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5.

- EL PRIMER PERÍODO INTERMEDIO

INDICE

1. Introducción
2. El origen del Primer Período Intermedio
3.

1. Introducción

Datado entre el 2160-2055 aC, es decir, algo más de un siglo, el Primer Período
Intermedio significó el fin del linaje de reyes que había gobernado desde Menfis desde
el tiempo de las grandes construcciones, es decir, un período de un milenio.

Durante este Primer Período Intermedio se observa como una serie de soberanos,
originarios de Heracleópolis Magna, cerca de la boca de Fayum, y que conformarán la
IX y X Dinastías según Manetón, serán los encargados de regir el territorio de Kemet.

De hecho los antiguos egipcios consideran el punto de ruptura en el traslado de la


capital desde Menfis a Heracleópolis Magna. Ni el Canon de Turín ni la Lista Real de
Abidos incluyen grandes informaciones sobre los soberanos de este período y parecen
pasar desde la VIII Dinastía hasta la XI.

Eso supone un problema en la datación cronológica. Se tiene razonable información


sobre la parte del Primer Período Intermedio que supone enfrentamientos entre
Heracleópolis Magna y Tebas, pero en cambio la información sobre el período de
gobierno exclusivo de Heracleópolis es más bien escasa.
El arte arquitectónico también sufrió durante el período. De hecho vemos que las
grandes construcciones del Imperio Antiguo sufren un parón durante el Primer Período
Intermedio, y tan solo se recuperan tras la llegada al poder de Mentuhotep II.

La XI Dinastía, de hecho, no es heracleopolitana. Al contrario, son tebanos, y


consiguieron controlar una gran parte del Alto Egipto durante el período, además de
conseguir la reunificación final de Kemet tras la victoria de Nebhepetra Mentuhotep II
(tebano), sobre el líder de Heracleópolis.

2. El origen del Primer Período Intermedio

Desde el reinado de Pepi II, el más longevo de la historia de Egipto, se observa un


deterioro del poder central cada vez más acusado, así como un crecimiento del poder
periférico en manos de los gobernantes de los nomos. Hemos visto como el final de la
VI Dinastía fue anómal: tras Pepi II heredó el trono su hijo Merenra, a quienes siguieron
una mujer (Nitocris) y un niño (Neferkara II). Hechos claramente anómalos.

Durante el Primer Período Intermedio veremos también como diferentes dinastías llegan
a coexistir en el tiempo, puesto que unas reinan en Heracleópolis y otras en Tebas.
Hasta 5 dinastías gobernaron Egipto en este siglo de incertidumbre. La dinastía menfita,
claramente en decadencia ocuparía todavía el poder durante las Dinastías VII y VIII,
pero a partir de ese momento (2160 aC) sí que coexistirán las dinastías menfita y
heracleopolitana.

2.1. Dinastías coexistentes

Dice Manetón en sus escritos que durante esta época hubo 70 reyes en Menfis, reinando
70 dias. Una exageración, pero que da idea de la inestabilidad del período.

Sí que parece comprobado que, tras el final de la VIII Dinastía, cuyo último rey fue
Neferirkara II (sobre el 2160 aC), Jety I estableció un gobierno en Heracleópolis,
mientras que, en las mismas fechas (también sobre el 2160 aC), Intef, hijo de Itu,
estableció otro reinado en Tebas.
MENFIS

Dinastía VII
Dinastía VIII
HERACLEÓPOLIS MENFIS

Dinastía IX
Dinastía XI
Dinastía X

Subdivisión de las dinastías en el Primer Período Intermedio

Dinastía Período Capital Reyes


Dinastía VII 2171 aC - ¿? Menfis Necherkara
Menkara
Neferkara II
Neferkara Neby
Dyedkara Shemai
Neferkara Jendu
Merenhor
Neferkamin
Nikara
Neferkara Tereru
Neferkahor

Dinastía VIII 2171 – 2160 aC Menfis Neferkara Pepyseneb


Neferkamin Aanu
Kakaura Ibi
Neferkaura
Neferkauhor
Neferirkara II

Dinastía IX 2160 – 2050 aC Heracleópolis Jety I


Merykara I
Neferkara VII
Jety II
Senen
Jety III
Jety IV
Shed(…)y
H(…)

Dinastía X 2050 – 2000 aC Heracleópolis Jety V


Neferkara VIII
Mery(…)
Se(…)ra Jety
Jety VI
Jety VII
Merykara

Dinastía XI 2160 – 1990 aC Tebas Intef hijo de Iku


Mentuhotep I
Intef I
Intef II
Intef III
Mentuhotep II
Mentuhotep III
Mentuhotep IV

Gobernantes de las Dinastías del Primer Período Intermedio

2.2. Dos capitales

Los gobernantes de Heracleópolis y de Tebas se disputan el poder en la zona norte y


sur de Egipto. Aunque Heracleópolis y Tebas pertenecen al Alto Egipto, Heracleópolis
estaba situada mucho más al norte (cerca de la capital, Menfis), mientras que Tebas
estaba situada mucho más al sur, prácticamente a kilómetros de Asuán y la primera
catarata.
Heracleópolis y Tebas como principales ciudades de Egipto

2.2.1. Heracleópolis Magna (Henen-Nesut)

Heracleópolis es el nombre griego de la ciudad que los egipcios conocieron como


Henen-Nesut y en la que actualmente está situada Ehnasya el-Medina.

Fue la más importante de las ciudades del Nomo XX del Alto Egipto, muy cercana al
oasis de El Fayum.
Situación de Heracleópolis Magna

La divinidad más apreciada en el nomo era Herishef, dios de la fertilidad y la justícia,


cuyo nombre helenizado (Harsafes) derivó en un dios griego (Heracles), de cuyo
nombre precisamente viene el nombre de Heracleópolis.

2.2.2. Tebas (Uaset)

Tebas está situada en el Alto Egipto, a unos kilómetros al norte de Asuán, Kom Ombo,
Edfú y Esna, y muy cercana a Hieracómpolis. Era la ciudad más importante del IV
Nomo del Alto Egipto, conocida como Uaset por los egipcios.

No fue una ciudad relevante hasta el Primer Período Intermedio, momento en el que se
alzó la XI Dinastía como rival del sur de la IX y X Dinastías del norte.

Sí que será un centro importante, vital, posteriormente. Allí encontraremos el Templo


de Karnak en Luxor y otros centros arqueológicos relevantes.

Localización de Tebas

3. El primer gobierno menfita: Dinastías VII y VIII


Ya hemos visto como Manetón se refiere a esta primera parte, cuya capital fue Menfis,
como una fase en la que “hubo 70 reyes en 70 dias”. Literalmente Manetón dijo que la
VII Dinastía tuvo 70 reyes que duraron 70 dias, pero sirve para expresar lo que ocurrió
en esta parte del período.

Lo que se conoce del final del Imperio Antiguo es la longevidad del reinado de Pepi II,
cuya última parte parece sumida en la total oscuridad. Tras Pepi II heredó el trono su
hijo Merenra, a quienes siguieron una mujer (Nitocris) y un niño (Neferkara II). Hechos
claramente anómalos.

3.1. Las quejas y las revoluciones

Durante las Dinastías VII y VIII siguen reinando soberanos menfitas, pero parece que
diferentes hechos terminaron por precipitar la conflictividad. Uno de estos hechos pudo
ser el hambre y la sed, que provocaron una pérdida de confianza en el poder del rey.

Dos grandes registros arqueológicos nos han dejado un ejemplo de cómo debía ser la
situación por entonces: la inscripción de la tumba de Anjtifi y los lamentos de Ipuur.

3.1.1. La tumba de Anjtifi

Se cree que Antjifi fue un gobernante del nomo de Hieracómpolis. En su tumba reza un
epitafio que deja claro cómo estaba el pueblo en aquel momento

He dado pan al hambriento y vestido al


desnudo.
No permití que nadie muriera de hambre
en este nomo.
He prestado cereal, algo que ciertamente
no encontré que hubiera sido hecho por
los gobernantes que me precedieron
3.1.2. Los lamentos de Ipu-ur

El Príncipe Ipu (Ipu-ur), fue algo más allá. No solo reflejó la queja por la situación que
se estaba viviendo, si no que además, lanzaba directamente la posibilidad de alzarse en
una revolución. Es, de hecho, la primera de las revoluciones contra reyes que se ha
podido objetivar:

"El rey ha sido expulsado por


los miserables... Los
mendigos se han convertido
en dueños de los tesoros...
Los ricos están de luto, los
pobres de fiesta... En cada
ciudad se dice: expulsemos a
los poderosos que están entre
nosotros...".

4. El golpe de estado de Jety I y el inicio de las dinastías


heracleopolitanas

De los gobernantes de la Dinastía VII y VIII ya hemos revisado que apenas hay
información. Una hipótesis es que actuaron como “reyezuelos” o gobernantes locales de
Menfis.

Sobre el 2160 aC sí que ocurrió un hecho francamente remarcable. Jety I (en griego
Actoes), nomarca de Henen-Nesu (Heracleópolis), da un golpe de estado que provoca
la destitución de Neferirkara II, el último de los reyes de la Dinastía VIII.

De Jety I se ha conseguido conocer algo tras hallarse restos de su tumba, aunque en muy
mal estado, en Ehnasya el Medina, ciudad actual donde se situarían los restos de
Henen-Nesu (Heracleópolis Magna). Por lo encontrado parece ser que Jety I fue
almacenando múltiples títulos que lo convirtieron en alguien realmente importante:
Los títulos de Khety I (Jety I, Actoes)

La versión actualmente mayoritaria entre los conocedores es que durante las fases
finales de la dinastía menfita, el país llegó a convertirse en una especie de sucesión de
províncias, dominios regionales o taifas, de tal forma que encontramos múltiples
señores, cada uno dueño de su zona. Esta fase de los últimos coleteos menfitas se
conoce como el Egipto de las Regiones.

Ni que decir tiene que cuando algo así sucede, la siguiente fase viene a ser que alguno
de estos reyezuelos locales intentará asaltar el poder de sus vecinos, uniendo territorio,
tal como ocurrió en la época predinástica. Jety I lo hizo, y no consta que recibiera
demasiada oposición, quizá por el hecho de que se había convertido en alguien
realmente poderoso.

Del proceso bélico que llevó a que Jety I se impusiera, no existe ninguna evidencia
arqueológica. Muchos autores defienden que, con Jety I comenzará la IX Dinastía y un
período de cierta estabilidad en la región, si bien Jety no llegó nunca a dominar todo el
territorio puesto que en Tebas todavía crecerían dinastías paralelas.

De la IX Dinastía existe poquísima documentación (nada), a pesar de que ésta ocupó


algo más de un siglo de duración (2160 – 2050 aC). Algo parecido ocurre con la X
Dinastía (2050 – 2000 aC).

En cambio, de la XI Dinastía (2160 – 1990 aC) sí que disponemos de más información,


y, además, ocurrirá algún hecho singular. Como veremos a continuación la Dinastía XI
cabalga por el Primer Período Intermedio, pero tendrá en Mentuhotep II el nuevo
reunificador de Egipto y origen del Imperio Medio.

5. La Dinastía XI de Tebas

Jety I no consigue dominar todo el territorio de lo que había sido Egipto desde su capital
Heracleópolis Magna. En ningún momento.

De hecho, en el mismo 2160 aC, cuando Jety I vence al menfita Neferirkara II, en la
ciudad de Tebas continúa habiendo gobernantes locales. Hay que tener, pues, en cuenta,
que la Dinastía XI forma parte del Primer Período Intermedio y del Imperio Medio.

Dinastía XI 2160 – 1990 aC Tebas Intef hijo de Iku


Mentuhotep I
Intef I
Intef II
Intef III
Mentuhotep II
Mentuhotep III
Mentuhotep IV

Intef, noble de nacimiento, señor de Uaset, el siempre eterno, es mencionado como el


Hijo de Iku, y, a la vez, en Karnak se le define como el antecesor de Mentuhotep I. Sin
embargo, no existen registros que sean capaces de explicar en qué consistió su reinado o
si este fue violento o no.

De Mentuhotep I existe un relieve en el Templo de Montu en el que se le ve junto a


otros monarcas elevando ofrendas a Montu, el dios de la guerra, el que brindaba
protección al rey durante las batallas. Quizá es una primera muestra de la belicosidad de
la época. Apoya esta teoría el hecho de que ya se tiene evidencia de guerras contra
Heracleópolis, así como del hecho de que la región de Tebas resultara unificada bajo su
mandato e incluso engrandecida hasta llegar a Dendera.
Los registros bélicos continúan durante los reinados de Intef I, en los que continuaron
los enfrentamientos contra Heracleópolis, pero, además, por la conquista de otros nomos
por parte de Tebas, como Coptos, Hieracómpolis y el-Kab. Además, la titulatura de
Intef I deja muestras de lo que fue su “programa político”:

Titulatura real de Intef I

Parece que Intef I murió relativamente joven, y fue su hermano (Intef II) quién le
sucedió. No parece que durante los reinados de Intef II o Intef III hubiera grandes
movimientos de territorio, ni ganado ni perdido.

5.1. Mentuhotep II, el reunificador

Mentuhotep, hijo de Intef III, cambió radicalmente el panorama: la paz se esfumó y


llegaron tiempos de guerra.

Sofocó diferentes revueltas, impidió la intrusión de tribus asiáticas en el Delta del Nilo
y, sobre todo, venció al nomo de Heracleópolis, volviendo a unificar Egipto, ahora con
capital en Tebas. Comenzaba así el llamado Imperio Medio.
Estatua de Montuhotep II

5.- El arte en el Segundo Período Intermedio


6. 5.1.- Los textos literarios en la Dinastía XII

6.1. 5.1.1.- Sinuhé

Sinuhé era tesorero del rey del Bajo Egipto, además de su amigo y bienamado seguidor.
El rey al que se refiere es Sesostris I (1956-1910 aC aproximadamente).

El relato da comienzo cuando Amenemhat I, padre de Sesostris, es asesinado y por tanto


comienza el reinado de Sesostris.

Está escrito en primera persona y prosa. Relata el viaje-huída de Sinuhé que, cuando
viaja a informar a Sesostris de que su padre ha muerto, escucha como otra persona le
informa a Sesostris de que su plan ha funcionado. Es por ello por lo que Sinuhé tiene
miedo y huye de Egipto.
6.2. 5.1.2.- Las Instrucciones de Amenemhat

Las Instrucciones de Amenemhat es un poema en el que el espíritu del asesinado


Amenemhat se dirige a su hijo, Sesostris, para explicarle la conspiración que acabó con
su vida, a la vez que le enseña que no debe confiar en nadie y se detallan los logros del
faraón muerto.

6.3. 5.1.3.- La Historia del Campesion Elocuente

La Historia del Campesino Elocuente narra la historia de una persona que,


dirigiéndose en caravana a Henen-Nesut para comerciar, es robado y se queda sin
bienes. El campesino se dirige al gobernador de la zona para denunciar los hechos, a la
vez que expone la corrupción de la época (se supone que el final del Período
Intermedio). La historia acaba con los bienes devueltos a su poseedor y con el ladrón
castigado a trabajar como esclavo del faraón. Esta historia no está claro en qué época
fue escrita, pero sí a qué gobernantes hace referencia: los gobernantes del convulso
Primer Período Intermedio. A este tipo de literatura que habla “en negativo” de esta fase
de la historia de Egipto se la ha venido a llamar literatura pesimista.

7. 5.2.- Las construcciones del Segundo Período Intermedio

7.1. 5.2.1.- La Pirámide de Amenemhat

En El-Lisht se construyó su pirámide mortuoria, que hoy en día está reducida a un


montón de tierra. Se cree que una buena parte de la piedra utilizada para construir esta
pirámide fue expoliada de otras pirámides.

Aunque la Pirámide de Amenemhat llegó a tener 55 metros de altura, la época de las


megaconstrucciones piramidales ya había pasado.
La Pirámide de Amenemhat en la actualidad y un plano de su estructura

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