Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tarea 1 - Tema 7. Sistema Locomotor
Tarea 1 - Tema 7. Sistema Locomotor
Sistema locomotor
(huesos y articulaciones)
Contenidos:
1. Diversidad de locomoción
2. Locomoción en la especie humana
3. Osteología (Composición, tipos y estructura de los huesos)
4. Las articulaciones
5. Funciones de las articulaciones
6. Tipos de articulaciones
7. Recomendaciones para el buen estado de las articulaciones
Saberes previos
Investiga
a) ¿Por qué el sistema locomotor pierde motricidad y agilidad con los años? ¿Cómo
puede mejorar su estado físico una persona de la tercera edad?
Por esta razón las personas de la tercera edad sufren daños a nivel óseo y muscular muy
fácilmente, además que la estructura ósea es un poco diferente, pues algunos huesos como
las vértebras se hacen más delgados, lo cual genera que la columna vertebral se vuelva
curva y comprimida, a diferencia de otros huesos como los de las extremidades, se vuelven
más frágiles, pero no cambia su longitud; por esto los brazos y las piernas se ven más largos
a comparación del tronco.
Las articulaciones también se desgastan, pues el cartílago interior se hace más fino y
disminuye el líquido que se encuentra dentro, lo que provoca que estas pierdan su
flexibilidad y se hagan más rígidas; esto limita la amplitud del movimiento.
Sin embargo, la actividad física ayuda a evitar o retardar el deterioro del sistema locomotor,
por esta razón y para mejorar su calidad de vida, las personas de la tercera edad deben
realizar ejercicios adecuados y adaptados a las capacidades físicas de cada persona.
El ácido úrico es una sustancia química que el cuerpo produce al descomponer sustancias
llamadas purinas; después de ser producido la sangre lo transporta hasta los riñones donde
la mayor parte se filtra y se convierte en orina.
El exceso de ácido úrico también llamado hiperuricemia puede provocar enfermedades como
la gota, cálculos renales, insuficiencia renal, entre otros problemas de salud. Por ejemplo, la
gota se presenta por la acumulación de cristales de ácido úrico que pueden causar dolor e
inflamación intensos de forma intermitente en articulaciones o tejidos.
Por eso, para verificar los niveles de esta sustancia en el organismo existen análisis a través
de una muestra de sangre. Los niveles de ácido úrico normales son entre 2,4 y 6,0 mg/dL
(para las mujeres) y entre 3,4 y 7,0 mg/dL (para los hombres). Sin embargo, los valores
normales varían según el laboratorio.
a) Ligamentos: Cordón fibroso y resistente que une los huesos de las articulaciones.
e) Epífisis: Porción distal de los huesos largos, generalmente más ancha que la diáfisis,
desarrollada a partir de un centro secundario de osificación durante el periodo de
crecimiento, o bien formada por completo de cartílago, o bien separada de la diáfisis por el
cartílago de crecimiento o fisis.
f) Hipófisis: Glándula de secreción interna del organismo que está en la base del cráneo y se
encarga de controlar la actividad de otras glándulas y de regular determinadas funciones del
cuerpo, como el desarrollo o la actividad sexual.
g) Tendones: Órgano formado por haces de tejido fibroso, de color blanco brillante y muy
resistentes a la tracción, que por lo común unen los músculos a los huesos.
h) Médula: Sustancia blanda que se halla en el interior de los huesos de los animales.
i) Periostio: Membrana de tejido conjuntivo, adherida exteriormente a los huesos, que sirve
para su nutrición y regeneración.
l) Distención: Acción que disminuye la tensión de una cosa que está tensa o que tiene tensa
alguna de sus partes.
o) Sutura: Línea sinuosa que forma la unión de los huesos del cráneo y de la cara y de algunas
partes del cuerpo.
Descripción
El esqueleto o sistema esquelético es un sistema biológico que aporta apoyo, soporte y
protección a los tejidos blandos y músculos, en los organismos vivos. Las funciones del
esqueleto en el ser humano son múltiples: sostén mecánico, producción de movimiento,
protección, almacén metabólico de sustancias como el calcio y formación de células sanguíneas.
El esqueleto humano se divide en dos grupos:
ESQUELETO AXIAL
El esqueleto axial integrado por el cráneo, la columna vertebral, las costillas y el esternón,
constituye el eje central del cuerpo, y está conformado por 80 huesos.
Se puede definir al esqueleto axial cómo el conjunto de huesos que componen el eje central del
cuerpo humano, el término “axial” proviene del vocablo latín axis, que refiere un punto central a
partir del cual el resto de estructuras y formaciones se reparten de forma estable. Sin este eje
principal, las extremidades no tendrían puntos en los que anclarse. Este robusto pilar central es
la parte fundamental del sistema esquelético de los vertebrados.
Los huesos del cráneo componen una caja ósea que protege al encéfalo y nos otorga la
estructura facial, que a su vez posibilita ver, respirar, tragar, emitir sonidos y básicamente
realizar todas las funciones que nos definen como seres vivos.
La columna vertebral otorga protección a la médula espinal y raíces nerviosas, que permiten la
comunicación de todas las partes de nuestro cuerpo con el cerebro. La caja torácica proporciona
protección a los principales órganos que se encuentran en el pecho del ser humano, como ser el
corazón y los pulmones.
ESQUELETO APENDICULAR
El esqueleto apendicular incluye todos los huesos que forman los miembros superiores e
inferiores, y las cinturas escapular y pelviana, está formado por 126 huesos y se los llama así
porque son apéndices del esqueleto axial.
Las extremidades superiores están formadas por las manos, las muñecas, el brazo y el
antebrazo, y la cintura escapular (escápula u omóplato y clavícula). Las extremidades inferiores
por los pies, las piernas (pantorrilla y muslo) y los huesos coxales (huesos de la cadera). Los
huesos coxales, junto al cóccix y sacro, estos dos del esqueleto axial, forman la cintura pélvica.
Los huesos de las extremidades inferiores están adaptados a soportar peso y estabilizar la
postura, así como para el movimiento de caminar y correr. Por el contrario, los huesos de las
extremidades superiores presentan mucha más movilidad y se pueden utilizar para una gran
variedad de actividades y manipulación de objetos, incluyendo una característica común a todos
los primates: el pulgar oponible contra la palma de la mano.
Apendicular
Axial