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Bogotá D.C.

, 09 diciembre 2020

Señores
DISMEPA LTDA
Atn. GERENCIA
Ciudad

Estimados señores:

La presente tiene como fin darles a conocer mi renuncia al cargo que vengo desempeñando hasta
la fecha, efectiva a el 15 de diciembre de 2020; es para mí un gusto haberles servido a pesar de las
circunstancias que me obligan a tomar ésta decisión.

Regresé a ésta empresa por petición de ustedes y lo hice con ciertos acuerdos dado que no me
pagarían el rubro que venía devengando, en ningún momento de éstos 23 meses se me ha
cumplido, han manifestado que van a cambiar, que van a mejorar el ambiente laboral, que las
condiciones se me van a proveer y absolutamente nada de lo anterior se ha hecho realidad. Sé que
fue un acuerdo de palabra, pero para mí, tiene valor.
Mis circunstancias, al responder por mi madre discapacitada sin pensión, un padre adulto mayor
sin trabajo ni pensión y por un hermano enfermo, no me permiten seguir laborando bajo los
términos impuestos ya que no son los que se acordaron, de hecho, he sido muy complaciente
dado el tiempo transcurrido, pero requiero un salario más alto o el tiempo acorde para ejercer
otras actividades que me permitan mantener mi hogar.

Aparte de lo anterior, me encuentro cumpliendo actividades adicionales que no son propias del
cargo, las cuales cabe agregar que, he consumado sin reparo y a cabalidad hasta la fecha, aun
cuando el trabajo se incrementa y se espera que todo lo desempeñe de la misma manera sin tener
ningún tipo de apoyo; incluso, actividades que ponen en riesgo mi salud y la seguridad en el
trabajo, como son manejo de cargas pesadas, así sea con la diferencial, que no son equipos que yo
deba estar manipulando, sin importar que se haya presentado solo dos veces tal situación y
tampoco por ley, es una tarea que deba personal externo a la empresa.

En cuanto a lo laboral, no se me ha reconocido las horas extras realizadas, que en el 2019 llegaron
a sumar 10 días de 8 horas laborables, es decir 80 horas extras y cuando hago la respectiva
inquietud, aducen que no saben de dónde salieron; sin embargo, en cada alistamiento de cada
proyecto o para conciliar cuentas bancarias, contables, registros de apoyo para confirmar pagos
con proveedores, no he escatimado esfuerzos hasta sacar adelante la encomienda o hasta dejar a
paz y salvo la empresa buscando evidencias.
Se molestan porque rara vez llego sobre las 7:00am, pero no tienen ningún reparo cuando he
salido después de las 6pm hasta las 8pm o he tenido que ir a la oficina un festivo sin que se me
reconozca el tiempo laborado, ni en tiempo ni en dinero.

La empresa tiene una jornada laboral de 50 horas semanales, de acuerdo al art. 161 Código
Sustantivo del Trabajo, la jornada legal es de 48 horas semanales y después de éstas, se debe
pagar horas extras, tiempo laborado que no se ha compensado en ningún momento desde el inicio
del contrato, lo cual indica que se me debe también.
También la gerencia se ha tomado atribuciones arbitrarias, faltas de ética y legalidad en cuanto al
pago de salarios cuando se descuenta tiempo que no debe ser descontado, legalmente si el área
comercial no trabaja, no hay clientes, por ende, no hay trabajo para operarios y se les envía a casa
por turnos no sin antes descontarles un porcentaje de la quincena, o cual es un mal manejo de la
situación y sucedió fuera de pandemia. Éste año con todo y la coyuntura que nos sobrevino, la
empresa ha estado facturando más que el año anterior y aun así se ha pensado en descontarle al
personal dinero y de hecho, se me debe parte de la quincena de marzo y de abril de 2020,
obligándonos a pasar un mes completo con menos de $350.000 sosteniendo familias de no menos
de 4 personas a lo que la gerencia expresa que ni a él le alcanza el dinero. Hay que guardar las
proporciones.

Otra de las insatisfacciones radican en el escaso interés en cuanto a proporcionar la respectiva


dotación a los empleados de la empresa, hablando por mí caso en particular, llevo casi 2 años
solicitando una bata de trabajo: En el 2019, sólo se me dieron unos zapatos y hace un par de
meses un jean, lo cual no está acorde a la norma y es absolutamente necesario. El CST dice:

El Código Sustantivo del Trabajo no es solo una serie de obligaciones legales, es también
la oportunidad de encontrar momentos para mejorar la calidad de vida en el trabajo.
Dentro de las cosas que se deben considerar desde Recursos Humanos está la dotación.
La legislación colombiana reglamentó la dotación como una prestación social que debe entregar el
empleador a los trabajadores, esto según el Código Sustantivo del Trabajo (CST), del Artículo 230 al
235.

Además, la entrega de dotación es una oportunidad para demostrarles a los


colaboradores el compromiso de la empresa por mejorar la calidad de vida en la
organización. Las estrategias de motivación y retención no pueden hacer caso omiso a esa
coyuntura, aprovechando su contexto para fortalecer diferentes programas.

Adicional a ello, la entrega del vestuario de trabajo se realiza tres veces en el año. La normativa
dispone como fechas máximas para este procedimiento el 30 de abril, 31 de agosto y 20 de
diciembre.

El costo de la dotación está a cargo del empleador, por ende no puede realizar ningún descuento
en el salario del trabajador. Por otro lado, no debe confundirse la dotación legal con la provisión
de elementos de protección personal como botas, guantes, overoles y gafas, entre otros, que son
obligatorios para todos los empleados.

Desafortunadamente debo agregar que muy a mi pesar, dado que me gusta le empresa y su
actividad económica; también se me exige trabajar para la empresa DISCHEM LTDA, con la cual no
tengo ningún vínculo laboral pero sí debo desempeñar el cargo administrativo sin reparos y sin
recibir ningún reconocimiento económico ya que es tiempo y dedicación, hasta hace poco más de
un mes recibí $100.000, que considero demasiado bajo para la labor ejercida durante dos años así
sea cada dos meses, pues no sólo es cuando sale trabajo sino cuando hay que hacer llamadas,
seguimientos, contactos, envío de cotizaciones, comunicados, etc. Además las labores anexas a la
documentación del SG-SST, bioseguridad y presentación de informes.
Mi contrato está regido por la empresa DISMEPA LTDA, que de acuerdo a su constitución de
Cámara y Comercio, está encabezada por el señor José Mendoza, Arturo Mendoza y Francisco
Mendoza a los cuales estoy obligada a dar parte de las labores y compartir información
privilegiada, situación que incomoda y por la cual se me realizó un llamado de atención verbal por
parte del señor Arturo Mendoza, lo cual es improcedente ya que una de mis funciones a menos
que se quiera ocultar procedimientos que no benefician a la empresa.

Finalmente, el ambiente laboral es insostenible, de acuerdo a las exigencias presentadas no puedo


dejar de estar pendiente del celular ni cuando lo esté cargando o cuando tenga que ir al servicio
sanitario, como tampoco lo debo descuidar en mi tiempo fuera de la oficina, declaraciones que a
mi parecer se pasan de lo decente y correcto ya que por la situación de mi madre y hermano debo
estar al pendiente de ellos físicamente y no puedo andar con el celular a la mano, además según el
Código del trabajo, después de haber cumplido mi jornada laboral, es mi tiempo libre, no estoy
obligada a contestar.
En el CST, no es debido por parte del empleador llamar o escribir al empleado fuera del horario
laboral excepto en caso de emergencia, vida o muerte ya que no pertenezco al sector , seguridad,
bomberos , policía u otros, quienes sí deben estar disponibles en cualquier momento.
Menos fines de semana o festivos, aun así cuando se han presentado las ocasiones, he respondido,
más allá de mi deber, pero tampoco se me ha reconocido ni en dinero ni en especie, cabe agregar
que dichas situaciones, perfectamente se hubieran podido manejar al día hábil siguiente a las 7am
en una reunión formal, al igual que tomar en múltiples ocasiones tiempo de mi hora de almuerzo
en la que se programaba a última hora reunión de informe sin previo aviso, tiempo de 15min a 30
min que no podía reponer, ya que debía estar en la empresa a la misma hora de siempre para abrir
a los empleados quedándome sin mi descanso para almorzar y lo hice sin reparos.

Dicha situación era recurrente, al igual que durante un año no pude tomar el descanso de media
mañana legal o salía después de la hora de trabajo por éste tipo de mini reuniones, le expresé
abiertamente a mi superior ésta situación ya que se había hecho costumbre y por sugerencia del
mismo, decidí dejar el celular corporativo en la oficina y no volver a contestar fuera de mi horario
laboral.

Las órdenes y contra órdenes son frecuentes, así como los olvidos, que a veces se presentan en el
mismo día, lo que ocasiona malos entendidos y llamados de atención innecesarios, se centra en la
crítica y no en la solución, perdiendo tiempo valioso.

De un tiempo para acá llegan de mal genio, el maltrato verbal, la humillación al tratarnos con
palabras ofensivas o dejar claro que en ésta empresa el cargo más importante es el de gerencia y
no tiene cuidado para conmigo o con terceros, con los que en algunas ocasiones ha tenido
inconvenientes por dichas actitudes, tanto con clientes como proveedores, actitudes que han
lesionado relaciones con los mismos.

He tratado de mediar, de callar, de comprender, pero la situación se ha vuelto reiterativa y sin


motivo alguno las respuestas, mensajes o llamadas tienen carga de ironía y reproche sin ninguna
razón de ser, indisponiendo al personal.

Es difícil llevar las labores correctamente bajo estas circunstancias, más aun en mi caso, una sola
persona que hace lo posible por llevarla al día y al mismo tiempo arreglar cosas pasadas, de años
atrás; lo cual ha sido un trabajo arduo y tenaz al buscar soportes, documentos de hace más de diez
años que permitan a la empresa quedar a paz y salvo con las entidades de parafiscales, labor que
no se comprende, no se estima ni se reconoce, aun así se continúa exigiendo porque a su parecer,
en mi cargo no se hace gran cosa ni tiene valor.

Dado que no se ha logrado que cumpla su palabra con los acuerdos establecidos, no se me
reconoce mi labor en horas extras ni para otra empresa que maneja el señor Arturo Mendoza, se
trabajan más de 50 horas semanales sin reconocimiento de ninguna índole, no hay dotación básica
personal y el ambiente laboral es inadecuado, incluso, tengo certificaciones médicas que así lo
acreditan enviándome a terapia física por estrés laboral, cuestión que no he declarado en la
empresa porque para mí prima lo laboral, sin embargo no se puede seguir trabajar en un ambiente
hostil, donde los trabajadores no somos valorados ni apreciados.

No tengo ningún tipo de garantía en cuanto a la parte económica o profesional.

Si la empresa lo requiere, estoy en disposición de apoyar a la persona que ocupe el cargo para
brindarle toda la capacitación y que la transición sea lo más eficiente posible, claro está siempre y
cuando mi tiempo sea reconocido económicamente.

A partir de la fecha entrego las llaves de la empresa.

Agradezco la oportunidad brindada,

Cordialmente,

Carolina León
C.C. 52.332.353 de Bogotá.

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