Porque en la vida volver a empezar una relación, un nuevo
trabajo, una nueva carrera... no es indigno, no es naufragio. Volver a empezar, es levantarse, desinfectar la herida, perdonar, regresar a soñar, pisar duro, insistir, mudar. Volver a empezar es entonces saber que no somos perfectos, es respetarte, admirarte, decirte cosas bonitas, "si se puede", darte las gracias, es sacudirse lo seco. Volver a empezar es torcer el rumbo, respirar aires frescos, estrenar tiempos y nuevas historias. Volver a empezar es aprender nuevos pasos, nuevos ritmos... es sacar a bailar a la vida, apretarla fuerte y bailar pegaditos...