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Atrapados en una red de corrupción

Resumen

La educación superior actual se está viendo afectada por la mala

administración de los recursos por parte de los gobernantes, llevando esto a casos

de corrupción muy graves y a un desequilibrio en la estructura de las

universidades, para tener un cambio es importante tener presente esto, ya que la

educación de calidad es la gran base para el desarrollo de un país.

En este artículo nos vamos a encontrar con puntos bastante interesantes,

que nos llevarán a entender como la educación superior es un negocio para los

políticos y gobernantes, como realmente administran todo el capital destinado a la

educación superior, como eligen a sus trabajadores, casos reales de corrupción, y

algunas propuestas para derrotar esta politiquería y corrupción en las

universidades, para asía poder progresar como país.

Abstract

The current higher education is being affected by the mismanagement of

resources by the rulers, leading to very serious cases of corruption and an

imbalance in the structure of the universities, to have a change it is important to

keep this in mind, since that quality education is the great basis for the

development of a country.

In this article we are going to find quite interesting points, which will lead us

to understand how higher education is a business for politicians and rulers, how
they really manage all the capital destined for higher education, how they choose

their workers, real cases of corruption, and some proposals to defeat this

politicking and corruption in the universities, in order to progress as a country.

La ley 30 de 1992, que establece la autonomía universitaria como criterio

para dirigir y regular las universidades, no ha sido aplicada en el término de una

democracia dentro del desarrollo normativo de las Instituciones de Educación

Superior (IES), ya que se ve como prevalece los intereses de los clientelistas,

donde los actos de politiquería y corrupción se vuelven más frecuentes con el

tiempo.

En la actualidad ya no es raro ver a los alcaldes, gobernadores e incluso a

los politiqueros tener control e intervención en el manejo de las rectorías,

decanaturas y consejos superiores. La existencia de irregularidades en el

financiamiento y gestión de los recursos, la priorización de intereses,

favorecimientos en la contratación, la entrada de ingresos de dudosa procedencia,

son solo algunas formas en la que estos actores intervienen dentro de las

instituciones de educación superior y que evidencian el gran control que ejercen

en las mismas.

Un informe presentado por la Fiscalía General de la Nación, sobre

corrupción en las Universidades para el año 2019, dejó un preocupante panorama

sobre el manejo que se le está dando a los recursos destinados a mejorar la

educación por parte de las universidades. En este informe se dio a conocer que

trece universidades, privadas y públicas estarían siendo investigadas por la

presencia de recursos comprometidos que sumados llegan a los 79 mil millones

de pesos, recursos que no estaría especificada su entrada.


Caracol Radio (2019) presento una noticia acerca de este informe,

señalando lo siguiente:

Entre las instituciones que están en las indagaciones de la Fiscalía

aparece la Universidad Pública de Floridablanca, con un contrato que se

firmó para la construcción de una sede de la institución, el monto de ese

contrato fue de 20.000 millones de pesos, de acuerdo con los

investigadores. Más Universidades públicas: en el Chocó, con

irregularidades por 5.500 millones de pesos y la Universidad Distrital de

Bogotá, cuyo detrimento se calculó en 10.000 millones.

Casos como estos y más se evidencian frecuentemente, y salen al aire

muchas interrogantes que se hacen las personas con respecto a la vigilancia y

seguimiento que las autoridades realizan frente a estos hechos y si

verdaderamente se está siguiendo un protocolo para dar respuesta a estas

presuntas irregularidades en cuanto al desfalco en recursos destinados a la

educación supuestamente.

Para el año 2019, el rector de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia

(UNAD), Jaime Alberto Leal Afanador, fue destituido e inhabilitado por 12 años por

la Procuraduría al evidenciar ciertas irregularidades dentro de la administración de

la universidad. El ente de control encontró que:

Leal Afanador contrató a través de interpuesta persona a Diana

López Leal, con quien tiene parentesco en tercer grado de consanguinidad

(es su sobrina), en el cargo de directora del Centro de Idiomas de la sede

de la universidad en el estado de la Florida.


En este caso se puede evidenciar como a la hora de contratar existe cierta

preferencia y como la universidad se vuelve una conexión entre familiares.

Al analizar el contexto en que se encuentran las universidades, se puede

ver que la situación es preocupante, puesto que son las instituciones de educación

superior las que están formando a las nuevas generaciones que van a dirigir el

país en unos años, y que son la clave en la construcción de un cambio en el

sistema educativo, pero sobretodo en la educación superior en Colombia. Si las

instituciones educadoras, las que forman la moral y el ejercicio ético de los futuros

profesionales del país, no son un modelo de transparencia para el resto de la

sociedad, que se puede esperar de aquí en adelante.

“El crimen más cruel de esta década es que los gobiernos no quieran

cambiar el sistema educativo que está matando el presente de nuestros hijos y es

la razón por la que ellos no ven el futuro” (Jürgen Klaric, s.f.). Ante este problema

en que se ven envueltas las instituciones de educación superior pública, donde la

formación de los jóvenes como futuros profesionales se está viendo afectada al

estar en medio de un clima influyente por la corrupción y la politiquería, ese gran

cáncer que ha estado presente en las universidades por muchos años; la

búsqueda de soluciones ha sido objeto de atención para muchos jóvenes que

quieren tener un cambio en el sector educativo, en todos sus niveles, para así

contribuir en el desarrollo del país.

La universidad, pública o privada, dejó de ser un sello de calidad, de ética y

de transparencia (Guerrero, 2015). La corrupción no solo afecta el financiamiento

de las universidades, sino también el acceso a la educación, desde los niveles

más bajos hasta los más altos como es la educación superior, donde también se
ven afectados los estándares de calidad de las Instituciones de Educación

Superior en Colombia, aspecto que es de gran importancia para las mismas ya

que la acreditación de alta calidad les proporciona a las universidades

reconocimiento y solidez en sus programas académicos.

Muchos observadores y personas que estudian el tema, consideran que el

fraude académico y la presencia de la corrupción en el manejo de las Instituciones

de Educación Superior, es una amenaza grave para la integridad y la honradez en

los títulos profesionales, lo que induce a la incredulidad con respecto a la validez

de los resultados obtenidos por los graduados, y de igual forma a sospechar de las

verdaderas capacidades de los titulados.

Carlos Lopera, director del Observatorio de la Universidad Colombiana,

afirma que existen muchos casos donde la corrupción está presente en las IES

colombianas.

Hay muchos más casos que uno en el sector sabe que tienen

corrupción, pero que legalmente no se han podido demostrar porque la

autonomía universitaria es muy laxa y les da más libertad para voltear los

recursos; eso se da mucho en IES que son de familias. (ELTIEMPO, 2019)

Se puede encontrar casos de corrupción en las diferentes áreas de gestión

y organización de la educación dentro de las universidades como, por ejemplo, en

la contratación, ascenso y designación de docentes; construcción de escuelas,

creación de nuevos programas de pregrado y posgrado, asignación de recursos

para prácticas, suministros y distribución de equipamiento para deportes,

restaurante, biblioteca, etc.; admisión a las universidades e ingresos por efecto de


matrícula. La lista de áreas donde la corrupción hace presencia es interminable.

De aquí se recalca el hecho de que la corrupción en las universidades es una

problemática de gran preocupación.

Existen varios factores que podrían explicar la vulnerabilidad que tiene la

educación superior frente a la corrupción. Uno de los factores más relevantes y

que tienen una importante influencia sobre la educación, son las grandes

expectativas que el sector educativo y laboral establece sobre las mismas

instituciones, ya que, por medio de la educación, más en general la educación

superior, las personas esperan conseguir puestos de trabajo con buenas

remuneraciones y es por ello, que algunos están dispuestos a pagar sobornos e

incluso cometer fraudes para obtener mejores puntuaciones o un título de mayor

prestigio.

De acuerdo con (infobae, 2022), María Paula Linares, hija del fundador de

Inpahu y Los Libertadores, dijo lo siguiente: “Hay gastos pagados por anticipado

que no están justificados, el balance financiero está inflado, no hay política

contable para bienes de inversión o para arrendamientos, no hay cumplimiento de

normas en los estados financieros”.

Si se quiere tener un alcance más global de los problemas internos de las

Instituciones de Educación Superior en Colombia, se debe considerar inicialmente

que a la par del déficit financiero que hay dentro de las instituciones, existen

alianzas deshonestas y corruptas entre los líderes políticos, hombres de alto poder

y los rectores de estas instituciones educativas, en las que han creado sólidos y

funestos sistemas de redes de clientelismo, de influencias y defraudaciones que

dejaran marca en el patrimonio público y en las futuras generaciones.


Sin duda existen representantes en Instituciones de Educación Superior

reconocidos por su transparencia, pero la influencia que generan los bloques de

poder dentro de las instituciones, hacen que voceros y representantes del sector

educativo, se conviertan en cómplices de los politiqueros a cambio de sobornos, o

suelen ser atrapados bajo amenazas por los mismos actores para defender y

encubrir intereses ajenos a la universidad.

Un claro ejemplo de esto, es el caso de Salvatore Mancuso, un

narcotraficante y exjefe paramilitar colombo italiano, cuando dirigió un consejo

superior y nombró rector, con amenaza de muerte o destierro para quienes se

opusieran. La amenaza y el sembrar terror se volvieron estrategias comunes de

ejercicio político, donde en algunos casos hay muertos de por medio.

La problemática de corrupción en las universidades públicas es en cierta

forma una contradicción, ya que se puede ver como la mayoría del cuerpo

docente, estudiantil y trabajadores de las diferentes unidades de desarrollo de la

universidad realizan un trabajo con excelencia y transparencia. Sin embargo, no

podemos hablar de la misma forma, en muchos casos, de las personas que

gobiernan, dirigen y representa a las universidades, que es curioso debido a que

ellos deberían ser los primeros en ser símbolo de honestidad y democracia, pero

la realidad es que la corrupción no solo es un problema que viven las

universidades tanto públicas como privadas, es un problema que ha afectado por

años a Colombia.

Algunas propuestas para dar solución a esta problemática son por ejemplo

la adopción de un estatuto anticorrupción general, que este sujeto a un convenio


interuniversitario donde se tenga como principal objetivo la preservación de la

universidad pública.

De igual forma la creación y adopción de un ente autónomo de control ,

creado por las mismas universidades estatales, que regule el comportamiento de

las instituciones de educación superior públicas y lleve a cabo auditorias parciales

o generales, en el que se hagan rendiciones de cuentas con un mayor nivel de

transparencia.

Como también podría establecerse un ente similar a la Misión de

Observación Electoral, que tenga como función verificar e intervenir en procesos

electivos de las universidades, ya que como se mencionó antes es muy común ver

en la actualidad como alcaldes, gobernadores e incluso politiqueros son lo que

manejan las rectorías, decanaturas y consejos superiores, es decir que son los

que gobiernan y dirigen las universidades; con más razón es que este aspecto

debería tener una mayor vigilancia para poder prevenir que casos como estos se

presenten.

Por último, otra opción sería poner en manos del Estado, a través de los

instrumentos que la Ley 124 de 2014 dispone para el ejercicio y cumplimento de la

función de inspección y vigilancia, intervengan dentro de los sistemas de régimen

de las instituciones públicas de educación superior, donde la Superintendencia de

Educación ejerza su poder según lo crea a partir del artículo 23 de la ley

mencionada. Para este caso, lo más seguro es que se hable de cómo el gobierno

estaría infringiendo sobre la autonomía universitaria que establece la ley 30 de

1992, pero si son medidas que se tienen que tomar por mejorar la situación de
corrupción que se vive en las universidades, las opiniones de las personas no

serían muy tomadas en cuenta.

Estas son solo algunas posibles medidas que se podrían llegar a tomar

para poder dar fin o en cierta medida reducir los niveles de corrupción y

politiquería que hay dentro de las instituciones de educación superior públicas, y

que por años han sido la causa de que existan altos índices de fraude académico,

clientelismo dentro de la parte administrativa y académica, o los desajustes

administrativos y financieros que afectan en gran medida el desarrollo de la

universidad, en donde los sistemas de trasparencia en la selección del cuerpo

ejecutivo y administrativo universitario sea evidencia de un mal uso de la

democracia.

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