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UNIDAD 7

CONTRATOS DE COLABORACIÓN EMPRESARIA

La tendencia natural del sistema económico y la revolución tecnológica operada en las distintas formas de
producción y comercialización han llevado a que las estructuras clásicas empresarias evolucionaran hacia
formas de concentración, interdependencia e integración más ágiles, abiertas y dinámicas, que mantuvieran
la autonomía de las empresas-sociedades.

La formación de nuevos esquemas organizativos de los grupos empresarios en clara aplicación del principio
de sinergia; y la necesidad de lograr una dimensión óptima de la empresa, reduciendo riesgos e inversiones,
hizo que la legislación se viera forzada a captar y regular estas formas jurídicas que enmarcaron una nueva
dimensión de la organización para la producción de bienes y servicios.

Anteriormente estas figuras contractuales estaban reguladas en la Ley 19550, pero con la Ley 26994 fueron
incorporados al CCyC bajo la denominación de Contratos Asociativos. Contiene una breve sección de
"Disposiciones Generales" (arts. 1430-1441), los ahora llamados “negocios en participación” (arts. 1442-
1447), las “agrupaciones de colaboración" (arts. 1448-1452), las "uniones transitorias" (arts. 1463-1469) y
los "consorcios de cooperación" (arts. 1470 1478).

Se señala una parte general, en donde la vigencia del principio de libertad contractual otorga la posibilidad
de que las partes interesadas pacten modalidades de agrupamiento más convenientes a sus necesidades
que no fueren las previstas en la ley.

DISPOSICIONES GENERALES

ART. 1442 Normas aplicables. Las disposiciones de este Capítulo se aplican a todo contrato de
colaboración, de organización o participativo, con comunidad de fin, que no sea sociedad.
A estos contratos no se les aplican las normas sobre la sociedad, no son, ni por medio de ellos se
constituyen, personas jurídicas, sociedades ni sujetos de derecho.
A las comuniones de derechos reales y a la indivisión hereditaria no se les aplican las disposiciones sobre
contratos asociativos ni las de la sociedad.

De las características definitorias de estos contratos asociativos, podemos Indicar como comunes las
siguientes:
- Son contratos nominados ya que tienen una regulación particular.
- Son contratos consensuales, pues se perfeccionan por el solo acuerdo de partes.
- Son en general plurilaterales, aunque nada impide que sean bilaterales, pues generan obligaciones a cargo
de las partes intervinientes, sean éstas dos o más, algunas de esas obligaciones a favor de los otros
intervinientes, y en general a favor de la organización o a favor del fondo operativo del contrato.
- Son contratos onerosos en el sentido de que los beneficios que otorgan estos contratos son concedidos
en función de los aportes u obligaciones asumidos por los intervinientes. La existencia de un fin de lucro
directo o no, no empece esta característica.
- Son contratos conmutativos, pues las prestaciones son ciertas y determinadas y se corresponden
presuponiendo un equilibrio entre ellas.
- En general son contratos de duración o de ejecución continuada ya que su finalidad es producir efectos
por una determinada operación que se extiende en el tiempo o por un lapso más o menos prolongado de
duración (p.ej. 10 años,); o bien la duración de la obra o suministro.

ART. 1443 Nulidad. Si las partes son más de dos la nulidad del contrato respecto de una de las partes no
produce la nulidad entre las demás y el incumplimiento de una no excusa el de las otras, excepto que la
prestación de aquella que ha incumplido o respecto de la cual el contrato es nulo sea necesaria para la
realización del objeto del contrato.

ART. 1444 Forma. Los contratos a que se refiere este Capítulo no están sujetos a requisitos de forma.

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El articulo 1444 define-como pauta general que todos los contratos a los que se hace referencia en este
capítulo, no están sujetos a requisitos de forma, adhiriendo al principio general de la libertad de formas del
articulo 1015 que expresamente indica que solo se considerarán formales a los contratos a los que la ley
les impone una forma determinada.

ART. 1446 Libertad de contenidos. Además de poder optar por los tipos que se regulan en las Secciones
siguientes de este Capítulo, las partes tienen libertad para configurar estos contratos con otros contenidos.

Estas dos pautas generales que afirman la libertad de formas, lamentablemente como adelantamos se
contraponen, ya que salvo respecto del negocio en participación, para las demás formas contractuales
reguladas, no sólo es requisito la formalidad de acordarlos en instrumento público o privado con firma
certificada notarialmente, sino que deben cumplir con un conjunto de recaudos relacionados con el objeto,
plazo, denominación, fondo operativo, representantes, etcétera, que los transforman en contratos formales,
pues la ley les está imponiendo (i) un determinado y especifico modo de instrumentación, y además, (ii) su
registración en el Registro Público correspondiente.

ART. 1445 Actuación en nombre común o de las partes. Cuando una parte trate con un tercero en nombre
de todas las partes o de la organización común establecida en el contrato asociativo, las otras partes no
devienen acreedores o deudores respecto del tercero sino de conformidad con las disposiciones sobre
representación, lo dispuesto en el contrato, o las normas de las Secciones siguientes de este Capítulo.

ART. 1447 Efectos entre partes. Aunque la inscripción esté prevista en las Secciones siguientes de este
Capítulo, los contratos no inscriptos producen efectos entre las partes.

AGENCIA
ART. 1479 Definición y forma. Hay contrato de agencia cuando una parte, denominada agente, se obliga
a promover negocios por cuenta de otra denominada preponente o empresario, de manera estable,
continuada e independiente, sin que medie relación laboral alguna, mediante una retribución.
El agente es un intermediario independiente, no asume el riesgo de las operaciones ni representa al
preponente.
El contrato debe instrumentarse por escrito.

Los sujetos que celebran el contrato de agencia son: el agente quien tiene la obligación de promover los
negocios; y el empresario o preponente, comúnmente llamado en la Argentina, "principal".

El contrato de agencia se halla estructurado sobre la base que el agente es un comerciante independiente,
la cual asume la obligación principal de promover la venta de productos o servicios de su contraparte, que
será un productor o un importador. En consecuencia, el agente, debe disponer de todo lo necesario, a fin
de que el preponente pueda concertar los negocios con el consumidor.

Cualquiera de las partes puede ser una persona humana o una jurídica (arts. 19 y 141); por lo general cuanto
mayor sea la complejidad y relevancia económica del negocio que se promueve por medio del contrato de
agencia, mayor será también la exigencia en cuanto a las características de los sujetos.

Ambas partes pueden ejercer con amplitud la libertad de contratar, pero en el caso del agente, lo habitual
es que aparezca reducida su libertad contractual. Es decir, el agente no tiene posibilidad de convenir sin
restricciones el contenido del contrato. Esto último obedece a la marcada diferencia de potencial económico
que, en la mayoría de los casos, se presenta entre las partes, pese a la igualdad jurídica de las personas
contratantes.

En el contrato de agencia, el agente puede contratar con el preponente o no hacerlo, pero las condiciones
son establecidas por este último, al menos en las cuestiones de mayor importancia.

El consentimiento en el contrato de agencia se forma por adhesión. Ello se advierte en lo siguiente:


a) las cláusulas son predispuestas por el proponente en virtud de que tiene por lo general, superioridad
económica y/o técnica;

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b) el agente solo tiene la alternativa de aceptarlas o no contratar, no se admiten en principio contra ofertas,
salvo en cuestiones accesorias.

La contratación de un agente, implica poner en esa persona la confianza necesaria de que realizará los
negocios en forma adecuada, con conocimiento del respectivo segmento del mercado y en forma
responsable, por ello las cualidades personales del agente, resulta un aspecto esencial.

Cuando se trate de personas de existencia ideal, como las sociedades, existe el sustrato humano que se
encuentra conformado por personas humanas, que son los accionistas y los directores. Las aptitudes de
estas personas, el preponente las tendrá especialmente en cuenta para celebrar o no el contrato de agencia.

CARACTERES

A tenor de lo que surge de la definición, pueden distinguirse los siguientes caracteres:

 Bilateral, porque existen obligaciones para las partes que son recíprocas.

 Formal, porque se exige la forma escrita. De no cumplirse con la misma, se aplican los arts. 1019 y 1020,
en virtud de los cuales podrá probarse por otros medios si existe principio de prueba instrumental o comienzo
de ejecución.

 Oneroso, porque las partes acuerdan en vista de una ventaja o utilidad recíproca.

 Nominado y típico;

 Ejecución continuada, potencialmente comprende la realización de una pluralidad de operaciones.

COLABORACIÓN ENTRE LAS PARTES

El contrato de agencia es un contrato de colaboración, esto es, un contrato en el que cada una de las partes
desarrolla su actividad en concurrencia con la de su co-contratante, pero en forma independiente, aunque
pueda ocurrir, en ciertos casos, que una de ellas colabore al mejor desenvolvimiento de la actividad de la
otra.

El contrato de agencia, como los demás contratos de colaboración, responde a una necesidad económica
de complementación y descentralización, que en este caso es del preponente.

Actividad del agente y el lucro: el lucro del agente se configura por la llamada "comisión", que le es pagada
por el preponente. Esta comisión por lo general es un porcentaje del precio de venta (art. 1486). El agente
tiene por función promover negocios por cuenta del preponente, con quien no mantiene una relación de
dependencia laboral, aunque normalmente la tenga desde el punto de vista económico y técnico.

Lo habitual es que el agente intervenga hasta la efectiva conclusión del negocio, más allá de que las partes
en este último sean el pre ponente y el tercero. En este sentido, disentimos con quienes interpretan que la
actividad del agente es de mera promoción, y que no debe realizar las actividades necesarias para que las
partes concreten el contrato.

Rol del preponente: el agente concluye negocios para el proponente quien queda obligado de forma directa
con el adquirente del producto. El agente no representa al principal a los fines de la conclusión y ejecución
de los contratos en los que actúa, salvo en lo atinente a las reclamaciones de terceros conforme lo previsto
por el ar artículo 1483, inciso e).

En virtud de las normas del derecho del consumidor y más allá del marco que resultaría del análisis aislado
del contrato de agencia, por el cual ante la venta o la prestación del servicio, el vínculo se establece entre
el principal y el consumidor, no con el agente, éste no se verá libre de responsabilidad ante dicho consumidor
en tanto su situación se vea alcanzada por el artículo 40 de la ley nº 24.240. Esta disposición establece
solidaridad, en el caso entre preponente y agente, en los supuestos en que el daño resulta del vicio o riesgo
de la cosa o de la prestación del servicio, por lo cual el contrato de agencia no será causa de deslinde de
responsabilidades ante el consumidor.

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También en orden a comprender la ejecución de este contrato, hay que señalar que el agente para poder
cobrar los créditos que resulten de su gestión, debe tener un poder especial al efecto. De todos modos, en
ningún caso podrá conceder quitas o esperas ni consentir acuerdos, desistimientos o avenimientos
concursales, sin que le hayan sido conferidas facultades expresas y de carácter especial, en las que conste
en forma específica el monto de la quita o el plazo de la espera. Además, le está prohibido al agente desistir
de la cobranza de un crédito del preponente en forma total o parcial (art. 1485).

OBLIGACIONES DEL EMPRESARIO

ART. 1484 Obligaciones del empresario. Son obligaciones del empresario:

a) actuar de buena, fe, y hacer todo aquello que le incumbe, teniendo en cuenta las circunstancias del caso,
para permitir al agente el ejercicio normal de su actividad;

Las facultades y obligaciones que conforman el contrato de agencia deben interpretarse desde la pauta
general de buena fe, y con un criterio esencialmente colaborativo. Debe recordarse el particular vinculo que
establecen empresario y agente, quienes actúan en constante colaboración, procurando un resultado
(conclusión de negocios) que es beneficioso a ambos.

b) poner a disposición del agente con suficiente antelación y en la cantidad apropiada, muestras, catálogos,
tarifas y demás elementos de que se disponga y sean necesarios para el desarrollo de las actividades del
agente;

La falta de provisión de estos elementos al agente, perjudica su actividad y el cumplimiento del objeto del
contrato. Por ello es importante que la información sea completa en cuanto a los bienes y servicios cuya
contratación debe promover el agente, como así las condiciones de los contratos que habrán de celebrarse
con los terceros adquirientes.

c) pagar la remuneración pactada;

El empresario debe pagar al agente sus remuneraciones, conforme la modalidad pactada.

d) comunicar al agente, dentro del plazo de uso o, en su defecto, dentro de los quince días hábiles de su
conocimiento, la aceptación o rechazo de la propuesta que le haya sido transmitida;

La información sobre la decisión del empresario es nuclear para la actividad del agente, pues la comunicará
a quien propuso el negocio y, además, genera el derecho a la comisión, si así́ se hubiese pactado.

e) comunicar al agente, dentro del plazo de uso o, en su defecto, dentro de los quince días hábiles de la
recepción de la orden, la ejecución parcial o la falta de ejecución del negocio propuesto.

El empresario deberá́ informar al agente si el negocio se ejecutó́ , en forma total o parcial, o no se ejecutó́ .
Debe informarle cualquier circunstancia relativa a la ejecución del contrato que lo vincula con el consumidor,
detallando toda vicisitud que pudiera afectar su cumplimiento, teniendo en cuenta que el agente es el nexo
natural entre empresario y consumidor. Esta información es relevante para el agente pues es el encargado
de recibir los reclamos de los terceros y, si la remuneración quedara sujeta a la ejecución del contrato,
generará el derecho a su cobro.

OBLIGACIONES DEL AGENTE

ART.1483 Obligaciones del agente. Son obligaciones del agente:

a) velar por los intereses del empresario y actuar de buena fe en el ejercicio de sus actividades;

Deriva del rol contractual que es actuar en interés del principal, con respecto a la buena fe tiene directa
vinculación con el carácter de contrato de colaboración, que impone una constante interacción de las partes
para adecuarse a los niveles de producción y demandas del mercado.

b) ocuparse con la diligencia de un buen hombre de negocios de la promoción y, en su caso, de la conclusión


de los actos u operaciones que le encomendaron;

Esta exigencia se impone como un modo concreto de observar la buena fe.

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c) cumplir su cometido de conformidad con las instrucciones recibidas del empresario y transmitir a éste
toda la información de la que disponga relativa a su gestión;

Esta obligación se explica por cuanto la actuación del agente lo es en interés del preponente, quien
determina las políticas de comercialización.

d) informar al empresario, sin retraso, de todos los negocios tratados o concluidos y, en particular, lo relativo
a la solvencia de los terceros con los que se proponen o se concluyen operaciones;

Tiene el deber de informar al preponente porque actúa en su interés.

e) recibir en nombre del empresario las reclamaciones de terceros sobre defectos o vicios de calidad o
cantidad de los bienes vendidos o de los servicios prestados como consecuencia de las operaciones
promovidas, aunque él no las haya concluido, y transmitírselas de inmediato;

Se vincula con la protección del público, además interesa para el prestigio de la marca involucrada.

f) asentar en su contabilidad en forma independiente los actos u operaciones relativos a cada empresario
por cuya cuenta actúe.

Esta previsión responde al principio que rige este contrato, en cuanto a que el agente tiene derecho y
obligación de exclusividad, pero puede serlo de más de un principal, en tanto no se trate del mismo ramo.
La obligación de llevar una contabilidad separada y conforme a las normas legales, en función de cada
proponente, permitirá una mayor claridad en el desempeño del negocio.

ART. 1485 Representación del agente. El agente no representa al empresario a los fines de la conclusión
y ejecución de los contratos en los que actúa, excepto para recibir las reclamaciones de terceros previstas
en el artículo 1483, inciso e). El agente debe tener poder especial para cobrar los créditos resultantes de su
gestión, pero en ningún caso puede conceder quitas o esperas ni consentir acuerdos, desistimientos o
avenimientos concursales, sin facultades expresas, de carácter especial, en las que conste en forma
específica el monto de la quita o el plazo de la espera. Se prohíbe al agente desistir de la cobranza de un
crédito del empresario en forma total o parcial.

DERECHOS DEL AGENTE

EXCLUSIVIDAD

ART. 1480 Exclusividad. El agente tiene derecho a la exclusividad en el ramo de los negocios, en la zona
geográfica, o respecto del grupo de personas, expresamente determinados en el contrato.

ART. 1481 Relación con varios empresarios. El agente puede contratar sus servicios con varios
empresarios. Sin embargo, no puede aceptar operaciones del mismo ramo de negocios o en competencia
con las de uno de sus proponentes, sin que éste lo autorice expresamente.

Es conveniente aclarar que la exclusividad puede estar referida a diversos aspectos: i) territorial o zonal; ii)
de marca; iii) de provisión de producto. Y el articulo 1480 alude de modo particular a la exclusividad en el
ramo de los negocios en una zona geográfica o respecto del grupo de personas, expresamente
determinados en el contrato.

En cuanto a la exclusividad territorial opera a favor del agente en tanto importa que el preponente no puede
autorizar a otro agente en el mismo territorio o zona, y por ello debe respetar la asignación que le ha
realizado. De modo correlativo, el agente tiene la obligación de respetar la zona establecida para desarrollar
su actividad, absteniéndose de actuar fuera de ella, ya sea por o por interpósita persona.

Pese a la mentada exclusividad, el agente no está impedido de serlo a su vez de otros principales, aunque
los negocios que con tal motivo emprenda no podrán referirse al mismo ramo de negocios salvo
consentimiento expreso de las partes involucradas.

Esta prohibición que tiene el agente para desarrollar actividades en competencia comprende la imposibilidad
de comercializar productos del mismo modo aunque mediante por otras figuras tales como la concesión o
la distribución, en el mismo territorio.

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De lo dicho se advierte que la exclusividad del agente es un derecho a su favor pero también importa una
obligación a su cargo. Por su parte, el preponente tiene la obligación de respetar y el derecho de hacerla
respetar.

Pese a la señalada obligación del principal, cabe contemplar la posibilidad que sea dejada de lado la
exclusividad, mediante un pacto, señalando casos de exclusiones territoriales por circunstancias especiales.

GARANTÍA

ART. 1482  Garantía del agente. El agente no puede constituirse en garante de la cobranza del comprador
presentado al empresario, sino hasta el importe de la comisión que se le puede haber adelantado o cobrado,
en virtud de la operación concluida por el principal.

Las normas del Código tienden a la protección del agente, considerado parte débil del contrato de agencia.

Una consecuencia de esta impronta es la prohibición de pactar que el agente garantizará la cobranza de la
operación llevada a cabo a través de su intervención.

El agente se limita a promocionar los productos y servicios del empresario, no lo representa y, por ende, no
concluye ni ejecuta los contratos realizados a través de su actuación (art. 1485).

A fin de evitar abusos por parte del empresario, se prohíbe la inclusión de cláusulas de garantía de las
operaciones por parte del agente.

REMUNERACIÓN Y GASTOS

ART. 1486  Remuneración. Si no hay un pacto expreso, la remuneración del agente es una comisión
variable según el volumen o el valor de los actos o contratos promovidos y, en su caso, concluidos por el
agente, conforme con los usos y prácticas del lugar de actuación del agente.

Las partes tienen amplia libertad para acordar los términos de la remuneración en ejercicio de la autonomía
de la voluntad. Ahora bien, si nada hubieran dicho el código determina algunas pautas. Así si no hay un
pacto expreso, la remuneración del agente es una comisión variable según el volumen o el valor de los actos
o contratos promovidos y, en su caso, concluidos por el agente.

ART. 1487  Base para el cálculo. Cualquiera sea la forma de la retribución pactada, el agente tiene
derecho a percibirla por las operaciones concluidas con su intervención, durante la vigencia del contrato de
agencia y siempre que el precio sea cobrado por el empresario. En las mismas condiciones también tiene
derecho:
a) si existen operaciones concluidas con posterioridad a la finalización del contrato de agencia;
b) si el contrato se concluye con un cliente que el agente presentara anteriormente para un negocio análogo,
siempre que no haya otro agente con derecho a remuneración;
c) si el agente tiene exclusividad para una zona geográfica o para un grupo determinado de personas,
cuando el contrato se concluye con una persona perteneciente a dicha zona o grupo, aunque el agente no
lo promueva, excepto pacto especial y expreso en contrario.

ART. 1488  Devengamiento de la comisión. El derecho a la comisión surge al momento de la conclusión


del contrato con el tercero y del pago del precio al empresario. La comisión debe ser liquidada al agente
dentro de los veinte días hábiles contados a partir del pago total o parcial del precio al empresario.
Cuando la actuación del agente se limita a la promoción del contrato, la orden transmitida al empresario se
presume aceptada, a los fines del derecho a percibir en el futuro la remuneración, excepto rechazo o reserva
formulada por éste en el término previsto en el artículo 1484, inciso d).

Es importante tener en cuenta el momento al partir del cual se devenga la comisión. De acuerdo a la
previsión legal, implica dos condiciones: conclusión del contrato con el tercero y cobro del precio por el
preponente.
La comisión debe ser liquidada dentro de los 20 dias hábiles contados a partir del pago total o parcial del

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precio al principal. La orden de compra que se transmita al preponente se presume aceptada, a los fines del
derecho a recibir la remuneración, excepto rechazo o reserva formulada por este dentro del plazo de uso o
en su defecto dentro de los 15 días hábiles de su conocimiento de la propuesta.

ART.1489  Remuneración sujeta a ejecución del contrato. La cláusula que subordina la percepción de la
remuneración, en todo o en parte, a la ejecución del contrato, es válida si ha sido expresamente pactada.

ART. 1490  Gastos. Excepto pacto en contrario, el agente no tiene derecho al reembolso de gastos que
le origine el ejercicio de su actividad.

PLAZO

ART. 1491  Plazo. Excepto pacto en contrario, se entiende que el contrato de agencia se celebra por
tiempo indeterminado. La continuación de la relación con posterioridad al vencimiento de un contrato de
agencia con plazo determinado, lo transforma en contrato por tiempo indeterminado.

En los contratos de comercialización y por lo tanto de agencia, el plazo es un aspecto esencial por cuanto
se trata de un contrato de duración. No se ha establecido un mínimo y excepto pacto en contrario, se
entiende que el contrato de agencia se celebra por tiempo indeterminado. En el caso en que tenga un plazo
determinado, la continuación de la relación con posterioridad al vencimiento, lo transforma en contrato por
tiempo indeterminado.

Se debe analizar teniendo en cuenta 3 factores; seguridad (en el sentido de que el negocio debe ser tal que
no pierda la inversión realizada); liquides (la aptitud que tenga la inversión para transformarse en dinero
efectivo); y rentabilidad (se logra cuando la inversión permite obtener ganancias en un plazo previsto)

ART. 1492  Preaviso. En los contratos de agencia por tiempo indeterminado, cualquiera de las partes
puede ponerle fin con un preaviso.
El plazo del preaviso debe ser de un mes por cada año de vigencia del contrato.
El final del plazo de preaviso debe coincidir con el final del mes calendario en el que aquél opera.
Las disposiciones del presente artículo se aplican a los contratos de duración limitada transformados en
contratos de duración ilimitada, a cuyo fin en el cálculo del plazo de preaviso debe computarse la duración
limitada que le precede.
Las partes pueden prever los plazos de preaviso superiores a los establecidos en este artículo.

El código otorga la facultad de rescisión unilateral a cualquiera de las partes en los contratos con plazo
indeterminado, o que se hubiesen convertido en tales circunstancias por continuación de la relación vencido
el plazo de duración fijado. La finalidad del preaviso es evitar resoluciones intempestivas, para lo cual se fija
una pauta legal relativa a la anticipación con la que se debe anoticiar a la contraparte.

Para rescindir unilateralmente el contrato, sin consecuencias resarcitorias, la parte rescindente debe
comunicar su decisión dentro de un plazo de anticipación (preaviso), que la ley fija en un mes por cada año
de vigencia del contrato. En los contratos de duración limitada por un plazo, y relación continuada luego del
plazo a los fines del preaviso se considera la totalidad del tiempo durante el cual duró la relación.

El código determina que la finalización del plazo fijado en el preaviso para la conclusión del contrato por
decisión unilateral debe operar el último día del mes calendario correspondiente. Por ejemplo, si se dio un
plazo de preaviso de tres meses, el contrato se extinguirá́ el último día del tercer mes, aunque no coincida
con el día en que se cumplan los tres meses comunicados.

ART. 1493  Omisión de preaviso. En los casos del artículo 1492, la omisión del preaviso, otorga a la otra
parte derecho a la indemnización por las ganancias dejadas de percibir en el período.

La falta de preaviso no obsta a la plena validez de la rescisión unilateral, por lo que, si se comunica una
decisión rescisoria sin plazo, o con un plazo menor al que corresponda, el contrato se extingue desde el

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momento en que se determine en la comunicación. La omisión de preaviso generará el derecho
indemnizatorio a favor de la contraparte.

Quien rescindió́ unilateralmente el contrato sin realizar preaviso, u otorgándolo por un plazo menor al
correspondiente, debe indemnizar los daños ocasionados por su incumplimiento. El código establece que la
indemnización consistirá́ en el pago de todas las ganancias dejadas de percibir por el contratante rescindido
durante el periodo en el cual debió́ continuar la relación si se hubiese realizado el preaviso.

RESOLUCIÓN

La resolución produce efectos retroactivos entre las partes (salvo disposición legal en contrario), y no afecta
el derecho adquirido a título oneroso por terceros de buena fe (arts. 1079, inc. b, y 1084). Sus causales son
contempladas, como tales, por el artículo 1494.

Si se observan las causales indicadas por el artículo 1494, se advierte que en ninguna de ellas el efecto
puede ser retroactivo y ello pese a que la letra de la norma no cumple con lo indicado por el artículo 1079,
inciso b), pues no aclara que en tal caso la llamada "resolución" carece de efectos retroactivos.

Lo señalado llevaría a pensar que existiría una contradicción normativa entre los articulos 1079, inciso b), y
1494, salvo que entendamos que este al timo en realidad alude a supuestos de "extinción del contrato" y no
de "resolución", lo cual por cierto violenta la literalidad del texto. Otro modo de conciliar las normas es recurrir
al mentado primer párrafo del artículo 1079, cuando dice excepto disposición legal en contrario y entender
que la excepción se halla implícita en el artículo 1494. Lo cierto es que es necesario que una ley de erratas
estableciera que el contrato de agencia "se extingue" en lugar de "se resuelve" (art. 1494).

ART. 1494 Resolución. Otras causales. El contrato de agencia se resuelve por:

a) muerte o incapacidad del agente;

Se declara que la muerte o incapacidad del agente produce la "resolución" del contrato de agencia. Se ha
tenido en cuenta que el contrato se celebra atendiendo a las cualidades específicas del agente, por lo que
el empresario se encuentra plenamente facultado a no continuar la relación con sus sucesores o
representantes, sin necesidad de invocar y probar la incapacidad de estos para conducir el negocio.

Este principio puede ser derogado por voluntad del empresario, quien puede también aceptar la continuidad
del contrato con los sucesores, sea de manera expresa o tácita. Esta segunda alternativa tendría lugar en
caso de que el empresario, informado de la muerte del agente, no se oponga a la continuación del contrato
por sus sucesores y, aún más, realice actos que importen ratificar la continuación del vínculo. Esta
manifestación de voluntad, leída desde la óptica de la teoría de los actos propios, tornaría inválida una
ulterior manifestación del empresario por la que luego de haber aceptado la continuación del vínculo,
pretenda la extinción del contrato retrotrayéndose a la muerte del agente originario.

El Código no establece la extinción del contrato por muerte del empresario, por lo que, en principio, no se
produce. Lo que nos parece relevante es la continuidad de la empresa, con independencia de su titular
subjetivo. Si la empresa continúa, el contrato también lo hará, siendo las prestaciones a cargo del
empresario, en principio, fungibles.

Esto podría modificarse en caso que la conducción de la empresa se realice de un modo tal que genere
perjuicios al agente, y éste opte por poner fin al vínculo. Pero en tal caso, la extinción del contrato no
obedecerá a la muerte sino a la resolución del contrato por incumplimiento de las obligaciones a cargo del
empresario, cuyos extremos deberán ser alegados y probados por el agente.

b) disolución de la persona jurídica que celebra el contrato, que no deriva de fusión o escisión;

El Código dispone que la disolución de la persona jurídica que celebra el contrato, cualquiera sea su
posición, extingue el Contrato de agencia. La disolución de la persona jurídica provoca el cese de su

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actividad, por lo que se toma imposible la continuidad del contrato. La extinción por fusión o absorción no
produce la resolución.

La extinción por disolución de la persona jurídica preponente proyecta dos efectos sobre la actividad del
agente. Se le deberán abonar los trabajos realizados en forma proporcional al estado de concreción
(comisión proporcional) y tendrá derecho a que se le reparen los daños causados por la ruptura del vínculo
en el caso de contratos por tiempo determinado, excepto que se demostrare que la disolución obedece a un
caso fortuito. No gozará de estos derechos indemnizatorios en caso de contratos por tiempo indeterminado,
excepto que el agente probare que la disolución fue practicada como medio de burlar legítimos derechos
por él adquiridos.

c) quiebra firme de cualquiera de las partes;

El pedido de concurso preventivo de cualquiera de las partes no provoca la extinción del contrato de agencia,
sin perjuicio de la aplicación de las normas concursales correspondientes. Pero si lo hace la declaración en
quiebra de cualquiera de las partes.

d) vencimiento del plazo;

El vencimiento del plazo determinado pactado produce la extinción del contrato, siempre que no exista
continuación de la relación y el contrato se transforme en uno de plazo indeterminado.

e) incumplimiento grave o reiterado de las obligaciones de una de las partes, de forma de poner
razonablemente en duda la posibilidad o la intención del incumplidor de atender con exactitud las
obligaciones sucesivas;

Cualquiera de las partes puede resolver el contrato por incumplimiento, en los términos generales previstos
en el Capítulo 13 (Extinción, modificación y adecuación del contrato), especialmente en los artículos 1083 a
1088.

Para que se aplique el artículo en cuestion, el incumplimiento debe ser grave y reiterado. La gravedad refiere
a que el incumplimiento obligacional debe ser importante y trascendental para la continuidad de la relación
contractual; debe demostrar, de manera razonable, la imposibilidad o la intención del incumplidor de cumplir
con sus obligaciones.

f) disminución significativa del volumen de negocios del agente.

La disminución del volumen de negocios debe ser importante resaltando, otra vez, que no cualquier
disminución de producción por parte del agente habilitará la resolución del contrato por el empresario.

Para determinar cuando se ha producido dicha disminución, habrá́ que estar al volumen de negocios previsto
en el contrato, o, en su defecto, a los volúmenes que venía comercializando el agente al momento de la
voluntad decisoria del empresario.

ART. 1495 Manera en que opera la resolución. En los casos previstos en los incisos a) a d) del artículo
1494, la resolución opera de pleno derecho, sin necesidad de preaviso ni declaración de la otra parte, sin
perjuicio de lo dispuesto por el artículo 1492 para el supuesto de tiempo indeterminado.
En el caso del inciso e) del artículo 1494, cada parte puede resolver directamente el contrato.
En el caso del inciso f) del artículo 1494, se aplica el artículo 1492, excepto que el agente disminuya su
volumen de negocios durante dos ejercicios consecutivos, en cuyo caso el plazo de preaviso no debe
exceder de dos meses, cualesquiera haya sido la duración del contrato, aun cuando el contrato sea de plazo
determinado.

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FUSIÓN O ESCISIÓN

ART. 1496 Fusión o escisión. El contrato se resuelve si la persona jurídica que ha celebrado el contrato
se fusiona o se escinde y cualquiera de estas dos circunstancias causa un detrimento sustancial en la
posición del agente. Se deben las indemnizaciones del artículo 1497 y, en su caso, las del artículo 1493.

Un supuesto particular de extinción lo constituye el caso en que la persona jurídica preponente se fusiona o
se escinda y con ello se cause un detrimento sustancial en la posición del agente. Si ello ocurre deberá
abonarle las indemnizaciones correspondientes.

De acuerdo con lo dispuesto por el art. 82 de la ley 19.550, hay fusión cuando dos o más sociedades se
disuelven sin liquidarse para constituir una nueva, o cuando una ya existente incorpora a otra u otras que,
sin liquidarse, son disueltas. La nueva sociedad o la incorporante adquiere la titularidad de los derechos y
obligaciones de las sociedades disueltas, produciéndose la transferencia total de sus respectivos
patrimonios.

Por su parte, a tenor de lo regulado por el art. 88 de la ley 19.550, hay escisión cuando:
a. una sociedad sin disolverse destina parte de su patrimonio
i. para fusionarse con sociedades existentes o participar con ella en la creación de una nueva sociedad;
ii. para constituir una o varias sociedades nuevas;
b. se disuelve sin liquidarse para constituir con la totalidad de su patrimonio, nuevas sociedades.

En la regulación de la norma, esta circunstancia no afecta al contrato de agencia, salvo que cause un
detrimento sustancial en la posición del agente. Habrá que determinar qué circunstancia es de tal entidad
para producir el extremo referido, y estará a cargo del agente demostrarlo.

COMPENSACIÓN

ART. 1497 Compensación por clientela. Extinguido el contrato, sea por tiempo determinado o
indeterminado, el agente que mediante su labor ha incrementado significativamente el giro de las
operaciones del empresario, tiene derecho a una compensación si su actividad anterior puede continuar
produciendo ventajas sustanciales a éste.
En caso de muerte del agente ese derecho corresponde a sus herederos.
A falta de acuerdo, la compensación debe ser fijada judicialmente y no puede exceder del importe
equivalente a un año de remuneraciones, neto de gastos, promediándose el valor de las percibidas por el
agente durante los últimos cinco años, o durante todo el período de duración del contrato, si éste es inferior.

Esta compensación no impide al agente, en su caso, reclamar por los daños derivados de la ruptura por
culpa del empresario.

ART. 1498 Compensación por clientela. Excepciones. No hay derecho a compensación si:
a) el empresario pone fin al contrato por incumplimiento del agente;
b) el agente pone fin al contrato, a menos que la terminación esté justificada por incumplimiento del
empresario; o por la edad, invalidez o enfermedad del agente, que no permiten exigir razonablemente la
continuidad de sus actividades. Esta facultad puede ser ejercida por ambas partes.

El agente tiene derecho a una compensación, en tanto su actividad pueda continuar produciendo ventajas
sustanciales al principal. Este derecho corresponde a los herederos cuando la extinción se produce por
causa de muerte.

La extensión de esta compensación puede convenirse entre las partes; de no ser así, será fijada
judicialmente. En tal caso no puede exceder del importe equivalente a un año de remuneraciones, neto de
gastos, promediándose el valor de las percibidas por el agente durante los últimos cinco años, o durante
todo el período de duración del contrato, si éste es inferior. Esta compensación no impide al agente reclamar
los daños derivados de la ruptura por culpa del preponente.

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Como excepciones se establece que no hay derecho a compensación por clientela cuando la extinción del
contrato se debe al incumplimiento del agente; cuando es éste quien lo da por terminado, a menos que la
terminación esté justificada por incumplimiento del preponente; o por la edad, invalidez o enfermedad del
agente, que no permiten exigir razonablemente la continuidad de sus actividades.

Para concluir hay que aclarar que, todas las previsiones referidas al contrato de agencia, no se aplican a los
agentes de bolsa o de mercados de valores, de futuros y opciones o derivados; a los productores o agentes
de seguros; a los agentes financieros, o cambiarios, a los agentes marítimos o aeronáuticos y a los demás
grupos regidos por leyes especiales en cuanto a las operaciones que efectúen.

CLÁUSULA DE NO COMPETENCIA

ART 1499 Cláusula de no competencia. Las partes pueden pactar cláusulas de no competencia del
agente para después de la finalización del contrato, si éste prevé la exclusividad del agente en el ramo de
negocios del empresario. Son válidas en tanto no excedan de un año y se apliquen a un territorio o grupo
de personas que resulten razonables, habida cuenta de las circunstancias.

Dicho derecho genera para el empresario el riesgo de que, concluido el contrato, el agente comprometa su
actividad a favor de un competidor y, con ello, pierda la clientela. Es habitual, y el Código así́ lo admite, que
se pacte una cláusula por la cual se prohíba al agente realizar actividades en competencia con el
empresario, en los ámbitos en los que actuó́ durante la vigencia del contrato, con sanciones en caso de
incumplimiento. La cláusula puede prever la prohibición de la actividad en competencia, sea a través de
agenciar para otros empresarios, sea por medio de emprendimientos propios del agente o por cualquier otro
medio, directo o indirecto, que melle la situación de mercado del empresario.

a) Límite temporal: la no competencia pactada no puede exceder el plazo de un año desde la finalización
del contrato de agencia. Si el plazo pactado fuera mayor, se reduce a un año.

b) Límite de actividades: la cláusula solo es válida en tanto implique la no competencia del agente en el
ámbito de negocios, de personas o productos en los que actuaba el agente.

c) Las circunstancias del caso: el código difiere a un juicio de razonabilidad, según las circunstancias del
caso, la validez de la limitación impuesta al agente.

SUBAGENCIA

ART. 1500 Subagencia. El agente no puede, excepto consentimiento expreso del empresario, instituir
subagentes. Las relaciones entre agente y subagente son regidas por este Capítulo. El agente responde
solidariamente por la actuación del subagente, el que, sin embargo, no tiene vínculo directo con el
empresario.

En principio, el agente puede articular libremente su estructura empresarial a fin de realizar la promoción,
valiéndose para ello de terceros dependientes. No empece a ello el carácter personalísimo del contrato, que
se refiere a la indelegabilidad de la calidad de empresario‐ agente, pero nada tiene que ver con la realización
de los actos materiales concretos que dinamizan la promoción de los negocios. Lo infungible es la
organización empresarial, que siempre corre por cuenta del agente.

Por ello el código establece, como principio, que el agente no puede nombrar subagentes para cumplir con
las actividades a su cargo previstas en el contrato.

EXCLUSIONES A LA REGULACIÓN

ART. 1501 Casos excluidos. Las normas de este Capítulo no se aplican a los agentes de bolsa o de
mercados de valores, de futuros y opciones o derivados; a los productores o agentes de seguros; a los
agentes financieros, o cambiarios, a los agentes marítimos o aeronáuticos y a los demás grupos regidos por
leyes especiales en cuanto a las operaciones que efectúen.

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Las normas del Capítulo 17 se aplican a los denominados genéricamente agentes comerciales, y no
comprenden a otras personas que, bajo la misma denominación, realizan actividades de intermediación bajo
reglas propias.

CONCESIÓN COMERCIAL
ART. 1502 Definición. Hay contrato de concesión cuando el concesionario, que actúa en nombre y por
cuenta propia frente a terceros, se obliga mediante una retribución a disponer de su organización empresaria
para comercializar mercaderías provistas por el concedente, prestar los servicios y proveer los repuestos y
accesorios según haya sido convenido.

Notas esenciales del contrato de concesión:


1) Actuación del concesionario, frente a terceros, en nombre y por cuenta propia;
2) La puesta a disposición de su organización empresarial;
3) La provisión de productos por el concedente;
4) La prestación de los servicios adecuados a los productos;
5) La venta al público de los repuestos y accesorios de las mercaderías incluidas en el objeto principal.

La comercialización se hará bajo la marca del concedente, todo operador que recurre a este contrato
pretende el derecho a usar la marca a los fines de la promoción y venta del producto. En efecto, el derecho
al uso y la exhibición de la marca es un derecho vital para el desarrollo del concesionario.

El uso de la marca no se concede en forma gratuita, sino contra la puesta a disposición del concedente de
una estructura empresarial que desarrollará el negocio por parte del concesionario. Ambas
contraprestaciones deben mantenerse por todo el plazo de contrato.

Otro aspecto importante a considerar es la duración, que permite satisfacer en forma adecuada la “inversión-
amortización- beneficio.”

El artículo 1502 no comprende la concesión privada, sino sólo la concesión comercial. El objeto cambia en
ambas: en la primera, se vincula con la prestación de ciertos servicios; en la segunda, la comercialización
que el concesionario hará, bajo su propio riesgo, de los productos de cierta complejidad técnica que el
concedente le proveerá; también asume la obligación de prestar servicios de postventa.

El contrato de concesión reconoce su origen en el contrato de concesión del derecho público. La finalidad
perseguida para conceder la actividad al concesionario tiene diversas causas: optimización de recursos;
limitación de riesgos y mayor eficacia.

Hasta su inclusión en este Código la concesión era un contrato atípico e innominado, cuya regulación debía
buscarse en la propia voluntad de las partes expresada en la convención particular y en los principios
generales de los contratos. Se debía, además, considerar la finalidad económico-jurídica, como un elemento
de óptimo rango para interpretar cuál era el sentido y alcance de lo acordado y cuáles las necesidades y
expectativas que mediante él las partes procuraron atender.

AUTONOMÍA DEL CONCESIONARIO

El concesionario desarrolla su actividad con autonomía respecto del concedente:

a) Es un comerciante que no tiene subordinación jurídica respecto del concedente, tampoco la tiene
económica, de modo directo, aunque su desenvolmiento puede verse condicionado por la superioridad
técnica y económica del concedente; por ello el concesionario organiza su estructura empresarial y
determina su funcionamiento.

b) Su actuación es en nombre y por cuenta propia, por lo que el concedente no queda obligado ante el
adquiriente del producto (diferencia con la agencia), sin perjuicio de las responsabilidades que se deriven
por aplicación del régimen de consumidor.

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c) El vínculo con el concedente es de carácter estable, por un lapso prolongado, se trata de un contrato de
duración para desarrollar una modalidad de comercialización.

CARACTERES

 Bilateral: resultan obligaciones para ambas partes.

 Oneroso: pues el concedente confiere al concesionario el derecho a vender sus productos utilizando para
ello su marca, dentro de una zona y con un régimen de exclusividad, y obtiene el derecho de exigir al
concesionario que afecte su estructura empresarial para el desarrollo de la comercialización acordada.
Concedente y concesionario obtienen una ventaja por su prestación obtendrán una contraprestación.

 Conmutativo: las obligaciones para cada una de las partes resultan cierta y determinadas.

 No formal: no sujeto a ninguna forma, pero lo habitual es que sea escrito.

 Nominado

 Por adhesión: los contratos de concesión son redactados por el concedente y, en principio, no se admiten
contraofertas sobre sus cláusulas sustanciales. Por ello, es común que se lo denomine como Reglamento
de Concesión.

 De duración: el plazo debería estimarse observando un tiempo adecuado para que puedan cumplirse los
fines que las partes tuvieron en vista para celebrarlo. El CCyC da una pauta mínima y obligatoria de 4 años.

 Intuitu personae: las cualidades personales de las partes son determinantes para celebrar el contrato.
Aunque es habitual que se trate de sociedades, el sustrato humano determina ciertas características de esa
persona de existencia ideal a la que de una forma u otra se vinculan. El concedente tendrá en cuenta el
conocimiento que el futuro concesionario tenga del negocio que emprenderá, su seriedad, su solvencia
económica y la reputación que tenga en el mercado. Para el concesionario la marca y calidad del producto
elaborado o importado por el concedente, será una cualidad que tendrá en cuenta para celebrar el contrato.

 De colaboración: se origina en la necesidad económica de complementación y descentralización, que se


concreta en la inserción del concesionario en la red de comercialización del concedente.

 De agrupamiento, en tanto el concedente genera una estructura de agrupamiento vertical que no implica
una organización común ni subordinación jurídica.

 Asimétrico: el cúmulo de obligaciones que asume el concesionario es mayor que las asumidas por el
concedente.

EXCLUSIVIDAD

ART. 1503 Exclusividad. Mercaderías. Excepto pacto en contrario:


a) la concesión es exclusiva para ambas partes en el territorio o zona de influencia determinados. El
concedente no puede autorizar otra concesión en el mismo territorio o zona y el concesionario no puede,
por sí o por interpósita persona, ejercer actos propios de la concesión fuera de esos límites o actuar en
actividades competitivas;
b) la concesión comprende todas las mercaderías fabricadas o provistas por el concedente, incluso los
nuevos modelos.

La regla general establecida en el artículo que se comenta es que, salvo que medie pacto en contrario, la
concesión es exclusiva para ambas partes en el territorio o zona de influencia determinados.

El concepto de exclusividad abarca al territorio, a la marca, y a la provisión del producto.

▪ Respecto al territorio, al igual que la agencia, se refiere a que el concedente no puede autorizar a otra
concesión dentro del mismo territorio o zona y que el concesionario tiene que respetar la zona que le han
establecido para el desempeño de su actividad.

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▪ La exclusividad de la marca, importa para el concesionario la obligación de no competir en negocios en el
mismo ramo del concedente. No obstante, es frecuente que un mismo grupo empresarial, opere con diversas
marcas aun en un mismo territorio.

▪ La exclusividad en lo que se refiere a la adquisición del producto no impide que el concesionario pueda
vender mercaderías del mismo ramo que le hayan sido entregadas en parte de pago de las que comercialice
por causa de la concesión, así como financiar unas y otras y vender, exponer o promocionar otras
mercaderías o servicios que se autoricen por el contrato, aunque no sean accesorios de las mercaderías
objeto de la concesión ni estén destinados a ella.

Excepciones a la exclusividad  el concedente puede reservarse el derecho de realizar por si o por medio
de una sociedad del grupo económico cierto tipo de ventas directas o modalidades especiales, tal como
ocurre con las ventas del Estado, a diplomáticos y a empresas que adquieren determinada cantidad de
producto por año.

OBLIGACIONES DEL CONCEDENTE

ART. 1504 Obligaciones del concedente. Son obligaciones del concedente:

a) proveer al concesionario de una cantidad mínima de mercaderías que le permita atender adecuadamente
las expectativas de venta en su territorio o zona, de acuerdo con las pautas de pago, de financiación y
garantías previstas en el contrato. El contrato puede prever la determinación de objetivos de ventas, los que
deben ser fijados y comunicados al concesionario de acuerdo con lo convenido;

Es la principal obligación del concedente, se trata de una prestación esencial del contrato pues solo se
puede cumplir con su objeto mediante la oportuna provisión del producto o mercadería. Por su parte, el
concesionario debe mantener la existencia convenida o, en defecto de convenio, la cantidad suficiente para
asegurar la continuidad de los negocios y la atención del público consumidor.

Cabe destacar también que la mayor tensión de la relación se advierte en general frente a la obligación de
entregar la mercadería, y es aquí donde se puede poner en evidencia el abuso de la posición dominante,
tanto en lo que hace a la presión del concedente para que el concesionario reciba una cantidad determinada
de bienes y lo coloque en la situación de tener que comercializarlos aun en condiciones no del todo
ventajosas, como de no remitir lo necesario frente a una demanda ascendente, lo que también perjudica a
su desarrollo, pues, en estos casos, la potencial ruptura del contrato importa para la concesionaria, o puede
importar, la extinción de la propia empresa, cuya subsistencia suele depender de la supervivencia de la
misma concesión.

b) respetar el territorio o zona de influencia asignado en exclusividad al concesionario. Son válidos los pactos
que, no obstante la exclusividad, reserva para el concedente cierto tipo de ventas directas o modalidades
de ventas especiales;

El concedente, como regla general, tiene la obligación de respetar la zona asignada y no puede, en función
de ello, designar otro concesionario. Deja a salvo el inciso la posibilidad de que el concedente se reserve el
derecho de efectuar “cierto tipo de ventas directas o modalidades de ventas especiales”, las que deberán
estar detalladamente establecidas en el contrato para que pueda invocarse su validez.

c) proveer al concesionario la información técnica y, en su caso, los manuales y la capacitación de personal


necesarios para la explotación de la concesión;

d) proveer durante un período razonable, en su caso, repuestos para los productos comercializados;

Según lo estipulado en los inc. c y d, deben proveerse al concesionario la información técnica y los manuales
y la capacitación de personal necesario para la explotación de la concesión, y los repuestos para los
productos comercializados. Estas obligaciones son complementarias de la de suministrar los bienes para
comercializarlos.

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e) permitir el uso de marcas, enseñas comerciales y demás elementos distintivos, en la medida necesaria
para la explotación de la concesión y para la publicidad del concesionario dentro de su territorio o zona de
influencia.

Permitir el uso de marcas, enseñas comerciales y demás elementos distintivos, importa para el
concesionario darle identidad y legitimación frente al cliente.

OBLIGACIONES DEL CONCESIONARIO

ART. 1505  Obligaciones del concesionario. Son obligaciones del concesionario:

a) comprar exclusivamente al concedente las mercaderías y, en su caso, los repuestos objeto de la


concesión, y mantener la existencia convenida de ellos o, en defecto de convenio, la cantidad suficiente
para asegurar la continuidad de los negocios y la atención del público consumidor;

El concesionario debe respetar la exclusividad del concedente, comprándole a el las mercaderías y


repuestos, con exclusión de todo otro proveedor del mismo ramo.

La compra debe hacerse en cantidades suficientes para asegurar la continuidad de los negocios y la
atención de terceros consumidores, por lo que el concesionario debe conservar siempre un stock mínimo a
esos fines (sin perjuicio de que, contractualmente, pueda regularse una venta mínima periódica).

b) respetar los límites geográficos de actuación y abstenerse de comercializar mercaderías fuera de ellos,
directa o indirectamente por interpósita persona;

Este deber se vincula con el ámbito territorial de la concesión (art. 1503), y evita la colisión entre diferentes
concesionarios.

c) disponer de los locales y demás instalaciones y equipos que resulten necesarios para el adecuado
cumplimiento de su actividad;

El concesionario debe afectar al cumplimiento de la concesión locales, instalaciones y equipos necesarios


para su actividad, acordes a las exigencias cualitativas y cuantitativas de la operatoria. A esos fines, debe
realizar las inversiones necesarias, lo que se vincula con el plazo mínimo del contrato, acordado a fin de
poder amortizarlas.

d) prestar los servicios de preentrega y mantenimiento de las mercaderías, en caso de haberlo así
convenido;

En caso de haberse convenido, el concesionario debe mantener y conservar las mercaderías y prestar
servicios de pre-entrega (que pueden incluir diversas tareas: limpieza, empaquetamiento,
acondicionamiento, inspecciones técnicas, chequeos de funcionalidad, colocación de accesorios, grabados
y colocación de graficas, etc.).

e) adoptar el sistema de ventas, de publicidad y de contabilidad que fije el concedente;

f) capacitar a su personal de conformidad con las normas del concedente.

El concedente, en ejercicio de su dirección técnica, puede fijar pautas tendientes a un mejor desarrollo de
la actividad distributiva, que el concesionario debe respetar. El concesionario debe, en consecuencia,
adecuar su sistema de ventas e intervenir en actividades y campañas publicitarias en los términos requeridos
por el concedente. Debe, también, ajustar su contabilidad y sistemas administrativos, procurando
uniformarlos y darle al concedente una mayor posibilidad de control de su red de concesionarios.

Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso a) de este artículo, el concesionario puede vender mercaderías del
mismo ramo que le hayan sido entregadas en parte de pago de las que comercialice por causa de la
concesión, así como financiar unas y otras y vender, exponer o promocionar otras mercaderías o servicios
que se autoricen por el contrato, aunque no sean accesorios de las mercaderías objeto de la concesión ni
estén destinados a ella.

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PLAZOS

ART. 1506 Plazos. El plazo del contrato de concesión no puede ser inferior a cuatro años. Pactado un
plazo menor o si el tiempo es indeterminado, se entiende convenido por cuatro años.
Excepcionalmente, si el concedente provee al concesionario el uso de las instalaciones principales
suficientes para su desempeño, puede preverse un plazo menor, no inferior a dos años.
La continuación de la relación después de vencido el plazo determinado por el contrato o por la ley, sin
especificarse antes el nuevo plazo, lo transforma en contrato por tiempo indeterminado.

El plazo del contrato de concesión es de suma importancia pues se trata de un contrato de larga duración,
en el cual deben operar las variables: inversión, amortización y rentabilidad proporcional.

El Código ha establecido un mínimo de cuatro años, con carácter imperativo, por cuanto, si se pacta uno
menor, o si el plazo es indeterminado, se lo considerará vigente por el plazo legal.

Si ha continuado la relación contractual, después de vencido el plazo convenido o fijado por la ley, y sin
especificar antes el nuevo plazo, el contrato se transforma en uno de tiempo indeterminado.

RETRIBUCIÓN

ART. 1507 Retribución. Gastos. El concesionario tiene derecho a una retribución, que puede consistir en
una comisión o un margen sobre el precio de las unidades vendidas por él a terceros o adquiridas al
concedente, o también en cantidades fijas u otras formas convenidas con el concedente.

En esta disposición, tratándose de un contrato oneroso, se establece el derecho del concesionario a una
retribución que puede consistir en una comisión, a un margen sobre el precio de la unidad vendida, a
cantidades fijas, a otras formas convenidas. La norma fija la posibilidad de que las partes fijen libremente el
modo de retribución previsto para el concesionario.

▪ Retribución por comisión: está sujeta a que la venta se haga efectiva y corresponde a un porcentaje del
precio o valor previamente determinado por la actividad comprobada. Tiende a incentivar el empeño del
beneficiario, pues a mayor volumen de ventas corresponderá una mayor retribución.

▪ Retribución por margen de venta: en el margen de venta, puede presumirse que el concesionario revendió
la unidad, aunque esta modalidad importa sus riesgos y no es la más difundida.

▪ Retribución por cantidades fijas: no es la más difundida porque parece prescindir del efectivo desarrollo
empresarial. La expresión puede incluir también una remuneración mixta, que combine algunos de los
mecanismos antes señalados.

Los gastos de explotación están a cargo del concesionario, excepto los necesarios para atender los servicios
de preentrega o de garantía gratuita a la clientela, en su caso, que deben ser pagados por el concedente
conforme a lo pactado.

El principio expuesto parece lógico, desde que el concesionario es un empresario que actúa en nombre y
por cuenta propia. La excepción también parece justificarse en aquella uniformidad en la comercialización
de los productos que lleva al concedente a imponer ciertos estándares de confiabilidad que, lógicamente,
parecen depender más de su incumbencia que de la de los concesionarios.

RESCISIÓN

ART. 1508 Rescisión de contratos por tiempo indeterminado. Si el contrato de concesión es por tiempo
indeterminado:

a) son aplicables los artículos 1492 y 1493;

Si el contrato de concesión es por tiempo indeterminado, le son aplicables los arts. 1492 y 1493 CCyC
(preaviso y omisión de preaviso). Ahora bien, a tenor de lo dispuesto por el art. 1506 CCyC, solo son

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indeterminados aquellos contratos que, después de vencido el plazo determinado convencional o
legalmente pues nunca puede ser inferior a cuatro años, la relación continúa sin especificarse ante el nuevo
plazo.

b) el concedente debe readquirir los productos y repuestos nuevos que el concesionario haya adquirido
conforme con las obligaciones pactadas en el contrato y que tenga en existencia al fin del período de
preaviso, a los precios ordinarios de venta a los concesionarios al tiempo del pago.

En los contratos por tiempo indeterminado rescindidos, el concedente debe readquirir los productos y
repuestos nuevos que el concesionario haya adquirido, conforme con las obligaciones pactadas en el
contrato, y que tenga en existencia al fin del período del preaviso, a los precios ordinarios de venta a los
concesionarios al tiempo del pago.

RESOLUCIÓN

ART. 1509  Resolución del contrato de concesión. Causales. Al contrato de concesión se aplica el artículo
1494.

Art. 1494: El contrato de agencia se resuelve por: a). muerte o incapacidad del agente; b) disolución de la
persona jurídica que celebra el contrato, que no deriva de fusión o escisión; c) quiebra firme de cualquiera
de las partes; d) vencimiento del plazo; e) incumplimiento grave o reiterado de las obligaciones de una de
las partes, de forma de poner razonablemente en duda la posibilidad o la intención del incumplidor de
atender con exactitud las obligaciones sucesivas; f) disminución significativa del volumen de negocios del
agente.

SUBCONCESIONARIOS

ART. 1510  Subconcesionarios. Cesión del contrato. Excepto pacto en contrario, el concesionario no
puede designar subconcesionarios, agentes o intermediarios de venta, ni cualquiera de las partes puede
ceder el contrato.

Como regla general, está prohibida la subconcesión y la cesión del contrato. La excepción está dada en la
posibilidad de que convencionalmente las partes acuerden en contrario.

La duda que puede plantearse está dada en la posibilidad de que el concesionario establezca una sucursal
o puntos de venta. En estos casos, si no hay previsión en el contrato, no habría inconvenientes, habida
cuenta que se trata de la misma persona jurídica que puede actuar para facilitar la comercialización de los
productos.

Adviértase en la subconcesión se estarían delegando en un tercero, los derechos y las obligaciones


emergentes del contrato, lo que no resulta admisible sin la conformidad del concedente.

EXTENSIÓN

ART. 1511  Aplicación a otros contratos. Las normas de este Capítulo se aplican a:

Cabe recordar que la distribución de productos es un fenómeno que involucra diversas figuras
convencionales, razón por la cual la norma permite aplicar a otros contratos las normas contenidas en este
Capítulo.

a) los contratos por los que se conceda la venta o comercialización de software o de procedimientos
similares;

Se considera que el software es el equipamiento lógico e intangible de un ordenador, es decir, que abarca
todas las aplicaciones informáticas como los procesadores de textos, las planillas de cálculos, los editores
de imagenes, etc.

Se entiende que el contrato de concesión es celebrado entre el concedente (autor o propietario del software)
y el concesionario que se representa por un tercero, quien se dedicará a la comercialización de dicho

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producto, a su instalación en el ordenador del usuario, y capacitación de este último, en cuanto al manejo y
uso.

Consideramos que, al referir la norma a procedimientos similares, pretende extender el supuesto a otros
programas y procedimientos informáticos incluso aún no inventados habida cuenta las derivaciones que en
este campo se pueden registrar en el futuro.

b) los contratos de distribución, en cuanto sean pertinentes.

La distribución comercial, como género que no fue nominado ni tipificado puntualmente, puede ser
concebida como el conjunto de actividades que permite al productor llegar al consumidor y para ello cuenta
con diversas vías que elegirá luego de ponderar diversos factores.

El tráfico en masa de insumos y productos y la intensa competencia que se da para su colocación en los
mercados, ha llevado a los empresarios a perfeccionar los sistemas tradicionales de distribución con el
menor costo posible a cargo del principal y la mejor utilidad para cada uno de los que conforman la cadena
o red que llega hasta el consumidor final.

FRANQUICIA COMERCIAL
ART. 1512  Concepto. Hay franquicia comercial cuando una parte, denominada franquiciante, otorga a
otra, llamada franquiciado, el derecho a utilizar un sistema probado, destinado a comercializar determinados
bienes o servicios bajo el nombre comercial, emblema o la marca del franquiciante, quien provee un conjunto
de conocimientos técnicos y la prestación continua de asistencia técnica o comercial, contra una prestación
directa o indirecta del franquiciado.
El franquiciante debe ser titular exclusivo del conjunto de los derechos intelectuales, marcas, patentes,
nombres comerciales, derechos de autor y demás comprendidos en el sistema bajo franquicia; o, en su
caso, tener derecho a su utilización y transmisión al franquiciado en los términos del contrato.
El franquiciante no puede tener participación accionaria de control directo o indirecto en el negocio del
franquiciado.

El contrato de franquicia no fue expresamente reglamentado sino hasta la sanción del CCyC, pues con
antelación a su inclusión en él, el contrato solo se regía por las reglas generales de la responsabilidad y por
algunas otras de creación jurisprudencial que habían tenido apoyo en la doctrina, juntamente con los demás
contratos de distribución.

La finalidad de la franquicia es multiplicar un negocio exitoso de modo que el franquiciado pueda vender o
prestar un servicio tal como lo ha hecho el franquiciante.

En la franquicia se aprecia una relación contractual entre el franquiciante y el franquiciado, en la cual el


primero ofrece o es obligado a mantener un interés permanente en el negocio del segundo en aspectos
tales como el know-how y la asistencia técnica; el franquiciado opera bajo un nombre comercial conocido,
un método y/o procedimiento que pertenece o que es controlado por el franquiciante, y en el cual el
franquiciado ha hecho o hará una inversión sustancial en su propio negocio o con sus propios recursos.

El franquiciante, a través de esta figura, puede ceder una parte de su ciclo productivo y comercial al
franquiciado. Esa parte cedida podrá incluir la distribución y, eventualmente, alguna tarea de producción o
de terminación en la producción dependiendo del tipo de franquicia. Como está comprometido el prestigio
de sus marcas y productos, como así también para lograr un funcionamiento homogéneo dentro de un
estándar de calidad, el franquiciante tiene el derecho de controlar en forma permanente al franquiciado.

Asimismo, el franquiciante, en su condición de principal, debe al franquiciado asistencia técnica constante,


lo que incluirá la entrega de un manual de operaciones con las especificaciones útiles para desarrollar la
actividad prevista en el contrato.

Esto responde a que el contrato de franquicia nació y de alguna manera sigue siendo un “contrato escuela”,
o sea, donde el franquiciado asume, en principio, su inferioridad técnica y su necesidad de ser instruido y
controlado por el franquiciante.

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Autonomía de las partes:

El franquiciante y el franquiciado mantienen su autonomía en el sentido que no media entre ellos


dependencia jurídica alguna.

Otra cuestión diversa se aprecia desde el punto de vista técnico. En este aspecto, por definición, estará
presente la dependencia, que se traduce en la asistencia y el entrenamiento que el franquiciante debe
brindar al franquiciado; también se destaca la facultad de control que ejerce sobre este último.

En virtud de la autonomía, el franquiciado actua en nombre y por cuenta propias, sin perjuicio de que utilice
la marca, emblemas y demás elementos que identifiquen al franquiciante.

La autonomía también se ve reflejada en que el franquiciante no puede tener participación accionaria de


control directo o indirecto en el negocio del franquiciado. Esta prohibición es para proteger a los
franquiciados. El franquiciante debe abstenerse de formar franquicias total o parcialmente propias.

DEFINICIONES

ART. 1513  Definiciones. A los fines de la interpretación del contrato se entiende que:

a) franquicia mayorista es aquella en virtud de la cual el franquiciante otorga a una persona física o jurídica
un territorio o ámbito de actuación Nacional o regional o provincial con derecho de nombrar
subfranquiciados, el uso de sus marcas y sistema de franquicias bajo contraprestaciones específicas;

b) franquicia de desarrollo es aquella en virtud de la cual el franquiciante otorga a un franquiciado


denominado desarrollador el derecho a abrir múltiples negocios franquiciados bajo el sistema, método y
marca del franquiciante en una región o en el país durante un término prolongado no menor a cinco años, y
en el que todos los locales o negocios que se abren dependen o están controlados, en caso de que se
constituyan como sociedades, por el desarrollador, sin que éste tenga el derecho de ceder su posición como
tal o subfranquiciar, sin el consentimiento del franquiciante;

c) sistema de negocios: es el conjunto de conocimientos prácticos y la experiencia acumulada por el


franquiciante, no patentado, que ha sido debidamente probado, secreto, sustancial y transmisible. Es
secreto cuando en su conjunto o la configuración de sus componentes no es generalmente conocida o
fácilmente accesible. Es sustancial cuando la información que contiene es relevante para la venta o
prestación de servicios y permite al franquiciado prestar sus servicios o vender los productos conforme con
el sistema de negocios. Es transmisible cuando su descripción es suficiente para permitir al franquiciado
desarrollar su negocio de conformidad a las pautas creadas o desarrolladas por el franquiciante.

En los incs. a y b del art. 1513 CCyC se alude a dos formatos de franquicias: la mayorista y la de desarrollo.
Ambos casos refieren a ámbitos generales que sirven para instalar franquicias, que a su vez pueden asumir
distintas modalidades que se pueden identificar en alguno de estos grupos:

a. la de producto o industrial;
b. la de servicio;
c. la de llave en mano o negocio en funcionamiento, usualmente denominada “business format franchising”.

Cabe agregar que la franquicia industrial queda fuera de todo el régimen que estamos analizando, inclusive
de este artículo, por mandato expreso del art. 1524 CCyC donde se establece que las reglas de la franquicia
le son aplicables solo en cuanto sean compatibles.

El inciso c, por su parte, describe qué es un sistema de negocios, o sea, el objeto de lo que puede ser cedido
por el franquiciante junto con las marcas, patentes, nombres comerciales y emblemas. La descripción gira
sobre cinco notas del sistema que, en ese sentido, debe ser probado, secreto, sustancial y transmisible.

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CARACTERES

 Nominado: desde la sanción del CCyC, antes se le reconocia tipicidad social.

 Bilateral, por cuanto genera obligaciones para franquiciante y franquiciado.

 Oneroso, en tanto ambas parte obtienen una prestación a su favor.

 Conmutativa, pues desde su celebración cada parte sabe las ventajas que le reporta. Para el franquiciante
es contar con la estructura empresarial que aportará el franquiciado y las ventas que ello generará para este
último disponer de una metodología de comercialización exitosa.

 De duración, es que el tiempo constituye un requisito esencial para que produzca los efectos que las
partes han tenido en vistas al celebrarlo, pues sólo mediante un vínculo estable puede atenderse la relación
que existe entre inver sion, amortización y renta proporcional.

 Por adhesión, ya que las cláusulas son predispuestas por el franquiciante, sin que el franquiciado tenga
mayor margen para negociarlas.

 Intuitu personae, pues se tienen en cuenta las condiciones personales de las partes; el franquiciante
aprecia las capacidades del franquiciado para llevar adelante el negocio, en tanto este ultimo apreció las
bondades del producto y la metodologia utilizados por el primero.

 De colaboración, toda vez que cada una de las partes colabora al mejor desenvolvimiento de los negocios
de la otra. El franquiciante brindando sus conocimientos y experiencia; el franquiciado replicando el negocio
de su con traparte con ventaja económica para ésta. En otras palabras, el franquiciante expande sus
negocios sin asumir el riesgo de nuevas inversiones en tanto el franquiciado aprovecha la ventaja de
comercializar una marca conocida y un método probadamente exitoso.

 Que no afecta la competencia, en la Argentina es un negocio que beneficia a los pequeños inversores.
ART. 1523 Derecho de la competencia.El contrato de franquicia, por sí mismo, no debe ser considerado
un pacto que limite, restrinja o distorsione la competencia.

REMUNERACIÓN

En cuanto al modo de remunerar a las partes, la primera aclaración que corresponde hacer en cuanto al
funcionamiento es que en la figura el que recauda el dinero del consumidor es el franquiciado, de modo que
es él quien le debe pagar al franquiciante.

En este contrato no opera ni la comisión ni el margen de reventa. La remuneración en la franquicia es


siempre del franquiciado al franquiciante y pueden puntualizarse dos formas posibles, que en general
aparecen juntas.

La primera son las regalías, que se pagan como contraprestación por el uso de las marcas, patentes, y
sistemas, que son un sistema de ingresos permanentes y periódicos.

La segunda es el pago de un derecho de ingreso, que se da solo en algunas franquicias, no en todas y que
consiste en que el franquiciado paga al franquiciante por el solo hecho de que le permita ingresar a la red.
Este pago le sirve al franquiciante para compensar el hecho de que algunos franquiciados serán entrenados,
pero luego fracasarán, con lo cual no se cobrarán las regalías posteriores suficientes para compensar el
costo de su entrenamiento.

OBLIGACIONES DEL FRANQUICIANTE

ART. 1514 Obligaciones del franquiciante. Son obligaciones del franquiciante:

a) proporcionar, con antelación a la firma del contrato, información económica y financiera sobre la evolución
de dos años de unidades similares a la ofrecida en franquicia, que hayan operado un tiempo suficiente, en
el país o en el extranjero;

La finalidad de esta previsión es que el fraquiciado pueda conocer las características y éxito de las relaciones
en la red a la que se pretende incorporar, para decidir si emprende el negocio que ofrende el franquiciante.
Es una obligación precontractual.

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b) comunicar al franquiciado el conjunto de conocimientos técnicos, aun cuando no estén patentados,
derivados de la experiencia del franquiciante y comprobados por éste como aptos para producir los efectos
del sistema franquiciado;

Se trata del know-how del franquiciante, debiendo entenderser por tal, al conjunto de conocimientos
practicos, aunque no se encuentren patentados, que resulten de la experiencia comprobable del
franquiciante. Estos conocimientos deben ser secretos, sustanciales, identificables y reproducibles. Se trata
de una obligación fundamental del franquiciante, que consiste no solo en transmitir el know-how (mediante
la concesión del uso de licencias industriales o comerciales), sino además en poner a disposición del
franquiciado un sistema probado de negocios, integrado por cada uno de los elementos o bienes
considerados como esenciales, sean materiales o inmateriales, necesarios para que pueda comenzar la
explotación de la franquicia.

c) entregar al franquiciado un manual de operaciones con las especificaciones útiles para desarrollar la
actividad prevista en el contrato;

Comprende los diversos aspectos del negocio, desde la presentación de los locales, del producto y sus
características, el desempeño del personal, publicidad, marketing y todo aquello atinente a la relación con
el consumidor.

d) proveer asistencia técnica para la mejor operatividad de la franquicia durante la vigencia del contrato;

Refiere a una obligación propia de la etapa de ejecución, que consiste en proporcionar consejo y asistencia
en cuestiones administrativas, operacionales y técnicas durante toda la relación contractual. Ello es así,
dado que resulta esencial en este contrato la permanente actualización de la franquicia a las necesidades
del mercado, a los fines de mejorar u optimizar su operatividad. La obligación de asistencia es una obligación
típica de colaboración y hace al interés del propio franquiciante, pues propende a la conservación del valor
de la franquicia y de su eficacia comercial o productiva, y a la consecución del objetivo contractual.

e) si la franquicia comprende la provisión de bienes o servicios a cargo del franquiciante o de terceros


designados por él, asegurar esa provisión en cantidades adecuadas y a precios razonables, según usos y
costumbres comerciales locales o internacionales;

Es otra manifestación del deber de colaboración permanente, y comprende los insumos para la fabricación
o los productos terminados. Puede estar dada por la necesidad del franquiciante de imponer una obligación
de compra exclusiva en favor de determinados productos o bien cuando quiera asegurarse cierta calidad en
las mercaderías.

f) defender y proteger el uso por el franquiciado, en las condiciones del contrato, de los derechos referidos
en el artículo 1512, sin perjuicio de que:
i) en las franquicias internacionales esa defensa está contractualmente a cargo del franquiciado, a cuyo
efecto debe ser especialmente apoderado sin perjuicio de la obligación del franquiciante de poner a
disposición del franquiciado, en tiempo propio, la documentación y demás elementos necesarios para ese
cometido;
ii) en cualquier caso, el franquiciado está facultado para intervenir como interesado coadyuvante, en defensa
de tales derechos, en las instancias administrativas o judiciales correspondientes, por las vías admitidas por
la ley procesal, y en la medida que ésta lo permita.

El franquiciante debe garantizar que las facultades de explotación de la franquicia existen y le pertenecen
al tiempo de la celebración y de la ejecución del contrato, debiendo responder ante el franquiciado frente a
la afectación del ejercicio pacífico de las facultades de explotación de la franquicia que le impidan alcanzar
la finalidad económica perseguida por aquel al contratar, encontrándose facultado a resolver o rescindir el
contrato por ese motivo.

El franquiciante también está obligado a la defensa y protección de la franquicia en instancias administrativas


y judiciales frente a terceros. Si la franquicia es nacional, la defensa y protección del derecho de uso del

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franquiciado se podrá hacer según lo que hubieran previsto las partes al efecto, pudiendo pactarse que
aquel deba solo denunciar o se lo autorice a la defensa como mandatario del franquiciante dándole aviso.

OBLIGACIONES DEL FRANQUICIADO

ART. 1515 Obligaciones del franquiciado. Son obligaciones mínimas del franquiciado:

a) desarrollar efectivamente la actividad comprendida en la franquicia, cumplir las especificaciones del


manual de operaciones y las que el franquiciante le comunique en cumplimiento de su deber de asistencia
técnica;

Es lógico que se exija al franquiciado que realice la efectiva explotación de la franquicia, pues el franquiciante
pone en ella su expectativa de lucro, mediante la colaboración que en ese sentido aquel debe prestar.
Consisten en obligaciones de hacer, de medio, aunque puede también involucrar algunas obligaciones de
resultado (por ejemplo, alcanzar un nivel mínimo de ventas). Además, incluye la obligación de utilizar
elementos de propiedad industrial licenciados (v. gr., uso de signos distintivos del franquiciante).

b) proporcionar las informaciones que razonablemente requiera el franquiciante para el conocimiento del
desarrollo de la actividad y facilitar las inspecciones que se hayan pactado o que sean adecuadas al objeto
de la franquicia;

La información que el franquiciado debe aportar comprende todos los datos relevantes del negocio objeto
de la franquicia, facilitando el derecho de control que tiene el franquiciante, para mantener los niveles de
calidad de la red que integra, lo cual puede incluir información sensible.

c) abstenerse de actos que puedan poner en riesgo la identificación o el prestigio del sistema de franquicia
que integra o de los derechos mencionados en el artículo 1512, segundo párrafo, y cooperar, en su caso,
en la protección de esos derechos;

Importan no realizar actos contrarios a la conservación del valor competitivo de la marca, ni llevar adelante
formas publicitarias inadecuadas.

d) mantener la confidencialidad de la información reservada que integra el conjunto de conocimientos


técnicos transmitidos y asegurar esa confidencialidad respecto de las personas, dependientes o no, a las
que deban comunicarse para el desarrollo de las actividades. Esta obligación subsiste después de la
expiración del contrato;

La protección que se persigue es de los derechos del franquiciante respecto del objeto de la franquicia, por
lo cual el franquiciado debe disponer lo necesario para que no se encuentre al alcance de terceros toda
aquella información que haya recibido con motivo de la franquicia y que no esté destinada a ser exhibida al
público.

e) cumplir con las contraprestaciones comprometidas, entre las que pueden pactarse contribuciones para el
desarrollo del mercado o de las tecnologías vinculadas a la franquicia.

Establece la obligación de dar cumplimiento a las contraprestaciones comprometidas, tales como el pago
de regalías o royalties. Señala, asimismo, que entre tales contraprestaciones pueden acordarse
contribuciones tanto para el desarrollo del mercado como para el de las tecnologías vinculadas a la
franquicia u otras prestaciones de carácter específico (por ejemplo, gastos publicitarios o seguros).

PLAZO

ART. 1516 Plazo. Es aplicable el artículo 1506, primer párrafo. Sin embargo, un plazo inferior puede ser
pactado si se corresponde con situaciones especiales como ferias o congresos, actividades desarrolladas
dentro de predios o emprendimientos que tienen prevista una duración inferior, o similares. Al vencimiento
del plazo, el contrato se entiende prorrogado tácitamente por plazos sucesivos de un año, excepto expresa

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denuncia de una de las partes antes de cada vencimiento con treinta días de antelación. A la segunda
renovación, se transforma en contrato por tiempo indeterminado.

Art. 1506: Plazos. El plazo del contrato de concesión no puede ser inferior a cuatro años. Pactado un plazo
menor o si el tiempo es indeterminado, se entiende convenido por cuatro años.

La interpretación de ambas normas lleva a concluir que:


a. El plazo mínimo del contrato de franquicia es de cuatro años.
b. Si el plazo convenido es menor, se entiende celebrado por cuatro años.
c. Si no media denuncia de cualquiera de las partes notificada con treinta días de anticipación al vencimiento
del plazo, éste se considera prorrogado por un año y luego por otro año más.
d. Si antes del vencimiento del segundo año no es denunciado de la misma forma, el plazo se convierte en
indeterminado.
e. Se admite un plazo menor a cuatro años si se corresponde con situaciones especiales, como ferias o
congresos, actividades desarrolladas dentro de premios o emprendimiento que tienen prevista una duración
menor.

La franquicia es un contrato de duración, y el plazo es muy importante para la relacion entre inversión,
amortización y lucro proporcional.

EXCLUSIVIDAD

ART. 1517 Cláusulas de exclusividad. Las franquicias son exclusivas para ambas partes. El franquiciante
no puede autorizar otra unidad de franquicia en el mismo territorio, excepto con el consentimiento del
franquiciado. El franquiciado debe desempeñarse en los locales indicados, dentro del territorio concedido o,
en su defecto, en su zona de influencia, y no puede operar por sí o por interpósita persona unidades de
franquicia o actividades que sean competitivas. Las partes pueden limitar o excluir la exclusividad.

Se trata de un aspecto renunciable y por lo tanto no esencial, aunque sea habitual. Si franquiciante y
franquiciado nada hubieran previsto sobre el tema, deberia considerarse que media exclusividad.

La exclusividad se contempla para ambas partes. En lo que hace al franquiciante, implica que no podrá
autorizar otra franquicia en el territorio asignado al franquiciado sin que medie su consentimiento, este último
tampoco podrá operar fuera de los límites establecidos.

La exclusividad para el franquiciado comprende los locales autorizados, dentro del territorio concedido o, en
su defecto, en su zona de influencia. La prohibición de operar fuera de dichos ámbitos, alcanza no sólo la
actividad que lleve a cabo por si mismo, sino que, además, tampoco podrá hacerlo por interpósita persona.
Tampoco puede realizar actividades en competencia con el franquiciante.

OTRAS CLÁUSULAS

ART. 1518 Otras cláusulas. Excepto pacto en contrario:

a) el franquiciado no puede ceder su posición contractual ni los derechos que emergen del contrato mientras
está vigente, excepto los de contenido dinerario. Esta disposición no se aplica en los contratos de franquicia
mayorista destinados a que el franquiciado otorgue a su vez subfranquicias, a esos efectos. En tales
supuestos, debe contar con la autorización previa del franquiciante para otorgar subfranquicias en las
condiciones que pacten entre el franquiciante y el franquiciado principal;

Tal limitación resulta una derivación de carácter intuitu personae que reviste el contrato de franquicia en el
que el franquiciado recibirá de parte del franquiciante todos los conocimientos necesarios para el desarrollo
del negocio (know how), con la consecuente transmisión de derechos que le permitirán al primero explotar
la marca objeto de franquicia. No aplica a las franquicias mayoristas, dado el objeto que ellas tienen: crear
subfranquicias. En este supuesto, y siempre que cuente con la debida autorización del franquiciante, el
franquiciado podrá nombrar subfranquiciantes en los términos y condiciones fijados por el titular de la marca.

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b) el franquiciante no puede comercializar directamente con los terceros, mercaderías o servicios
comprendidos en la franquicia dentro del territorio o zona de influencia del franquiciado;

Esta restricción se origina en la exclusividad que rige entre las partes.

c) el derecho a la clientela corresponde al franquiciante. El franquiciado no puede mudar la ubicación de sus


locales de atención o fabricación.

El criterio legal se sustenta en que la clientela se genera por la presencia, calidad y prestigio de la marca
del franquiciante, que constituye el elemento conocido por el consumidor. En cuanto a la prohibición en
cabeza del franquiciado de cambiar de ubicación sus locales, ello responde, precisamente, a que la clientela
es del franquiciante, quien reparte las zonas estratégicamente debiendo el franquiciado limitarse a la
atención y no a la organización.

ART. 1519  Cláusulas nulas. No son válidas las cláusulas que prohíban al franquiciado:

a) cuestionar justificadamente los derechos del franquiciante mencionado en el artículo 1512, segundo
párrafo;

Refiere a la prohibición de incorporar aquellas cláusulas que tiendan a impedir la facultad del franquiciado
de cuestionar, justificadamente, los derechos del franquiciante respecto de la marcas, patentes, emblemas,
nombres comerciales, sistema de protección y venta o conocimientos técnicos comprendidos en el sistema
objeto de franquicia.

b) adquirir mercaderías comprendidas en la franquicia de otros franquiciados dentro del país, siempre que
éstos respondan a las calidades y características contractuales;

Dispone la nulidad de toda cláusula que tienda a impedirle al franquiciado adquirir mercaderías incluidas en
la franquicia a otros franquiciantes dentro del país, siempre y cuando aquellas reúnan las cualidades y
características contractuales, promoviendo un contexto de equidad entre todos los que integran la franquicia.

c) reunirse o establecer vínculos no económicos con otros franquiciados.

Importa un amplio reconocimiento del franquiciado a ejercer su industria libremente (art. 14 CN), siempre
que las relaciones que se forjen entre franquiciados no importen el despliegue de una conducta desleal y
reñida con el principio de buena fe contractual en perjuicio del franquiciante.

RESPONSABILIDAD

ART. 1520 Responsabilidad. Las partes del contrato son independientes, y no existe relación laboral entre
ellas. En consecuencia:

El franquiciado debe indicar claramente su calidad de persona independiente en su factura, contratos y


demás documentos comerciales, esta obligación no debe interferir en la identidad comun de la red
franquiciada, en particular en sus nombres o rótulos comunes y en la presentación uniforme de sus locales,
mercaderías o medios de transporte.

a) el franquiciante no responde por las obligaciones del franquiciado, excepto disposición legal expresa en
contrario;

Esta disposición es de gran trascendencia, por cuanto refuerza la autonomia de las partes y en particular se
complementa con lo dispuesto en el inciso b) del mismo articulo, que constituye una aplicación del mismo
criterio pero en relación específica a las cuestiones laborales.

b) los dependientes del franquiciado no tienen relación jurídica laboral con el franquiciante, sin perjuicio de
la aplicación de las normas sobre fraude laboral;

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La relevancia de esta previsión es significativa por cuanto disipa incertidumbres en cuanto a las
responsabilidades del franquiciante en materia laboral, con relación a los dependientes del franquiciado y a
las obligaciones laborales que de ella se derivasen.

c) el franquiciante no responde ante el franquiciado por la rentabilidad del sistema otorgado en franquicia.

Deriva como consecuencia de que el franquiciado actúa por riesgo propio, sin garantizar el éxito de la
explotación.

El franquiciado debe indicar claramente su calidad de persona independiente en sus facturas, contratos y
demás documentos comerciales; esta obligación no debe interferir en la identidad común de la red
franquiciada, en particular en sus nombres o rótulos comunes y en la presentación uniforme de sus locales,
mercaderías o medios de transporte.

Esto se impone para evitar inducir a los terceros a confusiones y, eventualmente, para evitar la aplicación
de la “teoría de la apariencia”, pero es válido en la medida en que no contraríe el estatuto del consumidor,
la buena fe y el abuso del derecho.

ART. 1521  Responsabilidad por defectos en el sistema. El franquiciante responde por los defectos de
diseño del sistema, que causan daños probados al franquiciado, no ocasionados por la negligencia grave o

Véase que, en principio, una de las principales características del contrato de franquicia es la transmisión
del know how del franquiciante al franquiciado, el cual ha sido caracterizado como “el conocimiento técnico,
procedimiento, conjunto de informaciones necesarias para la producción industrial, que proceden de la
experiencia en el proceso de producción y que su autor desea guardar en secreto, sea para su uso personal,
sea para transferirlo confidencialmente a un tercero”.

De aquí podemos inferir la obligación del franquiciante al poner en manos del franquiciado la posibilidad de
distribuir un producto o servicio, o bien, en una forma más evolucionada, la de que él mismo fabrique o
produzca los productos que luego venderá a los consumidores, derivando así la responsabilidad del primero
en caso de que esa transferencia al franquiciado sea de forma defectuosa.

Es por ello que las obligaciones que asume el franquiciante frente al franquiciado son de objeto complejo,
incluyendo obligaciones de dar, de hacer y de no hacer. A partir de estas premisas, debemos considerar
que se especifica la responsabilidad del franquiciante por los defectos de diseño del sistema que causen un
daño probado.

El artículo comienza diciendo “responsabilidad por defectos en el sistema”, debiéndole alcanzar al


franquiciante la responsabilidad por el daño producido a un tercero, sin perjuicio de la acción de repetición
que le pudiere corresponder si el daño no le es imputable.

Responsabilidad por daños a los consumidores: Será de aplicación el art. 40 de la 24.240 por la cual si el
daño resulta del vicio o defecto de la cosa o de la prestación del servicio responderá el productor, el
fabricante el importador, el distribuidor, el proveedor, el vendedor y quien haya puesto su marca en la cosa
o servicio, esta responsabilidad es solidaria, sin perjuicio de las acciones de repetición. La razonabilidad de
esta previsión radica en que el consumidor es atraído al local o al negocio del franquiciado en virtud de la
identificación que existe con el franquiciante.

EXTINCIÓN

ART. 1522  Extinción del contrato. La extinción del contrato de franquicia se rige por las siguientes reglas:

a) el contrato se extingue por la muerte o incapacidad de cualquiera de las partes;

Es una lógica consecuencia del encuadramiento de este contrato como intuitu personce y de confianza. Se
encuentra alcanzada la hipótesis de disolución de la sociedad franquiciante o franquiciada.

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b) el contrato no puede ser extinguido sin justa causa dentro del plazo de su vigencia original, pactado entre
las partes. Se aplican los artículos 1084 y siguientes;

Se refuerza el carácter imperativo del plazo, a la vez que se admite la posibilidad de resolución por
incumplimiento, remitiendo a las normas generales (arts. 1084 y ss.) en la materia.

c) los contratos con un plazo menor de tres años justificado por razones especiales según el artículo 1516,
quedan extinguidos de pleno derecho al vencimiento del plazo;

d) cualquiera sea el plazo de vigencia del contrato, la parte que desea concluirlo a la expiración del plazo
original o de cualquiera de sus prórrogas, debe preavisar a la otra con una anticipación no menor de un mes
por cada año de duración, hasta un máximo de seis meses, contados desde su inicio hasta el vencimiento
del plazo pertinente. En los contratos que se pactan por tiempo indeterminado, el preaviso debe darse de
manera que la rescisión se produzca, cuando menos, al cumplirse el tercer año desde su concertación. En
ningún caso se requiere invocación de justa causa. La falta de preaviso hace aplicable el artículo 1493.

En los contratos no alcanzados por el inciso c, para que se produzca la extinción por vencimiento del plazo
es necesario un preaviso. De no procederse a este preaviso, operará la prórroga automática y, ulteriormente,
la conversión en contrato por tiempo indeterminado, según lo previsto por el artículo 1516.

En los contratos de tiempo indeterminado, no puede hacerse operativa la rescisión antes de los tres años
de celebración del contrato. La omisión de preaviso genera derecho a indemnización a tenor del artículo
1493.

La cláusula que impide la competencia del franquiciado con la comercialización de productos o servicios
propios o de terceros después de extinguido el contrato por cualquier causa, es válida hasta el plazo máximo
de un año y dentro de un territorio razonable habida cuenta de las circunstancias.

CASOS COMPRENDIDOS

ART. 1524  Casos comprendidos. Las disposiciones de este Capítulo se aplican, en cuanto sean
compatibles, a las franquicias industriales y a las relaciones entre franquiciante y franquiciado principal y
entre éste y cada uno de sus subfranquiciados.

La franquicia industrial tiene por objeto otorgar al franquiciado el derecho de utilizar un sistema probado
para fabricar y comercializar determinados productos, bajo el nombre comercial, emblema o la marca del
franquiciante, quien le provee el conjunto de conocimientos técnicos y prestación continua de asistencia
técnica y comercial necesarias al efecto.

En cuanto a las sub-franquicias, se regirán tanto en lo que hace a las relaciones entre el franquiciante y el
franquiciado principal, como entre este y cada uno de sus subfranquiciados, por las mismas normas que se
establecen para el vínculo franquiciante-franquiciado.

MAQUILA
En nuestro país, el contrato de maquila estuvo originaria y esencialmente vinculado a la elaboración de
vinos y de azúcar. Se desarrolló regionalmente en las provincias productoras: Mendoza y San Juan en el
primer caso y en Tucumán para el segundo. Está previsto en la LEY 25113.

ART. 1  Habrá contrato de maquila o de depósito de maquila cuando el productor agropecuario se obligue
a suministrar al procesador o industrial materia prima con el derecho de participar, en las proporciones que
convengan, sobre el o los productos finales resultantes, los que deberán ser de idénticas calidades a los
que el industrial o procesador retengan para sí.
El productor agropecuario mantiene en todo el proceso de transformación la propiedad sobre la materia
prima y luego sobre la porción de producto final que le corresponde.
El procesador o industrial asume la condición de depositario de los productos finales de propiedad del
productor agropecuario debiéndolos identificar adecuadamente; estos productos estarán a disposición plena

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de sus titulares.
En ningún caso esta relación constituirá actividad o hecho económico imponible.

No es esta la única denominación legal del contrato pues la LEY 18.600 del año 1970, en su artículo 1º dice:
"Los contratos de elaboración de vinos por los sistemas o modalidades denominados "contrato de
elaboración por cuenta de terceros", "a maquila" o por "cuenta exclusiva del viñatero"...". Cabe aclarar que
la ley 25.113 deja expresamente vigente a la ley 18.600 cuando en su artículo 9º dice "Los contratos de
elaboración de vinos previstos en la ley 18.600 se regirán por sus normas y supletoriamente por la presente".

El contrato de elaboración por cuenta de terceros admite dos modalidades: una, sinónima de maquila; la
otra, implica posibilidad de "fabricar o producir vino para otro, sea que se suministre o no la materia prima
..."

En realidad, la costumbre indica que - a veces- una bodega contrata a otra u otras bodegas que aportan la
materia prima, el trabajo y los elementos necesarios para la elaboración. Se trata de una modalidad,
pensada para bodegas que producen sus propios vinos, pero acuden a otras bodegas para que elaboren
por ellas a fin de solucionar problemas de capacidad de elaboración y almacenamiento.

No es correcta la sinonimia entre "contrato de maquila o de depósito de maquila"; como ya veremos, el


contrato de maquila incluye de algún modo al contrato de depósito. Sin embargo, maquila y depósito son
dos contratos bien diferenciados.

Etimológicamente maquila es un vocablo de origen árabe, proveniente de "makila", que significa medida de
capacidad. Además, tuvo una segunda acepción: porción de grano o harina que correspondía al molinero
por la molienda.

La jurisprudencia ha definido al contrato de maquila diciendo que es aquel "por el cual una de las partes se
compromete a entregar materia prima a la otra, y ésta se obliga a transformarla en producto terminado,
determinándose como precio una porción del bien obtenido, toda vez que la transformación del producto no
es hecha por el elaborador con el ánimo de adquirir su propiedad en los términos del art 2567 C.C”

TIPOS

ART. 6  Las disposiciones de la presente ley serán de aplicación también a todos los contratos que tengan
por objeto la provisión de materia prima de naturaleza agropecuaria para su procesamiento, industrialización
y/o transformación.

Si bien en la actualidad en contrato de maquila se asocia con la elaboración de vinos y de azúcar, en realidad
es un contrato propio de economías agrarias. Por lo tanto, puede ser utilizado para la elaboración de
cualquier otro producto agrario (aceite, harina), compartiendo un régimen común.

Pigretti con pequeñas diferencias y subrayando algunas particularidades desarrolla distintas modalidades
del contrato de maquila, así habla del "contrato de elaboración de vinos a maquila", "del contrato de
maquila de caña de azúcar" y" del contrato de maquila en general".

CARACTERES

1- Consensual: en tanto se perfecciona con el mero acuerdo de voluntades. Frente a la no entrega de la uva
por parte del viñatero, el bodeguero podrá perfectamente pedir el cumplimiento de contrato, mientras que
frente al incumplimiento de la entrega por parte del bodeguero, el viñatero podrá pedir el cumplimiento del
contrato y la consecuente entrega del producto ya elaborado. El depósito que se hace del producto
constituye una etapa posterior del contrato, no original, y se relaciona con las exigencias y el cumplimiento
que son de la esencia del contrato celebrado.

2- Bilateral: pues surgen obligaciones para ambas partes;

3- Oneroso: existe equivalencia entre las prestaciones debidas

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4- Típico: Es un contrato expresamente regulado por ley. Por la ley 18.600, para la elaboración vínica y por
ley 25.311 para todos los productos agropecuarios.

5- Hay diferencias en cuanto a si se trata de un contrato comercial o de un contrato agrario. Alferillo,


basándose en el código de comercio entendió que el contrato de maquila era un contrato comercial. Sin
embargo, otros sostienen que se trata de un contrato agrario, entendiéndose por tal aquellos que están
preordenados al servicio de una empresa constituida y en el que siempre es parte un empresario agrario
teniendo por finalidad facilitar su vida procurando o predisponiendo los factores de la producción.

PARTES DEL CONTRATO Y OBLIGACIONES QUE ASUMEN

Son partes del contrato: el productor agropecuario (viñatero, cañero, olivicultor, etc) y el procesador o
industrial (bodeguero, ingenio, aceitera, etc).

La esencia del contrato radica en "la provisión de materia prima de naturaleza agropecuaria para su
procesamiento, industrialización y/o transformación" (art 6) participando las partes "..., en las proporciones
que convengan, sobre el o los productos finales resultantes, los que deberán ser de idénticas calidades a
los que el industrial o procesador retengan para sí".

El elaborador, industrial o procesador asumen la obligación de recibir la materia prima, elaborarla,


conservarla, cuidarla y mantenerla conforme a lo establecido en el contrato. En correlación, el productor
tiene derecho a controlar, a verificar "las calidades y cantidades de lo pactado y lo entregado al finalizar el
contrato, y asimismo las condiciones de procesamiento y rendimiento de la materia prima conforme pautas
objetivas de manufacturación durante su realización", conforme a los sistemas y procedimientos que las
partes establezcan. Y debe pagar parte del producto ya elaborado como precio por tal elaboración.

ART. 3  Serán nulas las cláusulas incluidas en el contrato que impongan al productor agropecuario la
obligación de vender parte o la totalidad de los productos finales de su propiedad al industrial elaborador o
que traben la libre comercialización del mismo por cuenta exclusiva del propietario.

ART. 4  Los contratos establecerán sistemas y procedimientos de control del procesamiento del producto,
que podrá ejercer el productor agropecuario contratante, que le permitan verificar las calidades y cantidades
de lo pactado y lo entregado al finalizar el contrato, y asimismo las condiciones de procesamiento y
rendimiento de la materia prima conforme pautas objetivas de manufacturación durante su realización.

FORMA

El contrato de maquila requiere forma escrita, estableciendo la ley:

ART. 2  El contrato del artículo anterior además de los elementos expresados en el mismo deberá
contener con carácter esencial los siguientes:
a) Nombres y domicilios de las partes;
b) Cantidad de la materia prima contratada;
c) Lugar de procesamiento;
d) Lugar en que se depositarán los productos elaborados que correspondan al productor agropecuario;
e) Facultades de control establecidas a favor del productor agropecuario;
f) Fecha y lugar de entrega del producto elaborado;
g) Lugar de celebración y firma de las partes.

Además, la ley provincial 7.101 establece la registración de los contratos, de la cesión o transferencia total
o parcial de los mismos en los libros de bodega destinados a tal fin y en los estatuidos por la ley (artículos
1 y 3). Para ser registrados, los contratos deben estar celebrados en instrumentos públicos o privados que
hayan tributado fiscalmente y que tengan firmas auténticas. (art. 4). Los contratos adquieren virtualidad
frente a terceros a partir de la inscripción en el Registro de contratos y movimientos de vinos y mostos. La
bodega o fábrica de mostos deben presentar los contratos ante la autoridad competente dentro de los 60

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días corridos posteriores a la fecha fijada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura para la finalización de la
cosecha (art 5). La ley provincial cuenta- como anexo- con un modelo de contrato.

JURISPRUDENCIA

NATURALEZA DEL CONTRATO

El síndico de una importante quiebra sostuvo que en la elaboración de vino por cuenta de tercero existía-
en realidad-una especificación a los términos del art 2.567 del C.C. El bodeguero recibía la uva, que es una
cosa consumible, la mezclaba con la de otros clientes, operándose una transformación de la que surgía una
nueva especie: el vino. Por tanto, la propiedad del viñatero desaparecía, correspondiendo la propiedad al
especificador, quien quedaba obligado a entregar vino de la especie y calidad pactada. El argumento,
ingenioso para defender a la quebrada, es susceptible de críticas:
a) La elaboración por cuenta de terceros es un contrato, existe un acuerdo de voluntades destinado a reglar
derechos. El art 2524 C.C. enumera los modos de adquirir el dominio (apropiación, especificación, accesión,
tradición, percepción de frutos, sucesión en los derechos del propietario y prescripción). De todos los modos
enumerados, el único contractual es la tradición;
b) Es cierto que la especificación implica que alguien- con su trabajo- hace un objeto nuevo- con la materia
de otro-, con intención de apropiárselo. Es también cierto que se suele citar como ejemplo de especificación
a la conversión de uva en vino. Sin embargo, el especificador toma la materia ajena sin consentimiento de
su dueño. Habiendo consentimiento, hay contrato.
c) La transformación puede ser de buena o de mala fe, pero siempre sin consentimiento del propietario.

PROPIEDAD DEL PRODUCTO ELABORADO

En 1978, un importante caso fue decidido por la CSJN: "Bodegas Quirós s/ casación".

Se trataba de un productor, que frente a la quiebra del elaborador, intentó que se le reconociera la calidad
de acreedor de dominio. La Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Mendoza, casó la sentencia de la
Cámara de Apelaciones, mantuvo la verificación del crédito de la accionante sobre una determinada
cantidad de litros de vino de cierto tipo y característica, pero modificó la calificación de acreedor del domino
que había sido admitida, por la de simple acreedor quirografario. Se basó en distintos argumentos:

1- Entendió que el dueño de la cosa, como titular de un derecho real sólo podía recuperarla mediante el
ejercicio de la acción reivindicatoria, la que era improcedente por tratarse de una cosa fungible y no
individualizada;

2- Aún cuando fuera conocida la especie, calidad y cantidad del vino elaborado por cuenta del viñatero, no
habría mediado apartamiento de la mayor cuantía existente en la bodega, como exige la ley para transformar
el crédito respectivo en obligación de dar cosa cierta;

3- Por tanto y aunque ello pudiera resultar inequitativo y hasta injusto no era posible apartarse de las normas
positivas aplicables.

Frente a esta decisión, la actora interpuso recurso extraordinario por sentencia arbitraria. La Corte Suprema
de Justicia de la Nación entendió que:

1- La transformación de la uva en vino no había sido hecha por el elaborador con ánimo de adquirir su
propiedad a los términos del art 2567 del C.C. y que las consideraciones relativas a la individualización y
separación de la cosa a los efectos de procedencia de la acción reivindicatoria resultaban ajenas a la índole
del problema analizado desde que la ley de quiebras aplicable exigía sólo revestir la calidad de acreedor de
dominio, que el fallido tuviera los bienes por cualquier título que no le transfiriera la propiedad .

2-Era evidente que la convocatoria no podía alegar título alguno que la legitimara a tener el dominio del
producto elaborado;

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3-El elaborador era depositario del vino a nombre del productor y se hallaba siempre obligado a restituir a
su dueño la cosa determinada en su género, especie, cantidad y calidad. Entendió que el productor era
acreedor de dominio, sin que la falta de separación fuera óbice para que prosperara la pretensión deducida;

6- Surge claramente que la propiedad del producto elaborado correspondía al viñatero. Afirmó que la
protección legal en favor del viñatero se satisfacía plenamente sin desmedro de los demás acreedores, que
de otro modo se enriquecerían indebidamente con bienes ajenos. Aclaró que la solución dada satisfacía el
espíritu de las normas en juego y los principios de equidad y justicia a la par que daba mayor seguridad en
beneficio de la producción e industria vitivinícola.

FUNCIÓN Y ANÁLISIS ECONÓMICO DEL CONTRATO DE MAQUILA

ORIGEN DEL CONTRATO

En sus orígenes fue sinónimo de abuso señorial y de monopolio. De abuso señorial, pues el señor feudal
era el primero en vendimiar, teniendo el llamado derecho de "banvin", es decir, era el único que podía vender
vino durante un período determinado de tiempo. De monopolio, pues no sólo otorgaba un derecho de
imposición sino además la prohibición de instalar un molino o de vender la producción a otros.

El código de Velez no lo legisló, la figura apareció en nuestra legislación en la ley 17.662 del año 1968, y
surgió para regular una situación de emergencia de ciertas economías regionales. Ella consistía en un
aumento importante de la oferta debida a dos factores esenciales: dos buenas cosechas (mayor producción)
y plantación de nuevos viñedos (nueva producción). Según la nota de elevación al Poder Ejecutivo, la ley
se proponía "... resguardar al viñatero carente de bodega propia, de todo tipo de abusos que puedan
suscitarse a raíz de tales contratos de elaboración".

Una figura que nació de la mano del monopolio y de la tributación, se utiliza siglos después- para intentar
evitar situaciones de abuso sobre la parte más débil.

Esta aparente paradoja puede no ser tal. Así pues, tanto en la época medieval como en nuestros tiempos
la figura aparece en situaciones en las cuales el mercado no funciona libremente. O porque hay un
monopolio, o porque el mercado aparece regulado por el Estado. Creemos que esta afirmación fue ratificada
por la posterior sanción -año 1970- de la ley 18.600. En su momento, la ley tuvo un fuerte componente
intervencionista, fue una ley claramente imperativa. Así, por ejemplo, establece la obligación de registración
de los contratos celebrados, plazos máximos para su registración, y cláusulas obligatorias (art 1); faculta a
los gobiernos provinciales para fijar el precio máximo que el viñatero debía pagar al bodeguero por litro de
vino en concepto de elaboración, cuidado, conservación y depósito (art 4 y 5); fulmina de nulidad a ciertas
cláusulas; otorgó amplias facultades regulatorias para el Instituto Nacional de Vitivinicultura, y estableció
sanciones para quienes infringieran sus disposiciones.

En cuanto a la nulidad de ciertas cláusulas, el art 9 de la ley establece "Salvo los volúmenes
correspondientes al pago de la elaboración, el contrato no podrá incluir ninguna cláusula que expresa o
implícitamente obligue al viñatero a vender parte o la totalidad del vino al elaborador, o que trabe la libre
comercialización del mismo por cuenta exclusiva del viñatero propietario. Tales cláusulas, si fueran
pactadas, estarán viciadas de nulidad absoluta".

Creemos que el legislador, conociendo los orígenes del contrato, expresamente dice que son nulas las
cláusulas que obliguen al viñatero a vender parte o la totalidad de vino al elaborador o las que traben- de
algún modo- la libre comercialización del producto. Una ley intervencionista, se preocupa por la libre
circulación de los bienes, por tratar de proteger a los viñateros de posibles monopolios. El fantasma del
monopolio subyace en la mente del legislador.

La ley 18.600, está vigente pero que debe ser leída e interpretada conforme a la legislación posterior a ella,
especialmente el Decreto 2284/91 de desregulación, que limitó las facultades conferidas al Instituto Nacional
de Vitivinicultura y la ley 25.311- más genérica- que expresamente establece su vigencia.

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EFICIENCIA

El contrato de maquila reúne en un mismo y único contrato efectos que podrían producirse por la suma de
otros contratos. El contrato de maquila incluye la entrega, la elaboración y el depósito de determinados
bienes. Es un contrato de integración y de cooperación. Lleva ínsita la idea de asociación. Ahorra costos de
intermediación y asegura la calidad del producto obtenido. La función económica del contrato es innegable.

1- APROPIABILIDAD

Una de las principales cuestiones respecto del contrato de maquila fue la propiedad del producto ya
elaborado. El análisis económico del derecho afirma la importancia de establecer claramente las
titularidades, es decir establecer a quien le corresponde el derecho sobre un determinado bien. El principal
efecto económico de la asignación de derechos de propiedad sobre activos tangibles e intangibles es la
apropiación de los beneficios. Los activos generan beneficios, y quien tiene la propiedad, tiene la
apropiabilidad de tales beneficios

La apropiabilidad de los beneficios influye directamente sobre las inversiones, es su verdadero incentivo.
¿Por qué alguien invierte?.Porque espera obtener beneficios. ¿Por qué el viñatero entrega sin más la uva
al bodeguero?.Porque espera obtener un beneficio. El beneficio consiste en obtener una menor cantidad
que la entregada; pero de un producto de mayor valor agregado y comerciabilidad.

Existe un mercado de vinos, lo que permite al viñatero ser un oferente, ingresar a una situación de mercado,
preferible económicamente a una situación de no mercado.

La especificación - como modo de adquirir el dominio- requiere el cumplimiento de tres requisitos. Ellos son:
que la cosa pertenezca a una persona distinta de la del transformador, que el objeto sea nuevo y que el
transformador haya actuado con intención de apropiársela. No hay especificación, ni adquisición del dominio
si el transformador hubiere recibido la cosa del propietario.

La regla establecida por el Código Civil, en materia de especificación es que quien tenía el dominio sobre el
insumo tiene también el dominio sobre el producto elaborado; y que quien provee la mano de obra debe
recibir una compensación por su trabajo. La justificación económica de la regla se funda en los menores
costos de transacción en relación a otras reglas alternativas posibles. Por ejemplo, si para elaborar un
determinado producto se necesitaran varios insumos, resulta más económico, en términos de costos de
negociación entre las partes, que quien quiera tener el dominio sobre el producto adquiera previamente el
dominio sobre los insumos en forma separada, y no que primero los tome, elabore el producto y luego
compense a los anteriores propietarios. El propietario original es quien se beneficia con el mayor valor
agregado al bien.

Como ya dijimos, el vino no podría nunca llegar a ser nuevamente uva, y en el mejor de los casos, el
bodeguero sería un transformador de mala fe, por lo cual al viñatero cabría el derecho a quedarse con la
cosa pagando el mayor valor que hubiera adquirido.

2- ESPECIALIZACIÓN

El contrato de maquila está diseñado para permitir que cada parte del contrato realice lo que sabe hacer
mejor, logrando una mejor utilización de los recursos humanos y materiales. Es un modo de producir cuando
no hay o resultan onerosos los medios de financiamiento.

El viñatero produce y el bodeguero elabora. El bodeguero no necesita obtener crédito para comprar materia
prima; ni el productor necesita crédito para elaborar su producción. Pero la lógica del contrato se funda en
una premisa económica básica: el productor no se desprende de la propiedad, ni el bodeguero puede
aprovechar bienes de terceros para abonar deudas propias.

Una solución contraria, no haría más que quitar al contrato el aspecto de financiamiento, pues ¿qué viñatero
entregaría su producción, sin cobro alguno, a alguien que tenga algún atisbo de dificultad económica?

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¿cómo harían ciertos bodegueros, con leves problemas económico o financieros para obtener materia prima
que les permita elaborar y recomponerse?.

Resulta pues sorprendente que alguna vez la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Mendoza al no
reconocer la calidad de acreedor del domino al productor en el leading case Quiros haya dicho que aunque
" pudiera no resultar equitativo y hasta injusto" no era posible apartarse de las normas positivas aplicables.
Independientemente que las normas podían ser interpretadas de un modo diametralmente opuesto, tal como
lo reconoció la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la solución no sólo era injusta, era ineficiente,
contraria también a los más elementales principios económicos. Si resulta difícil mantener una norma injusta,
resulta prácticamente imposible sostener una norma ineficiente e injusta.

PREVISIBILIDAD

Los jueces resolvieron conforme a derecho y resolvieron conforme a elementales principios económicos.
Miraron las consecuencias de sus sentencias, tuvieron en cuenta sus efectos económicos.

En palabras de la Corte Suprema de Justicia de la Nación "... la protección legal que se ha querido instaurar
en favor del viñatero se satisface plenamente sin desmedro de los demás acreedores, que de otro modo se
enriquecerían indebidamente con bienes ajenos...". Agregando que "...la solución acordada se aviene con
el espíritu de las normas en juego y satisface los principios de equidad y justicia, a la par que se traduce en
una mayor seguridad en beneficio de la producción e industria vitivinícola".

Haciendo un análisis económico, era previsible la evolución de la legislación. Es cierto que quienes
impulsaron la reforma fueron los jueces. De hecho, nuestro sistema codificado se modifica impulsado por
las decisiones judiciales. Resulta mucho menos costoso obtener una sentencia judicial, que obtener la
sanción o modificación de una norma por el Poder Legislativo.

La ley 17.662 nace como una legislación especial y de emergencia, luego la ley 18.600 mantiene su carácter
de especial pero abandona el de emergencia, en tanto se prolonga en el tiempo y es en una legislación que
continúa vigente. Cabe aclarar que paralelamente también se desarrolló una legislación especial para la
maquila de la caña de azúcar. Recién la ley 25.113 es una norma general para todos los productos
agropecuarios, cerrando así un círculo iniciado hace ya casi cuatro décadas.

¿Era previsible que se llegara a una legislación general? Creemos que sí. A su evolución jurisprudencial y
legislativa, se le agrega una situación de eficiencia económica, de instrumento útil para el desarrollo de la
actividad agropecuaria.

Resulta pues útil una normativa general, a través de la cual se disminuyen los costos de transacción de las
partes involucradas por la determinación de sus titularidades.

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