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4.

Historia de las armas en la Edad Media


4.1 Evolución y creación del arma medieval
Si por algo se caracterizaba la época medieval era por la violencia, la irracionalidad y el
deterioro. Debido a que el hombre creía que su existencia debía ser dedicada para y con Dios
se originaron enormes desigualdades, tal y como podemos observar en la división piramidal de
la sociedad.

En cuanto a armas se refiere, la Edad Media supuso más una mejora de armas ya creadas que
la invención de unas nuevas. Una de las mejoras más características es la sustitución del metal
por el acero en las armas ofensivas. Aproximadamente en el siglo XI el hombre descubrió que
este elemento era mucho más flexible, ligero, resistente y mortal que el metal, además de que
las técnicas de elaboración también se mejoraron y se comenzó a emplear el forjamiento en
las herrerías.

Prosigamos con la mención de algunas de las armas ofensivas más icónicas de este período:

 Arco: Esta arma sufrió varias innovaciones que desembocaron en varios tipos de arcos
como el arco recurvo o el arco largo, los diferenciaban su diseño y su objetivo.
 Ballesta: Era más pesada que el arco, pero debido a su potencia resultaba más
eficiente y su precisión fue la clave del éxito de su uso, por lo que acabó reemplazando
al arco.
 Espada: Adquirió un gran avance con el uso del acero, por lo que se volvió mucho más
fiable. La forma de la hoja fue cambiando debido a las innovaciones. De éstas nacen
otras armas como la cimitarra, el sable, la catana, el machete, etcétera.
 Maza: Constaba de una pesada bola claveteada que estaba unida a una manija, era un
arma de difícil manejabilidad pero infringía muchos daños en las armaduras.
 Lanza: Es el arma más antigua, su objetivo clave durante las batallas medievales era
tirar a los jinetes de sus caballos.
 Catapulta: Construcción de madera con forma de cuchara que lanzaba distintos
objetos que se utilizaba para destruir estructuras o descolocar tropas.

Podemos ver que las armas ofensivas resultaban muy destructivas y mortales, por los que las
armas defensivas debían hacerlas frente:

Los caballeros se equipaban con armaduras (brindaba protección a casi todo el cuerpo del
solado), cascos (cubría la cabeza, en ocasiones dificultaba la visión), escudos (el soldado lo
lleva en una de sus manos, lo permite cubrirse de ataques de flechas, espadas, mazas…) y
cotas de malla (armadura muy ligera, menos protectora que la armadura). Estas cuatro armas
defensivas disponían de muchas variaciones de diseño, debido a que se utilizaban distintos
colores y formas para representar su bando militar o grupo social. La mayoría de estas
herramientas resultaban muy pesadas debido a su composición y grosor, que trataban de
garantizar la protección completa del soldado. La cota de malla era la armadura más ligera, ya
que era utilizada por aquellos soldados que atacaban en la distancia, como los arqueros o
aquellos que se ocupaban de las catapultas, y les permitía ser más ágiles en sus movimientos.
4.2 Estructura del ejército
Cabe destacar que en el ejército medieval se encontraba una clara división originada por la
economía y condición social de cada individuo. Esto se veía representado en la calidad y
materiales de las armas, debido a que los soldados debían aportar sus propias herramientas.

Aquellos que estuviesen en una posición más privilegiada o tuviesen más dinero compondrían
la caballería montada.

Esta división estaba causada por la inexistencia de una organización militar y un sistema de
suministros.

5. Historia de la tortura en la Edad Media


5.1 Origen y uso de la tortura
La tortura apareció por primera vez en el siglo V en Grecia.

La fácil recurrencia a este método se debía a que era una actividad legal que tenía como fin
varios objetivos, por ejemplo: que los hombres mostrasen su masculinidad y honor mediante
una serie de pruebas llamadas “naturales”; o para sacar la verdad de hombres infieles; o
verificar a las brujas; o cuando un conflicto no se consigue resolver se utiliza hasta que alguno
de los implicados ceda y admita la culpa, para que finalmente sea ejecutado en frente del
pueblo, esto guarda cierta similitud con las ceremonias de decapitaciones de la Revolución
Francesa; y , por último, como castigo a la desobediencia de un esclavo.

5.2 Métodos y objetos de tortura


La Edad Media fue la época más oscura y decadente de humanidad, y eso se veía
reflejado en cómo se utilizaba la tortura. Podemos dividir la variedad y tipos de tortura
de diferentes formas, en esta exposición, se dividirá por el significado de sus nombres:

Uso de animales

 El tormento de la rata: Consistía en colocar una rata sobre el abdomen y


encerrada en una jaula que estaba abierta por debajo se la asustaba con palos
de fuego, con lo cual la rata buscaba una salida y hacía un orificio con los
dientes en el abdomen del torturado hasta conseguir salir, muchas veces por
el cuello.
 La cabra: Se fijan los pies en un cepo y se untan las piernas con miel o sebo.
Una cabra atraída por ello comenzaba a lamer, y a consecuencia de la aspereza
de su lengua hacía que atravesara la piel y quedase en carne viva.

Referencia a animales y comida

 La cigüeña: Este instrumento de hierro sujetaba al condenado por el cuello, las


manos y los tobillos, sometiéndolo a una posición incomodísima que le
provocaba calambres en los músculos rectales y abdominales; y a las pocas
horas en todo el cuerpo.
 El burro español: Se colocaba a la víctima, desnuda, sobre una cuña de metal
muy afilada. Sin necesidad de un torturador, la víctima moría desangrada a
causa de las heridas provocadas por la cúspide del potro y las pesas que
llevaban colgadas de los pies. Según la cantidad de peso, se alargaba más o
menos la vida del torturado.
 El potro: Tumbaban a la víctima con las extremidades atadas. Después, se
accionaba un mecanismo de cuerdas y rodillos que hacía que el cuerpo se
estirase en direcciones opuestas, provocando que los hombros y caderas se
desencajasen.
 La pera: Este instrumento era colocado en la boca, el ano o la vagina de la
víctima. Después, por medio de un tornillo, el verdugo abría la pera hasta su
máxima apertura, ocasionando que la cavidad quedase completamente
destrozada. La pera oral estaba destinada a los predicadores heréticos, la
vaginal a las mujeres que cometían adulterio y la rectal a los homosexuales.

Nombres de personas

 Toro de Falaris: Se metía al individuo en su interior y después se encendía un


fuego bajo la barriga del toro. Los gritos de la víctima salían por la boca del
toro, siendo un sonido similar al mugido y el humo salía por la nariz del toro.
 Cinturón de San Erasmo: Collar, cinturón o brazalete con pinchos en la parte
interior que se le colocaba a la víctima. Al estar muy ajustado, cada pequeño
movimiento, incluida la respiración, le provocaba heridas que terminaban por
infectarse y a desangrarse.
 Cuna de Judas: Usado generalmente en las confesiones. Se elevaba el cuerpo
con cuerdas sobre una pirámide de madera, con punta de acero en su cúspide.
La víctima era soltada de golpe sobre la pirámide, provocándole graves heridas
en la zona genital y anal.

Apodos

 Aplastacabezas: La barbilla se colocaba en la barra inferior y el casco era


empujado hacia abajo por el tornillo. De este modo, primero se rompían los
alvéolos dentarios, seguido de las mandíbulas y, por último, el cerebro
terminaba saliendo por la cavidad de los ojos y entre los fragmentos del
cráneo.
 Hija del carroñero: Era una herramienta que ejercía la misma función que unas
tenazas. Al ejercer presión en los tornillos y tuercas, todos los huesos de la
víctima terminaban por romperse, comenzando por las costillas, el esternón y,
por último, la columna vertebral. Durante el proceso la sangre comienza a
acumularse y sale por todos los orificios del rostro, incluyendo dedos y ojos.

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