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Los primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl* / suan 5. artisas _ Investigacion { La inclusion en la lista del Patrimonio Mundial de la uNesco de los conventos situados en las faldas del volcan Popocatépetl, representa un reconocimiento internacional para nuestra arquitectura del siglo xvi, una de las manifesta- ciones arquitectonicas relevantes de México en toda su historia, Unica a nivel continental. Organizacién del territorio partir del 13 de agosto de 1521. fecha de la A= de la Gran Tenochiitlan, la conformacion el territorio que ahora es México se llevé a cabo mediante la creacién de una estructura de poblacién regional que se expandié en todas direcciones. Desde ka ciudad de México, tomada como centro y punto de par tida, se crazaron inicialmente los caminos que con- ducfan o bien hacia las diversas zonas pobladas, o bien, hacia las que mis adelante fueron susceptibles de ex plotaci6n econémica, como fueron las mineras de Za- catecas (1546) y Guanajuato (1548), situadas al norte de la capital, en la regién llamada Gran Chichimeca, tierra de grupos nomads. La distribucién de los naturales en la geografia cono- cida y accesible en aquellos momentos, fue reestructura- da mediante la reduccién a po (es decir, por medio de la creacién de localidades en las cuales se con- ron los Tos alrededores, quienes ha- ‘bian vivido tradicionalmente organizados en familias nucleares, dispersas en amplias extensiones de Terreno. En las poblaciones seria posible adoctrinarlos en la fe cavdlica y habituarlos a vivir em policia como entonces se decia, o sea, en relacidn civica con los vesinos. Con- tinuaba Gprteamemerteineion entre‘ iu dadano y el hombre rudo del campo. ~~ —trevanggizadon de Tor imtigeras amicricanos serfa el tema fundamental de la poblacidn y la justi de la presencia de Espana en América, Se persegu‘a, simulté- rneamente, la expansién del tertitorio dependiente de la Corona, basado en una economia de autoc sumo, cUyos excedentes, con el tiempo, podrian llegar a comerciarse con otras de las zanas o regiones que componian la Espafia de aquellos tiempos. Se propicié un auge econémico al convertir un sistema basido en el trueque por otro mone- tario que producia excedentes. Un sinfin de variedades de plantas y animales domésticas fueron traidas y levados de un lugar a otro. El entiquecimiento seria intercontinental. Factores decisivos para estos logros fueron la consis- rencia de la organizacién y también la permanencia en el territorio, durante mis de un siglo, de las érdenes frailes- :: franciscanos, domi- nicos y agustinos, principalmente; asTeomo el desarrollo “Togrado por ls culturas mesoamericanas vigentes a la lle- gada de los espafioles, que permitié la integracién con las formas de vida y la religiosidad venidas de allende los mares, circunstancias que no se dieron en otras zonas del continente americano, Es evidente que se hizo necesario conformar una so- ciedad que habria sido imposible de imaginar antes de los “sucess de tierra firme”, porque las formas de vida de dicha sociedad naciente no tenfan paralelo conocido ni en Mesoamérica ni en el Continente Europeo, Amé- rica fue, de esta manera, nuevo continente para propios y extrafios Los naturales pasaron de la religiosidad prehispanica, conjunto de ritos que normaban y condicionaban fatal- mente su existencia, ala reli religiosidad permaneci6 y fue lazo de unién, pero la re- ligion concreta les fue cambiada. Atin asi, el cosmos del cristianismo proporcionaba un lugar para el individuo que jams habia sido conecbido en el mundo prebis- . siempre sacrificado a sus dioses y a las pricticas ceremoniales ofrendarias. Es rales habrian de encontrar cabida y posibilidades de de- sarrollo en la nueva religién y en la nueva sociedad que se estabs creando, muchos de ellos incluso estaban orgu- Hlosos de su nueva fe, De no haberse producido el encuentro se huubiera llegado al aniquilamiento de uno de los dos grupos, como ocurrié en otras latitudes y el encuentro, segiin vamos viendo, fue fructifere. osidad del cristianismo. La Distribucién de las érdenes mendicantes: Para organizar la evangelizacién de los territorios arribarian, en 1524, los doce frailes de la Orden de San “Ma&iico, Tlaxcala, Texcoco y Hucjotzingo: la quinta ‘Gaar Gusds ovablccida cn. Cuernavaca; somo primer paso para la penetracién hada dl poniemte y el sur. “Tomando como residencia estas poblaciones, a los fran- ciscanos corresponderia incursionar, antes que a nadie, en la mayor parte de los lugares accesibles de que se ab tenia noticia, hacia los que se expandieron en todas direcciones. Desde Huejotzingo fundaron los conven- tos del costado oriente de los voleanes: Calpan, Tochimilco y Huaquechula La Sierra Nevada, nombre que pusieron los conquis- tadores a les voleanes de nieves perpetuas Popocatépetl ¢ Ixtacthuatl, habia sido conocida por el ejército de Her nan Cortés desde su Hlegada, en 1519, a la Gran Tenoch- titan. Entre los dos voleanes se encuentra el Paso de Cortés, asf llamado por haber sido elegido desde Tlaxcala como el tinico camino seguro hacia el territorio mexica del Valle de México. En las faldas de los voleanes se ubi caba Huejotzingo, y préxima a ellos, Cuernavaca, Algo mis distantes, Tlaxcala, Texcoco y la ciudad de Mexico, los dos tiltimos sitios ya en plena regidn lacustre. Cuernavaca y Oaxtepec habian sido poblaciones forti- ficadas mexicas que dominaban la regién del oeste. Se- re esta fie la razdn de que los dominios, legados guram en 1526, fundaran casa en Oaxtepec en fecha tan tem- prana como 1528. La orden de predicadores se lanzaria hacia el sus, hasta Oaxaca, Chiapas y Guatemala, donde se asentarfan slidamente, por lo que el paso por la zona de los volcanes les era necesario. Se apoyaron en Tepotathin, camino de Méxice, y fundaron casas en Tetela del Voledn y en Hueyapan, las cuales, aunque de pequena magnicud, conectarian con Chimalhuacsn-Chalco y la zona oriental de los lagos de México. Los ustinos leg: pafia en_1533, afio en que TncuTsTonaron en Ocuituco, para fundar ‘su primera casa, Crearon la linea de conventos dela estado de Morelos, que consolidarfan a mediados del si- glo Xvi con los de Totolapan, Yecapixtla, Tlayacapan, Adatlauhcan y Zacualpan de Amilpas, Desde aqui evan. gelizaron la Tierra Caliente, a Tlalndhuac con el valle de Amilpas, y se expandieron rumbo a la costa de la Mar del y Chilapa) Era la primera de las ues rus que marcaron en el pais, las otras fueron la Sierra Alta de Hidalgo y dl antiguo reino de Michoacin. Sur, en el actual estado de Guerrero (Tlapa Relicin ensre los expacios abicrts y la pare constraida en ertareconatitucin de Ocuituco Aebida John Me Andrew, 1964, Arquitectura a cielo abierto En el dmbito de la arquitectura y del urbanismo, las nuevas necesidades por satisfacer derivaron en progeamas arquitect6nicos distintos de los conocides, y ello produjo edificios y poblados también originales. Atin cuando en las iglesias se celebrase el ritual catlico tradicional, varié Ja forma de llevatlo a cabo debido a que las costumbres de la propia tierra diferian de las de Espatia y del cesto de Europa. Entre ellas destaca la de reunitse al aire libre, cit- cunstancia que el clima extremoso del Vio Continente hu ra imposibilitado, Se crearia asi una particular relaciéa entre los espacios exteriores y los incernos de aquella arquirectura religiosa, oasis singulae enuee_cl fens ef dere. En primer jugar, la constru sobre el paisaje natural para con- vertirlo en recinto sagrado abierto al aire libre, por medio de elementos arquitectnices para conformar platafor mas, allanado de montahas, muros de contencién de te- rracerias, movimiento de grandes voltimenes de matetia- les, y en fin, técnicas que el mundo pechispénico mane- jaba con maesirfa. Esto, siempre y cuando los nuevos edificios no fueran levantados sobre centros ceremonia- les prchispinicos, caso en ef cual los esealonamientos del terreno podrian estar ya dados. No quedaban exentos los sitios de caracteristicas sig- nificativas que empezaban por la eleccién del lugar para el emplazamiento del edificio religioso, el cual debia verse desde todas partes, proximas y a la distancia. Por razones de prestigio y de organizacién vital, la religion debia hacerse presente por sobre todas las cosas, y su medio era la arquitectura. Los conventos del siglo xv1 sirvieron como centro visual rector del urbanismo, del paisaje y de la vida misma, aspectos que giraban a su alrededor. No es de extrafiar, entonces, que los emplaza: mientos destacados fuesen buscados con absoluto conocimieato de su significacién y trascendencia. A la conciencia de su efectividad psicoldgica se aunaba la ex- periencia ya vivida antiguamente en los emplazamientos mescamericanos, en sus espléndidos centros ceremo- niales, dirigidos mas que a los hombres, hacia el fs mento, sicmpre hacia las deidades cosmogénicas y hi las constelaciones: plena arguitecruna abierta hacia las esferas celestes. Es, de esta manera, como se inventaron las_capiles abjertas, reconocidas por la critica internacional comoTa aportacién americana mas importante a h cultura argui tecténica occidental. Esta valoracién se hiro cuando se les consider6 como parte importante de los conjuntos conventuales, mucho antes de que se demostrara su exis- tencia como aishides, es deciz, como ginero de edificios independientes, sin subordinacidn a las iglesias cerradas. Hay que decir que las capillas abierras aisladn dian contar con u habitacién de los frailes. En la region que nos ocupa citaremos los casos de Anenecuilco, tierra de Emiliano Zapata, y ‘Temimil- cingo, donde el convento se ordena en tomo de un pa- tio con disposicién semejante a la de los conjuntos con iglesia cerrada grande. Las capillas abiertas aisladas fueron, de esta mancta, las iglesias que dio la tierra; con su particular relacion entre presbiterio techado y nave descubierta, estas se anticiparon varios siglos al concepto de continuidad espacial a continuidad de la vision y del espacio ar- quitecténico entre las zonas interna techadsa, y la exterior o descubierta de un edificio~ que pri occidental europea solamente a partir de la Revolucién Industrial [Al no presentar mis que el presbiterio techa- do, dichas capillas tenian la ventaja de poder consteuirse con la celetidad requerida para la pronta evangelizacién del tertirorio, sin recurrira gran niimeto de abreros espe- Cializados en los sistemas constructives heredados de la arquitectura espafola, ‘SimultdneamenteSe construyeron también los gran- des cspacios abiertos caracteristicos del arte mexicano: los atrios, muchas veces con cuatro capittas posas en cada exquind la suya, segin decir del cronista y Tas cruces de Epaidos o de pte ubicadés en el cje de la capilla abier- Te OBEN eee la iglesia cexrada, cuando la hubo, hasta fuera del mismo attio, No debemos olvidar las «7~ cadas reales, porticos dispucstos en los accesos del ati ira canine procoena ve conducia a las cuatro capi- llas posas. Se consolidaba asi un amy nero arqui- tecténico inédito, que tanto en sus partes, como en el conjunto, aportaba conceptos desconocides en la histo- ria de la arquitectura occidental. Desde mediados del siglo xvt, las iglesias rechadas lle garon a constituir en dichos conjuuntas a cielo abterto, pris- mas de s6lida arquitectura edificada, expuestos al sol ya Jos viento jenda para los frailes, de escuela para los naturales, de hospital y hasta hospederia para los viajeros. Ambos, iglesia cerrada y contento, funcionaban como centro de la poblacién y del puisaje, como lugar de arribo de les amplios expacios des- cubiertos del atrio y de la huerta, de los acueductos y de las fuentes, y hasta de la plaza del pueblo y de sus calles trazadas en reticula, Debido a su emplazamiento privile- giado y a su magnitud preponderante sobre el caserio y ‘enmedio de las arboledas, siguen siendo estos edificios el focal dominante de la arquitectura tradicional de cdificio anexo par en la arquitectura Los conventos servian de ‘muchos pucblos de México. pacio continuo en profundidad, que si horizontal, desde la puerta principal hasta el presbicerio, Dicha profundidad se estratifica en diferentes espacios Recordemos con Mircea Eliade qud..la nocién de espacio sagrado implica la idea de la repeticiin de la hiero- {fania primordial que consagé exe expacio transfigurindalo, singularizandolo,en una palabra, aislindolo dl espacio pro- ‘fano que lo rodea”. Iglesias techadas y conventos El primer vierey de la Nueva Espafa, don Antonio de Mendova (1535-1550), dej6 por escrito a su sucesor, don Luis de Velasco (1550-1564) que habia ‘concertado(..) tena a manent de trace moderada, y conforme a ella x hacen rodas las casas’, con los religiosos de San Francisco y San Agustin, y después con los de Santo Domingo. Ain cuando no ha llegido a nosotros el contenido exacto del acuerdo, el anilisis de los edificios permite distinguir caracteristicas comunes. Esto si aceptamos que la norma se haya dictado sélo para las zonas cubiertas de los edifi- cios, cosa que ha hecho la totalidad de los investigadores contemporineos y que ahora pongo cn interrogacién. {Seria posible que no se tomaran en cuenta las obras extemas? No lo sabemos. La costumbre de los indigenas de reunirse al aire libre generd una particular relacion entre espacios exteriores ¢ interiores -el fuera y el dentro de la nueva arquitectura religiosa. fular sus distintos usos: lane mc cn de cee cado como elemento arquitecténico. Desde el sotocoro se accede al bautisterio, ubicado en dl centro de México a un costado, en habitacién se- parada, Allison notables las pilas bautismates abradas en piedra. La nave continua suel corredor del claustro tener una puerta hacia el otra, en la pared opuesta, hacia ésta, a su vez, a la sacristia. El arco triunfal senala el inicio de! presbiterio, com- puesto por dos secciones, una al nivel del piso de la nave en la cual se clevada en la que se ubica el altar, que de esta manera se hace re la entrada a la antesacristia, y una zona sible como el punto focal de la composicién espacial del recinto. En algunos lugares como en Pazul- co se conservan los dos' uno de cada lado del presbiterio: No faltaba en ninguna de estas iglesias el pidpito con su tornavoz para propagar el sonido, Especial mencién merecen los confesionarios de muro, que tienen su antecedence en el de Santa Teresa, en San Esteban de Salamanca. La profundidad de la nave rasa se acentia con dos frisos horizontales de pincura al fresco, uno que corre por encima de la altura de una persona, y otto que remata el término de las paredes, en el arranque de las bévedas 0 de la techumbre de madera del templo. Cobra impor- tancia visual la cubierta del edificio, diferenciada en el puesbiterio :porvomanicncicionesvinds vias que en el cuerpo de la iglesia, en ocasiones con ctipula cicga ador- nada con nervaduras. Todo el interior de la cubierta se aadornaba con pititira murals a veces iinitando wiles de piedra en los plementos de las bévedas de nervachuras, © con casetones serlianos en el caso de las boyedas de ca- fign de los agustinos, cusndo no se resolvia con artes6n de madera de raigambre mudgjar. También el presbit rio, detras del altar, se llenaba de murales policromos, antex:de'que'se’conseayetan los recablos, sendcentisiag los del xvi ys después, ya barrocos, que muchas veces se colocaron en los editicios del xvi. El recinto conventual se levanta a un costado del templo, ubicado este tikimo por lo general de ori- emte a poniente, por o que queda = indistintamente dependiendo del ima del lugar aS | magnitud puede haber dos © mis patios y las crujias se prolongan mas alli del cuadrado que origina el patio principal ‘También se adornaba el convento con pintura al (GH oon aporia pictoricas que puedan verse. Los edificios se encontraban aplanados por el exterior, a veces con dibujos, y las por- tadas y porterias, cuando estaban elaboradas con finas Iabore decane terninabat con pinnia a a eal Sabemos por pcterior’s se exornaban con segtin las inter prcuiciones def lugar y de su composicién social, de ‘manera que se combinaban imagenes en las que partici- paban la visi indiges espafiola, algunos temas ernamentales, sobre todo los elaborados en relieve, permanecen en el llamado estilo ones de las @OSTEHIKGR que dieron el ser La forma exterior de estos conventos se manifiesta con dos grandes prismas conciguos, més alto el del rem- plo que el del convento, destacando en vertical el pri- jocumentos que To con la renacentista de la cultura mero y horizontal el segundo. Ambos volimenes sobre- salen desde las plataformas de los amplios espacios abiertos exteriores, Se trata de masas equilibradas, estiti- cas, que no pesan ni se clevan, Arquitectura de inmensa exptesidn estética de fuerza, de fortaleza y de mesura, en una palabra, del equilibrio entre las formas propio del clasicismo. Pero no hay que confundie esta expresién estética de fortaleza con que hayan sido estos e fcios fuerces defensives. La teoria de los conventos fortaleza del siglo xvi mexicano, que todavia algunos trasnochados repiten, fue una falacia de la historiografia tradicional, sin bases cientificas de sustentacién. Filas de almenas sobre un tablero o friso longitudinal superior, ligeramente saledizo de los paramentos de les euros, rematan por lo alto estas estructuras de definida silueta rectilinea. Caracteristicas todas elas de la arquiveccura del siglo XVI novohispano que permiten ubicarla den- uo del Renacimiento, pero de un Renacimiento ya americano al incluir carse- teres que la propia tierra im= puso. Actividad edilicia que no tiene paralelo en otras regiones del Nuevo Mundo dado lo temprano de ks fresco en las paredes y en | — las bévedas, en los patios, P corredores y escaleras, y en las mismas celdas. En la ac- tualidad, la abundancia de dichas pincuras hace de es- tos conventos del siglo xv1 una de las mayores riquetas Hucjorsings. Recomsinaciin de un de las capillas posas del atcio, con la cereceria y bs erin état sons se sed en el contro del ato Iran B. Artigas, 9S. Dib: Blanca Anguiane fechas de su constru En seguida detallaremos algunos elementos distinti- vos de cada uno de las con- ventos del siglo XM inelui- dos en la Lista del Patrimo- nio Mundial de la UNESCO. Hay que decir que tales mo- numentos se cuentan entre t J) los mas destacados de la zona de los voleanes, pero que, ademéds de algiin otro importante, en las locali- dades hay mencionadas también capillas que aqui se ejemplifican con las deTla- yacapan y un nimero considerable de poblados me- ores con destacadas iglesitas virreina XVI 0 ya barroeas. Por estos lugares se pueden planear esdel mismo siglo paseos deliciosos. Low sitios sagrados 0 «I lugar por donde pasa el axis mundi, 307 considerados como el punto de watin entre ‘cielo, tierra ¢ infterno”™’ Hucjotzingo, 1524 Hucjorzingo es uno de los conventos més impresio- nantes que podames ver, primero por la magaificencia de su escala y su redondeado y bien construido proyec- to arquitecténico, Dado su emplazamiento, su iglesia sobresile del terreno ano con la presencia de una in- mensa roca geoméirica, asf es su expresién estética de fortaleza. ;Y qué amplitud la de su atrio y su huertal Cuenta el atrio con cuatro capillas posas que con las de Calpan son Tas mis elaboradas del arte virreinal. siejorretablowmonumentaldelsigiona «uc ha llegado a n Perinez en 1580. fs plaza del pucblo se ubica una espléndida cruz de picdra, mutilada hoy en su larguero superior, con la fecha de nosotros, firmade por Gi 1603. No terminarfamos nunc de relatar las excelencias arquitecnicas, ETS de Hucjotzingo. (Cuernavaca, 1525 La riqueza arquitecténica de la hoy Catedral de Cuer navaca conjunta CUERPO Nos ocu. paremos de los del siglo Xv1, no sin mencionar sus ele- mentos barrocos, como la airosa torre y la capilla de la Tercera Orden. Sabernos por documentos que hubo una primera construccién anterior a la actual, datada en 1552 segtin la fecha inscrita en la portada de la Porei cula. Esto se o rma con la observacién de la prop arquitectura. Vernoy en ella una majestuosa capilla abier- ta, que fuera habilitada después como uuna espaciosa iglesia teria, junto a stica de Kte le siglo. <6 la capilla cedificio aislado, que se puede considerar era iglesia a cielo abierto del siglo Xvt imeto se edi La conclusién es inmediatadl GED co dspucs. en otra etapa constructiva, la iglesia cerrada. Una particularidad notable de esta tiltima es que tiene dos pequeios fecintos. shiv i une a eada lado de ba TTR CAAT ror proyeciarse en la planta arquitectdnica como espacies continuos han sido inter pretados como un erucero. En realidad, estas dos recintos, ho forman unidad enue sini crazan el Ambito espacial de a nave del templo, no cuentan en d. A estos espacios los CUB: : CTRL ys x 1a 6n correcta, y asi los han vueko a utilizar en la actualidad. No son, pues, crucero; el tinico crucero verifi- cable, y ese si espléndid hispano es el de Yuri concepto espacial es muy diferente en uno y otto caso. 1n los conventas del XVI novo- 11 Michoacan. Estd claro que el En el magnifico conjunto arquitecténico de la hoy Catedral de Cuernavaca destacan, dentro de la iglesia, M. Eliade, Trasade de Historia de las rebigionce. México, Biblioceca Era, 1972, pag. 329, ‘Cucmavacs. era po lel convento, Foto: juan B. Artigas, 1997. Lu pineuras al fresco de los misioneros que desde Nuev: Esparia particron al oriente a evangelizar las Filipinas y el Japén, v que narran los martirios que suftieron. Oaxtepec, 1528 El convento dominican de O.xtep QE GEG) «cls Mega lu go de subir una cucsta pro- nunciada en su frente; es por ello que hard cuarenta anos se conocia como atrio la tinica superficie plana del Ja delance de la puerta lateral norte, esto es, en el costado del templo. El @3aSUOReH Ongar ee subir una ese Tuego de B Todas estas consideraciones indican no hubo atrio en el frente. El interior de la iglesia es parecido al de la de Cuer- ‘que, contra la costumbs navaca pucs también QMO. Los CE FEAIE) cic la iglesia de Oaxtepec estin construidos con it MEARE sc se rowestean por el interior con fi sos perfiles de eanteria debajo de los arcos, tenga menos espesor y quede una 1u grosor permite que la pared, serie de nichos grandes, propios para situar retablos, acentudndose asi el ritmo de las arquerias. Lo mismo sucede en el templo de Coixtlahuaca, también domini- co, en Oa Jiato al_presbiterio. que cs muy profundo, se abren lo@QiSHOUEDHIBS, cada ‘uno comunicado a través de uno de los arcos de descar- a nave rasa del templo, y mucho menos lo cruzan. Sin embargo, el interior del templo de Oaxtepec es fan calidad arquitecténica, y todas sus partes es- En ef tramo inm aca. i6 espacios no cuentan en el ambito interno de la de tin muy bicn conjuntadas, La nave se techa con Ocuinace, Fuente de ls leone exo pati d wan B. Artigas, 1995 bévedas nervadas de cruceria. Es interesante que los GUREOMASHED presenter ligeras variaciones con relacidn al esquema arquitecténico de fianciscanos y agustinos. Ocuituco, 1533 Vale la pen QS REUBEEB del convento de Ocuituco, con sus @fittalivertes VercieN®) y sus GEROR RARER GHHURTRGUeROS) con una primorosa Gente Oetogonal en el centro, Jc surtidores en forma de estiti fielenudos IGREMEPIAA En cscos patios, por estar cerrados en sus cuatro costados por las arquer pasillos y por las crujias de las habitaciones, se escucha el silencio, el rumor de los surtideres y ef piar de los pajaros. Es una de las GIG SRST ue nos quedan dd siglo xv1, junto a las de ‘Tochimilco, en Puebla, y Chiapa de Corzo, en Chi Es aceptado por los investigadores que en Ocuituco a la capilla abierta original correspondia el prisma edifi- cado que se adelanta del paiio general de la fachada principal Vina Ocuituco fue la primera fundacién agusti- BD 10s frailes se erasladaron a Totolapan en fecha tan temprana como 1536, dejando el lugar a los fr canos. Zumérraga, segiin asienta Kubler, term acn 1541 y los ag resaron a Ocuituco en 1554, En ef siglo XIX, (QUIBIESaMRIGeeen age zacate, . vile después de un incendio se construyé la HovedAEMD Pocos lugares hay como el pueblo de Ocuituco, todavia con amplias huertas sobre las calles y un urbanismo nistico, no invadido por la mo- dernidad. Calpan, 1548 ) En contadas ocasiones se Jogra crear un ambiente ceremo- nial religioso a cielo abierto, como en AGERSRIENCAISERD uno de esos lugares 1 insuperables, a fr vista de las nieves perpetuas de los vol- 1ra.a descubierto, recogida icos, de tranquilidad y belleca anes, ereado por una arquite dentro de las bardas almenadas y de sus dos arcadas reales. Cuenta con Las cuatro capillas posas “ast llamadas porque cn ellas se poxa el Santisimo en la Procesién del Corpus de mayor riqueza y en mejor estado de conservacién. ppucs.o que permanecen buena parte de sus eresterfas de on esculturas y restos de pintura de colores entre los relieves de sus interiores. F! aoquenosconvento.!c(@aSIBISBS estaba acabado en 1585 Rest remate fesen de cuando es la iglesia en su portada hay una extrafia combinacién de clemen- 0s muy antiguos con otros que no lo son Tochimilco, ca. 1560 Este pueblo ofrece la fi me y perfilada arquitec: cura de su iglesia, cmplazada por encima de la plaza po blica, situada esca iltima del lado de su cabecera. (QEIBB el agua del volein por un largo acueducto «jue | intro~ duce en el edificio religioso v la envia, por medio de un siffn, « la fuente del siglo XVI que hay en la plaza. su. ddida fuente de aquel tiempo, de las pocas que quedan, lista a destruizse por si sola. Cuenta el conjunto con capilla abierta de primer pi- so, esto ¢s, en alto, sobre un portal, cuyo estilo de elabo- racidn y su material y técnica constructiva son anterio los de la portada principal de la templo y al convento, tiene un atrio enorme bardado y res 2 lesia, Frente al almenado, con un jagiiey. El convento de Tochimilco es fico, por sus volin mag enes y por su posicién con res- pecto de la plaza y del caserfo ‘Teportlin El convento de Tepotatlin destaca por su emplazamiento en la cresca de una loma del valle del Tepozteco, en medio de un cinturn serrano de elevadas cimas y pefi Tepocatkin muestra su atrio caracteristieo del XVI almena- do, con arcadas reales, cuatro posas yuna amplia QI abjerta cuyo dside rectangular se amplia en la nave trans- Gisele la ainteeedepE sca nave descubierta ocupa el cen- Yo atrial que corresponde a una Tio, conj primera etapa de aquella arquitectura a cielo abierto que estamos describiendo, Se hallan en estado de ruina varios elementos de la amplia superfic abiertas, posas, bardas y arcadas reales descubierta: capillas FI convento estaba acabado en 1580 y la iglesia, en 1588, correspondiendo ambos etapa cons- tructiv de lo fos antiguos del segundo piso, tiene un balcén de arcos, desde los cuales se proyecta en profundidad con sin i- gual belleza la amplitud del frondose paisaje Tetela del Volcan y Hueyapan Son dos conventes menores de la GREE SEMOIDED Fur Juan. Artigas, 1 FRED s¢ distinguen por su emplacamiento en las alturas de la falda del Popocarépet El detalle de mayor singularidad artistica que del convento de Tetela del Volcan ha llegado a nosotros es |: GQRARENUAGSEMEIIEREEEED El cdificio ha sido abjeto de multiples intervenciones, entre las cuales se cuciits la construccién de una etipula de caracteres ba- rrocos cn la nave del templo. Huey @ABSPsu clima fifo (alli se teje la lana) contrasta con el pan <> | localidad mas alta del estado de Mo- lima cilido de la mayor parce de la entidad federativa, El pueblo conserva la tipicidad de casas de un piso, con tejados, su iglesia grande y la plaza mayor cerrada, dis- puesta en su frente y a nivel inferior, con portales en uno de sus costad ; plaza e iglesia son el lugar plano més mplio del accidentado terreno. No conté(HQ8@i)e1 inm.cb| @BR RSH eOoea sino con casa de una sola crujia y de adobe. Pere os que his fundaciones religiosas eran acordes con la importancia del lugar con un notabl@iGh@lBAEOED cle gran valor artistico, de caracter popular: en ello reside Cuenta Hueyapan nt dela plaza prin re: Juan B. Artigas, 99. Yecapixtla, 1535 Hl convento de Yecapintla es de gran unidad arquitectSnica, chao cue la lida dS OFAN ACTON PLATES ce Flieves yy AgGREERparece por igual cn a iglesia y en algunos detalles del convento. Su @RUBR ofrece la particularidad de que iene solo piso, excepcidn hecha del frente. que es doble, «on un patio perfectamente proporcionado, con la crujia que cs paralcla a la del({@i}SlOUGRSCa POR URISGRRISCR, ocasionzdo @ORIUiN desnivel del terreno. Se adorns el patio con pintura mural de grandes motives circulares en sus fachadas de arcos. Son notables los remates almena- dos de los paramentos exteriores y el atrio levantado den- tro de recios muros de contencién sobre las calles del pueblo. Sus cuatro capillas posas, también llevan filas de almenas como terminado superior, Llama la atencién la barda frontal del conjunto, con su arcada real sobre rampa doble de escaleras, que eleva el frente del atrio por encima del terreno natural descendente. La(GGRGRAYPHBEIPH ha sido considerada por Diego Angulo Tniguez como de! 48)SUHOeNaeHieneO ep aa fiol elaborado en Nueva’ Bspatia ‘Tlayacapan Es un hermoso pueblo enclavado entre las lomas agees tes del Tepozteco, surcado por los cauces de los ries que rompen la severidad de las calles rectilineas, combinan- do puentes, casas y vegetacién, Sitio monumental cuyo centro esti ocupado de manera dominante por el(@Bi SOROARISAOUEIIIORD precedido de un @Pleiosd tH, Frence al convento, calle de por medio, se ubica el Ayuntamiento que es de la misma epoca, segiin lo de- muestran sus frescos de grutescos, y una casa barroca que @ ahora museo, conocida como La Cereria, ambos en una plaza irregular en la que también se encuentra el mercado, cobijado por una techumbre moderna. En a esquina surveste del recinto conventual se cruzan los dos ejes ortogonales que rigen Ia traza del pueblo. El inicio y'fin de cada e por una pequesa capilla; en toral son esta sefialado tadas hacia el centro, de manera que cada una puerta hacia uno de los puntos cardinales La igle ide de Tlayacapan muestra su volumea prismatico emergiendo de la plancha horizontal del atrio y destacando en el paisaje exénico. por la serie de contrafuertes de fas fachadas largas, ue sonal an ritmo acentuado de sombras. La fachada prin- cipal se enmarea con otros dos contrafucrtes dispucstos a Giarenta einen grados, que remacan y ala vez amplian su superficie, produciendo un efecto visual de gran magni vc termina por lo alto con una espadafia de cinco vanos. El convento ocupa el lado norte del tempo debido al Gilt ellido del lugar presenta en primer termino la ar- queria de la porteria. Detris de esta ceujia se muestra ante el espacio de la que fuera capilla abierta, cu- bierta todavia de pintura mural del siglo XV1, con lo cual se hace evidence quel pio Spa anterior a la iglesia techada y a la porterfa. Se trata de un edificio de gran ampfitud, el més exten- so de esta serie que estamos presentando, ‘Tanto el con: 1 altura es resaltada la le a una etapa vento como Ia iglesia estaban cubiertos totalmente de pintura al fresco en el interior, En el atrio de San Juan, Bautista de Tlayscapan quot apillas posas que tuvo over. an ruinas de las importances Totolapan, 1545 Fs |: GREED) oar cn SETTAB TED te Ia regidn, puesto que fue el convento matriz ante [as dda de los frailes de Ocuituco en 1536. Tene > plio, c+: camino procesional doblemente amurallado, do la pared interior renta y cinco y sesenta centimetros de altura. Posee tigios de las capillas posas primera y segunda, encon- trindose la tercera destechada, con restos del altar, y ba cuarta completa, con un altar que remata en una cruz de madera. Mc Andrew concede mucha (505030 GipilliabierayeTTORLApAR que ubica en cl volumen sobrepuesto a los tres arcos de la porteria. La arcada real PPFineipab sc cncucncra frente a la iglesia), a ou cn cl costado sur mirando hacia la plaza del pueblo. done s: ubica ef mercado, La iglesia presenta un con resppecto ce os modelos habituales. acabada con medallones y es- grafiados de calidad Conta de(una) Gla nave con bévedas de cain von Lancws. separades por arcos fajo- nes, sistema constructivo posterior al siglo XV1. En Totolapan son importaates Tosaalialb® intcrio- del primer piso, proxima a la fa chada principal de! templo, (jE SOTIETIOSEBIORS ue parece estar hecho con la ence LSA cso «s, con la colocacién de mezcla de diferente color para formar dibujos, s uno de los aplanados antiguos de ma yor calidad que quedan en st hugae res; en la habitacis Atlatlauhcan, 1570 El centro urbano de Adatlauhcan se conforma con su edificio religioso de gran prestancia, dados los volime nes almenados de iglesia y convento, y por la calidad y amplitud de su atrio. Frente a él se abre la plaza puibli- ca, de menores dimensiones, y la Presidencia Municipal. EI pueblo est trazado en reticula y conserva sus casas de nos empedrados, y pav ELGHD de Acdatlauhcan eR SEGEI mero por su emplazamiento + ov su magnitud, por su fronda de in- mensos rboles, jo: erecta presencia de su muro y su arca- {Ga cental HackRREFION porque posce las cuarro capillas posis y el presbicerio dc |e aa Aaa PACT 4.1¢ cL QPilleabieNU Tiene, aclemas, doble mente amurallado dl camino procesional que une las pesat Es ineresinte que el muro intemo, que es ako J, pasa por delante de la capilla manera, su nave descubierta; esta muro interno correspondié a una ctapa constructiva posterior a la de la capilla abicrta, El presbiterio o zona techada de dicha capillaabierta tie ne des tecintos, uno rectangular para el altar, y otro, més bajo, la denominad, (EPEAT clan cke 4, que esté abocinada en planta, y en cuyo lado exterior mis amplio, se ubica el triple arco de la pue a de los arcos, corre un alliz que los tune, y sobrepuestos a él se ancxaron dos contrafuertes en saledizo h. sx edificé el templo, que © amino proc imutilizando, de al En su fachada principal, por enci dl frente que corresponden a la etapa en que icculas, cuando se almené todo dl eonjunto para darle unidad expresiva estética. Todo el conjunto a tra excepcioe ral rigu fresco, cn las bovedas combina a de pintur tematicas ornamentales del mudéjar con otras del Rena- GHIERPGUGABD el encrelaz0 junto a los casctones de Sebastiin Serlio, Es el Renacimiento espafiol florecien- do en los espacios abiertos de América y dando lugar al REMCIMERONAOONSPEBOD segiin hemos visto, con aportaciones de la propia tierra. Teporalin. Fachada principal del iglesia, Fo: fam B, Artigas, 1995, Zacualpan de Amilpas, 1535 Zacualpan de Amilpas es una de las poblaciones del e tado de Morelos que habiendo sido lugar de importan- tradicional n parte de su fisono cacion, dado el sinniimero cn | popular de sus viviendas, portales y plazuelas irregulares. Cuenta con un caudal de a proveniente del deshiela del Popocatéperl mis relevante del poblado lo constituye el stino, erigido en el siglo xv (BSfOARERD GaGHME ls DURAN COALEPEIBD. El arcio del edificio © de grandes dimensionas, tavo un (NCO proyectaba sombra de mis de cuarenta metros de dis- metre. ya no queda de él ms que el recuerdo. Dos pérticos se abren en la banda atrial, uno hacia el frente y el o1ro hacia una placita del pueblo, y dos capillas posas dispuestas en achavo con las lineas de Ia bar ubican en las dos esquinas del muro este, Se unen ambas capillas y las arcadas_rea medio de u por muro dE tidos, rematado a tramos regu lares_ por pingculos estos elementos son barracos Todos y constituyen una unidad de composiciin Yesapinta, Croguis de la vol convent, fur B.A que conforma un ejemplo nots excepcional en la arquitectura conventual del Dicciscis mexicano. La fachada de la iglesia y de una amplia capilla abierra frente del convento, con ntre ambos, se caracterira por la austeridad de sus formas, que contrastan viva mente con el escalonamiento sinuoso de la capilla ba- del Rosario. El templo se cubre con béveda de n corrido en toda su longitud, incluyendo el presbi- erio, soluci6n no frecuente, por lo que pudiera pensarse que no corresponde a una etapa inicial. El bautisterio que sc abic en el interior, a la derecha de la cntrad. un@ERORRIOBUIRW) detris del cual se ubica una es pléndida pila baurismal, y como fondo, los restos de un retablo pintado en la pared, todo ello entre penumbres, para hacer de este recinto un rincén excepcional. En la Capilla del Rosario se encuentran ret BRSSRVSTGNAR Llama la accncién la rica ra y paisaje que puede obser- aenples mentacion entfe arquitec aalpan y en tantos otros lugares de las fil- as del Popocatéperl. ® varse en Adhlaubcan, Pel sloenid . Fat: Juan BA

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