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FELIPE II, LOS JESUITAS Y CONFUCIO. LA TRADUCCION ESPANOLA DE LOS LIBROS CONFUCIANOS POR MICHELE RUGGIERI (1590) Roberto Villasante SJ* DEA en Filosyfia Politica Universidad Ponta de Salamanca cuentan ahora con un auevo texto, y su in- terpretaciéa por los expatioles en China, el pensamieato con historia de este descubrimniento, cémo llegs * Mi agradecimiento al profesor y sinélogo José Ramén Alvarez que con gran paciencia, ha leido este articalo varias veces, iadiendo importa ces y de varias de las ideas libro que editarin conjantamente en la coleccion, a Oriente y Oceidente 1. ANTECEDENTES Las primeras traducciones del Lumpy en las lenguas europeas existieron hacia finales del siglo XVI. Siempre se ha considerado al misionero italiano Ma- tco Ricci (F436, 1552-1610), que empez6 a vivir en China desde 1583, la primera persona que tradujo el Lum a la lengua occidental que conocian y tusaban todos los misioneros: el latin. Sin embargo, otto jesuita italiano, Mi- hele Ruggieri (1543-1607) probablemente ya habia empezado a traducir los Cuatro Libras ex 1584, y continué la mejora de la traducci6n hasta 1588, afio cen que volvié a Europa, donde murié en 1607 sin haber vuelto a China. Ru aggieri hizo una tradueci6a al latin del Lanyu 2B (Analect2s) 3B (La Gran Ensefanzs) y del Zhongyong "PRE (EI Justo Medi parte del Menio iF, y de una compilacién de textos de diferentes autores. ‘Los manuscritos de estas traducciones se conservan en Roma’, pero nunca se publicaron, aunque otro jesuita italiano, Antonio Possevino (1533-1611) publicé en latin el principio del Daxe de Ruggieri®. ‘Alessandro Valignano, (Chieti, 1539- Macao 1606), visitador de las Mi- siones en la India y responsable de examninar y reoxganizat la misién y los métodos de evangelizacién en India, China y Japén, queria tener un buen catecismo en chino pata a predicaci6n, y pidié a Ricci que tradujera los textos lisicos chinos para tener la seguridad de que lo que se predicaba respondia ala mentalidad y doctrina de los chinos. Rieci empez6 a estudiar y tomar n0- tas de estos textos clisicos porque se dio cuenta de que los chinos educados ‘comenzaban su educacién por los Cuatro Libros, y vio que si no se conocian bien estas doctrinas, los misioneros no serfan considerados ni aceptados entre Jos intelectuales chinos, y seria imposible que el cristianismo se disemninasa?. {i Michele Ruggeri (Manscrte): Ching, em bumana insti Biblioteca Nasional ¥ Emanuele IT i Roma, Fondo Gesuitico 1185 (3314) [2] Michele Ruggles Lier Sines en Antonio Possevine:Bibliotece selcta qua a tur de tatione studiorum, Rome, 1593 1B] Buna carta de Rice al P. Acquavivaen diciembre de 1595 dise:”Quest anno mi fel PVisitatore aslatare in latino per agiutarmi di quello in fare un nuovo catecismo, di 2 Felipe I, a jeitasy Confuio ‘Alganos opinan que las traducciones de Ruggieri eran de Ricci, porque en la época en que el primero volvi6 a Tealia ya Ricci habia emperado a tra- ducir y puede ser que Ruggieri conociera y usara esas traducciones. Lo cierto es que Ricci cuando publicé su “Catecismo” en 1603, que titulé Tiamgbw shipt (KEW), habia usado unos 13 textos del Lanyw, 3 del Dare, 7 del Zhog- “yong y 23 del Libro de Mencio. Ricci ya habia enviado en 1595 al P. Acquaviva, Padre General de la Compaia, una copia de su traduccién del Langa peto se hha perdido. En alguna de sus cartas Ricci dice que comenz6 a tomar alguna nota de la doctrina contenida en los Cuatro Libros, peto la tradicién posterior de que finaliz6 la traducci6n del Lamu en 1594, y de que los manuscritos de su traduccidn se dispersaron y desaparecieron antes de llegar a publicarse, no esti suficientemente probada. Al principio de la dinastia Qing, vasios jesuitas misioneros en China, bajo la direccién del portugués Indaio da Costa, (1599-1666), entre otros el italiano Prospero Intorcetta. (1625-1696), el austrfaco Christian Wolfgang Herdtsich (1625-1684), y los flamencos Francois de Rougemont, (1624-1676) y Philip pe Couplet (1624-1692), en diversas etapas y colaboracién, publicaron en el aio 1662, en Jianchang, (@), en latin y chino, el libro titulado Sapientia Si- rica, que incluia una biografia de Confucio, la traduccién completa del Dax, yuna traduccién de la primera mitad del Lum. Después de vatias ediciones incompletas en China, veinticinco afios més tarde, se publicé la traduccién completa del Lanyu en Europa, con el titulo de Confiuins sinarum philospbns, sive Scientia sinensis: ltine exposita studio & opera ProsperiIntrcetta, Christian’ Her- Aric, Francisci Rougemont, Philippi Couple..: Adjecta est Tabula chronolgica Siicae ‘onarchiae ab bujus exordio ad have usque tempora ,Patisiis 1687, apud Danielem Horthemels... ex typographia Andreae Cramoisy Parisiensis typographi), che abbiamo molta necest io sua lingu ‘cerata: Qualiber, 2001, pig Index of Chinese astute, Tip in Later, edicione di Piero Cotradini, (Ma- len Mateo Ricci, The Tre Meaning of the Lend pgs, 483-485, 23 Oriente y Occidente Ta obta, ademas del Lary completo, recogia el Dace y el Zbongyong, y fue la culminacién de los trabajos de varias generaciones de jesuitas, que gracias al esfuerzo de Couplet se publicé en Pacis, dedicada a Luis XIV. Ya en el Prefacio podemos ver la alta estima de que gozaba Confacio entre los jesuitas: ‘moral system of this philosopher is infinitely sub- sme time simple, sensible and drawa from the sources of natural reason... Never has Reason, deptived of Divine Revelation, appeared so well developed nor with so much power.” (Prefacio de Confucius Sera Philesophu)? Esta fue le primera traduccién al latin del Lamy en Europa y causé wna gran repercusién dando origen a una serie de estudios sobre la sabidurfa china con traducciones de Confucio y otros textos chinos al inglés y francés. En los siglos XVIII y XTX hubo una gran difusién de la doctrina confuciana y de la filosofia china por toda Europa y apatecieron traducciones en varias leguas europeas de relaciones sobre China y de los textos clisicos chinos*. 2. DESCUBRIMIENTO REVOLUCIONARIO Pero en 1921 hubo un hecho que pasé desapercibido a casi todos, y que hizo ‘que se emperara a cambiar la visi6n de los sinélogos sobre las traducciones de Confucio 2 las lenguas europeas. En esa fecha un agustino espafiol, cl beato Julié Zarco, mértir de Patacuellos de Jarama, edité un texto que llevaba varios siglos guardado en la biblioteca de San Lorenzo del Escorial, a la que habia legado entre 1598 y 1601, con la donacién de parte de Ia biblioteca de senso y proveniente de la mds para 6, despaovista de la revelacba divina,aparec EL daa y la rein del pensamiento chino en la flofia cided, Barcelona, Hezder Editorial, 2016 24 Falipe os estar y Confio Felipe 1a la del monasterio. El documento no tenia titulo, pero afios més tarde en 1611 en el Octavo Libro de Entregas de objetos al Real Monasterio de san Lorenzo figuraba como “Libro de la moral de la China, el cual la- ‘man los cuatro libros, introducidos (sic) del original en castellano, escrito de mano”. Peto gqué hacia un documento asf en la biblioteca de Felipe I, la. persona més poderosa de aquel tiempo? Este hecho nos retrotrae a sucesos que tuvieron lugar en Filipinas y China entre 1575 y 1589, y que llevaron a pensar a algunos gobernantes y religiosos, que Espafia podia y debia invadir China, Afortuaadamente los jesuitas, con el superior general Acquaviva y el teblogo José de Acosta a la cabeza, se opusieron a tal empefio, y finalmente, Ininvasin no se reali26. Sin embargo, por avatares de la historia, este hecho implicé que la prime- 1a traduccién de los clésicos confucianos se hiciera al espafiol y no al latin, y ‘no en China, sino en Espafia. Otra razén importante que influyé en que fuera un texto confuciano el primero que se tradujera fue la eleccién que los jesuitas Michele Ruggieri y Matteo Ricci, sobre todo el primero, hicieron de abando- nar el budismo y adoptar el confucianismo como religién vehicular para la traduccién ¢ inculturacién de conceptos cristianos. Los bonzos estaban mal viistos pot la sociedad y no gozaban de la autoridad moral del confucianismo, textos, a diferencia del budismo, formaban parte del examen para las ‘oposiciones a funcionario imperial. ‘A mediados de los afios ochenta del siglo XVI, Ruggieri ya habia co- ‘menzado @ traducir al latin algunos textos confucianos. A su vez, también habia escrito en chino una doctrina cristiana que le servia como “carta de prescntacién” de la religién occidental entre las autoridades chinas. Décadas ‘mis tarde, a pattir de principios del siglo XVI, los escolares jesuitas residen- [7] En 2016 Eugenio Lo Satdo edit6 le traduccim al italiano, realizada por Isabel Tu 3 traducido escrito por Ruggieri, con una seleccién de textos ianos, es decir os lamnados Cuatro Libros. 25 Oriente y Occidente tes en China" ya habfan incluido en su formacién, los clésicos confucianos. Esto formaba parte de la famosa “politica de la adaptacién”, que hoy en dia amasfamos inculturaci6n, y servia para que la doctrina cristiana pudiera ser centendible por los chinos y asi poder arraigar en el pais. ‘A finales de diciembre de 1589 Ruggieri lleg6 a Espafia por mandato del visitador de Japdn, Alessandro Valignano, para crear una embajada papal vati- cana en Pekin. Un afio antes Felipe IT habia convocado su Consejo de Guerra, tras haber leido un informe de otro jesuita espatiol, el padre Alonso Sinchez, para valorar seriamente la invasién de China. Sin embargo, segxin el profesor Manel Ollé, Felipe II se eché para atris por la estrepitosa dertota de la Felici- sima Armada, bantizada por los ingleses como Armada Invencible para darse ‘gloria, ylo costoso que habria sido la invasin de China?, Al parecer, de acuerdo con el profesor Vasconcelos Saldahna®, Sixto V, papa franciscano enemigo de Felipe II, y sobre todo su embajador en la Santa Sede, Guemin, TI Conde Duque de Olivares, querian que el proyecto de la |. Sin embar- embajada fuera totalmente independiente del gobierno esp: go, el monarca espafiol, sabedor de sus intenciones, intercepté a Ruggieri en ‘cuanto este puso sus pies en Lisboa aunque previamente Valignano le habia dado rdenes claras de ir directamente de Lisboa a Roma sin pasar pot Ma- did, y asi, evitara dar detalles del proyecto al rey" ce reese aqui a “académico”, sino més bien “estudiante” 0 “semina sproximadamente 15 afos el “escola” jesuita deja de sero para ingresardefinitivamente cn la otden con ua geado de pertenencia determinado: “profeso” en el caso de los que “coadjutor espitiual o vempo- esos" en la misibn en forma de manos (los coadjutores temporales China. De ta Armada Tneencile al Gain de Mail [10] _ Saldanhas, “A Man for Two Seasons after China: Michele Ruggeri in Europe”, en Y. Jingming & 1. Yufan (Eds), Luo Mingjian xvesha yantaobui lanwen ji MEBASE 2 SRISRD AR AGHA AASCIR, Intute Calual do Geserne da RAE de Macaz, Macaa 2013, 63-74 (on) i 26 Filipe I, lo jets y Confcio Ruggiesi pasé unos meses en Madrid en los que pudo entrevistarse con Felipe Il durante dos largas horas en las cuales este moste6 mucho interés pot ta cultura china. Auaque en la “relacién” escrita por Ruggieri no se recoge la peticién expresa del rey de la traduccién del texto confuciano, en el prefacio ‘del manuscrito, Ruggieri indica que lo ha traducido por peticién expresa del Felipe II. Esta traduccién se debié efectuat entre abril y mayo de 1590 poco antes de partic para Valencia, donde permaneceria durante un mes, y después para Népoles. En los aiios posteriores Ruggieri siguié mejorando la traduccién latina yy se embarcé en otros proyectos importantes como el Atlas de China. Sin embargo, la traducci6n espafiola, a la que le faltan 18 capitulos del Lamm y el Mencia, se convirtié por azares de la historia y voluntad de Felipe Ul, en el documento més antiguo de la traduccién de los clisicos confucianos a una lengua occidental. Y, muy probablemente, Felipe II fue el primer monarca europeo en conocer de primera mano el confucianismo, En hss proximas paginas vamos a recorrer eépidamente la vida de Miguel Roggieti, como parte de la historia de Espafia, no s6lo por la eleccién de Ia lengua de traducciéa, sino porque el propio Ruggieri, aunque lo tradujera al latin, fue parte de un proyecto mas grande que tuvo que ver con Espa No hay que olvidar que el virreinato de Napoles se anexioné a la corona de ‘Aragén en 1442, en tiempos del Alfonso V «/ Noble, y que no dejaria de set Espafia hasta el tratado de Utsech en 1715. Y no se anexionaia a Italia hasta finales del siglo XIX. Bs decir, que podemos considerar que, terrtorialmente, ‘Nipoles ha sido més tiempo Espaia que Ttalia, y que por tanto, tanto Valig- ‘nano como Ruggieri, formaron parte de esa misma unidad de destino que fac cl imperio espafiol. Del mismo modo que la Espatia de Adriano, Trajano 0 Teodosio, formé parte de una unidad de destino comiin que constituyd el imperio romano, 2 Oriente y Occidente 3. BREVE ESBOZO BIOGRAFICO DE RUGGIERI Y SU ESTANCIA EN CHINA “Michele Ruggieri (1543-1607) nacié en Spinazzola, Italia, en 1543. Su padre hhabfa trabajado para Ia casa de los Orsini y habia legado a ser gobernador de Spinazzola. Ruggieri estaba destinado a seguir los pasos de su padre y para ello de nifio lo enviaron al Colegio de los Jesuitas de Napoles, recién fundado por los espafioles Nicolés de Bobadilla y Andrés Oviedo. Una vez finalizados sus estudios primarios y secundarios, se matriculé para estudiar derecho civil y candnico en el prestigioso “Collegio dei dottori in giurisprudenza civile € canonica” de la ciudad de Napoles, donde obtuvo el doctorado, Acto seguido se puso a trabajar para el virrey sevillano Perafin Ribera, y segiin su biégrafo oficial, Gisondi, ocupé importantes cargos administrativos y diplomiticos, ‘Teas varios afios de servicio en la corte y haber saldado una deuda que le im- pedia ingresar en los jesuitas, ingresé en el noviciado en 1572 en la ciudad de Roma. En aquel tiempo la presencia en la formacién de los jesuitas espafioles en Roma era muy importante. De hecho, tanto su superior provincial como su tutor de estudios eran espafioles. Sin embargo, lo més importante de aquel tiempo de formacién en el noviciado y en el Colegio Romano, actual Univer- sidad Gregoriana, no fueron tanto las clases, sino las amistades que entabl6, Alli se hizo amigo de Mateo Ricci, Rodolfo Acquaviva 0 Francesco Pasio, «que unos afios mis tarde irfan con él ala misién de China. Ruggieri, tras una estancia de unos meses en la India donde completé rabaj6 apostdlicamente, leg6 a Macao en 1979. Bl provincial Rui le leyé la carta en la que Valignano le daba instrucciones sobte lo que espetaba de é: establecet contactos con las autotidades de Macao, aprender Ja lengua y la cultura china, ¢ intentar entrar en China continental Sin embargo, el inicio en la comunidad de Macao no fue nada ficil. No gua, la habia materiales apropiados pata introducisse en el estudio de comunidad en la que vivia era muy pequefia, apenas hal ademis no mostraban ningén interés por la inculturacién. Y, por si fuera 28 Folie I, ls jets Confcio poco, en Maco se hablaba cantonés y no mandarin. Tres afios mas tarde, el mismo Mateo Ricci describirfa su situacién como la de un medio mattis. El superior local de Macao, ante lainsistencia de Valignano, creé espacios para que Ruggiesi se pudiera dedicar en profundidad al estudio de la lengua. ‘Le asigné una habitacién separada y a través de un catectimeno que era pin- tory hablaba algo de portugués, finalmente comenzé a estudiar mandarin y caligrafia china. La primera incussién en China continental la hizo por barco en 1581. Los pormgueses tenian reuniones periddicas con el intendente de aduanas de Cant6n. Ruggieti no desaprovech6 la ocasién para acompaarlos ¢ intentar establecer contactos con las autoridades chinas. En una conversacién con el intendente, conocido como haidao #84, Ruggieri le comunicé su genuino in- terés por la lengua y cultura chinas. El intendente conmovido por las palabras del misionero le deja una habitacién reservada para los virreyes del reino de China para que pueda seguir estudiando y profundizando en la lengua. Sin embargo, esta primera estancia solitaria en China-apenas duré tres meses y fue intermitente. La estancia definitiva en Guangzhou se produjo durante el viereinato de Chen Rui S#3H (1515-1583), vierey de las “dos orillas” Guangzhou y Guan- gxi. Aungue en un primer momento, Chen Rui se mostré enérgicamente contratio 2 la presencia de los extranjeros, poco a poco fue confiando en Roggieti, y le prometié que en un futuro le concederia permiso para residie en China. El nuevo virrey traslad6 su residencia de Guangzhou a Zhaoging, «que estaba justo en medio de las dos provincias, a orillas de un rio que dividia las dos provincias. As{ que tras numerosas trabas administrativas, Ruggieri, @ finales de diciembre de 1582, pudo establecer de forma permanente una co- + munidad de jesuitas en Zhaoging, Aunque la licencia que le habian otorgado inicialmente solo lo contemplaba a él, Ruggieri consiguié que también se la concedieran a sus compafieros del Colegio Romano, Pasio y Ricci La estancia en Zhaoging fue determinante para la configuracién de la “politica de la adaptacién” que hemos mencionado al inicio de este articulo. 29 Oriente y Occidente Si bien era cierto que Valignano habia creado las directrices del modo de ha- ‘cer misién en China, la estancia en Zhaoging y la relacién con las autoridades locales dio una forma determinante a esta politica. En un principio, Ruggieri adopté el budismo como religién vehicular para la traduccién de conceptos cristianos a la cultura china, sin embargo, poco después decidieron cambiatlo la de los confucianos, por varias razones como la supetioridad social € intelectual de los confucianos y las posbilidades que esta flosofia les podia ofrecer para llegar a las élites y evangelizar China desde “arriba”. Afios més tarde en 1595 Ricci dard un paso més dejando el hibito budista y tomando el confuciano, Sin embargo, a largo plazo esta esteategia fue negativa. Hoy en dia se tien- de a pensar que la mejor estrategia de evangelizacién hubiera sido la de tomar como referencia el budismo por varias razones. En primer lugar porque los budistas tenfan una amplia red de monasterios por todo el pais que funcio- aban ademas como centros culturales y educativos de las clases populares. ‘Y en segundo lugar porque el budismo habia hecho ya una labor de incultu- raci6n en China asumiendo muchos conceptos taoistas. De esta manera, el ctistianismo, si hubiera tomado como punto de referencia el budismo, podria haber establecido un tercer nivel conceptual en el Ambito religioso que habria faciltado la comprensi6n y el arraigo del cristianismo, 7 En cualquier caso, y siguiendo con el tema que nos ocupa, el didlogo con los confucianos, fe lo que propicié Ia traduccidn de sus textos a una lengua extranjera, En este tiempo en Zhaoging, Ruggieti ya habia comenzado elaborar una serie de materiales para presentar el cristianismo en China y el slocutor cultural en dicho dialogo era el confucianismo, En las visitas de Jos magistrados y letrados a Ia pequefia casa que tenfan junto a una pagoda las orillas del rio de Zhaoging, Ruggieri iba perfilando y mejorando su com- prensidn de la cultura china. Sin embargo, la presencia de los jesuitas en China no estaba exenta de dificultades y falsas acusaciones. Ruggieri tuvo que pasar por varias calumnias como que habia pagado dinero a las autoridades para que lo dejaran vivir en 30 Fp I, sia. Cnfcio China, o gue habia tenido una aventura amorosa con la mujer de un ctistiano recién bautizado. Las razones que yacian detris de dichas acusaciones son diversas, pero todas se demostraron falsas. Desde inicios de los afios ochenta Ruggieri se dio cuenta de que la mejor ‘manera de arraigar en China y poder desarrollar su misién con tranquilidad «era si obtenfan permiso de residencia de la mayot autoridad del pais, es deci, del emperador. Por esta r226n, envié en dos ocasiones sendas cartas al visita- dor Valignano para que vieran la maneta de establecer telaciones diplomaéticas centre la Santa Sede y Pekin. La mejor formula era la cteacién de una embajada cen China, Ruggiesi conocia muy bien las normas de etiqueta chinas y sabia «que agasajar al emperador con buénos regalos era la mejor inversién para la fotura misién, Pero no fue hasta 1587 cuando finalmente Valignano se animé a intentar sacar adelante el proyecto de la embajada papal en China, 4- REGRESO A EUROPA Y BMBAJADA PAPAL Laiidca de Valignano, tomada de Ruggieri, aunque era muy buena, en la pric- tica iba a ser muy dificil de realizar. Bl juego de poderes era muy complejo. Por un lado, el jesuita espafiol Alonso Sanchez, estaba ya en Espafia, con- tradiciendo las drdenes de sus superiores, intentado convencer al emperador Felipe II de que invadiese China militarmente. A su juicio esto iba a tener grandes beneficios humanos y espirituales tanto para los chinos como para Jos espafioles. Por otro lado, una posible invasién de China por parte de Fe- lipe II iba a suponer un gasto econémico, politico y militar muy importante. En ese tiempo el reino de Espafia tenia muchos frentes militares abiertos, y ademis, cualquier movimiento en China iba a crear mucha tensién con Portugal. De hecho el superior de China, el portugués, Francisco Cabral, se oponfa frontalmente a cualquier colaboracién con Espaiia porque esto iba a poner en riesgo la misién de los jesuitas. Y, por si fuera poco, el papa Sixto V, era enemigo del rey de Espafia, y no sentia ninguna simpatia pot los jesuitas. Oriente y Occidente | marco histético en el que se inserta este proyecto era muy inestable y hacia casi imposible que en ese humus pidiera florecer el proyecto de la embajada, ‘Aun asf, Valignano nombré a Ruggieri responsable de tal empresa y este embarcé en Macao con destino Espaiia el 20 de noviembre de 1588. Después de 10 meses de viaje, desembare6 en Portugal en el mes de septiembre de 1589. Aunque Ruggieri recibié instruccién del superior general Acquaviva de que no dijeta nada del plan de la embajada 2 las autoridades espafiolas y zarpara lo antes posible para Roma, una ver llegé al puerto de Lisboa no pudo hacer nada, ya que Felipe II estaba al tanto del proyecto y mandé a sus hombres a que lo interceptaran. Ruggieri residié durante casi tres meses en Lisboa donde se entrevist6 con las principales autoridades de la ciudad. El virrey de Portugal Alberto de ‘Austria, a través del arzobispo de Fivora, Teotonio de Braganza, organiz6 en estancia de Ruggieri en Portugal y Espaiia, Llegé a Madrid pocos dias antes de la navidad de 1589. Sin embargo, el rey estaba indispuesto por la enfermedad de la gota y no pudo atenderle per- sonalmente hasta meses més tarde, Felipe II asigné dos hombres de su con: fanza para que atendieran a Ruggieri los arquitectos Juan de Herrera y Juan Bautista de Villalpando, quien ademés como Ruggiesi, era también jesuita Finalmente, pasado un tiempo, pudo entrevistatse con el rey. La entrevis- detal ta duré dos horas en las que Felipe II mostré muchisimo interés por las cosas que decia el jesuita napolitano. Ruggieri tenia orden de que no desvelara nada del proyecto de la embajada vaticana, sin embargo, estando delante del rey € interrogado por este poco pudo hacer. El rey se comprometié personalmente a asistir en todo lo necesario para cuestiones “temporales” al proyecto de Ja embajada. Una vez finalizada la reunién dejé marchar a Ruggieti a Roma acompafado de Juan Bautista de Villalpando. Salieron de Madrid a finales de abril o principios de mayo direccién Va- lencia. Al descansaron durante un mes antes de embarcarse para Napoles primero, y Roma después. En la “Relaci6n’” que redacté posteriormente Ru- ggieri no dice nada de que el rey le pidiera una traduccién de los cuatro libros 32 Fie I, ls jest 9 Confucio al espatiol. Algo ciertamente extrafio ya que sf se prodiga en otros detalles relacionados con el interés de Felipe II por la cultura china, Sin embargo, sabemos con certeza que Ruggieri escribié la traduccién parcial de los cuatro dlisicos, probablemente en Madrid antes de partir para Valencia, porque en elprefacio de la traduccién dice que lo escribe apresuradamente por peticién del rey antes de sali para Roma. El proyecto de la embajada finalmente no se realiz6, Ademés de la difi- cultad de contexto politico que hemos sefialado hay que afadit que a pocos meses después de legar Ruggieri a Roma y entrevistarse con el papa Sixto V, este muti6, En apenas dos afios se sucedieron cuatro papas, de los cules, s6lo ‘uno mosteé un verdadero interés por proyecto. Ademiés, a todo esto hay que afiadit la “traicién” de Ricci y Valignano a Ruggieri. Antes de partir desde China a Espatia, Valignano habia entregado ‘una catta a Ruggieri para que este se Ia entregara en mano al general Acqua- la podia leer el general de los jesuitas ya que iba con el membrece de “soli”, es decis, que sélo podia set lefda por el general. En ella Valignano pedis al general que no enviara de vuelta a Ruggieri, cuya mayor viva, Esta carta si aportacidn a su juicio, iba a ser no volver a la misién. En cartas anteriores aducia edad y escaso dominio del chino como dos razones de peso para que Ruggieri no volviera. Detris de esta traici6n tavo que haber un problema personal que desco- nocemos porque las razones dadas por Valignano eran falsas ¢ inconsistentes. Falsas porque hoy sabemos que Ruggieti tenia un buen dominio del chino, al ‘menos, escrito, Ademés Valignano no podia evaluat su nivel de chino porque Ino sabia chino, pot lo que tuvo que haber otra persona que se lo dijera!”. E inconsistentes porque diez afios antes ya habfa otro candidato portugués que tenia ya cuatenta afios que iba a ir a China en lugar de Ruggieri. La razén que se adujo para que fuera Ruggieri en lugar de él fue su trabajo y contribuciéa “Aunque no tenemos evidencias de que fuera Ricci, lo més probable es que fuera aque! momento tenfa problemas personales con Ruggieri y ya habia bablado con sus superiores para que lo quitaran de la misién de China, 33 Oriente y Occidente en la India, y que tuviera més de cuarenta afios no parecia ser un problema para Valignano. Y, por si fuera poco, Ia razén que se dio para que Ruggieri fuera a China fue su habilidad para aprender lenguas extranjeras, como habia hecho con el idioma tamil, por ejemplo. Un hecho que demuestra claramente que Valignano tenia algo personal contra Ruggieti es que en 1596 cuando Ruggieri ya estaba plenamente incor porado a la orden en Italia, y sin posibilidad de volver a China, Valignano cnvié una carta al general para que prohibiera a Ruggieri seguir publicando nada que tuvieta algo que ver con China. Hoy en dia sabemos con certeza «que Ruggieri tenfa un gran dominio de la lengua china, al menos escrita como hemos dicho, y también de la cultura china, como veremos a continvacién, 5- TRADUCCION DE LOS CUATRO CLASICOS Como hemos visto antes, la raz6n pot la que Ruggieri se introdujo en el confucianismo fue pot la relacién que este tuvo con los mandarines chi- nos. El confucianismo eta parte del material que tenian que estudiar para los eximenes imperiales y ademas era la filosofia que constitufa el sustrato ‘moral de la sociedad china, A esto habrfa que afiadir las instrucciones dadas pot Valignano de relacionasse con las ites chinas y aplicar la “politica de la adaptacién”, es decir, buscar un sistema moral que fuera un interlocutor ef anos a la cultura china. caz para comenzar a traducir algunos conceptos ct ‘Algo similar le habia ocurrido al budismo que siglos antes tvo que traducir su doctrina a través del taoismo, El confucianismo patecia ser en aquel mo- mento el medio mas eficaz de acercatse a las élites y crear un sustrato que ppermitiera o facilitara una pre-evangelizacién en China. “Aunque los textos que Ruggieri tradujo son textos atribuidos a Confu- cio que se editaron durante la dinastia Han, no fue hasta la dinastfa Song, que el fldsofo neo-confuciano Zhu Xi (1130-1200), estableci6 un canon. Sin embargo, en tiempos de Ruggieri, en la dinastia Ming, circulaba una versién 34 Felipe I, acess y Confucio conocida como Sirhu,ixhu PABSREE, sealizada por Zhu Xi, pero que incluia ‘una coleccién de comentarios de otros filésofos. Ruggieri en la traduccién sigue la segmentacién compuesta por Zu Xi, aunque en alguna ocasién, creemos que pot cuestiones de limitacién de ¢s- ppacio, en el manuscrito omite alguna frase. Con respecto al texto elésico, es decir, a texto original atsibuido a Confucio, y que no incluia comentarios 0 aclaraciones posteriores, Ruggieri es consciente de que ha habido una adulte- racién del texto original, en ocasiones lo menciona. Aunque, al mismo tiem- po, desconoce el proceso de edici6n de los clisicos y en ocasiones confunde Ia transliteracién de los nombres. Asi por ejemplo hay veces que se ditige a Cheng Yi (1033-1107) como Zengzi o Zincio, ambos referidos al mismo su- jeto, discfpulo de Confucio. En cuanto al contenido del texto y la traduccién, podemos decir que ‘Ruggieri lo traduce desde un paradigma primordialmente filos6fico con cier- tos ribetes de legalismo proveniente de su-fofmacién en leyes. Y hay que indicar que no hace una lectura religiosa del texto. Como hemos dicho antes, clempetio de Ruggieri, al que seguirin otros-como Ricci, es el de crear un éxico que en un futuro pueda permitie ttaducit a cristianismo en categorias cculturales chinas. ~ ‘Ou aspecto importante de la traduccién es que aunque la mayor parte de las veces tiende a Ia traduccién literal, en detrimento de una més formal, ‘cuando tiene que traducis conceptos que van contra contenidos dogméticos del cristianismo, deja la literalidad y lo traduce por términos més seculares. Esto ocurre por ejemplo cuando traduce la palabra tiangi, RF + del emperador chino que significa literalmente “Hijo del Cie Dios”. La principal raz6n por la que no lo traduce es porque es tarn! tulo ctistol6gico, s6lo Cristo es “Hijo de Dios”. Sin embargo, también puede ser que tuviera otras razones que estaban muy en boga en aquel tiempo como la cuestién del origen divino y directo del poder real. En la escoléstica espa- fiola, Luis Molina se habia opuesto a una justificacién del absolutismo. En 35 Oriente y Occidente 1603 el rey de Inglaterza, Jacabo I, se autoproclamara como “rey por la gracia de Dios” inaugurando un largo debate en torno al origen divino del poder real. Décadas mis tarde Robert Filmer publicard un alegato del absolutismo cn su libro Patriarca, cuyos principales adversarios serin los jesuitas Roberto Bellarmino y Francisco Suérez, y que John Locke intentard refutar apoyén- dose en los argumentos de Suarez en su famoso Segundo Tratado del Gobierno Gini, Ruggiesi, que habia estudiado leyes en Roma, y conocia los argumentos, es muy probable que secularizara un concepto tan teoctitico como slang por uno mis neutro como “rey”. Algo similar sucede cuando traduce los términos shengren BBA, tian 0 di. Ruggieri evita por todos los medios cristianizar estos conceptos y Jos asocia siempre a la tradicién filos6fica occidental en lugar de la tradici6n. biblica. En cuanto a la conteibucién de su texto a la historia de la sinologia te- nemos que decir que fue importante ya que todos los que lo sucedieron si- guicron sus pasos. Inicialmente se impugné la autenticidad de la traduccién, atribuyéndosela a Ricci por raz6n de su supuesto desconocimiento del chino, la advertencia de Valignano al superiot general de los jesuitas Acquaviva de que no le dejara publicar nada sobre China, y la coincidencia de fechas con elinicio de la traduccién de Ricci. A esto habsia que afiadir que Valignaito encargé a Ricci una nueva traduccién del catecismo Tiangbu Shil, dando a entender que la de Ruggieri era muy pobre y muy mejorable. En la historia de la sinologia reciente, sobre todo a través de los estudios de Albert Chan sobre la traduccién de Ruggieri de poestas chinas, se ha dado Ja vuelta a estos argumentos, y se ha concluido que mas bien parece que Ru- ggieri utilizd materiales que él mismo habfa elaborado entre 1584 y 1588. Es dec, justo después de la publicacién del Tianghu Shiu y antes de su partida para Europa. Si hacemos un estudio comparativo entre la traduccién de Ruggieri y la de Ricci, que aunque esta perdida podemos reconsteuir a través de su obra Tianzhu Shiyi, podemos deci que Ricci no rechaza la traduccién de concep- 36 Felipe I, la jemitasy Confcio tos nucleares de Ruggieri, sino que més bien parte de ellos y los desarroll sin contradecitlos en ningyin caso. Las tradueciones posteriores como Ia del portugués Inicio da Costa, también siguen las ideas aportadas por Ruggieri. Sélo a parti de la disputa con los teélogos dominicos se cambiard el enfoque hermenéutico de este tiempo en favor de una justificaciéa mas teolbgica por la cual originalmente en China habria habido una concepcién monotefsta de Dios que se habia ido corrompiendo en los siglos postetiores. CONCLUSION Bil estudio cientifico de la traduccién de Ruggieri nos obliga a replantearnos ‘muchas de las concepciones sobre el estudio de la sinologia que se han man- tenido hasta ahora. En realidad, hasta la fecha se ha solido considerar que la primera traduc- cién al espafiol de textos de Confucio aparecen en el libro del dominico Juan Cobo (1547-1593) titulado Ming bagian (BAL: BL)", que en el dialecto ‘minnanyu (Bil FIRE) que hablaban los chinos de Manila, lleva el titulo de Beng Sim Po Cam, en espaiiol Espgjo rico del claro corazgn. Se publicé en Manila ha- cia el afio 1593, Sin embargo, el obispo de Manila y dominico Domingo de Salazar, en una carta escrita el 24 de junio de 1590 y ditigida 2 Felipe 11 ya ‘menciona la traducci6n realizada por Juan Cobo", Esta obra esti considerada la primera traduccién al espafiol de un libro chino, y lo usaban en las escue las chinas de Manila para aprender los nifios su propio idioma. Aunque las [13] _ Las ediciones conocidas hoy som (1) El iro chine Beng Si Po Cam o Epo Rico del fray Juan Cobo de la orden de Santo Biblioteca ico ej del ben corn, El Mingxin Baojian de Fan Liben teaducido pot Juan Cobe hacia 1590, em ein de Manuel OU. Barcelona: Peninsula, 1998. (4) Espa reo del car corain. Tra doceign y tansctipcién del texto chino por Fray Juan Cobo. Bidicién con estudio extico de a doctora Limei Liu, Madrid: Letrimero, 2005. (4) upsu/woescupLesiu/asia/peojectes/che/s16/salazas8.him aT Oriente y Occidente traducciones incluyen textos de muchos autores clisicos chinos, el taofsmo ‘es predominante, lo que hace que sea muy probable que su compilador fuera taojsta, Sin embargo, también hay bastantes textos confucianos. ‘Ahora bien, en comparacién con la traduccién de Ruggieri podemos de~ cit lo siguiente. En primer lugar, la traduccidn de Ruggieri es mis cientifica, ya ‘que intenta en todo momento permanecer en el émbito de la filosofia natural, que es mas proxima a la filosofia china que una interpretacién religiosa, Aun- que Cobo también hace una traduccién literal y tigurosa, no consigue legar ala profundidad de andlisis de Ruggieri. En segundo lugar, la traduccién de Ruggieri es mis relevante ya que su seleccién de textos es mucho més impot- tante que la de Cobo, quien se cixeunscribié a un texto divulgativo més que canénico, Pos poner un ejemplo andlogo, es como si Ruggieri hubiera traduci- do los cuatro evangelios canénicos al chino, mientras que Juan Cobo hubiera traducido una colecciéa de dichos sobre la vida y obta de Jestis ylos primeros cristianos. Y, en tercer lugar, Ruggieri habia realizado Ja traduccién en un proceso de intercambio y didlogo con académicos chinos en lengua china, mientras que Juan Cobo la hizo en Manila, ylas fuentes y posibilidades de las ue dispuso fueron mucho més restringidas y limitadas. El texto lo seleccioné como material para una futura inculturacién del ctistianismo en Filipinas, y para ello cont6 con la ayuda inestimable de un filipino de origen chino que sabia chino y bastante espaol, al que bavtizaron con el nombre cristiano de Juan Sami’. Cuando Ruggieri tradujo en Madrid los Cuatro Libres, levaba més de dicz afios estudiando chino y cultura china y relacionindose de primera unit Arbioes in Rome (2002), p- exto puede verse: BORAO ‘raducciones en la fromtera caltaral del Mar de China (iglos XVI XVII)". Ba: Issac Donoso Jiménez (ed), Hitoria tural de a lengua espaol en Filipinas: ayer boy. Madd: Vesbur, pp. 45-47 [16] Borso Mateo, José Eugenio. “Observacion dactores y traducciones en frontera cultural del Mar de China (sglos XVI y X0 Isaac Donoso Jiménez. (ed), Historia caltura dela leva expat on Filpina:ayery by. Maciid: Verbur, pp, 23-52. 38 i i Fie I, os jets y Confcio nano con intelectuales chinos, Cuando Juan Cobo lo hizo apenas llevaba dos afios estudiando la lengua en Filipinas, no legando nunca a pisar China. Respecto a la datacién y autoria de ambas traducciones, sabemos con toda cetteza que la de Ruggieri tuvo lugar en Madrid entre abril y mayo de 1590, mientras que de la de Juan Cobo, sélo tenemos dos referencias. La pri- mera es de una carta que él mismo escribié el 13 de junio de 1589 y donde dice que desde primavera ya estaba confesando en chino, es deci, evaba s6lo ocho meses en Filipinas, y que estaba observando y traduciendo unos libros que le habian traido de China”, En una carta posterior del 24 de junio de 1590, que hemos citado més arriba, le escribe al rey Felipe I que la tra duccidn ya estaba hecha y que se la han enviado como regalo en una edicién bilingiie chino-espafiol. No sabemos exactamente qué texto fue el primero en traducirse, y es una cuestién secundaria. Sin embargo, sf podemos decir que la informacién que da Cobo sobre confesar no prueba necesatiamente ‘su competencia en lengua china. La confesi6n se podia hacer en base a 10.0 15 palabras clave aprendidas que fuera capaz. de identifica. Y, ademas, resulta francamente irrealista ¢ inverosimil que pudiera hacer una traduccién de un texto clisico él solo, después de ocho meses de estudio. Lo més probable es que utilizara borradores que él mismo habria elaborado con la ayuda de Juan Sami y que con otros textos los fuera puliendo, De hecho, como ha sefialado el profesor Eugenio Borao Mateo, la traduccién de Cobo ¢s literalista y plana, ya que estaba destinada a ser un “prontuatio educativo de la cultura china”®. Por tanto, en cuanto a la datacién solo tenemos la certeza de que la de Rug- gieti se realiz6 antes del mes de mayo de 1590 y la de Juan Cobo se envi6 a Espaia en el mes de junio de 1590. En cuanto a la autorfa, sabemos nueva- mente con certeza que Ruggieri la hizo él mistiio del chino al espafiol, con la ayuda indirecta de unos borradores latinos que tenia, en su memoria o ya esctitos, a mediados de los ochenta, mientras que Juan Cobo necesariamente [I] Borno Mateo, José Eugenio. .. 0.c. p-49; Esta cita también aparece en la Carta spo Salazar: bttp://www.upLedu/asia/projectes/che/st6/salazar8 htm [18] Borso Mateo, José Eugenio. oc, p.49 39 Otiente y Occidente precis6 de la asistencia de traductores. Ademés compendio de todos los aspectos de China. En el Tratado Ul se encuentran tmducciones de muchas sentencias del Limyu, pero no se puede considerar una traduccién completa porque Navarrete no tradujo todo y ademés inter- cala interpretaciones suyas con intencién apologética més que de fidelidad al texto original. También en el Tratado IV se encuentra la traducci6n al espafiol dela obra ya mencionada de Juan Cobo, y es llamativo que aunque Cobo mu 116 antes de nacet Navarrete, y eran miembros de la misma orden dominicana y trabajaron ambos en Filipinas con los chinos, parece que el segundo nunca conocié ni tuvo noticias de la obra del primero. En cuanto al valor y contenido de la traduccién de Ruggieri en s{ misma podemos deducir que tenia un alto nivel de chino, al menos en comprensién escrita, y un alto nivel de comprensién de Ja cultura china. El dominio de la lengua esti corroborado por el estudio de Albert Chan sobre unos poemas esctitos por Ruggieri en lengua china”, En cuanto al domino de la cultura, Ruggieri conoce algunos cor clave del confucianismo y en ningtin momento trata de cristianizarl que siempre lo cizcunseribe a un Ambito de filosofia natural, Asi por ejem- plo cuando traduce shaygdi 7, thaw % 0 guishen JRA, los traduce como: conceptos propios de una ia natural y no como conceptos revelados. 40 Felipe I, las jets y Confucio No obstante, lataduccién de Ruggieri también contiene algunas limitacio- ;portantes, como por ejemplo su desconocimiento de la historia de China pero era una limitacién inevitable dado que era la primera aproximacién sta primera aproximacién més cultural y menos apologética desapare- ceri cuando icrumpa el conflicto de los ritos chinos iniciado por la denuncia a Roma del dominico Domingo Navarrete. A partir de este momento, las texto clisico chino escrito en una lengua occidental, ‘raducciones jesutticas tendrn un tono més apologético. BIBLIOGRAFIA, BORAO MATEO, José Eugenio, “Observaciones sobre traductores y traducciones nla frontera cultural del Mar de China (iglos XVI y XVID)”. En: Isaac Dono- so Jiménez (ed), Historia cube dela la expla en Filipinas ery hay. Madi ‘Verbum, pp. 23-52. CHAN, Albert, Chins book and dasaments inte Jest Arcsin Rame (2002) p. 180-83, 182, CHAN, Albert “Michele Rugeieti, SJ. (1543-1607) and his Chinese Poems”, Mon- smenta Serica 41 (1998): 139-157 GISONDI, Francesco Antonio, Mile Raga 5, misionaro in ina ¢ primo sind eurpeo ¢pota “tne”, Jaca Book SpA, Milano 1999. MEYNARD, Thietry, Te ovat Reading of Conf, The Fit Complete Trasation of te Leap (1687) Pub inthe Wes, Bail, Leicden-Boston, 2015. PO.CHIA HSTA, Ronnie, A Jenin the Frbiddon Gi. 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