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CAPITULO PRIMERO INTRODUCCION: EL PARADIGMA DEL DERECHO AUTORAL «EI peligro no esta en ser criticado, sino en no ser comprendidon Kant SUMARIO: 1 LOS PARAMETROS CENTRALES DEL PARADIGMA (MODELO TEORIGO) —1.1. El objeto del Derecho autora la obra.—1.2. EX horizonte do la indagacidn: la norma.—1.3. La onginalidad o wndividuali- {dad de la obra. —1.4. La obra como wexpresion de fa intel 5, Los «clerechos moralesr.—1.6. La independencia de! Deeecho autoral.—2, LA FUNCION DISCIPLINADORA DE TODO PARADIGMA.—33, UNA CONCEPCION DIFERENTE.—1, NECESIDAD DE UNA CONCEPCION SOBRE LA NATURALEZA DE LA OBRA.—5. PLAN DE ESTE LIBRO. 1. LOS PARAMETROS CENTRALES DEL PARADIGMA (MODELO TEORICO) El Derecho autoral, sus peculiaridades ¢ instituciones, han tenido un gran desarrollo tedrico y cuenta con juristas que han ganado un merecido prestigio por su labor sistematica de docencia, investigacin y divulgaci6n, Esos juristas, mediante sus obras 0 sus encuentros, seminaries, simposios y congresos, contri- buyeron también, en forma significativa, en la redaccién de las normas nacionales e internacionales que inspiran la jurisprudencia del sector. La labor desarrollada en este campo se hizo en base a un modelo, o paradig- a, solidamente establecido, que estructura, orienta y disciplina a la concepcién y produccion teorica en esta materia No obstante, el peso y valor académico de la obra académica generada en base a ese modelo tedrico, entiendo que cabe realizar una reflexién critica sobre ese paradigma; con ello se abre la posibilidad de superar algunas de sus anomalias o de lberarnos dela teoriaad bor que sustenta la curiosa categoria delos derechos morales 19 Escaneado con CamScanner 29209988 909O98 on FPPE PPO POOR? JULIO RAFEO No es nuestra pretensién formular aqui un nuevo paradigma, sélo aspiramos a hacer explicitos los presupuestos del paradigma hegeménico, sefialar algunas de sus anomalias y brindar respuestas que las superen en base a una concepeidn diferente que ponga su centro de gravedad en el fendmeno autoral que integra en un mismo fenémeno de conducta compartida al autor y al usuario, intermediados por la obra; por su parte, la obra y el autor son dos aspectos del dato de la «auto- ria», porque no pueden existir el uno sin la otra. Es en esos fendmenos de la vida social donde esta el horizonte y objeto de la reflexion profunda sobre el Derecho «autoral» y no en las palabras de las normas y de los textos académicos, por més, prestigiosos que éstos fueren. PO er Berges Adelantemos aqui los grandes rasgos del paradigma hegeménico, mencionan- - do lo que considero alguna de sus limitaciones e insinuando sintéticamente los ejes de nuestra critica, los cuales serén objeto de una exposicién mas detallada en los capitulos correspondientes. s, Las definiciones principales del paradigma hegemsénico son las siguientes: 1.1. EL OBsETO DEL DERECHO AUTORAL: LA OBRA Para el paradigma vigente el objeto del Derecho autoral es la «obra protegi- % da». De este modo, la obra no es vista como una unidad indisoluble con el autor yes elevada a la categoria de sujeto de derechos, cuando en realidad lo que la ley protege ¢s al autor, y no a su obra, al igual que la legislacién relativa a la propiedad b, protege al propietario, y no al éamuchle, 1.2. EL HORIZONTE DE LA INDAGACION: LA NORMA El punto de partida de la indagacién juridica respecto del Derecho autoral, y horizonte central de la misma, esti en las normas —nacionales e internaciona- jes— que regulan la materia, Como complemento de ellas se acude al glosatio —o diccionario— de la Organizacién Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). De este modo, el modelo se enrola en una concepcidn positivista-normativista, que reduce el fendémeno juridico a la /ey, y ésta a ser las «palabras del legisladom. Asi resulta que, en este campo, lo que se afirma de la realidad es lo que dicen las nor- mas, cuando las cosas ocurren al revés. En todo fenémeno juridico hay siempre un dato prenormativo —de conducta compartida— del cual las normas, con mayor 0 menor fortuna ’én su redaccién, tratan de hacerse cargo. El jurista que, apegindose ala Escuela dogmitica, pierde de vista la realidad pre-normativa y se limita a leer, releer y comentarlo que la norma dice a la luz de lo que otros dijeron sobre la nor- ia de ser un jurista realista para transformarse en un glosador 0 exegeta de la omit ue rnetatricamente la «voluntad del legisladon». irre en un. error: Ja realidad de todo fendmeno ju- no se agora:en ella. Es mas, Jaley asigna sentido Escaneado con CamScanner INTRODUGCION: E PARADIGMA DEL DERECHO AUTORAL juridico a conductas que constituyen el dato originario y previo a toda norma, y seran las conductas como dato el punto de partida de toda indagacién realista sobre los fendmenos juridicos, esta actitud epistemologica permitir comprender el sentido profundo de la norma —que por ser vigente lo express desacierto de las palabras —del legislador— que enuncian yelaciertoo 1.3. LA ORIGINALIDAD 0 INDIVIDUALIDAD DE LA OBRA Al colocarse «la obra» en el centro de gravedad de la reflexion, aiskindosela de sti necesaria relacién con «la autoria, el tema relative a su originalidad apare ce como una caracteristica 0 nota objetiva de la obra en si misma considerada, y ello no permite advertir que esa originalidad no es otra cosa que el mismo fend- meno de la auoria cuando ésta es examinada en cuanto resultado de la actividad del autor. La biisqueda del fenémeno de Ia originalidad en notas objetivas de la obra conduce a que, en ese intento, se acuda a extrafias metéforas psicologistas que nos hablan de la personalidad o la impronta del autor presente en la obra como deter- minante de la originalidad de la misma. Si se fuese consecuente con ese tipo de afirmaciones deberiamos tenet que estudiar esa «personalidad» 0 esa «impronta» para saber si una obra ¢s original o no, y la reflexi6n sobre esos fendmenos no puede hacerse —seriamente— con las herramientas propias de la ciencia juridica; tuna indagacién de ese tipo nos obligaria a internarnos en puntos de vista de tipo freudianos o lacanianos para resolver un problema del Derecho autoral. Estoy convencido de que estas expresiones, lejos se ser descriptivas de lo que ¢s una obra, configuran metaforas de imposible verificacién empirica Algo similar ocurre con la denominada individualidad de la obra. Nunca al- cancé a comprender bien a qué se alude con esto de la sndividualidad. En primer lugar no encuentro claro si este vocablo es utilizado como sinénimo del concep- to de «originalidad», con lo cual estariamos ante un pleonasmo, que podrfamos pasar por alto, o si con este concepto se nos esti sefialando una nota diferente que debe sumarse al de la originalidad para que la obra tenga proteccién legal (Gegiin lo que acabamos de ver en el apartado «a» precedente). En segundo lugar toda obra es un hecho, y los hechos son siempre individuales, tienen una dinica ubicacién en el espacio y el tiempo y, por lo menos por esta raz6n, son siempre individuales y diferentes unos de ottos. Por ello pareceria ser que a la palabra «

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