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3 Vasculitis
Orientación MIR
Es un capítulo que abarca procesos heterogéneos y que ha motivado preguntas de diferente complejidad. Imprescindible dominar la arteritis de
células gigantes, que es la más preguntada. Las vasculitis necrosantes sistémicas pueden aparecer en otras asignaturas (Nefrología, Neumolo-
gía, Dermatología) y por lo tanto su rentabilidad va más allá de las preguntas de Reumatología.

1. Concepto y clasificación 2.1.1. Epidemiologia

Las vasculitis son un grupo heterogéneo de enfermedades La ACG es frecuente en nuestro medio, afecta a personas de
poco frecuentes, cuyo nexo común es la inflamación de la pared más de 50 años, su incidencia aumenta con la edad y es máxima
vascular. La clínica que provocan es variable, ya que puede de- entre los 70 y 80 años; predomina en el sexo femenino y en la ra-
rivarse de la isquemia del órgano irrigado por la arteria afecta- za blanca; en Europa es más prevalente en Escandinavia. Se rela-
da (amaurosis en la arteritis de células gigantes), de la destruc- ciona estrechamente con la polimialgia reumática, aunque se ig-
ción de la pared vascular (púrpura palpable) o dar lugar a sín- nora la etiología de ambos procesos.
tomas sistémicos como fiebre, astenia o pérdida de peso, que
sugerirán inicialmente la presencia de una neoplasia o una in-
fección crónica. 2.1.2. Manifestaciones clínicas
La etiología es a menudo desconocida. Cuando se identifi-
ca un agente causante, habitualmente infeccioso, se denomi- La manifestación más frecuente es la cefalea (90 %), que pue-
nan vasculitis secundarias. La patogenia no es común a las de variar en su naturaleza (temporal, occipital, unilateral o bila-
diferentes enfermedades, ni es bien conocida en la mayoría teral, etc.), pero su rasgo más típico es el ser de reciente comien-
de las entidades. zo. Es menos habitual la hipersensibilidad del cuero cabelludo,
La clasificación más aceptada actualmente se basa en el ta- que se puede percibir al peinarse. La claudicación mandibular
maño del vaso afectado y en algunas alteraciones analíticas (dolor desencadenado con la masticación) aparece en el 40 % de
(Tabla 3-1). los casos. En casos graves puede llegar a producir necrosis del
cuero cabelludo o lingual. Más de la mitad de los pacientes con
ACG tienen síntomas de polimialgia reumática con dolor, rigidez
2. Vasculitis de grandes vasos y limitación funcional en la cintura escapular y pélvica. La ACG
también puede provocar un cuadro constitucional con pérdida
2.1. Arteritis de la temporal ponderal, anorexia y febrícula. Incluso es una causa común de
fiebre de origen desconocido en personas de edad avanzada.
También se denomina arteritis de células gigantes (ACG) o La manifestación más grave de la enfermedad es la pérdida de
enfermedad de Horton.Véase la videoclase Vídeo 3-1. visión, que llega a provocar ceguera en el 15 % de los pacientes.
Su causa suele ser la neuritis óptica isquémica anterior por isque-
mia de las arterias ciliares posteriores. Se caracteriza por una
pérdida de visión brusca e indolora que en ausencia de tratamien-

Tabla 3-1. Clasificación de las vasculitis (Consenso de Chapel Hill)

Arteritis de células gigantes


Vasculitis de vasos de gran tamaño
Arteritis de Takayasu

Panarteritis nodosa
Vasculitis de vasos de mediano tamaño
Enfermedad de Kawasaki

Asociadas a anticuerpos anticitoplasma de los neutrófilos: Asociadas al depósito de inmunocomplejos:


Poliangitis microscópica Enfermedad antimembrana basal glomerular
Granulomatosis con poliangitis (granulomatosis de Vasculitis crioglobulinémica
Vasculitis de vasos de pequeño tamaño
Wegener) Vasculitis IgA (púrpura de Schoenlein-Henoch)
Granulomatosis eosinofílica con poliangitis (síndrome de Vasculitis urticarial hipocomplementémica
Churg-Strauss) (vasculitis anti-C1q)

Enfermedad de Behçet
Vasculitis de vaso variable
Síndrome de Cogan

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to puede hacerse bilateral en días (MIR 2011-2012, P070). Algu-


nos pacientes presentan, afortunadamente, episodios de amauro-
sis fugaz previos a la pérdida definitiva de visión, que puede evi-
tarse con el tratamiento. Aunque la afectación de grandes vasos
(aorta y sus ramas) ocurre en el 25 % de los pacientes, los sínto-
mas derivados tardan años en manifestarse.
En la exploración física podemos encontrar engrosamiento
doloroso y ausencia de pulso de las arterias temporales, nódu-
los subcutáneos, soplos arteriales derivados del daño de gran-
des vasos y los hallazgos del fondo de ojo propios de una neuri-
tis óptica isquémica anterior arterítica (disco pálido y tumefac-
to con retina normal).

2.1.3. Enfoque diagnóstico

La sospecha clínica ante un cuadro clínico sugestivo (cefalea


de reciente comienzo en un paciente de más de 50 años) es la
base del diagnóstico, que se complementará con la constata-
ción de alteraciones analíticas inespecíficas pero muy habitua-
les (elevación muy acusada de la velocidad de sedimentación
globular [VSG] y de la proteína C reactiva [PCR], anemia de
trastornos crónicos, elevación de alfa-2 globulinas)
(MIR 2007-2008, P080; MIR 2015-2016, P139), y se confirma-
rá mediante la demostración histológica de las alteraciones tí-
picas de la enfermedad: infiltración de células mononucleares
en la pared arterial con disrupción de la elástica interna. Las
células gigantes aparecen en el 50 % de los casos. Dado que el
daño es segmentario, es preciso obtener una cantidad conside-
rable de tejido para evitar analizar un fragmento sano que dé
lugar a un falso negativo, así como obtener la muestra del lado Fig. 3-1 | A. Signo del halo en longitudinal y B. transversal.

más sintomático. La ecografía Doppler permite apreciar el ede-


ma inflamatorio de la pared de la arteria temporal, y ofrece una La terapia anti-TNFα es escasamente útil, mientras que sí
imagen hipoecogénica que rodea al vaso denominado signo del parece prometedor el empleo de inhibidores de la interleucina
halo, que es muy específico, especialmente si es bilateral (IL-6) como el tocilizumab.
(Fig. 3-1). Dado que el tratamiento suele ser muy prolongado, es preci-
La participación de los grandes vasos se detecta de forma so minimizar los potenciales efectos secundarios de los corti-
ideal mediante la tomografía por emisión de positrones (PET) costeroides, especialmente la osteoporosis, de forma que es
(que no es, sin embargo, útil para analizar las arterias tempo- necesario añadir suplementos de calcio, vitamina D y bisfosfo-
rales). natos.
El tratamiento con corticosteroides puede negativizar en
unos 14 días los hallazgos histológicos, por lo que la muestra
ha de obtenerse cuanto antes, si bien el tratamiento no debe 2.2. Arteritis de Takayasu
demorarse, ya que la pérdida de visión establecida es irreversi-
ble (MIR 2012-2013, P106). También denominada síndrome del arco aórtico. Comparte
con la ACG la histología y la afectación de vasos de gran calibre,
pero difiere en la epidemiología. Afecta a pacientes de menos
2.1.4. Tratamiento de 50 años, predomina en mujeres y, a diferencia de la ACG, es
infrecuente en Europa y Estados Unidos y más habitual en Asia
Los corticosteroides son la base del tratamiento. En caso de y Sudamérica.
manifestaciones visuales, se administran dosis de 1 g/día du-
rante tres días. Si no hay manifestaciones oftálmicas, se co-
mienza con dosis de 40-60 mg/día, que se disminuyen progre- 2.2.1. Manifestaciones clínicas
sivamente en función de la clínica y, en menor medida, de la
PCR y la VSG (MIR 2010-2011, P227; MIR 2003-2004, P082). A Hay dos tipos de manifestaciones, las sistémicas (fiebre, as-
menudo se emplea metotrexato como ahorrador de corticoste- tenia y pérdida de peso), que pueden ser las iniciales, y las de-
roides (MIR 2013-2014, P157; MIR 2005-2006, P083). rivadas de la isquemia secundaria al daño de la arteria afectada.
La respuesta de las manifestaciones no oftálmicas (cefalea, Dado que se afectan la aorta y sus ramas, los síntomas son
claudicación o polimialgia reumática) es rápida una vez instau- claudicación de los miembros superiores (arteria subclavia),
rado el tratamiento. accidente isquémico transitorio o ictus (arterias vertebrales o

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carótida común), hipertensión arterial (arterias renales) o in- (P-ANCA) o bien identificando el antígeno frente al que van diri-
suficiencia aórtica (raíz aórtica). gidos: proteinasa 3 o mieloperoxidasa. Los C-ANCA suelen estar
La exploración física muestra la presencia de soplos vascula- dirigidos frente a la proteinasa 3 y los P-ANCA frente a la mielo-
res, asimetría de pulsos, diferencia en la tensión arterial entre peroxidasa. Las vasculitis asociadas a estos anticuerpos afectan a
ambos brazos y un soplo de insuficiencia aórtica. vasos de pequeño tamaño y a menudo provocan afectación sisté-
mica y grave; entre ellas cabe mencionar la granulomatosis con
poliangitis (granulomatosis de Wegener) (MIR 2004-
2.2.2. Enfoque diagnóstico 2005, P086), poliarteritis microscópica y granulomatosis eosino-
fílica con poliangitis (síndrome de Churg-Strauss). Se trata de
Se basa, ante la sospecha clínica, en demostrar mediante prue- enfermedades muy poco habituales.
bas de imagen la alteración característica del lecho vascular (es-
tenosis segmentarias, dilataciones postestenóticas, aneurismas,
circulación colateral o engrosamiento de la pared vascular) 3.1. Granulomatosis con poliangitis
(Fig. 3-2), ya que la confirmación histológica rara vez será acce- (granulomatosis de Wegener)
sible. La arteriografía es adecuada para valorar la luz vascular,
pero no la pared. Para ello, es de utilidad la angiotomografía 3.1.1. Patogenia
computarizada o la angiorresonancia magnética. La PET-TC per-
mite evaluar la extensión de la afectación vascular. Las pruebas Es desconocida. La enfermedad no tiene base hereditaria ni ge-
de laboratorio solo constatan alteraciones inespecíficas, como la nética y no hay evidencia de que los C-ANCA característicos de la
elevación de la VSG y de la PCR. enfermedad, y presentes en la mayoría de los pacientes, tengan
un papel patogénico.

2.2.3. Tratamiento
3.1.2. Manifestaciones clínicas
Se emplean corticosteroides a dosis altas (1 mg/kg/día), que
habitualmente requieren su asociación a metotrexato. Los anta- Se afectan típicamente las vías aéreas superiores e inferiores y
gonistas de la IL-6 (tocilizumab) también parecen, al igual que el riñón.
en la ACG, un tratamiento prometedor. La actitud quirúrgica (co- La afectación de la vía aérea superior es muy diversa y suele
locación de stent, bypass, etc.) se debe realizar cuando se haya ser la manifestación inicial de la enfermedad. Puede producir si-
controlado la actividad inflamatoria. El curso es fluctuante y son nusitis, otitis media, rinitis costrosa, deformidad nasal en silla de
comunes las recidivas (MIR 2006-2007, P080). montar, perforación del tabique nasal, úlceras linguales o gingi-
vales y estenosis subglótica.
La participación pulmonar (60-80 %) es en forma de nódulos
pulmonares múltiples, bilaterales y a menudo cavitados
3. Vasculitis asociadas a anticuerpos (Fig. 3-3), aunque también pueden aparecer hemorragias alveo-
anticitoplasma de los neutrófilos lares a causa de la capilaritis pulmonar. Las manifestaciones deri-
vadas serán tos, hemoptisis, disnea y dolor.
Los anticuerpos anticitoplasma de los neutrófilos (ANCA) pue- La afección renal es más tardía, se trata de una glomerulone-
den identificarse mediante técnica de inmunofluorescencia, y se fritis necrosante con semilunas que puede provocar alteraciones
puede apreciar un patrón citoplasmático (C-ANCA) o perinuclear del sedimento urinario exclusivamente o condicionar deterioro de
la función renal.
A esta tríada clásica hay que añadir manifestaciones comunes
en cualquier vasculitis sistémica, como mononeuritis múltiple,
púrpura palpable, artromialgias o artritis, y otras relativamente
características de la granulomatosis con poliangitis, como paqui-
meningitis, pseudotumor orbitario y epiescleritis.
Estas manifestaciones pueden dar lugar a dos presentaciones
distintas: la forma sistémica, en la que se afectan varios órganos
con mayor o menor gravedad, pero con manifestaciones como la
pérdida ponderal, fiebre, etc., y formas en las que el daño se limi-
ta a la vía respiratoria superior (localizadas o limitadas).

3.1.3. Enfoque diagnóstico

Tradicionalmente, se ha considerado que el diagnóstico es


anatomopatológico, y que la biopsia pulmonar abierta es la técni-
ca más rentable. Sin embargo, un cuadro clínico sugestivo, junto a
la presencia de C-ANCA (antiproteinasa 3), permite establecer un
Fig. 3-2 | Engrosamiento de la pared aórtica. diagnóstico suficientemente sólido como para iniciar tratamiento.

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3.2. Poliangitis microscópica

Las dos manifestaciones características de la enfermedad


son la glomerulonefritis rápidamente progresiva y la hemorra-
gia alveolar.
La afectación renal, cuyo sustrato histológico es una glome-
rulonefritis necrosante focal y segmentaria a menudo con se-
milunas extracapilares, es la manifestación más frecuente
(80 %). Inicialmente provocará sólo alteraciones del sedimen-
to urinario, proteinuria y posteriormente deterioro de la fun-
ción renal.
La manifestación pulmonar típica es la hemorragia alveolar
causada por una capilaritis pulmonar. Se manifiesta por he-
moptisis, disnea y anemia, y la imagen radiológica es la de un
daño alveolar difuso.
Aparecen con menor frecuencia otras manifestaciones ines-
Fig. 3-3 | Granulomatosis con poliangitis. Nódulo pulmonar cavitado. pecíficas propias de las vasculitis en la piel (púrpura, nódulos,
úlceras, livedo), multineuritis, isquemia intestinal y síntomas
Las formas sistémicas muestran una estrecha asociación con los sistémicos como artromialgias, astenia, etcétera.
C-ANCA (90 %) y la anatomía patológica combina la presencia de Se asocia en más del 60 % a los ANCA con patrón perinucle-
vasculitis y granulomas. Las formas limitadas tienen una menor ar (P-ANCA) dirigidos frente a la mieloperoxidasa (MIR 2006-
asociación con los C-ANCA (50-80 %) y el hallazgo histológico 2007, P097; MIR 2014-2015, P229).
suele ser solo la presencia de granulomas. La biopsia renal no es El tratamiento es idéntico al de la granulomatosis con
específica de la enfermedad y muestra una glomerulonefritis ne- poliangitis, y el pronóstico algo mejor por no presentar tan-
crosante pauciinmune (escaso depósito de inmunoglobulinas y tas recidivas.
complemento, a diferencia de la nefritis lúpica o la asociada púr-
pura de Schoenlein-Henoch o al síndrome de Goodpasture) con o
sin semilunas. Puede, no obstante, dar información pronóstica 3.3. Granulomatosis eosinofílica con poliangitis
(MIR 2007-2008, P078). (síndrome de Churg-Strauss)
La presencia de leucocitosis, neutrofilia, anemia de trastornos
crónicos, trombocitosis y elevación de reactantes de fase aguda es Este proceso, conocido tradicionalmente como síndrome de
habitual pero inespecífica. Churg-Strauss, se caracteriza por la vasculitis pulmonar y sis-
témica localizada en vasos de pequeño calibre con granulomas
y eosinofilia en sangre periférica y tisular. Es habitual que los
3.1.4. Tratamiento pacientes tengan antecedentes de asma y rinitis alérgica.
Como en otras vasculitis necrosantes sistémicas, es común
La primera medida son los corticosteroides a dosis altas, 1 la presencia de fiebre, pérdida ponderal, artromialgias, etc. De
mg/kg/día, a los que hay que asociar un inmunosupresor. En las forma más específica se afecta el pulmón, siendo el asma la
formas sistémicas se emplea ciclofosfamida (habitualmente in- manifestación más frecuente y precoz de la enfermedad, a me-
travenosa en bolos mensuales) (MIR 2005-2006, P086) o rituxi- nudo con infiltrados pulmonares migratorios y no cavitados. Es
mab. Una vez obtenida la remisión, el mantenimiento debe reali- habitual el antecedente de sinusitis, rinitis alérgica y poliposis
zarse con un inmunosupresor menos tóxico, como el metotrexato nasal, lesiones cutáneas propias de una vasculitis (púrpura, úl-
o la azatioprina. En las formas localizadas, se asocia a los corti- ceras, nódulos, livedo, etc.) y neuropatía periférica. A diferencia
costeroides metotrexato. de otras vasculitis asociadas a ANCA, no es rara la participación
La ciclofosfamida puede administrarse por vía oral o intrave- cardíaca, que constituye la primera causa de muerte. Es poco
nosa, siendo esta última opción más segura a largo plazo por común la afectación renal.
acumular una dosis menor. La toxicidad incluye la afectación me- El hallazgo analítico más característico es la eosinofilia (>
dular (leucopenia), cistitis hemorrágica (que se evita con abun- 1.500/mm3), se observa asimismo aumento de la IgE y los
dante hidratación y el empleo de mesna), toxicidad gonadal y au- ANCA aparecen con menor frecuencia que en las otras vascu-
mento de la incidencia de infecciones y de neoplasias (vejiga) a litis (25-40 %) y tienen patrón perinuclear (P-ANCA) dirigi-
largo plazo. dos frente a la mieloperoxidasa. Los hallazgos histológicos tí-
La mortalidad se debe tanto a la afectación visceral como a los picos son la vasculitis, los infiltrados eosinófilos y la presen-
efectos secundarios (infecciones) del tratamiento inmunosupre- cia de granulomas.
sor. Aunque los títulos de ANCA pueden guardar cierta correlación Dado que el pronóstico es mejor que en las entidades descri-
con la actividad de la enfermedad, la reaparición o el aumento de tas previamente, se puede tratar con corticosteroides única-
su título no es suficiente para predecir una recidiva, y aunque po- mente, reservando la ciclofosfamida para los casos con mani-
demos considerarlo un aviso, no justifica la introducción o modi- festaciones viscerales graves.
ficación del tratamiento, aunque sí es un motivo para vigilar es-
trechamente al paciente (MIR 2015-2016, P144).

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4. Vasculitis de vaso mediano


4.1. Panarteritis nodosa

4.1.1. Etiopatogenia

La enfermedad puede aparecer de forma primaria o en rela-


ción con la infección por hepatitis B. Dada la disminución en la
incidencia de esta infección vírica, también ha disminuido la
incidencia de la panarteritis nodosa, ya de por sí infrecuente.
La patogenia, no bien conocida, incluye el depósito de inmu-
nocomplejos, especialmente en los casos asociados a la hepati-
tis B.

4.1.2. Manifestaciones clínicas

Al igual que en las vasculitis asociadas a ANCA, los pacientes


presentan síntomas inespecíficos (fiebre, astenia, pérdida de
peso, artromialgias y amiotrofia) y de forma característica la
enfermedad respeta el pulmón. Los órganos que se afectan de
forma más típica y útil para el diagnóstico son:

Riñón: se debe a la afectación de las arterias renales, con el


desarrollo de una hipertensión arterial y nefropatía vascular
isquémica pero no una glomerulonefritis (MIR 2003-
2004, P086).
Piel: la denominación de la enfermedad se debe a la presen- Fig. 3-4 | Livedo reticular en la panarteritis nodosa.
cia de nódulos en las descripciones iniciales, que sin embar-
go son poco frecuentes. Lo más habitual es la presencia de
púrpura palpable, livedo reticular (Fig. 3-4) y úlceras. 4.1.4. Tratamiento
Gastrointestinales: son graves y se deben a la isquemia de
órganos como el intestino delgado, que provoca perforacio- Cuando se asocia a una hepatitis B, el tratamiento debe ser
nes o hemorragias. el de este último proceso y los corticosteroides se deben ad-
Orquitis: también debida a isquemia, es bastante caracterís- ministrar durante un breve período para controlar las mani-
tica de la enfermedad. festaciones; posteriormente se administra interferón-α2b jun-
to con antivíricos (lamivudina, tenofovir o entecavir). En las
La enfermedad puede limitarse a un único órgano como la formas no asociadas a infecciones víricas, el tratamiento es
piel (panarteritis nodosa cutánea) y en ese caso el pronóstico es similar a las vasculitis ANCA+ con corticosteroides y ciclofos-
obviamente mejor. famida en función de la gravedad de las manifestacio-
nes(Tabla 3-2).

4.1.3. Enfoque diagnóstico


4.2. Enfermedad de Kawasaki
En las determinaciones analíticas se encuentran leucocitosis,
anemia, elevación de la VSG y de la PCR, aunque es más tras- Afecta a niños habitualmente menores de cinco años y es
cendente lo que no se encuentra, ANCA o eosinofilia. Es obliga- causada por la afectación de vasos de mediano calibre, donde
torio investigar la presencia de hepatitis B. se aprecia infiltrado por células mononucleares con prolifera-
La arteriografía del territorio vascular afectado permite ción de la íntima. Es más frecuente en países asiáticos.
identificar microaneurismas, que son muy específicos de la en- Se comporta de forma parecida a una enfermedad exante-
fermedad (MIR 2007-2008, P081). El diagnóstico definitivo lo mática infantil, con fiebre elevada de más de cinco días de du-
establece la histología, que muestra una destrucción de la ar- ración con irritabilidad y con diferentes manifestaciones mu-
quitectura del vaso afectado apreciando infiltrados de polimor- cocutáneas, como:
fonucleares, linfocitos e incluso eosinófilos, necrosis fibrinoide,
y es típica la presencia de lesiones en diferentes estadios evolu- Eritema en las palmas y las plantas o edema de manos y
tivos (MIR 2009-2010, P213). Se debe obtener la muestra de un pies, que puede provocar descamación de los dedos de las
órgano afectado (músculo o nervio) y evitar la biopsia renal si manos y pies.
existen microaneurismas por el riesgo de sangrado. Exantema polimorfo.
Inyección conjuntival.

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Tabla 3-2. Vasculitis necrosantes

Poliarteritis microscópica Granulomatosis con poliangitis (Wegener) Panarteritis nodosa clásica Síndrome de Churg-Strauss

Tamaño del vaso Pequeño y mediano Pequeño y mediano Mediano (arterias musculares) Pequeño y mediano

Granulomas No Sí No Sí

Microaneurismas No No Típicos No

ANCA P-ANCA (60 %) C-ANCA (90 %) No P-ANCA (40 %)

Afectación pulmonar Capilaritis Nódulos cavitados No Infiltrados no cavitados

Afectación renal Glomerulonefritis Glomerulonefritis Isquemia Glomerulonefritis

Rasgo típico Afectación renopulmonar Afectación vía respiratoria superior Hipertensión arterial Asma, eosinofilia,
Microaneurismas Afectación cardíaca

Cambios en los labios y la mucosa oral: lengua en frambuesa, Las úlceras orales son la manifestación más frecuente y precoz.
labios eritematosos y fisurados. Son dolorosas, aparecen en cualquier punto de la cavidad oral y
Adenopatías cervicales. curan sin dejar cicatriz. Las úlceras genitales son algo menos ha-
bituales y se localizan en el escroto o la vulva. Suelen ser de ma-
Las complicaciones más graves de la enfermedad son las car- yor tamaño y dan lugar a cicatrices.
díacas. En la fase precoz puede aparecer miocarditis o pericardi- La afectación cutánea (MIR 2016-2017, P192) puede consistir
tis, aunque la afectación más grave es la formación de aneuris- en un eritema nodoso (Fig. 3-5), o bien en pseudofoliculitis o le-
mas coronarios, que suele ocurrir en 2-4 semanas y son los prin- siones acneiformes. El fenómeno de patergia (desarrollo de un
cipales responsables de la morbimortalidad (incluso se considera nódulo o úlcera cutánea a las 24-48 horas de haber realizado una
la enfermedad una causa de isquemia silente y muerte súbita en punción estéril en la piel), traduce una hiperreactividad inespecí-
pacientes de mediana edad). fica de la piel que, sin embargo, es característica de la enferme-
El diagnóstico es clínico y se establece con el apoyo de la dad.
ecocardiografía, que en la edad pediátrica permite objetivar La artritis, no erosiva, puede adoptar diferentes patrones (mo-
los aneurismas. noarticular, oligoarticular o poliarticular). La clínica digestiva re-
El tratamiento incluye la antiagregación con ácido acetilsalicí- meda la provocada por la enfermedad inflamatoria intestinal y,
lico y las inmunoglobulinas intravenosas, que además de contro- de hecho, se debe a la presencia de úlceras preferentemente en la
lar la fiebre disminuyen, si se aplican precozmente, el desarrollo región ileocecal, aunque puede afectarse cualquier localización
de aneurismas coronarios. Los corticoides, que no se considera- del tubo digestivo.
ban dentro del tratamiento habitual, actualmente, se considera La uveítis, tanto anterior como posterior, se manifiesta de for-
que pueden tener un papel en el manejo de la enfermedad. ma precoz y puede condicionar, especialmente la posterior, pér-
dida irreversible de visión (MIR 2004-2005, P148). La afectación
del sistema nervioso central no es precoz, pero puede manifes-
5. Otras vasculitis tarse de formas muy diversas y afectar al parénquima (tronco),

5.1. Enfermedad de Behçet


Tabla 3-3. Frecuencia de las manifestaciones de la enfermedad de Behçet
Muestra una distribución geográfica peculiar, con una mayor
prevalencia en oriente y en los países más orientales de la cuenca Manifestaciones Porcentaje
mediterránea, y es mucho menos común en occidente. Aparece a
cualquier edad, aunque suele comenzar en jóvenes. En las zonas Úlceras orales 100

de mayor prevalencia se asocia al antígeno de histocompatibili-


Úlceras genitales 75
dad B51, por lo que el teórico agente responsable actuará sobre
una base genética. Cutáneas 75
Afecta a vasos de pequeño y mediano calibre, aunque no de
forma exclusiva, ya que puede interesar a vasos de cualquier ta- Artritis 50
maño, como grandes arterias (donde puede provocar oclusiones,
aneurismas y roturas) o venas (trombosis venosa profunda). Digestivas 25
Se trata de una enfermedad no solo multisistémica
(Tabla 3-3), sino que puede mostrar gran heterogeneidad en Oculares 25-75
su presentación.
Sistema nervioso central 10-20

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5.3. Púrpura de Schoenlein-Henoch

Es la vasculitis más frecuente en la infancia, aunque en cerca


del 20 % de los casos ocurre por encima de los 20 años. Es ha-
bitual que sea precedida por una infección respiratoria alta
(Streptococcus betahemolítico grupo A) o tras el consumo de al-
gún fármaco.
Produce cuatro manifestaciones típicas:

Púrpura palpable, predominantemente en las nalgas y los


miembros inferiores.
Artralgias o artritis migratoria en las grandes articulaciones
(rodillas, tobillos, carpos y codos).
Dolor abdominal cólico debido al edema de la pared intesti-
nal, con náuseas y vómitos, que puede complicarse con
Fig. 3-5 | Eritema nodoso. sangrado o intususcepción.
Nefropatía: es menos frecuente en la infancia (25 %) y más
las meninges (meningoencefalitis aséptica) o el sistema vascular común y persistente en adultos. La manifestación típica es
(trombosis de senos, ictus) y, consecuentemente, las manifesta- la hematuria (microscópica y a menudo macroscópica), y es
ciones clínicas serán variadas. más rara la proteinuria y aún más el deterioro de la función
El diagnóstico es clínico, ya que la histología en algunas ma- renal (MIR 2006-2007, P255).
nifestaciones (úlceras en el tubo digestivo) no muestra vasculi-
tis. Otras manifestaciones son la fiebre y la orquidoepididimitis
El tratamiento depende de la gravedad de las manifestacio- (MIR 2012-2013, P164).
nes que se presenten, desde la colchicina y los corticosteroides Se puede encontrar elevación de IgA en plasma y depósito de
tópicos para las úlceras orales, hasta corticosteroides a dosis ésta tanto en los vasos cutáneos como en el mesangio. La forma
altas para las manifestaciones neurológicas graves. La afecta- de afectación renal más habitual es la glomerulonefritis me-
ción ocular requiere corticosteroides, inmunosupresores (aza- sangial (MIR 2004-2005, P186).
tioprina, ciclosporina) y anti-TNFα. En su manejo se deben evitar los antiinflamatorios no este-
roideos y emplear los corticosteroides para los síntomas diges-
tivos. La afectación renal grave se trata con corticosteroides e
5.2. Vasculitis de pequeño vaso por inmunosupresores.
inmunocomplejos

Se han denominado también vasculitis leucocitoclásticas 5.4. Crioglobulinemia


(haciendo referencia a un hallazgo anatomopatológico caracte-
rístico como es la presencia de “polvillo nuclear”, que corres- Se define por la presencia en plasma de crioglobulinas, esto
ponde a restos de núcleos de los granulocitos) o vasculitis por es, inmunoglobulinas que precipitan de forma reversible con el
hipersensibilidad (atendiendo a que a menudo aparecen en re- frío. Se clasifican en función del tipo de inmunoglobulina que
lación con la exposición a algún antígeno exógeno). se identifica (Tabla 3-4).
El desencadenante más habitual es el uso previo de fárma- El síntoma más frecuente es la púrpura palpable, aunque son
cos, o bien alguna infección (por virus de la inmunodeficiencia también habituales las artralgias o artritis, la presencia de
humana, hepatitis B o C, Parvovirus B19, citomegalovirus, etc.), acrocianosis o fenómeno de Raynaud, y menos comunes la
vacunación o la presencia de una neoplasia, especialmente he- neuropatía periférica y la glomerulonefritis membranoprolife-
matológica. También podemos encontrar esta afectación cutá- rativa difusa (MIR 2010-2011, P021).
nea asociada a enfermedades autoinmunes como artritis reu- Además de identificar las crioglobulinas, suele haber niveles
matoide, lupus eritematoso sistémico, síndrome de Sjögren, bajos de complemento y factor reumatoide positivo (MIR 2010-
dermatomiositis o cirrosis biliar primaria. 2011, P022).
Es el tipo más frecuente de vasculitis y afecta a arteriolas, La base del tratamiento es el de la enfermedad desencade-
capilares y vénulas, produce afectación cutánea especialmente nante, que en la mayoría de las ocasiones es la hepatitis C. Si no
en forma de púrpura palpable y en menor medida nódulos o úl- hay una infección subyacente y se producen manifestaciones
ceras. Si provoca otras manifestaciones clínicas como artral- graves, se emplean inmunosupresores (azatioprina, ciclofosfa-
gias, malestar, febrícula, etc., éstas no suelen ser marcadas, y mida o rituximab).
en caso de serlo o acompañarse de neuropatía periférica, alte-
raciones del sedimento, etc., se sospechará una vasculitis ne-
crosante sistémica.
Se debe retirar el factor desencadenante (si existe), realizar
reposo y en caso de daño cutáneo extenso se pueden emplear
dosis bajas de corticosteroides.

4/6/2021 © Editorial Médica Panamericana


de

Tabla 3-4. Clasificación de las crioglobulinemias

Inmunoglobulinas Tipo Asociación

Única Monoclonal Procesos linfoproliferativos


I
células B

Dos o más Monoclonal + Virus de la hepatitis C (60-90


Policlonal %), infecciones,
II enfermedades autoinmunes
(síndrome de Sjögren, lupus
eritematoso sistémico),
neoplasias
Dos o más Policlonal
III Crioglobulinemia mixta
esencial Fig. 3-6 | Isquemia digital.

(Fig. 3-6) y no produce afectación visceral. El hallazgo más espe-


cífico es el patrón arteriográfico de colaterales en sacacorchos. El
5.5. Otras vasculitis sustrato anatomopatológico es la trombosis, pero con un marca-
do componente inflamatorio. La única medida eficaz en su mane-
5.5.1. Eritema elevatum diutinum jo es el abandono del tabaco.

Se manifiesta como pápulas dolorosas y pruriginosas en las


áreas de extensión de las extremidades. Se asocia a procesos co- 5.5.3. Otras vasculitis
mo la infección por virus de la inmunodeficiencia humana, hepa-
titis, sífilis, crioglobulinemia o gammapatías monoclonales, e in- Síndrome de Cogan: causa queratitis intersticial y sordera
cluso con procesos autoinmunes. Se debe a una vasculitis leucoci- neurosensorial, que puede asociarse a afectación de grandes
toclástica inespecífica (MIR 2006-2007, P141). vasos (aortitis o estenosis de la arteria renal).
Enfermedad de Eales: vasculitis retiniana aislada.

5.5.2. Tromboangitis obliterante (enfermedad de


Buerger)

Afecta exclusivamente a fumadores (sobre todo varones), y


provoca isquemia digital (tanto en los pies como en las manos)

Puntos clave
La ACG siempre afecta a personas de edad avanzada. Produce cefalea, claudicación mandibular y pérdida de visión con o sin clínica de
polimialgia reumáticay marcada elevación de la PCR y la VSG. Si hay pérdida de visión, el tratamiento es una urgencia (pulsos de corti-
costeroides intravenosos). En ausencia de clínica ocular, se trata con dosis altas de corticosteroides (por vía oral) y la biopsia no debe
demorarse.
En la arteritis de Takayasu se afectan pacientes de menos de 50 años que presentan un fenómeno isquémico (habitualmente ictus),
junto con afectación sistémica (fiebre, elevación de la VSG y de la PCR, etcétera).
La afectación pulmonar o la presencia de ANCA descarta la panarteritis nodosa clásica.
La participación de la vía respiratoria superior sugiere granulomatosis de Wegener, pero puede ocurrir en el síndrome de Churg-Strauss,
en este caso con eosinofilia.
Los C-ANCA (antiproteinasa-3) son propios de la granulomatosis de Wegener.
Los P-ANCA (antimieloperoxidasa) son propios de la poliarteritis microscópica o del síndrome de Churg- Strauss.
Ante la sospecha de enfermedad de Kawasaki, está indicada la administración de inmunoglobulinas intravenosas para controlar los
síntomas y evitar las complicaciones cardíacas. No están indicados los corticosteroides
La púrpura de Schoenlein-Henoch es la causa más frecuente de vasculitis en la infancia. Las manifestaciones clínicas típicas son púr-
pura palpable, artritis y dolor abdominal.

4/6/2021 © Editorial Médica Panamericana

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