La fotografía me ha dado la posibilidad de brindar una mirada diferente a
mi entorno, puesto que me ha permitido retratar lo hermoso de cualquier
objeto, que antes lo consideraba un adorno más de la casa, por ejemplo. Capturar el bello reflejo que proyecta un charco de agua, una gota de rocío por la mañana y el hermoso paisaje que nos deja un día lluvioso. Sentir gran satisfacción fotografiar una emoción, un estado de ánimo y lo inspirador que resulta captar naturaleza muerta, así también jugar con luces y sombras, reflejando con ello los matices del día a día, la dualidad de lo luminoso y oscuro, alegrías y nostalgias. Eso es lo bello de la fotografía, te permite capturar momentos y segundos únicos e irrepetibles, inmortalizándolos para toda la vida.