En la auditoría de las propiedades, planta y equipo, el auditor debe examinar
con sumo cuidado, para cerciorarse de que los saldos examinados sean el reflejo adecuado del costo y la depreciación acumulada de los períodos anteriores al presente examen.
Cuando los registros no son adecuados o no hay evidencias
de auditorías anteriores, se necesita un examen detallado de los saldos iniciales al comenzar la auditoría. Esta revisión inicial debe incluir los procedimientos y el marco de referencia de información financiera que usó la compañía para adición, retiro o venta de activos, a fin de asegurar que se les haya aplicado de forma coherente.
Respecto a la revaluación de activos fijos, la
depreciación obedece exclusivamente a convencionalismos contables. La auditoría no puede pretender presentar soluciones. El auditor debe estar al tanto, durante su examen, de esta situación, y utilizar su experiencia y sus conocimientos para recomendar a la dirección cuando la depreciación no esté siendo manejada adecuadamente.
Para el examen de las cuentas por pagar, el auditor debe
relacionarlas con las transacciones realizadas por el área de abastecimiento respecto a pasivos existentes y con el área de personal con respecto a remuneraciones, beneficios sociales y tributos por pagar, así como algunas operaciones que se hayan realizado en fecha posterior al cierre del ejercicio.