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DAMIÁN NICOLÁS LOPEZ DALLARA

SUBTORMESINO
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MAYO 2019
SUBTORMESINO

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Por las tierras de Salamanca, un hombre mitiga su
extrañamiento al alejarse de los ritmos ciudadanos,
recorriendo los pueblos de la Armuña y Moriscos. Cada día
pasea por los alrededores en la búsqueda de un consuelo que
solamente consigue en la profunda hermosura de las
entrañables tierras charras, intercalando notas amor con las
sensibles descripciones de la provincia castellana.
CAPÍTULO SEIS
DAMIÁN NICOLÁS LOPEZ DALLARA

El deseo de saber un solo dato concreto sobre ti hace que tengas morada en cada pueblo que
dejo atrás

Renacido: cogí su semilla en las anejas tierras de Villamayor, cuando en la primavera de hace
3 años comencé a investigar los alrededores desconocidos pensando en ti, y una mañana vi a la
derecha de la carretera a la almendrada florecida. Durante un año le creí sin vida, después de
haberlo trasplantado tan sólo quedó de él un palito pelado clavado en el macetero. Ahora ya hace
un año que sus hojas perennes prometen futuros tupidos de gráciles nomenclaturas que nos
tocarán de inmediato el alma, igual que los almendros de aquel baldío en Virgen de la Vega. Quizá
mañana el cielo azul fuera cortina de fondo para el viaje a Monterrubio de la Armuña. Antes
pasaré cerquita tuyo, cuando suba la cuesta de la Torrente por el carrilbici de Paseo de los Olivos.
1 de enero, 2018_Hoy es el primer día de otro año en el que solamente puedo arañar el
cumplimiento de mis deseos de estar alguna vez junto a ti. La distancia que hay entre los días en
que vengo a escribirte se amplía cada vez un poco más, otro famoso síntoma de que este
enamoramiento se ha ido enfriando con el paso de los días. Ayer hemos estado muy cerrca el uno
del otro pero tu indiferencia me dolió efímeramente. Antes cargaba con ella como Jesucristo con la
cruz de los pecados. Y no la soltaba hasta que un día se te cruzaba por la cabeza mirarme a los
ojos nuevamente. Cada vez le rezo menos a los ángeles para que te traigan a mi vida. Y no me
siento culpable al coquetear con otras mujeres. Y en las calles me parece verte menos.
10 de enero, 2018_Ya no recuerdo cuando fue la última vez que he venido a escribirte por la
mañana. A pesar de la llovizna y el aire resistente, hoy hice un viaje a Monterrubio. Entre el
claroscuro del día se podía adivinar una destemplada escaramuza entre el sol y las nubes de una
llovizna pasajera. Ya sabes cómo decía Gandhi, “La mentira puede vencer temporalmente”. Así
regresé a casa con el suéter impregnado de una garúa intermitente. El el camino de ida te
imaginé viviendo en las glamorosas casas de Las Coronas, luego te imaginé en Villares. Entonces me di
cuenta de que el deseo de saber un solo dato concreto sobre ti hace que tengas morada en cada pueblo que
dejo atrás.
DAMIÁN NICOLÁS LOPEZ DALLARA

Así como el invierno reduce los kilómetros andados, el paso de los meses acortó la cantidad de
paseos en un día por el recuerdo de tus imágenes

11 de enero, 2018_Aunque hoy fue un día de sol, mi paseo fue muy corto ya que, como te había
comentado hace tiempo, el viento es lo peor que hay para un ciclista. Y así como el invierno reduce
los kilómetros andados, el paso de los meses acortó la cantidad de paseos en un día por el
recuerdo de tus imágenes. También ha disminuido el número de las letras que vengo a dedicarte.
Así como también la pasión con la que acostumbraba pensar las líneas que te escribía. Ninguna
entró en mi corazón, y si lo hace la proyección de sus recuerdos es sencillamente hasta el próximo
despertar, cuando una brizna de tu imagen se convierte de nuevo en el primer pensamiento de mis
días.
26 de enero, 2018_De 7 en 7, de 10 en 10, se van salteando las fechas que encabezan las epístolas
de este cuaderno. Pero los días finalmente se suceden unos a otros en el transcurso de una
normalidad amorosa. En el escudriño de tus sentimientos nunca se sospecha que tu amor sea
finalmente una apatía, una indiferencia amable. Eres el único superviviente que va desde aquí para
allá en la espesa superjungla de mi psique trastocada. ¿Qué quedó de mí luego de ti? Una
seguidilla de deliciosos arrumacos que se enciende en todas las soledades de mi vida. Una etrna
fantasía que tergiversa las coincidencias infrecuentes y esporádicos contactos en los voluntarios
acerrcamientos y palabras oportunas que han nacido de ti.
DAMIÁN NICOLÁS LOPEZ DALLARA

Este es al mismo tiempo el lugar más bello y triste de la Tierra

Hoy es 16 de febrero. Dos años han pasado desde que te dije el más preparado y lindo piropo,
cuando te conté el significado de tu nombre, dando a entender que la definición de tu buscada
onomástica era la verdadera impresión que yo tenía de ti. Pero también, un momento después, tuve
la noticia de que estabas viéndote con otro hombre. El lugar más feliz y triste de mi vida. Pero este
mediodía volví de mis recorridos con la Macario y regresé del café con la cobarde intención de no
cruzar paseo de Los Cerezos para ir a buscarte, reprimiendo el impulso de ir a verte para no
atormentarme más con la imposibilidad de estar a tu lado. Será simple coincidencia, o una
alentadora indicación del Destino, que mueve las fichas del amor por significativos casilleros del
almanaque. Pero al llegar a mi puerta, distinguí tus cabellos y tu manera de caminar a 100 mts de
mi puerta. Como tú sabes, tengo la dulce patología de descifrar tu forma en otras siluetas que te
asemejan mas no son tú. Entonces creí que tu aproximación hacia mí no era más que otro
eufemismo de mis percepciones enamoradas, que me hacen verte entre todas las demás realidades,
pero terminan siendo un vulgar espejismo. Igual a quien ve un oasis por la desesperación de la sed.
Pero cuando fijé la vista een tu cercanía, comprendí que el sueño de verte pasar por la puerta de
casa se había hecho realidad.
17 de febrero, 23hs_La vida nos enseña que los accidentes y decepciones son inminentes. Uno tan
solo puede salir más o menos ileso según la disciplina de los espíritus que arremeten contra
nosotros. Un día después de que se cumpla el sueño de verte caminando por la puerta de casa, el
lugar en donde te esperé por años, y en virtud de aquella valiente y romántica espera los avatares y
desgracias me parecieron todos más llevaderos, esta noche recibí la noticia de que a finales de
abril he de abandonar el lugar en donde han ido creciendo los miles de sueños de estar a tu lado. A
esta casa llegué cuando te conocí. Aquí viví los 3 últimos años enamorado de ti. Me marcharé con
una gran curiosidad de saber cómo será comenzar de nuevo sin la ilusión de encontrarte cada día.
Me marcharé sintiendo una gran pena, pues ayer pasaste por mi puerta luego de los 1000 días en
que te esperé, y tan solo pensar que únicamente me quedan por delante 2 meses para esperar que
ese sueño se repita... luego sólo será la calle insípida, pues en donde estoy la vida tiene mayor
sentido, ya que la ciudad se convierte en la continua posibilidad de que pronto aparezcas tú.
Con el cambio de hogar también perderé la alegría de salir a la calle con esa feliz expectación de
cruzarme otra vez contigo.
DAMIÁN NICOLÁS LOPEZ DALLARA

Un pequeño touchè

Jueves 1 de marzo, 22hs_Hoy nevó por segunda vez en esta temporada de invierno, extrañaré al
asfalto de la Carretera de Carbajosa, cuando por las mañanas vea la bicicleta aparcando en el
hall de entrada y no me pueda aventurar a los pueblos de la zona de la Armuña. En mi familia
beligerarmos por el barrio de nuestra próxima residencia. Me dolería mucho partir de aquí.
Aunque te sé en brazos de otro hombre me hace ilusión salir de casa y cruzarme contigo otra vez.
3 de marzo, madrugada_3 años y 7 meses desde que te volví a ver, el 2 de marzo se fue hace 4
horas. Como una guía espiritual, la fecha me guió a la solución de un gran problema. Hemos
encontrado casa. A lo mejor fuera propicio aprovechar el cambio de zona para alejarme de ti todo
cuanto pueda, y dejar que los tiempos generen el desamor.
Domingo 21hs_Aunque Muchacha ojos de papel me ha hecho una compañía interior desde una
hora atrás, se experimenta cierto alivio al permitirme ser un poco más cobarde que de costumbre.
Es entonces que me pongo a considerar las ventajas que puede llegar a tener el nuevo hogar. No
miraré por la ventana con el típico temor a verte de mano con él. Podré salir de casa sin controlar
el reloj para ver si estás tomando un café.
Martes 22hs_Hoy hemos estado cerca uno del otro. Quizás fuera cosa mía, pero en tus ojos pude
notar que estabas interesada en la presencia de este gentil. Después me quedé todo el día deseando
haberte visto más de cerca. Aunque no estuve contigo me llevo el recuerdo de esta ergástula a la
que aprendí a tenerle afecto.
Miércoles 21hs_Ayer pude notar que tratabas de huir de mi presencia, por no asegurar que me
hacías un desprecio. En mi mente no se revoca el manifiesto que recita las imaginaciones de lo que
sucederá mañana cuando me acerque hasta ti. Saber que mañana posiblemente te veré ha
convertido a la noche en un desfile de pequeños y resentidos cortometrajes que fui hacinando por
tus insolencias pasadas. Aunque alguna revancha me dio el Destino. ¿Te dolió verme junto a otra
mujer? Un pequeño touchè. Pero al fin de cuentas siempre he pensado en ti.
11 de marzo, 2018_La lluvia no volverá a ser lo mismo cuando me vaya. ¿Habrán muchos autos en
la carretera de Béjar, como para que no me de miedo salir en bici todos los días? ¿Qué se verá por
la ventana de Candelario, donde ahora está el respetuoso tanque de la afamada Chinchibarra? Las
farolas nocturnas de Paseo de los Cerezos ya no se refractarán sobre las lentas procesionarias de
los automóviles aparcados, ni en las precisas gotas frías de las lluvias de abril. Durante 3 años
aguardé para cruzarme contigo mientras camino por ahí. Ahora puedo documentar que en estas
dos semanas nuestros caminos se han cruzado para dar vida a inolvidables encrucijadas de
expectantes romanticismos. Y te pones a cantar cuando estoy cerquita tuyo. Ya no será tan
relevante si la ventana del cuarto está cerrada. Quizás enfrente pueda haber algún otro edificio,
entonces la ventana de algún vecino despertará en mí una curiosidad vulgar. No fisgonearé por la
ventana para ver si sales de trabajar. Ni voy a estar tan pendiente por si te cruzo en el carril bici
de Paseo de los Olivos, o cuando salga de casa por las mañanas para andar. Pero eso también
significará algo, no existirá un sentido para salir a vivir. Nunca más regresaré a casa
anticipándome a tus horarios, creyendo que nos podremos cruzar de nuevo. Junto al amor, el
barrio también se irá. El privilegio de la solemne Chinchibarra ingresando perpetuamente por la
ventana, será vetado por el forzoso traslado. Se irán la biblioteca, y el sentimiento de temor de
verte del brazo junto a otro hombre.
21 de marzo, 3.30pm_Intrincado o cornucopia: a veces siento que las creaciones literarias que se
me vienen a los dedos no están para nada a la altura de las palabras que suelo utilizar. De la
misma manera, los versos que aparecieron a los largo de este epistolario no estarán a la altura de
tus ojos cristalinos, como un caleidoscopio girando. Ya voy despidiéndome de las noches
pintorescas, de las luces que simulan ser estrellas en la lírica Chinchibarra o los autitos de
DAMIÁN NICOLÁS LOPEZ DALLARA

Escalectric, que avanzan taciturnamente por el asfalto de la pacífica Paseo de los Cerezos. Me voy
despidiendo de la idílica empresa de salir y experimentar el aire en el rostro que me acaricia
mientras voy a los pueblos en bicicleta. Adiós al catedrático monumento de Don Torrente, siempre
fiel entrando por la ventana. En breve les diré adiós a los consorcios suburbanos, peticitos,
siempre en el horizonte calmado.
DAMIÁN NICOLÁS LOPEZ DALLARA

Como un fantasma aherrogado a las cadenas de su martirio

1 de abril, 18hs_Paseo de los Nogales nº7 es un completo alboroto. Antaño, los almendros, fieles a
los empáticos ecos de la fotosíntesis, siempre aguardaban para salir a la ventana al rayo de sol del
invierno, o a la penumbra de los confortables atardeceres en el verano. Mas ahora Albur y
Renacido acompañan el rizado deslizamiento de la pluma a pocos ctms de distancia, puesto que la
inevitabilidad de la inmediata mudanza ha diagramado el orden de los objetos de la habitación en
donde siempre te escribo entre las prácticas disposiciones de nuestras pertenencias, para que la
mudanza de mañana sea lo más rápida y cómoda posible.
Entre todo este desastre he decidido utilizar el tiempo necesario para venir a despedirme
cursivamente del cuarto en donde te he dedicado tantas cuartillas. Será un molesto capricho del
Destino que la mudanza que me alejará del frecuente trato que mantengo contigo caiga en un día
2. Junto con tu despedida le diré también adiós al tanque de la Chinchibarra, al catedrático don
Torrente que cada día le da la espalda a las macetas en mi ventana. Pero sobre todas las cosas,
también le diré adiós a la expectativa de encontrarte por la vereda, igual que te vi pasando por la
puerta de casa, exactamente hoy hace un mes . Hoy es el último día que miro por la ventana con
temor a verte de la mano con otro hombre. Ya no vigilaré las amplias escalinatas de la Torrente,
por si acaso salieras a tomar un café. Ya no me preocuparé por si tus compañeros me ven regar los
almendros que crecen en la ventana del 5º piso. Hoy será el último día de un montón de problemas
imaginarios, de ellos tan solo me acompañarán estos cuadernos, como un fantasma aherrogado a
las cadenas de su martirio. Las cosas de mi cuarto se irán desintoxicando de ti. Tantas
beligerancias dejaré en estas paredes. Dejaré atrás el espíritu que trató de conquistarte.
Esta tarde volviste a mi recuerdo como si entre tú y yo nunca hubiera habido decepciones

29 de abril de 2018, 21.30hs_Oyendo el chisporroteo de la llovizna en la casa de Candelario, se


asoma en mi corazón el deseo de ir a buscarte otra vez, al viejo barrio Garrido Norte. Me retrae en
este cuarto sin embargo la suposición certera del escaqueo de tu mirada. Sin rencores que nos
hicieran sentir como una víctima, uno lamenta no haber perdonado antes las pequeñas insolencias
de los prójimo más mediocres, para que así se hubiera dado la oportunidad de intercambiar
solamente buena vibra entre tú y yo. Es preferible escribir acerca de la madera artificial del
armario de Ikea, o de las plantas de almendro recién entrados, empapados a causa de la lluvia
tormesina. Renacido lleva puesta una corona de brotes, en noviembre será cercenado para que no
se vaya más en altura.
Otra serendipia que se originó en la ilusión imposible.

1 de mayo, día del trabajador 21.50hs_Continúan pasando los días en la nueva casa de
Candelario. El olvido borra de nuestra inteligencia las imposibilidades que nos demostraban que
nuestro amor fue sólo una ilusión más. Es entonces que las viejas reminiscencias de nuestra amada
conquistan territorios mentales para seguir soñando que algún día vendrás a mí. Pero en el fondo
del raciocinio sé que tú continuarás hacia adelante con tus planificaciones de vida, quizá tener un
hijo o mudarte a una casa con jardín. Mientras tanto yo continuaré escribiendo de mis recorridos
por las carreteras de Salamanca, acompañado de mi sombra de dos ruedas, para olvidar tu
pérdida. Eché de menos la suerte que tenía todas las tardes de que tu nombre me sorprenda en la
boca de otras personas que no han sabido que te amé. También me pregunté qué pasaría si hoy
fuera a buscarte. ¿Me mirarían tus ojos inquisidores? ¿Te levantarías para cruzarte conmigo? Los
almendros siguen aquí, parece que ellos fueran los únicos conocedores de mis costumbres y mis
secretos. Parece que supieran sobre qué escribo. Dos o tres piedras de la maceta de renacido
permanecen estáticas en una tapa redonda para Cds. El murmullo de un noticioso ingresa por la
ventana del 3ºD, allí los dos almendros profesan una perplejidad silenciosa ante la interesada
opacidad de una civilización tibia.

15 de mayo, 2018_Hoy viví una tarde de domingo tranquila. Los almendros estuvieron todo el
tiempo en la ventana, nutriéndose con las protaicas vitaminas que les dispensan con justicia los
elementos. Al rebautizado Renacido le ha salido una nueva constante de febuccini, de la cual
sobresalen ya cinco hojitas de un color que aún no es verde del todo. Ahora están aquí los dos
junto a mí, sobre el escritorio fumé, acompañándome silenciosa y pacientemente. Esta semana
debo devolver el IChing y la Biblia de la conferencia Episcopal. Ellos siempre están aquí también,
su compañía es a lo mejor más fría que la de los almendros.
20hs_Hoy en un bar pasó lo que el destino ya me ha hecho varias veces. Los almendros de nuevo
respiran sobre el escritorio. Ellos firmes aquí, cada día se van notando los brotecitos nuevos a lo
largo de sus longitudes adolescentes. El joven albur está magn ífico, y renacido también. Cuando
llegue noviembre sentiré pena cuando tenga que podar a Renacido. Le conocí cada hojita que le ha
crecido. En invierno me veré en la necesidad de cortar su preciosa corona a fin de que no crezca
más. Esta tarde he tenido dos señales con tu nombre, ni bien encender la televisión. Llegaron justo
cuando me propuse no corregirte más y buscar una forma más amorosa de analizar tus desplantes,
para ver si puedo sacar otras conclusiones que me permitan continuar hacia adelante. Los objetos
del cuarto son rápidos infiltrados que discuten sobre quién ingresará antes en esta cuartilla.
Ayer por la noche pensé algunas líneas para escribirte. Me sorprendió que no reflejara en ellas el
amor que antaño sentí al verte. Por el contrario pero sin oponerse, al mismo tiempo que aquellos
pensamientos nocturnos se articulaban fui sintiendo un cómodo endurecimiento en el corazón.
Supongo que al no pretender que te lleguen estas sentidas escrituras, la sinceridad de mis
anotaciones se vuelve más desabrida. De todas maneras continúas estando entre mis pensamientos,
esa amorosa obsesión me aboba bastante. Después de todo, hace ilusión ir acabando este cuaderno
de Rummenigge, querrá decir que podré finalizar otro capítulo de mi historia. Una serendipia que
se originó en la ilusión imposible.
5.17am, martes 22 de marzo_Eres como Jesucristo: siempre estás en mis pensamientos. Aunque los
meses transcurren continuas siendo una gran compañía en mis soledades. Es solo que ya no te
recuerdo ni con bronca ni con resentimientos imaginarios. Por suerte o por desgracia, tampoco
con la misma pasión de antes. Esta mañana, hice el viaje a Monterrubio de la Armuña. Había sol y
amapolas, los campos de colza ya están sesgados. Algún milano sobrevolaba la carretera antes de
llegar a Villares de la Reina. En ese trayecto a veces pienso en ir a buscarte, pero el pensamiento
va y viene como el relámpago de una tormenta que se aleja.
Me di por vencido en la espera de tus miradas

25 de mayo_Los almendros están más despiertos, la luz solar proyecta la sombra de los objetos con
los contornos más nítidos. Y una claridad inesperada despeja la marabunta de mi psicología, igual
que un peine que pasa por el cabello enredado. La costumbre de escribirte me ha hecho volver a
este cuaderno, igual que se vuelve a buscar a alguien que se ha amado. No ha sido fácil pero voy
olvidándote. Cuando repaso el día de ayer me sorprende darme cuenta de que ya no eres una
inamovible existencia que logró colonizar todas mis facultades. La distancia de ti y de tus
hermosos lugares ha significado la inesperada felicidad para mí. Hoy salgo de la cama para
pensar en el futuro, y no para rendirte estos aburrídisimos homenajes por escrito.
Como un día cualquiera, saber que hoy podría verte me hace tener una expectación de felicidad.
Sin embargo no iré hasta ti, pues así estaría forzando la posibilidad de que nuestros caminos se
crucen de nuevo. Me di por vencido en la espera de tus miradas. Ayer por la tarde hice otro viaje a
Castellanos de Moriscos. En los kilómetros de la carretera ya no dialogo contigo como solía
hacerlo. Y cuando aparecieron los mares verdes de Salamanca, que ondeaban su superficie a la
derecha de los amplios arcenes de la N-620, me di cuenta de que quería que otra persona y no tú
estuviera allí conmigo.
Inspirado por la tenue luminiscencia del atardecer tormesino me acerqué a escribirte un poco
antes de ir a dormir. El tiempoy la Providencia van acomodando las situaciones para que
conforme voy apartándome de tus recuerdo pueda ir tanteando la posibilidad de otros amores.
Ellas, ni bien al verme, se quedan mirándome como si fuerra una aparición, pero al cabo de unos
segundos, cuando sus almas consiguen acostumbrarse a los pelos y el acento les revela mi
nacionalidad, la perplejidad tiende a ser suplantada por un inicio de fascinación en sus ojos, tal y
como te sucedió a ti, el día en que volvimmos a vernos.
Día siguiente_Más o menos, dentro de un mes, se cerrará el 6to cuaderno de Rummenigge. La obra
más extensa de mi vida, pero también aquella que se ha ido aburguesando en la caótica medida
que dejé de ir a buscarte. Los jóvenes almendros se convirtieron en mi sólida compañía. En estas
alocadas escrituras ellos me han ayudado a veces a encontrar la Verdad en mi corazón. Todos los
días los riego y luego los saco afuera, como para que hagan la digestión.
27 de mayo, 5.30am_La melancolía del domingo te ha resucitado en mi mundo interior. Desde que
no nos vemos. ¿habrás pensado en mí como creo que lo hacías antaño? Pasan los meses sin ti, y
sigues siendo el primer pensamiento en las mañanas, absolutamente todos los días. Sube el tono de
mis frustraciones el despertar y dame cuenta que no estás a mi lado. Pero lo que más daño hace en
el alma es pensar que me quisiste y que no nos dimos una oportunidad de amor. Sin embargo,
cuando me pongo a analizar aquella parte de nuestro pasado con total sinceridad, me doy cuenta
de que todo sigue girando en torno a ti. Este es el primer desamor que vivo y que no me da miedo a
caer enfermo. Son las 5 y media de la madrugada, y en la soledad de mi cuarto me pongo a
pronunciar declaraciones como si estuviera delante de ti. Día tras otro trato de manipular esta
lejanía a golpe de reemplazar pensamientos tuyos por otros menos felices. La alternativa a mis
odios es escribirte un poema. Vivo en un mundo seco en donde no se sacan conclusiones
interesantes de las cosas vividas. Seguir desperdiciando mi vida queriéndote solamente a ti y a
nadie más.
La Providencia premia a los hombres cumpliéndoles los sueños cuando muestran algo de fe

30 de mayo, 5am_Los esdrújulos churrusqueos de una cama atravesaron el techo del 3er piso
hasta que desperté, quince minutos atrás. El lujurioso sonido de las maderas desvencijadas me
recuerdan años felices. Continuo pensando en ti desde que abro los ojos. María Luján mantiene
ncendido el ordenador toda la noche, reproduciendo el sonido a un tanque de agua que se va
llenando, a tubería, tapa así los murmullos y otras psicopatías que la causan infelicidad. Cada cual
sobrelleva la vida de locura de esta familia como mejor puede. Mamá se venga de la desatención
amorosa de mi padre montando sainetes o discusiones sin ton ni son. Papá le echa la culpa a una
enfermedad fantasiosa y toma con fe cuanto le dicen los médicos respecto a ella. Sólo falta un
servidor: por las mañanas trato de hacer ejercicio yendo a los pueblos si acaso hay sol. Por lo
general voy hasta la Armuña y sus legítimos alrededores. Fotografío los campos de colza en la
carretera, o las espontáneas amapolas y sus breves procesos de vida, en el terraplén de la ruta a
Moriscos. Antes de volver a casa voy a tomar un café, en el café donde hice una amiga quien -igual
a mí- tiene tiempo de sobra. La situación es ridícula; tiene 70 años y es jubilada. A veces vuelve del
baño y huele, pero siempre estamos riéndonos y no tiene maldad. En sus años mozos era profesora
de literatura, lo primero que hace al entrar es ir a buscar el diario y hacer el cruci de La Gaceta.
Invitamos un día a cada para que se siente en nuestra mesa, comentamos los titulares y miramos
también el tiempo.
2 de junio, 5.40am_Las 6 de la madrugada son el horario en que el desarrollo de esta escritura
recibe al amanecer. Ya va aclarando pálidamente en la ciudad tormesina. Otro gotelé blanco
ceniza pero aún más viejo es el artístico fondo para mis dos almendros. Según se orquesten en el
fumé, proyectan su pueril sombra sobre la paredes del cuarto.
En la exhausta celebración de otro día 2 sin ti, el sencillo conjunto de hábitos de mi vida hace que
me levante para escribirte cuando ya se termina la madrugada. Se extraña un poco la sana
compañía de los preciosos almendros, que por ahora se quedaron en la ventana cerrada, para que
así el aparatoso ingreso al cuarto no quebranta el místico climax del silencio en la habitación
blanca. Inclusive dos libros de la Torrente, la habitación ha heredado las útiles pertenencias que
tenía la habitación anterior, en paseo de los Nogales número 7, la casa en donde te conocí. Echo
de menos las poéticas farolas del pintorezco parque de la Chinchibarra, asomarme por la ventana
protegida a regar los almendros y pispear paseo de los Olivos a ver si no estabas tú.
Antes fui un poco más allá de Monterrubio de la Armuña, aprovechando el sol de la mañana para
hacer un poco de ejercicio.
Se han ido derrumbando los castillos de mi mundo que albergaban una efímera imagen
colorada

4 de junio de 2018, 6.40am_No hay un solo sonido en la madrugada de Candelario. Los Ronquidos
de papá están a 3 cuartos de distancia. No hay imposibles camiones de la basura ni gorjeo
gorrional. Extraño las luces de la poética Chinchibarra, los silenciosos automóviles que avanzaban
sobre el asfalto de la hogareña paseo de los Cerezos. En algunas horas más deberé acercarme
hasta la Torrente, allí teníamos despertares silenciosos, pero nunca completamente. ¡Cómo
maullaba Valentina! Y qué pronto me he dado cuenta de cuán serviciales somos ante las cosas
tóxicas de los demás.
5 de junio, 7.30arm_Las ocultas constelaciones continúan remarcando sus progresivas órbitas por
el cielo color café. Repentino y doloroso, fuiste mi primer pensamiento del día aún oscuro. Ayer no
estabas allí, y partí de la biblioteca con un vacío irrazonable. Quizás por ese malestar en el alma,
fue que esta noche he soñado algo relacionado contigo.

Se han ido derrumbando los castillos


que albergaban una efímera imagen colorada.

Mientras aún vivía en ellos siempre tuve


ganas de ser niño.
De día el sol sereno siempre iluminaba cada
rinconcito en mi castillo.
Y en el cielo de la noche Selene sonreía

imperturbablemente.
La pelusa del extrañarte

Sábado, 5.00am_Uno nunca se cansa de elogiar el crecimiento de las plantas que ha sembrado.
Los almendros están preciosos. Ya cercenado, albur se despliega imperceptiblemente en la concisa
atmósfera del cuarto. El gemido lamentoso de un sabueso se hace oír en la mañana luminosa de la
calle Candelario. Los solitarios del 30-32 se acompañan con los bon-sai que pasaron la noche
afuera con el propósito de tomar aire y que el frío sonambulista los haga más resilentes, como los
niños que duermen junto a los gatos con el fin de ir produciendo anticuerpos. No hay cordero más
fuerte que el que nace en el invierno. Por otro lado, un motor muy sonoro desparrama
intranquilidad en la quietud de la mañana. Páginas, páginas y páginas revolotean alrededor de
esta escritura en formato de simpáticos cuadernillos. Quizás por tercera vez, la extraña cursiva
rejunte los pedacitos de mi alma que dejó tirados otro desamor.
Domingo 7.20am_Se echan de menos los almendros. Aún están fuera, ejerciendo su fotosíntesis
con la grisácea claridad de este domingo. Se va acabando, Mireia, el sexto cuaderno que escribo
respecto al amor que sentí por ti. Junto con albur y su próspera ramita, renacido y su luengo tallo
atestigua la finalización de este cuaderno, que seguramente cerrará la desesperanzada historia de
Rummenigge. Hoy a la tarde viajé durante 2 horas bajo el sol de la carretera Valladolid. Buscando
agua fresca me detuve en la fuente de Pedrosillo. En el trayecto fotografié los rojos campos de
amapola. Y a la vuelta temí por mi vida durante los 2 km, cuando aproveché el descenso volviendo
por San Cristóbal. Entonces, mi bien, con estos cuentos y narraciones le pongo punto y final a la
confección de estas epístolas que te fui dedicando a lo largo de estos últimos años. En los sinceros
espejos de la introspección descubro resignadamente a un yo de mí más maduro y también más
sabio. Un poco apático y justo.
FINAL DEL SEXTO CUADERNO DEL DIARIO SUBTORMESINO
CAPÍTULO SIETE
Parecería que el Destino me estuviera llamando para ir a ti

Candelario 6 de febrero de 2019

23hs_Es curioso, pero los nuevos almendros tienen las hojas que les faltan a renacido y albur. A los antiguos
les ha salido la primer hoja de esta temporada. Renacido tiene un yuyito de 4 hojas. Esta madrugada me
despertaron las altas entonaciones de Misora Hibari. Milagrosamente seguí durmiendo hasta las 8am, pensé
en hacer una celebración por el buen dormir y viajar hasta La Mata, sin embargo me acobardé por el frío y fui
a buscarte a la biblioteca, ya que desde hace unos días parecería que el Destino me estuviera llamando a ir.
Pero antes, no sé si para variar o porque la experiencia me ha ido exhortando a creer que el ejercicio
intelectual atrae más la fortuna, abandoné los textos del Éxodo y recuperé la lectura de los Diálogos con
Benito Pérez Galdós. Al parecer y después de un año de lecturas diarias de textos Santos, se han entrenado
mis facultades como para que el reservado hábito de mis lecturas se desenvuelva finalmente sin tantas trabas,
ya que hace un tiempo leer los Diálogos de Galdós se hacía para mí una empresa trabajosa y de ardua
comprensión. Ahora, las sentencias del manuscrito se pronuncian dentro de mi mente sin sentir que leo una
trabada lista de cacofonías.
Cuando llegué a la Torrente no estabas en el escritorio de siempre. En cambio te crucé un minuto más tarde
cuando seguramente estabas regresando de tu descanso. No sé si realmente lo he vivido, pues no me esperaba
reencontrarme tan nítidamente con tu mirada. Vuelves a convertirte en mi recuerdo feliz.
El pueblo de las dos torres

23 de febrero_ Cada vez que despierto aquí están siempre los 4 almendros aguardándome encima del
escritorio fumé. De forma parecida, cada vez que despierto tu carita de caleidoscopio es la primera imagen de
mis pensamientos desde que volvimos a mirarnos.
Estoy a punto de iniciar la gran aventura de un viaje a Alaejos, el primer pueblecito al entrar en la provincia
de Valladolid. El pueblo de las dos torres. Tengo tanto miedo de quedarme en el camino, pinchar o sufrir
algún otro percance. Serán muchos kilómetros para regresar andando. Pero las mañanas sin brisa hacen de
estos día del año un clima propicio para ir allí. Hace un momento asomé la cabeza por el ventiluz del aseo y
en el cielo ocre de Salamanca figuraba una estrella, quiere decir que el cielo de la mañana estará escampado.
Aunque no haya campos de colza, cielos como el de hoy son hermosos para fotografiar la almendrada en flor.
Cogeré piedras de los pueblos que deje atrás y tu imagen me acompañará en el recuerdo y en el corazón.
Entre otras cosas, la lectura de los Evangelios recristianiza a mi corazón y autocorrige a mis pensamientos,
desacostumbrados a la piedad. Ello trae a colación pequeñas fortunas a mi vida que se podrían llamar
“milagros”. Un llamado que trae el regreso de una persona a mi vida, o el anhelado regalo de una
correspondencia de una escritora amiga. Como reza el I-Ching:

La auto-corrección forma una alianza con el cosmos.

Día siguiente_Hoy es un día de lluvia. El pronóstico de La Gaceta esta vez la acertó en el vaticinio de su
desconfiable meteorología. Al no viajar hasta los pueblos, posiblemente me acerque hasta ustedes. También es
posible que te vea, aunque no tengo previsto ir hasta donde estás. Al no tenerte ya como la destinataria
exclusiva de estas notas, no voy recopilando minuciosamente las aventurillas de mi día a día, por eso te cuento
hoy que ayer viajé hasta La Mata. A colación de la hora de ejercicio, también fotografié al sol, los caminos,
las nubes y a los milanos.
Papá mal que mal encuentra la forma de escaquease de las locuras de mami. Sé que no depende de mí, pero
intento sufrir lo justo imaginando que se comportan como Dios manda. Papá es un hombre fuerte, soporta con
cordial estoicismo la toxicidad de mamá. Ella nos fue sacando un poco las ganas de vivir a todos. Hasta hace
poco tu imagen no me dejaba ver todo esto. Únicamente escribía de ti. Pero gracias a la distancia y al paso de
los meses te he ido queriendo menos. Tal vez, gracias a esa impensada disminución, fue que tu imagen ya no se
sobrepone a las realidades de mi vida. Claro que aún recuerdo las veces que me has ido a buscar, pero las
recuerdo con un entusiasmo menor.
Albur se va poniendo tupido. Mamá no deja de estar poseída por fuerzas tristes. Se aprovecha de los momentos
tranquilos para montar un sainete. Es una lástima que las hojas de este cuaderno se vayan completando con
tanta pena.
Al mundo le haría falta despertarse de un coma Glasgow

Martes 12 de junio, 22hs_Después de 4 años hoy es la primera vez que pienso en ti y miro al futuro con un
sentimiento de derrota. Ni el recuerdo de tus acercamientos, ni el de tus miradas incipientes o el de tus
actitudes celosas e inseguras, han guardado el peso suficiente como para inclinar a mis ilusiones hacia la
posibilidad de que algún día se ordenasen nuestras vicisitudes en las venturosas circunstancias del futuro
como para que de una vez por todas podamos estar juntos. El 2 de agosto, ¿tendré la valentía de acercarme
hasta ti para que así se renueven los imaginarios votos de fidelidad que otra vez celebran el hecho de que haya
pasado otro año desde que te volví a ver? Posiblemente, sí. Pero entonces ¿cuáles serán mis expectativas
respecto a ti?
Miércoles 21.15hs_La luz de otro atardecer ingresa por la ventana del 3er piso en la calle Candelario,
cercana al campus Unamuno. Nunca más fui a visitar Huerta Otea, con aquellos crepúsculos bajo el puente
Universitario, tan amarillos como la bomba de Nagasaki. Por aquí por casa, mamá hace de sus locuras desde
que llegó al hogar. Relee las recetas que le da el médico una y otra vez, como si fuera un arqueólogo que se ha
encontrado con un papiro. Pronto regresará Mary, perturbará la poca tranquilidad que hay aquí, con sus
malos modales y los desprecios que le hace a mamá. Papá esquiva el bulto y dice no hay que darles bola. Sin
comerla ni beberla me veo metido en la misma bolsa de insanías que está mi hermana. Yo no sé si todo será
teatro, se hace difícil creer en todo lo que mi gente dice, porque de ser verdad todo el dolor que predican:
¿qué sentido tiene vivir? Al mundo le haría falta despertarse de un coma Glasgow, así apreciarían más el
tiempo que les ha sido otorgado para ir o venir por acá y por allá y no se estarían quejando al pedo. Al mundo
de hoy en día le hace falta perder la mitad de cuanto tiene, solamente así se pondrían a aprovechar la otra
mitad de cuanto les queda.
La aceptable escritura del itinerario de nuestro destino

Jueves 22hs_En España ahora hay luz a las 10 de la noche. Este mediodía caminé bajo el sol de la plaza Vidal.
Iba a la pequeña biblioteca y casi muero de un síncope creyendo que se trataba de ti el cuerpo de una mujer de
tu estatura y con el cabello del largo tuyo. Pero solamente se trató de una breve recaída del enamoramiento
que aún siento por ti. Unas 2 horas más tarde entré a bar y tu nombre no demoró en hacerse oír cuando en la
televisión pasaron una entrevista. Me hace una tonta e inmensa ilusión coincidir con las pronunciaciones de tu
nombre en los sitios menos esperados. Cuando nos cruzábamos a diario lo escuchaba en todo sitio y
permanentemente, pensaba que aquella sensible coincidencia se debía a que tú y yo echábamos de menos el
mirarnos a los ojos.
Viernes 22hs_El útil aroma de los perfumes de Saphir masculiniza los instantes pretéritos al anochecer
subtormesino. Los dos almendros continúan con su delicado, suntuoso, espontáneo y silencioso pose, igual que
si fueran musitadas Giocondas posando para la vasta soledad y para mí, su taciturno Da Vincci. Su coqueto
porte natural, los libros de la Torrente o el préstamo de la acogedora biblioteca del barrio Vidal... El
portalápices amoroso y en él los polvorientos útiles de la escuela que aguardan para brindarme su didáctica
labor. Todo está donde siempre y debe.
Finalmente, hoy no escuché tu nombre en ningún lugar. Hubo algunos momentos en que eché de menos
aquella enfermiza coincidencia, una dulce recaída en el paco de los enamoramientos. Sin embargo algo ha
cambiado en el mundo de mi corazón. Así como así se terminó el deseo de tener sueños contigo, termino por
darme cuenta de que cada vez que resurges en mi mente soy de acompañar tus imágenes con un sentimiento de
lástima por mí mismo a causa del tiempo que perdí pensando en ti. Todos los pequeños y grandes objetivos que
hemos perdido de vista parecerían ser reducidas corcheas que anotadas en la partitura de nuestros sueños
colaboran a la composición de un objetivo principal, que es la aceptable escritura del itinerario de nuestro
destino.
Martes 31 de julio, 21.30hs_Hoy fui hasta ti buscando rescatar la imagen de tu perfil y me encontré con tu
mirada. La felicidad lo inunda todo cuando a través de tus ojos soy bendecido con el milagro de tu interés. Es
entonces que el espíritu de tu amor me acompaña adondequiera impregnando el resucitado itinerario de mi
mundo hasta la última de sus moléculas. Resucitó mi enamoramiento después de que tus miradas
interrumpieran mis pasos por los pasillos de la biblioteca. Mañana seguramente serás mi primer pensamiento
otra vez.
Empiezo a completar este cuaderno, pero no en la fecha en que volví a verte sino en la que yo creí
erróneamente había sido el día de nuestro reencuentro

2 de agosto, 2018 (madrugada)_Confieso que fue una equivocación: después de pensar 4 años que hoy se
celebraba el día en que te volví a ver, me di cuenta de que no fue este día la fecha de nuestro encuentro, no.
Ahora lo sé. Si me dan a elegir, diría que fue el viernes 1, tal vez 31 del mes pasado, cuando comencé aquel
retrato de la novia del barrendero. Aunque no pasaron 2 meses desde que juré no comenzar otro, hoy es 2 de
agosto y empiezo a completar el 7mo cuaderno de Rummenigge, pero no en la fecha en que volví a verte, ya
cuatro años atrás, sino en la fecha que yo creí erróneamente había sido el día de nuestro reencuentro.
3 de agosto, 6am_La ola de calor ya se instaló en Salamanca. El aire acondicionado es una camiseta mojada,
me la paso por el torso cuando ya no soporto más el bochorno. Con tanto calor se me han achicharrado los
chacras. Marchitan, achicharran, chamuscan... todos esos sinónimos tienen cehache. Sería mejor desaparecer
para siempre y que la realidad no sepulte la ilusión de que me quieres.
Los almendros siguen ahí fuera, fotosintetizando las temperaturas ideales de la noche. Aunque nunca
estuvimos juntos, desde que te quiero he vivido tantos momentos felices. En la espera de tu llegada, tus ojos
cristalinos y tus apariciones impuntuales fecundaron en mi espíritu el deseo de ser un hombre mejor. Tu
silencioso amor me ha hecho ser más maduro en mi manera de enamorarme.
Viernes 3 de agosto, 21.30hs_El carozo de ciruela que cogí en las escaleras de la Torrente, reposa a los pies
de renacido, todavía acompañándome encima del escritorio fumé. Me acaban de llamar desde la biblioteca,
era Juli que le toca hacer la guardia hasta las 11 de la noche y luego a dormir la mona. Quedamos para
vernos mañana, lo acompañaré para que se le pase el turno de noche más pronto. Estaré en tu lugar de
trabajo. Cuando me harto del mundo político y social, o si acaso siento hastío por la raza humana, recurro
siempre a tu imagen para recuperar las esperanzas de que el amor existe en la vida de la gente. Eres mi
pensamiento feliz.
Por un día haré mis temores a un lado y me regalaré la posibilidad de estar un minuto bajo el mismo
techo que tú

5 de agosto, 21hs_El atardecer de la calle Candelario es ideal para componer un poema. Los recuerdos de la
rancia estación de micros infestada por inmigrantes cosmopolitas, el brillante pavimento de avda. Peña de
Francia, y atravesándola de norte a sur el verdoso boulevard donde se paran los peatones a esperar que el
semáforo se cambie al tipito verde, la petuña milagrosa y los dos almendros sorpresivos.
Todo ello más el recuerdo de tus ojos transparentes producen en mi corazón una inspiración que se podría
llamar tanguera.
6 de agosto, 21.45hs_Aún después de tres años de pensar en ti, no me decanto si debo escribir tu nombre con i
latina o con ye. Cada semana que se va, Renacido está más alto. A medida que envejece su tronco obscurece
un poquitito más. Extraño tus miradas durante el día. Seguir enamorado de ti se ha convertido en un sólido
motivo de felicidad para continuar hacia adelante con estos curiosos días y noches de los que se compone mi
destino. Esta semana guardaré un día entero para ir a verte. ¿Estarás? ¿Estarás con él? ¿Cómo se llevan
ustedes? ¿Soportaré veros juntos? ¿Te trata bien?
Martes 7, 22hs_Caminando por avda. Mirat, esta tarde vi una máquina que hacía burbujas de jabón en
cantidades. Era maravilloso, en cada una reverberaba la ciudad en los siete colores del arcoíris. Aquella
imagen me recordó los tiempos de mi infancia y por un segundo reviví la inocencia intacta, ahora que lo
pienso el sentimiento fue el mismo que cuando tú y yo nos mirábamos a los ojos. Se ve que a la gente le
sucedía lo mismo que a mí en sus corazones endurecidos, porque alrededor del ramillete de burbujas se
aglomeraban 6 ó 7 individuos. Me quedé un ratito mirando. Entonces me di cuenta de que una sola persona
entre todos ellos había sacado el móvil para inmortalizar aquellos instantes de pureza en la nube. Resultó que
era una compañera tuya, con quien un servidor tenía al principio una relación de confianza.
El asunto de todo esto es que desde hace unos días me estoy pensando si ir a buscarte de nuevo, pero soy de
reprimir la iniciativa de ir hasta ti por el temor a tu indiferencia. Ella me hará saber que todo este tiempo mi
ilusión no era más que un espejismo creado por la necesidad de que me amaras. Pero mañana es mi
cumpleaños, y por un día haré mis temores a un lado y me regalaré la posibilidad de estar un minuto bajo el
mismo techo que tú. Ya que nuevamente ejerceré mi obediencia a las señales que otras veces me hicieron
coincidir con tu nombre. En consecuencia de ellas mi corazón decidía ir a buscarte... Y entonces me
encontraba con tu mirada.
Las obsesiones se fueron convirtiendo en en pequeñas y grandes sapiencias a manos del tiempo

Miércoles 8 de agosto, 22hs_Pareciera como si en los planes de mi destino estuviera incluido el mantener viva
la ilusión de estar junto a ti alguna vez. Finalmente, mi que querida Sañora, después de que pasara otra
semana sin verte fui a buscarte, y como si supieras que hoy era mi cumpleaños te acercaste a donde yo estaba
para dar en notable silencio tu dulce presente. Hoy escribo casi la misma epístola que tres años atrás,
reflejando en mis letras los mismos deseos de ti que se manuscribieron en aquel inocente entonces. Quizás mi
amor por ti fuera ahora un poco más maduro, y navegue día a día en la resignada aceptación de que hayas
elegido a otro hombre. Las obsesiones se fueron convirtiendo en en pequeñas y grandes sapiencias a manos
del tiempo.
Jueves 5.30am_Tres tapas para CD permanecen sobre el escritorio fumé, me sirven como apoyamacetas de los
almendros y la petuña también. Aún es de madrugada y no toca entrarlos. Se nota este triunvirato de
ausencias. Quizá esta falta sea la responsable de que ya no te escriba tanto no más abrir los ojos. Sin su
callada compañía mi mundo está un poco más triste. Es entonces que me siento un poco menos inspirado. Una
melancolía más que se desdobla sobre el papel. Sin ellos prefiero no hacer las cosas, ya que no doy lo mejor
de mí.
Viernes 9 de agosto, 22hs_Después de haber tenido un día bastante interesante para el análisis metafísico, no
sin escribirte algunas líneas antes en breve iré a descansar hasta que sea mañana, pensando en los muchos
pequeños éxitos que han sido indetectables para los otros, más importantísimos para mí. Es entonces que
acabo comprendiendo que tu mirada me pasa un ángel. Cuando me acompaña el recuerdo de tus ojos, tiene un
resultado más feliz aquello que antes era un fracaso. Hoy 8 y media me desperté y aún con los ojos cerrados
he suspirado tu nombre seguido de un te quiero. Inmediatamente fui hasta La Mata. Los campos de girasol
pueden fotografiarse bien, apena un poco pensar que pronto serán sesgados. Después a esperar los venideros
campos de colza.
10 de agosto, 22hs_Dos flores nuevas se añaden a las dos flores de la petuña. Desde que son pimpollos, cuesta
unos días de florecer. Ahora ella también me acompañará mientras se repletan las hojas con la tinta que te
añora. Escribir acerca de los almendros es harto más caballeroso que remarcar el hecho de que aún no sé
escribir tu nombre correctamente. Lo más importante es que que tu última mirada me ha dado fuerzas para
volver a esperarte, a pesar de que ahora no sea un secreto para mí el indigerible hecho de que estés junto a
otro hombre. Esta tarde fui a dibujar a calle Toro y, aunque sabía que era improbable, en el fondo de mi
corazón estuve esperando a que aparecieras a cada momento.
Esta mañana había un cielo precioso para fotografiar los campos de girasol, en las postrimerías de la
temporada. Ya van 4 años y te sigo escribiendo todos los días. Ya van 4 años, y sigues dándote vuelta para
mirarme cuando me voy.

Te pertenezco
Como si fueran diabólicos microchips que no consiguen sacarnos del cuerpo con cirugía

11 de agosto_Entre un sinfín de problemas me refugio en tu imagen para tener esperanzas de que algo bueno
puede tener el futuro de nuestras vidas. Papá viajó hasta Argentina. Hoy es el primer día que en esta casa
solamente dormiremos mamá y yo. La idea de que hay un infierno consigue que tratemos de ser mejores. Uno
tolera más de lo que lógicamente debiera. Ante la locura del ser humano cabrón ponemos la otra mejilla.
Quizá para honrar ese esfuerzo, Dios soluciona las cosas de una manera que no esperábamos. Pero al fin y al
cabo, ¿qué fundamentos tengo para ratificar Su existencia?
Domingo 17hs_Papá ya aterrizó en Buenos Aires. 15 horas duró en total el viaje. Dice que todo está más o
menos igual que cuando nos fuimos. Cuando mis ilusiones fluctúan siempre recuerdo las espigas de trigo que
te dejé. Seguramente no a todas, pero alguna habrás encontrado posiblemente. Además de la franqueza en mis
ojos, aquéllas fueron las únicas señales que te confesaron mi amor. Siempre me pregunté cuál sería tu
reacción al verlas. ¿Las acogerás con amor?
22hs_Es el segundo día que estoy solo con mamá en casa. Fui a tomar un café, y al salir de casa no se
encontraba tan mal. No revuelve tanto los rincones de la casa y el tiempo que no desperdicia en sainetes lo
aprovecha ordenando. Al regresar a casa me puse contento, mamá había preparado una pizza. Parece que el
alma de cierta gente revive cuando nos hace sufrir. Se esfuerzan por infundirnos temores; tienen la facultad de
incrustar en nuestra psicología imágenes que nos torturan, como si fueran diabólicos microchips que no
consiguen extirparnos del cuerpo con cirugía. Para tratar con estas personas debemos de ser valientes,
delicados e inteligentes. ¡Pero cuidado! Que si tratamos mucho con ellos nos volvemos menos sensibles. No se
sabe si su maldad es una consecuencia dañina de sus infelicidades, o acaso serán horrorosas herramientas
que Dios utiliza para adoctrinarnos con reiteradas lecciones, figuradas en el cíclico temario de Su enseñanza.
Lunes 22hs_La petuña, milagrosa, tiene las flores blancas. Cuando le nacen pimpollos éstos tardan en florecer
como 3 ó 4 días. Lamento, mi bien, haberte contado las cosas sobre mi madre. Durante el día se la pasa
ordenando, aunque ya no tiene brotes de cólera. Era como si algo dañino se le activara cuando uno pronuncia
ciertas palabras, como si de sorpresa y sopetón la poseyera un espíritu diabólico. Mamá es una mujer que
tiene la inteligencia y la sensibilidad maltratadas. Hoy montó un número con un cuchillo, pero por la tarde fui
a dibujar y al regresar a casa estaba como si nada. A veces repaso la Biblia, y pareciera que la relectura de
los Evangelios exorcisara su mal. A medida que avanzo páginas se va quedando tranquila. Mi hermana la
esquiva diciendo que está trabajando y se va todo el día a la biblioteca del Campus Unamuno. Para
asegurarse que está dormida regresa a casa a la 1 de la mañana.
Tenía pensado ir a verte mañana, a ver si mis efímeros pasos se encontraban con la albricia de tu mirar. Me
sentí un poco triste cuando en el noticioso dijeron que iban a festejar Feriado Nacional. Tenía ganas, al
menos, de ir a pispear si te fuiste de vacaciones, así saber si la semana que viene estarás por ahí, cuando
vuelva a renovar libros. Desde hace una semana que sigo deleitándome con el recuerdo de tus sutiles muestras
de amor. Después de 40 días de estar ausente, en mi regreso me encontré con el tesoro de tu mirada. Y una
semana después, con el acercamiento a donde yo estaba -creo-, como una respuesta afirmativa, como una
señal secreta de que habías encontrado la espiga de trigo que te dejé sobre un libro de Mallarmé.
Como quien guarda un secreto importante y está a punto de compartirlo

Miércoles 15, 21.30hs_La resurrección de una forma de pensar más cristiana continúa dando sus poéticos
frutos en las renovadas huertas que florecen a lo largo de mis caminos. La gente que antaño me despreciaba
ahora busca mi compañía y mi conversación. Me has enseñado mucho. Y nunca hubiera redescubierto el
potencial interior que hay en mí si tú no hubieras reaparecido en mi vida. Es como si estuviera escrito. Viajé
lejos y llegué aquí buscando encontrarme con aquellos pensamientos y sensaciones que se han quedado
perdidos en el camino de mi adolescencia. Y muchas de las cosas que me tocaron vivir en esta tierra no han
sido otra cosa que el inesperado obstáculo que desarrollaba una forma de superación no tan desconocida. Sin
ir más lejos, hoy la simpatía del bibliotecado flotaba en la sustanciosa intelectualidad de una Torrente
Ballester soñadora. Él me mira con una emoción intensa, como quien está a punto de recibir un regalo de
cumpleaños, como quien guarda un secreto importante y está a punto de compartirlo. Por otra parte, mis
insistentes fantasías continúan aprovechando cualquier apariencia de desencuentro entre ustedes dos para
imaginarme un problema definitivo que ponga fin a su convivencia. Que a lo mejor tú estás harta y te has ido
de vacaciones sin él, o que mientras él está trabajando tú me estás esperando a mí. Todo eso para que
mañana o pasado los vea juntos de nuevo y se desmorone aquel ilusorio castillo de naipes que levantaron las
inútiles esper
Domingo 6am_De nuevo aquí, mi Señora, en la esforzada y quejosa empresa de quererte por escrito en las
madrugadas subtormesinas. Le fui cogiendo mucho cariño a la casa de Candelario, tal vez porque me ayudó a
desintoxicarme de la empalagosa obsesión de recordar ininterrumpidamente la dulce expresión de tus caritas
taheñas. Ya nunca será lo mismo escribir, a excepción de que el olvido te vaya diseminando de mi corazón un
poquito más cada día, en un proceso similar a la catástrofe de una canción. Por la ventana únicamente se ven
los frontispicios blancos de unos edificios internos, ellos reemplazarán para siempre a las estrellas de paseo
de Los Cerezos, así como al afamado tanque de la Chinchibarra que ahora se ha permutado por el peculiar
aspecto de las prendas que cuelgan de los rústicos tendederos al pie de los ventiluces opacos. Sigues siendo mi
primer pensamiento. Y aunque no tan seguidamente como en otras etapas de estos últimos 4 años, soy de
recordar la última mirada que nos dimos. Prefiero no andar controlando mucho la fecha del día en que
estamos, así no me obsesiono con el secreto conteo de festejar nuestro ficticio aniversario cada día 2.
22.11hs_Y así se va cerrando el domingo, con los adolescentes chillidos de un perro que van subiendo desde la
planta baja, como el olor de un pedito, y entran por la ventana del 3ºD y los otros pisos internos. Me embosco
en una maraña de pensamientos acerca de las posibilidades que habrá mañana si voy hasta la biblioteca. La
última vez solamente lo vi a él. ¿Qué pasaría si no te viera? Menudo consuelo tengo: los dos almendros siguen
preciosos; el modesto albur sobre la pequeña cajonera de alambres grises, a mi derecha se ve a renacido que
cada día está un poquito más alto. Como ya te vaticinaba en otra carta, en noviembre lo voy a podar. Ya he
imaginado el corte, me dará un poquito de pena, pero sé laví. Sin la mano del hombre, quizás hubiera sido lo
mismo que una semilla que nace en tierra poco profunda. Pero que al poco tiempo se seca porque no puede
echar más raíces.
Es como si de golpe se recordasen partes de una película de terror que hemos visto de muy chiquitos y
uno quisiera no haber mirado

Lunes 21.30hs_La ausencia de tus miradas artificializa los dos almendros. Quizás mis ilusiones sobre ti les
añadieron más vida de la que realmente tenían. Y cuando no vuelvo a casa con el entusiasmo de tus miradas,
hago carecer a las cosas de aquella noble y enamoradiza añadidura con la que mi corazón las nutría. Al
contrario de la semana pasada, hoy él no estaba pero tú sí. Analizo esa casualidad para que otra vez me
permita soñar con un montón de posibilidades. Que ya no se quieran tanto como al principio, y hubieran
decidido por ir descansando uno del otro...
Martes 22hs_La relectura de los Evangelios continúa dándome cierta iluminación por dentro. Sin embargo, de
golpe y porrazo el pasado desentierra algunas cosas que a uno le parece mentira haberlas vivido. Es como si
de golpe se recordasen partes de una película de terror que hemos visto de muy chiquitos y uno quisiera no
haber mirado. Aunque por otro lado más tierno, las petuñas siguen aquí junto a los dos almendros. Renacido
sigue alto y frondoso, albur siempre peticito, con su rama que va y que va. Cuando termine de escribirte los
colocaré en la ventana, ahí esperarán el advenimiento de la madrugada subtormesina. Continúo ejerciendo un
acto de fe ya casi apático, depositado en la esperanza de que alguna mirada tuya le devuelva un poco la vida a
las cosas de este cuarto. Salgo a la calle con la expectativa de tu mirada, y espero volver alguna vez con el
renovado recuerdo de tus ojos claros para transmitirle más vida a la petuña y que así hubiera echado raíces
más fuertes en el platito de Bob Esponja en donde bebía leche todos los días mi difunta Valentina. O que se
quiten solas las telarañas que acompañan segmentos en el tallo de renacido. A veces abro el libro de Benito
Pérez Galdós esperando que el señalador hubiera avanzado 100 páginas de donde lo dejé antes de verte a los
ojos por última vez. Sin embargo hoy que recibí tu mirada vuelvo a la soledad de mi cuarto y solamente algún
que otro pimpollo nuevo en la petuña da un nimio testimonio de la resistencia inherente de la vida. Los seres
humanos continúan ejercitando sus soberbias agresividades psicológicas sobre los familiares más débiles,
pareciera que tienen la malvada finalidad de boicotear cualquier armonía lograda en el hogar. Lamento no
tener cosa bella alguna para escribirte esta noche luego de haberme encontrado con la transparencia de tus
ojos esta mañana.
Jueves 4.55am_Mi primera imagen del día fue el recuerdo de tu mirada de ayer. El alivio que me dio el no
veros juntos se difumina en la imaginación de verte llegar a una casa en donde te estará esperando él.
¿Estarán juntos en el trabajo esta temporada? ¿O será como en otros años en donde uno se queda en casa
mientras el otro va a trabajar? En fin, el impedimento tiene un buen propósito, dijo Confucio. Algunos días
pienso que aquellas cosas tan profundamente filosóficas en las que creo son delicados eufemismos que me
exhortan engañosamente para no decaer y continuar adelante. A veces me pregunto si todos los principios que
albergo en cuanto al amor no serán como falsos profetas que con románticos argumentos me persuaden para
que continúe amándote tras cada decepción.
22hs_Con la esperanza de tocarte el alma a través de los kilómetros, ayer por la tarde retomé el prometedor
cometido de continuar reescribiendo el largo epistolario de Rummenigge, melosas escrituras que te fui
dedicando a lo largo de casi 4 años, y que guardan la romántica intención de que algún día supieras, mi bien,
cuánto he pensado en ti. Quizá pronto te haga otra visita, esperando que sea tu voluntad acercarte o mirarnos
otra vez a los ojos, o esperando cualquier azar que quiera cruzarnos nuevamente por los caminos de la
biblioteca. Siembras un ángel en mí. Luego voy por esta vida exento de cualquier negatividad.
De esta manera finalizo otro día de la misma forma que lo comienzo: escribiéndote solamente a ti.
Hay palabras que se recuerdan desde que uno las oye por primera vez

Sábado, medianoche_4 flores blancas orlan la plantita de la petuña que vive en el plato de Valentina. Muchas
veces me he preguntado cuál sería el misterioso propósito de tu reaparición en mi vida. Finalmente, el
resultado de todos estos caminos andados, que de una forma u otra te han involucrado en sus recorridos,
acabaron reencontrándome con la relectura del Nuevo Testamento. Y como conclusión remeditada de esta
fortuita inspección, hoy me descubro incorporando en mis diálogos mentales una actitud más cristiana y
tranquilizadora, obteniendo como premio un sentimiento de armonía al que podría llamarse “paz”. Hoy para
mí el Reino de los Cielos es una actitud misericordiosa ante toda maldad que pudiera advenir en nuestra vida.
Como colación de esta tranquilidad he vivido la aventura de presenciar pequeños milagros todos los días así
como también los grandes, pero esparcidos en días fortuitos del año. El primero es por supuesto el ferviente
reencuentro con tus ojos. Pensé que nunca más iba a notar interés en tu mirada. Pero ha sucedido algo, ellos
fortalecieron la fe correcta en mi corazón. Y no ha sido coincidencia, tiene sentido que cambie nuestro mundo
cuando elegimos otra manera de pensar.
Lunes, 10 de la noche_Aquí de nuevo, mi bien, en compañía de los almendros y otra plantita más. Sobre la
conocida Biblia, una bolsa de chocolatines blancos augura una soledad endulzada con respetables dosis de
glucosa, para otra repetida función en la hemeroteca de mis películas favoritas. Aún me encuentro a la espera
de nuevas señales divinas que me alienten a ir en tu búsqueda nuevamente. Pero, como dijo el poeta, sólo
obtuve como respuesta oscuridad y nada más.
Martes, 22hs_El día fuera de casa empezó a las 9 y 9 am, cuando partí derechito a La Mata de la Armuña. En
el ida y vuelta del recorrido se verificó por sí mismo el buen arreglo de un pinchazo que ayer casi más me tira
sobre el asfalto negro de Torres Villarroel. Saqué algunas fotos a los caballos de siempre, de los álamos
blancos volviendo por la carretera del Helmántico. Cuando regresé a casa papá tenía medio preparado un
sainete ya que por momentos le sale la Pepita que tiene adentro. Mi abuela se llamaba Pepita. Casi no tengo
recuerdos de ella, únicamente sus abultadas tetas caídas y los kilombos que preparaban ella, papá y mamá.
Mamá era la que la buscaba siempre, supongo que por sus putos celos al verla quererlo a papá. Claro, mamá
después le echaba la culpa a ella. Decía me roba las cucharitas, o alguna excusa así para no quererla y que
tenga que irse de casa. Entonces, cada vez que alguien de la familia levantaba la voz o montaba el pollo, mi
hermana nos decía que éramos unos pepitos. Y así nos quedó el uso coloquial en nuestra familia, cuando
vemos a algún sainetero decimos que es un Pepito. ¡Calláte pepito! Me decía mi hermana cuando no tenía
ganas de discutir.
Por la tarde aprendí dos palabras, galicinio y arrebol. No la encontré en Google. Para memorizar galicinio,
tuve que leerme toda la Ga hasta que la encontré en un tomo de diccionario antiguo que había en casa. Hay
palabras que se recuerdan desde que uno las oye por primera vez. Como cuando supe tu nombre, que nunca
más lo olvidé.
La Providencia nos exhorta a través de señales en lugar de palabras

Miércoles, 21.30hs_Desde hace tres días otra mujer subrogó el firme lugar que tenía tu imagen en mi primer
pensamiento del día. No es coincidencia, ya la había conocido 3 años atrás, cuando te esperaba dibujando en
un banco de concreto en la peatonal principal de Salamanca, mientras el verano hacía propicio el clima para
aquella romántica labor. Fue la época en que yo andaba esperando a cada instante que aparecieras, mientras
andaba por cualquier lugar de Salamanca o sus renacentistas pedanías. Incluso hubo un mediodía en que me
hiperemocioné al verla venir hacia mí, mientras medio apeado de la bici estaba esperando que diera el verde
en el semáforo, atrás de la célebre Chinchibarra, pues su cabello era del mismo naranja con el que tú te tiñes
algunas veces. Cuando ella se oscureció el color del pelo, fue la primera vez que le hablé. Su respuesta a mi
atrevimiento no fue otra cosa que la inmerecida paga de saludarme todos los días con sus sus mejores
sonrisas. Cuando me saluda se da vuelta y me muestra todos los dientes. Los almendros siguen aquí; tres vasos
de té frío aguardan hasta mañana por la tarde para continuar con la corrección ortotipográfica del
espontáneamente largo epistolario que te escribí. Me gustaría dártelo en mano si alguna vez vuelvo a notar en
tu mirada que me quieres.
Jueves, 21.20hs_La planta de la petuña tiene 3 flores abiertas y una que está a medio abrir. Hoy en la tele oí
una vez tu nombre. Sé que es tonto, pero cuando esas casualidades tienen lugar en mis días el florecimiento de
mi ilusión prospera igual que estas flores al lado mío. Así imagino que estás esperándome. Otras veces, al
escuchar tu nombre en una afortunada seguidilla de coincidencias, me decido a ir a buscarte y al entrar me
reciben tus miradas con su cándida y curiosa energía amatoria, señal de que te has estado acordando de este
gentil o que me has estado esperando.
Lunes, 21hs_A pesar de que ya no eres mi primer pensamiento estoy a punto de terminar el 7º cuaderno de
Rummenigge. Y eso que terminé el quinto con mi palabra de que no iba a escribirte más. Empiezo esta semana
festejando que el destino me dio una razón para que el miércoles que viene me acerque a la biblioteca con una
justificación que no seas tú. Esto es más o menos lo mismo que cuando escucho tu nombre: todavía estoy
enamorado de ti, algo vibra dentro mío cuando escucho Mireia. Algo le sucede a mi vulnerabilidad por tu
existencia. Y una sensible campanada tañe dentro de mí. Como la emocionante campanada del Big Beng. Es
entonces que la intelectualidad interpreta a la conocida emoción de estar enamorado como una señal de Dios
para que te vaya a buscar. La Providencia nos exhorta a través de señales en lugar de palabras.
Martes, 9.15am_Quizá tenga algo que ver con rezar antes de dormir. Pero hoy me levanté con unos ojos que
miran al mundo a través del cristal de la esperanza. La casa de Candelario parece más bella; afuera se oyeron
pájaros desde temprano cantando un gorgeo inspirador. Ni siquiera entré los almendros para que me hicieran
compañía, no extraño escribir de ellos. Recordar beligerancias absurdas y analizar quién tenía razón, ahora
me parece una labor en baladí. Seguramente igual a otros años has de estar en algún viaje veraniego para
aprovechar los últimos días que le quedan a las vacaciones. Sin embargo, mañana temprano iré a buscarte,
esperando que te acerques como antaño, o que te des la vuelta para que nos miremos a los ojos, tal y como lo
hiciste la última vez que coincidimos bajo el techo de la Torrente.
22hs_Se acercan las últimas horas en Candelario antes de ir a dormir. Ojalá despierte temprano para visitar
los pueblos de la Armuña, afortunadas colaciones del ejercicio que necesito para andar un poco mejor. Y así,
quizá, me veas caminar lo más derecho posible para gustarte un poquitito más. Pronto sacaré las flores a la
ventana. Las flores de la petuña parecen mojados pañuelos blancos clavados en una jabalina que da hojas
gordas. Tengo una mala espina con esta planta. No sé porqué, morirá. Al contrario, los almendros siguen
frondosos, colmados con hojas tiernas de oscuros verdes.
El hecho es que mañana, si estás ahí, quizá se crucen nuestras miradas. Como una espinosa contraparte de
esta exquisita posibilidad, también es probable que te vea junto a él, susurrándole al oído secretos para el
futuro regreso a casa.
Miércoles 7.25am_No estaría mal que me levante ahora y antes de buscar la cercanía de tu presencia viaje
hasta La Mata de la Armuña en busca de la energía del sol de la carretera de Carbajosa. De nuevo despierto
con un candor en el rostro, parecido a cuando te amaba desmesuradamente. Cada noche practico la plegaria,
y por la mañana despierto igual que a los 8 años, energizado para mirar los amaneceres de Quilmes Oeste. A
veces me levantaba y el mantonegro estaba durmiendo aún, enrollado como un sorete de perro en el piso
templado de la cocina de la calle Gran Canarias. Como decía Hermes Trimegisto: Todo progreso es un
retorno al hogar. Así que finalmente me levantaré para hacer ese viaje. 1 hora por los caminos de la Armuña,
los marchitos campos de girasol y el cementerio de La Mata.
Mismo día 6 de la tarde_¡Qué tardecita tuvimos hoy! A parte de que no estabas esta mañana, ni bien volver a
la casa de Candelario fue salir volando hacia los hospitales para acompañarla a mamá. Perdóname por
contarte a veces cosas tan feas, pasa que a uno se le metió que ha de ser totalmente honesto para que Dios le
de una mano en la empresa de sus cometidos. De ahora en más te prometo tratar de contarte cosas más bellas,
reemplazando quejas escritas por reflexiones.
Jueves 21.30hs_Tal y como te dije, ayer fui a buscarte luego del viaje a La Mata. Aunque no estabas lo vi a un
amigo, y la conexión andaba de 10. mi ordenadorcito aún no ha cumplido un año. Me sirve para escribir, para
pasar en limpio la ininteligible verborrea que suelo escribirte a mano.
Luego de los trajines de ayer por la tarde, hoy tomé la decisión de tomarme el día para mí. Dormí hasta las
tantas, y me levanté sólo cuando papá y mamá se fueron a trabajar. No fui de compras y quedé en casa
descansando, viendo videos de Jorge Lanata. Me alegró saber que todavía está con Nico Wiñasky, un barrigón
como él, buen periodista y simpaticón. Espero mañana despertarme con energía, si está lindo iré hasta La
Mata, para empezar bien el viernes. Esperando que estés allí, cuando regrese del viaje iré hasta la biblioteca
para devolver los archicitados libros que renuevo siempre, pero sobre todo espero que si estás ahí nos
miremos a los ojos como solíamos hacerlo.
Viernes 7am_El cielo de la tormesinidad se viste de un claroscuro estrellado. 3 vasos de té frío se amarillean
con un poco de limón castellano. Ellos son a las demás pertenencias del escritorio lo que una persona puede
ser comparada con un inmobiliario, puesto que ya no estarán aquí cuando termine de escribirte. Será raro no
ver a renacido creciendo más, este noviembre será la poda. Parece que fue ayer, mi bien, cuando comencé a
escribirte sobre él. ¿Y albur? ¿Cuántas ramitas le crecerán esta primavera? ¿Cuándo me dará flores? Y
hablando de Roma la petuña ya no tiene ninguna, ni tampoco pimpollos. Probablemente con marzo venga otra
floración si acaso la primavera la encuentra viva. Borges aguardaba a la muerte con mucha curiosidad, decía.
Así yo espero a las flores de los almendros. ¿Qué sentiré al estar en su lozana compañía? ¿Qué querrá Dios
enseñarme a través de ellos? Mi hermana ya partió a su oficina, que usa como un cubil para huir del trastorno
de esta familia. Si acaso el pronóstico de mi intuición no habló por hablar y al abrir la ventana descubro que
el cielo está lo suficientemente despejado, tal y como te escribí ayer pernoctando hoy viajaré hasta la Mata en
bici. Después iré a buscarte, aunque probablemente aún estés veraneando junto a él.
Al darte estos escritos dos años atrás, el equivocado 2 de agosto, me contentaron dos felicidades: el dártelos y
pedir que me los devuelvas una semana después, cuando te vi de la mano con él. Así es la vida, aquello fue una
tristeza que únicamente lavó de mi alma el tiempo y distanciarme del barrio en te conocí.
21.50hs_Tal y como te lo prometí cursivamente, esta mañana pude ir a fotografiar los caminos de La Mata de
la Armuña. Le saqué fotos a las caballos, Portos y Áramis, y antes también a un rebaño de ovejas, allá por el
precioso pueblo de Monterrubio. En el retorno, opté por refrescarrme un poco antes de salir hacia la Torrente
y, aunque devolví los libros, salí de allí con el corazón vacío al ver que no estabas tú. Tras los almendros, tu
ausencia es mi compañía. Oxímoron. Sobre el fumé se reflejan las diminutas hojas de la petuña. Mamá
demuestra su cariño regalándome un llavero con Bartolomeo J. Simpson. Regalitos así parecen un hacino de
jilgueros enjaulados en los cajoncitos rallados de la cómoda familiar.
Sábado 21.40hs_La petuña y los hermosos almendros acompañan como siempre a mi soledad. Esta mañana no
he llegado hasta La Mata, sin embargo fotografié el puentecito de Mozodiel del Camino. El sol y el asfalto dan
a la carretera el colorido de las abejas. Ya de regreso en la ciudad, fui presenciando una seguidilla de
apariciones de tu nombre, en el periódico del bar, en el móvil... o en los créditos de una película. Gracias a la
energía que me va dejando la relectura de los Evangelios consigo escribirte el doble de las hojas que solía
escribirte a diario. Pero en cuanto mi mundo interior, he terminado por aceptar el hecho de que le perteneces
a otro hombre. Al conseguir que mi amor por ti no tergiverse esa realidad, pues mi corazón recupera un poco
las reservas de la esperanza para mirar hacia el futuro con el cristal de un optimismo un poco más
pragmático, que aprovecha las viejas experiencias para hacinar un número finito de aprendizajes. Así analizo
los momentos que me rodean con el fin e sacar algo bueno de todos ellos.
Del big-bang al gran desgarramiento

9 de septiembre_En un billón de billones de billones de billones de billones de años, nuestro universo se habrá
convertido en un espacio frío, infinito y obscuro, en donde incluso los agujeros negros se desintegrarán,
debido al incesante estiramiento del espacio y la materia. Pero eso será en un número mayor de años que el
número de átomos que componen el mundo. Semejante a ese proceso universal, el amor que sentí por ti se ha
ido enfriando y obscureciendo, conforme se dilataba el encuentro con tus miradas. Con el paso de los meses,
la ausencia de tus palabras curó mi inteligencia del empalagoso raciocinio de pensarte.
Hoy fuera de casa tan solo han sucedido cosas buenas. El viaje a La Mata dejó el sincero legado de unas
hermosas fotografías de nubes blancas. Luego, en la rotonda de la Glorieta, saludé valientemente a una
profesora con quien tengo la costumbre hablar un minuto o dos de vez en cuando. Más tarde, crucé dos o tres
palabras con una mujer, quien es hizo dueña repentina de todos los pensamientos de mi líbido. Por la noche
continué llenando el 7º cuaderno de Rummenigge, entonces tuve una revelación: mi hermana no volverá a
vivir aquí.
11 de septiembre, 22 hs_Como una especie de agradecimiento o tributo a esa evolución que comentaba al
principio, es que me siento en condiciones emocionales de cambiar el método de mi escritura. Si alguna vez
encuentras este cuaderno, a partir de aquí ya no verás en él frases tristonas o que me fuercen a conquistar tu
amor. Puesto que también mis ilusiones han cambiado. Aquella enfermedad a la que he llamado amor y de
buen grado he aceptado sufrir, ya no corrompe tanto mis intestinos. Dulce calvario que elegí por motus
propio. Oraciones libres que no tengan como fin tocar el alma de ninguna, a través de florituras o la
sublimación de sentimientos. A partir de aquí, realidad y nada más.
Miércoles 12, 21hs_Finalmente el día se va terminando con el recuerdo de las broncas acentuadas. Hoy me
ensañé con una cajera que cada vez que me cobraba parecía esmerarse por hacer algo que me moleste.
Cuando llamé a la encargada, la pobre casi se pone a llorar. En este mundo no deberían pasar tantas cosas.
La vida parece programada para que unos y otros se caguen encima de los derechos de los demás. O también
para que se burlen a piaccere de lo que no está bien visto en los códigos sociales de la mediocridad. La
desconsideración es quien gobierna el trato entre los integrantes de una familia. Yo también tengo lo mío: hoy
a la tarde sufrí la cándida patología de querer oír tu nombre. Al no complacer Dios mi capricho quizá me fui
poniendo histérico.
Jueves 21.45hs_Mañana tenía pensado acercarme hasta la biblioteca, pero finalmente preferiría quedarme
con el recuerdo de la última vez que vi tu cara. Después de todo, ¿qué pinto ahí? He decidido explorar nuevos
horizontes, empezar a vestirme como Dios manda (o lo mejor que pueda) y salir a la sociedad convertido en el
anzuelo que tal vez muerda un nuevo amor. No era miedo al compromiso, sino sentirme responsable de una
persona cuando no me correspondía hacerlo. Si acaso mi amor por ti fue verdadero, y el enamoramiento me
hacía suponer que alguna vez estemos juntos, ya el destino se encargará de encontrarnos ocasión si acaso en
un futuro cada uno de nosotros está listo para el otro.
Lunes 22hs_El rocío violento repiquetea en la persiana confeccionada de aleaciones de plásticos. La
temperatura del cuarto es óptima para descansar esta noche. Una Salamanca seminublada alimentó toda esta
tarde una atmósfera apacible para estos días de finales de verano. Esta mañana he tomado un merecido
descanso de la Macario. Algunas veces solemos interrumpir nuestra rutina por unos días para retomar las
tareas con más fuerza. Hice lo que nunca: me quedé en casa todo el día. Tampoco se pude evitar
completamente pensar en aquellas cosas a las que les hemos cogido aprecio. Por eso pensé en ti de cuando en
cuando. Las primeras coincidencias de esta mañana trajeron a mis horas la aparición de tu nombre. Después
de tanto tiempo hoy me pregunto si valdrá la pena continuar hacinando cada letra que te escribo. De todas
formas ayer terminé de recopilar los textos que resultaron más aceptables luego de estos 4 años de escritura.
Aprovecharé alguna mirada tuya en la que noté el amor que alguna vez me han profesado tus ojos. Y entonces
me acercaré hasta ti para dártelas en mano.
Sábado 22 de septiembre (galicinio)_Nunca más he vuelto a oír cantar al gallo. Ayer por la tarde fui hasta la
biblioteca en busca de tu mirada. Tuve un día maravilloso, y me sentí destinado a que se completara mi
felicidad, en un círculo de coincidencias afortunadas, al encontrarme nuevamente con tus ojos. Sin embargo
no fue así. Me fui del lugar inventando una nueva preocupación. Como tampoco lo vi a él temí que ustedes
hubieran hecho coincidir su cómodos horarios de trabajo para que así de ahora en más pudieran entrar y salir
juntos. Entonces, si sus turnos coincidieran también en la Torrente, tus miradas serían más infrecuentes, pues
la presencia del hombre que hoy está contigo celaría el encuentro de nuestros ojos.
Como si encontrara un cofre lleno de oro

Martes 22hs_No se ve ninguna estrella que sitúe el horario del cielo en la noche a través de la ventana de
Candelario. Esta tarde fui a ver si estabas. Tenías el cabello distinto, más informal que siempre. Aunque no
nos miramos directamente a los ojos, al partir estabas en mi camino, y reojeé cómo te diste vuelta para
mirarme. Pero antes de eso, sabiendo que tenía la posibilidad de verte por la tarde, unas horas antes, cuando
me levanté, fui en bici hasta La Mata, para poder caminar mejor cuando te viera. Es parecido a ponerse
guapo, a vestirse mejor para gustarle más a quien nos gusta. En el viaje no hice fotografías. Al llegar al
abrevadero vi a los caballos, quienes distintos a otros días se mantuvieron indiferentes a mi paso por allí.
Después por la tarde, como te conté al principio, te vi y me viste. Cuando te veo es como si encontrara un cofre
lleno de oro. Siento en mi alma que eres algo que nunca se podrá repetir. Jedyna moja.
Miércoles 6am_Los Apócrifos son responsables de escandalosas tertulias psicológicas que se organizan en los
vetustos recovecos de mi consciencia. Ellos anuncian la pendiente lectura de los textos que suprimió
Constantino. Antes de continuar investigándolos, aguardan ahí, bajo la Biblia azul de Jerusalén. Sus letras
doradas contrastan con un smartphone oscuro, el tazón de té endulzado generosamente con miel de flores.
Unas semillas de almendro arrancadas en Fuentesaúco reposan silenciosamente dentro de una tapa de 10 Cds
Verbatim.
Entre todas esas cosas, Mireia, flotando va como espíritu fraterno tu presencia faltante. Aunque no fuiste el
primer pensamiento, la homeopática costumbre de pensarte espontáneamente al despertar me ha hecho
recordarte a los pocos segundos de haber abierto los ojos. Aún continúo experimentando la misma
fascinación al verte que aquella que sentí cuando te volví a ver, algo más que 4 años atrás, una mañana de
agosto en el verano de 2014. No dejo de pensar en lo hermosa que estabas ayer, tan luminosa, femenina como
las rosas rojas de mayo. Sin embargo, mi bien, en tu expresión también noté una felicidad manifiesta, lo cual
quiere decir que él ha hecho un buen trabajo al estar a tu lado.

29 de septiembre, 2018
Era como el recuerdo de las Navidades en donde protagonizamos un sainetón

Miércoles 21.30hs_La continua aunque tranquilizadora ausencia de mi hermana me hizo entender finalmente
que se ha marchado de la casa. Ahora nuestras ocupaciones se desarrollan en una atmósfera de tranquilidad,
camaradería y -porqué no- buena fe. Así que, las cosas que intente de ahora en adelante no padecerán la
maldición de vivir en un ambiente disfuncional. Todo lo que he intentado hasta hoy era como el recuerdo de
las Navidades en donde protagonizamos un sainetón.
Sábado 22hs_Unos días después vuelvo al recuerdo devaluado de tu cara para terminar aceptando como un
salario miserable que nos hemos dejado de querer. Los esfuerzos de ir tras tus miradas se han ido convirtiendo
en un desgaste que no tuvo la recompensa de tu cariño. Los almendros están verdes, mi pluma ya no trata de
endilgarles adjetivos que los magnifiquen. Las magnolias están blancas, el agua mineral siempre translúcida...
La tierra de las macetas será para siempre negra, y nada más.
Domingo 17.20hs_¿Qué propósito tiene el estudio de la Escritura? ¿Qué más es digno para contarte? Es
sorprendente ver que de nuevo estoy en la espera de encontrarme con tu nombre en cualquier sitio para
tomarlo como una enfermiza excusa e ir a buscarte esta semana. Pido al Padre Celestial para que seas feliz
con tu pareja. Los almendros son mi compañía. Hoy le maté una araña blancuzca a Renacido. Desde hacía
una semana vivía en él. Entre sus hojas pronunciadamente elípticas dejó tres o cuatro hilitos.
Desde que retomé la lectura de los Evangelios en mi vida cotidiana han sucedido varias coincidencias
afortunadas que se podrían interpretar como milagros. La partida de mi hermana de nuestro hogar
desencadenó cambios y oportunidades benignas. El estrés que nos causaban sus malos modos ha parado de
crecer. Ahora los que quedamos somos de respetarnos con muchísima justicia. Mamá ya no revuelve tanto la
casa ni lo trata mal a papá. Por el contrario, los oigo entrando a la casa de Candelario mientras bromean
entre los dos. Mamá nos trata con mucha dulzura y sus nervios se han reducido.
Martes 2 de octubre, 2018_Hoy he sentido melancolía por lo que solía hacer en los días 2 cuando todavía te
amaba terriblemente. Con la esperanza de que iba a recibir una respuesta positiva de ti, por ejemplo el
acercamiento de tus ojos, desde este mediodía he comenzado a sentir la dulce presión por ir a buscarte, tal y
como solía hacerlo antaño. Hoy recordé cómo una vez al mes salía a la calle sintiendo la seguridad de que la
fecha iba a ser un buen augurio que anunciaba la providencial coincidencia de cruzarme contigo. Albur ya ha
sido vigilante testigo de cuatro 2 de agosto, fecha equivocadamente recordada del día en que te volví a ver.
¡Hubo tantos días 2! En cada uno de ellos he querido transmitirte los pensamientos de cuánto te amaba... Y
cuánta pasión sentí por ti.
Jueves 22hs_Cuando es de noche los almendros parecen estar dormidos. Continúo aprendiendo los escondidos
secretos de la plegaria. Al notar que todo es posible pienso en cuál de ellas voy a incluir tu nombre. Esta tarde
viajé hasta la Torrente y finalmente grabé el disco con los cuadernos de Rummenigge. ¿Cómo sabré si llegó el
momento de dartelós?

4 de octubre, 2018
Es más difícil amar a los enemigos que antes de serlo habían sido grandes amigos

Viernes 5 de octubre, 22hs_Finalmente, el paso de una semana entera ha conseguido disolver casi enteramente
la pena de una traición. Sólo me queda el dudoso consuelo que prometen los textos bíblicos. “Alégrense
cuando los humillen”, o “La venganza es mía, dice el Señor”. Es más difícil amar a los enemigos que antes de
serlo habían sido grandes amigos. Y aunque ya no me duela tanto, siempre me quedará un residuo de
amargura en el interior. Por otro lado, los dos almendros están aquí, acomodados en esquinas opuestas del
escritorio fumé. Sobre él, la mera disposición de los didácticos elementos escolares y la pulcra situación de los
adornos familiares dejó como resto un habitual y cómodo espacio para escribirte.
Esta mañana dejé atrás a La Mata de la Armuña para continuar hasta el siguiente pueblo, Carbajosa de la
Armuña, donde al llegar di vuelta en U sobre la carretera de asfaltos tibios, y en donde no tomé una sola
fotografía. Los aspersores ya habían cerrado el grifo y no daban riego a los campos de la nueva alfalfa. Así no
me vale la pena fotografiarlos pues no tienen el arcoiris. De vez en cuando veo algún gato muerto en la
carretera, entonces me santiguo y pido al Señor que los acoja en su gloria.
Sábado 6 de octubre, 22hs_Otra mañana con un viaje a Carbajosa. El otoño hace más tolerables aquellos
30km debajo del sol templado. La variante climatología ventilaba aires molestos para volver. Esos vientos
alargaron la duración del viaje de regreso. En el recorrido pensé varias veces en ti con una melancolía dulce.
Ya no critico a la Divinidad por no haber podido estar a tu lado. Aunque tampoco pasé al otro extremo de
agradecer cuanto sucedió. Los frutos recolectados en todo este tiempo despiden cierta hediondez.
Domingo 21hs_No pensé que llegaría hoy hasta La Mata; un encuentro en las Bizarricas me dio energías.
Tampoco recuerdo cuántos kilómetros más adelante fueron, pero una marabunta de milanos sobrevolaba los
campos de trigo sesgado. Antes del cementerio blanco, uno de los dos caballos de siempre se acercó hasta el
alambre de espino para darme los buenos días. Es incomprensible, trota 20 metros para posar en alguna foto.
No sé si me reconoce, al ciclista harapiento que lo eterniza en las fotografías junto al abrevadero. Se vino lo
más que la alambrada le permitió, y se me quedó mirando con esa expresión de bobo mientras su mandíbula
rumeaba una espiga de hierba. Mostrándome su confianza me dan cariño. Son absolutamente marrones, salvo
que Áramis tiene una franja blanca que va desde el entrecejo hasta la nariz. Y pienso en ellos todo lo que le
resta al día. Al llegar a La Mata fotografié unas palomas mensajeras que rondan y rondan la espadaña de la
abadía.
Lunes 21.30hs_Hoy, mi Señora, fue un día algo sedentario. Postergué para mañana inmortalizar en bizarras
postales vivientes a los pueblos que van apareciendo a lo largo de la brillante carretera de Carbajosa. Me vi
en la obligación de transar con la burocracia de 2 o 3 trámites impostergables en la incomprensible Hacienda
Pública. Luego escribí otra epístola en donde te nombré tácitamente, entretanto volvía a escuchar una canción
de Misora Hibari, con sus entonaciones de perfume oriental. Mis almendros siguen aquí, Renacido cada día
está un poco más alto y frondoso. Siempre los entro cuando te escribo, su callada compañía es agradable. Me
pregunto si Renacido sabrá que aguardo noviembre para podarlo. Cuando lo observo ya veo por dónde
cercenaré el tallo. La ajeada petuña oscila hacia los dos lados mientras crece; al no tener una maceta más
honda se tambalea. Ya no estoy seguro de que te extrañe, pero aunque no lo haga mantengo firme el terco
cometido de cumplir con mi fantasioso propósito, si acaso alguna vez vuelvo a sentir amor en tu mirada te
acercaré el disco con el Quinto Cuaderrno de Rummenigge.
Amores pluscuamperfectos

Miércoles 21.30hs_Ya no considero tristes a los días que se marchan sin volver a verte a los ojos. Casi no
espero encontrarme con el albur de tu nombre durante el resilente proceso del día a día, y así tomarlo como
una excusa divina que me recomiende ir en la búsqueda de tu mirada. El proceso de la depuración de mi alma
ha tardado unos dos años. Pero es sorprendente cuánto puede llegar a purificarse un espíritu que aguarda el
amor de una mujer como tú. Tu ausencia, en definitiva, ha sido el estoico catalizador que me hizo redescubrir
los recursos espirituales que había yo perdido tantísimo tiempo atrás. Ni siquiera el reencuentro con el
verdadero amor hizo que nuevamente los hallara. Quizá el profundo cristianismo que ella tenía fue en realidad
un guiño de la Providencia para señalarme el camino de mi destino. Esta mañana hice el ya cotidiano paseo
hasta La Mata de la Armuña. Al acercarme al abrevadero sucedió algo increíble: uno de los caballos vino
trotando hasta mí. Se detuvo en el alambre de espino, fue algo maravilloso verlo correr hacia donde yo estaba.
Claro, me detuve a fotografiar su cautivadora pasividad. Se queda parado mirándome fijamente, cuello en alto
y mascando hierba, ante la alambrada que nos separa. Cada día que pasa voy hasta ellos, me emociona el
soleado viaje hasta allí. Antes, emprendía el viaje de regreso cuando llegaba a las pintorescas ruinas de
Mozodiel del Camino. Ahora viajo 2 km más, solamente para estar cerca de ellos.
Jueves 11 de octubre, 21.40hs_Esta mañana sentí una gran sensación de alivio al despertar y ver que el cielo
estaba nublado. Uno se da cuenta de eso ya sin levantar la persiana, si está nublado la luminosidad de la
habitación es un grado más tenue. No me sentí con la obligación de viajar hasta La Mata. Pensé todo el día en
los caballos. A ése que aparentemente me reconoce cuando me acerco lo llamaré Portos, lo conjeturé ayer por
la noche, cuando recordaba su insigne porte al verlo bajar hasta el alambre de espino para darme la
rimbombante bienvenida. Tuve la corroboración de la Providencia cuando leí la misma palabra en un
versículo de la epístola a los efesios. Al otro, como ya te imaginarás, le llamaré Aramís... tal vez para que a un
nivel inconsciente no sienta que le hago el feo.
Cada vez que Portos me ve, me sorprende con un nuevo gesto de amor. Aramís en cambio me observa, hasta
ahora no se ha movido cuando me ve llegar, pero aprendí a notarlo curioso cuando deja de pastar para darme
el buenos días con la mirada. Ellos consiguen que me sienta afortunado. Situaciones así sólo se pueden llamar
“milagros”. Y al irme les digo adiós, levantando la mano igual que si un indio les dice “Jáu”.
Como si cuchichearan algo entre ellos

2018. Día de la Hispanidad_En octubre cambia decididamente el clima de Salamanca. El horario en que
amanece o la ropa que usamos al salir a la calle. El frío trae cambios que entristecen un poco a nuestro
corazón. Para adaptarse ellos también al clima, se extrapoló el horario en que entro y saco a los almendros.
Cuando viene el atardecer los entro y a la mañana siguiente sólo los saco fuera si hay sol. Cambios así
siempre alegran un poco el alma, coincide más el horario de mi escritura con ellos. Serán una lírica compañía
para mis prosas. Velarán mi dormir mientras oxigenan la habitación pequeña. Su sana presencia me
contagiará de un optimismo natural.
Esta mañana viajé hasta la Armuña. Portos bebía el agua calmada del estanque, le descubrí un pequeño
manchón blanco en el entrecejo, cuando levantó la cabeza para mirarme y se le hizo a un lado un flequillito
intencional.
Sábado 13, 21.30hs_Esta mañana hice la primera grabación de Portos y Aramís. Portos es quien más
demuestra que se acuerda de mí. Hoy dejó de pastar y cruzó el abrevadero, para acercarse unos 50mts, como
si supiera que quería fotografiarlo. Aramís ahora también levanta la cabeza cuando me ve llegar. Se queda
mirándome y luego se miran el uno al otro y mueven hacia atrás las orejas, como si cuchichearan algo entre
ellos. Al volver me encontré con un chico en el café de siempre. Aunque se ríe y me llama amigo, siento que
una mentira esconde. Pero lo más importante es que desde temprano comencé a echarte de menos. Un Mireia
por aquí, un comentario relacionado con tu nombre por allá... Cosas como esas lograron que me imaginara
contigo una vez más.
Domingo 14 de octubre, 21.30hs_El paso del huracán Leslie desencadenó en una mañana nublada,
acorbardando así mi disposición para viajar hacia los pueblos de la Armuña. Fue un día de descanso. De
todas maneras salí a caminar por la mañana. Desde la casa de Candelario llegué a la Gendarmería, curiosos
jardines de flores coloridas y amplias entonaban con el sol de principios de otoño. Fotografié la rambla de los
ciruelos, las primeras hojas secas de la temporada se hacinaban en las veredas de Torres Villaroel. En el
cíclico comportamiento de mi destino diario, de nuevo empecé a percibir la cálida aparición de tu nombre en
mis mañanas. Eso me hizo reconsiderar cuánto bien me haría verte de nuevo. La única pureza que le queda a
mi vida es la ilusión de ti, Mireia. Pienso mucho en los caballos de la Armuña. Mañana trataré de ir a verlos si
la meteorología es propicia. Y en mi corazón pude distinguir una suave resurrección de mi enamoramiento por
ti. La melosa fábrica de soñar sueños conigo reinauguró su mecanismo psicológico.
Es como si el mal siempre permaneciera

Lunes 21.30hs_Aparentemente todo pronostica una noche de buen sueño. Hace dos días que no voy hasta La
Mata, y los caballos son lo que más extraño del recorrido. Ellos alegran la espera de llegar a los pueblos. Hoy
a la tarde casi fui a verte, sin embargo la ilusa esperanza de que la vida me sorprendiera con algún encuentro
milagroso hizo que fuera por otros sitios más inesperados. Ayer tuve una bronca con los estudiantes de al
lado, puesto que no me dejaban dormir. Ahora son las 10 de la noche y parece que hicieran barullo adrede. Es
una pena, con sus ruidos sabotean la mejor hora para escribirte. Por otro lado, los almendros se tomaron un
respiro del frío y me acompañan aquí en la pieza. Dormitarán aquí, batallando a los demonios del ambiente
con su oxigenación ligera. Al lado todo parece tranquilo, aunque conociendo a la juventud tengo un poco de
miedo de que en cualquier momento comiencen los vozarrones. Con ellos parece que hubiera una chica
también. Y para colmo de males se ha traído con ella un perro ladrón. En fin, todo es un desastre. Sólo los
almendros manifiestan una excitante belleza natural. Renacido, tiene las hojas verde manzana. Es curioso,
cuando mi hermana partió se fue con ella el sonido a mar. Y justo cuando pude dormir tranquilo empezaron
estos chicos con los ruidos de noche. Como si este mal siempre permaneciera.
Martes 21.40hs_Preparándome para la batalla: esta mañana avisé en la comunidad sobre los ruidos del piso
de al lado. Quedaron que se lo comunicarían a la dueña. Sin embarrgo ya son casi las 10 y se oyen los
voceríos al otro lado de la pared. Así que hoy calculo tampoco dormiré bien. Aparentemente, el móvil sin
crédito puede comunicarse con el 112. Hay gente, pero la chica de todos los días parece faltar. Tengo miedo
de lo que pueda suceder si llamo a la policía, ya que siempre recuerdo las palabras de San Pablo Apóstol:

Quien busca justicia en la ley ha roto a Cristo.

Si me embarco en una cruzada por el camino de la legalidad, ¿qué pasará con mi espíritu? Sin embargo mi
perseverancia en la oración se ha topado con una repetición insistente de griteríos adolescentes y carcajadas
grotescas que podrían despertarme. Despertar a cualquiera, vamos. Por lo demás, la meteorología auspicia
para mañana un miércoles despejado. Si es así, iré hasta La Mata seguramente. ¿Los veré a Portos y Aramís?
Miércoles 22hs_Milagrosamente, pude hablar con la dueña y los chicos de al lado cuando llegué a casa esta
tarde. Prometieron muchas cosas, pero habrá que ver. Por ahora no se oye mucho ruido, tan solo el murmullo
de un diálogo entre amigotes, tan solo la puerta del pasillo que hace un estruendo al cerrarse. Aunque están
más tranquilos que otros días, veremos qué sucede luego de las 12.
Entre otras cosas hoy fui hasta la Torrente Ballester esperando cruzarme contigo, pero nada más estaba él.
Los almendros están blancuzcos, Renacido tiene el color de sus hojas verde lechoso; en la otra esquina, albur
y su única rama reposan en silencio, tiene un montón de hojas amarillas. Los tres vasitos de té con limón se
constelacionizan sobre el escritorio oscuro. Solamente me falta tu mirada de caleidoscopio, y esta habitación
sería poéticamente perfecta.
Jueves 21.30hs_Ya no asocio a tu nombre con el sentimiento de victimización que sentía cuando me lamentaba
por no estar a tu lado. En el departamento de al lado todo parece tranquilo, aunque sé que próxima la
medianoche comenzará el estúpido alboroto. Éstos son como los hermanos de Droopy, en la casita de paja y
de madera. He trazado los planos de un paciente venganza tal como se lo hice a Roberto, que al cabo de un
tiempo me pasaba por al lado y le decía touchè. Pues así a los capullitos esos, que si les llegan a poner una
multa un día me van a pasar por al lado y les voy a decir “Estoy estudiando”.
Viernes 22hs_aunque traté de evitarlo ayer vino la policía. Como se mezclaron los ruidos con el de arriba no
pudieron ponerles multa. Pero hubiera dado un penique por verles la cara cuando abrieron la puerta y se
encontraron con que era la policía. Hoy al volver de la compra me crucé con uno de ellos, quien amablemente
me pidió de hablar. Me quiso convencer de que yo era el problemático, que no podía ser etc, etc, etc... Pero
más allá de todo esto, hoy a la tarde meditando en lo ocurrido me he dado cuenta de que Dios ejerce justicia
sabiamente. Los ruidos de los dos departamentos se mezclaron; al no poder poner multa a nadie mi
consciencia quedó tranquila. No paraba de recordar lo que había escrito Pablo, en la epístola a los efesos:
Quien busca justicia en la ley ha roto a Cristo. ¿Qué sucede con nuestro espíritu cuando abandonamos el
esforzado camino de la fe y optamos por los pragmáticos artículos de la legalidad? ¿Acaso no camba también
el estilo de nuestras circunstancias? Se ve que existe una tolerancia providencial que hasta cierto punto es
permisiva con nuestro instinto. Seguimos bajo Su tutela porque no nos tiene en cuenta muchos de nuestros
pecadillos. Y aunque seamos de pensar lujuriosamente, continuamos sintiéndonos afortunados. Y solamente
esperamos que cosas buenas nos pasen. No olvidemos lo escrito en la segunda epístola a los corintios:

Feliz el hombre a quien Dios no le tiene en cuenta u pecado.

Y también:

Dios justifica al hombre según su fe.

Sábado 22.30hs_Decía ayer que Dios es sabio a la hora de impartir justicia. La policía no puso multas, pero
en sus advertencias consiguieron que los chicos de al lado no celebraran más reuniones. Sin embargo las
chicas de arriba tienen menos cuidado que ellos. Hablan entre ellas, mueven los muebles y se ríen de vez en
cuando. Si es que hoy les está permitido el ruido por ser fin de semana, me veo venir encima la trasnoche de
nervios. Vamos a ver qué pasa un rato más adelante, cuando empiecen a llegar los amigos y esas cosas. Tengo
bastante miedo de que se les haya pasado el susto del otro día y ahora empiecen a mover muebles, a chillar y a
las risotadas. Ayer no hicieron nada de ruido, ni uno ni otro. Pero hoy se ve que se lo permiten ambos. Es
curioso, me di cuenta que sólo pienso en ti con algo de esfuerzo.
Sólo cuando te recuerdo siento como si el corazón se me hiciera de dulce de leche

Domingo 21.30hs_Mañana, si es que el día despierta escampado, seguramente que pasaré Mozodiel del
Camino paa saludar a Portos y a Áramis; esta mañana estaban los dos, al otro lado del abrevadero. Antes,
Áramis no venía hacia mí. Únicamente Portos me demostraba su alegría cuando llegaba al corral,
acercándose todo lo que el alambre de púas se lo permitiera. Después se quedaba mirándome, entretanto la
mandíbula le dibujaba un movimiento semicircular en sentido horario. Portos, esta mañana, se metió en el
abrevadero cuando me vio. Se quedó bebiendo en el agua baja. De vez en cuando levantaba la cabeza para
mirarme. Nunca olvidaré aquella mañana en que nada más verme bajó la planicie al trote. Áramis, hoy vino
unos metros hacia el estanque. Entre otras cosas, quizá mañana te vea, cuando me de una vuelta por el viejo
Garrido Norte.
Lunes 22hs_Los almendros están preciosos. El mes que viene podaré a renacido. Ya no le saldrán coronas de
4 hojas verdes. Hoy por la mañana hice el viaje a La Mata de la Armuña. Fui más que nada para verlos a
ellos, a Portos y a Áramis, que me miraban al otro lado del abrevadero. Ninguno de los dos avanzó hasta
donde yo estaba, tan solo me miraban bajo el sol de un día precioso. Sus flequillos resplandecían y reverbera
en las crines rayos de sol. Durante todo el viaje nada hay tan maravilloso como ellos. Le dieron un nuevo
sentido a mis viajes por la carretera de Carbajosa. Y los echo de menos. Es como el zorro y el Principito, que
cada día se acercaban un poquitito más. Y cada día me dan una muestra nueva de su silencioso afecto. Luego,
por la tarde me acerqué a la Torrente para ver si estabas. Supongo que el alboroto de la Feria del Libro hizo
que no estuvieras. Me fui vacío al no encontrarme con tu mirada.
Miércoles 21hs_Estoy preparado para que cuando se hagan las 11 llamar a la policía. Mientras los vecinos
gritan y cantan, un perro chilla de afuera.
Esta mañana aproveché el día de sol para ir hasta La Mata de la Armuña. Antes, al otro lado del abrevadero
miré a los caballos.
Jueves 21.40hs_Hoy a la mañana fui a ver a mi amigos, Portos y Áramis. Los chicos de al lado siguen
gritando. Ayer vino la policía pero no los pudo coger. Es bastante injusto, cuando más rezo, cuanto más
positivo intento ser respecto a estos chicos, es como si mi pasividad más excitara su comportamiento. Mientras
te escribo a ti va aumentando el volumen de sus gritos. Las discusiones entre uno y otro son más violentas, los
pasos por la vivienda se agitan más.
El mes que viene lo podaré a renacido. Más o menos serán 40cm lo que creció en total. ¿Y qué te diré sobre ti?
Hoy suspiré en voz alta tu nombre. Pero gracias a que ya no estoy cerca tuyo te echo menos de menos. Sin
embargo hay veces que experimento recaídas y empiezo a extrañarte más. Ágape.
Viernes 15.30hs_Como una consecuencia casi dolorosa este día amaneció nublado. Como una cautela
fraternal, esta mañana no viajé hasta los pueblos. No quiero que te parezca que exagero mi pena al contarte
cosas así, pero echo de menos a Portos y a Áramis; los caminos de tierra que hacen encrucijada con la
carretera de Carbajosa, las alas abiertas de los milanos llegando al cementerio de La Mata de la Armuña.
También extraño la compañía de los almendros, mirarlos mientras te escribo de sus detalles. Los chicos de al
lado me recuerdan mucho a las insolencias de mi juventud, cuando crecemos, cuando cambiamos.
22hs_A pesar de la melancolía que me produce el hecho de que se termine el día y no me queden recuerdos de
la carretera de Carbajosa, me reconforta ver a la petuña y a los almendros encima del escritorio fumé,
resguardándose de las lluvias nuevas. En el plato de la petuña ha salido un yuyito, parece que fuera un trébol.
Ya no sé bien si te extraño o no, sólo cuando te recuerdo siento como si el corazón se me hiciera de dulce de
leche.
Sábado 21.50hs_Esta mañana los dos almendros salieron a la ventana y se mojaron con el agua de la llovizna
por primera vez en el otoño. Después de tomar un café el cielo de Salamanca comenzó a abrirse entre nube y
nube. Y aunque temía porque lloviera, igual me fui a la carretera de Carbajosa para ver hasta dónde podía
llegar. Pensé que era momento de regresar cuando por fin llegué a Monterrubio, pero la añoranza de ver a
Portos y a Áramis logró que me aventurara 3km más. Desde la ermita de nuestra Señora del Viso, podía verse
la borrosa tormenta cayendo sobre un diminuto Pajares de la Laguna. Un minuto más adelante, donde a
finales de agosto envejecen los sorprendentes campos de girasol, cayó un granizo de nada. Creí entonces que
regresaría, pero en ese instante me di cuenta de algo que me alegró: el granizo estorba pero no moja mucho. Y
continué hasta el abrevadero, donde Portos me dio la bienvenida acercándose a mí. Varias veces pienso en ti
mientras dura el camino. Quisiera que algún día pudieras ver las hermosuras de la carretera conmigo.
Domingo 21.30hs_Aunque amaneció con sol la ola de frío reculó mi valentía y en vez de ir hasta La Mata fui
al Chevalier a tomar un café. Pido también agua y hielo, para seguir gorroneando el wifi una vez que se
terminó el café. Jóse lo sirve grande, y siempre me da dos churros, calculo que medio viejos. Pero ya conoces
el dicho: a caballo regalado... Allí pude mandar los archivos participantes al concurso de Seix Barrial. Tomé
un café con mi amigo Gregorio, nonagenario que creció en Parada de Rubiales. Él me contó que antes de ser
carretera de Valladolid, se llamaba de Peñafiel. Gregorio tiene una manera interesante de contar las cosas. A
mí, claro, me interesa muy poco, pero sus palabras continúan orientando mi personalidad hacia la paciencia.
A estas horas, el cuarto en donde me pongo a escribirte se llena con los vozarrones escandalosos de mis
vecinos. Es incómodo escribirte así. Hoy compré tierra y un cuenco para plantar a los almendros que cogí en
Fuentesaúco.
Lunes 21.40hs_Las hojas de renacido se mantienen verdosas durante todo el año. Sin embargo, en su primer
otoño, se habían puesto totalmente doradas. Parecía que mi joven bonsai tenía lugar en los árboles de otra
especie, con ese marrón tan obscuro como las hojas de los ciruelos. A lo largo de estos 3 años planté
almendros que no han nacido. Sin embargo, de la misma camada de semillas de Fuentesaúco, regalé a tres
personas distintas a quienes le germinaron. Ahora, en mi casa aún no han nacido. Sí en cambio crecieron las
primeras que sembré, cogidas de una pequeña almendrada que echaba sombras sobre la avda. Virgen de la
Vega. Otros 4 de mis almendros son vástagos de aquellos árboles, cuando todavía estaban en flor, sólo que
ellos nacían junto a la carretera de Babilafuente. Al poco tiempo de nacer tantos acabé dándome cuenta de
que cuando uno los planta con ilusión les da fuerza para que prosperen. A renacido le ha crecido un yuyo muy
largo... y la petuña ya tiene 3. También decirte que esta mañana aproveché el día de sol para viajar a La
Mata. Cuando llego a Villares de la Reina recién me doy cuenta que aún faltan 10 km más para verlos a mis
amigos, Portos y Áramis. Así de pronto el viaje cobra un sentido romántico.
En efecto, antes de llegar al cementerio de paredes blancas, allí están pastando los dos caballos. Ya no me
parece raro ver cómo se acercan al alambrado para dejarse fotografiar. Portos levanta el cuello y me mira
mientras sigue mascando pasto. Pero ambos me miran cuando me voy y cuando paso volviendo. La carretera
está impresionante, hay cúmulos de nubes blancas con contornos brillantes, en los que se proyecta un intenso
brillo del sol.
Martes 22hs_Después de 3 años lo podaré a renacido. A Renacido le quedan pocos días para seguir echando
estirones. Aunque le brotarán ramas extrañaré verlo crecer. Doña petuña tiene 3 pimpollos a punto de
prosperar. Es bastante raro, a esta altura del año las plantas así ya están secas. Quizás al mantenerse bella y
jovial me esté demostrando su agradecimiento por el agua mineral que riego en su tierra todos los días. Por
otro lado, los chicos están muy silenciosos, igual asilo un dejo de desconfianza en mi interior, y me parece que
de un momento a otro echarán sus vozarrones y sacudirán mi cuarto igual que una campana que resuena. El
nublado de hoy forzó mi descanso y me quedé en casa en vez de viajar hasta La Mata de la Armuña. Cogí la
compu y me fui a un café. Antes de entrar al bar, una chica de perfumerías Avenida reojeó mis pasos
enclenques. Ella es María. A la una y media del mediodía abandoné el café para para caminar hasta Plaza
Mayor por calle Toro. Entonces me di cuenta que hasta ese momento del día no había pensado en ti, Mireia.
¿Qué harás este fin de semana? Ya no me preocupa tanto como antes si voy o no voy a buscarte. La distancia
apaciguó mi culpa por no cruzar hasta la biblioteca. Y mi corazón se fue cerrando junto con el olvido de tus
imágenes.
Jueves 19hs_El apasionado bullicio de los estorninos es la espontánea cortina musical para otro atardecer en
la casa de Candelario. El húsar sobre el tejado me ha hecho pensar en qué sucedería si dentro de dos años yo
regresara a ti para buscarte. ¿Continuarías pensando en mí para aquel hipotético entonces? ¿Y si así fuera él
te dejaría marchar? Una sola de tus miradas era suficiente para que yo sea feliz. Hoy lo comprendo, también
fue así para ti. Por eso cantabas cuando me acercaba luego de mirarnos. Por eso fue que viniste a buscarme
para mi cumpleaños, cuando una semana antes había dejado una espiga de trigo entre los libros de poesía.
Viernes 22hs_Cuando fue mediodía por fin escampó. Cuando fui hasta La Mata eran las 13.18 en el reloj
luminoso de Portugal y avda. Torres Villaroel. El cielo de la carretera era óptimo para fotografiar. Un
horizonte cortajeado por 5 pinos se escrutaba desde Villares de la Reina. Fue una sensación un tanto extraña
llegar al abrevadero y que ni Portos ni Áramis estuvieran pastando allí. ¿Qué les habrá sucedido? ¿Habrán
cambiado de amo? El cometido de mis viajes se ha esfumado. ¿Regresarán mañana? Más hacia la noche la vi
a Isabel en la feria del libro. Aunque no quiera aceptarlo muchas cosas se movieron adentro mío al estar tan
cerca de ella. Luego regresé a casa. Mis padres están mejor, mamá le pide a papi que vaya a dormir con ella.
Ahora escribo en compañía de mis plantas. Hace un minuto aplasté a un pulgón que caminaba por una hoja de
renacido. Aunque el otoño secó muchas cosas, la petuña siempre tiene abiertas flores blancas, y algún
pimpollo a punto de abrir. El viernes 2 de noviembre está a punto de finalizar. Y aunque hoy ya sé que no es la
fecha en que te volví a ver, el 2 de cada mes representará en mi corazón un aniversario en donde festejo
haberte hablado aquel día, un poco más de 4 años atrás.
Parecen los pañuelos de las madres de Plaza de Mayo

Sábad o 21hs_Hace 2 días que viajo hasta La Mata. Pero cuando llego al abrevadero ya no están Portos ni
Áramis. Los echo de menos. También hoy me he dado cuenta de que cada vez que evoco tu imagen fomento en
mis circunstancias diversas casualidades que no son tú, pero relacionadas de alguna forma contigo. Por
ejemplo, esta tarde empecé a extrañarte y de inmediato leí tu nombre en un nick. Dentro de 10 días cercenaré
la copa de renacido. Ya no observaré de su parte más estirones imprevistos que van hacia el cielo raso. De
albur no te comento muchas cosas, salvo de su presencia leal, de su metabolismo confiable. A excepción de su
crecimiento formal y previsible o su mera rama creciendo en ángulo agudo, no encuentro en él detalles que me
maravillen. Quizá lo podé muy pronto. Pero será un hermoso bon-sai. También estoy preocupado porque los
chicos de al lado no hacen ruido desde hace 10 días. Temo estar acostumbrándome a tanta tranquilidad
porque sé que un día de estos volverán a la carga.
Domingo 21.30hs_En 2 o 3 yuyos se manifiesta la fecundidad de la tierra de la petuña. Lo mismo es en la
maceta de renacido, así como en la del pequeño albur. A lo mejor son los resultados del agua mineral con la
que los riego todos los días. O que en invierno los cuido del frío que hay durante las noches... y en el verano
durante el calor del día. La petuña también tiene 5 flores desproporcionadamente enormes de acuerdo al
tamaño de la plantita. Parecen los pañuelos blancos de las madres de Plaza de Mayo.
En mi passo diario por el Chevalier hice un amigo nuevo. Gregorio tiene 89 años y creció en Parada de
Rubiales. Conoce bien los pueblos de la Armuña. Cada mañana le comento de mis viajes y él me comenta de
sus memorias allí; lleva escribiéndolas hace mucho tiempo. Le exhorto a que autopublique un libro. Es como
los caballos, cuando paso días sin verlo comienzo a echarle de menos. Hoy me enseñó que dentro de la
cáscara negra está la almendra, y abriéndola está el almendruco. Dijo también que los caballos ya no están
tanto porque se vino el invierno, y los dueños los entran en el establo para que no sufran el frío.
Hoy me he acordado mucho de ti, probablemente en la semana os haga una visita. Pienso si alguna vez te
preguntarás si este gentil vuelve a la biblioteca porque quiere mirarte otra vez a los ojos.
Un antes y un después

Lunes 22hs_Recurro a este papel para sentirlo como una especie de refugio, una protección temporal de la
incongruencia del mundo en donde vivimos. Hoy ha sucedido algo que llamó mi atención poderosamente. En
el desovillado de esta experiencia la punta de la madeja comenzó ayer a la noche, con el regreso de mi vecino,
luego de haberse ido de puente y dejarme descansar durante 7 horas seguidas por al menos una semana
entera. En lugar de corregir cada sonido que se escuchaba al otro lado de la pared de mi cuarto, pensé en que
cada vez que oyera un sonido fuera de lugar, vería la manera de ofrecer la otra mejilla. Lo mismo fue con el
recuerdo de tus imaginadas insolencias. En lugar de corregirte pensaría interiormente la forma de entregarte
mi corazón al desnudo. Esto me concedería la siguiente ventaja: inmediatamente después de este pensamiento,
experimenté una tranquilidad en mi mente que me devolvió la esperanza de poder conciliar el sueño
nuevamente, cosa que no me concedió ningún pensamiento de disputa.
Martes 22hs_A renacido le queda un día menos para seguir creciendo para arriba. A mediados de noviembre
lo podaré para que crezca solamente por las ramas. Los yuyos en las macetas continúan creciendo. Los
vecinitos vociferan cada tantos minutos. Poniendo la otra mejilla se hace más llevadero todo suplicio. Entre
otras cosas familiares, hace 2 días que no voy hasta los pueblos de la Armuña. Mañana, aunque escampe, no
sé si viajaré. He de visitar Hacienda para arreglar unos asuntos.
Míércoles 21.30hs_Esta tarde hacía lindo tiempo en la ciudad de Salamanca. En estos días de frío es muy raro
que haya soleadas como la de hoy. Decidí entonces ir a La Mata, pero los caballos no habían vuelto al
abrevadero. Serán, supongo, 4 meses sin verlos. La energía del viaje será como una práctica reserva de
ejercicio para dos o tres días más. Creo que fue gracias a la liviandad de la bici de carretera que me aventuré
hasta Palencia y regresé a Salamanca por Pedrosillo, allí hay una fuente de aguas frescas en donde siempre
relleno la cantimplora. Cuando dejó atrás Carbajosa soy como Frodo cuando sale de la Comarca. Vi cabras
negras, y ya por La Vellés al sabio sol inmiscuyéndose entre las nubes de una tormenta que no me mojó por
milagro. Dejó de garuar cuando iba por Castellanos. Al volver a casa me aventuré un poco más y entonces fui
a buscarte a la biblioteca. A último momento, te entregué la espiga en mano con los textos de Rummenigge. Sin
embargo, no mostraste el cómplice contento con el que otros días me recibes. Al contrario, hiciste una
pregunta al respecto, como si supieras sobre mi disimulo y quisieras ponerme en evidencia. Hay días en que
las relaciones no fluyen como los ríos. Igual que hace 2 años hoy me queda la vaga consolación de haber
cumplido con el adúltero cometido de entregarte esta vez en mano los variados textos que te fui dedicando a lo
largo de estos 3 años y medio. Un antes y un después.
Jueves 23hs_Antes de ir a la cama entré las macetas para que los almendros pasen la noche aquí. Albur
también tiene un yuyito. Para no oír el barullo que hacen los estudiantes me puse los cascos con Radio
Clásica. Aunque ellos se llevan mi atención por algunas líneas, voy hacia el próximo punto para escribir de ti.
¿Y si fuera cierto?¿Si ya hubieras leído los textos que te di ayer? Tras la música de Hans Zimmer, la gritería
de los chicos llega a mi cuarto como un murmullo. Albur, renacido y milagrosa, quietos ahí encima del
escritorio. Milagrosa tiene 5 flores blancas y dos pimpollos qué aún están por abrir. En ella muchas hojas se
han marchitado. Arriba de la cómoda de fantasía el reflejo de la luz Tesla brilla sobre la superficie convexa. Y
los vecinos de arriba golpean el piso como Sheldon golpeando la puerta a Penny. Ayer al dormirme sólo pedí
que hayas recibido bien los textos que te dejé. Será que el olvido ha trabajado bien la depuración de mi dolor,
pero por momentos sueño con que sea posible tu llegada a mi vida.
A la espera de alguna señal divina esta tarde he suspirado tu nombre

Martes 23.40hs_La lluvia y los días de frío continúan con el odioso veto a los pueblos de la Armuña. Por la
ciudad de Salamanca también suceden algunas cosas mágicas. En el autobús número 13, esta mañana viajé
con una chica con quien empecé a hablar por que al principio me pareció que eras tú. Aunque no he tenido la
inspiración de los pueblos, esta tarde tuve un pensamiento que no me quiero olvidar:

Una etapa se termina y otra comienza cuando


nos dejamos de resistir a ver las cosas tal como son.

Domingo 22hs_Lo podaré en Santa Cecilia, así el 22 de noviembre significará algo para él también. Y yo
tendré un motivo más para celebrar en esa fecha especial. Gracias a mi padre hoy comenzó la solución de otro
problema: a veces una mala noticia puede llegar a ser la motivación necesaria para remediar los problemas
que veníamos arrastrando. Algo así pasó con mis vecinitos estudiantiles. Gracias al bullicio de los chicos de
arriba estoy aprendiendo a amar las imperfecciones de mi prójimo. ¡Cuánto más fácil es ahora comprenderte
y tolerarte a ti, Mireia!
A veces pasan días y días sin que me encuentre con la señal de tu nombre. A la espera de alguna señal divina
esta tarde he suspirado lo he suspirado. La petuña no para de darme flores. Y dos yuyitos le germinaron
alrededor. En la maceta le puse una piedra de cuarzo que no recuerdo de qué pueblo es. Pobre papá. Se presta
listo a pagar una deuda a mi nombre con tal de no perder una ayuda del alquiler. Parece que los chicos de al
lado se cortan más al hablar de noche. Los problemas que fui incluyendo en mis rezos no tan deprisa como me
hubiera gustado pero se fueron solucionando todos. Pero en mis penas se continúa arrastrando la duradera
infelicidad de no poder estar a tu lado.
Parece que mañana amanecerá con neblina aunque sin una gota de lluvia. Con seguridad podré viajar hasta
los pueblos de la Armuña. Será un pastel sin guinda, pues en el viaje faltarán Portos y Áramis. Todavía
perdura la emoción de haberte dado en mano los textos de Rummenigge. ¿Qué habrás hecho con esos
archivos? ¿Los habrás visto ya? ¿O te habrá frenado el respeto que tienes por tu pareja?
Mates 22hs_A pesar de que hoy tampoco ha llovido, algo me acobardó y tampoco fui hasta la Armuña. Las
nubes altas de la neblina interpretaban la simulación de un cielo nublado. Tampoco el color del día era una
gran motivación para salir. Contrariamente a aquella apariencia de peligrosidad muchas cosas se han
aclarado en mi corazón desde que fui defraudado por quien te detractaba. Esa es la resumida historia de cómo
me decidí a darte los textos de Rummenigge en la mano. Y desde que te di los textos es como si hubiera
recuperado algo en mi esperanza de esperarte.
Los ruidos y gritos de los vecinos ya exceden los límites de la tolerancia. Parece que la planta de la petuña
tendrá flores todo el año. Estos son días de mucho frío y aún tiene dos pimpollos que aguardan abrir.
Míércoles 23hs_Los almendros siempre preciosos. A renacido lo acompaña un yuyito y una piedra que traje de
Fuentesaúco, lo mismo que a la petuña. Albur tiene un yuyito también, apoyo su maceta verde manzana sobre
una tapa de 10 Cds, para que no deje una aureola de marca en el cristal del escritorio. Al pie de la maceta
ruedan 5 o 6 perlas artificiales. Una parte de su hojaje está amarillo, el resto de un verde igual al de la
maceta. A renacido ya no le quedan muchos días sin podar: el jueves que viene lo cortaré. Coincide también la
fecha de cumpleaños de tu compañera, para quien estoy preparando una carta, pero una haraganería
doméstica impide que la finalice. ¿Qué harías tú si la vieras? ¿Vendrás a buscarme tal como lo hiciste el año
pasado? Esta mañana aproveché las nubes altas para viajar a La Mata. Bajo la niebla vi volando a un milano.
Fotografié unos olivos nuevos, las ruinas de Mozodiel y la carretera que se difuminaba a 150mts. Al volver fui
hasta el Borgoña, donde me reencontré con viejos amigos.
Jueves 22hs_¿Crecerá un limonero? En Quilmes también teníamos un limonero. Con los años tendría la copa
frondosa y nos daría limones del tamaño de una bocha de pool. Mamá cuidaba las plantas como si fueran
mascotas. En una muestra de afecto, mamá entra a la pieza cuando no estoy y me quita una a una las semillas
que quedan en el vaso de té. Aunque me provocan una incomodidad desafiante, hoy tolero sus gestos ya que
hay en ellos una bienintecionada muestra de amor. Por segundo día consecutivo esta mañana fui hasta la
Armuña. Como una relajada muestra de resignación hoy he fotografiado el abrevadero sin que Portos y
Áramis estuvieran allí. En virtud del bullicio de los chicos de al lado ahora te escribo oyendo Radio Clásica,
mientras la luz de Tesla reverbera en la superficie circular del té con limón.
Domingo 21.30hs_Con la radio casi no oigo el chirrido que hace la cama de los chicos de arriba. Además la
música clásica entona con las flores de la petuña y los dos almendros, los tres reposarán hasta mañana
encima del fumé negro del escritorio. Los yuyos en renacido menguaron, el único en la maceta de la petuña
parece que le hubiera germinado un poco más. No se encuentra el porqué cuando nos detenemos a meditar en
el egoísmo de la gente. Como caballos hacen chirriar las camas desvencijadas al practicar el coito. El show
dura media hora, se supone que el varón usa preservativo, pues alarga la duración de las relaciones. Cuando
terminan el cuerpo me tiembla como si hubiera tomado un pase y comenzara el efecto de la resaca.
Lunes 21.30hs_Los chicos de arriba y los de al lado están en completo silencio. Ayer he tenido una buena
noche, ignoré el ruido de los vecinos con Radio Clásica. Me siento afortunado de tenerla. Dentro de las pocas
cosas que necesito para seguir adelante, la radio me ayudará a dormir, al menos a descansar un poco mejor.
A las 11 me acosté, a la una apagué definitivamente la cultural emisora aún con algún bullicio de los pisos de
al lado, y finalmente a las 7 me desperté como si hubiera dormido 48 horas seguidas. Tratar de conciliar el
sueño al prender y apagar la radio es mejor para tapar las voces y los alaridos de unos mocosos que depender
de cuándo será el momento oportuno para dormir, esperando que ellos se decidan a hacer silencio. Aunque
hay algo más. Los Evangelios dicen:

Por sus frutos los conoceréis.

A colación de ese pequeño esfuerzo que hago para dormirme algo mejoró en mi vida, cuando después de
haberme dormido así salí a la calle por la mañana. Más gente se queda mirándome como si la enamorara. ¿Es
posible que la tolerancia con mis vecinos le cause agrado a Dios Padre Nuestro? Como dice el I-Ching:

Ser tolerante con el necio trae fortuna.

¿Será posible entonces que Dios tenga menos en cuenta nuestros pecados si tratamos con comprensión al
obtuso? Me llamó poderosamente la atención que a pesar de haber sacrificado dos horas de sueño, mi día en
sociedad no tuvo contratiempos severos. Al contrario, los caminos de mi rutina fluyeron entre los de la gente
como el agua que baja por los canales de un acueducto entre los árboles del bosque de Los Asientos. ¿Qué
tiene más valor para Dios? ¿Nuestros pensamientos o nuestras acciones? ¿Nuestras imaginaciones o nuestra
fe? Quizá sean las cosas que siembran tranquilidad en nuestros corazones lo que logra que la Providencia
siembre pequeños milagros en nuestras vidas.
La petuña está hermosa, 5 son las flores que tiene abiertas, tan abiertas como un oboe

Martes 20 de noviembre, 22hs_Mañana por la mañana iré a Correos para enviarle la felicitación a tu
compañera. Es una gran emoción, luego de todo un año de espera, que finalmente haya llegado el día para
intentar cumplir otro de los muchos sueños que he tenido cuando inocentemente pensaba en cómo conquistar
tu corazón. Por otro lado, los jóvenes vecinos continúan gritando; festejan sus delirantes bromas golpeando el
piso, algún alarido que otro me hace sospechar que andan embrutecidos con el alcohol. Continúo aprendiendo
a tolerarlos con música Clásica en radio. Casualmente ahora pasan a otro argentino, Astor Piazzola y su
Adiós Nonino. Fructifica saber que uno es capaz de aprovechar los inconvenientes para nutrir su alma con
culturas beenignas. El caso es que tal vez el jueves le llegue la carta a tu compañera. Coincide también con la
poda que el jueves 22 le haré a renacido pa' que no crezca más. La petuña está hermosa; 5 son las flores que
tiene abiertas, tan abiertas como un oboe, 3 son los pimpollos que están a punto de abrir. Se ve que el agua
mineral que les doy a diario nutre sus almas igual que la música clásica nutre la mía.
Miércoles 22hs_Esta mañana fui hasta Correos para enviarle la felicitación a tu compañera. Me pregunto si te
importará tener alguna novedad de este gentilhombre. ¿Y si te importa qué harás? Ya no puedes salir de la
biblioteca y pasar por la puerta de casa, ni quedarte parada en lo de Javier para ver si por casualidad nos
cruzamos. El tiempo se ha llevado un número cuantioso de oportunidades para vernos. Además de todo eso,
mañana mismo lo podaré a renacido. Celebraré que cumple años cada 22 de noviembre. También en pocos
meses será el transplante.
Había cogido el hábito de dormirme oyendo al sordo Gancé

Jueves 22hs_Finalmente he podado a renacido para que no se ponga más alto. No me fue tan difícil como me
temía. Ahora la lluvia chorrea por la ventana interna. No sé si mañana estará igual el tiempo, la meteorología
dice que solamente habrá nubarrones. Los vecinos están tranquilos por ahora. Santa Cecilia no me bendijo
con la llegada del amor. Solamente la mirada de una mujer conocida despertó en mí la ilusión de otro
encuentro. Quizá también hoy por la tarde haya sido entregada la carta que le mandé a tu compañera, sin
embargo en todo el día he recibido una sola señal de que mis planificaciones se hubieran cumplido. Podría
haber sido un nombre, una hora.... o haber visto a alguien con una camisa de Lacoste. Tampoco vi tu nombre
en ningún lado ni mujer parecida a ti.
Viernes 22hs_Hoy he podido viajar hasta la Armuña, las palomas mensajeras trazaban una cinta de moebius
en cielo celeste claro. En el centro de esa imaginada geometría irregular una espadaña hacía de muestrario
para 3 campanas de bronce. Pero algo curioso sucedió. Con el fin de fotografiar la bandada, me acerqué un
metro hacia las palomas, mientras ellas un metro retrocedían. Y así ad infinitum. Cuanto más pasos daba
hacia ellas, el mismo número ellas se alejaban de mí. Quizás el casco les daba mala impresión, tal vez las
intimidaba.
En estos últimos días he recuperado el positivismo por esperarte. Incluso este mediodía de regreso a la casa
de Candelario me detuve en la avda. Portugal creyendo que una estudiante eras tú. Ella tenía puesto un
impermeable verdoso, quizá un tono más obscuro que aquel que te ponías tú los días que lloviznaba. Gracias
al bullicio de los vecinos es que estoy recuperando otro aspecto del ser que tantos años atrás había perdido,
allá antes del accidente. Aunque duerma un poco menos, dormirme con Radio Clásica estimula la
recuperación de mi voz interior. Me duermo pensando cosas útiles y a la mañana siguiente noto al abrir los
ojos aquel estado de volatibilildad, de “ardor en el pecho”, de resurrección del alma que nada más sentía allá
por 1994, cuando había cogido el hábito de dormirme oyendo al sordo Gancé, antes de que la abundancia
instalase en mi hogar 24hs de televisión por cable.
8 veces pronuncio tu nombre en un suspiro

Sábado 21.30hs_A la entrada del pueblo un perro policía me analizaba como si fuera sospechoso de algo.
200Mts más adelante me puse a fotografiar a las familiares palomas, y mientras lo hacía sentí cómo el perro
me olisqueaba por allí atrás. Aunque hace 4 días que viajo hasta La Mata, echo de menos la presencia de
Portos y Áramis en el camino.
Estría mal si digo que te extraño, nunca he estado contigo. Lo que extraño de ti es esa mirada tuya que hacía
crecer mis ilusiones. 8 veces pronuncio tu nombre en un suspiro. Desde que te di en mano los textos de
Rummenigge dejé de atormentarme con la enfermiza masturbación mental del me quiere-no me quiere. Al
parecer la ansiedad que experimentaba al recordarte no era otra cosa que la gran expectativa de que algún
día llegara la oportunidad de poder entregarte en la mano todas las notas que he pensado para ti. Ahora que
ya lo hice se inicia en mi corazón la certeza de que ya no tengo cosas que construir para conquistarte.
Martes 21.55hs_El día de ayer pasó desapercibido para esta escritura, igual que un pétalo de almendro para
la brisa del Tormes. Hoy fue un día en el que el romántico hecho de pensar en ti ha sido acompañado por un
ardor en el pecho. Para un concurso de poesía envíe algunos de los poemas que te escribí. Cuarenta años de
búsquedas zahoríes, así titulé la recopilación de aquellos textos. Después de la poda renacido quedó precioso.
El bullicio de los chicos ha empeorado en la fecha; la senectud de mi padre me veta para llamar a la policía
pues no quiero darle un disgusto. Tampoco el pie hinchado es veto para los paseos hasta La Mata, en los 25km
de carretera no tomé fotos. Sólo al regresar a la ciudad tomé una hermosa fotografía de otoño en una cuesta
arriba del carrilbici. No sé si fue por el café que luego me tomé en casa, pero esta tarde al pensar en ti
reconocí un intenso ardor en el pecho, tal como el que sentía después de que volví a verte. Entonces otra vez
pude soñar con que algún día vendrías hasta mí. Pobrecito albur, no le presto demasiada atención. Es como
un hermanito bobo a quien le doy aprecio con la mirada. ¿Cómo será escribir sin que estas sentidas notas
aspiren a tener un dedicando? La presión del bullicio ha logrado que el desempeño de mi pluma proteja su
concentración bajo el paragüas placebo de la música Clásica, un universo que casi está por completo
inexplorado para mí.
Escribir sin enaltecer los ojos de una amada

Sábado 22hs_Como un bonus track benévolo, oyendo la ópera me distraen menos los alborotos de la casa o
del alterado consorcio. Aún así, por momentos temo que un arrebato de los vecinos de al lado perturbe con
violencia la tranquilidad de mi habitación. He intentado por muchos medios evitar denunciarlos en la Policía,
pero la reiteración del griterío y su falta de respeto hace que la denuncia sea inminente. Por momentos
guardan silencio, entonces me autoengaño con la esperancita de que se pueda dormir bien hasta la mañana
siguiente. Pero sé que en de un momento a otro comenzarán con las risas, los alaridos... o se oirán los golpes
de sus pasos en el techo de mi habitación. Por otro lado, mientras escribía en el Chevalier, se me pasó por la
cabeza la imagen de Merche. El milagro sucedió cuando volví a casa y me la encontré en el autobús. Tuvimos
una charla preciosa y al despedirnos dijo Hasta pronto.
Domingo 22hs_Tras la ópera de María Calla, se oyen los alborotos de la desviada juventud del consorcio. El
itinerario de mis decisiones va haciendo equilibrio sobre una complicada línea de asuntos morales, puesto que
si en este mediodía le pido a Dios para poder impartir paz en donde hubiera conflicto, se enfrentan en mi
interior el severo libre albedrío que tengo para denunciar los ruidos con la benigna tolerancia que es
indulgente con las continuas faltas de respeto. Los toleraré un día más, sin embargo aguardo con impaciencia
la esperada oportunidad para que estos muchachos paguen su regia multa.
Hoy por la tarde vi Danza con Lobos. En cada escena romántica pensé en ti, Mireia.
Lunes 23.30hs_Anoche dormí 3 o 4 horas. Jorge, el chico más escandaloso de los de al lado, se quedó con las
ganas de hacer el amor y luego desquita su abstinencia golpeando las puertas de su piso. Lo hace un poco
adrede, creo que siente que descarga sus pequeñas frustraciones privándome del sueño a mí. Consuelo de
tontos. Aún así amaneció con nubes altas, augurio de neblinas pero también de un clima seco. Sin pensarlo
mucho aproveché esta profecía meteorológica y por segundo día consecutivo fui hasta La Mata. En los
kilómetros no vi organismos vivos por la carretera. Pero en Mozodiel del Camino lo saludé a Rafa, quien no sé
si me habrá reconocido al volante de su coupé. En el camino de vuelta, gracias a la neblina, descubrí que en el
terraplén de la carretera ondeaban cientos y cientos de telerañas perfectas, pero que no pueden distinguirse en
los días de sol. Sólo cuando la niebla disipa un poco comienza a verse brillando telas de araña, que se habían
impregnado con las fibras de la neblina.
Martes 22.30hs_A pesar de que ya había aceptado el efecto de la sequedad del invierno, a la petuña todavía le
queda un pimpollo por abrir. He decidido ir a dormir a la pieza contigua, así tendré menos inconvenientes
para dormir, a pesar de que los criajos de al lado hagan barullo. Esta tarde hice 43km en bici, pasé por siete
pueblos distintos. En los horizontes de todos ellos, las nubes de la neblina que se alejaba formaban una
sabana gris. De regreso a casa me detuve a tomar un café en el Chevalier y entablé conversación con una
camarera que me encantaba. Es morena de pelo largo y rizado, aunque cuando trabaja lo lleva atado.
Sábado 22hs_Cuando regresé a casa ya se había despejado la neblina, aproveché la tarde de sol para hacer
un viaje hasta la Armuña. Y después de todo un mes vi a Portos y a Áramis pastando en compañía de un nuevo
caballo negro, a unos 100mts detrás del abrevadero. La lejanía hizo que ni siquiera intente fotografiarlos. Los
llamé por sus nombres y Áramis dejó de pastar para que lentamente nos escrutáramos.
La estela en donde se ha ido quedando la huella de tu nombre

Jueves 23.30hs_Cuando regresaba al fuerte y estaba solo, John Dumbar recordaba a los siuxs, sus nuevos
vecinos. Cada día termina con un milagro, pensaba él, mientras en el horizonte de la meseta el atardecer
salpicaba una torre de nubes con arreboles. De igual manera cuando estoy solo pienso en los chicos de la
biblioteca. Haber descubierto las mentiras de Julián fue una gran decepción para mí. Lo admiraba como hace
tiempo no admiré a una persona. Sin embargo cada vez que vuelvo a la Torrente me encuentro con miradas de
entusiasmo por parte de los trabajadores, incluso en aquellos que fueron mis adversarios. El hecho es que hoy
al despertarme improvisé una visita a la biblioteca con el principal objetivo de tomar en préstamo el I-Ching.
Ni bien llegar me acerqué a saludar a Cristina, entonces pasó lo que yo esperaba: te diste la vuelta para
mirarme. Barajo dos posibilidades, quizá te gustaron los textos de Rummenigge que te di en mano hace más o
menos un mes. Usé como excusa el argumento de que había encontrado el disco en la biblioteca. O quizá el
regalo que le mandé a Cristina te hubiera despertado curiosidad. Lo cierto es que otra vez me emociono
pensando en que me quieres.
Martes 22hs_El paso de los días tiene como referencia la última vez que te vi. Y un poco más de un día pasó
desde la última vez que te diste vuelta para mirarme. El amor con el que me ven tus ojos ha conseguido que
viva con alegría todo cuanto hice hoy. Esa mirada hiperfugaz ha logrado que estés en mis pensamientos en
cada una de mis soledades. En ellos especulo lo que tal vez has leído los textos del 5º cuaderno de
Rummenigge. El I-Ching se suma a la pila de relecturas todavía inconclusas que se amontonan a la derecha
del escritorio fumé. Mientras tanto el bullicio de los vecinos contornea mi habitación como una plaga que se
aproxima al cultivo. Y la petuña nómade tiene un nuevo pimpollo a punto de abrir.
Lunes 23hs_Hoy extrañé el pequeño crucifijo que tuve puesto desde hacía más o menos un año. Coincide
también hoy que hace una semana fue la última vez que te vi. Sentí cómo tus ojos me acariciaban el alma
cuando giraste la cabeza para ver fugazmente mi perfil. Al principio te recordé con vehemencia y mi amor por
ti rejuveneció. Pero con el paso de los días más el desprecio de otra mujer un poco fue menguando la
evocación de tu imagen. Esa mañana dejé un presente para otra de tus compañeras. Los chicos no parecieron
muy contentos al recibirlo. El hecho es que tú eres la única estela a seguir.

En la polifacética crisálida de los metabolismos vitales, aquí se va cerrando el misterioso e introspectivo


circuito de otra metamorfosis humana, con la transmutación de los pensamientos terrenales en emociones que
buscaron su origen en la religiosidad. Acompaña a este benigno progreso la próxima finalización del 7º
cuaderno que te nombra, Mireia. En dos o tres cuartillas más, un templado punto y final será el indescifrable
epílogo con el que me despediré de la séptima atalaya en donde me refugié para no echar tanto en falta a tus
miradas. Tras de mí permanecerá la estela en donde se ha ido quedando la huella de tu nombre.
Mojados pañuelos blancos

Jueves 22hs_A la petuña tan solo le quedan dos o tres flores más. Hoy pasó sobre nosotros un día de color
ceniciento. No confié en la sequedad del clima a pesar de las nubes altas. Así que solamente fui al Chevalier.
Jóse me agradeció el regalo de Navidades que le había dejado ayer, un llaverito con una pequeña navaja. Se
lo compré en lo de un chino, mismo comercio donde esta mañana fui a comprar una carpeta para enviar un
retrato a Barcelona. El chino le estaba limpiando los mocos a su pequeño chinito, y cuando dejé la carpeta
encima del mostrador para pagarle, el chino le puso encima el pañuelo lleno de mocos. En el bar hice un
concurso, Primavera Novela, para el cual envié toda la narración de mi historia, menos lo de Ceci. Desde el
accidente hasta que anduve en bici de nuevo. Por la tarde recordé con amor tu última mirada. ¿Cuándo será
la próxima vez que nos veamos?
Viernes 22hs_Esta mañana temprano hice el viaje a La Mata. Después de tomar algo en el Borgoña fui a Sepe
para sellar la arrugada tarjeta. Al llegar a casa, en la puerta del edificio, me crucé con uno de los 3 vecinos de
al lado. Cuando me pasó por al lado no le contesté el saludo, porque como dice San Pablo Apóstol, me
solidizaría con sus malos actos. Subí la bici en el ascensor, y cuando lleg ué al 3º, estaba parado Jorje, el más
matón de los tres, que aguardaba el ascensor para bajar. ¡Se armó un kilombo de la gran puta! Se
empeoraron las cosas. Luego fui a comprar algo, y al regresar me crucé de nuevo con ese chico que antes iba
acompañado de una jovencita. Esta vez agachó la cabeza al pasar por al lado mío. Luego, más por la tarde y
después de un baño, fui al Chevalier a tomar un café. Marisa estaba guapísima, busqué disimuladamente las
caricias de sus ojos, fugazmente me llegó alguna mirada.
25 de diciembre_Esta Navidad trajo algunos regalos. Ayer por la tarde hablé con mamá, confesó el odio hacia
mi padre. Sin embargo parece que alguna cosa le entró, hoy se levantó y recogió el desorden de la mesa de
Navidad de ayer. Lavó los azulejos de la casa en la cocina, y lo trató amablemente a papá. Quizá alguna
ayuda dieron los rezos que dije en mi habitación antes de salir esta mañana hacia La Mata de la Armuña,
sumido en una atmósfera viscosa. Lo que me gusta de cuando hay niebla es que casi no sopla viento. Ni con
dolor ni alegría: a la tarde solamente me acordé de ti. Parece que hubiera pasado tanto tiempo, hasta hace
poco me ponía a contar los días que había en el medio de una mirada tuya y la otra. Ya hubieran pasado 10,
ya 40, todo el tiempo recordaba tu última carita y me llenaba de felicidad. Hoy tengo que hacer un pequeño
esfuerzo para acordarme de cuándo fue la última vez que te vi. Y aunque hayan pasado poquitos días, en la
memoria de mi corazón es como si ya hubiéramos vivido unos 20 años.
Miércoles 22hs_Y aquí finaliza, Mireia, el 7º cuaderno de Rummenigge. Solamente en el recuerdo de tu
imagen hallo un atisbo de esperanza para creer que existe una posibilidad de ser felices en esta vida. Tan solo
una flor le queda a la planta de la petuña antes de que se marchite de por vida. Y tan solo una carilla le queda
a este cuaderno antes de cerrar la escritura ininterrumpida de 4 años, que colaboró con mis emociones para
que fuera al fin más alegre, o menos deprimido mejor estaría dicho. A lo mejor en un mañana tus ojos me
exhortarán para comenzar otro cuaderno a manuscrita, otro añadido más a los 2 cuadernos que te dediqué en
la nueva casa de Candelario. Desde que vine a vivir al barrio de San Bernardo visité dos bibliotecas. Me
trataron bien, y querían amablemente entablar diálogos conmigo.
Sin embargo, yo que siempre fui presto a ello, sentía que no quería hablar con ninguna de esas hermosas
bibliotecarias. Quizá el trato cotidiano ablandase mis sentimientos, así que pasaron las semanas y luego los
meses. Pero mi sequedad castellana continuó indeleble. El porqué de mi negaciones llegó al final con el
tiempo, en el estanque que visitaba todos los días, allá en el camino de Carbajosa.

¿Recuerdas que hace unos meses te contaba que había visto a lo lejos a mis amados Portos y Áramis, junto al
nogal que está cruzando el estanque? Entre ellos galopaba otro corcel que no había visto antes. Desde la
lejanía me pareció negro azabache, sería por las sombras que el atardecer echaba sobre su pelo; o tal vez un
error de apreciación, como cuando miramos que dos rallas coinciden en el calibre, pero éramos nosotros que
lo sosteníamos mal. Aquel caballo resultó ser marrón obscuro. Lo supe cuando hace meses me sorprendió una
mañana al llegar al abrevadero con su perfil de certamen. Era aquel corcel más oscuro que galopaba junto a
mis viejos amigos. Se ve que quien los cuidaba los ubica junto a las aguas para que los conductores que van
hacia Carbajosa los vean más. Como si fuera un escaparate al natural, en donde modelan los potros
espontáneamente. Casi siempre lo veo. Es un caballo digamos de sangre azul. Es preciosísimo. Siempre está
bien peinado, la cola larga parece un signo de interrogación estilo fuente Choppin. Su elegancia hace que
Portos y Áramis parezcan de una familia pobre. Las crines sedosas le caen para un costado. E igual al lobo
de Kevin Costner tiene las patas blancas. Trota con elegante precisión, como si fuera un caballo de torneo.
Pasé algunos días pensando en cómo lo iba a llamar. Libre, Mares o Alma: barajé alguno más, pero al cabo
de unas semanas me di cuenta de que todos los nombres que se me ocurrieron eran imprecisos. Y cuando ya
habían pasado treinta días, aún no había encontrado ningún mote que le sentara bien al caballo ni
tampoco a mi corazón. Fue entonces que me di cuenta de lo que pasaba: en lo más hondo de mi ser había
algo que se rehusaba a ponerle nombre.

Había aprendido a amar a aquellos primeros potros, Portos y Aramís, con toda mi alma. Incluso cuando ya
no estuvieron en el abrevadero yo vivía su ausencia con una melancolía poética. Los gestos de amor que me
manifestaban, las primeras miradas.... el galope manso con el que Portos vino a recibirme el primer día o las
veces que salió del agua con el único fin de acercarse cuanto pudiera a la alambrada de espino, tan solo
para vernos más cerca. La ansiedad con la que dormía pensando en ellos, o la expectativa que iba sintiendo
cuando me aproximaba al estanque. Entonces sentí que si le ponía nombre al nuevo corcel traicionaría la
memoria de mis amados Portos y Áramis.

Por eso no pude ponerle nombre al nuevo corcel. Sentí que si así lo hacía estaba traicionando la memoria
de mis amados Portos y Áramis. Nunca más volví a verlos, ni en el estanque ni tampoco en los 10 kms de
carretera que circunscribo buscándolós. Y aunque ya pasó casi un año aún le guardo resentimiento al
camino, la carretera de Carbajosa.
Semejante sentimiento me da cuando el nuevo amor se aproxima. En ningún caso son experiencias
repletas de empalagosos oxímorons, cuando sus ojos me alcanzan no tengo miedo a perderlos como me
sucedía al mirarte. Caleidoscopio. La vulnerabilidad poseyó todo mi organismo cada vez que estuve cerquita
tuyo, esperando cualquier reacción por tu parte, por pequeña que fuese. Cuando cantabas algo para
celebrar nuestra cercanía, o acaso mirabas hacia otro lado para que no se perciba el enamoramiento en tu
mirada. Las veces que fui a buscarte, las veces que no lo he hecho. Entrar cada día a la biblioteca esperando
que me den la bienvenida tus ojos, esconder una espiga de trigo entre los libros cada 2 del mes viniera, el
equivocado número en que yo suponía la fecha en que volví a verte. Eras el centro de mis acciones, eras el
centro de mis minutos y el de mi psicología. Las soledades de mi vida se han convertido en ti.

Lo único que perdura.


FINAL DEL DIARIO SUBTORMESINO
Por si no hubieran llegado a puerto
DIARIO SUBTORMESINO

CAPÍTULO PRIMERO
2015

La luminaria del ocaso subtormesino ingresa cálidamente por la


ventana de un 5º piso de Salamanca. Un globo terráqueo, lápices y
bolígrafos engordan el itinerario del portalápices: trabajos de delineante
más 10 cuartillas en espiral acomodadas entre otros libros sobre el cristal
fumé del escritorio mediano. El frescor del río ha llegado a la tarde de
Garrido Norte, en donde un extranjero resuma su enamoramiento en las
hojas ralladas, fieles acompañantes de un voluntario aislamiento,
solamente separado por el antibiótico natural de los viajes en bicicleta,
ideales para el comienzo de un diario en donde se compendia el trazado
de un fidedigno mapa sanguíneo de sentimientos, que reflorecen después
de un fugaz reencuentro forzado por 9 años de separación.
Caleidoscopio

26 de febrero

Mi querida Señora,

Formalizo este día el comienzo de una serie de epístolas que llevarán una y otra vez a tu nombre
en las sentidas dedicatorias.
Fue hace ya nueve años cuando miré por primera vez a tus ojos claros, hoy me llena de felicidad
el hecho de que no se vaya un solo día sin que nos crucemos por los pasillos y estanterías de la
vasta biblioteca Torrente Ballester, tu lugar de estudios, y sentir de que estemos siempre a punto de
hablar. Es por eso que más que nunca soy de evocar las cándidas memorias que te tienen como
romántica protagonista de mis esperanzas de haber encontrado al fin el Destino que me esperaba,
tan escondido en un punto recóndito del tiempo insobornable. A pesar de los años, a pesar de que
ahora conozco el timbre de tu voz, tus acentuaciones cautivadoras, a pesar de que ya conozco tu
nombre, en mi corazón no se ha exacerbado el amor que sentí por ti desde el primer momento en
que te miré, desde el primer momento en que vi tu imagen gloriosa. El embelesamiento de tu
imagen hace que me apresure cuando intento la suerte de encontrarte en sitios imparciales, tal
como puede serlo una callejuela, el teatro o un banco tibio de una plaza. A paso de caracol, Las
Tres Marías hacían su típico desfile a lo largo del firmamento. Y como acostumbran ser las noches
de marzo, el frío era insoportable. Pero el recuerdo de tu existencia me devolvía el calor a la
sangre.
Día siguiente, 9.30 pm_Con seguridad jamás vas a leer estas turulecas anotaciones que
orquestaron sobre el papel los parciales apuntes sobre ti y tus cosas; al igual que los ladrillos de
los presumidos consorcios confeccionan a la respingadísima ciudad subtormesina, una tras una las
líneas que te dedico englosan las listas de estos ajetreados renglones. Hoy no vivo en ningún
laberinto. Los ranúnculos continúan creciendo deliberadamente hacia el cielo raso. El hecho es
que no dejo de tenerte entre mis pensamientos y emociones, como la bolita de un sensible flipper,
vas rebotando por las egoístas paredes de mi mundo interior. Medito: ¿Seré la imagen de tus
soledades? ¿O acaso los Dioses se burlan otra vez de mí haciéndome creer que vivo en tu corazón
cada vez que miro tus ojos de caleidoscopio, tan transparentes?
Sin conocerte nada ya te echo de menos

Día siguiente_Sería imposible ponerle un nombre a cada una de las flores que da el ranúnculo, ya
lleva 10 buenos florecimientos. ¿Qué podría contarte hoy, mi bien? Que repetí el camino ayer
andado para ver si la Suerte reiteraba la caprichosa e inusual coincidencia de cruzarnos. Hace dos
días que el ranúnculo tiene las hojas caídas. Dos caparazones de caracol hacen sombrita sobre la
mesa fumé. Sé que la noche de Salamanca está fuera, pero la persiana hasta abajo no permite ver
si está nublado o no, será acaso que las constelaciones salpican con su esplendor al firmamento de
color ocre. Los mocasines de Malgorzata siguen allí: cuelgan como dos péndulos inertes bajo el
portallaveros con forma de casa alpina. Y las semillas de almendro cogidas en Villamayor, parecen
sardinas enlatadas en un envase de vidrio. El ranúnculo está a punto de morirse. Su aspecto
decaído no inspira ya ninguna esperanza de resucitar. Sin aura permanece esperando a que
alguien le dé digna sepultura. Hoy vi tus cabellos como el sol del atardecer se puede ver entre
nubes. Presumo que alguna vez me has querido. Por eso me pregunto si me estarás esperando.
Busqué el amor y di con el cándido arrumaco de tu cara. No miraré las luces nocturnas de la
celebérrima Chinchibarra con el mismo entusiasmo del enamorado que espera cruzarse con su
amada al otro día. Pues pasará la Semana Santa sin vernos. Te estaré esperando siempre. No me
importa con quienes hayas estado o con quien estés ahora. Te aprecio como a una noche despejada
en la que pueden verse todas las constelaciones en el cielo helmántico. Ya no puedo imaginar el
desenlace de mi vida si tú no participas en aquellas visualizaciones. Tan hermosa es esta sensación
de volver a estar vivo, que se manifiesta de a ratos en mi organismo mermado, al igual que lo haría
el frescor del río, cuando nos sorprende cada tantos pasos, en el camino del vado.
El cielo de Salamanca ejecutaba la delicada profecía de las constelaciones

Mi queridísima señora,

El afinado canto de un ruiseñor es acompañado por el sonido glotón de Valentina, que mastica
los langostinos secos, pasados, con la misma glotonería con la que se mastica con toda hangurria.
Aún no se han incorporado en el silencio los gronchos motores de los camiones municipales de la
basura. Hoy -17 de marzo -, he llevado un sobre para dejarte. Tenía pétalos de ranúnculo y un
mechón de cabellos míos, como una firma romántica. Pero no vi que estuvieras, entonces me lo
llevé conmigo. Mañana, seguramente, te lo deje junto a los libros que me llevaré para poblar las
soledades en las que tú no estuvieras, al menos físicamente. Se nota tu ausencia: tu caminar
marimacho, tus pantalones babucha, tu mirada amadora… tus ojos tan transparentes, tu colorido
llamativo. Esta mañana pensaba en ti al volver de Villamayor. Y exactamente cuando pensé en tu
nombre, coincidió que una mujer que conversaba con otra te mencionó.

Acabo de volver de un paseo por el barrio Garrido Norte. El cielo de Salamanca ejecutaba la
delicada profecía de las constelaciones. Llegando a la avda. San Agustín, la noche fría replicaba el
cielo de otras noches, trazando con toda precisión la ruta de las estrellas. Cada vez que nos
miramos presencio la perfección de mis sueños. Eres todo lo que quiero de esta vida. ¿Serás como
te imagino? Algunas veces me llegan noticias tuyas casi te diría que por ósmosis. Inopinadamente.
Entonces parecería que Dios desea señalarme más caminos hacia ti.
Miré hacia la calle desde un café y sentí que el mundo estaba vacío cuando faltaron tus ojos
claros

En esta mañana subtormesina, retomo al papel para volver a escribirte y contarte que durante
toda la madrugada del 2 de abril tu imagen anaranjada ha impregnado cada segundo de los
románticos insomnios. La experiencia de este enamoramiento es más importante que mi pasión por
la escritura manuscrita: ya no puedo escribir como cada día, sin antes haberte escrito alguna
cosita a ti. Así te impregnas en cada cosa que me rodea en la vida: las estrellas en las noche
continuamente me recuerdan cuánto te extraño, y cuanta falta me hace tu compañía en lo pequeño
y grande de cada día que se va.
Pasarán 4 días sin verte. En la celebérrima Chinchibarra, no miraré los estroboscópicos neones
nocturnos con la emoción del enamorado que espera cruzarse con su amada al otro día. Las calles
de Salamanca son la ilusión de que cada persona se convierta de golpe en ti. Hoy miré hacia la
calle desde un café, y sentí que el mundo estaba vacío cuando faltaron tus ojos claros. La tormenta
se ha marchado al igual que los años desperdiciados en la inútil búsqueda de un amor que no
fueras tú. Lo lamento. Lamento todos los años que se han pasado sin dar la vuelta y volver a ti. El
Señor –Dios– hace dudar a los hombres si su ilusión puede ser cierta. Así me tiene a mí en vilo,
pensándote siempre y tratando de encontrar alguna seguridad de que mis premoniciones y
ensueños fueran legítimos finalmente. Sin embargo te amo con el ímpetu de la granizada violenta
caída hace ya algunas horas. Mañana te extrañaré a ti y no a otra. Mi alma se atraviesa de ti,
entretanto mi mente se lastima con tus ausencias.
Escribirte para dormir

Día siguiente_Igual que el zorzal de mi querida Quilmes, otro pájaro madrugador acompaña la
madrugada con su canto travieso. Abrí los ojos hace un momento, y no pasaron ni diez segundos
que ya pensé en ti. Fue la imagen de tu perfil naif, de tu luz blanqueada por las distancia.
El día se ha convertido en una odisea de ti. Volví a mirarte y resucitaron las esperanzas que se
han ido quemando a lo largo de tantos días de alejamiento. De verdad soy feliz cuando pienso en
cada mirada, cada palabra que crucé contigo. En mi corazón navega el presentimiento de que en
mi vida se desdoblará un buen tiempo de felicidad.
Lunes 27 de abril, 2015_En su proceso cósmico y social, comienza la semana en el calendario
gregoriano, con el amanecer subtormesino que se acompaña por el canto de un ruiseñor único. Te
vi una sonrisa secreta las primeras veces que me acerqué a ti. Miraste para un costado y te
felicitaste a ti misma. Ahora llueve. Los ruiseñores reciben al agua con su canto madrugador. La
lluvia de este domingo subtormesino nos hace el honor de sus visitas intermitentes.
El alejado ronroneo de una motocicleta le recuerda a la madrugada que es el hombre quien
gobierna sobre la faz de la Tierra. Finalmente mi corazón te ha elegido como la especial
destinataria de todo mi amor. Tal vez lo haya pensado por orgullo, pero llegué a pensar que no
podrías colonizar mi corazón por completo, ya que en él habitaba la imagen de otra mujer. Pero al
comenzar el día, los continuos pensamientos de ti formularon la mágica ecuación que reafirmó la
fidelidad a tu imagen.
29 de abril, 22hs_Al evocar tu nombre siento que me falta el pecho, que tengo un hueco en el
corazón. Quizá algún día pueda cumplir el sueño de caminar a tu lado por las calles y callejuelas
de Salamanca: encontrarte por ahí y pedir de acompañarte.
Son las 6 y media de la mañana. El típico amanecer tormesino aclara Salamanca al compás de
las
ecuaciones cósmicas.
Fuiste en mi vida como la mañana, como el día al despertarse. El tiempo que me dure tu
recuerdo no serán días de lucha para desprenderme de tu cara. Hoy mi corazón, al evocarte, canta
como al ver los campos de girasoles en carretera Valladolid; o como al ver los artísticos
sembradíos de amapolas que salpican el paisaje entre un pueblo y otro, camino a Alaejos. No
necesito dormir, no necesito drogarme, ni arrastro la pesada carga de la victimización: me hace
feliz tu existencia. Puedo recordar cuando miras con tu carita de ensueño, y quedarme tumbado
mirando el cielo raso, sintiendo este enamoramiento ilustre. Soñar con un futuro más amable.
Sentir que los milagros se hacen posibles cuando uno sabe esperarlos.
Mismo día, casi las 12 de la noche_El día se ha trasladado entre los dos crepúsculos. Desde el
amanecer, mis pensamientos fueron una odisea de ti, y una odisea de ti se expone por las calles de
Salamanca. El anaranjado de tus cabellos abriga la nuca de alguna jovencita más pequeñita que
tú. O el andar atolondrado de una mujer con gafas oscuras casi me mata de un síncope, cuando en
ella vi tu presencia… Fue entonces que en mi corazón se oyeron coros de un Aleluya.
El planeta ya ha girado lo suficiente como para que España haya pasado de la mañana al
anochecer. Son las 4 de la madrugada, mi bien, y me energizo espontáneamente con el repaso de
los amorosos minutos que te han tenido a ti como protagonista explícita. Me pregunto qué pasará
mañana. ¿Hablaremos? ¿Se me cumplirá el deseo de caminar a tu lado? Pedí tres deseos con tu
nombre, cuando estrené la tapia que evitará los desprendimientos del terraplén en el exagerado
carril para las bicicletas. El destino no me permite desligarme del todo de los caminos que tienen
el pundonor de tus pasos. Te extraño: extraño tanto tus búsquedas como las mías. Tus miradas tan
transparentes como burbujas.
Somos de la manera en que nos han amado

21 de mayo_El cielo celeste ya casi se ha teñido con el típico ocre de las noches salmantinas.

Perdí la cuenta de los días que van sin verte.

Las aguas del río Tormes han de estar muy serenas, digo, por la calma del anochecer. Antes de
ir a dormir te escribo dos o tres líneas, para que estas letras fueran una simbólica despedida, un
beso de hasta mañana… un abrazo en la cama.
27 de mayo, medianoche_Acariciando la medianoche, el cielo de Salamanca se cubre
completamente con un ocre solemne. Este mediodía te amé mirándote a los ojos, cuando a la
distancia me mirabas entre otros trabajadores. Cuando me miras el corazón canta, como cuando
voy llegando a Pajares de la Laguna y allá a lo lejos pueden distinguirse los imperiosos paneles
solares, que abastecen la energía del riego para los cultivos de alfalfa; o como cuando se advierten
los vehementes campos de girasoles, que más o menos desde 1km antes se ve que hay algo distinto
en el porvenir de la carretera Valladolid. Uno se les va acercando de a poco. Y de repente aparece
un gato negro entre los apaciguados trigales que brotan tras los terraplenes. O como cuando se
distingue la primera estrella de la noche, en el cielo subtormesino. Y cuando voy caminando por
Salamanca, te me apareces por las calles como si hubiera enviudado de ti recién, que uno
comienza a ver el fantasma de lo que quiso y ya no puede tenerlo. Eres como los atardeceres por
carretera Valladolid, sorprendente, cándida. Ya podremos caminar juntos, ya podremos decirnos
todo. Y si el Destino demora mucho en cruzarnos, yo iré a buscarte algún día.
Castellanos de Moriscos, Pedrosillo, Pajares de la laguna y Orbada: fueron oportunos
antibióticos para mi corazón triste

Los pueblos y pedanías eran como inmobiliarios amigos, que me contaban amablemente acerca
de sus escondidas idiosincrasias regionales. El oportuno ejercicio y las nuevas calles y plazoletas
consiguieron que al regresar a casa me sienta más despejado. Castellanos de Moriscos, Pedrosillo,
Pajares de la laguna y Orbada: fueron oportunos antibióticos para mi corazón triste. Por eso te
comentaba de mi último café en la terraza del bar, porque esta benevolente sensación de amor, de
enamoramiento, de luz, también pudo haber sido por los efectos narcóticos de una infusión
demasiado cargada. Mas ahora me di cuenta que eres tú.
Lunes 22 de junio_Hoy empezó el primer día de la larguísima semana en que no sabré nada de
ti, además de que no estarás. Serán siete días en que solamente estaré concentrado en tu ausencia.
Ya son las 11 y media de la noche, y recién vuelvo a casa de tomar un café en una terraza aburrida
y estirada. Pero en realidad salí de casa a buscarte. Te busqué por las terrazas y casi sufro un
infarto al ver a las pelirrojas que pudieron ser tú.
Miércoles 24 de junio, cerca de la medianoche_Mañana, jueves, quedará un día menos para que
vuelva a verte. ¿Cómo regresarás luego de 10 días? ¿Me habrás extrañado en este tiempo tanto
como yo a ti? Mientras tanto, continúa el estreno de la bici por la afamada carretera Valladolid.
Llegando a Pajares, los puentecitos bien hechos le hacían de aureola a los autobuses que
transitaban debajo. Los jóvenes campos de girasol aguardaban su profético crecimiento hasta la
floración. Y dos magníficos milanos se orbitaban el uno al otro como si fueran dos soles. Prontito
iré en tu búsqueda aunque no me hayas esperado.
26 de junio_El agradable canto del ruiseñor acompaña al alba subtormesina que despunta en este
momento. Todos mezclados en un merengue de telas, cierres y botones: los abrigos embrollados
junto a las colchas reflejan las altas temperaturas que hicieron ayer anoche.
Hoy exactamente han pasado 12 años desde que me operé. Todos los días lo agradezco, pues el
Lete se ha llevado lo que antes de estar en coma he vivido. Y hoy aquí, mi vida, despierto desde
hace un buen rato, enredado como las frazadas pero en los pensamientos de ti. ¿Te casarías
conmigo? Pronto me iré a dar una vueltita, y aunque sé muy bien que no te veré en los caminos, te
estaré esperando.
El Dorian Gray de los sentimientos

22 de julio_Lo último que te he escrito aquí fue hace ya 5 días. Pero hoy hace 3 que no te veo y 7
que la albricia de tus miradas no completa mi vida. No hace mucho que confirmé lo que escribí al
empezar este cuaderno: que este será un año tan solo para ti. Sin embargo al escribirte me
persigue un temor: tengo miedo de estar viviendo en la hoja el amor que quiero vivir contigo en la
realidad. Como si el papel fuera una especie de Dorian Gray, en donde no vivimos lo que
anotamos. Pero en cambio el cuaderno nos absorbe los más vivos sentimientos, mientras que en la
realidad se nos niega todo cuanto se escribe…

Es el atardecer y un pájaro cruza el tranquilísimo paseo de los Cerezos, partiendo de copa en


copa de los abedules de la exquisita plaza de la Chinchibarra. Un Renault se adelanta sobre la
pavimentación organizada, y las luces para la neblina ya nos cuentan que el cielo subtormesino ha
descendido un nivel en su fidedigna luminiscencia. Y cada minuto que hoy pasó te he suspirado.
Hoy ya es domingo 26 de julio. Hace 9 días de tu infernal ausencia. ¿Cómo te miraré cuando
vuelvas? ¿Con ojos recriminantes? Para darte a entender que he notado cada minuto que tú no
estabas aquí. Te miraré como si te transmitiera un reproche, ahora que pareció no importarte
dejarme solo entre los libros que no aman. Solo entre la gente que no eres tú.
No parece mucho, ni parece tanto. Solamente es molesta la obscura y cruel incertidumbre de no
saber dónde estás; ni tampoco junto a quién, o junto a quién desearías estar. Y cuánto más se
aproxima el día de tu regreso, cuánto más grande se hace la expectativa que siento por volver a
verte. ¿Te importará tanto como a mí que volvamos a vernos? ¿Me estarás esperando cuando suba
por las escaleras?

31 de julio_Ya se va acabando, mi queridísima Señora, el primer cuaderno que dio vida a una
obra literaria íntegramente inspirada en tu existencia. Con estos 10 días corridos de tu ausencia se
marchará la tercera ocasión en que un descanso tuyo nos separa. La ciudad ha enfriado sus
lugares, literalmente, desde que nos hemos cruzado por última vez. Los lugares y las formas ya no
conservan el sabor a aventura que tuvieron cuando las miraba mientras tú revoloteabas por los
corredores de librerías; al igual que lo haría una mariposita rápida, que se escapa cada vez que
uno la está a punto de capturar.
Constantemente recuerdo el primer día de regreso a ti, aquel corto y caluroso 2 de agosto de
2014. Y en él a tus ojitos de caleidoscopio. ¿Acaso importa si estás sola? Me sobra tolerancia para
continuar la interesante espera de tu regreso. El miedo de que me olvides no se ha instalado en
ninguno de los momentos que te esperé.
Y he aquí, mi queridísima Señora, la última hoja de este cuaderno que has conseguido
inspirarme con tus ojitos cristalinos, de caleidoscopio. Ya casi se terminan de rellenar los
numerosos renglones que aquí se diagramaron para que mi puño y letra rinda un esmerado honor
a tus rasgos de muñequita de Saraquei. Cuando le ponga el punto y final a la siguiente cartilla, me
alejaré de la isla que me dio refugio de la falta de ti.
Rápidamente, comenzará la empresa del segundo cuadernillo a mano cursiva, cuyas epístolas
irán encabezadas por tu nombre. La única frase indeleble fue una pregunta que se repite
salteadamente conforme los días se sobreponen unos con otros: ¿Qué sentirás cuando nos
miramos?
FINAL DEL PRIMER CUADERNO DEL DIARIO SUBTORMESINO
DIARIO SUBTORMESINO

CAPÍTULO SEGUNDO
Cuando te girabas de golpe, y me clavabas los ojos como diciendo “¡Buuuuu!”

2 de agosto, 2015

Desde que tuve la inmensa suerte de mirarte otra vez a los ojos, el año se completó. Este mundo
nuestro pasó otra vez por las 4 estaciones. El verano fundió en la remembranza tu expresión naif y
tus ojitos de caleidoscopio que gira. Las hojas secas de abril escribieron el opus de todo un año sin
ti, pero al mismo tiempo la presencia energética de tu existencia irreemplazable. Alguna nevada
rasca, la melancolía que fundó esta obra cursiva. Una primavera más, distribuyó los caminos de
colza maravillosa y los sembradíos de amapolas y los esperados campos de girasoles. Y en cada
camino te pensé miles de veces. En todo ese tiempo, probablemente no me hayas amado como me
lo supuse. A pesar de que las ilusiones fabricaron imprevisibles castillos sobre la arena antojadiza
de mi consciente abusivo, también es posible que alguna vez me hayas amado tú. Qué hay de
cuando te girabas de golpe, y me clavabas los ojos como diciendo “¡Buuuuu!”. Aquellos sí fueron
momentos maravillosos, una colación de los segundos en los que te hablé al verte de nuevo.
Mismo día, atardecer_Mañana cumplo 38 años. Estrené una mochila negra, y pedí tres deseos
como es costumbre: entonces me di cuenta de que en todos ellos estuvo tu nombre arraigado. Dos
de los tres se cumplieron cuando te vi. Siempre espero cruzarme contigo, mi amada, cuando
camino por las fraternales calles y callejuelas de Salamanca, la queridísima ciudad
subtormesina… cuando te espero.
8 de agosto, 6am_Y finalmente, el 8 de agosto llegó. Mi primer cumpleaños. Desde que desperté,
en mi pensamiento te habrás repetido unas mil veces, como una mariposa que tiene el capricho de
ir y venir: apareces y desapareces en enamoradas remembranzas, que te tienen como la única
protagonista imborrable. Sin papeles secundarios la función de mis pensamientos tiene a tu carita
pecosa como la actriz principal. Mientras que en la vida tangible busco en otras caras los rasgos
que tienes tú; en otras caminatas, tus pasos; en otras cabelleras, el color rubí de tu pelo.

El horizonte subtormesino pospone las nubes con arrebol a los consorcios disimuladamente
bajitos, mientras los autos avanzan por el paseo de los Cerezos, como si fuesen un caracol que
cambia el color permanentemente. Un salmantino al menos desconoce el origen de este festivo. Tal
vez sea el día de alguna Virgen, o de algún prócer de 3 al cuarto. Pero en lo personal, todos los
días son el santo de tu nombre. Pienso en ti al abrir los ojos y me desvelo al recordar la cercanía
de tu existencia. Esta mañana salí de casa pensando en tus acercamientos de hada dulce. El
resultado han sido tus miradas, como un regalo de los ángeles. ¡Tantas cosas por decirte cuando
me miras así! He sido tremendamente feliz con las caricias de tus miradas.
17 de agosto, 10:00pm_Regresé del trabajo, en cada momento esperé cruzarme contigo. Cada
cosita que he hecho en estos últimos meses ha sido para estar más cerca de ti. No sé si corresponde
mantener un interior así, pues vivo llevando una ignorancia basada en suposiciones más que en
pocas verdades. Soy más feliz así, por supuesto. Mas sé que vivo en pecado al desperdiciar una
parte de la compleja intelección.
La lejanía de ti estira los momentos de una manera casi cruel

Desde hace mucho, los fines de semana parecen tener 3 días. Prontito se habrá marchado este
soso sábado, primer día sin verte. La lejanía de ti estira los momentos de una manera casi cruel.
Esta tarde pasó un milagro: pude filmar el esfinge picaflor, bebiendo el néctar de los jazmines en
la terraza del café Borgoña, y revoloteando entre las magnolias que cuida Chony.

El 30 de agosto prosigue con su evolución estelar. Y una nueva experiencia que me acerca hasta
ti llegó a mi vida como un colibrí que aparece de la nada. Probablemente ahora estarán tus ojitos
cerrados, para disfrutar del sueñecito ocioso de la noche. ¿Esta madrugada tendrá estrellas en el
cielo? A estas horas, a finales del otoño subtormesino, ya no se oyen los ruiseñores para
acompañar el desenlace de la oscuridad.
9 de septiembre, 2015_De súbito me dieron ganas de salir a la calle. Me pregunto si no tiene que
ver contigo; si no serás tú acaso que ya has vuelto, y me llamas para ir en tu búsqueda por las
calles subtormesinas. Van 12 días que no sé nada de ti. Pero tengo casi la seguridad de que en
algún momento me has recordado. Por mi parte, pensé muchísimo en tu imagen; te mentiría si te
dijera que continuamente, aunque la primera semana sí. Luego, la ansiedad por tu presencia se
tornó más manejable. Sólo que, igual que ahora, irrumpes en mi corazón como una flecha
envenenada con el enamoramiento.
10 de septiembre, madrugada_Una neblina semiespesa forma una cariz preocupante para los
vecinos del pomposo barrio Garrido Norte. Los médicos funcionarios preparan sus planes para
que todo el día les salga como a ellos quieren. Seguramente tú estarás pronto aquí, sumida en tus
obligaciones y minutos de silencio.
Desde que era un adolescente, el 17 es un número que me ha perseguido como si fuera un
misterioso ratoncito al que persiguen un gato cada tanto. Hoy se cumplen 17 días que no sé de ti.
Como a Borges, a mí también me caen simpáticos los números impares. Pero hoy regresé con un
mar vacío en mi corazón causado por tu ausencia. Si te hubiera visto me sentiría avalado por el
Destino para continuar pensando que estar junto a ti es una ilusión posible.
Ha comenzado a atacarme la misteriosa patología de transformar en ti a las figuras que a lo
lejos se te parecen

29 de septiembre _Las nubes del cielo subtormesino esbozan artísticos arreboles en la pubertad
del ocaso. Valentina maulla sus miau-miau-miau como si quisiera que su molestia me
desconcentrara de ti. Las miradas del amor ideal no han llegado. ¿Te escribiré en verso? ¿Prosa,
tal vez? Extraño muchísimo tus miradas, tus saludos por los pasillos, una vez por jueves con
puntualidad… las palabras que me decías con la mímica de tus ojos transparentes. No has vuelto a
mirarme cuando me voy. Antes, tus ojos diáfanos buscaban el contacto con los míos, aprovechando
–casi diría- toda oportunidad que tuviéramos. Tengo saudade de lo que me dabas. Nostalgias
idénticas a las vividas en Lolalandia. Hay otra que una vez revoloteó en mi corazón. Ese
acercamiento lo produjo la falta de ti. Lamento, mi querida señora, el no poder acercarme más.
Pero lo viviría como una insolencia contra mí mismo. Pues al no acercarte como lo hacías antes,
no revive en mí el coraje para acudir en la búsqueda de tu presencia. A mi pesar, reprimo la
iniciativa de ir hacia ti, aunque estas letras sean un leal testamento de todo mi amor.
Pero siempre estoy a la espera de que resucite en mi corazón la fe que nacía con tus miradas.

10 de octubre de 2015_En un solo segundo podemos cambiar un designio negativo que nos venía
persiguiendo desde hacía meses y meses. Con frecuencia, nuestros temores suelen ser más grandes
que nuestros sueños, y necesitamos días y días de meditación para dar el siguiente paso, llamar a
esa puerta tras la cual nos estaba esperando la realización de nuestros deseos. Se va el 10 de
octubre, mi queridísima señora. En otros, los astros me han situado en algunas vicisitudes que han
terminado en desgracias, tan injustas como la felicidad que hoy sentí al verte.
Otro día de octubre_Mañana, domingo, habrán pasado 10 días desde que no te veo. Quizá este
saudade fuera menor si vengo a escribirte, sabiendo que quizás el día de mañana pases por aquí y
puedas leer las pequeñas y grandes añoranzas que sentí por ti, cuando no estabas cerca mío. Y no
paro de extrañarte: cuando recorro las carreteras nubladas, cuando cruzo las avenidas… cuando
fotografío esta hermosa ciudad tormesina.

Las 3 de la mañana saludaron hace un rato a este insomnio. Te esperé lo mejor que pude. Y tu
mera existencia de mí extrajo lo mejor.

Hoy, 26, es el número de tu onomástica. Me has hecho inmensamente feliz cuando me miraste
otra vez a los ojos. También te vi el viernes, mientras dibujaba frete a la perfumería Julia, de calle
Toro. El regreso del cariño en tus ojos hizo que me decidiera a dejarte algo mañana, por primera
vez, lo tengo preparado desde el 23 de septiembre, hace ya más de un mes. Pero no me atreví a
dártelo.
Bajo un tomo de poesía de Baudelaire

27 de octubre, 2015_Bajo un tomo de poesía de Baudelaire, escondí para que la encuentres una
misiva que manifiesta los sentimientos que aún no te pude decir. En el contenido de ese sobre iban
los últimos recuerdos que me habían quedado de ti, la última vez que hablamos en el 2006. Creo
también que te comentaba algo del viaje a Segovia. Digo “creo”, porque ese sobre te lo escribí a
finales de setiembre, en conmemoración de nuestra última charla. Pero no me animé a dejarlo,
porque me parecía que una frialdad ajena distanciaba nuestras miradas. Extraño aquellos
instantes…
Día siguiente_Escribiendo de 6,30 a 7,30am, pareciera que los sucesos del reto del día se
alinearan con nuestras expectativas. Sin embargo, el mayor de mis anhelos hoy no se ha hecho
realidad. Ni en el viaje a Villamayor te vi, ni cuando fui a dibujar a la plaza. Tampoco al ir entre
los viandantes de calle Toro me crucé con tus cabellos espectaculares. Me la paso recordando los
cortitos momentos de felicidad que pasé a tu lado. Mi pensamiento se fue convirtiendo en una leal
escalera que asciende cronológicamente por cada diálogo que he tenido contigo. Y otra vez, mi
querida Señora, he soñado contigo. Te preguntaba por un volumen, el cual buscabas pero ya no me
acuerdo si encontraste. Tenías el cabello recogido, como la última vez que cruzamos palabra. Tu
imagen estaba como a la sombra.
Dios bendijo al Mundo cuando tus ojos me buscaron nuevamente

Ayer, 11 de noviembre, Dios bendijo al Mundo cuando tus ojos me buscaron nuevamente para
saludarnos. ¿Cuáles son tus memorias? ¿Un servidor pertenece también a los volátiles causes de
tus sueños? Quizás hayas encontrado tú el sobre rojo que quedó tras una antología de poemas en
español. Pues esta tarde te has acercado al salón en donde suelo aguardar tu llegada cada día.
Sábado 5,30am_Hoy, al anochecer, ya habrán pasado 3 días desde que un sobre rojo te
confesaba el amor que siento por ti; fue deliberadamente escondido entre los libros de ensayo,
para que lo encuentres vos. ¿Se habrá revolucionado la planificación de vuestras rutinas?
Entonces –si es cierto que me amaste-, no solamente aguardarás mis acercamientos, sino que vos
desde ahora también serás de coger alguna iniciativa, para que así se acelere la llegada de otros
diálogos… de otras miradas. El amor transcurre cada día con mayor vehemencia por el flujo
sanguíneo de estas venas, acompañando el bombeo de mi sangre, energizando el alma que vive en
mi pecho.
Llevo enquistada la necesidad de introducirme a tu amor por medio de las palabras

Día siguiente_El té con limón acompaña esta ausencia acorazada que se cimienta en el
extrañamiento de mirar en tus ojos y llegar al fondo de los océanos. Pido los 3 deseos que te
nombran con el estreno de unos cascos comprados en lo de un chino que tenía una tienda con
paupérrimo sentido de la ética. Entre líricos gallos y medianoches ya se va terminando, mi bien, el
segundo cuaderno que rellena sus renglones con dedicatorias a tu nombre. Entremedio de dos
libros dejé la declaración de este amor inmarcesible, y dos ya son los días que permanezco
encerrado en casa, para no saber si has sido tú quien dio con aquellas turulecas cursivas dirigidas
tácitamente a ti. La expectativa de que en tu corazón navegue alguna vez la imagen de tu humilde
servidor, hace que despierte espabilado en la madrugada intempestiva, controlando cuántas horas
faltan aún para volverte a ver. Medito en varias cosas mientras tanto: ¿Habrán sido casuales
nuestros entrecruces por aquellas galerías de libros? ¿O cuánto de tu voluntad y de la mía habrán
participado para que nos acercáramos más?
Día siguiente, 7am_A tres cuartillas estamos de la nostálgica bajada del telón de este segundo
acto, basado en hojas cursivas, repletadas con expresiones de mi saudade. Ya habrás tenido tiempo
de hallar las melosas transcripciones en limpio de este bienintencionado aunque poco estético
epistolario. Hoy, cuando se acerque el mediodía, iré a buscarte, simulando interés por tareas que
no serán mi primacía. ¿Me habrás recordado un poquito? ¿Acaso te dormirás fabricando
imágenes tuyas y mías? No hay clarividencia que me revele fielmente qué debo hacer o qué estará
pasando en tus velados sentimientos… Desgasté plumas escribiendo mañana y noche; y atravesé ya
300 insomnios recordando qué nos dijimos.
21hs_Así es, mi querida Señora: ya se cierra el segundo cuaderno que crió a esta obra literaria,
dedicada íntegramente a tu existencia. Ahora, mi bien, después de un año de vivir en la preciosa y
curadora teatralidad interna del amor por ti, pienso: ¿Alguna mañana despertaste para vivir la
espontánea simbiosis del enamoramiento junto a las imágenes de tu devoto? Después, a lo largo
del día, ¿te ha tenido en vilo la expectativa de que aquellas imágenes se convirtieran en carne
humana?
FINAL DEL SEGUNDO CUADERNO DEL DIARIO SUBTORMESINO
DIARIO SUBTORMESINO

CAPÍTULO TERCERO
Los detalles que me va mostrando el Destino me hacen sentir una ignorante marioneta en el
titirimundi de estas realidades incomprensibles

Señora mía,

El gustito a limón del té dorado motiva la energía para comenzar este día: otra vez el laaaaargo
camino por el itinerario de los pensamientos de la duda, que consiste en el bipolar zigzagueo entre
el mequiereynomequiere.
Como te conté en epístolas pretéritas, soy de observar cómo se mueve el Destino en las historias
de amor; así deduzco finalmente el desenlace de la vida de mi amor o de mi dolor. En su
quisquilloso teje y maneje, la realidad me ha hecho vivir y saber cosas que no encuadran en el
manual de lo conocido. Las inexorables misivas que fui dejando entre los libros desde el 11 de
noviembre, han estimulado a la realidad para que orqueste sus maleficios de manera que
favorezcan a mis ilusiones. Pareciera que cuando el enamorado intenta algo para vivir ese amor,
al poquito tiempo las rutas de las inescrutables circunstancias llevan al encuentro a esos dos que
se aman. Es como si Dios nos alentara para vivir ese amor. Mas ahora, mi bien, los detalles que me
va mostrando el Destino me hacen sentir una ignorante marioneta en el titirimundi de estas
realidades incomprensibles.
Cuando uno tiene la costumbre de observar aprende a ver a Dios en las sutilezas

Mi queridísima Señora,

Dos infusiones son un exquisito complemento para la soledad de las 6 de la mañana. El


ronroneo de los camiones basureros más los autobuses puntuales destaca una profunda
manifestación de responsabilidades en la quietud salmantina. Los operados del corazón aún
roncan, griposos y cansados.
Cuando uno tiene la costumbre de observar, aprende a ver a Dios en las sutilezas. Desde la
primera carta que te envié nuestros entrecruces se multiplicaron. “Desiderata”, encabezó la
primera tarjeta, la cual firmé con un forzado rizo de mis cabellos. Y al verte al otro día, mis pasos
se detuvieron como quien viera de golpe a un tigre y detiene el paso porque se da cuenta de lo que
es. Pero no sé si Dios habrá tenido que ver, o fue solamente voluntad tuya, el acercarte para
agradecerme con tu presencia aquella primera declaración de este amor. ¿Es requisito
indispensable del amor que está viniendo que uno no pueda adivinar cuál de las dos posibilidades
es? Siempre te quise. Ese Espíritu que tienes, esa emoción. Cuando te veo caminando parece que
viera andar a mis sueños. Todo eso que te cuento te lo estoy escribiendo a las 5 y cuarto de la
madrugada: afuera llueve el viento impreciso forma cariz temeroso. Las iluminaciones artificiales
de la poética Chinchibarra, desparraman sus fotoncitos encima de las edificaciones heladas, los
automóviles y las aceras también. Algo empañados, los cristales de la ventana pinta cuadros a lo
Pollok con las gotitas de garúa frágil. La garúa nunca sobra ni escasea tampoco, es la regada
gustosa y justa. Es por eso que el nuevo almendro llamado Albur,está bailando igual que un gitano
con ataques epilepsia. Quizá los otros se me hayan muerto debido al agua que les regué, y también
la gardenia junto al bon-sai del manzano. Es que las plantas en interior muy fácilmente se ahogan.
Sin salir del ecosistema, el ruiseñor empapado le dedica una serenata a la madrugada
subtormesina. Te voy a extrañar mucho, todo el tiempo que no te vea. Siempre te recuerdo. Pero no
voy a cerrar la escritura de esta lírica madrugada con esa frase tan triste. Pensaré a futuro y te
estaré esperando. Esta madrugada y yo ya nos hicimos la compañía que necesitábamos. ¡Adiós
llovizna de Salamanca! ¡Adiós mis plantas! ¡Adiós almendro! Adiós luces municipales… Adiós al
viento.
A estas alturas, las luces municipales de la célebre Chinchibarra, perecen una constelación de
estrellas orquestadas en fila india. Hoy hace 8 días que no sé de ti. Y no sé por qué, pero presiento
que las ausencias han sido una receta efectiva para nutrir este amor. En el coqueto barrio Garrido
Norte, las luces artificiales de la célebre Chinchibarra se derraman fielmente sobre los exquisitos
turismos, estacionados con toda prolijidad en las dos filas del paseo de los Cerezos, que se
convierte en una pasarela urbana para otro coche que viene justo a pasar por medio.
Desde que abrí los ojos, un guitarrón acústico comienza la interpretación de Muchacha ojos de
papel, como si los pensamientos de ti, que habitualmente me atacaban al despertarme, hubieran
tenido la obligación de convertirse en algo asociado contigo. En mi alma sucede algo al saber que
también la has oído tú. Las Deidades orquestaron paso a paso nuestros caminos para que ya no
nos crucemos por los cognitivos pasillos, ya no nos saludamos una vez a la semana. ¿Cómo será
un mañana sin ti? Después de comprobar que la Casualidad ya no enfatiza para que tu y yo nos
miremos a los ojos como lo hacíamos antaño, casi te diría que me he dado cuenta de que todo ha
sido nada, como dice el poema.
Hoy me interiorizo en estas hojas para que todo lo escrito hasta el momento se convierta en un
ejemplo tácito de tu compañía

El exquisito té con limón acompaña la translúcida desaparición de las constelaciones heridas,


que parecieran fulgir con una mayor intencionalidad en la medida que clarean los cielos
subtormesinos. Desde hace dos días, sentida mía, la felicidad se instaló en todos los momentos y
rincones de la vida. Había perdido a tus miradas al igual que se pierde a alguien querido que se
marcha lejos de nuestro hogar. Es como un colibrí que se muere. Sentía que fue en vano todo un
año de esperarte en secreto. Aunque ya en mis epístolas has descubierto un adelanto de esta pasión
que, como lo adjetivaría Oscar Wilde, hasta podríamos llamar violento. Pues mi amor es movido
por la vehemencia de un ejército que permanentemente busca colonizar las sagradas tierras de tu
corazón.
Al partir te acercaste para despedirte, igual que lo hacías ya hace un año. Aquellos días han
sido tan felices, gracias a las erógenas caricias de tus miradas y de tus acercamientos.

4 de junio, 4am_Los alicios y las violetas oyen inquietos la serenata de un pardal, entretanto se
desperezan los quejidos de los camiones municipales aquí, en la coqueta ciudad subtormesina. Dos
o tres constelaciones bajan paulatinamente hacia los peticitos consorcios del horizonte pardo,
como si la madrugada fuera un atardecer que en vez de soles se hace con estrellitas. Y yo, mi
querida, experimento una vez más el insomnio que me provoca tu imagen de muchacha.
El Neverland de los espacios vacíos

Sentida mía,

La madrugada se manifiesta en dos dimensiones: el habitual catarro de los camiones de la


basura, más el esplendor de las arrabaleñas farolas municipales, que derrochan su esplendor
encima de los chasis abandonados a la intemperie toda la noche. Ya está amaneciendo, mi querida
Señora, como dice la canción. En los peticitos consorcios de Salamanca, el ladrillo a la vista ya va
aclarando sus tonalidades rojizas. Y un nublado de morondanga no nos permite apreciar la lírica
desaparición de las constelaciones. El alba promete clima para la bici. En paseo de los Cerezos
coexisten miles de soles que reverberan sobre los parabrisas estacionados. Prosigue el cursivo
antibiótico de la escritura para que cada letra deshoje la melosa margarita de tu ausencia.
Solamente así se remedia un poco la dulce patología de extrañarte. La mañana fue un proceso
ininterrumpido de momentos que te esperan. Y la tarde será una enamoradiza acumulación de
instantes poco aspectados en donde reclamaré vuestra imagen.

Martes 28, 5.30am_En el hermoso reloj de bolsillo que me dio mamá, son las 6 menos 20 de la
madrugada, de nuevo el familiar sonido de los autobuses y de los hediondos camiones municipales
de la basura se cuelan por la ventana del 5ºB. Otra madrugada nos encanta con el gorjeo de los
pardales. En su mudo tic-toc-tac, el reloj de bolsillo marca las 6 y 10. el silencio a estas horas,
Señora mía, es inspirador. No ronda esa negatividad de las opiniones ajenas, ni las noticias de los
atentados, ni cuál yihadista fue encarcelado. Únicamente el aura de las paredes con gotelé blanco
es la compañía protectora de los que se despiertan pensando en el amor.
Violetas y alicios desempeñan un responsable modelaje bajo el transcurso de una tormenta
nómada, aquí en las clásicas tierras subtormesinas

3 de julio_El Sol ya se adueñó de las ventanas más altas en los consorcios subtormesinos.
Algunos pardales festejan la quietud de otra mañana que espabila con su gorjeo ceremonioso y
alegre. Los 3 almendros continúan con su tranquilo ascenso hacia los cielos rasos. Tras su
supervivencia milagrosa, 6 ó 7 flores de violetas honran tu nombre, Señora mía, exteriorizando una
belleza naif. Todo esto sucede en el primer domingo de julio, por la ventana de mi cuarto, en Paseo
de los Nogales número 7. Violetas y alicios desempeñan un responsable modelaje bajo el
transcurso de una tormenta nómada, aquí en la tierra subtormesina. Hoy será el décimo día en que
mis ojos no tendrán la bendición de tu existencia.
17 de julio, 2016_Hoy tu nombre estuvo presente en todas las calles y rincones de la ciudad así
como también de las pedanías cuando las atravesé pedaleando. Dejémonos de esperas, de
protocolos inservibles: hablémonos para amarnos con ímpetu. 5 hojas faltan para terminar este
cuaderno. Te lo daré el día en que se cumplan 2 años desde que volví a verte. ¿Qué habrán logrado
estas disimuladas entregas?
¿Habrán conseguido su propósito? Que cada día 2 esperes encontrar un presente, que cada día 2
resurja en tu corazón la expectativa, ante la posibilidad de que un servidor vaya en tu búsqueda.
En cuanto a mí, cada día que pasa tu ausencia se nota con más fuerza. Ya no puedo apartarte de
mis pensamientos. Cuando regreses faltarán los 30 días de agosto para que cuele otra de tus
brutales desapariciones, que interpretarás como Houdinni.
19 de julio, 2016_El día de hoy se conformó por un sube y baja de melancolías que han
sublimado una y otra vez los versos que vindicaban tu falta. Rondando el mediodía, se me espiantó
una lágrima, como dice el tango. Conforme el sol se desplazaba hacia el horizonte bajo, te nombre
en una seguidilla de suspiros. Al atardecer, fui a esperarte a un banco de concreto. Pero entre
la gente infinita ninguna persona se ha convertido en ti. Y ahora, mi amor, en compañía de los
almendros, me pregunto cuántos días faltarán para volver a contemplar esos cabellos tan vivos. Tu
faz compuesta de células joviales.
Fue un año y medio

Y así se van acabando, queridísima mía, las hojas vacías de este 3er cuadernillo, en cuyos folios
se ha ido apuntando tácitamente vuestro nombre. No pasé mejores años de ilusión que estos dos
últimos. Te quise desde el primer instante en que te vi, 10 años atrás. Pero el generoso albur del
Destino, que cruzó nuestros caminos una vez más, solidificó vuestra maravillosa existencia en mi
alma, en mi mente esmerilada y mi corazón mitológico. Faltan pocos días para que intente dejar
este cuadernillo en un lugar donde vos puedas encontrarlo. ¿Dios estará de buen humor esa
mañana, tanto como para que tú y yo coincidamos bajo la tutela de un mismo techo? ¿O hará esa
entrega imposible, tal como lo ha hecho en otros días 2? Sólo sé que cada día que pasa es otro
recorrido impecable por el itinerario absoluto de los recuerdos de tu existencia. En cada mujer que
miro estoy buscando un detalle que me recuerde a ti; su manera de caminar, las pecas en sus
brazos… el timbre de su voz, en su indumentaria los colores fuertes de tu ropa; en sus escotes la
frescura de tus pechos blancos. Muchacha pechos de miel.
22 de julio, 9 de la noche_Y aquí se termina, mi bien, la última hoja del tercer cuaderno que se
dedica a llenar párrafos íntegramente con las evocaciones de tu existencia. Fue un año y medio. Si
lo encuentras, tengo un mensaje para ti: Ven a buscarme. Una sola de tus miradas me bastará para
saber que me brindas tu corazón, vida mía. Siempre te quise. Y reenamorarme de ti iluminó mis
caminos. Cada segundo que pasé cerca tuyo estuve aguardando tu aparición sobresaliente. Pero
con el paso de los días aquella añoranza se desdobló a todos y cada uno de los momentos de mi
vida.
Así encomiendo este cuaderno a las manos de nuestro Creador, para que –en Su infinita
sabiduría- lo alcance a tus manos blancas, el día 2 de agosto del año 2016.

Te pertenezco, Dnld
FINAL DEL TERCER CUADERNO DEL DIARIO SUBTORMESINO
DIARIO SUBTORMESINO

CAPÍTULO CUATRO
Comienza el 4to cuaderno de Rummenigge

Eres, en un solo
instante, la historia
de todos los amores
que fueron… Y los que no
pudieron ser.

24/7/2016

En horas intempestivas de finales de julio doy comienzo a la amadora tarea de rellenar estos confiables
rengloncitos, orquestados paralelamente con añoranzas, reminiscencias y sueños cimentados en tu
existencia. Ayer he terminado de envolver el cuaderno pasado en limpio que pienso dejarte el 2 de agosto,
en donde tú lo puedas hallar. Y únicamente pienso y pienso para mí mismo: ¡Ojalá que le guste!
Los almendros crecen espontáneamente bajo la noche estrellada de Salamanca. Aunque salí a buscarte
no te encontré cerca de aquí. No estarás rodeada de incidentes ni directivos. Quizás te estés lamentando de
que sean tus últimos días de alguna playa española. Tu servidor está al borde de las lágrimas, pues pienso
ininterrumpidamente si el 2 de agosto hallarás tú el paquete que envuelve las 130 din A4 que rellené con tus
descripciones a lo largo de este año y medio. Tu presencia es lo único que me mantiene alejado de mis
resentimientos, y cuando no estás quedas patente en mis soledades. Eres mi mayor razón para continuar
adelante. Mi esperanza y mi refugio. Mi jedyna… mi todo.
Y se quedó encima del mostrador, bajo un libro de tapa blanda y verde, sin nadie en derredor que se
percatara de su existencia, excepto este gentilhombre

Domingo 31 de julio, 2016_Faltan nada más que dos días. El calor del fin de semana nos obliga a estar
atentos a los salmantinos que cuidan plantas, y nos tenemos invernadero. Por las noches airearlas en el
balcón y entrarlas a mediados de la mañana. ¿Cómo volverá tu corazón de las vacaciones? ¿Un servidor
habrá dejado de ser el afectivo Minotauro que trotaba por los laberintos de tu mente amatoria? En todo este
tiempo tú no has dejado de ser la aneja tierra que lindaba íntimamente con el escrupuloso mundo de mis
sentimientos.
22hs_Los románticos consorcios de Salamanca bajan sus persianas hasta el albor de la próxima jornada
trabajadora. El cansancio ha vencido la fuerza centrífuga de estas extrañas cursivas. Me dormiré pidiendo
que mañana estas cursivas lleguen a tus manos. Si estás allí, ¿en qué momento te dejaré el libro?

2 de agosto, 6 de la mañana_Finalmente el día llegó. No he tenido el coraje de realizar la pintada que te


recibiera cada día en tu lugar de trabajo. Faltan no más 6 horas. ¿Qué hay si vuelves de la mano con él? El
semaforito estuvo toda la noche en ámbar; el roncoso murmullo de los camiones municipales ya comienza a
desperezar. Y las constelaciones… ¿Quién sabe? Aunque se sospecha cristalidad en el cielo subtormesino.
Por el cristal de la ventana tan solo se diferencia un ocre frío sobre los techos cuadrados y las terrazas
emplafonadas. A las 6 de la mañana los suaves motores de la sociedad auspician su sincronización horaria
con la onomatopeya de la z del Zorro.
22hs_Y se quedó encima del mostrador, bajo un libro de tapa blanda y verde, sin nadie alrededor que se
percatara de su existencia, excepto este gentilhombre. A lo mejor lo hallaste antes que nadie tú. Pasó lo que
en dos años no había hecho: me enfrenté a tu mirada mientras dibujé. Dos o tres veces pude sentir tus
reojeos. Como fuera, cumplí mi cometido. Un año y medio hacinando páginas a manuscrita. Y dos meses de
vertiginosas tipografías para poder dejarte el cuaderno, mi bien. ¡Qué año tan maravilloso! Esta
madrugada había rezado para que el cuaderno llegara a tus manos blancas. Y ahora, cerca de las 10 de la
noche, me pregunto si Dios habrá cumplido mi sueño.
4 de agosto, 7.00am_Mi queridísima Señora, Las nubes de tonos púrpuras al amanecer, el tupido gorjeo de los
de los pardales del barrio, o la preocupación por un pichón de paloma en la calle Toro; los almendros que
tiemblan al son de la brisa matutina. Casi todas las persianas del barrio aún permanecen cerradas, síntoma
ciudadano de que nuestro viejo y querido Garrido Norte aún no se ha desperezado del todo.
23.00hs_Los tres almendros salieron a la ventana para aguardar la mañana que inexorablemente vendrá.
Sobre el ocre obscuro de la noche de Salamanca, la Cruz del Sur puntea el cielo con un pálido azul celeste,
semejante al celeste de la bandera argentina. He aquí otro día que deja como única y sublime reminiscencia
el intenso largometraje de un desfile por cada fotograma de tus recuerdos, vida mía.
5 de agosto, 5.30am_El relojito a cuerda marca efímeramente las 5.34 de la madrugada. De nuevo la
persiana sigue totalmente baja.
22hs_Esta mañana nuestras miradas se mimaron fugazmente, como la aguja en el minuto 34. Y al partir
balbuceaste un hola. Por la tarde, como siempre, el dibujo fue el pretexto para ir a esperarte en los
impertérritos bancos fríos de calle Toro. Pero en la atmósfera ciudadana no apareció tu caminar, ni
siquiera un parecido con tu apostura. Salamanca ya nunca estará despierta sin antes haberte deseado los
buenos días.
Día siguiente, 2.45pm_Un domingo caluroso. Una sofocación invade mi alma cada vez que pienso que
puede no haber llegado a tus manos el regalo del día 2. ¿Qué será del amor, de las ilusiones que me
mantuvieron erguido durante todo este tiempo? Luego del 2 de agosto, en el alma de tu devoto se han
orquestado varios procesos.
Al principio caminé absorto por las calles de Salamanca, maravillado por las dimensiones románticas de
la paciencia que vos inspiraste en mí. Estuve admirado por la obra que acababa de escribirse en el presente
capítulo de mis días, cuyo título siempre eras tú. Después viviría en un limbo, un stand by de mis
sentimientos, logrado por el esfuerzo cursivo de dos años, en donde se reflejaba el fidedigno mapa
sanguíneo del desmesurado amor que despertó en mí vuestra existencia. Pero también por la humilde
paciencia que consiguió no darte señales de mis planes. Podría llamarse fe.

Pero ahora, mi bien, camino aterrado por las posibilidades de que nunca hubieran llegado a tus manos
estas misivas, que jamás las hayas abierto. En contra de esta superstición, ayer por la tarde, antes de
dormir una siesta, he vivido un relampagueo psíquico, que me mostraba la pequeña espiga de trigo sujeta
con celo en la tarjeta del girasol que te dejé:

Porque cada trigal


lleva el color que
nuestro corazón le adjudica.

Te pertenezco

2 de agosto, 2016
La esperanza de tenerte es más grande que cualquier demostración de la realidad que me indique que
nuestros caminos no van a unirse nunca

Luces que brillan como las estrellas... en la clásica Chinchibarra. Como otros días, las coquetas
persianas del barrio Garrido Norte permanecen cerradas, a la espera que desperece otra semana
trabajadora. Trifásicas y semaforitos funcionaron fielmente la noche entera. Mi persiana, en cambio, ha
estado levantada todo el tiempo. Siempre trato de recuperar el tiempo que desperdicié en vida con cosas
así: aprovecho el verano para dejar la ventana abierta, se respira mejor el aire y la persiana queda hasta
arriba por si acaso me despierto de madrugada y puedo ver un momento las estrellitas. O a lo mejor eso me
da un empujoncito para levantarme al clarear los cielos llenos de aroma a almejas del río Tormes. O el
gorjeo de los pardales me invita a salir de casa antes de que amanezca; el canto del ruiseñor transfiere tal
alegría natural que se nos enciende el alma como una bombilla de luz, y su interna luminiscencia funciona
como un antidepresivo homeopático.
Entre todas esas cositas, mi bien, festejo que hayan pasado 39 años desde que vine a este maravilloso
mundo.
9 de agosto, 2016_Por la ventana del 5ºB, ingresan los goles coreados del Real Madrid. Las arrabaleras
farolas del municipio brillan a lo largo y ancho de la antigua plaza de la Chinchibarra: nodrizas
iluminaciones sobre el añoso paseo de Los Cerezos, que a estas horas nocturnas es transitado por algún
turismo exiliado o una motocicleta pachorra. Uno jamás vuelve a amar como al principio. ¿Será cierto? En
lo personal, mi yo creativo ha tenido una infancia corta. De la pluma ya no caen esos mundos fabulosos que
se escribían con absoluto entusiasmo: también se ha extraviado no sé a dónde esa paciencia que escribía
poemas de 3 hojas con diligencia y esmero. Hoy por hoy, mi vida creativa es como un lápiz aburguesado
que va entrando en la primera vejez. Alguien que solamente sueña lo justo y necesario. Y al final se
conforma con una buena comida, charlar con los amigos... o festejar otro año.
Otro domingo, mi bien, en el que lucharemos para elegir el descanso, el ejercicio… o el esperarte. Afuera
los pardales interpretan su pía requetepía. El nuevo amanecer es tentador para la bici.
14 de agosto_Aguardaba para abonar un café con leche, y una mujer devolvía el llavero de su
habitación: el tintilineo de las llaves despertó mi curiosidad, y cuando me di vuelta para mirar había un
número 2 plateado, grande como una casa, que colgaba atado al llavero; las luces de neón reverberaban en
su superficie pulimentada. Parecía decirme que el Destino estaba esperando que te vaya a buscar de nuevo.
16 de agosto, _5.30am_El límpido silencio de la madrugada subtormesina consigue que los contornos de
la mítica Chinchibarra sean más nítidos. Las farolas encendidas levitan sobre las copas del platanus
perennis, como fog figthers que espían la naturaleza nocturna de la ciudad. Aún los motores municipales no
resaltan sobre los escasos ruidos de algún que otro turismo, que dan fugazmente el ¡Estoy aquí! con sus
fshhhh sobre el asfalto de Federico Anaya. Las edificaciones ahí estarán. Y a veces pasan minutos sin que se
oiga un farfullo… ¿Te encontraré en la ciudad esta tarde, este mediodía?
El yihadismo de Dios

16 de agoto, 18.20hs

Y todo fue tal cual lo temía. Hoy a las 12 te vi de mano con otro hombre. ¿Por qué Dios me ha permitido
acercarme tanto? Los supuestos planes divinos que yo había conjeturado durante estos 2 años de ilusión, no
eran otra cosa que una reacción de mi ingenuidad ante la inexistencia de pruebas reales que me
confirmaran tu amor. Como una dañina y peligrosa secuela de todo aquello, hoy me quedo esperando a
veces a que alguien pronuncie tu nombre para pensar así que Dios pretende darme motivos para que vaya
en tu búsqueda.
Mismo día_Desde hace 2 noches sucede algo curioso: parece que hubiera más estrellas en el cielo. En
las alturas los tres almendros contemplan la madrugada del barrio Garrido Norte como si fueran halcones
estacionados en torres de alta tensión. Antes sucedía cada noche, pero no he vuelto a soñar contigo desde
que te vi junto a él. Y cada insomnio es ahora la puesta en marcha de la lucha para desprenderme de tu
imagen.

28 de agosto, 4am_En cualquier momento se corre peligro de un atentado. Podremos tener la vida ya
planificada, que en cualquier momento nuestra suerte pega un giro de 180º. Es como si nuestra fortuna
sufriera un atentado. Y entonces todo cambia. Un coche bomba de nuestra suerte.
Fue el viernes la última vez que te vi junto a él. No es que se nos parta el alma: es la esperanza que se
nos muere de golpe. Cualquiera sea la manera en que lo ames será para mí una tortura, un K.O. de Dios. El
fracaso más vergonzoso, la amargura que no se remedia más. Me echaron del Paraíso. La sentencia de
Dios fue devolverme al laberinto, y trotar eternamente sobre destartalados caminos de letras manuscritas.
Llegué tarde a tu vida. Pero a través de distintos albures Dios me hizo creer que era el momento para
nosotros.
La ciudad empieza a funcionar; se nota en el transcurso de los turismos más el bullicio de los motores
municipales y privados. Las farolas de nuestra solemne Chinchibarra se han apagado en dos grupos. ¿Qué
sucederá si hoy te veo? Ya no tengo interés en coronar mis epístolas con un Suyo, puesto que solamente la
prosa podrá corresponder a este amor o a esta tristeza.
El último vestigio de la ilusión que me quedaba se fue difuminando como la catástrofe de una canción. Ya
es agosto, y junto con el calor del verano día tras día tu imagen se va despidiendo de mis mañanas.

4 de septiembre, 4.30am_Y así, Señora, un 16 de agosto te vi con él. Media hora después, vengué mi
corazón roto pidiéndote que me devuelvas los textos de Rummenigge. Negaste haber encontrado el regalo,
supongo que habrá sido para no tener que regresármelos..
21.30hs_Y así se acaba, Señora, un día en donde las posibilidades consideradas se han inclinado a favor
de continuar apostando a mi amor por ti.
Hoy no recuerdo si has sido mi primer pensamiento. Sé que entre algunas idas y vueltas de oscuras palabras
se inmiscuyó tu imagen. Ayer creí haberte visto, acompañada por otro hombre que no era él. Llevabas el pelo
suelto, sentada en un bar le dabas la espalda a la civilización. Ni él ni tú me han visto pasar. Parecían
ensimismados en un tema tuyo. A ustedes los opacaban los cristales de aquel café, supongo que a mí lo que
me escondía ha sido el ósmico desinterés.
Una resonancia de la desilusión

5 de septiembre, 16.50 hs_En un instante todo puede cambiar. “Un golpe infernal de vez en cuando”,
luego del cual nos vemos obligados a sustituir por otros alternativas a nuestras ilusiones de felicidad. Es así
que nuestras esperanzas han de sufrir una violenta metamorfosis en cuyo proceso resurrector cada cambio
nos hace brotar las lágrimas. Lo que más duele es que debamos desacostumbrarnos de los dulces patrones
conscientes que se crearon sin darnos cuenta de ese proceso durante todo nuestro enamoramiento. Quien
sea creativo sufrirá un duelo por partida doble; el organismo se va habituando a suplir la felicidad que me
causaba la mimosa evocación de cualquier átomo que estuviera relacionado con tu existencia, a cambio de
un nuevo vacío melancólico que empapará tus imágenes y voces con una nostalgia sufrida… para que te
conviertas en un fantasma.
21hs_La espiga de trigo ya tiene dos o tres meses. La arranqué volviendo de Carbajosa de la Armuña, un
mediodía de julio. Los mares verdes de Salamanca. Ello es lo único tangible que me quedará de mis
ilusiones. Los viajes diurnos por la carretera de Carbajosa. Los sueños rotos le dan una vuelta de tuerca a
nuestra vida y a nuestros planes de futuro. Viviré otra vez para los demás. Pero tú me recordaste lo que se
siente al llegar la esperanza del verdadero amor. No sé si hay mucho por qué vivir. La altruista realización de
un taller para maltratadas será mi aliciente de vida. Supongo que temporalmente me quedaré con la insanía
de hablar solo y en voz alta, practicando las cosas que quise decirte, como si fuera una resonancia de mi
desilusión. En cuanto a mi amor por ti, será un angustioso impulso que me invitará a continuar escribiendo
para sacar pequeñas ganancias de las grandes pérdidas… y así no sentir que he vivido en vano. Hoy mi
corazón es un saco roto, atravesado por cada una de tus imágenes que van cayendo una atrás de otra en el
vacío obscuro de la nada interior en que se ha convertido mi inteligencia.
5 de septiembre, 4.40am_Se ha fosilizado en la ilusión el hábito de amarte. Por eso al despertar
sigues llegando hasta mí en el laberinto de las obscuras palabras mentales. Cada año escribir es un poco más
fácil, empalmar una letrita a la otra se vuelve más automático con la práctica del día a día. De la misma
forma, la locura de tu amor me dejó secuelas automáticas en la psiquis. Cuando pensaba en ti, me había
acostumbrado a practicar en voz alta las palabras que hacino para decirte en persona, como un entrenamiento
para vencer a mi timidez. Establecí dos años como fecha límite para comenzar a olvidarte. El destino me dijo
que fueran dos semanas más. te dejé el último sobre el dos de agosto, un mediodía soleado. Pero no fue hasta
el 16 que los he visto juntos. Fui hasta ti de inmediato para reclamarte los textos. Confieso que ya había
estudiado ese paso, por si acaso todo resultaba tal como me lo temía.
Desde que los vi juntos el monitoreo de este amor entró en una línea recta

22hs_ Este cuaderno lleva ya un mes de vida. Desde que los vi juntos el monitoreo de este amor entró en
una línea recta. Algunas personas forman parte de mí, otras lo hacen a pesar de mi voluntad. ¿Tú? Claro
que sí. Lo has hecho desde siempre. Los insomnios de un corazón roto son a la misma hora, sólo que uno
despierta y ya no se permite pensar en ninguna felicidad junto con la persona que amamos. Cuando estamos
enamorados sucede espontáneamente, la vida es un incansable pensamiento que nos ve estando junto a la
mujer amada. Pero cuando nos hacen trizas el corazón los privados acostumbramientos de nuestra
esperanza se convierten de pronto en una lid que busca acallar los improntos de palabras e imaginaciones
que nos hacían soñar con aquella persona que llenaba de sentido a todas las cosas en nuestra vida.
Despertarse con el corazón destrozado puede también ser una seda de Ariadna que nos orienta por los
recovecos que formalizan el laberinto cursivo de la escritura. Es así que el dolor en el alma puede
metamorfosearse hasta que se convierte en el amor por la creación literaria.
Desde el mismo instante que los vi juntos comenzó la cuenta atrás para el rearme de mi hombría

13 de septiembre

Repaso estas hojas tristemente, puesto que en estos renglones manuscritos preservé el contenido de mis
sueños añorados. La esperanza de que no estuvieras junto a ningún hombre fue la generosa aunque
equivocada percepción que mantuvo viva a la creatividad de mis prosas. La reiterada evocación de tus
miradas fue la retroalimentada esperanza de que alguna vez vinieras a mí como antaño lo habías hecho. Y
así, poco a poco, te has ido difuminando de las madrugadas. Otra ocupó súbitamente aquel sitio destinado
íntegramente a tu existencia mágica. Sé que nunca aceptarás que tus últimas miradas fueron amorosas
reacciones a la tinta que este devoto de ti deslizó rizadamente a lo largo de los renglones de estos
cuadernillos en blanco.
Ver a nuestro amor acompañado ayuda a que el olvido ejerza su corrosiva función en la dramaturgia de
nuestra psique. Hasta que un día nos dimos cuenta de que se está bajando el telón para dar inicio al
próximo acto de nuestra ilusión. Ignoro si algún día podrás desocupar del todo a mi corazón; si alguna vez
podré desovarme por completo de tus recuerdos, cuando a través de los días vaya olvidando una a una a tus
caritas de Saraquei. No sé si en un mañana podré mirarte sin lamentar estar notando en tus ojos el reproche
de un dejo de amor que no se consuma. O sin que pueda hacer nada para recrear en nosotros aquel
sentimiento de apasionada impotencia al que nuestros criterios seriales nos encapsula... O si alguna vez
podré mirarte sin lamentar la añeja pasividad de no haber aprovechado tus cercanías para perpetrar la
dulce imprudencia del adulterio.
23hs_Y así, mi Señora, se va completando, renglón tras renglón, el cuarto cuaderno de Rummenigge, la
obra más larga que ha cursionado tu servidor. Cuando la remembranza te evoca hoy día se siente inevitable
experimentar en secreto un dejo de molestia: la rebaba del desamor se justifica en el copioso itinerario de
ilusiones que produjo la equivocada imaginación de suponerte sola; tus miradas culposas han conseguido
hacerme un fiel devoto del amor por tu existencia.
El tiempo de mi espera es como la chispa que recorre el rastro de la pólvora y alguna vez llegará a su
fin

Los amaneceres ahora no son los mismos. Ya no despierto con la esperanza de encontrar la felicidad en el
día que se nos viene encimando. Todo a mi alrededor perdió su alma. Con la brisa antes bailaban los
almendros ahí fuera. Ahora tan solo son plantitas que impertinentemente protagonizan vaivenes a merced de
los clásicos elementos. La vida perdió el esmero. Es parecido a cuando desperté del coma, todo había
cambiado. Tuve que reemplazar los mecanismos rutinarios por creativas costumbres que tiraban más a lo
espiritual, por nuevos hobbies que poblaran los minutos de mis renacidos días. Entonces emprendí el
desarrollo de la lectura. Aquel post-operatorio me sobornaba con pequeñas distracciones intelectuales para
que dejara a un costado las ambiciones que requerían de un físico afortunado. Tenía que encontrar algo que
sustituyera a la bendita capacidad de andar. La lectura suplantó muchas cosas. Los amigos que se pierden, la
escuela que no está más… También para el espástico hay vicios: la tele y el zapping abrumador.

En aquel entonces sufrieron la interferencia de unos meses, pero después de un año de que nuestras
miradas se hayan vuelto a cruzar, hoy te vi casi a lo lejos. La añoranza de ti ha sido otra vez incauta víctima
de tu indiferencia.

No quiero imaginar de nuevo que eres mía


El destino que nos envuelve será siempre
otra imposibilidad de amarnos.
No quiero imaginar de nuevo que eres mía:
Con la tuya… volverán otras presencias.

Otra vez veré a tus manos sujetar manos ajenas.

8 de octubre_Querida Señora, por carretera Valladolid progresan los afamados campos de girasol.
Llegando a Pajares hay una cuesta larga, tendrá 200 metros aunque no es muy obtusa. Cuando uno termina
de subirla se encuentra con un nogal solitario. Es precioso. El sol reverbera en sus hojas al compás de la brisa
suave. Viniste conmigo, aunque no igual que antes. El tiempo de mi espera es como la chispa que recorre el
rastro de la pólvora y alguna vez llegará a su fin. Será entonces que no volveré a ser feliz con la posibilidad
de tu llegada. A esta altura del epistolario no te escribo cada día. Pero aún tengo tu maldita imagen anclada
en mi corazón; la rodea un aura de sentimientos amorosos, menos frecuentes cada día que se va. Igual que
nos alejamos para mirar un lienzo, respecto a estos cuadernos también tomé la distancia de unos días. Así
dejé de quererte algo, a fuerza de no repetir interiormente tu nombre ni tus palabras. Tomé un descanso
otoñal respecto de tu cara. Así logré emerger temporalmente del infierno, mientras se prolonga la distancia
entre tus visitas a mis sueños.

En mi soledad viví una dieta de recuerdos


Entonces algo me desinfecté de tus palabras
¡Se detuvo el replicando de tus voces!
Cuando le pedí a Dios por tu mudez imposible.
Pero no te hizo falta más que una mirada para reenamorarme de mente y de corazón

Día de la hispanidad

7.00am_Amada mía, Ya va una semana desde que no intento conectar nuestros espíritus a través de la
propiedad telepática de la escritura manuscrita. Pero alguna que otra vez me sorprendo practicando en voz
alta alguna frase que te declare este amor inmarcesible. Desde que los vi juntos ya han pasado más de dos
meses. Pero cada vez que me pregunto por qué te sigo extrañando, una misma contestación me responde
con una misma sentencia: aún sigo enamorado de esa mujer.
Quizá por eso todos los días me duermo releyendo las epístolas que fui escribiéndote a lo largo de un año
y medio. Y cada día de sol fui a esperarte con el atril en los bancos de piedra de la peatonal. Está bien que
pensé menos en ti. Pero no te hizo falta más que una mirada para reenamorme de mente y de corazón. He
aquí que pasó otro jueves, mi bien, que me deja enredado en la resurrección de los ininterrumpidos
pensamientos que giran en derredor de tu existencia. Sobre todo el recuerdo de tu cercanía, cuando giraste
para que nos miremos otra vez, me hace barajar la posibilidad de que ya no estés con él. Aunque ya otras
veces caí en el ególatra autoengaño de creer que me esperabas solamente a mí. Así escalé hasta la cima del
Everest de la felicidad, para caer 8000 metros de desilusión cuando mi sospecha se hizo real. Estar
enamorado es el esmero de sembrar en otra persona la necesidad de uno.
Después de tantos días sin verte un poco se me ha pasado el dolor de haberos visto de la mano.

17 de octubre, 3.20hs_Como diría Rummenigge:

Las estrellas siempre se ven de lejos

De igual manera, las madrugadas siempre son intempestivas. Parecidamente los 50 km recorridos ayer
mantienen a mis células siempre despiertas, espabiladas, y difícilmente pueda dormir más hoy. Así también,
después de todo un fin de semana de pensar en ti, la curadora expectativa por saber sobre tus cosas
mantiene en vela a todas las partículas que tejieron mi adn. Ha regresado el pensamiento de que puedes,
finalmente, no estar en pareja. Las fascinantes ecuaciones del corazón responden a la incógnita analizando
tus nuevos comportamientos y miradas. Sin embargo hoy pongo un poco una imaginada señal de detención
al esquizofrénico tejido de fantasías, pensando que si estuve equivocado en apostar que tus sentimientos
eran una exclusiva para este servidor, pues entonces posiblemente mis nuevas deducciones tan solo sean el
resultado de lo que necesito que esté pasando.
Y en la irreal función de lo imaginario mi cerebro paró de construir espectrales hologramas sobre ti en
utópicos futuros

Y he aquí otra noche, mi bien, que va cerrando el circuito de todo un día cimentado en los pensamientos
que han erigido tu apostura perfecta. Después de aquel mediodía, presiento que he estado a la espera de un
amanecer que nunca iba a despuntar. Aún así me refugio de aquella incompatible realidad en la última
mirada tuya, soñando que algún día cercano podré verlos sin celarlos. Pero mientras tanto se espaciaron
los días en que mis sueños te escogieron para teatralizar actos en donde nos queríamos, y en la irreal
función de lo imaginario mi cerebro paró de construir espectrales hologramas sobre ti en utópicos futuros.
Martes 18 de octubre, 21.50hs_Las clásicas iluminaciones empapan de fotoncitos a nuestro solemne
tanque de la Chinchibarra. Esquizofrenias, celos y delirios: con todo ello la gente empeora su calidad de
vida. Los avatares diarios me recuerdan cuánto debería ir a buscarte. Acaso será que Dios, enviándonos las
desgracias, nos presiona para que persigamos lo que más está en nuestros caprichosos deseos. Este mundo
nuestro es tan simple, humilde y sencillo; nosotros nos vivimos haciendo problemas, enredándonos en
planificaciones de venganzas… Mañana me afeitaré, me vestiré lo mejor que pueda, e iré en busca de tu
existencia bendita. Eso es lo único que importa.
Tu existencia, mi Señora, es a la escritura lo que las leyes de la física son al Universo

Veo todos los días a tu pragmática huella en el lugar que una vez intentaste no dejarla. Se puede decir
Bienvenida de regreso. Y, de la creciente nostalgia de ti, por mi ventana me queda el escasísimo consuelo de
la Chinchibarra nocturna. Estas hojas blancas sólo pueden exclamar un te quiero atrás de otro. Únicamente
pienso en cuándo podré ver otra vez tus ojitos claros, transparentes como un manantial.

Mis lágrimas son la causalidad de tu ausencia.

Como una condena irónica de la miopía, unas flores dibujadas en la hucha falsean una rosa enorme para
que se convierta en la cara de payaso. Finalmente el 21 de octubre se va, nos ha dejado el recuerdo de una
tarde de intensos cielos azules. Pero aunque viví un día físicamente precioso, la tangibilidad de tu ausencia
causa una melancolía infranqueable en el anochecer de Garrido Norte. Oxímoron. Mañana habrán pasado 10
días de tus últimas miradas. ¿Cómo sabré si son azarosas o acaso un amoroso cumplimiento de los deseos que
te han transmitido estas epístolas? Este extrañamiento pareciera no consumirse con nada: ni con el
pensamiento de otras, ni con meditaciones… ni con plegarias. Cada minuto que pasa tiene tu nombre. Tus
ojos son al recuerdo lo que la los flores de la almendrada son a finales de febrero, cuando se va despidiendo
de nosotros las primaveras. Tu voz, una carnada que no elude mi capacidad de amar.

Tu existencia, mi Señora, es a la escritura lo que las leyes de la física son al Universo.

Domingo 23 de octubre_Hoy ha pasado un año, Señora, desde la última vez que salí a la calle para verte
y te encontré. Justo cuando le daba un trazo al lienzo pasaste por detrás de mí. La Providencia ha tenido
una gentileza más, entonces me santigüé, agradeciendo a Dios por la coincidencia. Pero no fue hasta el
lunes siguiente, luego de muchísimos días, que nos miramos otra vez a los ojos cuando dejábamos de ser
anejos. Muchísimo tiempo, puede ser un día sin mirarte.
26 de octubre, 22.30hs_Albur y Renacido ahora están protegidos de las probables heladas que
ateridizarán hoy por la noche a las vegetaciones de Salamanca. No todo es lo que parece. Ojalá lo que
cavilé al veros juntos no esté pasando realmente. ¿Habrás recordado que hoy -26 de octubre-, se está
cumpliendo un año desde que nos volvimos a mirar a los ojos?

27 de octubre, 22.20hs_ Como una mira que apunta en la fachada de los consorcios, las estrellas de las
farolas encendidas se pegan a las fachadas de las casitas subtormesinas. Quizás el sistema solar, en sus
matemáticas alineaciones, vaya reiterando en nuestra memoria emocional las sensaciones que sentimos hace
un año. Ayer, luego de más de 70 días, volvimos a dirigirnos unas circunspectas frases. No me devolviste el
buenas tardes tal y como sueles hacerlo cuando no nos guardamos ningún rencor. En cambio reemplazaste el
saludo con una perpetuidad de tu mirada, que acompañabas de una mudez misteriosa. Cuando me alejé de ti,
cada segundo esperé que te acercaras. Pero no fue hasta que partí que me crucé con tu semblante, ignoro si
por azar o por tu voluntad disimulada.

Para descansar he dejado que todo el día pasara sin volver a escribirte nada. Pocas fotos salieron del viaje
a Mozárbez. Unos cafeses en el Borgo, una ducha por la tarde… Y ahora, mi bien, después de una cena
opulenta, en estas 6 de la madrugada vengo a contarte que hoy he vuelto a soñar contigo.
Empiezan los días fríos. Ya hace más de un año y medio que el ser de mi escritura está ligado a tu
existencia.
4 de noviembre, 7.20pm_Me fui corriendo del bar para no llorar frente a todos. Pues paso los días
enmarañado en el centrado tejido de tus recuerdos. Recordaba los días que me miraste, sin que tu devoto lo
provocara sin ninguna causa lógica. El primer día tan solo me miraste, a la semana siguiente tan solo te
quedaste muda, impávida, mirándome fijamente, con esos delatores ojitos de fascinación. Y ayer volvieron
tus holas efusivos, como si destaparas una botella de champagne.
8 de noviembre (Día de las sirenas) 6am_Antes de salir a la vida he programado una rutina compacta. Te
echo muchísimo de menos. Si vinieras llenaría un cuaderno con tu nombre. Como Dios lo sabe, lo primero es
escribirte, así no tengo ganas de llorar durante el resto del día. Después unas plegarias escritas, y meditar con
música clásica.
“Ven a buscarme”, parece que me dices, cuando en días 2 te sueltas el cabello

9 de noviembre

Mi querida Señora,

Hoy hace un año tuve un accidente en bicicleta. Cuando iba camino al hospital me prometí a mí mismo
que si salía ileso de aquella mala pasada de la vida entonces buscaría la manera de acercarme más a ti. Y así
lo hice: esa misma noche fui a dibujar cerca tuyo. Y dos días después, por la noche, te dejé mi primera carta.
Era una tarjeta, como te conté en una parte anterior de este epistolario, que se encabezaba con un
Desiderata a manuscrita. Y luego dejé un presente cada día 2. No sé si habrá sido casualidad pero esta
tarde, exactamente un año después de aquel siniestro, te acercaste como lo hacías cuando volví.
21.15hs_Y hoy ya es 11. Una fuerte intuición hizo que vaya en tu búsqueda por la ciudad. Pero Dios no
ha tenido la oportuna gentileza de cruzarnos otra vez. La astuta expectativa de verte hizo que te piense a
cada segundo, reduciendo la desasfixiante actividad de escribirte. No todo es expectativa, no. Temo también
que este romanticismo sea igual a otros desamoríos, y fuera imposible para Dios o mis plegarias que nos
acerquemos lo suficiente como para estar juntos alguna vez.

Después de no sé cuántos días, en este anochecer nublado, apunto tu nombre para encabezar esta
epístola, como si el nombrarte por escrito le diera más fuerza a la atracción de una telepatía que
posiblemente exista entre dos almas que se piensan, resultado de un mutuo extrañamiento que se cimienta
en el verdadero amor.
Existes en todos y cada uno de los momentos y acciones de la vida. Aprovecho ese milagro psicológico
para buscar en tus gestos y palabras pasadas algo que pruebe nuestro glorioso mutualismo de amor
honesto. En el recibimiento de tus miradas rebusco en profundidad y tal vez encuentro un te he extrañado.
Pude ver en tus reojeos un me gustas oprimido por la represión de tu fidelidad a otro hombre. O un te
quiero en el rubor de tus mejillas cuando me contestaste con mutismo en vez de un hola. Un me haces falta
cuando vienes a dar el presente pero no me dices nada, y hablas con todo el mundo excepto conmigo. En los
detalles de tu emperipollaje estuvo mi esperanza de que también te acuerdes tú del número de la fecha en
que nos vimos. “Te esperaba”, creo que me dices, cuando en días 2 te sueltas el cabello.
Domingo 13 de noviembre, 8.30am_Y otra vez, Señora mía, despierto en un domingo cuyo cariz es una
neblina semiespesa. Cuando perdí las esperanzas de estar alguna vez junto a ti pareciera que Dios me
hubiese despojado bruscamente de todo un mundo de ilusiones. El hálito de vida parece que se ha marchado
de mi pecho. Engañosamente, un café con leche puede hacerme sentir que todavía estoy enamorado. Ya
había pasado por la negra hondura de las desilusiones… pero nunca por tanto tiempo. ¿Qué es la vida, sino
un impredecible zigzagueo de sentimientos que va variando del amor a la desilusión?

15 de noviembre, 21.30hs_Otro niña bonita, es el humano título que se le ha dado a una fecha más. Con
tu recuerdo, la Luna Nueva en perigeo pareciera que se opacase ante la invocación de tu perfil luminoso. El
clásico ronroneo de los camiones municipales parece ser un bostezo de buenas noches de la ciudad
tormesina.
Este domingo se despide con una luna llena que se transfigura detrás de un cielo lleno de nubes de frío.
Alrededor de este benigno silencio merodean las voces televisadas del consorcio número 7 de paseo de los
Nogales.
Para que finalmente tome la decisión de amarte por entero o de empezar a desovillar la llorosa madeja
de un olvido ecuánime

Mi querida Señora,

Domingo, 6.30am_Tras la ventana cerrada amanece segmentadamente nublado, frío y lluvioso. Las
tormentas serán una posibilidad que se perfila en estos días de noviembre. Hoy desperté y, además de tu
recuerdo, como primer pensamiento del día me ocupó la búsqueda de una señal que me dijera que aún
estarás aguardando una irrupción de tu seguro servidor. En la ausencia de nuestro diálogo y contacto he
visto dos. Seguramente serán más una distorsión más de la realidad para conseguir que conjugue con un yo
también te quiero.
El jueves te soltaste el cabello, tal y como sueles hacerlo en días 2. El viernes vino hasta nuestra puerta
aquel florero mobiliario. Tanto suponer que eres suya como cuando imagino que eres mía, me asaltan las
mismas dudas que analizan en infinitos rodeos de pensamientos espectrales los inentendibles segmentos de
un círculo que no termina de cerrar en mi corazón, para que finalmente tome la decisión de amarte por
entero o de empezar a desovillar la llorosa madeja de un olvido ecuánime. A cualquiera de esas dos
extremas distinciones.
Sólo si el amarte saliera victorioso con el paso de los meses iría despojándome de las horripilantes dudas
que me advierten de que mientras yo te escribía… eras de él.
La ausencia de lo que uno ama hizo que busque tu amor en la relectura de estas páginas de estética
inestable

23 de noviembre, 22.05hs

Querida mía,

Cuando pasan las 6 de la tarde comienzan los fríos terribles en el paquete Garrido Norte.

Lo cierto es que sigo pensando en vos. Todos los días paso y percibo la estela de tu aura por la misma
caminata de siempre. Miro cuando es día, miro cuando está obscuro. Pero sólo hay sombras allí. Tu carita
pecosa no está para alumbrar las paredes de la residencia. La ausencia de lo que uno ama hizo que busque
tu amor en la relectura de estas páginas de estética inestable. En los cambios de intensidad de mis
emociones fui notando cuán mejor literatura puede construir la pena al pensar que eres de otro… a los
versos que pude dedicarte mientras creí que me esperabas.
25 de noviembre_Y así se va acabando, Señora mía, el cuarto cuadernillo que continúa bamboleando la
sangre cursiva de una obra literaria cuya composición eres tú. En tres carillas más se cerrará el ciclo lectivo
de este amor, para que estas prosas ingresen en un impase decidido providencialmente. Eso hasta que tus
miradas –ausentes desde hace 9 días-, reivindiquen aquella prosódica manera de amarnos. Entonces daré
comienzo a la 5ta cuartilla de la obra más larga de mi vida. Igual que cuando papá terminaba de leerme los
cuentos de Medusa en los volúmenes celestes de Mundo Submarino, hoy voy a cerrar este cuaderno con la
dañina duda de si tu corazón le pertenece a otro ser humano, cuestión ya no tan hiriente gracias a un
resignado trabajo de aceptación. Y gracias a las noventa puestas de sol que han ido cicatrizando mi corazón.
Junto con estas hojas se va acabando también noviembre.
Y hoy, vuelta a empezar, nos hemos acercado a la luz de un túnel que ya tiene dos largos años de
miradas

Hoy, viernes, puede decirse que recibí otra señal. El parabrisas en donde antaño dejé una flor, hoy se había
trasladado hasta nuestra puerta. Desconozco si por tu parte hubo intención mediante, igual que cuando salías
a buscar uno de nuestros entrecruces cada miércoles o jueves, como si me quisieras recordar con un mero
énfasis que tú también existías. Pero mientras quizás te preocupaba que si pasaban unos días sin saludarte a
lo mejor te olvidaría, pues yo pensaba en ti a cada instante. Te eché muchísimo de menos. Hoy, vuelta a
empezar, nos hemos acercado a la luz que esplendía al final de un túnel que ya tiene dos años de largo.
Ahora, Mireia, vemos en ese fulgor la emocionante oportunidad de repetir nuestros pasos en aquellos días,
coronando lo anotado con el fascinante agregado de mirarnos a los ojos aún más, para que de ese modo
adivinemos en nuestras pupilas aquellas palabras que armonizan con un te quiero. Entonces continuar con la
dulce aventura de seguir esperando que algo maravilloso siga siendo posible.

Esta vida se ha convertido una memorabilia infinita de los recuerdos de ti.

Amarte ha sido la felicidad de platónicos momentos


entrelazada a una pena
de ilusión resquebrajada
Vulnerabilidad imponente perpetuándose en lo efímero…
O la eterna impotencia de desconocerte.

Es muerte y vida que van juntos


Amor tan indestructible como
herido;
“Creatividad continua”, apatía que mengua.
Es la fuerza que me guía a ser más
próspero: O el desvanecimiento suicida.
FINAL DEL CUARTO CUADERNO DEL DIARIO SUBTORMESINO
DIARIO SUBTORMESINO

CAPÍTULO QUINTO
Cuando todavía queremos nos da trabajo contar la historia de un amor
que se ha perdido. Lo que pasa es que si todavía esperamos a que
alguien vuelva, nuestro corazón se niega a aceptar que esa persona nos
haya dejado de amar. Como si estuviéramos enfrente de un espejismo,
vemos en todas partes la lucecita de la esperanza diciendo que vale la
pena seguir aguardando aquel regreso imposible.

30 de noviembre, 2016_5 o 6 manchones de Betadine violaron la pulcritud de la primer


hoja del 5º cuaderno que te nombra. Cuando el estar enamorado sube por la doliente explanada
del desamor, uno solamente puede concentrarse en los paulatinos cambios que va sufriendo la
imagen de la mujer que nos amó. La tuya sigue apareciendo por las mañanas, pero ya no me hace
feliz como lo hizo antaño. Consigue que experimente un caluroso temor, pues no sé qué voy a sentir
cuando te vea junto a él nuevamente.

Todo parece estar inconciente

Día siguiente_Albur pegó un estirón, por poco y no lo habría notado. Casi pelado del todo está
debido a la época del deshoje. Sin embargo ya no lo miro con aquella alegría de los días en que
nació. Pues en el baboso escrutiño de las emociones solamente pueden leerse papeletas que llevan
la frase grabada a fuego: otra desilusión. Unicamente importan aquellas magnas sapiencias que
nos van dictando el insufrible temario de nuestra victimización.
Las imaginaciones futuras serán víctimas del absurdo desprendimiento del hábito de pensarte. Las
cosas fueron perdiendo el alma que tu existencia les contagiaba. Y vivirán un luto indefinido.
Semejante a las dañinas adicciones, es más fácil dejarlas cuanto más tiempo pasa sin pensar en
ello

11pm_Y ahora, queridísima mía, la angustiosa escritura del día a día se va yendo poquito a poco,
con el riesgoso interlineado de un impuesto y forzoso trabajo que reside en no ir a buscarte. Con
esta nueva y represiva esperanza laboriosa intentaré ir olvidándote paulatinamente, empeño
parecido a otros desamores que, semejante a las dañinas adicciones, es más fácil dejarlas cuanto
más tiempo pasa sin pensar en ello, como si fueras una dieta de recuerdos imposibles. Sin embargo
en el fuero interno de mi Espíritu, lo que espero mostrándote mis ausencias es ir forzando con el
paso de los días y semanas un posible extrañamiento, que según una utópica conjetura pudiera
surgir en tu alma melancólica. Me lo ha hecho suponer repetidamente la fascinante indagación con
la que me increpan tus ojos cada día que voy a verte, pero que dicho entusiasmo siempre es
acompañado por tu mudez triste. Yo, claro, disimulo mis búsquedas de ti fingiendo una hiriente
apatía hacia todo lo que te refiere.
Distinta a estos 10 años

6 de diciembre, 2016_Una neblina espesa oculta la cotidiana Paseo de los Cerezos. Apenas se
ven las luces de nuestra señorial Chinchibarra, hoy sumergida en una viscosidad gris. A las 11 de
la noche vine a la hoja para contarte que hoy preparé otro sobre para dejarte por las Navidades
que vendrán pronto.

Despoblándome de ti

Miraba las estrellas y solamente vi

las ripias que coplaban con tu nombre.

Ahora tan solo veo en ellas científicos fulgores

“Apática resaca cosmológica”

que me extrae del mundo del idilio.

8 de diciembre, 5.55am_13 meses después, ayer te dejé otro sobre rojo, como el primero que
puse tras un libro de poesía, con la esperanza de que lo encuentres. Solamente he dormido 2 horas,
y a cada instante deseaba que el sobre lo hayas abierto tú. En los insomnios todo es un gran
silencio que no podría llamarse “paz”. En ellos, nuestra preocupación y curiosidades exaltan al
corazón y a la mente. Quienes escriben de madrugada humanizan a los objetos frecuentemente. La
rana gorda de cuero está a punto de croar.

11/12/16 22.30hs_Parece que la clásica Chinchibarra tuviera más luces en esta noche. 4 o 5
farolas de luces ámbar encendieron al pie del colosal tanque de agua. Hoy hablé de ti sin decir tu
nombre, como si la realidad se hubiera hecho un tímido reflejo de estos cuadernos blancos. Las
apariciones del número 2 te han mantenido presente todo el día, en las botellas de agua, en los
kilómetros avanzados de la N-620, antigua carretera de Peñafiel. Las orillas de los arcenes reciben
la orden providencial de recordarme el día de agosto que te volví a ver.
Cuando el corazón pasa a ser de un cálido harem de arrumacos a un hacino de lineales
deducciones

Al amparo de las constantes luces de la poética Chinchibarra, me senté para desahogar esta
desilusión, que se trata de una ulcerante metamorfosis cuyo objetivo es el proceso de quitarte de
los pensamientos de mis días. Sin embargo, tus ficticias ausencias consiguieron aclarar mi
raciocinio, antes empalagado de tus imágenes y la añoranza de tus apariciones. Conforme las
horas avanzan por la volátil sustancia de los días y no vengo a escribirte nada, el alma se va
estrujando, igual que si en un día de mi interior transcurrieran de golpe los tres meses del otoño.
Cuando el corazón pasa a ser de un cálido harem de arrumacos a un hacino de lineales
deducciones, significa que estamos analizando fríamente a través del obvio cristalino de las
realidades que antes me era imposible de ver. En esos días creí que tus acercamientos fueron
evidentes búsquedas de mi amor. A no ser por alguno de ellos, hoy diría en cambio que fueron para
hacerme desistir de que te quisiera.
Hoy hace exactamente un año desde que te deseaba una feliz Navidad. Y aunque no haya sido la
razón de mi visita, esta mañana me acerqué porque te extrañaba. Aunque no me animé a hablarte,
sí dibujé cerquita tuyo. Me miraste cuando conversaba con tus compañeros, y con el rabillo del ojo
miré tus pupilas como un relampagueo. Sólo eso me bastó para que te eche de menos todo el
bendito día. Cuando nuestras miradas protagonizan aquellos santos entrecruces me siento tan
enamorado como a los 17 años solía estarlo.

15/12/16_Mañana Dios dirá si la conjunción de los astros había estado programada de ante
mano para que nuestros líricos destinos se cruzaran en ese preciso instante en que ambos nos
demos cuenta de la presencia del otro, cuando más o menos a las 3 y media tú regreses por avda.
Vicente del Bosque, y me vieras aguardándote con una pequeña pancarta, escrita con cinco letras
rojas que me confiesan tuyo:

Yours

16/12/16 5.15am_Si hay estrellas o no es un misterio. No se sabe si hay luna, si acaso nubes de
frío transitan por la renovada sustancia del ocre cielo subtormesino. O si todo se verá como
cuando se pone el anillo Frodo. Aún la ventana está baja. No sé si el clima de Salamanca estará
propicio como para que salga a esperarte, tal y como lo imaginé ayer. Y si lo estuviera, ¿nos
encontraremos?
¿Te detendrás para que vaya buscarte? No me dio tiempo para suplicar a Dios para que nos
encontremos bajo un mismo cielo azul celeste, ni tampoco para imaginar las posibles frustraciones
que se amotinarían en contra de este humilde aunque preciso sueño. Creo que comenzó a llover.
Me lo avisa el relámpago, y el repiqueteo del agua en los tablones de la persiana a continuación.
Mal asunto para la ilusión de este día.
Los árboles parecían felices debajo de una luminiscencia acaparadora

Un basurero municipal desarmoniza aquella paz forestal que tiene a menudo la madrugada
subtormesina. Entretanto, la vecindad continúa interpretando la ordinaria sinfonía de los
ronquidos.
¿Qué pensarán tus allegados de esta temerosa forma de amarte? ¿Te alentarían para que vinieras
hasta mí? ¿Qué les responderías tú?
Hoy estuviste trabajando hasta tarde. También lo vi a él, que me mira como asombrado, como si
no lo pudiera creer; se fija en mí unos segundos, como para estar seguro de que soy yo. Una y otra
vez reviso lo sucedido en estos dos años, tu forma de mirarme, tu reacción cuando me ves… el
silencio que se ejercita en tu boca cuando me oyes. Es entonces que apuesto otra vez todos mis
haberes a esperarte.
Sábado 17 de diciembre de 2016, 4.40am_¿Habrán funcionado las ausencias forzadas como un
tramposo catalizador que te llevara a pensar porqué no viene a mí? Hoy, 17 de diciembre,
amaneció con la claridad de un día de verano. Ese escampado será responsable de que me anime a
hacer lo que la lluvia me impidió en el día de ayer.
22hs_Los vehículos pasaban tras otra puesta en marcha del semáforo. Tu venida se hizo esperar.
Hasta que tras media hora de frío, se atisbó tu llegada. Por más que pasaste cerca, solamente cabe
esperar dos posibles ecuaciones: bien no me viste, estabas demasiado atenta a los abusos del
tráfico, y no te diste cuenta del mosquetero de gabardina azul un lado del asfalto; o bien me
ignoraste debido a mantener tu fidelidad con otro hombre. Pero sucedió lo que pedía, pasaste por
allí. Los árboles parecían felices debajo de una luminiscencia acaparadora, las hojas secas
alfombraban parcialmente al boulevard prolijo e inspiraban estrofas al amontonarse sobre las
corrientes viscosas del agua negra de los cordones.

Viernes siguiente, 20hs_A punto de cumplirse una semana desde que fui a esperarte a la avenida
Vicente del Bosque, hoy –viernes– vine a desdoblar sobre esta hojita útil algunas reminiscencias de
la semana que pasó.
No sé si estábamos en domingo, o ocaso la semana ya estaba cursando en lunes. Lo cierto es que
nació otro almendro. Lo vi por primera vez en un día de nieve. Creo que su nacimiento auguró
positivamente mi olvido, ya que durante los días que siguieron he logrado olvidarte un poco no
viéndote. Quizás el día mismo que nació te quise menos. Al que sí vi fue a él, que cada vez que me
cruza se queda mirándome como si de golpe encontrara oro. La neblina opacó la ciudad toda la
mañana, ya es de noche y no se fue todavía. A lo lejos, en la célebre Chinchibarra, hay una farola
que en otras noches se ve brillar. Pero hoy no fulgura.
Porque sin amarte todo se hace mas grande en el mundo... Y yo no encuentro un lugar en él

Noche Buena, 7pm (2 días de niebla).

La Noche Buena es muy triste. Somos perseguidos por un culposo sentimiento: merecíamos algo
mejor. Los recuerdos de las peleas a fin de año, con el tiempo entendemos la poca colaboración de
los familiares para pasar unas Fiestas mejores. Los traumas gratuitos que nos ha dejado la falta de
respeto de los hermanos mayores. Sin embargo algo de misterio hay en esto. Pues hoy, señora mía,
he soñado otra vez con algo que se relacionaba a ti. ¿Podrías ser tú? Que a lo lejos tienes la
intención de saludarme para estas Fiestas…

Soñé que leía tu nombre nuevamente en una extraña señal. Lo vi escrito en una superficie
blanca, como de plástico de pizarra, en obscuras letras de imprentas. En el mismo sueño, estaba
una mujer que tú conoces.
Más hacia la noche, mirando el noticiero, salió en pantalla la historia clínica de una
denunciante en no sé que lío. Y claramente se leyó la fecha en que te vi de nuevo. 02.08.2014.
Ahora que tu imagen y palabras hacen menos visitas a mi corazón, al ver otra vez esa fecha,
maldije de inmediato a los Dioses por haberme enviado una señal tan clara. Pero tu ausencia y
silencios me han decepcionado tantas veces que este tipo de albures no consigue ilusionarme otra
vez.

30/12/2016_Ignoro si estará bien que me dedique a hablar contigo en mis soledades. Lo cierto es
que mis recuerdos no cuadran en la realidad de que estés con él. Algunas reminiscencias son una
demostración de que tú también me esperaste, que alguna vez me has recordado… que Dios se
empecina en castigarme colocándonos a los dos en la misma acera. Ya estoy pensando seriamente
en comenzar de nuevo a entregarte una sorpresa cada día 2. Porque sin amarte todo se hace
grande en el mundo… y yo no encuentro un lugar en él.
Hoy eres como un recuerdo con el que no tengo cuentas que ajustar

1 de enero, 2017 5.30am

La pluma estrena un nuevo número de año, junto a él otro estreno se apunta en los renglones
vacíos: ayer no he pensado en ti como solía hacerlo. Te fui recordando en el transcurso de todo el
día como si fueras el acostumbramiento a un recuerdo orgulloso… pero que queda muy alejado en
el tiempo. Otra que ya estaba en mí subrogó la mimosa plaza de mis pensamientos amatorios.
Quizás junto al Año Nuevo también le dé la bienvenida al humano proceso del olvido.
Brindé dormido con los tres almendros de mi cuarto. Ayer no me hizo falta la protección de tu
existencia, cuando los sabidos odios de mis soledades dieron su invisible presente. Pero hoy eres
como un recuerdo con el que no tengo cuentas que ajustar.
19.50hs_quizás la sensibilización de escribir mañana y tarde sea lo que sumó cariño a los
recuerdos de ti. Pues he comenzado a amarte de nuevo antes de que se terminara este hermoso
arrebol del atardecer que nos dejó el primero de año. Mañana se cumplirán 29 meses desde que
volví a verte. Sin embargo soy un escéptico en cuanto a que tu memoria me abrigue en algún
momentos de tus mañanas.
Uno es un hombre más libre renunciando a decir y hacer para dejar contentos a los demás

2 de enero, 8.00am_La mañana subtormesina no ha despuntado aún. Alguna estrella se ve a


través del cristal de la ventana, eso quiere decir que un cielo escampado acompañará la secreta
celebración de que hoy sea el 2 número 29 desde que te volví a ver. He programado el día como
para que el tiempo libre haga rima con salir a buscarte por la ciudad. Mañana se cumple un año
desde que te dejé una carta sobresaliendo entre los lomos de dos libros de ensayo, te contaba que
había soñado contigo. Aún recuerdo aquellas imágenes anestesiadas: ibas con tu bicicletita roja,
subimos por el carril-bici hasta el cementerio Carlos Borromeo. Desde entonces he vivido tantos
momentos emocionantes, tanto nerviosismo en cada entrega los días 2… y tanta bronca con tus
irreverencias. Desde aquella entrega, noté que él también comenzó a mirarme. Y cuando entraba a
la biblioteca, desde su asiento estiraba el cuello tratando de controlar mis pasos.
20.20hs_Y así, mi bien, se fue acabando otro día, que se ha ido desdoblando por el copioso
itinerario de los pensamientos que te hablaban, te nombraban… te acarician. Fue un día positivo
para la escritura de este duro epistolario, si tú estuvieras a mi lado habría sido perfecto. Ya a lo
último, presiento como un imposible que nunca vayamos a estar juntos… pues seguidamente
experimento la premonición de no soy yo solo el que ha amado. Como inquebrantable testimonio
de tu reprimido interés, conservo el impacto de tus miradas como el de tus calladas respuestas las
veces que viniste a verme cada vez que te dejé una carta. Estos cuadernillos parecerían la escritura
de nunca acabar, que tejen y destejen sinuosas prosas azules en torno a la ilusión que se alimenta
arduamente de tu mirar.
Mi corazón no se alteraba presenciando la cíclica y tupida costumbre de pensarte

Epifanía, 12 de la mañana_Junto a una neblina de poca monta, la mañana de Reyes acompaña


la plena resurrección del enamoramiento de ti. Después de uno o dos días en los que supuse que ya
no iba a quererte, que en lugar de sentir pena mi corazón no se alteraba presenciando la cíclica y
tupida costumbre de pensarte. Desde ayer por la tarde que siento felicidad al no poder
descabalgarme del rebosante itinerario de las ininterrumpidas fantasías que te piensan. No creo
que fuera una señal, puesto que la recibí en un momento en que la estaba esperando, pero en el
cuerpo de una polaca he leído tu nombre.
13 de enero, 2017_Todo cuanto soy, mi bien, indica que estuve equivocado al conjeturar que este
año y medio de esperas había sido en vano, sólo porque una mañana te vi saliendo con él.
El Arcipreste provocaba que Doña Endrina se sonrojara sencillamente si alguien mencionaba su
nombre. Yo me doy cuenta cómo te alejas cuando hablo con alguien cerquita tuyo, o como te
prometes a ti misma no voltear la cara, hasta el punto en que la gente te habla o te llama por tu
nombre, pero tú los ignoras para no darte la vuelta cuando estoy yo presente.
Como dijo Rummenigge:

Castigan a los hombres enamorándoles poco.

Así me castigas, Mireia, con tus tercos empaques de entereza, que me privan de tu mirar.
Día siguiente_Hoy te he visto tal como suelo hacerlo y tal como sueles estar tú, sentadita y
muda, activa intelectualmente, mientras la mirada que Dios me niega se iba posando en diferentes
lecturas administrativas. ¿Y si voy a buscarte ahora?, me digo, y voy a esperarte por donde
seguramente pasarás: ¿me mirarías esta vez? Pero hoy te vi más contenta que otras veces, casi
como al principio, que pasaba por tu lado y se adivinaba en tu aura una sonrisa secreta. Quizá
mañana, si estás, cruce a dejarte alguna cosa.
14 de enero de 2017_Mi queridísima Mireia, De nuevo quebraré mi palabra, el juramento a mí
mismo que prometió no quererte más, o de seguir tratando dejar de amarte ininterrumpidamente.
El lunes por la noche iré a dejarte otro sobre. ¿Cómo recibirás esta misiva? A lo largo de 2 años
he ido viendo cómo contestabas con tus miradas a las cartas bien recibidas. Tu agradecimiento ha
ido variando según el contenido de aquellas notas, que oscilaba de lo formal hasta lo muy
romántico. Algunas eran bien recibidas; otras en cambio fueron respondidas con tus callados
alejamientos e indiferencias, cuando te insinuaba mi amor abiertamente y con franqueza. En
cambio te acercas a mí cuando te trato con distancia, con sequedad, como si fueras una
desconocida.
8 de la noche, mismo día_Otro día perdido, en cuanto al intento de alejarme del pensamiento
que te nombra, para así distanciar el tiempo que existe entre una imagen que te ama y otra. No me
pude distanciar ni un momento de ti. De nuevo tus palabras me han atacado como una plaga que
demanda toda mi atención. De nuevo tus caritas alumbraron la opacidad espesa de mis ergástulas
mentales. Reincide en este pecho la acusación que te declara la esporádica culpable de este
enamoramiento inextinguible. ¿Qué harás mañana si nos vemos? ¿Estará también él? ¿Cómo
recordarte sin decir te echo de menos?
Distinto es el recuerdo de tus imágenes, que pareciera autoalimentarse con cada memoria
tuya

La madrugada subtormesina es más peligrosa que de costumbre. De a dos sorbitos por vez se fue
terminando el té con limón. Distinto es el recuerdo de tus imágenes, que pareciera autoalimentarse
con cada memoria tuya.

20hs_Ya estás por volver a casa, mi bien. Esta tarde, nuestra hora de partida coincidió. Aunque
hago todo lo posible por no revivir el dulce dolor de cruzarme contigo, te adelantaste algunos
minutos para ir a tomar tu té. Antes de ir a buscarte, había recibido 2 señales con la forma de tu
nombre. Otro piantado entrecruce nuestro, en esta enamorada red de los sucesos temporales.
En 5 ó 10 minutos a más tardar te subirás a tu Focus. Hoy te crucé ni bien subir por la rampa.
Estabas tan hermosa, con los cabellos anaranjados y sueltos. En la ida continuamos con la
disimulada costumbre de ignorarnos. De vuelta nos reojeamos cual si fuéramos estrellas fugaces.
Siempre estás impecable, siempre guapísima. Un servidor asistió lo mejor vestido que pudo a la
secreta, figurada y hasta podríamos llamarla esquizofrénica cita. ¿Con quién hablabas ayer
cuando saliste? Cuando nuestras partidas coincidieron y te quedaste parada mirándome hasta que
pasé por al lado tuyo. Un día sin tus ojos es un día perdido.
El ejercicio de la creatividad es un dulce período que se compone por todo lo referido a ti

Día siguiente, 20hs

La presión del boli sobre la hojita subdividida; las farolas municipales de la magnífica
Chinchibarra, las estrellas que puntean el cielo ocre: aquella miscelánea de prodigios aliviana un
poquito la impotencia de no poder ir a buscarte. Ya estás por salir, y verás las mismas cosas que
un servidor puede ver por la ventana… Lo que me duele es que no las veamos juntos.
Esta noche preciosa no alcanza para consolar que cansa la ausencia de tus miradas. El amor es
lo mismo que la creatividad en ejercicio. El ejercicio de la creatividad es un dulce período que se
compone por todo lo referido a ti. No existe positivismo lo suficientemente poderoso como para
contrarrestar el continuo saudade que te invoca. Ya van dos años de miradas, y no importa donde
pero quiero estar a tu lado.

20 de enero, 8.20am_Mi queridísima Señora, Después de verte por 4 días seguidos, Long May
you Run decora otra vez el metódico paso en limpio de otra epístola que te nombra. Tu presencia
intangible ha crecido en mi corazón como una liana de ipomeas sempiternas. Así comprendí que
los sueños no se trataron de vaticinios o extrañamientos: son los extremados anhelos que uno no
podrá cumplir.
En el de ayer, llevabas el pelo suelto y anaranjado, al contrario del último día que te vi, que lo
tenías atado y tu color iba tirando al bordó. Uno va entendiendo el amor de los demás una vez que
llega el suyo. Cuando te miro siento que no habrá nadie como tú en el mundo.

21.45hs_Y así, finalmente, esta semana pude cumplir otro de mis sueños: verte todos los días.
Aunque no me miraste fijamente, te diste vuelta para saludarme con la mirada, pero a mitad del
camino pareció que te arrepentiste. Y entonces tus pupilas no me llegaron al alma.
22 de enero, 6.10am_Ahora se llama Ce. Pero te lo había presentado en estas hojas como Albur:
se ha desojado por completo, como si fuera una margarita y Dios hubiera estado jugando al me
quiere, no me quiere. Parece una jabalina de complexión sinuosa, clavada en una maceta verde
manzana. Esta semana, los entrecruces de nuestras miradas han coincidido más seguido que de
costumbre. La ignorancia de tus actos me concedió una estúpida felicidad, hasta que ayer regresé
para verte. Dios hizo que nuestros acercamientos parecieran mágicas atracciones providenciales,
sin embargo solamente fueron triviales coincidencias que no significaron más que unas dosis de
buena suerte al poder mirarte a los ojos una vez más.
A pesar de todo no dejo de amarte. Aunque estés con otro hombre no dejo de pensarte en todas
mis soledades. Todos los días recuerdo como te acercaste después de mi primera carta. Cada
instante es una rememoración de alguna frase tuya o de tus miradas.
Como una marquesina de pueblo en madrugada

25 de enero, 2017 22hs_La noche se encarga de mistificar a la ciudad de Salamanca. Entretanto


el futuro que nos llega pone en jaque a las profecías que vaticinaron al amor para nosotros. Hoy la
totalidad de las cosas se han orquestado de manera que la pluma testifique que este será el último
cuaderno de Rummenigge, puesto que esta mañana supe lo inevitable: estás viviendo con él. Igual
que el petróleo puede llegar a tapar la superficie del mar, la inmensidad de este amor enterraba las
pequeñas suspicacias que me navegaban el alma desde hace tiempo, pero que resultaron verdades.
Así la verdad, por más sólida que sea, se vuelve vulnerable y dudosa ante las innumerables aunque
también ficticias ilusiones que puede elucubrar un enamoramiento a primera vista. Todos los
sueños que he tenido contigo parecería que el destino los hubiese traspasado a mi corazón y mi
mente porque los estabas viviendo junto a otro hombre. Dos años tejiendo una y otra ilusión de que
estuvieras sola y algún día vinieras hasta mí, se han ido súbitamente con el conocimiento de que
vivías en contubernio. La mentira viviendo en los pensamientos que se forjaban sobre ti se había
explayado a mi vida como un reflejo de mi suerte. Por eso cada vez que te miraba y me sentía feliz,
alguna desgracia acontecía en mi día a día. ¿Qué haré ahora con el acopio de ilusiones que me
han acompañado en todo este tiempo? Este cuaderno se había iniciado con una dedicatoria a tu
nombre, pero ahora ni siquiera cabe en él un insignificante mote que se refiera a una partícula de
tu existencia. Cada día llegarás a una casa ocupada por alguien que te espera. Aquél es el mismo
que te buscaba disimuladamente cuando tú, quizá, aguardaste la llegada de un gentilhombre.
Lamentablemente, el respeto a la fecha en que volví a verte fue demasiada espera. Él fue a ti, y lo
aceptaste como a un río, como a una montaña a la que vemos todos los días a través del cristal
hogareño de nuestra ventana en la habitación.

El que no estés en pareja ha sido la plegaria más importante que Dios no supo concederme. Ni
pedir de nuevo a Dios, ni tampoco dejar amarte, podría romper con el sistema de lazos amorosos
que se ha formalizado a lo largo de estos 2 años en mi corazón. En su dañina ingenuidad mis
esperanzas aún apuestan a que no le quieras lo suficiente, y con el paso de los meses, un maltrato
un día, una pelea al otro, se vaya desgastando el mágico hechizo de vuestro enamoramiento. La
inteligencia se va convirtiendo en espíritu a medida que se emplea. En donde antes hubo vida,
ahora sólo quedan dolientes sombras, como una marquesina de pueblo en madrugada. Y al cabo de
3 días, 2 años de poesía amorosa versaron un reproche atrás del otro. La voluntad llenó ese
cuenco con un número finito de versos y palabras.
Un jaque tácito

3 de febrero, 6.10am

Comenzó a llover. Nuestros vientos subtormesinos dan un jaque tácito a los cristales de los
consorcios charros, de arquitecturas muy meditadas. Y los sonidos del viento son similares a
cuando sacudimos las sábanas con vehemencia. Regresas de madrugada pero no como el amor,
sino como un niño que se va de casa y vuelve al pasar penurias. Te hubiera esperado más, pero
saber que vives con él desarmó las estructuras de mis sueños, dejándome sin alas para que mis
ilusiones continuaran adelante.

Tenía la esperanza de que algo mágico iba a pasar ayer. El día 2 del 2 es una simbología de la
importancia que ese número representa en mi vida. Pero lo viví como un día ordinario. Sin
embargo en el fondo de mi alma estaba esperando a que Dios impartiera sobre la Tierra un
acontecimiento único, milagroso, algo que cambie el sentido unilateral del rumbo de los
acontecimientos, de manera que mis ilusiones de ti comenzaran a revivir. Pero el jueves se
desempeñó al igual que los otros días que no encontramos señales de que nuestra felicidad está
cerca. Hoy me arrepiento de no haber ido a ti en los momentos que me buscaste. Me vuelvo loco
cuando veo los síntomas de que estás viviendo el amor con otro hombre. Cuando te espera para
despedirse tras la puerta y que nadie vea vuestros besos. Cuando le acaricias el brazo… cuando
vas hasta él.
El Waterloo de los renglones en blanco

Los consorcios parecen hechos de Lego, edificaciones de Tetris que se apilaron en lo profundo
de la pantalla, creciendo en un horizonte manso. 4 tienen sus orígenes en los terrenos de
Villamayor, 4 en los escasos árboles orillados en la carretera de Aldealengua, cuando un domingo
como hoy regresaba del rústico pueblo de Babilafuente: los almendros se refrescan en la
madrugada con la brisa subtormesina para admirar los consorcios del Barrio Garrido Norte,
hermosas ingenierías cuyas azoteas son bañadas con el amarillo solar en sus simetrías irregulares.
A veces me olvido de lo bien que me hace escribirte a mano, de cuánto lo necesito. Anotar tu
nombre en estos cuadernos, como si ese poético acto me fuera a otorgar la cercanía que necesito
de ti. Uno desearía que estos platonicismos amorosos alguna vez tuvieran la oportunidad de
cumplirse en vida. En cambio tan solo pudo amar a estos cuadernos manuscritos desde que te volví
a ver. Es inevitable seguir amandoté.
21hs_Pasan los días en la traumática batalla interna del no pensar en ti. Para ello me impongo
el cometido de no venir a escribirte cada mañana en estas cuartillas blancas. El Waterloo de los
renglones en blanco. Me duele el día, me duelen las noches. El cielo oscuro o escampado. Cada
jornada se termina en la neutral lejanía de mi propósito: que me vaya doliendo menos que existas.
Ni el televisor ni la radio extinguen de mi interior a tu cara permanente, que ya parece un incendio
apasionado que se formado por mil millares de focos destructivos. Todo se ha convertido en el
fatuo intento por olvidarte. Mis líneas ya no llegan a tus manos blancas, tu mirada infrecuente
ahora no me detiene el paso. Quizá he tenido la fortuna de que otros textos hayan sido investigados
por ti, mas ahora sufren el desprecio de tu compromiso con otro hombre. En mi historia cíclica los
ánimos reiteran el dolor de otros desamores, que duraron por años.
Viernes, 23.15hs_el interés de mis planteos va cambiando poco a poco. El hilacho infinito de las
fantasías es frenado por un oportuno sentimiento de repugnancia que me pudo causar el saberte
con alguien más. Demolí los castillos literarios que se fueron construyendo con el amor a tu
existencia. Aprendí que una verdad dolorosa también cura, si es que nos corrige el hábito de que
supongamos equivocadamente que nos quieren. Pero ahora sé lo difícil que es volver disimulando
que no ha pasado nada. Y que un corazón roto no es algo eterno. De nuevo la sensible compañía
de estas letras hizo más llevadera la carga de otro desamorío. Borges también fue una gran
compañía en el itinerario de los minutos en que tu imagen empezó a despegarse de mi alma,
mecanismo que forzó la noticia de saberte dormida junto a él.
No hay a quien culpar, únicamente a los consolidados azares que los escondieron a mis ojos por
tanto tiempo. Hoy temo sentarme aquí para depositar aquella maltratada fe en los melancólicos
versos de un poema que te nombre. Igual de grande fue la decepción con el destino –con el amor o
con la Providencia-; en todos aquellos divinos mecanismos aposté una espera de dos años a que
algún día llegarías.
Día siguiente, 5.10am_Los camiones de la basura son a la quietud de la madrugada
subtormesina lo que un trastornado puede ser para la familia. La última herida la perpetró mi
destino el miércoles 25, fue decisiva. Yo era el tonto que edificó su casa sobre la arena. Y cuando
los vientos de la realidad increparon uno a uno en los desprevenidos muros de mi incauta fortaleza
de ensueños… todo se desmoronó. No volví a soñar contigo, sin embargo la conmovedora imagen
de tu perfil continua siendo la sentida obra que inaugura cada amanecer a la ya sombría función
de mis pensamientos. Hace años viví unos días como estos. Aquellos fueron peores, por cada te
quiero he soltado un mar de lágrimas. Y cuando posó un año, ella volvió. Hubo tantos regresos,
pero nuestros corazones nunca estuvieron listos al mismo tiempo. Dejé de creer en Dios, aunque la
idea de que hay milagros es lo que me hace seguir luchando cuando las causas ya están perdidas.

14 de febrero, 2017
Es sufrimiento más pequeño amarte sin tenerte que intentar de arrancarte de mi alma a
fuerza del olvido

16 de febrero, 2017_Todo el día me resistí para venir a escribirte, pero finalmente encuentro en
la simpleza de estas líneas el pequeño y efímero desahogo de no tenerte. Parece que todo estaba
predestinado para que sucediera así. Que los haya visto juntos sólo después de entregarte los dos
años de oraciones que se recopilaron en estos textos. Fue culpa de ambos, nadie te pidió que
abrieras estos sobre que que estaban sellados sin remite alguno. He caído en un círculo vicioso
que tiene origen en las postrimerías de las madrugadas subtormesinas, y comienza a fluir a través
de una copulación telepática a fuerza de escrituras cursivas en un papel, logrando así que
durante el resto del día tu intangibilidad me duela menos. Aquel secreto y malicioso circuito va
perdiendo su efecto a medida que nos aproximamos hacia la medianoche. Y al despertar tu
imagen crea en mi alma la necesidad de venir a escribirte otra vez.
Día siguiente, 22.25hs_Ayer se cumplió un año desde que te conté el significado de tu nombre.
Aquella vez, literalmente, cumplí un sueño. Lo recuerdo como si fuera hoy, tus mejillas sonrosadas
y tu mi mirada huidiza, que se escaqueban al serntir el apriete de una respuesta, cuando agachaste
la cabeza para ocultarme el rubor. Y exactamente un año después veo tan improbable cumplir el
sueño de estar alguna vez a tu lado como una nevada en agosto. En virtud de esa improbabilidad,
algo está pasando: otra va colonizando a mi mundo interior, tal como lo hiciste tú cuando había
otra en mi corazón. Aún así siempre me llena de felicidad el regreso de tus miradas. Sin embargo
ahora súbitamente se pone en punto muerto la aceleración de las ilusiones que contornean tu
existencia, debido a la memoria que te vio acariciando su brazo, ajenísimo a mis sueños. También
colabora a mi desconsolación la irremediable imagen que te supone en maravillosas convivencias
junto al hombre a quien perteneces. Intento de que aquellas visualizaciones queden sepultadas bajo
los chelos y violines de Bach.
18 de febrero, 22.30hs_Ayer fue la primera vez que percibí la demanda de tus miradas como un
reclamo de mis sentimientos, y esta tarde lloré igual que un niño cuando llegué a la inevitable
conclusión de que finalmente nos amas a los dos. En contra de esta sapiencia, conforme los días se
van pasando, sigo esperando la llegada de tu amor a mi vida. Hago memoria y me doy cuenta de
que los días de febrero se han ido yendo entre estas anotaciones y hondísimos extrañamientos a tu
imagen. Van a cumplirse 31 meses desde que volví a verte, y tu recuerdo me acosa en cada
despertar. No puedo seguir pidiendo a Dios por olvidarte, pues es sufrimiento más pequeño amarte
sin tenerte que el que puede sentirse al intentar de arrancarte de mi alma a golpes del olvido.
Las estrellas brillan menos cuando se está yendo el amor que una vez las contemplaba

Se fueron las estrellas y el amanecer subtormesino nos ha dejado un cielo celeste pálido.
Semejante a la metamorfosis de ese cielo, mi raciocinio cambia finalmente de variantes. Una
derrotista confusión que aún no se decanta por saber en cuál de todos los posicionamientos de tu
amor puede hallarse la existencia de este gentilhombre. Y otra vez cada mujer de esta ciudad
comenzaba a ser tú. Hoy puedo escribir las palabras que antaño no articulé por temor a
pronunciar una profecía fatal. Pero lo cierto es que en mí vivía la esperanza de estar contigo. He
ido tachando la verdad con eufemismos que defendían la posibilidad de que en tu corazón habitara
solamente este devoto de tus átomos y tu existencia.
Las estrellas brillan menos cuando se está yendo el amor que una vez las contemplaba. Si por lo
menos pudiera ver la seda que me sacara del laberinto de tus imágenes.
19/02/2017_Todo comenzó en la inocencia de nuestras miradas. En cada convivencia bajo un
mismo techo, estas aprovechaban para vigilarse con vehemencia.
Su imagen, mi señora, no acompaña tanto como antes los sustantivos. El opio de esta vida
consiste en imaginar que alguna vez podrías celarme sabiendo cómo amo a otras. Fue mentira de
la esperanza aquello de que con el tiempo todo tiene su ocasión. Mínimo consuelo para mi corazón
roto fue saber que he cumplido con el propósito que nació en mi alma pocos días después del día
en que volví a verte. La franqueza de tus miradas hizo que otra vez nazcan sueños en mi capacidad
de amar. En sus ingrávidas sustancias apoyé mis alas rotas, y así pude limpiar mi corazón de las
insalubres contaminaciones de los fracasos.
Ahora ni siquiera los pensamientos quieren finalizar con el fogoso sufijo de tu nombre

21 de febrero, 5.10am_Había pasado un año desde que la realidad logró partir en dos a mi
ilusión. Ella continuaba siendo mi último pensamiento de los días. Amándola fui aprendiendo a
soñar cosas bellas en el insomnio. Y manejaba las cosas día por día, como me lo había enseñado
Ceci. Los días se pasan sin que consiga completar las 3 cuartillas que antaño te escribí a diario. El
paso del tiempo ha menguado la velocidad de los pensamientos que te aclaman. Y aquel amor al
que elegí renunciar por esperarte, hoy va conquistando los minutos de los días. Parece que la echo
en falta a ella en lugar de a ti. Las 3 cuartillas diarias antes se completaban dulce y
apasionadamente, ahora sólo parecen blancuzcos témpanos infatigables que combaten la
creatividad de mi pluma en una lid de forcejeos entre los espacios vacíos y la vehemencia de la
tinta azul. El tiempo de esta empresa antaño abría las alas para irse volando y dejarme esposado a
una línea de esquizofrenias reconfortantes que únicamente te soñaban a ti. Ahora ni siquiera los
pensamientos quieren finalizar con el fogoso sufijo de tu nombre. Y la eterna vigilancia de tus
pasos hoy tan solo son diminutas remembranzas que a veces me recuerdan cuan vivo estuve
mientras escudriñaba la vida a la espera del minuto que entrelazara nuestros destinos.
Dios no quería darme esperanzas tal y como creí. Al final resultó que la verdad de mi amor
inclinaba la interpretación de nuestros confusos encuentros a favor de las ilusiones de estar alguna
vez a su lado.
Aquellos que fueron importantes para nosotros siguen vivos dentro de cada quien

Hoy te sigo escribiendo, aunque sin albergar en el alma la esperanza de que algún día estas
líneas lleguen a tus manos. Cada vez que leo sobre algún romántico reencuentro sigo ubicándome
junto a ti en las emocionantes escenas de sus tramas. Una parte de mi mente aún está partida en
dos y conversa contigo como antes. No puede haber milagro si mis sueños cumplidos necesitan el
sufrimiento de un ser humano desconocido. Esa es la razón por la cual no suplico a los Dioses que
me ames. Pero tampoco puedo ser feliz junto a otra mujer sabiendo que tú eres parte intrínseca de
mi escritura.
¿Puede convertirse el luto en un poema? Para que así no me mortifique tanto el recuerdo de que
una vez te quise.
Domingo 26 de febrero, 6.10am_Aquellos que fueron importantes para nosotros siguen vivos
dentro de cada quien. Instalan sus personalidades en nuestro ser. Opinan, discuten o se quejan
también. Tratamos de imitar lo que admiramos, y así se va formalizando nuestra manera de ser.
Nadie nos enseñó que hemos de ser auténticos. Así hermoseamos frases ajenas con uno o dos
adjetivos, o también les metemos algún sinónimo y luego las practicamos como si se nos hubieran
ocurrido a nosotros antes que a nadie. Es que somos tan vagos para pensar que después queremos
disimular nuestro vacío fingiendo que algo ajeno se nos ocurrió a nosotros. Pensamos ideas que no
nos llegan de nuestro espíritu. Mientras vamos envejeciendo lo cotidiano nos soborna con dosis de
comodidad, para que así renunciemos al arte de la reflexión.
22.20hs_Y ahora que ya no formas tanta parte de mi alma, miro en introspectivas revisiones y tu
imagen ya no está en donde antaño estuviste tú. Hoy en su lugar hay tan solo parapléjicas
obscenidades que esconden la viva cicatriz que se extiende sobre los frondosos fondos abisales de
mi pecho. Aquellas superficies insondables son sobrevoladas por otras dos imágenes: un viejo
amor y el amor que no ha surgido todavía. Ahora que te sé en brazos de otro cada día que se va,
vivir sin ti se volvió un poco más fácil. Los recuerdos que me han quedado de él siempre van
acompañados por una dolorosa vergüenza ajena.
2 de marzo_Hoy se cumplen 31 meses desde que te vi de nuevo. En pocos días más se va a
cumplir un año desde que te regalé el disco con muchacha. ¿Con qué nos saldrá el futuro? Durante
dos años te escribí sin saber que estabas junto a otro hombre. Cuando el almanaque me anunciaba
que inevitablemente ya habían pasado dos años fue que me acerqué hasta ti para regalarte sibilina
y anónimamente los escritos que hube hacinado en ese tiempo. Pero exactamente dos semanas más
tarde comprobé el vaticinio de mis sospechas: los vi de la mano. Los grandes enamoramientos nos
anulan el raciocinio. A pesar de todo aquello me pregunté si no estarás esperando a que me
presente, al recordar que hoy fue día 2. Se ve que todavía no me desenamoré del todo.
Este epistolario finalizará igual que comenzó: dedicándote alguna poesía en alguna hoja perdida.
Nada de lo que existe sabe sobre la culpa de pensar en ti antes que nada en la vida

3 de marzo de 2017, 7.30_Mi último sueño de esta noche has sido tú. Me llenó de positivismo y
esperanzas, además que de amor. Tenías el cabello castaño y te llamabas Merche, sumado a otro
nombre femenino; me tratabas con absoluta distancia, y no me mostrabas síntoma de afecto
alguno, en ningún momento del sueño. En venganza de tu desprecio, yo trataba de darte celos
hablando con otra mujer. Trabajabas tras la barra de un bar. Al terminar tu turno, te parabas en la
vereda para espera un bús. Los colectivos eran como aquellos en los que solía viajar de pequeño.
Cuando cogías el tuyo te miraba cómo escogías dónde sentarte. El número de tu asiento era el 54.
5 de marzo, 2017_De nuevo la madrugada se inicia con un pensamiento de ti. Los ruiseñores
afuera, el reloj a cuerda en las 5.ooam, o la induísta pintada en el monedero de mamá: nada de lo
que existe sabe sobre la culpa de pensar en ti antes que nada en la vida. En el alma me atormenta
pensar que este será otro día sin ti. De todas maneras, pueden conseguirse muchas cosas. La
manuscrita más firme y más fluida; las buenas amistades que uno cosecha mientras espera el
milagroso arribo del verdadero amor, los libros y poemarios que uno ha ido finalizando en
consecuencia de la omnipresente falta de la persona amada. Sin embargo, todo lo que logre en un
futuro lo viviré como si fuera un fracaso, puesto que todo lo que fui construyendo hasta este día lo
había hecho para estar junto a ti.
21 ha_Hoy fue una tarde lluviosa. Ello le sumó melancolías al domingo para que te echara más
de menos. Las imágenes de tus cabellos recogidos y de tu carita pecosa aparecieron en mi interior
como un relampagueo oprimido. Pero ya no me hablas igual que antes, sino que me miras con tus
ojitos de caleidoscopio triste. Te amé demasiado como para atreverme a corregirte en algo. A
veces una chispa de esperanza cambia obstinadamente mi desilusión por una efímera e incauta
expectativa, mas todo cambia bruscamente al recordarte en los brazos de otro hombre. El relojito
a cuerda, los lápices o los elefantitos que cuelgan al lado de la ventana abierta: todo cuanto hay en
este cuarto fue perdiendo el alma que antes vibraba en ello, en tanto mi ilusión era una devota de
ti. Las paredes me increpan con un gotelé más grisáceo, para asfixiarme en el cuarto que antaño se
iluminaba con los recuerdos de tu sonrisa.
La secuela de haberte amado

6 de marzo, 6 menos cuarto de la mañana_Soñé contigo ceca del día 2, luego de mucho tiempo.
En la habitación de al lado, papá ronca como en sus mejores momentos. Detrás de la ventana los
camiones municipales rumorean sus cosas sobre las primeras funciones del día a día. De golpe,
todo es silencio otra vez. Mamá lo habrá empujado para que así ronque menos, y los camiones
funcionarios sacudirán los containers en otras calles más alejadas de aquí. Junto con los
ronquidos y los murmullos municipales también fue menguando el fervor apasionado que siempre
vibraba en mi pecho cada vez que evocaba tu imagen.
9 de marzo, 4.ooam_Inexorablemente, continuas siendo la primera imagen de mis días. Todo
desamor contagia nuestra personalidad con malhumorados tics que finalmente hallan razón de ser
en las subsiguientes soledades. Estas cómicas taras enferman a nuestra mente, que continúa
asociándolo todo con cosas lindas, o por lo menos con cosas que nos han gustado. Así yo sigo
practicando las cosas que te diría si te tuviese aquí delante. No es que siga pensando en qué te
regalaré cuando vengan los días 2, pero sí me entretengo al recordar las cositas que te fui dando
en estos últimos dos años de secretas entregas. Al igual que aquellas sentimentales secuelas, la
secuela de haberte amado sembró hábitos indomables en mi vida: al despertarme y antes de abrir
los ojos eres la primera felicidad que me devuelve a este mundo nuestro; la primera imagen que
amo... la primera voz que escucho. Y tú, cuando oyes mi nombre, ¿te pondrás colorada, igual que le
pasaba a doña Endrina? Es extraño, pero me siento mucho más aliviado desde que no vengo aquí a
escribirte tanto ni tampoco por tanto tiempo en un día. Es como si de alguna manera el hecho de
no escribirte a manuscrita me concediera el alivio que da el olvido. ¿Cómo completaré -pienso-
estas hojas ahora que mi alma ya no tiene almacenada aquella ardorosa necesidad de estar a tu
lado?
Psicología barata y algún oxímoron

Algunos días el olvido ya va ejerciendo su cualitativa mella, y la imagen de otra mujer aparece
en mi corazón desde que despierto. Pero la manuscrita que la describe parece ser de otro hombre.
Inexplicablemente, por medio de azarosos mecanismos arbitrarios, hay alguna insolencia del
pasado que revolotea en la ingrávida sustancia de mi psicología, igual que podría hacerlo una
molesta mariposa de la noche en la habitación cuando uno enciende la luz de golpe. Esta tristeza
omnisciente ha conseguido desencadenarme de la larguísima obsesión que te idolatraba en aquel
inseparable trascurso de los minutos. Cuando esto sucede uno escribe más centrado en la belleza
literaria antes que en la de su amor. Al morirse nuestro enamoramiento comienza la escritura sin
yo. No existe un destinatario prístino para las prosas. Al notar esto, uno se da cuenta de que el
dolor se produce cuando debemos abandonar de golpe a las ilusiones. Psicología barata y algún
oxímoron. Y finalmente, al cabo de unos años se bajan los brazos en la lucha por nuestros sueños.
Hasta que ayer, 14 de marzo, miré el perfil de tu cara otra vez.
Con una burguesía casi apática mirabas un monitor nacional. Supongo que poblarías los
momentos de tu vida para que se cumpla el horario de regresar a casa, donde emocionadamente te
aguarda él. Uno es un hombre más apuesto renunciando a decir y hacer para dejar contentos a los
demás. Al dejar de quererte estoy volviendo a casa; al desenamorarme de ti el pensamiento es uno
nuevamente. En este cuarto todo será silencio: los elefantitos no me hablarán nuevamente ni
parecerá que respiran, tan solo será su sombra sobre la blanquedad del gotelé memorizado. Pero
al menos tengo una buena noticia: ayer por la tarde hice el recuento literario de aquellas notas
escritas en tu ausencia. Y helo aquí, un poemario de 300 versos que empalagan. Y por supuesto:
casi está finalizada la bitácora de Rummenigge. Pero humanamente hablando no he sacado nada
en limpio, exceptuando el acompañamiento irrenunciable de los momentos vividos en la ausencia
tuya.
El Dorian Gray del amor que sentí por ti

18 de marzo_Y ya me ves, de nuevo aquí escribiéndote algo antes de ir a dormirme. Cuando


convoco el itinerario de tus imágenes, la respiración pareciera ser un alterado sube y baja de
inquietos átomos de oxígeno; y tu ya inapelable falta será el insobornable soporte tormentoso que
me perseguirá durante años y años como un fantasma ególatra. Igual que si fueran barcos en las
Aventuras de Aturo Gordon Pym. Él te estaba esperando en casa a que volvieras, mientras tanto yo
desde aquí pensaba que podría enviarte mis pensamientos de amor por medio de la telepatía
manuscrita. Estos 5 cuadernos a letra cursiva han representado el Doria Gray del amor que sentí
por ti. Me quedé aguardando a que el propio peso de las cosas fuera acomodándolo todo para que
finalmente se hiciese cierta la posibilidad de estar juntos. Sin embargo el reconfortable mundo de
mis ilusiones hoy se ha convertido en un extensísimo desierto. Aguardo con una expectativa de
similar anchura a que la vida me enseñe a soñar de nuevo. Pero en el fondo de mi corazón
continúo esperando a que la próxima oportunidad de amor seas tú.
19 de marzo, 5.15am_Puesto que la ventana del 5ºB rompió con su cíclico ritual de cerrado
desde que me dormí, en esta madrugada de cielos desconocidos continúo escribiendo para poder
armonizar mis días con la falta de ti. Mientras, entre tanto y tanto los almendros aprovechan el
frescor de la noche fugaz y la luz de las estrellas. Finalmente, la vida marca una distinción
importante: hoy mis problemas te han destronado de ser el primer pensamiento del día. Las
patológicas secuelas que me dejó el amarte desmesuradamente se han explayado a otras
relaciones. Verbigracia, practico las palabras y correcciones que posiblemente le diría a otra
mujer. Sin embargo, supongo que serán demasiado melodramáticas. El reloj ya mencionado marca
ahora las 5 y media de la madrugada. Desde que comencé a escribirte, hace 2 años, pocas cosas
han quedado sin mencionarte respecto a esta habitación.
Estos cuadernos son solamente para tu nombre. Aunque te escribo menos no sé si voy a poder
dejar de escribirte para siempre. Cada día que pasa te conviertes un poco más en mi pasado.
21 de marzo, 4.10am_Unas diez monedas se hacinan sobre el fumé formalizando el
impresionista contorno un espermatozoide futurista. El sueño de una nueva madrugada se corta
por una nueva intrusión de tus miradas a mi vida en el día de ayer. ¿En qué parte de tus
pensamientos tienes reserva para este gentilhombre? Solamente una vez volviste a darte vuelta
cuando me fui. Creo que soy la tentación con la que el Diablo pone a prueba la fidelidad que le
debes a otro hombre. Aunque cuando se van los días sin verte algún algo alivia un poco el dolor de
que ahora vivas con él.
El desamor vendría a ser el súbito reencuentro con un mundo de facultades que a simple vista
nos suenan desconocidas

Mi alma insiste en darme motivos para vivir mostrándome tu imagen como primer pensamiento
de la mañana. Mas para evitar pensar en ti tomo distancia de estos cuadernos durante algunos
días. Sin embargo, cuando despierto me doy cuenta de que desenamorarme de ti ha sido una inútil
empresa de la soberbia psicológica. Por esa doliente razón será que de inmediato intento negarme
a mí mismo tu existencia, y me culpo duramente por haberte pensado en los instantes de la vida.
Ahora que ya sé que eres de otro hombre, cada día comprendo un poco más que la ilusión de estar
alguna vez a tu lado ha dejado de ser una dulce motivación para vivir y pasa a convertirse en una
carga que iré dejando poquito a poco. Aunque como si fuera una trampa, como una tentación de un
destino adverso, hoy me arrimo hasta aquí para escribirte en otro día 2 de abril, el tercero desde
que tomé la decisión de dedicar esta escritura sanadora únicamente a tu nombre. Es entonces que
poco a poco va desapareciendo de mi vida la preocupación de que no vinieras a mí... y en mi alma
va quedando espacio para recibir a la nueva ilusión que se intrinque en mi destino.
El desamor vendría a ser el súbito reencuentro con un mundo de facultades que a simple vista
nos suenan desconocidas, pero que tienen el fin de reemplazar a una perpetua combinación de
fantasías que pululaban en nuestra mente cuando reinaba el amor. El que ya no me emocione
desbordadamente el leer un texto con tu nombre es una prueba veraz de que el olvido está haciendo
bien su trabajo. La tentación de ir a buscarte para saber si me miras es aceptablemente vencida
por alguna responsabilidad o algún que otro pasatiempo.
4 de abril, 10pm_La investigación de un libro sobre los sueños me hizo saber que los sueños
hipnogógicos de ayer han tenido que ver contigo. Sin embargo en los hipnopómpicos de esta
mañana la cara de otra mujer ha servido como la cálida representación de mi amor. Un alentador
símbolo, una aliviadora señal de que después de todo la vida continuará... aunque no sea a tu lado.
La diseminación de tus recuerdos es un arduo proceso que tiene resistencias de destino

17 de abril, 2017 6.00am_Hoy se cumplen 20 días desde que no sé de ti. Sin embargo cada vez
que despierto la llama de tu nombre substrae a todo mi ser de aquel mundo hipnopómpico para
situarme en otra esforzada vigilia en donde presenciaré cómo se esfuma el inerte fantasma de las
imaginaciones que te sitúan en el confuso escenario de mi psicología. La diseminación de tus
recuerdos es un arduo proceso que tiene resistencias de destino. Igual que cuando empecé a
amarte, que toda coincidencia inclinaba a mis pensamientos para desemboquen en tus imágenes,
pues ahora cada tantos lamentos me circundan representaciones de lo que estarías viviendo tú si
en algún momento me hubieras querido.
En mi regreso del enamoramiento por ti, noto que he cambiado en muchas cosas. ¡Hace tanto
que no rezo por escrito a los ángeles ni a Dios! Y es mucho más chica la fascinación por lo que es
o lo que era. El amor omnisciente ahora entrevista mi pecho de a intervalos quizá un poco más
sorpresivos. Tan solo hay una cosa que es constante: escribe mucho mejor escritura la tristeza.
19 de abril, 2017 6.30am_Recordando que algunas veces en mi vida el 17 fue un buen augurio,
cada vez que apunto el año soy de pensar en porqué hasta ahora no habré tenido un golpe bueno
de fortuna. Cada vez que medito en profundidad, salgo a la calle y encuentro alguna señal
relacionada contigo. Lo malo es que no te encuentro a ti. Un año atrás eran novios, después llegó
la noticia que desmoronó mi mundo idílico: estaban viviendo juntos. Ahora nada detiene las
imaginaciones que te ven construyendo una vida a su lado. Quien sabe si en un futuro me enteraré
con un dolor dudoso de que ya hay planes de boda o quizás veré creciendo un vástago en tu
vientre, mientras caminas despacio, sujetándote las lumbares. O cuando dejes de venir a trabajar,
que ya no tendré un lugar en donde dejarte secretas flores o epistolarios. Sin embargo hay algo
invariable. Aunque no te vea continúas siendo el primer pensamiento de mis días. Te acompaña la
aparición de los roncos motores municipales de los camiones de la basura, el paulatino despeje de
la oscuridad en el amanecer subtormesino. Mas si el destino de estar juntos existiera en algún
punto recóndito del futuro insustancial: entonces quiere decir que estos dos años de incautas
escrituras quizás hayan logrado mantener viva en mi alma la llama de un enamoramiento kármico
y enloquecedor. Entonces ahora tan solo deberé esperarte hasta que la mágica oportunidad para
estar juntos suceda. Sin embargo, el agridulce proceso de esta espera es tu imagen acompañada
por la amargura de saber que ahora despiertas junto a otro hombre. Lo peligroso es que luego de
todo este tiempo reviso lo conseguido interiormente y llego a la apática conclusión de que fui
dejando de creer en muchas cosas: le he perdido bastante respeto a Dios.
Fue necesario un tiempo de sequía en el vado de mi creatividad para que estas epístolas que se
habían vuelto casi-casi desabridas recuperasen su floritura

1 de mayo_Se siente extraño ver que pasan los días tratando de no repetir los infructuosos
romanticismos que inevitablemente gobernaban en los minutos de mi vida cuando aún la noticia de
que vivías con otro hombre no había llegado a mí. Fue necesario un tiempo de sequía en el vado de
mi creatividad para que estas epístolas que se habían vuelto casi casi desabridas, recuperasen su
floritura. ¿Qué designio fatalista anda augurando nuestra causal Providencia, cuando en su
premonitoria numerología ha elegido este elegante 1ero de mayo para mi obtuso regreso al papel,
y no alguno de los otros 30 restantes? Mientras yo te escribo aquí, las maniobras de un estricto
destino llenan a tu corazón y a tu mente con las imágenes de otros amores.

El miércoles hemos vivimos otro 2 de agosto. 3 años después de volver a verte, cada pocos
minutos, Ennio Morricone se cuela por la ventana somnolienta del 5ºB, romántica consecuencia
del vocerío oligarca del cine de la Torrente, para así regresarme en un viaje interior a los mágicos
momentos de una traumática niñez allí, en mi añorada Quilmes, cuando se estrenó la sensible
Cinema Paradiso. Y entre un sinfín de reminiscencias me pregunto si no estarás por ahí entre la
muchedumbre nocturna. Si reconoces la espiga de trigo como mía, querrá decir entonces que
habrás abierto la entrega anterior: en un disco gris te copié la bitácora que escribí para ti, a lo
largo de estos 3 años.
Lunes 14 de agosto, 2017_Tu nombre se ha disparado en una seguidilla de ráfagas por los
rincones de mis melancólicas soledades. Una y otra vez o una vez tras otra, en los últimos 5 días de
una solemne aunque complicada Salamanca, al prender el móvil, al prender la tele, tu nombre de
seis letritas aparece esperándolo o no. O sea ya si desisto de esperarte, ya si con amor me rearmo
de paciencia para seguir aguardando tu llegada. Sin embargo, a pesar de estas intrincadas señales
de la Providencia, hoy no diste vuelta la cara como antaño, para fascinarme con tus ojos
cristalinos.
27 de agosto, 2017_Paulatinamente, las mujeres que caminaban por las calles de Salamanca
fueron dejando de convertirse en ti. Sin embargo, hoy empecé a echar de menos aquella patológica
metamorfosis, sentirme totalmente vulnerable ante la excitante posibilidad de verte aparecer. Los
días fueron pasando sin que la perpleja aparición de tu nombre se reiterase en ninguna parte. Sólo
mi mente enamorada se anticipa a los sucesos inexorables, y hace fuerza con el desesperado
pronunciamiento de tu nombre: Mireia.
7.50am_Regresamos a los viejos hábitos esperando encontrar en ellos lo que el destino nos
negóantaño. Personalmente, luego de una estación en que las letras dedicadas a tu nombre han
reposado, regreso al hábito de escribirte para sentir que esta pequeña papeleta rayada me
ofrecerá el útil consuelo del desahogo por cada verdad que apunte. Después de cuatro meses me
reencuentro con la tenue claridad del amanecer. Todo está en donde lo dejé: paseo de los Cerezos
no menguó la cantidad de estacionamientos a los dos lados de las aceras; los rojizos consorcios
con ventanitas cerradas y abiertas aclaran el color de su ladrillos a la vista en un día
seminublado. Tiemblo al pensar que las posibilidades de caos ya son un hecho en los procesos del
tiempo inapelable; la vuelta al hogar de algún pariente neurótico no puede revocarse del
enfermizo itinerario de esta familia disfuncional. La virulenta locura de mamá perpetra sus
atacantes manifestaciones de odio todo el tiempo. Con su desquicio ejercita mi fe en la plegaria.
Nuestro último entrecruce consiguió la recuperación de tu nombre a mi vigilia

5 de septiembre, 2017 10pm_Los almendros cantan en el balcón nuevamente. Las estrellas de


Salamanca recitan dulces nanas a la ciudad somnolienta y templada. Después de casi dos meses
hoy hemos vuelto a coincidir bajo un mismo techo. Y cuando te fuiste cantabas, igual que la última
vez que te vi, como si festejaras habernos visto. En el tiempo de nuestra distancia ningún otro
pensamiento te quitó de ser la primera imagen de mis días.
Día siguiente, 9.40pm_Hoy, el recuerdo de ayer no me entusiasmó tal como lo hizo al vivirlo. Ya
en el viceversa de las emociones, cada vez que te recordé, he vivido una desconfianza, una
sospecha de que fueran posibles las ilusiones de estar alguna vez junto a ti.En eso consiste nuestra
vida, un repetitivo sube y baja que va oscilando del intensísimo amor hasta el apático sentimiento
de que todo se va olvidando.
Hoy te he cruzado, pero desvié la mirada cobardemente para que ni tú ni yo sintiéramos
incomodidad. Es muy difícil que la coincidencia tenga el capricho de repetirse dos veces
consecutivas. Al ver que otra vez vienes a mí, dos hipótesis transitaron por mi entendimiento. Que
tú al verme adelantaras tu salida para que nuestros tímidos pasos coincidieran en el mismo salón.
Otra es aún más esperanzadora, pues si no fue tu voluntad manejar el tiempo para que nuestro
entrecruce parezca una cruda casualidad, pues entonces, Mireia, quiere decir que el destino nos
está dando indicios de que Dios apoya que cada tanto nos encontremos.
Día siguiente, 10pm_Te escribo de nuevo, mi bien, entre la noche y una oportuna efervescencia
de sentimientos de amor enamorado. Hoy me asaltó tu imagen. Vestía el cuerpo de otra mujer, un
cartel impedía el desvelo absoluto de su perfil. Pero mi subconsciencia la transformó en ti, ante la
posibilidad de que fueras tú. Aquella no fue la primera obsesión del día; nuestro último
cruce consiguió la recuperación de tu nombre a mi vigilia. Como si a través de la lejanía quisieras
susurrarme alguna frase, tu nombre es un fogueo que alumbra la opacidad de mis imaginaciones.

8 de septiembre, 2017
Sólo me queda pensar que Dios es el responsable de que otra vez nuestros destinos se estén
cruzando cotidianamente

28 de septiembre, 22.40hs_Como los astros que se desplazan en la noche subtormesina, así,


lentamente, la pluma avanza hacia el final de las cinco cuartillas en blanco, del que será el quinto
cuaderno de Rummenigge.
Ya van 4 días seguidos que de cruzarnos, tantas veces como al principio, cuando venías a
buscarme cada noche a las 9 menos cuarto, haciendo que venías a despedirte de tus compañeras
hasta el otro día, cuando en realidad te acercabas a curiosear qué estaba haciendo junto a
Mercedes. Me aterra pensar que no es voluntad tuya el que nos encontremos de nuevo, pues si no
eres tú quien fuerza la coincidencia para que tengan función nuestros roces por el pasillo, sólo me
queda pensar que Dios es el responsable de que otra vez nuestros destinos se estén cruzando.
30.09.2017 16hs_Ingreso en la etapa que por ratos empieza a echarte de menos como antaño. En
este mismo instante me parece una imposibilidad que no te estés acordando de las palabras que un
servidor te habría dicho alguna vez. Me alcanzará el recuerdo permanente de los pocos instantes
en los que me acerqué hasta ti, para así amarte cada momento de los días y de los meses en que no
se desgaste el recuerdo de ti.
Mismo día 22.10hs_Esta es otra noche, Señora mía, que nos acerca al frío del otoño. Así como el
tiempo se acerca a las temperaturas más ateridas, igual el paso de los días va acercando a mi
corazón hacia el olvido. Conforme el año ha ido avanzando, se fue haciendo más opaca la imagen
de tu recuerdo. Mi escritura recurre cada vez menos a las frases de amor que buscaron
conquistarte. Así se fue haciendo más honesta la substancia de esta escritura, que ya no
busca adjetivar innecesariamente un sustantivo, ni que germinen difíciles florituras renglón por
medio.
Si acaso la Providencia quiere que nuestros velados caminos se cruzaran de nuevo en una
dramaturgia de encrucijadas

Domingo22.30hs_Las fuerzas hostiles complican el buen desenlace de este día, entrometiendo un


amague de sainete en el 5ºB de paseo d los Nogales nº7. Mamá está bastante mal, cada día que
pasa pregunta ¡No viste mi documento!, y se pone a dar vueltas y vueltas por toda la casa en busca
de su carnet. Ignoro si lo hace conscientemente, pero la vejez la ha vuelto una persona engañosa.
Se ofende si la corrijo, y generalmente pega dos gritos para que uno la deje divagar tranquila por
sus delirios de acusaciones a mi padre. Sigo creyendo que guarda un gran potencial dentro suyo,
pero se niega a investigarlo, supongo que por miedo a que no le responda bien, supongo que
también por temor a no encontrarlo y que el tiempo que emplee en ello se desperdicie.
Miércoles 21hs_ Señora, mi amada o mi dueña: hoy no sé cómo encabezar estas epístolas, ya
que de cualquier manera que te nombre hoy siento que ninguna te incluirá en mi Destino.
Prácticas de Zen han conseguido que esta tarde nos cruzáramos otra vez, aunque sin mirarnos
directamente a los ojos, igual que las dos o tres veces anteriores que fui a buscarte y estabas tú.
Termino pensando lo peor de todo, que todo fue cosa no más que mía... una fijación de enfermo de
alzheimer.
Jueves 21.30hs_Hoy te he mirado a lejos. Llevabas el cabello suelto y hablabas con un
muchacho alto. Vi tus colores fuertes, tan intensos como el orín del gato. Sentí esa fascinación,
como nunca en mi vida por otra mujer. A pesar de todo ya no me quedo penando por ti durante el
día. Un día en que no me duele tu ausencia. Sueños que no tienen el fin de conquistar aquellos que
he amado.

Un ecuánime aprecio por la vida fue ocupando

aquel lugar en mi corazón donde un día hubieron caras tuyas.


Una sabiduría ciega objeta y ratifica proféticos acates.
Ella se fue...

Y su ausencia dio lugar a una instrucción un tanto más incuestionable

Lunes 22.50hs_Cada vez que me acerco al papel para escribirte voy notando cómo la decepción
es al fin más poderosa que la pasión decreciente. Mañana por la tarde me acercaré al lugar en
donde tú posiblemente estarás, aunque no estoy seguro de cómo reaccionará mi corazón si te veo
después de todo. ¿Qué me dirán tus ojos si me miran nuevamente? O qué me dirá tu desprecio si no
lo hicieran. Si hablara de la noche en vez de ti mi espíritu se ofendería. Acapararía una
mezcolanza barata de sentimientos rotos si te tapara con descripciones ayapleanas. Recuerdo que
utilicé tantas veces a estas telepáticas oraciones a manuscrita con el fin de trasmitirte mi amor.
Una semana después, 4 de la tarde_Te vi por última vez el sábado a la mañana. Te acomodaste
para charlar con unas compañeras en un mostrador por donde yo pasaría. Ignoro si es que el sonido
atolondrado de mis pasos te habrá llamado la atención, porque cuando pasé me miraste. Si acaso la
Providencia quiere que nuestros velados caminos se cruzaran de nuevo en una dramaturgia de
encrucijadas, o finalmente no sé si es voluntad tuya que te muestres en mis caminos, porque tienes
miedo de que te vaya olvidando poquito a poco, paulatinamente, conforme las estaciones van
variando el clima de Salamanca, hasta que se cumplió el ciclo de otro orbitaje solar. Queda una hoja
por completar no más y así, amándote, finalizará la obra cursiva más extensa de mi vida:

Rummenigge.
Te esperé más de mil días

9.20am_Así, mi querida Mireia, terminará hoy de cerrarse -21 de octubre de 2017-, el 5tº y
posiblemente último cuaderno de Rummenigge. Después, tal como lo hiciera al principio, te
dedicaré esporádicamente alguna que otra hojita perdida en algún cuaderno que emplearé para
otros apuntes, o para alguna que otra amada que te habrá quitado parcialmente de mi corazón.
Fueron más de 3 años pensando en ti, en donde siempre te he sido fiel. Te esperé más de mil días. Y
el tiempo pasó muy pronto si pensé en ti.
22.05hs_Y aquí se cierra, querida mía, el 5tº cuaderno que se llenó con la sentimentalosa
escritura que te nombra. En algunos renglones más pondré punto final a las confidentes cuartillas
que te dedico. Ya no más noches subtormesinas, no más estrellas ni Rummenigge... no más Mireias.
Al irte tú vivo el costoso reencuentro con el Espíritu. Con honestas sentencias mnémicas, con el yo
de antaño... Con la verbosidad y la intelección.
Aconteció (4 versos)

Miré al cielo y allí había una estrella;


Se tapó con la noche planetaria.
Amaneció… ¡Aún la noche era!

La estrella ya no estaba.
FINAL DE LA RECOPILACIÓN DE LOS CUADERNOS

DEL DIARIO DE RUMMENIGGE


FIN
ÍNDICE

CAPÍTULO SEIS …................................ 5


CAPÍTULO PRIMERO …..................... 25
CAPÍTULO SEGUNDO ….................... 41
CAPÍTULO TERCERO …..................... 52
CAPÍTULO CUARTO …....................... 63
CAPÍTULO QUINTO …........................ 91

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