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Gran parte del arte que se desarrolló inicialmente en el territorio que en la actualidad ocupa Israel

fue arte decorativo religioso (principalmente judío o cristiano), producido por peregrinos
religiosos, aunque también para exportar y uso local. Estos objetos abarcaban tabletas decoradas,
embossed soaps, sellos de goma, etc., gran cantidad de los cuales estaban devorados con motivos
y diseños de las artes gráficas.2 En los asentamientos judíos los artistas trabajaban en joyería con
oro, plata y elaborando bordados, produciendo su obras en pequeños talleres de artesanos.
Algunos de estos trabajos estaban destinados a servir de amuletos. Uno de estos artistas muy
conocido era Moshe Ben Yitzhak Mizrachi de Jerusalén fabricaba Shiviti (o Shivisi, en la
pronunciación ashkenazica, placas de meditación utilizadas en algunas comunidades judías para
contemplación sobre el nombre de Dios) de vidrio y amuletos sobre pergaminos, con motivos tales
como el Sacrificio de Isaac, el Libro de Ester, y vistas del Monte del Templo y del Muro
Occidental.3 También se producían objetos artísticos de uso cotidiano en la escuela "Torah ve-
Melakhah" ("Torah y Trabajo") fundada en 1882 por la Alliance Israélite Universelle.4 Esta escuela
tenía departamentos para la producción de objetos artísticos en estilos Neo-Clásico y Barroco,
producidos mediante una combinación de trabajo manual y máquinas modernas.

Una gran cantidad del trabajo artístico era producido por artistas europeos, principalmente
pintores cristianos, que iban a documentar los sitios y paisajes de la "Tierra Santa". Los motivos de
estos trabajos eran de naturaleza orientalista y religiosos y se enfocaban en la documentación –
primero mediante la pintura y posteriormente mediante la fotografía – de los sitios santos y el
modo de vida en Oriente, y en la presentación de gentes exóticas.5 Las fotografías de la Tierra
Santa, que también servían de base para las pinturas, se enfocaban en documentar estructuras y
personas a plena luz del día, a causa de las limitaciones de la fotografía de esos años.6 Por lo tanto
se nota un tratamiento etnográfico en las fotografías, que presentan una imagen estática y
estereotipada de las figuras que muestran. En las fotografías del fotógrafo francés Felix Bonfils,
tales como por ejemplo aquellas prominentes de la Tierra Santa en las últimas décadas del siglo
xix, se puede observar un fondo artificial de desierto, frente al cual posan las figuras. A finales del
siglo xix y comienzos del siglo xx, comienzan a aparecer fotógrafos locales, entre los que se
destaca Khalil Raad, quien se concentraba en brindar una descripción etnográfica de la realidad de
Tierra Santa, en gran medida colonialista. Además había otros fotógrafos, muchos de ellos
armenios, quienes trabajaban como fotógrafos profesionales en la región.

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