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Exegesis en Diferentes Versiones
Exegesis en Diferentes Versiones
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¿Y qué significa todo esto? Significa que los que no eran judíos, y ni siquiera estaban buscando la aprobación de Dios,
la consiguieron. Pero fue por la fe que llegaron a ser aprobados por Dios. 31 Y el pueblo de Israel que sí estaba buscando
cumplir la ley para que Dios lo aprobara, no lo logró. 32 ¿Por qué no lo logró? Porque trataban de ser aprobados por Dios
mediante sus propios esfuerzos en lugar de confiar en Dios. Tropezaron con «la piedra de tropiezo». 33 Está escrito:
«Miren, pongo en Sion una piedra de tropiezo;
una roca que los hará caer.
Pero quien confíe en ella
no será defraudado».
Romanos 10
Hermanos, mi mayor deseo y mi oración es que Dios salve a todos los judíos. 2 Puedo decir esto en su favor: hacen un
gran esfuerzo para honrar a Dios, pero no entienden lo más importante. 3 No han entendido cómo es que Dios nos aprueba.
Por eso trataron de ser aprobados a su manera y no aceptaron la manera como Dios nos aprueba. 4 En lo que respecta a ser
aprobados por Dios, para todo el que tiene fe, Cristo fue el cumplimiento del propósito de la ley.
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Esto es lo que Moisés escribe acerca de cómo tener la aprobación a través de la ley: «La persona que practica la ley
obtiene vida gracias al mandamiento».[a] 6 [b] Pero esto es lo que dice de la aprobación por Dios a través de la fe: «No digas:
¿Quién subirá al cielo?» (Es decir: para traer a Cristo a la tierra). 7 Tampoco preguntes: «¿Quién bajará al mundo de los
muertos[c]?» (Es decir: «¿Quién va a traer a Cristo y a resucitarlo de entre los muertos?») 8 También dice: «El mensaje de
Dios está muy cerca de ti. Está tan cerca como lo están tu boca y tu corazón». Es el mismo mensaje de fe que nosotros
anunciamos. 9 Serás salvo si reconoces abiertamente que Jesús es el Señor y si crees de todo corazón que Dios lo levantó
de la muerte. 10 Pues Dios te aprobará si crees de todo corazón, y te salvará si con tu boca lo confiesas abiertamente.
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La Escritura dice: «Todo el que confíe en él no será defraudado» [d]; 12 «todo» porque a Dios no le importa si uno es judío
o no[e], pues el mismo Señor es Señor de todos. Es generoso con todos los que le piden ayuda, 13 porque «Todos los que
confíen en el Señor serán salvos»[f].[g]
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Pero, ¿cómo van a confiar en el Señor si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír de él si no hay quien les cuente el
mensaje? 15 ¿Y cómo van a contar el mensaje si no hay quien los envíe? Como está escrito: «¡Son tan hermosos los pies de
los que anuncian las buenas noticias!»[h]
No obstante, no todos ellos hicieron caso de las buenas noticias. Por eso Isaías pregunta: «Señor, ¿quién ha creído
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nuestro mensaje?»[i] 17 Así que la fe es el resultado de oír el mensaje. La gente oye el mensaje cuando alguien le habla de
Cristo. 18 Pero yo pregunto: ¿Será que el pueblo de Israel no oyó nuestro mensaje? Claro que sí.
Yo pregunto nuevamente: «¿El pueblo de Israel no entendió?» Claro que entendió. Primero, Moisés dijo de parte de
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Dios:
«Haré que ustedes sientan celos de gente que no es en realidad una nación.
Usaré una nación ignorante para que les dé ira a ustedes». [k]
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Luego Isaías se atrevió a decir de parte de Dios: «Los que no me estaban buscando, me encontraron. Me aparecí ante
los que no preguntaban por mí».[l]
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Sin embargo esto es lo que dice Dios acerca de Israel:
«Durante todo el día he esperado a este pueblo,
pero es gente desobediente que no quiere seguirme».
Incredulidad de Israel
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¿Qué concluiremos? Pues que los no judíos, que no buscaban la justicia, la han alcanzado. Me refiero a la justicia que es
por la fe. 31 En cambio Israel, que iba en busca de justicia a través de la Ley, no ha alcanzado esa justicia. 32 ¿Por qué no?
Porque no la buscaron mediante la fe, sino mediante las obras, como si fuera posible alcanzarla así. Por eso tropezaron
con la «piedra de tropiezo», 33 como está escrito:
1Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por los israelitas es que lleguen a ser salvos. 2 Puedo declarar en
favor de ellos que muestran celo por Dios, pero su celo no se basa en el conocimiento. 3 No conociendo la justicia que
proviene de Dios y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios. 4 De hecho, Cristo es la
culminación de la Ley para que todo el que cree sea justificado.
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Así describe Moisés la justicia que se basa en la Ley: «Quien practique estas cosas vivirá por ellas». [a] 6 Pero la justicia
que se basa en la fe afirma: «No digas en tu corazón: “¿Quién subirá al cielo?” [b] (es decir, para hacer bajar a Cristo), 7 o
“¿Quién bajará al abismo?”» (es decir, para hacer subir a Cristo de entre los muertos). 8 ¿Qué afirma entonces? «La
palabra está cerca de ti, la tienes en la boca y en el corazón». [c] Esta es la palabra de fe que predicamos: 9 que si confiesas
con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. 10 Porque con
el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo. 11 Así dice la Escritura: «Todo el que
confíe en él no será defraudado».[d] 12 No hay diferencia entre judíos y los que no son judíos, pues el mismo Señor es Señor
de todos y bendice abundantemente a cuantos lo invocan, 13 porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».
[e] 14
Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y
cómo oirán si no hay quien predique? 15 ¿Y cómo predicarán sin ser enviados? Así está escrito: «¡Qué hermosos son los
pies de los que anuncian las buenas noticias!». [f] 16 Sin embargo, no todos los israelitas aceptaron las buenas noticias. Isaías
dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje?». [g] 17 Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje y el mensaje
que se oye es la palabra de Cristo.[h] 18 Pero pregunto: ¿Acaso no oyeron? ¡Claro que sí!
«Yo haré que ustedes sientan envidia de los que no son nación;
voy a irritarlos con una nación insensata».[j]
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Luego Isaías se atreve a decir: «Dejé que me hallaran los que no me buscaban;
me di a conocer a los que no preguntaban por mí». [k]
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En cambio, respecto de Israel, dice:«Todo el día extendí mis manos
hacia un pueblo desobediente y rebelde».
Romanos 9:30-33 La Palabra Hispanoamérica
Romanos 10
10 Hermanos, deseo con todo mi corazón y le pido a Dios que salve a los israelitas. 2 Soy testigo de que buscan a
Dios con ardor, pero sin el debido conocimiento. 3 Desconocen, en efecto, la fuerza salvadora divina y pretenden
hacer valer la suya propia sin querer someterse a la de Dios. 4 Pero Cristo constituye el punto final de la ley y por él
restablece Dios en su amistad a todo creyente.
Israel y Cristo
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¿Qué más les puedo decir? Que aunque la gente de otros pueblos no estaba haciendo nada para que Dios los
aceptara, él los aceptó porque confiaron en él. 31 En cambio, los israelitas fueron rechazados, porque trataban de
cumplir la ley para que Dios los aceptara. 32 ¿Y por qué no fueron aceptados? Porque querían que Dios los
aceptara por lo que hacían, y no por confiar sólo en él. Por eso Cristo fue para ellos como una piedra en la que
tropezaron. 33 En la Biblia Dios dijo:
Romanos 10
Hermanos en Cristo, con todo mi corazón deseo y pido a Dios que él salve del castigo a los israelitas. 2 Estoy
seguro de que ellos tienen muchos deseos de servir a Dios, pero no saben cómo hacerlo. 3 No comprenden que
sólo Dios nos puede declarar inocentes. Por eso han tratado de hacer algo para que Dios los acepte. En realidad,
han rechazado la manera en que Dios quiere aceptarlos. 4 Dios ya no nos acepta por obedecer la ley; ahora sólo
acepta a los que confían en Cristo. Con Cristo, la ley llegó a su cumplimiento.
Biblia dice:
Vuelvo entonces a preguntar: ¿Será que los israelitas no se han dado cuenta? ¡Claro que sí se han dado cuenta!
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ella por fe, sino como por obras. Tropezaron en la piedra de tropiezo, 33 tal como está escrito:
[p] [q]
Romanos 10 : Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por ellos es para su salvación. 2 Porque yo
[a]
testifico a su favor de que tienen celo de Dios, pero no conforme a un pleno conocimiento. 3 Pues desconociendo la
justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios. 4 Porque Cristo es el fin de
[b]
haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: ¡CUAN HERMOSOS
SON LOS PIES DE LOS QUE ANUNCIAN EL EVANGELIO DEL BIEN !
[d] [e]
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Y añado : ¿Acaso Israel no sabía? En primer lugar, Moisés dice:
[h]
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E Isaías es muy osado, y dice:
REBELDE.