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PONENCIA

TEMA. Etapa de la ciencia y los tests (1900-1929).


POSTURA: En contra

INTEGRANTES: Jessica Iñahuaso Paucar – Gabriela Ramírez Tenenpaguay.

En los años que abarcan desde 1900 hasta 1929, la educación se

encontraba en medio de una transformación significativa. Si bien se estaba

comenzando a apreciar la importancia de la ciencia y la medición objetiva en la

educación, también surgieron críticas sustanciales hacia el enfoque en los test y la

ciencia en este período. Estas críticas se centraron en varios aspectos

fundamentales que arrojaron dudas sobre la efectividad y la equidad de estos

métodos en la educación.

Durante este período, la aplicación de la ciencia a la educación se

consideraba un paso progresista hacia la modernización de los sistemas

educativos. Se creía que adoptar un enfoque científico en la enseñanza y el

aprendizaje podría mejorar la eficacia y la eficiencia de la educación al proporcionar

métodos objetivos de evaluación y desarrollo curricular. Sin embargo, detrás de

esta aparente mejora, surgieron críticas fundamentales.

Uno de los principales puntos de crítica fue la creciente dependencia de los

test estandarizados para evaluar el rendimiento de los estudiantes. Estos

exámenes se centraban en medir la capacidad de los estudiantes para retener

información y reproducirla en papel, lo que a menudo no reflejaba su comprensión

real o su capacidad para aplicar el conocimiento en situaciones de la vida real. Los

críticos argumentaban que este enfoque restringía la educación a un conjunto


limitado de habilidades medibles, dejando de lado aspectos esenciales como el

pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de problemas prácticos.

Además, la uniformidad y estandarización que acompañaban a estos

exámenes eran fuente de preocupación. Los críticos argumentaban que esta

práctica no solo pasaba por alto las diferencias individuales en el ritmo y el estilo de

aprendizaje, sino que también perpetuaba desigualdades socioeconómicas y

culturales. Los estudiantes provenientes de entornos más privilegiados tenían más

acceso a recursos y preparación para estos exámenes, lo que creaba una brecha

injusta en los resultados educativos.

La crítica a la ciencia y los test en la educación también se centraba en

cómo estos métodos reducían la educación a números y datos cuantificables. El

énfasis en medir y calificar a los estudiantes basándose únicamente en resultados

medibles dejaba de lado aspectos valiosos pero difíciles de cuantificar, como el

desarrollo emocional, la inteligencia emocional y la empatía. La educación, que

debería ser una experiencia enriquecedora y transformadora, se estaba

convirtiendo cada vez más en un proceso mecánico y frío de preparación para

exámenes.

Además, la adopción generalizada de métodos científicos y exámenes

estandarizados condujo a una rigidez en el currículo. Las materias y temas que

podían evaluarse fácilmente se priorizaban en detrimento de las artes, las

humanidades y otras áreas igualmente valiosas pero más difíciles de medir de

manera objetiva. Esto limitaba la exposición de los estudiantes a una educación

completa y equilibrada, impidiéndoles explorar y desarrollar sus intereses y talentos

individuales.
Otro aspecto fundamental de la crítica era la falta de equidad en la

educación. Los exámenes estandarizados a menudo estaban diseñados siguiendo

una perspectiva cultural y social específica, lo que resultaba en preguntas y

contextos que eran más familiares para ciertos grupos de estudiantes que para

otros. Esto colocaba a los estudiantes de entornos menos privilegiados en

desventaja, ya que no tenían acceso a las mismas experiencias y conocimientos de

fondo. En lugar de ser una herramienta para nivelar el campo de juego, los

exámenes se convirtieron en una barrera adicional para aquellos que ya

enfrentaban desafíos.

En conclusión, los años 1900 a 1929 fueron testigos de la creciente crítica

hacia los test y la ciencia en la educación. Aunque se buscaba modernizar y

mejorar los sistemas educativos a través de métodos científicos y evaluaciones

objetivas, estas prácticas también generaron desafíos significativos. Las críticas se

centraron en la falta de enfoque en habilidades prácticas, la uniformidad y

estandarización perjudiciales, la reducción de la educación a datos cuantificables,

la rigidez curricular y la falta de equidad en la evaluación. Estos problemas llevaron

a un llamado a repensar la forma en que se abordaba la educación, abogando por

un enfoque más holístico, individualizado y centrado en el desarrollo completo de

cada estudiante.
RESUMEN PARA DEBATIR GABRIELA
En los años comprendidos entre 1900 y 1929, hubo un creciente escepticismo y
crítica hacia el enfoque excesivo en los test y la ciencia en la educación. Varias
razones respaldaron esta postura en contra:
Falta de enfoque en habilidades prácticas: Se argumentaba que los exámenes y
pruebas de conocimiento enfocados en la memorización no promovían la
adquisición de habilidades prácticas y aplicables en la vida real. Los críticos
sostenían que la educación debería estar más orientada a desarrollar habilidades
prácticas y pensamiento crítico en lugar de simplemente evaluar el recuerdo de
información.
Uniformidad y estandarización: La creciente dependencia de los exámenes
estandarizados tendía a homogeneizar la educación, lo que se consideraba
perjudicial para la diversidad de habilidades y talentos individuales. Los opositores
argumentaban que este enfoque limitaba el potencial de los estudiantes al medirlos
con una sola vara, lo que podía llevar a la exclusión de enfoques educativos
alternativos.
Falta de equidad: Las pruebas y exámenes a menudo estaban sesgados hacia
ciertos grupos socioeconómicos o culturales, lo que generaba desigualdades en el
acceso a oportunidades educativas. La crítica se centraba en cómo los resultados
de los exámenes podían determinar en gran medida el futuro de los estudiantes,
perpetuando desigualdades en lugar de corregirlas.
Reducción de la educación a datos cuantificables: Los críticos argumentaban
que el enfoque en las pruebas y la ciencia limitaba la educación a resultados
cuantificables, dejando de lado aspectos importantes como el desarrollo emocional,
la creatividad y las habilidades sociales. Esto resultaba en una educación
incompleta y centrada únicamente en la preparación para las pruebas.
Rigidez curricular: La adopción de métodos científicos y pruebas estandarizadas
a menudo llevaba a una rigidez en el currículo, con un énfasis en las materias
evaluadas en detrimento de otras áreas igualmente valiosas, como las artes y las
humanidades.
En resumen, la crítica en contra de los test y la ciencia en la educación entre 1900
y 1929 se centraba en la falta de enfoque en habilidades prácticas, la uniformidad y
estandarización, la falta de equidad, la reducción de la educación a datos
cuantificables y la rigidez curricular. Los críticos abogaban por un enfoque más
holístico y personalizado en la educación, que tuviera en cuenta las necesidades
individuales y promoviera un desarrollo más completo de los estudiantes.

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