y el nacimiento de la sociología como ciencia Heredero de un importante linaje de rabinos, Durkheim se formó en la doctrina talmúdica y el lenguaje hebreo. Durante sus años de estudio en la Escuela Normal Superior, comprendió a detalle la complejidad que implicaba la construcción de una metodología en verdad científica para la sociología. El comportamiento social no era una criatura o un espécimen estático ni fácilmente determinable; no podía meterse en un frasco ni ser objeto de estudio en laboratorio. Antecedentes: Charles Renouvier, Émile Boutroux y Numa Denis Fustel de Coulanges Charles Bernard Renouvier (1815-1903) aporta a Durkheim la noción y la forma de la que sería considerada una verdadera ciencia de lo social. Sobre todo, parte del problema claramente localizado: tanto el objeto formal como el objeto material de la sociología carecen de determinación específica. Por esta razón, Renouvier intenta unir las ideas de Comte y de Kant para definir un modelo adecuado a la ciencia social. A partir de este esquema, Renouvier aporta a Durkheim la idea de que la ciencia social debe construir y definir leyes sobre los fenómenos sociales, no descubrirlas. La sociología, de acuerdo con la metodología científica neokantiana, debe sintetizar con ciertos límites los fenómenos observados y formular las relaciones entre ellos. Este autor sostiene que la verdadera ciencia social tendría que partir sólo de leyes empíricas que establecen, por su observación, que ha existido la libertad humana en el desarrollo histórico y suponen el libre albedrío. Una verdadera ciencia social debe excluir toda idea de predeterminación de los acontecimientos. Aunque estas leyes son contingentes en su aplicación, en ellas pueden concebirse ciertos elementos comunes. Estas ideas consolidaron tanto la fenomenología de la libertad individual que sostuvieron los republicanos liberales franceses como el sistema de educación política y la metafísica social de la Tercera República francesa. Entre los seguidores de Renouvier se encontraban Jules Ferry (1832-1893), quien como ministro de Instrucción Pública (1879-1882) decidió reinventar la dirección de la historia, al consolidar la ley del divorcio y definir en las leyes las libertades de reunión, asociación y prensa. Tanto en Renouvier como en Boutroux no existe la posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad y, por consiguiente, tampoco una idea específica de un destino por cumplir. Parece que la conciencia evolucionó de creer que existían leyes fatalistas específicas en el Universo a la posibilidad de ajustar subjetivamente el Cosmos a ordenamientos científicos humanamente establecidos. Ahora bien, ambos autores establecieron la base sobre la que Durkheim conformó la ciencia sociológica. La ciencia social operaría con leyes empíricas debido a que la realidad es contingente y cambiante. Pero todavía quedaba por establecer y definir de un modo claro el objeto material de estudio. El estudio social, para Durkheim, podría haberse desarrollado en dos líneas, exactamente igual que como un biólogo pudo haberlo hecho: estudiar las funciones como en fisiología o estudiar las estructuras como en morfología. Finalmente, se decidió por las funciones, pues consideraba que el objeto principal de la sociología era determinar las condiciones de conservación de las sociedades. El hecho social Durkheim encuentra que las instituciones son las manifestaciones funcionales de los hechos sociales; son el sistema de signos del que se sirve una sociedad para expresar sus pensamientos; son el sistema de moneda que emplean para pagar sus deudas y los instrumentos de crédito que utilizan en sus relaciones comerciales. También lo son las prácticas de las profesiones. Todo ello constituye los modos de obrar, pensar y sentir en una sociedad, fuera de las conciencias individuales. Reglas del método sociológico Tanto para Durkheim como para Fustel de Coulanges, la historia de las instituciones coincidirá con la sociología en el objeto de estudio, ya que ambas disciplinas son ciencias de hechos sociales y se ocupan de las instituciones, su génesis y su funcionamiento.25 Por medio de la historia, se descubre que la religión primitiva es fuente de todas las instituciones y el derecho privado de los antiguos. Para comprender su naturaleza, es preciso observar el contexto en el que aparece. Para alcanzar este objetivo, Fustel de Coulanges recomienda evitar ideas preconcebidas al investigar hechos. Ciertamente, Durkheim toma de aquí varias ideas para lograr la percepción de los hechos sociales. La división del trabajo Como se ha señalado, existen representaciones, producto externo de cada una de las individualidades que conforman el llamado hecho social. Por tener la cualidad de ser algo que va más allá de los individuos particulares, pero que sin embargo existe como una fuerza que repercute en la colectividad, adquieren la cualidad de “cosa” detectable, cuantificable y definible de manera empírica. Los hechos sociales son “cosas” que se pueden percibir positivamente. Su estudio implica la obtención de datos exteriores y ajenos a la mera introspección filosófica. Por otra parte, Durkheim llama densidad dinámica al fenómeno de transición de la solidaridad mecánica a la orgánica. Se trata de un proceso en el que aumenta la cantidad de población, vinculada necesariamente a un aumento de su interacción. De este modo, puede darse el proceso de transición. Esta distinción permitirá a Durkheim explicar la naturaleza de las formas jurídicas en los distintos tipos de sociedades. Sociología del derecho Una vez definido que las instituciones permiten localizar los hechos sociales, debemos proceder al estudio de su funcionamiento. En 1896, Durkheim impartió un curso titulado Física de las costumbres y del derecho, en el que pretendía que los alumnos reflexionaran sobre la naturaleza de la sociedad, la familia, el Estado, las obligaciones morales y legales y la forma en que todos estos fenómenos sociales están constituidos. El objeto del programa consistía en construir una ciencia de las normas. En una primera parte, examinaba la naturaleza de las reglas legales y morales que los hombres tienen en orden a su pertenencia a un grupo determinado y a que forman parte de una misma familia, corporación o Estado. En general, se trataba de una teoría de las obligaciones morales junto con la teoría de sus sanciones. Pensaba que con ello estaba estructurando el estudio fisiológico y las prácticas sociales, pues explicaba el funcionamiento de las mismas dentro del conjunto de la sociedad. Cuanto menos religiosos y más humanos fueran los crímenes, los castigos se hacían menos severos. En las sociedades menos avanzadas se organizan con base en sentimientos dirigidos a seres trascendentes, sobrehumanos, o bien líderes carismáticos o héroes que inspiran un miedo reverencial. Por tanto, un crimen que ofendiera el halo místico que envolvía a estas autoridades se consideraba odioso, de tal modo que había una indignación causada por el acto sacrílego, mientras que los crímenes en contra de las personas humanas carecían de este sentimiento colectivamente pactado.