir esa postergació o abolirla. Una cultura en guerra con la procastinación.
Los vínculos humanos en un mundo fluido:
Experiencia combinada de inserguridad (de nustra posición, de nuestros derechos y medios de subsitencia), de
incertidumbres (de nuestra continuidad, de nuestros derechos y medios de subsitencia) y de desprotección (del propio
cuerpo, del propio ser y de sus extensiones: posesiones, vecindario, comunidad).
Precariedad de los medios de subsistencia.
En los países ricos por cada vacante laboral hay varios empleos que se han desvanecido y no hay suficiente trabajo para
todos. El progreso tecnológico augura aún menos empleo.
En el mundo del desempleo estructural nadie puede sentirse a salvo. No hay habilidades ni experiencia que granticen la
obtención de un trabajo y en caso de obtenerlo, éste no resulta ser duradero. Nadie puede serntirse irremplazable. Sin
seguraridad a largo plazo, lagratificación instantánea parece resultar una estrategia razonable a largo plazo.
Las modas van y vienen a una velocidad vertiginosa.
Hombres y mujeres entrenados para percibir el mundo como recipente lleno de objetos deshechables, para usar y tirar,
incluídos los seres humanos. Cajas negras herméticamente selladas que jamás deberán ser abiertas por los usuarios,
manipuladas ni, menos aún, reparadas una vez que se descomponen. Repuestos: por qué perder el tiempo en
reparaciones laboriosas si tan sólo lleva un instante deshacerse de la parte dañada y reemplazarla por otra?
Toda oportunidad que no se aprovecha aquí y ahora es una oportunidad perdida.
Los compromisos del tipo “hasta que la muerte nos separe” se convierten en cotratos “hasta que estemos satisfechos”.
Los vínculos y las asociaciones tienen a ser visualizados y tratados como objetos a ser consumidos, no producidos.
A diferencia de la producción, el consumo es una actividad solitaria porque la cooperación es innecersaria. Ej: el acto de
comer.
La autoperpetuació de la falta de confianza:
El rasgo más sobresaliente de la sociedad moderna / capitalista de “desarrollo obsesivo compulsivo” era la confiranza
(en uno mismo, en los demás, en las instituciones).
La empresa era el espacio privilegiado para la siembra y el cultivo de la confianza. Si los empleados luchaban por sus
derechos, esto es poque tenían confianza en que la empresa era el lugar adecuado para poner a resguardo sus derechos.
El capital es cada vez más global, mientras que la cuarta categoría (mano de obra no especializada) es cada vez más
local. No pueden ganar, ni siquiera tienen la voluntad (ya que son razonables) de presentar batalla.

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