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INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICO PÚBLICO

"JUAN HUARÌN"
Semana Nº 09
¿Qué es la inteligencia?
La inteligencia puede entenderse como la capacidad tanto de entender o comprender como de
resolver problemas y desde sus inicios se asociaba a “saber escoger”, en el sentido de comprender,
o sea, de ser capaz de determinar los contextos y rescatar los significados.

En los tiempos modernos, no obstante, se ha más o menos aceptado que no existe un concepto
único de inteligencia. Muchos especialistas en psicología han intentado formularlo, sin embargo, y
finalmente se ha venido aceptando la idea de que no existe una sola inteligencia, sino que existen
numerosas formas de ella.

Aun así, el uso popular del término inteligencia resume generalmente capacidades mentales como:
la velocidad de procesamiento, la comprensión verbal, la agilidad lógico-matemática, el agarre del
pensamiento deductivo o la capacidad de memoria de trabajo.

CARACTERISTICAS
Así como es difícil definir universalmente la inteligencia, resulta difícil dar con sus características
universales. En principio, se espera de ella que cumpla con las siguientes funciones:
Anticipar. En base a lo aprendido y a las variables del entorno, la inteligencia busca anticiparse a lo
que podría ocurrir y tomar las medidas pertinentes para protegernos, asegurarnos o darnos la
ventaja en alguna situación.
Construir. La inteligencia construye las estructuras de pensamiento que la memoria almacenará, de
modo tal que nos permita volver a ellas (experiencias) para reaccionar ante situaciones futuras.
Comunicar. La inteligencia también se encarga del área comunicativa, formando símbolos y
lenguajes propios, que nos permiten representarnos el mundo real en su ausencia.
Descifrar. Una persona inteligente debería tener más fácil la comprensión deductiva de sistemas
ideados por terceros, lo cual en principio permitiría resolver enigmas, descifrar códigos, hallar
respuestas y resolver problemas.
Establecer relaciones. La causalidad, la consecuencia, los diversos tipos de relaciones que podemos
establecer entre una realidad y otra, son el terreno de acción de la inteligencia.
Desarrollo de la inteligencia
El desarrollo de la inteligencia humana es estudiado por la pedagogía, en base a diversos factores
determinantes de su progresivo crecimiento, como son:
Factores genéticos. Propensiones hereditarias y facilidades innatas hacia algún tipo de inteligencia.
Factores ambientales. Elementos vitales en el crecimiento del individuo, sobre todo en sus etapas
tempranas, como son la nutrición, el entorno familiar adecuado, el acceso a la educación formal, y la
motivación hacia el aprendizaje.

Generalmente se acepta que, como característica resaltante, la inteligencia comienza a manifestarse


a edades tempranas, aunque no exista un margen seguro para “diagnosticarla”, ni factores
universales para medirla.

Muchos absolutos genios en sus respectivas áreas profesionales, a lo largo de la historia, fueron
despreciados en su juventud por el sistema escolar, dado que no encajaban en el ideal de
inteligencia de la época, y a muchos se los tuvo de niños por infradotados.
Tipos de inteligencia
Así como no hay una definición única de inteligencia, existen numerosas formas de inteligencia que
permiten estudiarla por separado, conforme al campo específico de las percepciones, los
razonamientos o las percepciones que involucran:
Lingüístico-verbal. Son los modelos de inteligencia que se basan en la formulación del pensamiento
mediante el lenguaje verbal, sea escrito u oral, así como de su transmisión y recuperación a través
de la lectura.
Numérica. Aquella que tiene que ver con los procesos lógicos formales y que encuentra su máxima
expresión en las matemáticas y los números.
Espacial. Apunta a la percepción profunda del entorno, de las formas que subyacen a lo visto y a las
relaciones entre ellas.
Física o motórica. Se trata de un modelo de inteligencia ocupado con el accionar del cuerpo, es
decir, sus movimientos, sus destrezas, sus capacidades. Usualmente no se lo considera una forma
de inteligencia, debido a que se suele asociarla erradamente a los procesos mentales o intelectuales
solamente.
Emocional. La inteligencia emocional tiene que ver con el manejo efectivo y eficaz de la propia
emocionalidad, propuesta en principio por Daniel Coleman en su libro La inteligencia emocional.
Social. Aquella inteligencia que aplica al campo de las relaciones interpersonales y que se sirve del
carisma, del liderazgo, incluso de la manipulación y otros talentos de índole social.
Inteligencia y creatividad
En nuestro imaginario, la inteligencia suele estar vinculada con la capacidad de crear, aunque en
principio se trate de dos cosas distintas. Las personas con altos márgenes de inteligencia suelen ser
personas creativas, en el sentido de ser inquietas, despiertas y a menudo con intereses peculiares,
particulares, fuera de la norma.

Sin embargo, no todos los creadores son necesariamente inteligentes, ya que la actividad creativa
es, en el fondo, un talento misterioso de la mente humana. En todo caso, es común que un genio de
la escritura posea un alto nivel de capacidad lingüística e inteligencia verbal, por ejemplo; mientras
que un genio de las ciencias seguramente posea una capacidad matemática y lógica fuera de serie

Semana Nº 10 y 11
¿Qué son los valores personales y por qué son tan importantes?
Al hablar de los valores personales, nos referimos a la serie de cualidades que definen y posicionan
al individuo dentro y fuera de su entorno. Esta serie de principios se van adquiriendo a través del
desarrollo de nuestras capacidades psicológicas y afectivas, ya sea a nivel individual o con
experiencias colectivas.
Estos valores además tienen la cualidad que se determinan a través de los distintos factores
sociales y culturales a la cual estamos expuestos, pero también entra en consideración la crianza
que haya recibido el individuo. Porque a fin de cuentas los principios y virtudes se enseñan desde
temprana edad y en casa.
La importancia de los valores personales es que ellos ayuden y orienten al sujeto al logro de sus
objetivos individuales, además que se convierta en una persona determinante, que sea positiva para
su comunidad y seres queridos. Alguien que sea considerado como sólido y de confianza, lo cual le
permitirá afrontar cualquier problemática y por supuesto superarla.
Por otra parte, los valores en cierta forma nos permiten alcanzar la felicidad, que dicho elemento se
puede considerar como el objetivo esencial en la vida de todos los seres humanos, ya que esto
otorga el sentimiento de satisfacción y autorrealización.
Claro está, según la percepción que tenga sobre la importancia de las virtudes en sí, él se encargará
de ayudar a los otros a seguir un camino que moralmente se consideraría correcto.
¿Cuáles son los valores personales más importantes?
Ahora que tienes una idea de qué son los valores personales y su importancia en el individuo, es
momento de que conozcas cuáles son más relevantes en nuestra vida, de manera que puedas
entenderlos y compartirlos.
Fidelidad
Esta es la capacidad de asumir los compromisos que ya tenemos y mantenerlos todo lo posible,
evitando defraudar, traicionar, mentir. El mejor ejemplo sería una relación, donde ambas parten
mantienen la fidelidad y lealtad hacia su pareja.
Gratitud
La gratitud nos permite corresponder y demostrar afecto a alguien que ha prestado ayuda de forma
desinteresada hacia nosotros, ya sea para resolver alguna situación que nos estaba afectando o en
su defecto hacerla más ligera. Aquí también entra el agradecimiento por cada bien o evento positivo
que haya ocurrido en nuestra vida.
Tolerancia
Es indispensable para la convivencia, este es el poder que nos permite respetar y no cuestionar las
creencias, prácticas, ideologías que otros posean y sean distintas a las nuestras. También la
tolerancia aplica para aquellos que físicamente son distintos a nosotros.
Paciencia
Esto permite que la persona sea capaz de asumir las circunstancias adversas y difíciles con calma.
Es una fortaleza que facilita a que el sujeto sea capaz de comprender la naturaleza de cualquier
evento y así actuar en el momento correcto según la situación.
Libertad
Este es uno de los valores personales más importantes, ya que es la capacidad de que cada
persona pueda actuar de acuerdo a su criterio y expresar su manera de pensar, sin ser reprochado o
agredido en el acto. Claro está, hay que entender que una serie de ideas puede rozar la intolerancia
y eso no es aceptable.
Prudencia
Una persona prudente es alguien asertivo, moderado, justo, reflexivo, actúa con la mayor
precaución, siempre asegurándonos de respetar a los demás, pensar con sensatez. La prudencia
siempre asegurará que las decisiones que tomemos sean las correctas y eviten ofender o lastimar a
los demás.
Compasión
Está muy relacionado con la solidaridad y de hecho fortalece dicho valor, aquí entra la capacidad de
ayudar, aliviar y reducir el daño que otros sufren. Alguien compasivo es un sujeto que ve a una
persona en situación de calle y le ofrece dinero, ropa, comida o cualquier otro apoyo para salir de
esa situación adversa.
Solidaridad
Es el valor que refuerza la cooperación entre varias personas entre sí, eso sí, la persona solidaria
deberá estar en la total disposición de querer colaborar y ofrecer ayuda para dicha causa, a pesar de
que los resultados de su acción sean o no sean de su beneficio.
Justicia
Aquí nos referimos a la capacidad de emitir juicios en base a la verdad, otorgándole a cada persona
lo que en realidad le corresponde. Para ser más precisos, la justicia es recibir lo que todos merecen
acorde a sus actos, sean buenos o malos.
Igualdad
Muchas personas creen que la igualdad es recibir todos los mismos beneficios, pero la realidad es
que este valor es otorgar a cada persona lo necesario para que estén en una condición ecuánime.
Un caso práctico serían dos niños, a uno le falta un libro de lenguas y al otro el de matemática, con
el fin de solventar ese problema a cada uno se le regala el texto que necesitan, así estarán al mismo
nivel.
Cómo trabajar e identificar tus valores personales
El identificar nuestros valores personales a simple vista es una tarea complicada, ya que existe un
sinfín de principios que aplicamos en nuestro día a día. Algunos son de nuestro agrado o en su
defecto los practicamos de forma rutinaria, otros los ignoramos porque se considera que no son
relevantes o no están en sintonía con nuestra personalidad.
Si deseas identificar tus valores, hay una serie de ejercicios muy prácticos, el primero de ellos es
hablar con uno mismo frente a un espejo, tocar un tema en el cuál esté involucrado un valor. Por
ejemplo, el racismo en un antivalor, es intolerante, en dicho caso si pensamos que esa cualidad es
negativa, apreciamos que exista la diversidad, admitimos que somos tolerantes.
Otra opción muy viable es escribir en una hoja de papel a mano, qué son los valores, una definición
propia, además de indicar por qué son importantes. Una vez hecho, debes leerlo en voz alta, no
importa que estés solo o en compañía.
Luego busca una lista de valores personales, vas a empezar a mencionar todos los que sean de tu
interés y buscar su significado en el diccionario. Después, analiza si en algún momento de tu vida lo
has aplicado, si es así expresa cómo te sentiste, ya que es importante entender la sensación que se
desarrolla cuando se hacen actos que son moralmente aceptados por la sociedad.
Una vez culminada la lista, aquellos valores que más aplicaste en tu vida, se podrían considerar
como los personales en tu desarrollo, son los que te han formado y han permitido llegar a dónde
estás, son tu norte y ese conjunto de ideales no se deberán abandonar.

Semana Nº 12 y 13
¿Qué es la ética profesional?
La ética profesional se define como un conjunto de normas y valores morales que los profesionales
de un determinado sector deben respetar durante el ejercicio de su profesión.
Se traduce en una serie de comportamientos y pautas de actuación encaminadas a fomentar las
buenas prácticas laborales y la armonía social. Entre estos principios éticos están la responsabilidad,
el respeto, la diligencia, la constancia, la puntualidad, la justicia o la honestidad.
Es habitual que los distintos sectores profesionales recojan estos principios en un código
deontológico que incluya los criterios que deben ser puestos en práctica en el ejercicio de su
profesión.
Características de la ética profesional
La ética profesional y deontología tiene como objetivo determinar los valores que han de ser puestos
en práctica en una determinada profesión.
Se trata de valores que los profesionales han de aplicar de manera individual, pero que tienen un
beneficio colectivo, tanto para su profesión como en el ámbito social.
En algunas profesiones estas normas y pautas de conducta están reflejadas en un código de ética
profesional o código deontológico.
Son pautas de comportamiento que el profesional ha de cumplir por voluntad propia. Su
incumplimiento no conlleva sanciones o castigos, más allá de la mala imagen personal o profesional.
En el caso de que exista un código deontológico, su incumplimiento sí puede ser sancionable.
Se fundamenta en la aplicación en el ámbito profesional de determinados principios y deberes, y en
la defensa de derechos. No es, por tanto, una norma con rango jurídico, sino pautas y valores
morales de sentido común.
¿Para que sirve la deontología profesional?
La ética profesional o deontología sirve para determinar las pautas de actuación que debe seguir un
trabajador ante una determinada situación.
Durante el desarrollo de su actividad, los profesionales pueden enfrentarse a situaciones que
implican decisiones morales. La ética profesional contribuye a saber qué es lo que está bien y lo que
está mal en el ejercicio de la profesión.
Además, la ética profesional persigue un bien común, es decir, contribuye a que el profesional
entienda que el beneficio colectivo, tanto social como de la empresa, está por encima de su interés
personal.
¿Por qué es tan importante?
La deontología y ética profesional es importante porque permite arraigar en el profesional una serie
de valores y comportamientos que contribuyen a la armonía laboral y social.
Hay que tener en cuenta que hay profesiones que repercuten en uno u otro sentido en la vida de las
personas, como es el caso de los médicos, abogados o periodistas. Por tanto, contar con un código
ético es imprescindible para que ejerzan su actividad dentro de unos parámetros de justicia, equidad,
veracidad, honestidad y responsabilidad.
Por otro lado, la ética profesional contribuye a mejorar el ambiente dentro de una organización. La
aplicación del código ético permite armonizar las relaciones laborales entre los trabajadores y
aumentar la confianza entre los clientes y el entorno empresarial.
Para que la aplicación de la ética profesional sea realmente efectiva, estas normas y valores han de
ser conocidos por todos los miembros de una organización, para que se apliquen de forma
homogénea.
En definitiva, el valor de la ética profesional responde a la creación de un escenario común en un
determinado sector profesional, en el que todos los trabajadores conozcan las pautas de actuación y
respeten las normas para beneficio del ambiente laboral y la armonía social.

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