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ey coc i 6 On 2.4. Especificidad del voleibol Lo que distingue al voleibol de los demas deportes de equipo es, en primer lugar, la presencia de una red que separa a compajieros y adversarios. No hay interpene- traci6n de las acciones de juego: atacantes y defensores estan fisicamente separados. Eso acarrea, a menudo, una representacion de la organizacion del juego y de su en- sefianza que no pone en contacto, de modo sistematico, el ataque y la defensa, al ata- cante y al defensor, pues el progreso del jugador se concibe independientemente de esta relacién fundamental (es facil dar la primacia a la construccién de las interven- ciones con el baldn, independientemente de las relaciones adversarios/compaferos). Un segundo aspecto de la especificidad del voleibol esta vinculado al hecho de que la presencia de una red alta orienta las trayectorias del balén y la naturaleza de las intervenciones hacia ésta. El jugador de voleibol tendra que desarrollar, asi, una motricidad particular, reorganizar un sistema de puntos de orientacién y de equili- brio que le impone el medio. Esta particular limitacion explica la torpeza del princi- piante en voleibol (cf. problemas planteados por la actividad en la segunda parte es- pecifica del voleibol). si Advirtamos aqui la importancia de esta altura de la red en los primeros ciclos de aprendizaje: una red demasiado baja no facilita la adaptacién del alumno desde es- te punto de vista. La tercera caracteristica esencial estriba en el hecho de que el balon no puede ser conservado por el jugador, sino que debe golpearlo. Ello impone la necesidad de Prever, antes de intervenir, y eso desde el nivel del principiante. En esta obligacién de 34 Ensefar voleibol para jugar en equipo anticipacién minima de la accion que debe realizarse reside, sin duda, u: principales dificultades de esta practica. Otra caracteristica es la naturaleza especifica del objetivo a atacar y de’ te ultimo esta constituido por el conjunto del area de juego por el que evolu jugadores. Es interesante, por ejemplo, desde el punto de vista de las ciones de acciones defensivas, hacer que los alumnos jovenes consid: mitad del terreno adversario constituye, de hecho, una porteria horizontal por varios porteros. Debe hacerse observar, por otra parte, que también e: tentar que el jugador adversario cometa una falta, pero que, a la inversa. defensa puede proseguir fuera del area de juego, que en ese caso es ili nos lleva a distinguir, forzosamente, el espacio que debe atacarse, el es; be defenderse, el area de juego y el espacio de juego efectivo. 3. EL ALUMNO QUE JUEGA DEPORTES DE EQUIPO 3.1. Papeles sociales diferenciados y complementarios L s ibilidad nos lleva a confrontar a los alum’ ‘complementarios: a Ei Precticante (aqui el ugador de deporte de equipo en accisn). — El futuro lentendimiento) se construye y %° amente, por la articulacion ene la (os Capitulo Il. Nuestra propuesta didéctica 35 3.2. La actividad del alumno jugador Hemos presentado en el apartado 2.3 (EI andlisis del juego) una modelizacién de la actividad del alumno en situacién motriz, que se aplica al analisis de la actividad del alumno jugador de voleibol. En esta parte vamos a desarrollar este modelo. Pre- cisaremos antes, como nos situamos con respecto a los datos cientificos relaciona- dos con los problemas tratados. La importancia que hemos concedido, desde hace mucho tiempo, a las interven- ciones del ensefiante sobre la relacién “actividad intencional-actividad perceptiva’ encuentra, a nuestro parecer, un apoyo teérico en las palabras de Ripoll (1987): “Asi, el andlisis de las actividades perceptivas (del jugador) depen- de de las hipétesis previsionales sobre la representacién de las infor- maciones que pueden producirse y la representacién de la accién final del operador. En este modelo, la calidad del tratamiento de la informa- cidn estd estrechamente vinculada a la representacién de la utilizacién que pueda hacerse el operador. En este sentido, el sujeto activo deci- de lo que es pertinente, teniendo en cuenta su nivel de destreza”. Encontramos en este autor, interrogantes y perspectivas que nos han ayudado a teorizar nuestra andadura: “Los entrenadores que colaboraron en estas distintas in- vestigaciones adoptaron espontaneamente, a partir de los resultados obtenidos, una pedagogia que recurre siempre a procesos intencionales para producir los compor- tamientos que se consideran més eficaces. Esta estrategia puede entenderse en la medida en que, al no poder intervenir directamente sobre las operaciones, la Unica in- tervencién posible es del orden de la sugerencia’ Estos dos ejemplos ilustran las relaciones que establecemos entre una teoria de accién y los conocimientos cientificos. Buscamos, en los datos cientificos, poner en cuestién nuestro marco de anilisis, los instrumentos de teorizacién, un enriqueci- miento e, incluso, una reconsideracién La modelizacién macroscépica que utilizamos es una construccién al servicio de las actividades de ensefianza: — Actividad de planificacién de los contenidos. — Interacciones ensefiante/alumno. La actividad intencional, a partir de una interpretacion del objetivo que debe alcanzarse, fundamenta un proyecto de accién. Este proyecto, esta intencidn, es a menudo, en el principiante, muy poco explicita, muy global. Uno de los objetivos del aprendizaje sera precisamente la clarificacién de los objetivos que deben alcanzarse, la identificacién de las Idgicas de accién eficaces, la apropiacién de reglas que per- mitan planificar y decidir las acciones que deben realizarse. n jugador una ldgica alternativa 5 en funcién de los imperativos de imple vigilancia, a la simple alen- ueda y tratamiento de informacic- fel jugador consistiré en un causalidad simple. Pare one para actuar, que S° Capitulo I. Nuestra propuesta didéctica 37 formacionales especificos deban subsistir (ser capaz de obtener indicios bajo presién temporal). Mas concretamente y en el caso del voleibol, la calidad de la actividad percepti- va permitiré al jugador anticiparse, bien para rentabilizar una situacién probable o bien para intentar crear una situaci6n favorable. Eso nos lleva a: — Diferenciar indicios en los demas jugadores (la orientacién del companero). ~ Identificar sefiales (senal con el brazo). Identificar hitos espacio-temporales (las lineas de la pista, la red, las distintas zo- nas, el inicio de una trayectoria, el punto muerto en altura de una trayectoria...) — Caracterizar los objetivos (el espacio libre del terreno adversario en voleibol). — Apreciar las distancias (distancia de pase o smash). — Evaluar relaciones (relaciones de fuerza en la lucha por la obtencién del balén). Nos veremos llevados a precisar como ciertas tareas permiten recurrir a estos procesos intencionales y atencionales, y, por lo tanto, a participar en este desarrollo de las capacidades perceptivo-decisorias del alumno, La actividad de regulacion motriz, que permite el ajuste motor, puede advertir- se en tres aspectos: — Un equilibrio dinémico especifico, teniendo en cuenta los imperativos regla- mentarios referentes a la conduccién o a la intervencién con el balén — Una organizaci6n t6nica y postural adaptada a las exigencias de desplaza- mientos y conduccién 0 intervencién con el balén. — Una diferenciacién y una coordinacién segmentaria que permite privilegiar la accién con el balén. El jugador experimentado presenta globalmente una gran movilidad, vivacidad y variedad de los apoyos, variedad y amplitud de los movimientos articulares. La regulacién motriz se ejerce esencialmente, en los deportes de equipo, en dos tipos de tareas: ~ Recuperar y controlar el balén — Producir una trayectoria en el marco de un desplazamiento. El andlisis de estas dos tareas muestra con claridad la interdependencia de las tres operaciones indicadas, Para poder controlar el pase a un compafiero, por ejem- plo, es necesario: 38 Ensefiar voleibol para jugar en equipo — Leer la intencién del que pasa. — Descubrir el indicio de que el pase va a producirse. — Situarse en relacién a la trayectoria. Ello solo es posible si el alumno integra cierto numero de conocimientos: — Los indicios significativos en el que lleva el baldn. — El punto de encuentro virtual en la trayectoria del balén. — Ladistancia adecuada cuerpo/balén. Los dos Ultimos puntos ni Os parecen esenciales: G. Arzel (1993), apoyandose los trabajos de Paillard, exp! . inci s re lica el comportamiento estético de los principiantes ' Cordando que éstos se organizan en el es tentando estabilizarlo pacio con respecto a su propio cuerpo, . S ; Mientras que el jugador experimentado, en cambio, sé ae niz@ con respecto al entorno y aqui, precisamente, con respecto al punto virtual ¢ encuentro con la trayectoria de| balén.

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