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Introduccién a los métodos cualitativos de investigacién Paidés Basica Uhkimos tales publeados: 61 Kometech ate psd 82 A Gehien fatale Hetice 5. kay" Gbuotdad roto y verdad {Rory Eracos sole dee coms oredr comerperdneas SS. Gtnre Hac hombre S.C Geena Conc eal ff, A Shea constr pctv del mundo soil SE GE tent Pre pnt 8. Mammenien¥F Alnson: Eograte, Mtodos de investcnn 50: Cd Mauna ese TL HLT Engethaat tas fundements de a ico TEE Rabon y ots Flot dee mente yc copnitiva 75 tera ar fe pf ta mone fae 3S AMOR: Mie ancl neg deta gi ; noice eta an ea iin Je eee Teton pede pce eboney 37 2 Naney Le epee, 38 C Gear ies beckon 15, R Re aramayo. Margera yA Nadecato Envoy lho Be ee eed ds os Bt € taylor veumeno osdcos 4. T-Luckmnn eo del sei socal 5 Hoes Fema matcia yeca 84 1 Geen Rardadery ncones 85.1.8, Scales La comstuecton dele ala social fe, M Gre eomp erp de ube BC Iinlors tees fo 56 T Naps” uo yard Gath enced del sg 50. ©: Nude comp) 1a catia ou poder sus nites BU RR Poppee- Elma de marca comuat Werk olan 33M Cole" Ef mga ba Teas es 38. MP folded morals . Se Cote iste fbf socio Rio dea inca St Benard Pormtacy moderdad Se. 1 Babermay “La Pcton df we 33 ot Repcrtastones 9 eoncadiconer 300, MFoucat™ Bare cite: Gres cei, ol 1 {O1. Me Fowceul” Boreas de poder Obras cenit, vl 2 102, Mt Rowen Entice, ras hermetuon, Obese, ol, 2 102, K'R Popper. lmundo de Ramen U0: H Rony edad y pops fos. & Geers Ange 106, H Blom alethdd del murda 109. fem Bo emer 104, Pevrabend Le comit de te abundonta 108. b, Moore Pwr maalypeseuclon on tia Nb, H Arend te de del pe TIL A'Mncingres Ania atonal + depodones HDA. Kuper Cuore 115, J Raw Lectone sobre astra det fsa more 14 T 8 Kul: Eleawine ded le entare SW. Quine: Bad an pune lco 16. Bismanherg aby sobre mi 119, J zter= aguas de mee SJ. Taylor y R. Bogdan Introduccién a los métodos cualitativos de investigacién La biisqueda de significados wp PAIDOs Bie eee ‘Tilo original: Jnroduction to Qualitative Research Methods. ‘The Search for Meanings Publicado en inglés por John Wiley and Sons, Nueva York ‘Traduccinde Jonge Piatigorsky CCubierts de Mario Esketai y Pablo Marta ‘Qunn igwosrete proba tric cet deo tle et Copyriabi. bo ‘ir cone etlerdar exe ee, procs al pci eta pr age se 0 proceimlers compendia el aie fr, yf bc ‘england ola meine ule 0 pea plete (© 1984 by John Wiley and Sons, Inc, Nueva York (© 1987 de todas las ediciones on castellano, Bicones Pads Toécea, S.A, Mariano Cubl, 92 - 08021 Barcelona 1y Editorial Paidés, SAIC, Defensa, $99 - Buenos Aires hepbwwpaides.com ISBN: 84.7509-816.9 Deptsito legal: B-37.95372002 Impreso en Novagetfik. . L. ‘Vivaldi, 5 - 08110 Monteda i Reitach (Barcelone) Impresoen Espana - Pind in Spain PREFACIO .... 02... 000+ J, INTRODUCCTON. IR HACIA LA GENTE . . : Una nota sobre la historia de los métodos cualitativos. ... 2 3. Metodologia cualitativa . Teoria y metodologia. ... .. INDICE Primera parte Entre la gente. ‘Como realizar investigaci6n cualitativa LA OBSERVACION PARTICIPANTE. PREPARACION DEL TRA- BAJO DE CAMPO. Disefio de la investigacién . Seleccién de escenarios. .. - ‘Acceso a las organizaciones ‘Acco 4 ot sears pls y cus pico nh La OBSERVACION PARTICIPATE EN EL CAMPO Laentrada en el campo. La negociacién del propio rol. BE etablecinento delrpport Relaciones de campo diicites ‘Técticas de campo... ... 18 17 9 23 6 n "4 8 Gribacion y toma de nota en ol empo. 2p [La formas de las notas. 81 Comentarios del observador. 8 Deseripciones de escenarios y actividades & Deseripciones de personas... 2 86 Registro de detalles accesorios del didlogo | | enone} Registro de bus propia observaciones y acciones = 222-211) 8B. Registro de lo que no se comprende ..... 89 ‘Los Kimites de un estudio 89 Retirada del campo 90 ‘Triangulacién . . . a Laética en el campo + 94 4. LA ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD. Tipos de entrevistas .. Optando por entrevistar . . . La seloccién de informantes. Aproximacion a los informantes. El comienzo de las entrevistas La guia de Ia entrevista...) La Stuacion de entrevista . 5. DESCUBRIENDO METODOS ...... 00... 0s.00 05 Destrozando el “mundo del sentido comdn de Ia vida cotdians”: Ha- told Garfinkel. .L. Rosenhan y otros | Entrovistas gupales ss... cece ces veeee Documentos personales... Palabras ¢ imagenes: Michael Lesy <<< Métodos no intrusivos : Fotografia y metodologia Regittros oficiales y documentos pablicos 6. EL TRABAJO CON LOS DATOS. ANALISIS DE LOS DATOS EN LA INVESTIGACION CUALITATIVA. ... ss 182 Estudios descriptivos y tedricos 2 152 ‘Desarrollo y verificacién de la teoria 154 10. n. “Anilisisen progreso....- 2 e + beeeee 158 El trabajo com los dator << --- SII aso La construceién de historias de vida - mt m4 Segunda parte La redaccién de los informes LA PRESENTACION DE LOS HALLAZGOS 179 Lo que se le debe decir alos lectores SII. 180 Una nota sobre el escribir»... +... 183 La presentacion de los hallazgos: estudios selectos 185 EL QUE ES JUZGADO, NO LOS JUECES. UNA VISION DESDE "ADENTRO DEL RETARDO MENTAL cece 188 ‘Una visién desde adentro te Tot 189 Conclusion... + 198 |. SEA HONESTO PERO NO CRUEL. LA COMUNICACION ENTRE LOS PROGENITORES Y EL PERSONAL EN UNA UNIDAD NEONATAL : tienes Introduccién . =. Método y procedimiento. Et contexto de la comunicacién on unidades neonstales . Conclusion... - i 26 QUE COMAN PROGRAMAS. LAS PERSPECTIVAS DEL PERSO- “NAL Y LOS PROGRAMAS EN LAS SALAS DE LAS ESCUE- LAS ESTADUALES...-- votes eeeeeees 20 “Bllot no saben realmente cdmo es” perptctins renpeco dels superiores eee eee eee e ees : 22 Perspctivas sobre el trabajo: “Un empleo es un empleo tyes BS Perspectivas sobre fo internados: "yrados bajos™, “vechazoa”™ y “de- lincoentes" cesteseeeeeseeees 27 La fratemidad en el fondo... . ut Los programas innovadores :- 5a Conclusisn. .. fae 2 46 POLITICA NACIONAL Y SIGNIFICADO SITUADO. EL CASO DEL HEAD START Y LOS DISCAPACITADOS . 247 Encuesta previa... 249 Definiciones oficiales 249 Reacciones del personal 21 250 En busca de los severamente Sicpacitads« Li) 280 Teazando ls limites. . 2: 351 10 INDICE, Bfectos de a rotulacién . ee sees 282. Lo que modifies el mandato - ety : 253 12. DEFENDIENDO ILUSIONES. LA LUCHA DE LA INSTITUCION POR LA SUPERVIVENCIA El ataque desde afuera .. ... 237 261 ‘La transformacion simbélica de + 26s 1 manejo de les relacones con ol mundo exterior - 270 Conclusin. sere, : 22 13, COMENTARIO FINAL. . = 284 APENDICE. NOTAS DE CAMPO ... - 288 BIBLIOGRAFIA. ...... ceiteteeeeeeseeeees SOL PREFACIO En el prefacio a la primera edicion de este libro afirmamos que Ia década pasada fue testigo de un creciente interés en el lado sub- jetivo de la vida social, es decir, en el modo en que las personas se ven a sf mismas y a su mundo. Escribimos entonces que este interés requerfa_métodos descriptivos y holisticos: métodos cua- litativos de investigacién. Desde Ix publicacion de la primera edicion, en 1975, ef inte- és en el estudio de los significados y perspectivas sociales median- te métodos cualitativos ha seguido siendo fuerte. Por cierto, los enfoques cualitativos de la investigacion estén teniendo una acep- tacién de la que nunca disfrutaron antes. Existen ahora periédicos exclusivamente dedicados a informar sobre ‘studios cualitativos. Un creciente niimero de libros y articulos abordan Jos temas de 1g investigacion de campo, la fotografia y otros métodos cualita- tivos. En educacién,, asistencia social, evaluacién y campos apli- cados, Yos métodos cualitativos estén exigiendo una atencién se- ia. La investigacién cualitativa esté llegando a lz mayorfa de edad. Este libro trata sobre admo conducir Ia investigacién cuali- tativa, Existen algunas obras excelentes sobre enfoques cualita- tivos especificos, en especial la observacién participante, la na- rracién personal perspicaz de investigadores de campo, y tratados sobre los basamentos teéricos de la investigacién cualitativa, Pe- 2 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION ro ellas no proporcionan a quienes no estén familiarizados con Jos métodos cualitativos una introduccién adecuada, una perspec tiva general de la gama de enfoques diferentes ni una gufa sobre el modo de conducir realmente un estudio. La finalidad de este libro es cubrir esas carencias. El libro se basa en nuestra propia experiencia como inves- tigadores, en nuestra perspectiva tedrica (de la cual surge el mo- do en que concebimos nuestra interaccion con las personas de nuestra sociedad), en nuestros conocimientos culturales acerca de cémo actuar en la vida cotidiana, y en nuestro sentido ético. También hemos recurrido extensamente a relatos directos de otros investigadores y a varios de los escritos recientemente publicados que ponen en cuestién las concepciones tradicionales del trabajo de campo. Esta obra contiene una introduccién y dos partes principa- les, La introduccién trata sobre los métodos cualitativos en gene- ral y Ia tradicion teérica subyacente en la investigacion cualitati- va. La primera parte contiene un enfoque del tipo “cémo hacer- lo”. Los capftulos 2 y 3 tratan sobre la observacién particigante. En el capitulo 4 examinamos Ja entrevista en profundidad. El ca- pftulo $ considera una gama de enfoques creativos de la investi- gacién cuatitativa, El capitulo 6 describe el andlisis de datos en la investigacién cuatitativa En la segunda parte pasamos 2 la presentacion de resultados de la investigaciOn cualitativa. Después de una breve introduccién, incluimos una cierta cantidad de articulos basados en los métodos descriptos en lz primera parte. Muchos de los ejemplos utilizados cen Ja primera parte provienen de los estudios sobre los que se in- forma en la segunda. Todos estos art{culos son de nuestra auto- ria. Los presentamos porque itustran algunos de los modos en que se pueden asentar por escrito los resultados de Ia investigacion. ‘También los hemos elegido para aferrar el interés y Ia imaginacién de los recién llegados al campo de fa investigacion cuatitativa. Debemos algunas palabras de agradecimiento @ quienes nos han ayudado. Queremos agradecer a los numerosos colegas que a lo largo de los afios contribuyeron directa o indirectamente a la realizacion de este libro, en especial a Burton Blatt, Douglas Biklen, Blanche Geer, Betsy Edinger, Stan Searl, Janet Bogdan, Irwin Deutscher, Bill McCord, Michael Baizerman, Seymour Sara- son, y nuestros amigos del Center on Human Policy. También agra- decemos a las numerosas personas que trabajaron con nosotros en la realizaciOn de investigaciones cualitativas. A muchas de ellas PREFACIO B se las consideraba estudiantes, pero también fueron nuestros maes- tros. Agradecemos especialmente a Sue Smith-Cunnien por su au- torizaci6n para que incluyéramos fragmentos de sus notas de cam- po en el capitulo 3. También queremos agradecer a Dianne Fer- guson por sustraer tiempo a sus estudios y muchas otras activi- dades para ayudarnos en la preparacién del manuscrito, y a He- Jen Timmins por su apoyo general. Finalmente, agradecemos a Herb Reich, de John Wiley & Sons, por alenfarnos a escribir este libro. ‘Steve 1. Taylor Robert Bogdan Syracuse, Nuew York ‘Settembre de 1984 o Capitulo L INTRODUCCION IR HACIA LA GENTE EL termi et mo en que efocamos Ios is ciencias Ss se aplica a ‘Nuestros supuestos, intereses ‘a elegir una u otra metodologfa, , los debates sobre metodologie tratan sobre , sobre teoria y perspectiva, En las Gientias| Sociales han prevalecido te6- ricas principales (Bruyn, 1966; Deutscher, 19° el ), Teconoce su en el campo de las ot sais primeras décadas del 7, Bruyn, 1966; Husserl, 1913; Psathas, 1973; Schutz, 1962, 16 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION 1967).!_El_fenomen amina el modo.en que Puesto que los positivistas y los fenomendlogos abordan dife- rentes tipos de problemas y buscan diferentes es de respues- =~" tas, sus investigaciones Adoptando el modelo de investigacién las ciencias nat turales, el posit takes Seated aa : que Este libro trata sobre la metodologfa cualitativa; sobre amo recoger datos descriptivos, es decir, las palabras y conductas de las personas sometides a la investigacién, Su tema es el estudio fenomenol6gico de la vida social. No estamo’ afirmando que los positivistas no puedan emplear— ~ métodos cualitativos para abordar sus propios intereses investi- gativos. Asf, Durkheim (1915) utiliz6 abundantes datos descrip- “* tivos recogidos por antropélogos como base para su tratado The =. Elementary Forms of Religious Life. Lo que decimos es que este "Lo mismo que Deutscher (1973), empleamos el término fenomenologis - en sentido amplio para dexignar una trediciin de las ciencias sociales preocu- ada por Ia comprensiGn del marco de referencia del ator socal, Psathas (1973) y Bruyn (1966) proporcionan una buena visi6n general de los origenes de ‘sta tradicion, Algunos soci6logos uti8zan la palabra con un sentido ms estre- cho, con reac a la escuela europea de pensarmiento floxSfico representada por los escritos de Alfred Schutz (1967). Heap y Roth (1973) sostienen que . se ha perdido el significado original de la palabra. ~ INTRODUCCION. IR HACIA LA GENTE nv libro no se propone la busqueda de las causas sociales y que en ‘ese tema no reside nuestro interés investigativo. Volveremos a considerar Ia perspectiva fenomenoldgica en cate anita, pues ella esté en el nicleo de esta obra. Es la pers) UNA NOTA SOBRE LA HISTORIA DE LOS METODOS CUALITATIVOS La observacién descriptiva, las entrevistas y otros métodos cus~ fitativos son tan antiguos como la historia escrita (Wax, 1971). ‘Wax seflala que los orfgenes del trabajo de campo pueden rastrear- se hasta historiadores, viajeros y escritores que van desde cl griego Herddoto hasta Marco Polo. Pero s6lo a partir de! siglo XIX y prin- cipios del XX lo que ahora denominamos métodos cualitativos fueron em los conscientemente en la int icién social EI sue eialagie Poy omer 3 teres Pero The European Working Clits es una obm que pertentos sin dudas al campo de Ia sociologis, lt primera obra sociolégica auténticamente centi- fica del siglo... Por lo general © considera que Suicife de Durkheim es la pri- ‘mera-obra cientfica de sociologia, pero en nada empafs el logro de Durk- heim la obseraciin de que en los ettuion de LeMay sobre patetesco y ti En antropologia, la investigacion de campo hizo valer sus mé- titos hacia principios del siglo, Boas (1911) y Malinowski (1932) is debido a la influencia de Boas y Malinowski, en frculos académicos la investigaciOn de campo o la observacién participante ha continuado siendo asocisda con la antropologia Sdlo podemos especular acerca de las razones por las cuales los métodos cualitativos fueron tan prontamente aceptados por 18 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION los antrop6logos y tan fécilmente ignorados por los socislogos. EI Sutede de Durkheim, que equipar6 andlisis estadistico con so- ciologia cientéfica, ha tenido gran influencia y proporcioné un modelo de investigaci6n a varias generaciones de sociblogos. Ha- brfa sido dificil para los antrop6logos emplear técnicas de inves- tigacién tales como los cuestionarios de relevamiento y las esta- disticas demogréficas que desarrollaron Durkheim y sus prede- cesores. Es obvio que no se puede entrar en una cultura tribal y pedir el registro de entradas de una seccional de policfa o admi- nistrar un cuestionario. Ademds, mientras que los antropélogos no han estado familiarizados con la vida cotidiana de las culturas que estudiaban, y por lo tanto ella les interesaba profundamente, con toda probabilidad los soci6logos daban_ por sobreentendido que ya sabfan lo bastante sobre 1a vida diaria de las personas de ‘su propia sociedad como para decidir qué mirar y qué preguntas hace vest inainaar tai cee eee yan sido objet lia aceptacién. Et empleo dos cualitativos sedivilg6 primero en los enel i perfodo que va aproximadamente de Durante ese lapso, inves! (Anderson, The Hobo, 1923; Cressey, The Ta ; Thrasher, The Gang, 1927; Wirth, The Ghetto, 1928; Zorbaugh, The Gold Coast and the Stum, 1929); ricas historias de vida de criminales y delincuentes juveni- Jes (Shaw, The Jack-Roller, 1966; Shaw, The Natural History of a Delinquent Career, 1931; Shaw y otros, Brothers in Crime, 1938; Sutherland, The Professional Thief, 1937) y un estudio cltsico sobre ia vida de los inmigrantes y sus familias en Polonia y los Es- tados Unidos basado en documentos personaics (Thomas y Zna- niecki, The Polish Peasarit in Europe and America, 1918-1920). Antes de la década de 1940, quienes se consideraban estudiosos de la sociedad ya estaban familiarizados con la observacién par- ticipante, la entrevista en profundidad y los documentos perso- ales. primeros estudios, ef inte- sésen la hhacia el final de la déca- da de ), con Ta cre- stents, de grandetateayas (por ejemplo, Parsons, 1951) y de los métodos lavfa hoy es posible graduarse en socio- INTRODUCCION. IR HACIA LA GENTE 9 Jogia sin haber escuchado nunca la exptesin “documentos per- sonales”’. Desde Ia década de 1960)Fesungid el empleo de los métodos cualitativos. Se han publicado tantos estudios vigorosos y profun- dos basados en estos métodos (por ejemplo Becker, 1963; Goff- man, 1961) que ha sido imposible restarles importat Lo que alguna vez fue una tradicién oral de investigacion cualitativa, ha quedado registrado en monograffas (Lofland, 1971, 1976; Schatz- man y Strauss, 1973; in Maanen y otros, 1982) y compilacio- nes (Emerson, 1983; Filstead, 1970; Glazer, 1972; McCall y Sim- mons, 1969; Shaffir y otros, 1982). También se publicaron libros que examinan los fundamentos filosdficos. de la investigaciin cua- litativa (Bruyn, 1966), relacionan jos métodos cualitativos con el desarrollo de la teoria (Glaser y Strauss, 1967) y contienen re- latos personales de las experiencias de los investigadores en el campo (Douglas, 1976; Johnson, 1975; Wax, 1971). Hay incluso perid- icos dedicados a Ia publicacién de estudios cualitativos (Urban Life, Qualitative Sociology). “Los J otros actualmente (Emerson, 1983). Por cierto, a veces es diffcil, si no imposible, distinguir entre la antropolo- gia cultural y la sociologia cualitativa. Asi, la sociologfa emplea términos como etnog seen una clara 1es0- nancia_antropoldgica; (1979, 1980) adoptan e (una perspectiva socioldgi- ca) jo “antropokigico” de Liebow (1967) titulado Tally’s Corner, no difiere de los estudios “socio- Iogicos” de Whyte (1955), Street Comer Society, y Suttles (1968), The Social Order of the Slum. Andtogamente, Coles (1964, 1971) y Cottle (1972, 1973), dos socidlogos 0 antrop te de las obras que citamos y de los ejemplos que utilizamos pro- vienen de 12 sociologia. No obstante, 1o que decimos en los capf- tulos siguientes se aplic sneval a la investigaciOn cualitativa, ‘con independencia de la disciplina del investigador. METODOLOGIA CUALITATIVA La frase metodologta cualitativa se sefiere en su inds amplio sen- 20 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION tido a da Investigacion ce Braet Tato Berg: las propias palabras de las personas, habladas 0 escritas, y la conducta obser- mable, Como lo sefiala Ray Rist (1977), la metodologta cualitati- va, a semejanza de la’ motodologia cuantitativa, consiste en més que un conjunto de técnicas para recoger datos, Es un modo de encarar ¢] mundo empirico: in cualitativa es inductiva. Los investigadores 8, hipstesis 0 teorfes preconcebidos. En lot estudios cuslite- tivos los investigadores siguen un \xible!) Comienzan sus estudios con 1.En la metodologia cualitativa el investigador ve al escena- rio y @ las personas en una perspectiva holistica; las personas, los escenarios 0 los grupos no son reducidos a variables, sino cons- derados como un iodo, El investigador cualitativo estudia a las personas en el contexto de su pasado y de las situaciones en las ‘que se hallan. ‘ZiLos investigadores cualttativos son sensibles a los efectos que ellos mismos causan sobre las personas que son objeto de su estudio, Se ha dicho de ellos que son naturalistas. Es decir que interactan con los informantes de un modo natural y no intrusi- vo. En la observacién participante tratan de no desentonar en la estructura, por lo menos hasta que han liegado a una ‘comprensin del escenario. En las entrevistas en profundidad siquen el mode- Jo de una conversacién normal, y no de un intercambio formal de preguntas y respuestas, Aunque los investigadores cualitativos no pueden climinar sus efectos sobre las personas que estudian, intentan controlarlos o reducirlos a un mfnimo, o por lo menos entenderlos cuando interpretan sus datos (Emerson, 1983). ‘4:Los investigadores cualttativos tratan de comprender a las personas dentro del marco de referencia de ellas-mismas, Pata la perspectiva fenomenolégica y por lo tanto para ia investigaciGn cualitativa es esencial experimentar Ia realidad tel como otros la expetimentan, Los investigadores cualitativos se identifican con las personas que estudian para poder comprender cémo yen las cosas, Herbert Blumer (1969, pég. 86) lo explica como sigue: ‘Tratar de aprehender el proceso interpretativo permansciendo distancia- do como un denominado observador “objetivo” y rechazando ¢] rol de uni- te tb CE CE é INTRODUCCION. IR HACIA LA GENTE a dad actuante, equivale 2 articsgare al peor tipo de subjetiviamo: en el proceso 4e interpretacién, ex probable que el observador objetivo llene con sus pro- ‘iss conjeturas lo que fe falte en la aprehensiGn del proceso tal como él se da ‘en la experiencia de la unidad actuante que lo emplea. 1 investigador cualitativo suspende o aparta sus propias cereencias, perspecivas y predisposiciones. Tal como lo dice Bruyn (1966), el investigador cualitativo ve las cosas como si ellas estu tan ocurriendo por primera vez. Nada se da por sobrentendido. Todo es un tema de investigacién. (6 Para el investigador cualitativo, todas las perspectivas son valiosas, Este investigador no busca “la verdad” o “la moralidad”” sino una comprensiOn detallada de las perspectivas de otras perso- nas. A todas se las ve como a iguales. Ast, la perspectiva del delin- cuente juvenil es tan importante como la del juez 0 consejero; i del “paranoide”, tanto como la del psiquiatra. En los estudios cualitativos, aquellas personas a las que la sociedad ignora (los pobres y los “desviados”) a menudo obtienen lun foro para exponer sus puntos de vista (Becker, 1967). Oscar Lewis (1965, pig. xii), célebre por sus estudios sobre los pobres en América latina, esctibe: “He tratado de dar una voz a perso- tas que raramente fon escuchadas", |. Los métodos cualitativas son humanistas. Los métodos me diante jos cuales estudiamos a las personas necesariamente influ yen sobre el modo en que las vemos. Cuando reducimos las pala- ibras y actos de Ia gente 2 ecuaciones estadisticas, perdemos de vis- ta ef aspecto humano de la vida social. Si estudiamos a las perso- ‘has cualitativamente, Hegamos a conocetlas en lo personal y a expe- timentar Jo que ellas sienten en sus luchas cotidianas en la socie- dad. Aprendemos sobre conceptos tales como belleza, dolor, fe, sufrimiento, frustracién y amor, cuya esencia se pierde en otros enfoques investigativos. Aprendemos sobre'“'..Ja vida interior de la persona, sus luchas morales, sus éxitos y fracasos en el esfuerzo por asegurar su destino en un mundo demasiado frecuentemente en discordia con sus esperanzas ¢ ideales” (Burgess, citado por Shaw, 1966, pag. 4). 8" investigadores cualitativos dan énfasis a ta validez en su investigactn, Los métodos cualitativos nos permiten permane- cer proximos al mundo empirico (Blumer, 1969). Esti? destinados @ asegurar un estrecho ajuste entre los datos y lo que la gente real- mente dice y hace, Observando a las personas en su vida cotidiana, escuchindolas hablar sobre lo que tienen en mente, y viendo los 2 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION documentos que producen, él investigador cualitativo obtiene un eonocimiento directo de la vida social, no filtrado por conceptas, ~ definiciones operacionales y escalas clasificatorias. Mientras que Jos investigadores cualitativos subrayan Ia validez, Jos cuantitativos hacen hincapié en la confiabilidad y la reproduci- bilidad de la investigacion (Rist, 1977). Tal como lo dice Deuts- cher (1973, pag. 41), a la confiabilidad se le ha atribuido una im- ortancia excesiva en la investigacion social: ‘Nos concentramos en ts coherencia sin preocuparnos mucho por sl ests- ‘moe en Jo correcto 0 no. Como contecvencia, tal vez hayamos sprendido una ‘cnormidas sobre la manera de seguir un curso incorrecto con un maximo de precision. Esto no significa decir que a los investigadores cualitativos no Jes preocupa la precision de sus datos. Un estudio cualitativo no €s un andlisis impresionista, informal, basado en une mirada super- ficial a un escenario o a personas. Es una pieza de investigacion sistemética conducida con procedimientos rigurosos, aunque no necesariamente estandarizados. En os capitulos que siguen exami- ‘naremos algunos de los controles a los que los investigadores pue- den someter Ia precision de los datos que registran. No obstante, si deseamos producir estudios vélidos del mundo real no es posi- ble Jograr una confiabilidad perfecta, LaPiere (citado en Deuts. cher, 1973, pag. 21) escribe: El estudio de iz conducta humana demands mucho tiempo, tuslmente fatigante y su éxito depende de ln capacidad del investigador, ‘ediciones cuantitativas on (9. Para el investigador cualttativo, todas los escenarlos y perso- ‘nas son dignos de estudio. Ningiin aspecto de 1 vida social es de- masiado frivol6-o trivial como para ser estudiado. Todos los esce- narios y personas son a la vez similares y dnicos. Son similares en el sentido de qué en cualquier escenario o entre cualquier grupo de personas se pueden hallar algunos procesos sociales de tipo ge~ neral, Son Gnicos por cuanto en cada escenario o a través de cade informante se puede estudiar del mejor modo algan aspecto de Ia INTRODUCCION. IR HACIA LA GENTE a vida social, porque allf es donde aparece mds iluminado (Hughes, 1958, pfs. 49). Algunos procesos sociales que aparecen con relie- ve nitide en ciertas citcunstancias, en otras s6lo se destacan tenue- mente. (10, La investigacién cualitativa es un arte, Los métodos cuali- tativos no han sido tan refinados y estandarizados como otros en- foques investigativos. Esto es en parte un hecho histérico que esti ‘cambiando con la publicacién dé libros como el presente y de na~ rraciones directas de investigadores de campo; por otro lado, tam- bién es un reflejo de la naturaleza de los métodos en sf mismos. Los investigadores cualitativos son flexibles en cuanto al modo en que intentan conducir sus estudios. El investigador es un artifice. El cientifico social cualitativo es alentado a crear su propio méto- do (Mills, 1959), Se siguen lineamientos orientadores, pero no regs, Los métodos sirven al investigador; nunca es el investigador elesclavo de un procedimiento o técnica: Si fuera posible elegir, yo naturalmente preferiria métodos simples, rfpl- dos ¢ infeibles. Si pudiera encontrar tales métodos,evitaria las variantet con- ‘sumidorat de tiempo, dificiles y sospechables de la “observacién partcipan- ‘te con la cual he venido a asociarme (Dalton, 1964, pig. 60. TRORIA ¥ METODOLOGIA La perspectiva fenomenolégica es esencial pata nuestra concep- cién de la metodologia cualitativa. De la perspectiva tedrica depen- de lo que estudia la metodologia cualits 1, el modo en que lo estudia, y en que se interpreta lo estudiado. Para el fenomendiogo, la conducta humana, lo que la gente di- ce y hace, es producto del modo en que define su mundo. La ta- rea del fenomendtogo y de nosotros, estudiosos de la metodologia cualitativa, ¢s aprehender este proceso de interpretacién. Como To hemos subrayado, el fenomendtogo intenta ver las cosas desde ‘¢l punto de vista de otras personas. ‘La perspectiva fenomenoldgica est ligada a una amplia gama de marcos teéricos y escuelas de pensamiento en las ciencias socia- les? En este lugar no podemos examinarlas a todas. En cambio, 2Durante los altimos veinte afios aproximadamente ha habido uns proti- feractoa de perypectivas tfricas y eacuelas de pensumiento asociadas con la fenomenologia. Entre elles ve cuentan el modelo dramatisgico de Goffman 4 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION nos centraremos en dos enfoques tedricos principales, el interac- cionismo simbéticb y la etnometodologta, que se han convertido en fuerzas dominantes en las ciencias sociales y pertenecen a ia ttadicién fenomenologica, El interacctonismo simbélico parte de las obras de Charles Horton Cooley (1902), John Dewey (1930), George Herbert Mead (1934, 1938), Robert Park (1915), W. I. Thomas (1931) y otros, La formulacién de Mead (1934) en Mind, Seif and Society fue la mds clara ¢ influyente presentacién de esta perspectiva. Los segui- dores de Mead, entre ellos Howard Becker (Becker y otros, 1961; Becker y otros, 1968). Herbert Blumer (1962, 1969) y Everett Hughes (1958) “han aplicado sus perspicaces andlisis de los proce- sos de interaccion a la vida cotidiana.? El interaccionismo simbélico atribuye una importancia primor- dial a Jos signtficados sociales que las personas asignan al mundo que las rodea, Blumer (1969) afirma que el interaccionismo simbé- lico reposa sobre tres premisas bésicas. La primeta es que las perso- nas actian respecto de las cosas, ¢ incluso respecto de las ofras personas, sobre la base de los significados que estas cosas tienen para ellas. De modo que las personas no responden simplemente 4 estimulos o exteriorizan guiones culturales. Es el significado fo que determina ia accién, La segunda premisa de Blumer dice que los significados son Productos sociales que surgen durante la interaccion: “El signifi- cado que tiene una cosa para una persona se desarrolla a partir de los modos en que otras personas actéan con respecto a ella en To que concierne a la cosa de que se trata” (Blumer, 1969, pég 4). Una persona aprende de las otras personas a ver el mundo. La tercera premisa fundamental del interaccionismo simbéli- co, segin Blumer, es que los actores sociales asignan significados a situaciones, @ otras personas, a las cosas y a sf mismos a través de un proceso de interpretacton. Blumer (1969, pdg. 5) escribe: (1959), la sociologt del conocimiento tal como Is definieron Berger y Luck- mann (1967), la teoria de la rotulacién (Schur, 1971), la sociologia existen- ‘ial (Douglas y Johnson, 1977), la sociologia formal (Schwartz y Jacobs, 1979) YY una sociologia del absurdo (Lyman y Scott, 1970), ademAs del interaccionis- ‘mo shinbélico y la etnometodologia. Con frecuencia resulta dificil pereibir en qué difieren ettas perspectivas, ses que difieren en algo. 3Véaxe Kuhn (1964) para un examen de las tendencias det interaccionis- mo simbélico, i BLE 4 i te 62 CH LBD a i INTRODUCCION. IR HACIA LA GENTE 2s Este proceso tiene dos pasos distintos. Primero, el actor so indica a si ‘mismo las casas respecto de las cuales exté actuando; tiene que sefialurse & ‘x1 mismo las coms que tienen significado. En segundo lugar, en virtud de este proceso de comunicacién consigo mismo, la interpretacion se convierte en luna cuestién de manipular significados. El actor selecciona, contmola, suspende, Feapropa y anforma los sgneados «lala de a stscion en la que etd ubicado y de I direccién de su acci6a Este proceso de interprotacion actia como intermediario en- tre los significados 0 predisposiciones a actuar de cierto modo y la acci6n misma. Las personas estén constantemente interpretando y definiendo a medida que pasan a través de situaciones diferentes, Podemos ver por qué diferentes personas dicen y hacen cosas distintas. Una raz6n es que cada persona ha tenido diferentes expe- riencias y ha aprendido diferentes significados sociales. Por ejemplo, ‘cada persona ocupa una posicién dentro de una organizaciOn, y ha aprendido a ver las cosas de cierta manera. Tomemos el ejemplo del estudiante que rompe una ventana en Ia cafeteria de la escuela EI director podrfs definir la situacién como un problema de conduc- ta; el consejero Jo ve como un problema familiar; para el bedel es un problema de trabajo;.para la enfermera, un problema de salud; el alumno que rompié la ventana no percibe ningin problema en absolute. Una segunda raz6n-que hace que las personas actien de modo diferente reside en que ellas se hallan en situaciones diferentes. Si queremos entender por qué algunos adolescentes se convierten en “delincuentes” y otros no, tenemos que considerar las situacio- nes que enfrentan. Finalmente, e! proceso de interpretacién es un proceso dind- mico, La manera en que una persona interprete algo dependerd de los significados de que se disponga y de como se aprecie una situacién Desde una perspectiva interaccioniste simbélica, todas las or- ganizaciones, culturas ¥ grupos estén constituidos por actores en- ‘yeltos en un proceso constante de interpretacion del mundo que Jos rodea. Aunque estas personas pueden actuar dentro del marco de_una organizacion, cultura o grupo, son sus interpretaciones y definiciones de la situacion Jo que determina la accién, y no nor- mas, valores, roles o metas. Abundantes controversias han rodeado los influyentes escri- tos de Harold Garfinkel (1967) y sus colegas etnometodélogos (Mohan y Wood, 1975; Turner, 1974; Zimmerman y Wieder, 1970). 2% METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION Para algunos, la etnometodologia se adecua perfectamente a la _ perspectiva del interaccionismo simbélico (Denzin, 1970). Para ‘otros, representa un desprendimiento radical respecto de las otras a tradiciones socioligicas (Zimmerman y Wieder, 1970). Mehan y Wood (1975) caracterizan a la etnometodologia como una em- ~ Presa separada de la sociologts. En este examen, nosotros bos- quejaremos ciertos antecedentes intelectuales comunes que se en- “™ cuentran en las obras de los etnometoddlogos.> - La etnometodologia no se refiere a los métodos de investiga- cién sino al tema u objeto de estudio: cémo (mediante qué meto- + dologia) las personas mantienen un sentido de la realidad externa (Mehan y Wood, 1975, pég. 5). Para los etnometod6logos, los sig- ~ nificados de las acciones son siempre ambiguos y problemsticos. Su tarea consiste en examinar los modos en que las personas apli- can reglas culturales abstractas y percepciones de sentido comin — a situaciones concretas, para que las acciones aparezcan como ruti- arias, explicables y carentes de ambighedad. ‘En consecuencia, Jos significados son un logro prictico por parte de los miembros de Ia sociedad. ‘Un estudio de D. Lawrence Wieder (1974) ilustra Ia perspecti- wy va etnometodoligica. Wieder explora el moto en que los “adictos" en un hogar de transici6n utilizan un “cédigo de convictos" (axio: ‘mas tales como “no robar” 0 “ayudar a los otros residentes") para ‘isto es tipico de Jos etnometodélogor, que recorren grandes caminos pa- 1 distanciarse do otras perspectivas sociolipicat, en especial del interaccionis- ‘mo simbético. Por esta razén, han sido acusdos de accusr oomo la cuarila de un club privado, con sus propios héroes (Garfinkel, pero nunca Mesd 0 Blumer), 24 propio’ lengusje (“indexicalidad”, “reflexividad”, “principio ot- eétera”) y su propia sede (California). Es dificil evaluar los puntos de contac- to entre Ia etnometodologta y las otras perspectivar de la tradicién fenomeno- legica. Como socidlogos que se identifican con et intzraccioniame simbslico, encontramos muchas ideas utiles en los esoritos de Jor etaometodslogos. No obstante, sorpechamos que la mayor parte de ellos st desvincularfan répida- _mente del modelo de investigaciin descripto en este libro. A tat a 4 SBsto no os tan fécil como parece. En primer lugar, muchos etmometods- "" logos sostienen que la etnometodologéa s6lo puede ser vivida, y no descripta (véase Mehan y Wood, 1975), En segundo término, no siempre estd claro quiéa ‘8 y quién no ¢s un etnometodélogo. Douglas parece ser uno'de ellos en Ubros publicados on 1970 y 1971. Sin embargo, se desvinculé de esta perspective ‘en su obra posterior (véase Douglas, 1976, pigs. 117-118). - . INTRODUCTION. IR HACIA LA GENTE a explicar, justificar y dar cuenta de su conducta. Muestra oSmo los residentes “hacen conocer e} c6digo”, aplican mdximas a situa- ciones especificas, cuando se les pide que aclaren las causas de sus acciones: El cédigo, entonces, es mucho més un miétodo de justficacién y persua- sion moral que la descripeiin sustancial de un modo de vide organizado. Es vu modo 0 conjunto de modos de determinar que las actividades sean vistas ono mor, repeie eblatoramente onde (Wider, 1974, 158). As{, los etnometodélogos ponen entre paréntesis o suspenden su propia creenciz en la realidad para estudiar la realidad de la vida cotidiana, Garfinkel (1967) ha estudiado las reglas del senti- do comin 0 sobrentendidas que rigen la interaccién en la vida co- tidiana a través de una variedad de experimentos maliciosos que 41 denomina “procedimientos de fractura” (véase el capftulo 5). Mediante el examen del sentido comtn, el etnometodélogo trata de entender cémo las personas “emprenden la tarea de ver, des- eribir y expicar el orden en el mundo en el que viven” (Zimmer- man y Wieder, 1970, pag. 289) En este capitulo hemos intentado proporcionar una cierta idea de algunas de las dimensiones metodologicas y tebricas de la inves- tigacién cualitativa. El resto del libro esté dedicado a la reunién ¥ andlisis de datos, y a la presentacién de los descubrimientos de dicha investigacion. La Parte 1 trata sobre el modo de realizarla. Examinamos la ‘observacién participante, las entrevistas en profundidad y una mul- titud de enfoques cualitativos creativos. En la Parte 2 consideramos Ja presentacién de los resultados de la investigacion cualitativa y ofrecemos una serie de artfculos basados en datos cualitativos. Después de una nota de cierre en el capftulo 13, en el Apéndice inchuimos una muestra de notas de campo. Primera parte ENTRE LA GENTE COMO REALIZAR INVESTIGACION CUALITATIVA Capitulo 2 LA OBSERVACION PARTICIPANTE PREPARACION DEL TRABAJO DE CAMPO En éste y el proximo capitulo examinaremos la observacién participante, ingrediente principal de la metodolog{a cualitativa. La expresion observacién participante es empleada aqui para desig- nar la investigacin que involucra la irtteraccion social entre el investigador y los informantes en et milieu de los disimos, y duran- te la cual se recogen datos de modo sistemdtico y no intrusivo. Comenzamos nuestro examen def tema con la etapa del trabajo de campo previo: ubicar el escenario que se desea estudiar ¢ ingre- sar en él. El siguiente capitulo trata sobre la observaci6n participan- teen el campo, DDISERO DE LA INVESTIGACION En contraste con la mayor parte de los métodos, en los cuales jas hipdtesis y procedimientos de los investigadores estén determi- nados a priori, ¢l disefio de la investigacién en la observacién parti- cipante permanece flexible, tanto antes como durante el proceso real. Aunque los observadores participantes tienen una metodolo- - 2 \METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION * gia y tal vex algunos intereses investigativos generales, los rasgos _, especificos de su enfoque evolucionan a medida que operan.' ‘Hasta que no entramos en el campo, no sabemos qué pregunx tas hacer ni cémo hacerlas. En otras palabras, la imagen preconce- bida que tenemos de Ia gente que intentamos estudiar puede ser~ ingenua, engafiosa o completamente falsa. La mayor parte de los observadores participantes trata de entrar en el campo sin hipote-“" sis © preconceptos especffioos. Melville Dalton (1964) escribe: _. 1) Nunca estoy seguro de lo que es significativo como para formulst hi- 44 potest hasta que he Hegado x algun intimidad con la stuacién; pienso que ‘una hipétesis es una conjetura bien fundads; 2) una vez formulada, toda hips- ~* tosis se convierte on obligatoria hasta cierto punto; 3) existe el peligro de que Is hipétesis sea estimads por sf misma y actte como un sfmbolo sbusivo de ** 1a chencia, _ Uno de Jos autores de este libro participé en un proyecto de 44 investigacién en gran escala que destacaba los peligros de comenzar tun estudio con un disefio investigativo rigido, El diseflo de la inves- — tigacién de este estudio giraba en tomo de la distincién entre fami- lias de uno © dos progenitores, una diferenciacién comdn en la investigacién en ciencia social. Tanto el muestreo como los proce- dimientos analiticos fueron diseflados en torno de esta distincién. No obstante, cuando los investigadores de campo entraron en los hogares descubrieron que la diferenciaci6n entre familias de uno 0 dos progenitores representa una simplificacin grosera de la si- tuacin de vida de las familias actuales. Por ejemplo, en “familias de dos progenitores” hallaron parejas en las que uno de los conyu- ge3.n0 asumia ninguna responsabilidad respecto de los hijos, y otras en las que el esposo que trataba de cumplir con el rol paren- tal se ausentaba del hogar durante semanas. En familias de “un Progenitor” encontraron parejas convivientes en las que el no pro- genitor compartfa en términos de igualdad las responsabilidades por los hijos; parejas divorciadas que habfan vuelto a unirse, a ve- ces de modo permanente y otras por una sola noche; parejas con- vivientes en las que él no progenitor ignoraba a los nifios, y una multitud de otras relaciones. Ademds, los investigadores de campo toe 6S CS CECE ios ‘Por supuesto, ls propvestas por escrito destinadas 2 obtener fondos del ‘exterior requleren que el investigador expecifique el diseio de le invetigacién, ‘Cuando redactamos propuestas para estudios cualiativos proporcionamos una revision de ls bibliografin cuslitativa sobre la materia y uns descripcin deta- ada de lot métodos cuaitativos, similar ala de este Ubro. ta s LA OBSERVACION PARTICIPANTE. 2 aprendieron que vivir juntos (tanto para parejas casadas como no casadas) puede ser una situacién fluida; las circunstancias de la vida cambian regularmente. Complicando aun mds el estudio, algu- nas familias, especialmente las que recibfan subsidio pUblico, tra- taron de ocultar su situacién de vida a los investigadores. A pesar de estos descubrimientos, el estudio qued6 ligado a la distincién arbitraria entre familias de uno 0 dos progenitores, y se procedi6 segin el supuesto de que esto correspondia a Ja naturaleza actual de las relaciones familiares. Desde luego, la mayor parte de los investigadores tienen en mente algunos interrogantes generales cvando entran en el campo. Es tfpico que esos interrogantes pertenezcan a una de dos amplias ‘categorfas: son sustanciales 0 teéricos.? Entre los primeros se cuentan interrogantes relacionados con problemas especificos en un patticular tipo de escenario. Por ejem- plo, podrfamos estar interesados en estudiar un hospital para enfer- ‘mos mentales, una escuela, un bar, una pandilla juvenil. La segunda ‘categoria, la {eOrica, est4 mds estrechamente ligada con problemas socioibgicos bisicos tales como la socializacién, la desviacion y ol contro! social. Asi, el ptopésito enunciado par Goffman al estu- diar un hospital para’ enfermos mentales era desarrollar una version sociolbgica det “'si-mismo” (self) mediante el andlisis de situacio- res en las cuales el sf-mismo es atacado. ‘Ambas -categorias estin interrelacionadas. Un buen estudio cualitativo combina una comprensién en profundidad del escena- rio particular estudiado con intelecciones teOricas generales que trascienden ese tipo particular de escenario. Después de entrar en el campo, los investigadores cualitati- vos con frecuencia descubiren que sus dreas de interés no se ajustan a sus escenarios. Sus preguntas pueden no. ser significativas para las perspectivas y conductas de los informantes. En un estudio ‘sobre salas institucionales para “‘retardados severos y profundos”, tuno de los autores de este libro comenz6 con la intencion de inda- gar las perspectivas de los residentes respecto de la institucién, pero s enoontrd con que muchos internados eran ‘no verbeles”” y otros muy renuentes a hablar sin trabas (Taylor, 1977). Volvi6 entonces su atencién hacia las perspectivas dei personal, Jo que demostré constituir una Ifnea de indagacion fructffera. Lo mismo ccurrié en un estudio sobre un programa de entrenamiento para 2Gtaser y Strauss (1967) distinguen entre teoria “sustancial” y “formal”. sta es una diferenclaciOn andloga x 'a que realizamos aqus u \METODOS CUALITATIVOS: DE INVESTIGACION el trabajo. de desempleddos “resistentes” (Bogdan, 1971). Los in- vestigadores esperaban estudiar Ia “resocializacion”, pero pronto advirticron que otros factores eran mucho més importantes para ‘comprender el fendmeno. ‘Una vez iniciado el estudio, no debemos sorprenderos si el escenario no es como penaibamos que era (Geer, 1964). En parti- cular, probablemente el investigador interosado en cuestiones te6- Ticas encuentre que un escenario determinado no es el convenien- te para satisfacer sus interrogantes. Quien esth ligado a cierta cues- tion teérica en especial debe estar preparado para cambiar un es- cenario por otro, Nuestro consejo es no aferrarse demasiado # nin- ain interés tedrico, sino explorar los fenémence tal como ellos emergen durante la observacién. Todos los escenarios son intrin- secamente interesantes y suscitan impottantes cuestiones teéricas. En el momento en que los observadores participantes iniclan un estudio con interrogantes e intereses investigativos generales, or lo comin no predefinen la naturaleza y numero de los “casos ~escenarios 0 informantes— que habrin de estudiar. En los estudios cuantitativos tradicionales, los investigadores seleccionan los casos sobre Ja base de las probabilidades estadisticas..E] muestreo al azar © estratificado y otras técnices probabilisticas tienen la finalidad de asegurar la represenitatividad de los casos estudiados respecto de una poblacion’ mayor en Is cual estd interesado el investigador. Los investigadores cualitativos definen tfpicamente su mues- tra sobre una base que evoluciona a medida que el estudio progre- sa, Glaser y Strauss (1967) utilizan la expresién “muestreo teéri co” para designar un procedimiento mediante el cual los investi- gadores seleccionan conscientemente casos adicionales a estudiar de acuerdo con el potencial para el desarrollo de nuevas intelec- ciones © para el refinamiento y la expansién de las ya adquiridas, Con este procedimiento, los investigadores oxaminan si los des- cubrimientos de un escenario son aplicables a otros, y en qué medi- da, De acuerdo con Glaser y Strauss, el investigador deberfa Hevar a un rendimiento maximo ba variacién de casos adicionales seleccio- nados para ampliar la aplicabilidad de las intelecciones teéricas, En ia observacién parttcipante, el mejor consejo es arreman- arse los pantalones: entrar en el campo, comprender un escenario Unico y sélo entonces tomar una dectsi6n sobre el estudio de otros escenarios. Cualquier estudio sugiere una cantidad casi ilimitada de Ifneas adicionales de indagacién. Hasta que uno no se compro- mete realmente ‘en el estudio, no puede saber cudl de esas lineas serd la més fructffera. La Stata t 3 Bee CELE EL t a Bea L t a LA ORSERVACION PARTICIPANTE 35 En el estudio de la institucién estadual para retardados, e! investigndor pas6 el primer afio en observacién participante en una nica sala, Hacia el fin de ese afio habia adquirido una com- prensiOn en profundidad de las perspectivas y rutinas del personal de esa sala. En los términos de Glaser y Strauss (1967) habia al- canzado el punto de “saturacién teérica”. Las observaciones adi- cionales no conducfan @ comprensiones adicionales. Una vez de- cidida Ia continuacion del estudio, el investigador enfrento ia nece- sidad de seleccionar otros escenarios para observar. Podfa satisfa- cer intereses sustanciales 0 tedricos (formales), Entre las princi- pales posibilidades se contaban las siguientes: Foco sustancial Otros aspectos de la vida del personal de atenci6n. Otros aspectos del trabajo de! personal {por ejemplo, progra- mas de entrenamiento). Otras salas de fa misma instituci6n, Otras salas en otras instituciones. Otro tipo de personal en la instituci6n (por ejemplo, adminis- tradores, profesionales). Foco tebrico Oto tipo de instituciones totales (por ejemplo, hospitales ‘siquidtricos, prisiones). ‘Otro tipo de organizaciones relacionadas con los sujetos men+ talmente retardados, Otro tipo de organizaciones que “procesan personas” (pot ejemplo, escuelas, organismos de asistencia social). Otro tipo de organizaciones (por ejemplo, fabricas). El investigador prosiguid con su interés sustancial en institu- ciones para retardados mentales, estudiando al personal de aten- cion y a los administradores de’ otras instituciones. Otros investi- gadores podrian haber adoptado un diferente foco sustancial, de- sarrollado un foco te6rico 0 concluido el estudio como una des- cripcién etnogréfica de una tnica sala. 36 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION ‘SBLECCION DE ESCENARIOS El escenario ideal para la investigacién es aquel en el cual el ob- servador obtiene fécil acceso, establece una buena relacién inme- diata con los informantes y recoge datos directamente relaciona- dos con los inteteses investigativos. Tales escenarios s6lo aparecen yaramente. Entrar en un escenario por lo general es muy dificil. Se necesitan difigencia y paciencia, El investigador debe negociar el acceso, gradualmente obtiene confianza y lentamente Tecoge datos que solo a veces se adecuan a sus intereses. No es poco fre- ‘uente que los investigadores “‘pedaleen en el airo” durante sema- nas, inchiso meses, tratando de abrirse paso hacia un escenario. No siempre se puede determinar de antemano si se podré ingresar en un escenario y satisfacer los Propios intereses. Si se ‘tropieza con dificultades, hay que insistir. No hay gufas para s2- ber cudndo se deberfa renunciar a un escenario, Pero si el inves tigador no puede realizar sus mejores esfuerzos para obtener acce- 80 a un dmbito de estudio que le interesa, es improbable que sepa abordar ios problemas que inevitablemente surgen en el curso del trabajo de campo, Recomendamos que los investigadores se abstengan de estu- iar escenarios en los cuales tengan una directa participacion per- sonal © profesional? En los observadores novatos existe la tenden- cia a estudiar el medio de amigos y parientes. Cuando uno estd directamente involucrado en un escenario, ex probable que vea las cosas desde un solo punto de vista. En la vida cotidiana, las Personas asumen modos sobrentendidos de ver las cosas, y equi- paran lo que ven con la realidad objetiva. El investigador debe aprender a considerar que su vision de la realidad es slo una entre muchas posibles perspectivas del mundo. Por otra parte, el temor Eate problema es mucho mis complicado de fo que lo presentamos aqui, Ha habido algunos estudios destacados encritos por personas que fueron par ficipantes de lox escenarios que observaron. Ei estudio de Becker (1963) 20. bre los misicos de jazz y ¢] estudio de Roth (1963) sobre un hospital para tubsrcufosos son ejemplos excelentes. Riemer (1977) proporciona una bue- ‘na tesefia de investigaciones realizadas por participantes en escenarios. Por las razones que hemor enunciado, sostenemos que es preferible no estar int. ‘mamente ligado al objeto de estudio, en particular si no-se tiene experiencia fen Ia observacion participante. Cuanto més préximo se ert a algo, mis difi- cil resulta desarrollar la perspectiva critica necesaria para conducir una inves. ‘tigaci6n consistente. a ta cb bs tb ta 3 t s BtEB CEC ‘ a oe or oe or ey a LA OBSERVACION PARTICIPANTE a” a ofender a amigos podria tender a limitar lo que se escriba en os informes sobre la investigaci6n. Quienes observan en los dominios de su propia profesion en- frentan problemas similares. Es dificil para personas entrenadas ‘en un drea profesional mantener en suspenso sus propias perspec- tivas y sentimientos. Tendern a compartir con los informantes supuestos de sentido comun. Por ejemplo, conocemos a un obser- vador de un programa de “modificaci6n conductal” que catacte- izaba fa conducta de los clientes como “apropiada” 0 “inapro- piada”. Jack Douglas (1976) sostiene que los investigadores deberfan ‘mantenerse alejados de 4reas en las cuales se sienten profundamente comprometidos. Aunque éste es un sano consejo general, la inves- tigacion nunca esté “libre de valores” (Becker, 1966-1967; Gould- ner, 1970; Mills, 1959). Los investigadores casi siempre desarro- lan algunas simpatias hacia las personas que estudian. Ademds, ‘como Jo aprendi6 el investigador en la institucién para retardados, algunos escenarios ofenden a tal punto le sensibilidad humana del investigador que resulta imposible permanecer desapegado y de- sapasionado. ACCESO A LAS ORGANIZACIONES. Los observadores participantes por lo general obtienen el acceso fa las organizaciones solicitando el permiso de los responsables. A estas personas las denominamos parteras (Becker, 1970). ingre- sar en un escenario supone un proceso de manejo de Ia propia iden- tidad, de proyectar una imagen que asegure las méximas probabi- lidades de obtener el acceso (Kotarba, 1980), Se treta de conven- cer al portero de que uno no es una persona amenazante y que no dafiard su organizacion de ningin modo. Es especialmente probable que los porteros se sientan cémodos con los estudiantes. La mayor parte de las petsonas suponen que los estudiantes deben cumplir con tareas asignadas en sus clases © con exigencias de los programas, Los estudiantes ingenuos y ansiosos con frecuencia atraen simpatfa y ayuda, Es muy proba- ble que los porteros den por sentado que quieren aprender hechos y tareas concretos en contacto con “expertos". En muchos casos dard resultado el enfoque directo. La gente suele sorprenderse de lo accesible que suclen ser la mayorla de las organizaciones. Uno de los autores de este libro realiz6 un es- 38 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION tudio sobre. vendedores a domicilio en dos compafiias (Bogdan, 1972). Aunque estas compafias entrenaban a los aspirantes a vende: dores en Ia técnica de la tergiversacion calculada, los jefes de ofi- cina de la sucursal abrieron sus puertas al investigador al cabo de minutos de haber formulado su solicitud de autorizacion para ob- servar. De hecho, uno de los jefes de Is sucursal dio el permis por teléfono cusndo el investigador respondio a un “llamado” en el periddico para atraer postulantes dispuestos a recibir el en- trenamiento del programa. No todas las organizaciones son tan fécilmente estudiables, Los escalones superiores de lus corporaciones (Dalton, 1964), hos- pitales (Hass y Shaffir, 1980) y grandes organismos gubernamen- tales son de penetracién notoriamente diffcil. El investigador pue- de esperar que s le consienta s6lo una répida recorrida o que se Jo rechace abiertamente. El mismo investigador que estudi6 a los vendedores a domicilio intenté primero observar un programa de entrenamiento para bomberos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Oficiales de distintos niveles quisieron entrevistarlo perso- nalmente. Después de cada entrevista le decfan que pera permi- tirle el acceso debian obtener el permiso escrito de alguna otra persona, Cuando finalmente recibié una autotizacién a prueba para conducit el estudio, ya habia perdido las esperanzas y estaba dedicado a los vendedores. Cuando el enfoque directo no da resultado, es posible emplear otras técticas para obtener acceso a un escenario, Muchos inves- tigadores han logrado el ingreso en organizaciones gracias a que alguien respondfe por ellos. Tal como lo sefiela Hoffmann (1980), Ja mayor parte de los investigadores cuentan con amigos, parien- tes y conocidos que: tienen contactos dentro de organizaciones. Esas personas pueden ser reclutadas para que ayuden a persuadir 2 porteros renuentes. Del mismo modo, un mentor o colega puede escribir una carta de apoyo con membrete oficial a, porteros en perspectiva (Johnson, 1975), Si todo lo demds falla, se puede trater de ingresar a una organi- zacién “por la puerta trasera". Por ejemplo, hemos observado ins- tituciones siguiendo a miembros de la familia y personal desde otros organismos. En un caso uno de nosotros obtuvo permiso oficial para visitar, y después negoci6 el acceso regular con perso- nal de nivel inferior. Aunque el cardcter de voluntario puede obs- taculizar la investigacién, algunos obscrvadores lograron su ingre- #0 inicial en un escenario asumiendo aquel rol y demostrando que eran individuos dignos de confianza. a te ts Let Ce, Ca tata Dptaets Ce cd L i LA OBSERVACION PARTICIPANTE 39 Una de las ironfas de la observacién de organizaciones reside en que, una vez que los investigadores han logrado que los porteros autoricen su acceso, e8 tipico que deban tomar distancia respecto de éstos (Van Maanen, 1982, pégs. 108-109), Muchas organizaciones ‘® caracterizan por Ia tensi6a, si no por e! conflicto, entre los nive- les superior e inferior de Ia jerarqufa. Si a los investigadores les interesa estudiar a personas de los niveies inferiores, no deben apa: ecer como colaborando con porteros y funcionarios, o flanquedn- dolos. Deben tener también en cuenta la posibilidad de que los orteros les requieran informes sobre 1o que han observado, Cuan- 0 negocian su acceso, la mayor parte de los observadores sblo se comprometen a proporcionar a los porteros un informe muy gene~ ral, tan genera! que nadie pueda ser identificado, Debe quedar en claro que entre el intento inicial por lograr el acceso y el comienzo de las observaciones puede mediar un lapso significative. En algunos casos no se podré obtener la autorizacién para, observar, y habré que empezar todo de nuevo en alguna otra ‘organizacién, Esto hay que tenerlo presente cuando uno disefia 181 estudio, No es poco comiente entre investigadores no experim tados (especialmente estudiantes que preparan disertaciones 0 tesis) que no prevean el tiempo necesario para lograr el acceso y completar el estudio, [AQOESO A LOS ESCENARIOS PUBLICOS Y CUAS! FUBLICOS Muchos estudios son realizados en escenazios piblicos (parques, edificios gubernamentales, aeropuertos, estaciones ferroviarias y de Omnibus, playas, esquinias de la ciudad, salas pblicas de reposo, teétera) y semipiblicos (bares, restaurantes, salones de pool, tea- tros, negocios, etcétera). En estos escenarios por lo general los investigadores ‘no deben negociar su acceso con los porteros. A ‘es0s lugares todos pueden entrar. Desde luego, en los escenarios cussi piblicos (establecimientos privados) para continuar las ob- servaciones el investigador debe obtener el permiso de! propictario. ‘Aunque obtener acceso a estos escenarios no representa un problema, el observador participante (en tanto participante como Opuesio @ pasivo) debe desarrollar estrategias para interactuar con los informantes. Si uno se ubica durante el tiempo suficiente en kt posicién correcta, un poco antes 0 un poco después ocurrid al- 40, Prus (1980) recomienda que en tos lugares piblicos e] abserva- dor se ubique en “puntos de mucha accion”. En otras palabras, 40 METODOS CUALITATIVOS DE. INVESTIGACION ir hacia donde estén las personas y tratar de iniciar con alguna de ellas una conversacién casual. Liebow (1967) describe o6mo encontré a Tally, el informante clave en su estudio sobre hombres negros de un grupo de esquina, mientras conversaban sobre una trivialidad en la calle frente a un restaurante de comidas para evar, Ese dfa Liebow pasd cuatro ‘horas con Tally, bebiendo café y holgazaneando en el restaurante. Después de su encuentro con Tally, el estudio de Liebow prosperé. Antes de mucho, Tally lo presents a los otros y respondié por é] come por un amigo. Pero cuando se va a permanecer en un punto durante largo tiempo, es preferible asumir un rol aceptable. Aunque no es mal visto que personas que no se conocen inicien una conversacién casual, la gente sospecha de ias motivaciones de alguien que de- muestra demasiado interés en los otros o formula demasiadas pre- guntas. El observador participante es fécilmente confundido con el-cuentero, el voyeur, el tenorio 0, en ciertos circulos, el agente encubierto (Karp, 1980). William Foote Whyte (1955) narra sus esfuerzos por ubicar un informante en su estudio “Cornerville”. Siguiendo €1 consejo de un colega que fe recomendé concurrir aun bar, pagarle un trago a una mujer y alentarls a que le conta- ra la historia de su vida, se encontré en una situaci6n emberazosa. Whyte (1955, pag. 289) escribe: Micé a mi alrededor nuevamente y advertf a un terceto: un hombre y dos mujeres. Se me ocurrié que las mujeres estaban mal distribuides y que yo po- ‘fa recificar In stuacién. Me acerqué al grupo y dije algo as{ como “Perdén... ‘De permitirfan unime a usteder?” Hubo un momento de silencio mientras al hombre me miraba fijamente. A continuaciin a ofrecié a tirarme oacale- ‘as abajo. Le aseguré que n0 era necesario y fo demostré saliendo del lugar sin ninguna ayuda. Algunos investigadores que han conducido con éxito estudios sobre escenatios piblicos y cuasi piblicos adoptaron un rol par- ticipante aceptable. En un estudio sobre rateros y delincuentes, Polsky paso horas jugando al pool. Segin él, si se quiere estudiar criminales, se debe ir a Jos lugares donde pasan su tiempo de ocio Y ganarse 1a confianza de algunos de ellos. Laud Humphreys (1975), cuyo estudio ha sido criticado desde el punto de vista ético, pero que ha demostrado una enorme sensibilidad ante las personas es- tudiadas, desempef'o e! rol de “voyeur” y “ozo” en un estudio ‘sobre €] sexo impersonal en jas salas publicas de reposo, 4 pa te tat a t tat t i tate ba tat LA OBSERYACION PARTICPANTE 41 Aunque no es necesario que los observadores en estos escens- rios s preseniten como investigadores y expliquen sus propésitos 1 las personas con las que s6lo tendrdn contactos efimeros, debe- fan en cambio explayarse con aquellas con las que mantendran tuna relacion prolongada. Jdentifiquese antes de que la gente co- mience a dudar de sus intenciones, en especial st estd envuelta en actividades ilegales o marginales. Asi, Liebow explica sus propé- sitos a los informantes después de su primer 0 segundo contacto con ellos, mientras que Polsky sconseja identificarse ante los delin- ‘ouentes poco después de haberlos conocido. ‘AOCESO A ESCENARIOS PRIVADOS La tarea que debe realizar el observador participante para lo- ‘grar acceso a escenarios (casas) y situaciones privados (algunas ac- ftiyidades tienen lugar en toda una gama de escenarios) es andloga a la del entrevistador para ubicar informantes. Tanto a los escena- ios como a los individuos hay que encontzarlos; el consentimiento para cl estudio debe ser negociado con cada individuo. El enfoque bdsico para obtener acceso a escenarios privados es a técnica de la bola de nieve: comenzar con un pequefto niimero de personas, ganar su confianta y a continuacién pedirles que nos presenten a otros, Polsky (1969, pag. 124) escribe: En mi experiencia, ls tdenica mis apta pare constituir la propia muestra ‘4 la de “Ia bola de nieve”; lograr ser presentado a un delincuente que respon- derd por nosotros ante terceros, que a su vez nos recomendarén a otros. (Des- e huego, es proferible empezar tan alto como se pueda, es deci, siendo pre- sentedo & la persona de mayor prestigio del grupo que ae quiere estudiar.) Hay varios lugares por los que se puede comenzar. En primer término, averigie con amigos, parientes y contactos personales. Por Jo general fa gente se sorprende del ndmero de personas dife- Tentes que conocen los individuos con los que tienen contacto. En un experimento Ilevado a cabo con una clase de estudiantes, Polsky informé que un tercio de los estudiantes hallaron que ami- ‘0s y parientes podrfan presentarlos personalmente a un delincuen- te de carrera, En segundo fugar, comprométase con la comunidad de perso- was que desea estudiar. Para su estudio de un vecindario étnico interior de [a ciudad de Boston, Herbert Gans (1962) se mud6 a “ a METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION - ese vecindario y se convirtié en miembro de esa comunidad. Se— hizo amigo de los vecinos, utiliz6 fos negocios y servicios locales, concurrié a las reuniones piblicas. A través do ems actividades, logré finalmente recibir invitaciones a hogares, tertulias y reunio-_, nes informales en el vecindario. En tercer témino, concurra # los organismos y organizaciones oy Sociales que sirven a las personas en las que est interesado, Por slemplo, segin sean aus intereses, podria dirigirse a ls iglesias loca-~* les, a los centros vecinales, a los grupos de autoayuda, a las excue- las 0 @ las asociaciones fraternales. Bercovici (1981) realiz6 un es- tudio con observacién participante sobre residenclas y otros esce- narios para retardados mentales acompaflando 2 un equipo de te- rapisias orupacionales que visitaba los establecimientos. BI estu- oq dio de Whyte (1955) vio despejado el terreno cuando el autor fue | presentado # Doc, quien iba a ter su informante clave y apadrina- dor, por un asistente social en una institucién def vecindario. A diferencia de lo que ocurrfa en la época en que Whyte comenz6 su estudio (fines de la década de 1930), los investigadores de hoy ~ pueden esperar que las organizaciones pongan vallas en su camino bajo la forma de exigencias de confidencialidad y privacidad. " ._Una téctica final que los investigadores han utilizado para ubi- _, Gar escenarios ¢ informantes privados es Ia publicidad (Kotarbe, 1980). Los investigadores han publicado avisos en los periédi locales, han participado en mesas redondas en la zona y prepara- do volantes para entregar en mano, distribuyéndolos entre los gru- ‘pos locales, en los que describen sus estudios. ca ta IQUE SE LES DICE A PORTEROS E INFORMANTES? La explicacién de los procedimientos e intereses de la investi- tacién a los porteros ¢ informantes es uno de los problemas mis delicados que se enfrentan en Ia investigacién de campo. Nuestro propio enfoque debe ser veraz, pero vago e impreciso.* Esta acti- ‘tud no s6lo tiene bases éticas, ‘sino tambien pricticas. Si se falsean deliberadamente fas propias intenciones, habré que vivir con el temor y la angustia de ser descubierto. Existe también la posibi- Udad real de que nuestra coartada se descubra y seamos expulsa- dos del escenario o se hagan aflicos nuestras relaciones con los in- tacts ba 4No obsante, véate en este capitulo el examen de la observacién encu- blerta, LA OBSERVACION PARTICIPANTE. 43 formantes. Quizés la mayor desventaja de la investigacién encu- bbierta recida en les limitaciones que impone’ al investigador. El investigador declrado puede trascender los estrechos roles que desempefian las personas en un escenario, y comprometere en reales actividades investigativas. Ademés, muchas pertonas serdit més abjertas y estarin mds dispuestas a compartir sus perspectives ‘con un investigador que con un compafiero de trabajo 0 colabors- dor participante. ‘No ¢s prudente proporcionar detalles concerntentes a la inves- teacion y 2 la precisién con ka que se tomardn las notas. Si tienen noticia de que serén observadas estrechamente, la mayorfa de las personas se sentirin inhibidas en presencia del investigador. En el caso improbable de ser presionado para aclarar el punto, se le puede decir a In gente que se tomarin algunas notas més adelante o que se llevard un diario. Un modo que hemos descubierto tit para explicar los inte- reses de la investigacién consiste en hacer saber a los sujetos que ‘no necesatiamente estamos interesados en esa organizacién pi cular ni en las personas especfficas que encontramos en ella, En todos los estudios los intereses del investigador abarcan més que tun escenario particular y conciemen al tipo general de organiza cién. Si procuramos acceso a una escuela, por ejemplo, deberta- ‘mos sugerir que estamos interesados en comprender como es una escuela, y no en la naturaleza de esa escuela en especial. Podrfa- mos explicar por qué esa organizacién particular constituye un escenario ideal para la investigaciOn, especialmente si la gente s¢ ‘enorgullece de fo que esté haciendo. Es una experiencia comdn entre los investigadores de campo on grandes orgenizaciones que los informantes supongan que aqué- ios estén allf para aprender cosas sobre las personas de otro nivel. En el estudio institucional; el personal naturalmente supuso que el observador debfa tomar nota de las pautas de conducta de los “severa y. profundamente retardados”, aprender sobre los retarda- dos lo que podfa ensefiar el personal de atencién. Sea que los inves- tigndores cultiven o no falsas impresianes, como lo sostiene Douglas (1976), no hay ninguna necesidad de coregit aquella idea errénea. : Algunos porteros exigen una elaborada explicacién y defensa "de la investigacion. Al tratar de entrar en una organizacién, los observadores participantes pueden empantanarse en prolongadas iscusiones sobre la metodologfa de In investignci6n. Entre las ob- jeciones normeles a la observacién participante se cuentan:’“Te- “4 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION nemos que proteger la privacidad y confidenciatidad de nuestros clientes”, “Estamos demasiado ocupados como para responder a una ristra de preguntas”, “‘Usted obstaculizard Jo que estamos haciendo”, “De todos modos agu{ no va a encontrar mucho de interesante”, y “Su estudio no parece cientifioo”. Antietpese a las objeciones y tenga las respuestas preparadas. Por Jo general podemos dares ciertas garantias a los porteros. A esto a veces se lo denomina’el pacto. Los observadores deben su- brayar el hecho de que su investigacién no desbarata ¢l escenario, Los porteros con frecuencia suponen que la investigacién incluye ‘cuestionarios, entrevistas estructuradas, uso de anotadores y otros métodos intrusivos. En cambio, la observacion participante envuel- ve actividades no perturbadoras ni intrusives, En realidad, para la mayar parte de los investigadores perturbar lo minimo es tan im- Portante. como para los porteros. . ‘También corresponde garantizar la confidencialidad y la priva- idad de las personas que estudiamos. Haremos saber a los informan- tes que las notas que tomemos no contendrén nombres ni identi- ficarén’ informacién sobre los individuos 0 ta organizacion, y que estamos tan obligados a respetar Ia confidenciatidad como la gen- te de la organizacion. De la forma en que evaluemos a la gente de la organizacién de- penderd la exactitud con que habremos de responder a las pregun- tas sobre el disefio de Ia investigacién. Las preguntas criticas sobre ef disefio de Ja investigacién por lo general reflejan preocupacio- nes acexca de los descubrimientos o resultados (Haas y Shaffir, 1980). Por ejemplo, los porteros de instituciones a veces se escudan on la confidencialidad def cliente para ocultar condiciones inferio- res a las normales, En el estudio institucional, el observador pas6 horas defendien- do In integridad de su investigacién ante funcionarios que tenfan proparacién en psicologfa. Hasta que no encontré la frase “medi- das no intrusivas” Jos funcionarios no le otorgaron autorizacion para observar. Johnson (1975) informa que su desempefio chapu- cero al explicar su investigacién a un grupo de asistentes sociales fue: un factor esencial para obtener el acceso a un organismo de asistencia social. Los asistentes sociales legaron a la conclusion de que no tenfan nada que temer de alguien que experimentaba tales dificultades para explicar sus propésitos. Douglas (1976) aboga por “‘hacerse el bobo” o e] “académico con cerebro de ratén” cuando la gente parece temer la investiga- ign, Es decir que el investigador trata de convencer al portero de taba ta wa ia La ta ta es ta ta te ca oe 4 t LA OBSERVACION PARTICIPANTE 4s que ef estudio es tan académico y abstracto que no es posible que amenace & nadie. Douglas (1976, pag. 170) proporciona un ejemplo: Resulta especialmente eficaz decirles algo detalladamente que “estamos realizendo una reduccién etnometodolbgica-fenomenolégica de su actitud natural para exhibir y documentar los procedimientos interpretativos inva~ ‘antes qve son canstitutivos del ego trascendental y por lo tanto de la cogni- iin intersubjetiva™. Suponiendo que este tipo de maniobra dé resultados, el inves- tigador deberé asumir durante cierto tiempo la identidad conse- cuente. Conocemos a un observador que se identificé ante los in- formantes como “etndgrafo". Més tarde oy6 que una persona le susurraba a otra: “No hagas ningtin tipo de broma racial delante de ese tipo, Es un etndgrafo”. 'No es poco comin hoy en dia que los porteros soliciten a los observadores ‘participantes la preparacion de una propuesta esori- ta 0 que sometan el disefio de su investigacién a un “comité de pro- tecciOn de Jos sujetos humanos”. Las mismas orientaciones gent Jes se aplican a los documentos escritos: ser honesto, pero vago. Por lo general bastard con una consideracion superficial e impreci- sa de los métodos de investigacién cualitativos, la teorfa fundamen- tada, etottera. RECOLECCION DE DATOS Durante el proceso de obtener el ingreso en un escenario se de- ben llevar notas de campo detalladas. Como en el caso de la inves- tigaci6n ulterior, las notas deben registrarse después de encuentros cara & cara y conversiciones telefonicas. Los datos recogidos en esta etapa pueden ser extremadamente valiosos més adelante. Du- rante el perfodo de obtencién del acceso del estudio institucional, ‘el investigador pas tiempo con la directora de la entidad, Ade- mis de sentar las reglas bdsicas, ella present6 su perspectiva de la institucion: “Nadie es perfecto", “Estamos atestados”, “Podria- mos utilizar mds dinero del Estado”. Después de concuir su estu- dio del personal de atencién, el investigador estudié las perspecti- vas de los funcionarios. Aquellas afirmaciones de la directora fo ayudaron a entender el modo en que los funcionarios institucio- nales proyectaban hacia el mundo exterior una imagen favorable de sf mismos, 46 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION Et proceso de obtener acceso a un escenario también facilita la comprensi6n det modo en que las personas se relacionan entre sf y tratan a otros. Un buen modo de adquirir conocimientos sobre a estructura y jerarqufa de una organizacién consiste en ser pasado de uno a ofro a través de ella. Finalmente, Jas notas recogidas en esa etapa ayudarén mds adelante al observador a entender o6mo es visto por la gente de Ja organizacion. INVESTIGACION ENCUMIERTA A lo largo de todo este capttulo hemos subrayado el tema de la investigacion manifiesta, es decir, de estudios en los que ios in- vestigadores comunican sus intereses investigativos a los porteros e infosmantes en perspectiva. Pero muchos fructuosos ¢ importan- tes estudios de observacion participante fueron realizados con un enfoque encubierto (Festinger y otros, 1956; Humphreys, 1975; Rosenhan, 1973; Roy, 1952a). Con independencia de las conside- aciones pricticas, la investigacion encublerta susclta graves proble- ‘mas éticos. Las decisiones éticas necesariamente involucran la propia mo- al personal. Se debe optar entre cierto nimero de responsabili- dades y alternatives morales. Algunos cientificos sociales, como Kai Erikson (1967, pég. 254), sostienen que la investigacién encu- bierta y el engafio comprometen la buena voluntad de los poten- ciales sujetos de investigaciin y del piiblico en general, de los cua- kes los investigadores dependen: “Innecesatio es decir que Ia inves- figacion de este tipo puede dafiar la reputacion de la sociologta en Ia sociedad més amplia y clausurar éreas promisorias de inves- figacion para los investigadores futuros”. Andlogamente, Warwick (1975) previene que una actitud de “al demonio con el piblico” entre los investigadores de campo ya ha creado un retroceso social ‘en detrimento de Ia investigecién social, Otros investigadores creen que el conocimiento cient{fico ob- tenido mediante la investigacion justifica pricticas en otros senti- dos desagradables.> Glaser (1972, pég. 133) informa que Arthur SAparentemente son pocos los cientfficos sociales que levarian esta ‘reenci hasta su conclusién Kigica. Lofland (1969, pag. 301), quien justifice su propia investigacién encubierta entre grupos de Alcohélioos Anénimos, ccribe: “Las actividades de “investigacién’ de la Alemania nazi nos ensaiaron Ca ta ta ts ta bs La ca ca ta bs 2 La As LA OBSERVACION PARTICIPANTE a7 Vidich justificd las seguridades engafiosas proporcionadas sobre Ja proteccién de ta identidad como precio de una contribucién al ‘conocimiento. Denzin (1978) asume la posicién de que cada inves- tigador deberfa decidir cufl es la conducta ética. Denzin (1978, pig. 331) aboga por “..la absohita libertad para proseguir con las propias actividades tal como uno lo juzga adecuado”, Jack Dou- was (1976) caracteriza a la sociedad como un mundo de “cornadas ‘entre bueyes", Puesto que, segin Douglas, las mentiras, las evasi- ‘yas y e] engafio forman parte de la vida social cotidiana, los inves- tigadores deben mentir, eludir y engafiar a sus informantes para obtener “la verdad”. Ottos cientificos sociales suscriben una ética de situacién (Hum- phreys, 1975). En otras palabras, dicen que los beneficios sociales practices de la investigaci6n pucden justificar pricticas engafiosas. Para Rainwater y Pittman (1967) ta investigacién en ciencias socia- Jes acrecienta la responsabilidad de los funcionarios publicos. Finalmente, estén quienes condenan el engafio por sf mismo y defienden un “derecho a no ser investigado” (Sagarin, 1973). Asi, algunos cientificos sociales aducen que los investigadores nunca tienen el derecho de daflar a las personas, y que los finicos que pueden juzgar si In investigacion dafia, aunque s6lo sea por a expo- sicién de secretos ‘grupales, son los’ informantes mismos (Sprad- ley, 1980). De modo que en materia de ética los investigadores deben ba- Jancear sus responsabilidades mAltiples para con sx profesion, la ‘bisqueda del conocimiento, la sociedad, los informantes y, en ‘iltima instancia, tenerse en cuenta a sf mismos. ‘Nuestro propio punto de vista es que hay situaciones en las que Ja investigacin encubierta es al mismo tiempo necesaria y est4 éti- camente justificada, Depende de lo que se estudie y de lo que se pretenda hacer con los resultados. Puesto que es menos probable que fos grupos poderosos de nuestra sociedad autoricen el acceso de los investigadores, la investigacién en ciencias sociales tiende a concentrarse entre los que no tienen poder. Contamos con mu- ‘chos més estudios sobre trabajadores que sobre gerentes de corpo- raciones, mas sobre pobres y desviados que sobre politicos y jueces. Los investigadores exponen las faltas de los débiles, mientras que Jes poderosos permanecen intocados. En consecuencia, estudiar uy bien (0 deberian baberlo hecho) que hay limites morales definios sobre 1b que puede hacerve en nombre de In cencin®, Véate también Lofland (1961), 48 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION de modo encubierto los grupos poderosos puede resultar recompen- satorio. Pero encontramos dificil justificar 1 engafio abierto con el objeto Gnico de cumplir con exigencias de la graduacién o de afiadir a un curriculum la publicacion de un art{culo en un oscuro periédico especializado. Es tambign cierto, como fo seflala Roth (1962), que la distin- cién entre investigacién manifiesta o abierta ¢ investigacién encu- bierta es una simplificacion excesiva, Porque toda investigacién es en alguna medida secreta en el sentido de que los investigado- Tes munca le comunican todo a sus informantes. ;Qué decir de los inyestigadores que observan en lugares piblicos? {Deben informar a la multitud de personas que estén siendo observadas? ;Deberfan Jos investigadores ser obligados a proporcionar a los informantes rendiciones de cuentas punto por punto.de las hipdtesis y conj tures emergentes? En el reino de la ética no hay reglas estrictas. La investigacin en’ el campo debe involucrar al investigador en una gran medida de busqueda del tono espiritual® Sea cual fuere la decision ética que los investigadores tomen, no deberfan ser sencillamente caba- erescos ni faltos de método en lo que respecta al engafio de ter- ceras personas, Este capitulo traté sobre la etapa previa al trabajo de campo de Ja investigacion mediante la observacién participante. Mas espe- En affos recientes, los comités de “proteccién de los mujetos de investi- saci6n humans” han sugido en las universdades en todo el pas, en gran dida como Ins orientaciones federales para Ia investigncisn (De tament of Health, Education and Welfare, 1974, 1978). Con frecuencia, e&- tos comit6s parecen destinados a proteges a las universidades y a los prove domes de fonds, salvindolos de la controversa, més que a la sakaguards de Jos interees de potenciates “sujetor”. En todo caso, el hecho de que una pro- puesta de investigaciin haya pasado por el escrutinio de un comité de “protec- «én de sujetos Iumanos” no libera al invesigador de tomar decisions éticas en el cu, Ex también certo, como lo salen Klockars (1977) y Wax (1983), {que los procedimientos federate det “consentimiento informado” parecen int. decuados en los extudios cualitativos, puesto que el invetigndor no siempre puede (si es que puede alguna ver) especficar de antemano qué personss 0 ‘scenarios serin estudiados, qué preguntas se harin y qué riesgos corerin Jos informantes. Klockars (1977, pég. 217) cite un maravillow enunciado de ‘Margaret Mead relacionado con ls orientaciones federales paral investigacion: “La investigncién antropoligia no tiene sujetos. Trabajamos con lot infor- smantes en una atmésfera de confianza y rexpeto mutuos”. ta ta ta ta cara to La LD CD CELA CS ta 4 t LA OBSERVACION PARTICIPANTE 0 cificamente, enfocamos materias relacionadas con las decisiones que los observadores deben tomar antes de entrar en el campo y con 1os\contactos iniciales que deben hacer. El capftulo siguiente pasa a los problemas y alternativas que el observador enfrenta en el campo: “Ahora que ye esta dentro, ,adénde iré a partir de aqui?"

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