0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
4 vistas7 páginas
valuar la comprensión y análisis sobre los procesos políticos, económicos y sociales en el Mundo y en México, con el fin de ubicar si se alcanzó la comprensión del tema.
-Instrucciones: Responde las preguntas abiertas para ser revisadas y retroalimentadas por el asesor.
valuar la comprensión y análisis sobre los procesos políticos, económicos y sociales en el Mundo y en México, con el fin de ubicar si se alcanzó la comprensión del tema.
-Instrucciones: Responde las preguntas abiertas para ser revisadas y retroalimentadas por el asesor.
valuar la comprensión y análisis sobre los procesos políticos, económicos y sociales en el Mundo y en México, con el fin de ubicar si se alcanzó la comprensión del tema.
-Instrucciones: Responde las preguntas abiertas para ser revisadas y retroalimentadas por el asesor.
garoso y saludable. Sin crítica; el pensamiento se estanca y las ideas se marchitan hasta el escolasticismo, y es innegable que en la herencia No es extraño que la Economía Política clásica haya conmovido a del pensamiento, económico hay múcho que debe ser arrancado de •. su época y ejercido una influencia revolucionaria sobre las nociones cuajo. En algunas de estas críticas modernas, sin embargo, la impa y la práctica tradicionales. En· la historia del pensamiento en las ciencia parece haber acabado con la discriminación. Al rechazar ciencias sociales, su aparición marca una etapa porque formuló el todas las nociones clásicas considerándolas como el resultado de un concepto de sociedad económica como un sistema determinista, es supuesto de la fantasía, parece que hay el peligro de no someter a decir, como un sistema regido por leyes propias, de acuerdo con las un examen riguroso las verdades económicas que pueden ser fun cuales podían hacerse cálculos y predicciones de los acontecimientos. damentales, no meramente para un conjunto de conclusiones, sino Se demostró por primera vez que en las cuestiones humanas existía para toda predicción dentro del terreno económico. Existe el peligro, un determinismo de ley, comparable al determinismo de las leyes particularmente, de confundir muy fácilmente ciertas verdades per naturales. Subrayando así la unidad esencial de los hechos económicos, manentes que fueron la contribución esencial de la Economía Po la Economía Política recalcaba al mismo tiempo la interdependencia lítica clásica, así llamada con toda propiedad, con las formas que de los diferentes elementos de que se compone el sistema. Intro subsecuentcmente dieron a estas nociones manos más escolásticas o ducir una alteración en cualquier punto era poner en movimiento apologéticas. Cuando estas piedras angulares clásicas no se sustituyen una cadena de cambios interconectados en el resto del sistema. Esos por otras de igual calibre, y cuando -como sucede con demasiada movimientos adoptaban cierta forma y también cierto orden de am frecuencia- el mismo hueco que dejan pasa inadvertido, hay razón plitud en relación con la magnitud del impulso inicial. La forma y para temer que el campo esté siendo despejado para dar lugar a magnitud de esos cambios interconectados se expresaban en una serie una especie de misticismo económico que habrá de dominar en un de relaciones funcionales mediante ecuaciones que, como ya hemos mundo abandonado al azar en el que puede ocurrir cualquier milagro visto, constituían la teoría clásica del valor. Así, pues, la teoría del a condición de que haga su aparición un hechicer�.. Esto no qui�re valor era un rasgo esencial, y no puramente accidental, de la Eco decir, por supuesto, qu� haya que ]�mentar toda cnhca a la, �octnna nomía Política clásica. clásica por su tendencia a sustitmr_ _ la certidumbre dogmabca por Sosteniendo no sólo que esa interdependencia existía sino que, la duda. Éste debe ser el primer efecto de toda crítica. Lo único además, adoptaba cierta forma, la teoría hacía algunas inferencias que se quiere decir e� que se deben disting_uir dos espec�e� de crí que eran de importancia fundamental para la práctica. Negativamente tica que con frecuencia se confunden. La pnrnera es la cnbca de la implicaban que cierta clase de explicaciones eran inapropiadas para Economía Política que hace retener algunos de los rasgos esenciales _ interpretar una situación y que cierta clase de actos gubernamentales de la estructura clásica corno elementos muy importantes de la ver- eran impotentes para lograr sus fines. Positivamente implicaban que 1ad al mismo tiempo que subraya relaciones adicionales que tienen la verdadera explicación de los fenómenos estaba restringida a ciertas el �fecto de remodelar la estructura y revolucionar la significación causas específicas, las únicas a que podían atribuirse directamente práctica tanto del conjunto como de las partes. De esta clase es, esos fenómenos. como veremos, la crítica de la Economía Política clásica que formuló Hoy día, después de ciento cincuenta años, existe una tendencia, Marx, quien no titubeó en recurrir a ella para refutar los sofismas no poco común, a desconocer tanto el sorprendente efecto de esta de Proudhon. La segunda es la crítica que rechaza la totalidad de la concepción de un determinismo económico sobre el pensamiento de estructura clásica v cierra los ojos a la necesidad de crear nuevos su época, como la privilegiada posición que ocupó en el desarrollo principios estruct�rales adecuados para Henar el hueco que dejan de la doctrina económica. Existe cierta propensión a olvidar las ver aquellos que se rechazan. Semejante crítica tiene una tendencia esen dades fundamentales incorporadas en la estructura clásica y su sig cialmente nihilista.. nificación no sólo como base de simples corolarios que hoy han El reino de la ley formulada por la Economía Política era acep llegado a ser tradicionales, sino quizás de todo pensamiento y ·pre tado con dificultad por sus contemporáneos. Lo que podía creerse dicción deterministas en el campo económico. Los últimos años han de los cuerpos inanimados era más difícil de aceptar en el terreno sido testigos de una reanudación de las críticas a la Economía Política social, donde los acontecimientos son el resultado de la actividad tradicional y hasta de una impaciencia iconoclasta por arrasar las humana v de la rnluntad sin trabas del hombre. Sostener que un estructuras clásicas. En esa reacción contra nociones que se habían sistema de cambio y de producción de mercancías podía funcionar endurecido hasta el dogmatismo y que habían llegado a ser los pun por sí mismo, sin regulación colectiva o sin designio particular, pa tales de un sistema apologético de pensamiento, hay mucho de vi- recía increíble al principio. Afirmar que un sistema de visible anar- 30
I!. SEP 1981
32 LA ECONO�rt-1. POLÍTICA cd.srcA LA ECONOMÍA POLÍTICA CLÁSICA 33 hecho de q uía económica estaba regulado por u na ley, parecía un milagro muy laciones entre hombres en su cará�ter de productores. El an habían y os re s s prod c iv s q e ma nej�� extraño. ¿Cómo podía surgir el orden de un conflicto entre millones que los hombres l � ur o u t o u on en bus de volun tades independientes y autónomas? La respuesta que dieron de distribuirse e ntre las diferentes ramas de la pr?ducc1 o s . s�lanos y los economistas se hizo depender del hecho de la competencia. Cuan ca de las máximas ventajas, aseg u raba q ue no _ sol �o do se trataba de un solo vendedor, entre muchos que intervenían las ganancias te ndían a uniformarse en to�as las mdustnas, �mo tam en el mercado, sus propias acciones no podían ejercer si no una i n bién que la proporción en qu e se cambiaba?, las :i_nercancias en el fluencia i nsignificante sobre la situación general de dicho mercado. mercado te n día a c o rrespo n der a la proporc10n existente entre sus Por ello se veía f orzado a tomar como dados los valores del mercado costos reales. Estos últimos representaban el valor "no rmal" o "na ca cías. Las e aci nes de cambi eflejaba n, p or y a _ conformar sus actos a esos valores. Cada uno, separadamente tural" de las me r n r l o o r considerado, estaba sujeto a los valores del mercado y no éstos a iente, relaci nes de p od cció n y se hallaban controladas consigu o r u ntalment�, los vended ores. De ahí q ue si su deseo los conducía a au me ntar sus por esos valores. La Econ�1;1ía Política llegó a se�, f undame arlo mas gana ncias correspondientes a la situación en que cada uno se ha una teor ía de la pr o d u cc10 n . C o m o tfarx babia de expre � _ s, smo mter llaba, todo te ndía a responder de un modo uniforme a l movimien to tarde: "en principio no existe i ntercambio de -�ro. dulcto modo de cam de valores. Lo que a la postre sucedía en el mercado era, por su cambio de trabajos que compiten en la producc10n E de las fuerzas p uesto'. e l res ultado de la totalidad de las acciones sepa radas en las bio de los productos depende del modo de cambi o q ue, sm embargo, la voluntad de cada uno era indiferente, tanto productivas" .2 • • • muy im por�ue s?, aislamiento resultaba impotente, como porque desconocía Varios p rincipios fundamentales que ha� ocupad� sit10la o de la l b la s1tuac10 n en su conjunto. Ésta es la explicació n de por qué e l portante en la discusión clási�a y :J.1:1e han sido especia �e �usta. � pe mercado parecía estar gobernado por una "mano invisible" que obli crítica recien te, se ha l laban 1mphc ito s e n e � t e p unto de dme , c s1d a � este acuerdo con el p rimero, la cantidad � r o gaba a cada i:no a servir un propósito y a lograr un resultado com ro on md1fe�ente p letamente diferente del que había concebido e intentado obtener como patrón de v�}ores y como :i_nedio de cambio,. eraes _esencia l es. 1� :"olunta� individual. És ta era la alq uimia que permi tía mezclar los para la determinac1on de cualesqmera de estas relac10 � v1c1 os particula res y obtener beneficios para la comunidad. Puesto que el dinero rep r ese n taba me rame n te_ un a te : m .ca con �e Pero la teoría implicaba algo más. No sólo suponía que eran cambi , ya pa a e cá c , ya c m o mtermediano, era m niente de o r l l ulo o _ les por tant , no muy numerosos los i ndividuos que en cada mercado competían entre diferente para las relaciones productivas _esencia de y,l s proporc� ones sí, s�no tam_bién que los i ndividuos y los recursos eran móviles y los podía afectar ( e n úl t imo a n á�isis) el _ , sis t ema � � p rec10s_ flexibles (por lo menos dentro de las fronteras de un país, . U a ment d1smm uc10n de la can1:1dad de dme ro de cambi o n u o o tente entre los pre?10s, puest o que y cons1dera?do un periodo de tiempo suficien te). Podía deci rse, en no p odía afectar la relación exis _ c?nsecuenc1a, que los propios valores de cambio se conducían de a afecta rl s a t d s p igua l: se operaba, simplemente, u_na tendía o o o or c1ert ? modo : observaba _ n ciertas uniformidades y se ajustaban a ciertas elevación o disminución un if o rme del prec10 d� todas l as cosas.,( m relac10nes esenc1ales.1 Estas relaciones controladoras no eran sino re- cluyendo l a t ierr �; l a f uerza � e traba j o y_ los bienes . de producc101:); te P �11: pero su proporc10n de camb10 segma �ndo la misma. Es s1 _ par icu armen e p � 1ca d p � a a tacar la ,,�e¡a 1 Puede decirse, cier tamente, que todos los eleme ntos de la situación "pueden cipio fue usad o t l t . or r o r on hoy dia) de. que el tipo _ noción (n uevame nte puesta en circul�c1 determmarse mutuamente" entre sí ( com o Marshall Jo , subrayó al criticar a Boh m Bawerk). Pero eso se puede decir de todas las cosas del un i,·erso en un m omen :o de interés dependía de la ab un dancia o escasez de dmero; co:110 dado. Ello no q�iere decir, sin embargo, que deje de ser cierto (com o se dijo en , el capitulo anterior) que, en lo concerniente a n uestro conocimiento de la situa ci én fue usado, además, por Say para atacar ,la. ºfi, nión �endqouse e el "capital 10 e ?e c edi , f da en qu_e el y de la pr áctica, e.,isten cier tos factores que son la "clave" de todas las o tras se multiplica por las operac n � � to . un siste de va res p sitiv s mver id s e n c osas 1:1atenales var ia bles y que, por consiguiente, debe n desta carse como factores esenciales y de- ' "capital con lo o o t o mcapaces y no en productos i nmateriales, que son completamente te�minantes. De o tro modo todo p rincipio causal sería imposible. Es in teresant e s<;nala: que Engels observaba que '1a ca usa y el efecto son represe ntaciones que s".3 Al form la las pr p sici es ce ntrales de la solo nge n como tales en su ap licación a l caso concreto, pero que, situado el caso de ser acumulad o u r o o on la me- concreto en sus perspectivas generales, articulado con la ima¡,e n total del un iverso Economía Política podía hacerse abstracción del dinero y de s e diluyen en la idea de una trama uni,·ersa] de a ccion es �recíprocas en que la; fluencias determinantes como las más caus�s y los efectos cambian constantemente de sitio y en que lo que ,:hora o aquí cipio semejante aísla necesariamente ciertas in es erect�, cobra _ luego o allí carácter de causa , y viceversa." (Anti-Diihring, p. 9, importan tes en un ca s ? d a do : 61. ed. Cemt, Madnd, 1?3�.) Esto no Je impedía referirse a la "primacía" (por ejem 2 Miser e de Ia Philosophie (ed. 1847), p. 145. Ya en la primera plo) del f act�r �c_onom1c� en la historia como base de interpreta ción y predicción 3 Say, Treatise o n P o li � ; E <;ono1:1f (1821), vol. II, p. i< Ul t ipo su Traite h bia cnhc do a Locke por h aber dich o que el �n un_ �o h1Stonco p �rt:c1!Jar. E l reconocimien to de la in teracción no implica la edición (1803) de a a 1mp os1b1hdad de un pnnc1p10 causal, sino el reconocimiento de que cualquier prin- l fert de d ero. de interés dependía de a o a in 36 LA ECONOMÍA POLÍTICA CLÁSICA LA ECONOMÍA POLÍTICA CLÁSICA 37 e mitad de un par de transacciones, en la que la "demanda" o "el de salarios, como a que un aumento, de la canti_�ad que gen�ral�entn, mercado", expresados en dinero, aparecían como un término común. gastan los consumidores en mercan cias en relacion a lo que m:1ert� Como Marx había de expresarlo después: 8 el cambio es, fundamen no aumenta la parte del producto que corresponde �l - traba10, smo talmente, una serie de operaciones del tipo M-D-M, en las que más bien al contrarío. La primera de estas dos proposic10nes era un_a el dinero es un simple intermediario entre operaciones que esencial repetición de la conocida doctrina clásica acerca de que la confi mente son una. guración de la demanda es �ndíferente para 1a díst�bución del pro El tercer principio consistía en la afim1ación de J. S. Mill acerca ducto entre ganancias y salanos ( e�c�pto en la rn�d1da en que p_ueda de que la "demanda de mercancías no equivale a demanda de brazos", acelerar la tendencia de los rend1m1entos decrecientes de la tierra, cuya "completa comprensión", al decir de Leslie Stephen, es, "quizá, elevando, por consiguiente, el costo de la subsistencia). C�mo tantos la mejor prueba a que puede someterse a un economista", y que el razonamientos ricardianos, descansaba en un supuesto particular: que mismo Mi11 describía como "una paradoja [que], y hasta entre los la proporción entre capital y trabajo �ra igual en t?das_ las i��us economistas políticos de reputación, escasamente puedo indicar al trias. Sin este supuesto, el razonamiento no habna sido valido. guno, salvo Ricardo y Say, que no lo haya perdido nunca de vista". Sin embargo, puede sostenerse para expresar esta importante _ver "Aquélla determina en qué rama particular de la producción se em dad: que a menos que el desplazamiento de la demanda registre pleará el trabajo y el capital, determina la dirección del trabajo, pero un profundo sesgo en direcci¿n de _ las_ indus�rias que usan rn_á�, o no el más o el menos del trabajo en sí, o del mantenimiento y el menos mano de obra ( es decir, hacia mdustnas cuya "cornpos1c10n pago del trabajo. Éstos dependen de la cantidad de capital u otros de capital", corno decía Marx, sea más alta o más baja) el cambio fondos directamente dedicados a sostener y remunerar el trabajo" .o puede ser considerado como indiferente para la determinación del Por "demanda de trabajo" Mi11 entiende, por supuesto, no uria de valor de cambio de la fuerza de trabajo. manda en términos de dinero, sino en términos de mercancías. En La segunda proposición ( relativa a la proporción del ingreso otras palabras, pensaba en la detemlinación de los salarios reales, gastado comparada con la del ingreso ahorrado) dependía, sin em no de los nominales. Haber dicho que la "demanda de mercancías", bargo, de un punto de vista particular acerca de la naturaleza del concebida como una suma total del gasto monetario de los consu capital y de la relación entre capital y �rab�jo en el proceso de pro midores, no podía influir permanentemente la relación de los valores ducción. Esto plantea problemas que discutiremos separadamente en de cambio ( incluyendo el valor de cambio de la fuerza de trabajo), un capítulo posterior. Pero como los economistas clásicos estaban habría sido repetir, con una particular referencia, el primero de los acostumbrados a considerar que el capital consistía esencialmente en dos principios que acaban de ser descritos. Es claro que Mi11 procu "anticipos al trabajo", la proposición tenía un significado senci11o raba darle a su proposición un contenido adicional, y cuando hablaba y ( dentro de ciertos límites) importante: que el nivel de salarios de la "demanda de mercancías" le daba un sentido puramente rela dependía del volumen de capital, considerado como un fondo de tivo: el único significado distinto que podría haber tenido en este salarios, proporcionalmente a la oferta de brazos. Puesto que un contexto. Usándola en este sentido relativo, evidentemente intentaba aumento de la proporción del ingreso gastado implica una menor referirse tanto a que la demanda de alguna mercancía particular en acumulación de capital, se concluía que la demanda de mano de comparación con otra no ejercía influencia apreciable sobre el nivel obra, correctamente examinada, tendería a bajar más bien que a aurnentar.1° 8 l\farx sostenía que esto era cierto respecto a una "sociedad simple de cambio" Por último, tenernos el principio considerado por Ricardo como (es decir, constituida por pequeños productores independientes). Como veremos más adelante, también sostenía que se había introducido una modificación fundamental el corolario principal de su teoría del valor. Dicho principio se halla en una economía capitalista, esto es, en una economía caracterizada por la existen sintetizado en la afirmación que, analizada por separado, ha sido tan cia de una clase cuya sola función consiste en la inversión del capital en una serie frecuentemente ridiculizada corno una simple tautología: "cuando los de �peraciones del tipo D-'M-D' ( en donde D' es > D en una cantidad igual salarios suben, las ganancias bajan". La verdad que encierra esta al tipo de ganancia). Esto introducía una oposición en la aparente unidad del proceso de cambio, y creaba la posibilidad de una ruptura y división del proceso afirmación tiene una formulación más completa en otra hecha por en sus dos partes. 9 Principios, F.C.E., México, 1951, pp. 92-93. Jevons, que atacó esta doctrina 10 Existía, por supuesto, la posibilidad de que el cambio del gasto pudiera tra (Principles of Economics, pp. 126-33), sostenía que su origen se hallaba en Ricardo, ducirse en un cambio equivalente y contrario del "atesoramiento" de dinero. En en la tercera edición de sus Principios. Pero lo que aquí sostuvo Ricardo era que este caso no se produciría ningún cambio de la acumulación de capital. Pero, al la demanda de mano de obra depende del modo de gastar de los consumidores parecer, los economistas clásicos consideraban el atesoramiento (muy rara vez lo (�ebido a las diferentes �elaciones del trabajo y del capital en las diferentes ocupa mencionaban) como un simple retiro de dinero de la circulación, con su efecto c10nes), lo que era mat¡zar el principio de Mill más bien que anticiparse a él. equivalente a cualquier camJ:iio en la cantidad de dinero, a saber, una igual reper (Ricardo, Principios.) cusión sobre todos los prec10s. LA ECONO:\IÍA POLÍTICA CLASICA 39 38 LA ECONOMÍA POLÍTICA CLÁSICA nte Ricardo : " las ganancias dependen de que los salario� sean altos ? fuerza de trabajo necesaria para su fabricación) proporcional11;eado bajos, y de nada más".n En otras palabra,s, las ganancias se determr al costo del alquiler del trabajo. El costo del proceso mecamzn e oceso que depe � _ nan únicamente por la rel ación entre el v alor de la f uerza de t raba¡ o aument aría, también, al parejo d el costo �el pr ú ic me e d el t ra ba jo d irec to . Per o seme¡ �nt e yesultado supondna y el valor de las mercancías en general, en la inteligencia de que n a nt ri s a me sim t eamente. La d�c estas dos cantidades pueden moverse independientemente una de otra. que todos los precios y s al a o u ntan ul an acion Esta relación es aproximada y no exac tamente ( debido al fenómeno trin a clásic a , si n emb a rg o , s u p on í a l a _p osibilidad _de una elev de s alarios sin una equ ivalente elev ac10n de prec10s, con el resul d e la renta) eq uiv alente a la prop orción de la fuerza de trabajo de tado d e una baja de las ganancias. Es más, su ponía qu e algunos �re la sociedad que es neces ario dedicar a la producción de las sub sistencias de los trabajadores.12 Esta proposición era evidentemente cios caían realmente como result, ado de una _elevación de salan?s, fundamental no sólo para las conclusiones prácticas que Ricardo aunque otros, sin embargo, subian. Los prec10s de las mercan�ras derivó d e su d octrina económica, sino también para ciertas proposi que requerían poco trabajo directo y rel�ti\·a1;1ente un gran capital ciones subsidiarias que hoy día son consideradas como virtualmente para financiarlas, mostraban una tendencia mas acentuada_ a �aer, Y axiomáticas, y sin las cuales el economista se hallaría en un mundo puesto que ésta es la caracterÍstica esencial de la m aquman� que ahorra tr abajo, su adquisición y u so tenía que aumenta r con sidera- semejante al de Alicia en el país de las maravillas. De a cuerdo c on esa pro posición, el tipo de ganancia ( considerado como "una rela bleme nt e. 1 5 Pero estos principios eran sobre todo incidentales. El . prmcr · · p10· ción de valores") no podía aumentar ni con un incremento de l a P ítica era e gra e p e J 1sse faJie. cantidad de dinero ( a no ser temporalmente) ni c on un aumento medular d e la Eco no mí a ol l n w � !� d l a � del consumo, como sostenía Malthus. Ricardo la utilizaba para d e C on éste la importante unidad de la Eco�omia ,. ohtíca com? siste1;1a teórico, se convertí a en un congruente sistema de la doctn�� pr�c m ostrar que, contra la afirmación de Adam Smith, la ex-pansión del comercio exterior sólo podía elevar el tipo de ganancia e n la medida tica. Los principios abstra�tos queda��n dotados, 1e una accion viv� en qu e, abaratando el costo de la s ubsistencia de los trabajadores, para la política real, y la mterpretac10n e��uematica del 1;1undo, �x permitía reducir los salarios.13 Por s u parte Marx l a usaba para refutar temo se fundió con el precepto y la acc10n. La Economia Pohtica la afirmación de Proudhon acerca de que una elevación de salarios había creado el concepto de la sociedad económica como un sistema autónomo, regido por leyes ,PIOI_Jias. ,!fa.ciendo f� nciona r esta s leye�, se traducía en una elevación equivalente del precio d e l as mercan cías, de donde se derivaba que el sindicalismo no hacía sino andar el sistema "cami naba por s1 mismo , mdependi entemente del cm dado del gobier no y del capricho del soberano y del es tadista: Llegó a la caza de su propia cola. L a impor tancia medular de esa afirm ación a sostenerse que la regulación por el Estado, previ amente cons�d erada para el razonamiento económico puede ser juzgada por el hecho de que, si no fuera verdadera, no habría razón para concluir que una como esencial para s uprimir el caos y establecer el o rden, era m nece saria. Se creía que esa regulación era positivamente perjudicial porque elevación del nivel de salarios tiende a fomentar el uso de la m a entorpecía el funcionamiento de las fuerzas económicas, provocaba quinaria, en tanto que una baja tiene el efecto contrario.14 Si el el desequilibrio donde podía reinar la armonía y porque no h abía precio de la mano de obra pudiera elevarse sin pro vocar una caída ningún indicio de que pudiera lograr resultados rnás efectivos para del tipo de ganancia ( considerado c omo el rendimiento del capital ) el costo de las máquinas subiría ( a causa del mayor precio de la 15 Keynes ha dicho (Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, P· 186), que muchas,,de estas proposi�i��es clásica �. descansan en el �upuesto de 11 Ricardo empleaba la e1qiresión "salarios altos" como sinónimo de una elevada una "ocupación plena como_ ?na cond1c10n ne��sana, y. que, por cons1_gu�_ ente, no "proporción del valor de la producción total necesaria para mantener al trabajador". pueden ser aplicadas a condiciones de produccmn cambiante o a . desv1ac1one� del (Notas a los principios de economía política de Malthus, F.C.E., México, 1958 , equilibrio. Es indudable, � importante, que algu�as de esas propos1c�� _ nes reqmeren p. 178.) James Mili sostenía que si la ganancia se empleara "pare. denotar la rela una modificación sustancial para poder ser aplicadas a una s1tuac10n en la que ción de valores ( es decir, el tipo de ganancia), podría demostrarse que, en este existen recursos no utilizados. Por ejemplo: un cambio· de la demanda de dinero sentido, las ganancias dependen completamente de los salarios". (Politica1 Economy, puede alterar la producción total �n vez de agotar su i�fl_uencia �n. una alteración pp. 58-9.) Fue esta última afirmación, como veremos más adelante, referente al tipo _ de precios. Pero no parece mfenrse que estas propos1c10nes c las1cas no tengan de ganancia (cosa muy distinta a la ganancia total), la que Marx enmendó con su aplicación al mundo real, a menos que se suponga que en el mundo real todos concepto de la "composición orgánica del capital". los recursos son de una oferta permanente e infinitamente elástica. Lo que parece 12 Cuando el profesor Pigou, en su Theory of Unemployment, considera Ja claro es que lo que los econ?1:;istas c lásicos se incl_i?aban a s�poner era _la existencia cantidad de trabajo en lo que él llama industrias que producen bienes que consume de tendencias hacia una pos1c10n de plena ocupac10n. De ah1 que consideraran que preferentemente la clase trabajadora (wage-goods industry) y en las que producen sus proposiciones establecían los factores que limitan al desarrollo económico durante otra c lase de bienes (nomvage-goods industry) como una relación fundamental y un periodo largo. Algunas de estas proposiciones clásicas también dependían de otros determinante, utiliza, por supuesto, una concepción muy semejante a la de Ricardo. supuestos ( que afectaban la estabilidad del sistema) y a los que nos referiremos 1a Ver infra, pp. 154-155. en el capítulo vr. 14 Consúltese Wicksell, Lectores, vol. I, pp. 100, 167.