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JAMES ALLEN

COMO UN
HOMBRE
PIENSA
ASÍ ES SU VIDA
@soymisaeldiaz

MASTERCLASS
COMO UN
HOMBRE
PIENSA
ASÍ ES SU VIDA

INICIO:
LUNES 1 DE AGOSTO DE 2022

HORARIO:
8:00 PM DALLAS, TEXAS
9:00 PM REPÚBLICA DOMINICANA, FLORIDA, EE.UU ESTE
8:00 PM COLOMBIA, PANAMÁ, EE.UU CENTRAL
7:00 PM COSTA RICA, GUATEMALA
Programación
Masterclass
Agosto 2022

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Septiembre 2022

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Capítulo 1
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CAPÍTULO I

PENSAMIENTO Y CARÁCTER

1 El Aforismo, “Como un hombre piensa en su corazón, así es él”, no


2 sólo abarca su ser, sino que llega a comprender cada condición y
3 circunstancia de su vida. Un hombre es literalmente lo que piensa,
4 siendo su carácter la suma de todos sus pensamientos.

5 Así como una planta brota de su semilla, y no podría ser de otra


6 manera, así cada acción de un hombre brota de las semillas
7 invisibles del pensamiento, y no podrían existir sin ellas. Lo anterior
8 es aplicable por igual a aquellos actos considerados “espontáneos”
9 y “no premeditados” como a aquellos que son deliberadamente
10 ejecutados.

11 Las acciones son brotes del pensamiento, y la dicha y el sufrimiento


12 son sus frutos; De este modo el hombre cosecha los frutos dulces y
13 amargos que él mismo siembra.

14 Los pensamientos en la mente nos hacen lo que somos. Nos forjan y


15 modelan. Si albergas en tu mente pensamientos inferiores, el dolor
16 te seguirá como sigue el arado al buey. . . Si en cambio tus
17 pensamientos son elevados, te seguirá la dicha como tu propia
18 sombra, es un hecho.

19 El desarrollo del hombre está gobernado por leyes, no por artificios,


20 y la ley de causa y efecto es tan absoluta e inevitable en el reino
21 oculto de los pensamientos como lo es en el mundo de los objetos
22 visibles y materiales. Un carácter admirable no es asunto de azar o
23 de favor, sino el resultado natural de un constante esfuerzo en
24 albergar los pensamientos correctos, el efecto de una muy larga y
25 apreciada asociación con pensamientos admirables. Un carácter
26 innoble y bestial, por el mismo proceso, es el resultado de
27 pensamientos viles albergados continuamente.
Capítulo 1
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1 Él es hecho o deshecho por sí mismo; en la armería de los


2 pensamientos forja las armas con las que se destruye; también
3 elabora las herramientas con las que construye para sí mansiones
4 celestiales de felicidad, fortaleza y paz. Con la elección y aplicación
5 de los pensamientos correctos el hombre asciende a la perfección
6 divina; Con la aplicación y el abuso de los pensamientos
7 incorrectos, desciende bajo el nivel de las bestias. Entre estos dos
8 extremos están todas las categorías del carácter, y el hombre es su
9 maestro y hacedor.

10 De todas las maravillosas verdades del alma que han sido


11 recuperadas y redescubiertas en esta era, ninguna más grandiosa y
12 fecunda de divina promesa y esperanza que esta – el hombre es el
13 amo del pensamiento, forjador del carácter, creador y modelador de
14 condiciones, entorno y destino.

15 Como un ser de Poder, Inteligencia y Amor, y señor de sus propios


16 pensamientos, el hombre posee la llave de cada situación, y lleva
17 consigo la agencia de transformación y regeneración por la cual
18 hace de sí mismo lo que quiere.

19 El hombre es siempre el amo y señor, aún en su estado de mayor


20 debilidad y abandono; pero en su debilidad y degradación es el amo
21 necio que gobierna mal sus asuntos. Cuando empieza a reflexionar
22 acerca de su condición, y a buscar diligentemente la Ley que lo
23 llevó a ese estado, se transforma en el amo sabio, canalizando
24 inteligentemente su energía, y elaborando pensamientos fructíferos.
25 Ese es el amo sabio, y el hombre sólo puede llegar a serlo
26 descubriendo dentro de sí mismo las leyes del pensamiento;
27 descubrimiento que es resultado de aplicación, auto-análisis, y
28 experiencia.
Capítulo 1
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1 Solamente después de mucho buscar y excavar el oro, los


2 diamantes son obtenidos y el hombre puede encontrar cada verdad
3 asociada con su ser si cava con determinación en lo profundo de su
4 alma; y probará inequívocamente que es forjador de su carácter,
5 modelador de su vida, y constructor de su destino, si vigila,
6 controla, y altera sus pensamientos, siguiendo el rastro de sus
7 efectos en sí mismo, en otros, en su vida y circunstancias, enlazando
8 causa y efecto con práctica e investigación pacientes, y utilizando
9 cada experiencia, aún la más trivial, cada hecho cotidiano, como
10 medios para obtener el conocimiento de sí mismo que es
11 Entendimiento, Sabiduría, Poder. En ese sentido, como en ningún
12 otro, está la ley absoluta “Aquel que busque encontrará; a aquel que
13 toque la puerta ésta se le abrirá”; sólo con paciencia, práctica, e
14 impertinencia incesante puede un hombre entrar por la Puerta del
15 Templo del Conocimiento.
NOTAS
CAPÍTULO 1
27 DE AGOSTO DE 2022

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Capítulo 2
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CAPÍTULO 2

EFECTO DEL PENSAMIENTO


EN LAS CIRCUNSTANCIAS

1 La mente de un hombre se compara a un jardín, que puede ser


2 inteligentemente cultivado o ser abandonado y llenarse de hierbas;
3 pero sea cultivado o descuidado, está destinado a producir. Si no se
4 siembran semillas útiles, entonces semillas de hierba mala caerán,
5 crecerán en abundancia y se reproducirán.

6 Al igual que un jardinero cultiva su parcela, manteniéndola libre de


7 mala hierba, cultivando las flores y frutos que requiere, así debe
8 también el hombre atender el jardín de su mente limpiándola de
9 pensamientos dañinos, inútiles e impuros, y cultivando hasta la
10 perfección las flores y frutos de pensamientos correctos, útiles y
11 puros. Sólo siguiendo este proceso el hombre tarde o temprano
12 descubre que él es el jardinero maestro de su espíritu, director de su
13 vida. También descubre en sí mismo, las leyes del pensamiento, y
14 entiende, cada vez con mayor precisión, cómo la fuerza del
15 pensamiento y los elementos de la mente operan en la formación de
16 su carácter, sus circunstancias y su destino.

17 El pensamiento y el carácter son uno solo, y mientras el carácter


18 sólo se manifiesta y descubre a través de las circunstancias, el
19 entorno de la vida de una persona siempre estará en armonía con su
20 estado interior. Esto no significa que las circunstancias de una
21 persona en un momento dado son un indicador de todo su carácter,
22 sino que aquellas circunstancias están íntimamente conectadas con
23 algún elemento vital de pensamiento en su interior que, en ese
24 momento, es indispensable para su desarrollo.
Capítulo 2
Página 2

1 Cada hombre está donde está por la ley de su propio ser. Los
2 pensamientos que ha construido en su carácter lo han llevado allí, y
3 en la disposición de su vida no hay elemento de azar, sino el
4 resultado de una ley que no puede fallar. Esto es cierto tanto para
5 aquellos que se sienten descontentos con su entorno como para
6 aquellos que están satisfechos con él.

7 Como ser de evolución y progreso, el hombre está en un punto en


8 el que debe aprender que ha de crecer; y mientras aprende la
9 lección espiritual que cada circunstancia le ofrece, ésta termina y da
10 lugar a otras circunstancias.

11 El hombre es abofeteado por las circunstancias mientras se piense a


12 sí mismo como un ser creado por las condiciones exteriores, pero
13 cuando se da cuenta de que es un poder creativo, y que puede
14 manejar las tierras y semillas de su ser de las que las circunstancias
15 nacen, se convierte en el dueño y señor de sí mismo.

16 El hombre que por algún tiempo ha practicado el autocontrol y la


17 auto purificación sabe que las circunstancias nacen de los
18 pensamientos, porque ha notado que las alteración de sus
19 circunstancias ha estado en exacta relación con la alteración de su
20 estado mental. De este modo, es verdad que cuando un hombre
21 tenazmente se dedica a subsanar los defectos de su carácter, y
22 realiza un progreso rápido y marcado pasa rápidamente por una
23 sucesión de cambios repentinos.

24 El alma atrae aquello que secretamente alberga; aquello que ama, y


25 también aquello que teme; alcanza la cúspide de sus más preciadas
26 aspiraciones, cae al nivel de sus más impuros deseos; y las
27 circunstancias son los medios por los que el alma recibe lo que es
28 suyo.
Capítulo 2
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1 Cada semilla de pensamiento sembrado dejado caer en la mente, y


2 que hecha raíces, se reproduce a sí misma, floreciendo tarde o
3 temprano en acciones, produciendo sus propios frutos de
4 oportunidad y circunstancias. Buenos pensamientos producen
5 buenos frutos, malos pensamientos malos frutos.

6 El entorno de las circunstancias toma forma en el mundo interno de


7 los pensamientos, y todas las condiciones externas, agradables y
8 desagradables, son factores que finalmente existen para el bien del
9 individuo, el hombre aprende tanto sufriendo como disfrutando.
10 Siguiendo los más íntimos deseos, aspiraciones, pensamientos, por
11 los cuales se deja dominar (persiguiendo visiones engañosas de
12 impura imaginación, o caminando con pie firme el camino de
13 elevadas aspiraciones), el hombre finalmente recibe por completo
14 los frutos de estos en el entorno de su vida.

15 Las leyes del crecimiento y adaptación se cumplen en todo lugar.


16 Un hombre no llega a un asilo de ancianos o la cárcel por la tiranía
17 del destino o las circunstancias, sino por el camino de pensamientos
18 serviles y bajos deseos. No cae un hombre de pensamientos puros
19 de repente en el crimen por estrés o por fuerzas meramente
20 externas; pensamientos criminales han sido secretamente
21 albergados en el corazón, y la hora de la oportunidad revela su
22 poder acumulado.

23 Las circunstancias no hacen al hombre; lo revelan a sí mismo. No


24 puede existir condición tal como descender en el vicio mientras la
25 persona sufre por sus inclinaciones viciosas; o ascender en la virtud
26 y su felicidad pura sin el cultivo continuado de aspiraciones
27 virtuosas; el hombre, por lo tanto, como amo y señor del
28 pensamiento, es el hacedor de sí mismo, el formador y autor de su
29 entorno. Aún en el nacimiento el alma se revela, y en cada paso de
30 su peregrinación atrae aquella combinación de condiciones que la
31 revelan, que son el reflejo de su propia pureza o impureza, su
32 fortaleza y debilidad.
Capítulo 2
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1 Los hombres no atraen aquello que quieren, sino aquello que son.
2 Sus antojos, caprichos, y ambiciones se frustran a cada paso, pero
3 sus más íntimos pensamientos y deseos se alimentan de sí mismos,
4 sean estos sucios o limpios. La “divinidad que nos da forma” está
5 dentro de nosotros mismos; somos Nosotros Mismos. El hombre
6 está maniatado sólo por sí mismo. El pensamiento y la acción son
7 los carceleros del destino – ellos nos apresan, si son bajos; ellos son
8 también ángeles de Libertad – nos liberan, si son nobles.

9 No consigue el hombre aquello que desea y por lo que ora, sino


10 aquello que con justicia se gana. Sus deseos y plegarias sólo son
11 gratificadas y atendidas cuando armonizan con sus pensamientos y
12 acciones.

13 A la luz de esta verdad, ¿cuál es entonces el sentido de “Luchar


14 contra las circunstancias?” Significa que el hombre está
15 continuamente revelándose contra un efecto externo, mientras todo
16 el tiempo está nutriendo y preservando la causa en su corazón.
17 Esta causa puede tomar la forma de un vicio consciente o de una
18 debilidad inconsciente; pero sea lo que sea, retrasa obstinadamente
19 los esfuerzos de su poseedor, que de ese modo clama por una cura.

20 El hombre está ansioso de mejorar sus circunstancias, pero no está


21 tan deseoso de mejorarse a sí mismo; por eso permanece atado. El
22 hombre que no se encoge ante su propia crucifixión nunca fallará en
23 alcanzar el objetivo que se traza en su corazón, esto es tan cierto en
24 las cosas terrenales como divinas. Aún el hombre cuyo único
25 objetivo es alcanzar prosperidad debe estar preparado para realizar
26 grandes sacrificios personales antes que pueda lograr su objetivo, y
27 ¿Cuánto más aquel aquel que quiere alcanzar una vida fuerte y bien
28 equilibrada?
Capítulo 2
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1 De este lado, tenemos un hombre miserable y pobre. Está


2 extremamente ansioso deseando que el confort de su entorno y su
3 hogar mejoren, aun así todo el tiempo es mezquino en su trabajo, y
4 se considera justificado al tratar de engañar a su empleador basado
5 en lo miserable de su sueldo. Tal hombre no entiende los simples
6 rudimentos de los principios que son la base de la prosperidad, y no
7 sólo está incapacitado para alzarse sobre su miseria, sino que atrae
8 aún mayores miserias al albergar y actuar siguiendo sus
9 pensamientos indolentes, falsos y cobardes.

10 Del otro lado, tenemos un hombre rico que es víctima de una


11 penosa y persistente enfermedad resultado de la glotonería. Está
12 dispuesto a gastar enormes sumas de dinero para curarse, pero no
13 está dispuesto a sacrificar su glotonería. Quiere satisfacer su gusto
14 con comidas poco saludables y gozar a la vez de buena salud. Tal
15 hombre es totalmente incapaz de gozar de buena salud, porque no
16 ha aprendido los principios básicos de una vida saludable.

17 Por otro lado, tenemos a un empresario que adopta medidas


18 deshonestas para evitar el pago de sueldos reglamentarios, y, en el
19 afán de mejorar sus ingresos, reduce los sueldos de sus empleados.
20 Tal hombre no está preparado para la prosperidad, y cuando sus
21 finanzas y su prestigio se encuentren en bancarrota, el culpará a las
22 circunstancias, sin siquiera saber que es él mismo el autor de su
condición.
23
24 He presentado estos tres casos solamente para ilustrar la verdad de
25 que el hombre es la causa (aunque casi siempre sin ser consciente)
26 de sus circunstancias, y que, mientras aspira un buen fin,
27 continuamente frustra su cometido al estimular pensamientos y
28 deseos que no armonizan con ese fin. Tales casos pueden
29 modificarse y multiplicarse casi indefinidamente, pero no es
30 necesario, porque el lector podrá, si así lo resuelve, rastrear el efecto
31 de las leyes del pensamiento en su propia mente y en su propia
32 vida, y hasta que lo logre, meros hechos externos no servirán como
base de su razonamiento.
Capítulo 2
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1 Las circunstancias, sin embargo, son tan complicadas, el


2 pensamiento está tan profundamente enraizado, y las condiciones
3 de felicidad varían tanto entre individuos, que la condición del alma
4 del hombre en su totalidad (aunque él la conozca) no puede
5 juzgarse de otro modo que no sea por el aspecto externo de su vida.
6 Un hombre puede ser honesto en cierta dirección, y aún así sufrir de
7 privaciones; un hombre puede ser deshonesto en cierta dirección, y
8 aún así adquirir riquezas; pero la conclusión usual de que el primero
9 falla debido a su particular honestidad, y que el segundo es
10 próspero gracias a su particular deshonestidad, es resultado de un
11 juicio superficial, que asume que el deshonesto es corrupto casi por
12 completo, y el honesto es casi enteramente virtuoso. A la luz de un
13 profundo conocimiento y mayor experiencia, tal juicio se encontrará
14 erróneo. El deshonesto ha de tener algunas virtudes admirables que
15 el otro no posee; y el honesto, vicios dañinos que están ausentes en
16 el otro. El hombre honesto cosecha los buenos resultados de sus
17 pensamientos y actos honestos; también atrae el sufrimiento que su
18 vicio produce; El deshonesto del mismo modo cosecha sus propios
19 sufrimientos y dichas.

20 La vanidad humana se complace al creer que uno sufre por causa de


21 su virtud; pero hasta que el hombre haya extirpado cada
22 pensamiento malsano, amargo e impuro de su mente, y limpiado
23 cada mancha pecaminosa de su alma, no estará en posición de
24 saber y decir que sus sufrimientos son resultado de su buenas, y no
25 de sus malas cualidades; y en el camino de la perfección, habrá
26 encontrado funcionando en su mente y en su vida, la Gran Ley que
27 es absolutamente justa, y que no da bien por mal, ni mal por bien.
28 En posesión de tal conocimiento, entenderá, mirando atrás en su
29 pasada ignorancia y ceguera, que su vida se desarrolla, y siempre se
30 desarrolló, con justicia, y que todas sus experiencias pasadas,
31 buenas y malas fueron fruto imparcial de su propio ser en proceso
32 de evolución.
Capítulo 2
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1 Buenos pensamientos y acciones jamás pueden producir malos


2 resultados; malos pensamientos y acciones no pueden jamás
3 producir buenos resultados. Esto no es otra cosa que afirmar que no
4 puede cosecharse más que trigo del trigo, u ortiga de la ortiga. El
5 hombre entiende esto en el mundo natural, y trabaja con ese
6 conocimiento; pero pocos lo entienden en el mundo moral y mental
7 (aunque esta operación es tan simple y directa), y por lo mismo no
8 cooperan con esa ley.

9 El sufrimiento es siempre el efecto de los pensamientos


10 equivocados en alguna dirección. Es indicador de que el individuo
11 está fuera de armonía consigo mismo, con la ley de su ser. El único y
12 supremo uso del sufrimiento es la purificación, quemar todo aquello
13 que es inútil e impuro. El sufrimiento cesa para quien es puro. No
14 hay sentido en quemar el oro después que la escoria se ha retirado,
15 y un ser perfectamente puro e iluminado no puede sufrir.

16 Las circunstancias por las que un hombre se encuentra con el


17 sufrimiento son el resultado de su propia falta de armonía mental, las
18 circunstancias por las que el hombre se encuentra con la
19 buenaventura son los resultados de su propia armonía mental.
20 Buenaventura, no posesiones materiales, es la medida del
21 pensamiento correcto; la infelicidad, no la falta de posesiones
22 materiales, es la medida del pensamiento errado. Un hombre puede
23 ser desgraciado y ser rico; puede ser bendito y pobre. La
24 buenaventura y riqueza sólo se juntan cuando la riqueza es
25 empleada correctamente y con sabiduría; y el hombre pobre sólo
26 desciende a la miseria cuando considera su destino como una carga
27 injustamente infligida.

28 La indigencia y la indulgencia son dos extremos de la miseria.


29 Ambas son igualmente innaturales y el resultado de un desorden
30 mental. Un hombre no está correctamente adaptado hasta que es
31 un ser feliz, saludable y próspero; y la felicidad, salud y prosperidad
32 son el resultado de la armonía entre su mundo interno y externo, del
33 hombre con su entorno.
Capítulo 2
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1 Un hombre sólo empieza a ser hombre cuando deja de lamentarse y


2 maldecir, y comienza a buscar la justicia oculta que gobierna su
3 vida. Y al adaptar su mente a este factor gobernante, cesa de acusar
4 a otros como la causa de su situación, y se forja a sí mismo con
5 pensamientos nobles y fuertes; deja de patalear contra las
6 circunstancias, y empieza a utilizarlas como ayuda para progresar
7 más rápido, y como un medio para descubrir el poder y las
8 posibilidades ocultas dentro de sí.

9 Ley, y no confusión, son el principio dominante del universo;


10 justicia, no injusticia, es el espíritu y sustancia de la vida; rectitud, y
11 no corrupción, es la fuerza moldeadora y motivadora que gobierna
12 el espíritu del mundo. Siendo esto así, el hombre no tiene opción
13 más que descubrir que el universo funciona correctamente, y al
14 rectificarse, encontrará que mientras cambia sus pensamientos
15 respecto a las situaciones y la gente, las situaciones y la gente
16 cambiarán respecto a él.

17 La prueba de esta verdad está en cada persona, y por ello puede


18 verificarse fácilmente mediante una introspección y auto-análisis
19 sistemáticos. Cambie un hombre radicalmente sus pensamientos, y
20 se asombrará de la rápida transformación que operará en las
21 condiciones materiales de su vida.

22 El hombre imagina que puede mantener en secreto sus


23 pensamientos, pero no puede; rápidamente estos se cristalizan en
24 hábitos, y los hábitos toman forma de circunstancias. Pensamientos
25 indulgentes se cristalizan en hábitos de indulgencia respecto a la
26 bebida y el sexo, que toman forma de destrucción y padecimiento;
27 pensamientos impuros de todo tipo se cristalizan en hábitos de
28 desorientación y debilidad, que toman forma de circunstancias de
29 perturbación y adversidad; pensamientos de temor, duda e
30 indecisión se cristalizan en hábitos de debilidad, falta de hombría e
31 irresolución, que toman forma de circunstancias de fracaso,
32 indigencia, y dependencia; pensamientos de pereza se cristalizan en
Capítulo 2
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1 hábitos egoístas, que toman forma de circunstancias de mayor o


2 menor angustia.

3 Por otro lado, pensamientos nobles de cualquier tipo se cristalizan


4 en hábitos de gracia y bondad, que toman forma de circunstancias
5 de felicidad y cordialidad; pensamientos puros se cristalizan en
6 hábitos de temperancia y dominio de sí mismo, que toman forma de
7 circunstancias de paz y tranquilidad; pensamientos de valentía,
8 auto-confianza y decisión se cristalizan en hábitos valerosos, que
9 toman forma de circunstancias de éxito, plenitud y libertad;
10 pensamientos llenos de energía se cristalizan en hábitos de pulcritud
11 y laboriosidad, que toman forma de circunstancias placenteras;
12 pensamientos nobles y caritativos se transforman en hábitos de
13 generosidad, que toman formas de circunstancias de protección y
14 preservación; pensamientos de amor y generosidad cristalizan en
15 hábitos de desprendimiento, que toman forma de circunstancias de
16 prosperidad perdurable y riqueza verdadera.

17 La persistencia en una sucesión dada de pensamientos, sean estos


18 buenos o malos, no falla en producir resultados en el carácter y las
19 circunstancias. Un hombre no puede escoger directamente sus
20 circunstancias, pero puede escoger sus pensamientos, y de ese
21 modo, indirectamente, pero con certeza, dar forma a sus
22 circunstancias.

23 La naturaleza se encarga de ayudar a todos los hombres en la


24 satisfacción de los pensamientos que lo dominan, y le presenta las
25 oportunidades que hagan realidad de la manera más rápida tanto
26 sus pensamientos constructivos como destructivos.

27 Cese un hombre de pensar pecaminosamente, y el mundo se


28 ablandará para él, y estará listo para ayudarlo. Deje de lado sus
29 pensamientos débiles y enfermizos, y oh! las oportunidades nacerán
30 en cada mano para ayudarlo en sus resoluciones; motive buenos
31 pensamientos, y no habrá fatalidad que lo ate a la miseria y la
32 vergüenza.
Capítulo 2
Página 10

1 El mundo es tu caleidoscopio, y la variedad y combinación de


2 colores que a cada momento te presenta son las imágenes
3 exquisitamente ajustadas de tus pensamientos siempre en
4 movimiento.

5 Serás lo que has que ser. Que la derrota encuentre su falsa felicidad
6 en lo que cree que es tu realidad pero el espíritu la desprecia y se
7 libera. Domina el tiempo y conquista el espacio; vence aquella
8 vanidosa embaucadora, “la suerte” derrota a la circunstancia, la
9 pone a su servicio. El deseo humano, que desciende de un espíritu
10 inmortal, puede hacer un camino a cualquier objetivo aunque
11 murallas inmensas se opongan. No te impacientes cuando lo
12 intentes, que cuando logres entender que tu espíritu es quien
13 manda, verás que hasta los dioses han de obedecer.
NOTAS
CAPÍTULO 2
APLICAR
Capítulo 3
Página 1

CAPÍTULO 3

EFECTO DEL PENSAMIENTO


EN LA SALUD DEL CUERPO
1 El cuerpo es el siervo de la mente, obedece a las operaciones de la
2 mente, sean estos deliberados o automáticos. Siguiendo
3 pensamientos indebidos el cuerpo rápidamente se hunde en la
4 enfermedad y el decaimiento; siguiendo pensamientos virtuosos se
5 viste de juventud y belleza.

6 La salud y la enfermedad, al igual que las circunstancias, tienen su


7 raíz en los pensamientos, pensamientos enfermizos se expresan a
8 través de un cuerpo enfermo. Se ha sabido que los pensamientos de
9 temor matan a un hombre tan rápido como una bala, y
10 continuamente matan miles de gentes, tal vez no tan rápido, pero sí
11 con igual efectividad. La gente que vive con temor a las
12 enfermedades es la gente que las contrae. La ansiedad rápidamente
13 debilita el cuerpo, y lo deja expuesto a la enfermedad; mientras
14 pensamientos impuros, aunque no tengan un origen físico, pronto
15 destruirán el sistema nervioso.

16 Pensamientos energéticos, de pureza y dicha producen en el


17 cuerpo vigor y gracia. El cuerpo es un instrumento muy delicado y
18 plástico, que responde rápidamente a los pensamientos que lo
19 dominan, y los hábitos de pensamiento producirán sus efectos
20 sobre él, sean estos buenos o malos.

21 El hombre continuará teniendo sangre impura y envenenada


22 mientras sus pensamientos sean impuros. De un corazón limpio
23 emana una vida y un cuerpo limpios. De una mente contaminada
24 proceden una vida y un cuerpo corruptos. El pensamiento es la
25 fuente de toda acción, de la vida y su manifestación; construye una
26 fuente que sea limpia y todo será puro.
Capítulo 3
Página 2

1 El cambio de dieta no ayudará a un hombre que no cambia sus


2 pensamientos. Cuando un hombre purifica sus pensamientos, no
3 deseará más comida impura.

4 Si deseas perfeccionar tu cuerpo, sé celoso con tu mente. Si quieres


5 renovar tu cuerpo, embellece tu mente. Pensamientos de malicia,
6 envidia, decepción, desaliento, le arrebatan al cuerpo su gracia y
7 salud. Una cara amarga no es cuestión de azar, sino de
8 pensamientos amargos.

9 Las arrugas que desfiguran están hechas por la necedad, la pasión y


10 el orgullo.

11 Conozco una mujer de noventa y seis años que posee la inocente y


12 luminosa cara de una niña. Conozco un hombre que no alcanza la
13 mediana edad cuya cara está desfigurada por líneas sin armonía.
14 Una es el resultado de una disposición dulce y vívida, el otro el
15 resultado de la pasión y el descontento.

16 Así como no puedes tener un hogar saludable y dulce si no dejas


17 entrar libremente el aire y la luz del sol en las habitaciones, así un
18 cuerpo vívido, feliz, o un rostro sereno sólo puede ser resultado de
19 dejar entrar libremente en la mente pensamientos felices, buenos
20 deseos y serenidad.

21 En la cara de los ancianos hay arrugas producidas por la simpatía.


22 Otras por pensamientos puros y vigorosos; y otras talladas por la
23 pasión: ¿quién no puede distinguirlas? Para aquellos que han vivido
24 correctamente, la edad trae calma, paz, como una puesta de sol.
25 Recientemente he observado a un filósofo en su lecho de muerte.
26 Era viejo sólo de años, murió tan dulce y calmadamente como vivió.
27 No hay mejor medicina que los pensamientos felices para disipar los
28 males del cuerpo; no hay mejor reconfortante que la buena
29 voluntad para disipar las sombras de la pena y la amargura. Vivir
30 continuamente con pensamientos malévolos, cínicos, y envidiosos,
31 es confinarse en una prisión hecha por uno mismo. Pero pensar bien
Capítulo 3
Página 3

1 de todos, ser amable con todos, y pacientemente aprender a


2 encontrar el lado bueno de las cosas – tales pensamientos son las
3 verdaderas puertas del cielo; y vivir el día a día en pensamientos de
4 paz hacia toda criatura atraerá paz en abundancia a su poseedor.
NOTAS
CAPÍTULO 3
RESERVAR
Capítulo 4
Página 1
CAPÍTULO 4

PENSAMIENTOS Y PROPÓSITO

1 Hasta que el pensamiento no esté acompañado de un propósito no


2 habrá logro inteligente alguno. La mayoría permite que sus
3 pensamientos naveguen sin rumbo y a la deriva por el océano de la
4 vida. Tal falta de propósito es un vicio, y no ha de permitirla aquel
5 que quiere estar a salvo de la catástrofe y la destrucción.

6 Quien no tiene un propósito central en su vida cae presa fácil de


7 preocupaciones banales, miedos, problemas, y auto-compasión, y
8 así se dirige, tan seguro como si lo buscara con intención (aunque
9 por un camino distinto), al fracaso, la infelicidad, la pérdida de lo
10 querido, porque la debilidad no puede perdurar en un universo de
11 poder.

12 El hombre debe concebir un propósito legítimo en su corazón, y


13 luchar por alcanzarlo. Debe hacer de este propósito el centro de sus
14 pensamientos. Puede tomar forma de un ideal espiritual, o puede
15 ser un objeto terrenal, de acuerdo con su naturaleza y los tiempos;
16 pero cualquiera sea, debe firmemente enfocar la fuerza de sus
17 pensamientos hacia el objetivo que tiene ante él. Debe hacer de
18 este propósito su tarea suprema, y debe dedicarse por completo a
19 conseguirlo, evitando que sus pensamientos divaguen en caprichos,
20 antojos y fantasías, este es el camino real del dominio de sí mismo y
21 la verdadera concentración del pensamiento. Aún si falla una y otra
22 vez en alcanzar su propósito (como tiene que suceder hasta que
23 venza su debilidad), la fuerza de carácter ganado será la verdadera
24 medida de su poder y su conquista, y formará un nuevo punto de
25 partida para la victoria y el poder futuros.
Capítulo 4
Página 2

1 Quienes no están preparados para un propósito grandioso, deberán


2 fijar sus pensamientos en ejecutar sin faltas su asignación, no
3 importa qué insignificante pueda parecer. Sólo de esta manera
4 pueden los pensamientos ser concentrados y enfocados, y la
5 energía y la resolución pueden desarrollarse; una vez logrado esto,
6 no habrá nada que no se pueda lograr.

7 El alma más débil, conocedora de su debilidad, y creyendo esta


8 verdad – que el poder sólo puede ser desarrollado con esfuerzo y
9 práctica, podrá aplicarla en sí misma, y, añadiendo esfuerzo al
10 esfuerzo, paciencia a la paciencia, y fuerza a la fuerza nunca dejará
11 de crecer, y al final crecerá con fuerza divina.

12 Así como el hombre físicamente débil puede fortalecerse mediante


13 un cuidadoso y paciente ejercicio, así el hombre de pensamientos
14 débiles puede convertirlos en poderosos ejercitándose a sí mismo
15 en el pensar correcto.

16 Eliminar la falta de propósito y la debilidad, y empezar a pensar con


17 propósito, es ascender al rango de aquellos que sólo reconocen el
18 fracaso como uno de los caminos al éxito; quienes hacen que las
19 circunstancias les sirvan, y quienes piensan con fortaleza, se lanzan
20 con fiereza, y vencen con maestría.

21 Habiendo concebido su propósito, el hombre debe marcar


22 mentalmente una línea recta que lo lleve a su objetivo, sin mirar a la
23 derecha ni a la izquierda. La duda y el miedo deben excluirse
24 rigurosamente; son elementos que desintegran, que rompen la línea
25 recta del esfuerzo, y la desvían, son inútiles, ineficaces. Los
26 pensamientos de duda y temor nunca han logrado una meta, y
27 nunca podrán. Siempre conducen al fracaso. El propósito, la
28 energía, el poder, y los pensamientos enérgicos se detienen cuando
29 la duda y el temor se arrastran entre ellos.
Capítulo 4
Página 3

1 La decisión y el propósito emanan de saber lo que podemos hacer.


2 La duda y el miedo son los grandes enemigos del conocimiento, y
3 aquel que los aliente, y no los elimine, encontrará la frustración a
4 cada paso.

5 Aquel que haya conquistado la duda y el miedo ha conquistado al


6 fracaso. Cada uno de sus pensamientos está aliado al poder, y las
7 dificultades son valientemente enfrentadas y derrotadas con
8 sabiduría. Sus propósitos son sembrados oportunamente, y florecen
9 y producen frutos que caerán de tan maduros.

10 El pensamiento aliado fuertemente al propósito se convierte en una


11 fuerza creativa; aquel que comprenda esto está listo para
12 transformarse en un ser superior y más fuerte que un simple atado
13 de pensamientos vacilantes y sensaciones cambiantes. Quien logre
14 esto se habrá convertido en al amo consciente e inteligente de sus
15 poderes mentales.
NOTAS
CAPÍTULO 4
Capítulo 5
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CAPÍTULO 5

EL FACTOR PENSAMIENTO
EN EL ÉXITO
1 Todo lo que el hombre logra y todo en lo que falla es resultado
2 directo de sus pensamientos. En un universo gobernado con
3 justicia, en el que la falta de equidad significaría la destrucción total,
4 la responsabilidad individual ha de ser absoluta. La debilidad y
5 fortaleza de un hombre, su pureza e impureza, son suyas, y de nadie
6 más; son labradas por él mismo, y no por otro, y pueden ser
7 alteradas sólo por él, nunca por otro. Su condición es también suya
8 y de nadie más. Su sufrimiento y su felicidad emanan de adentro.
9 Como él piense, así es él; como siga pensando, así seguirá siendo.

10 Un hombre fuerte no puede ayudar a uno débil a menos que el débil


11 desee ser ayudado, más aún, el débil ha de hacerse fuerte por sí
12 mismo; debe, con su propio esfuerzo, desarrollar la fortaleza que
13 admira en otro. Nadie más que él puede alterar su condición.

14 Ha sido habitual para el hombre pensar y decir. “Muchos hombres


15 son esclavos porque uno es opresor, odiemos al opresor.”
16 Actualmente, sin embargo, hay una pequeña y creciente tendencia
17 de invertir dicho juicio y decir, “Un hombre es opresor porque
18 muchos son esclavos; despreciemos a los esclavos.” La verdad es
19 que opresor y esclavo cooperan en su ignorancia, y, mientras
20 parece que se afligen el uno al otro, se afligen en realidad a ellos
21 mismos. Un conocimiento perfecto percibirá la acción de la ley en la
22 debilidad del oprimido y en el poder mal aplicado del opresor; un
23 Amor perfecto, al ver el sufrimiento que ambos estados implica, no
24 condena a ninguno; una compasión perfecta abraza a ambos,
25 opresor y oprimido.

26 Aquel que ha conquistado a la debilidad y ha alejado de sí


27 pensamientos egoístas, no pertenece a opresores ni a oprimidos. Él
28 es libre.
Capítulo 5
Página 2

1 Un hombre sólo puede elevarse, conquistar y alcanzar el éxito,


2 elevando sus pensamientos. Sólo puede permanecer débil, abatido
3 y miserable al negarse a elevar sus pensamientos.

4 Antes de que un hombre pueda lograr cualquier meta, aún metas


5 terrenales, debe elevar sus pensamientos por encima del esclavismo
6 animal y la indulgencia. No ha de rendirse, si quiere triunfar, ante su
7 animalidad ni egoísmo, de ninguna manera; pero una parte de él
8 debe, al menos, ser sacrificada. Un hombre cuyo pensamiento
9 principal es de indulgencia animal no puede pensar claramente, ni
10 planear metódicamente; Si no empieza a controlar con valentía sus
11 pensamientos, no está en la capacidad de controlar otros asuntos y
12 de adoptar responsabilidades serias. No está preparado para actuar
13 de forma independiente y por sí solo. Pero sólo lo limitan los
14 pensamientos que él escoge.

15 No puede haber progreso ni logro sin sacrificio, y el éxito terrenal de


16 un hombre se logrará en la medida que sacrifique sus pensamientos
17 animales y confusos, y concentre su mente en el desarrollo de
18 planes y el fortalecimiento de su resolución y auto-confianza. Y
19 mientras más elevados sean sus pensamientos, se convertirá en
20 alguien más valeroso, grande y correcto, mayores serán sus logros,
21 benditos y duraderos serán sus éxitos.

22 El universo no favorece al codicioso, al deshonesto, al vicioso,


23 aunque superficialmente a veces pareciera hacerlo; ayuda al
24 honesto, al magnánimo, al virtuoso. Todos los grandes Maestros de
25 todas las eras han declarado esto de distintas maneras, y para
26 probarlo y entenderlo el hombre no tiene más que persistir en
27 hacerse más y más virtuoso elevando sus pensamientos.

28 Los logros intelectuales son el resultado de un pensamiento


29 consagrado a la búsqueda del conocimiento, o de la belleza y la
30 verdad en la naturaleza. Tales logros pueden estar a veces ligados a
31 la vanidad y la ambición pero no son el resultado de estas
32 características; son el resultado natural de un arduo y prolongado
33 esfuerzo y de pensamientos puros y desinteresados.
Capítulo 5
Página 3

1 Los logros espirituales son la consumación de aspiraciones divinas.


2 Aquel que vive constantemente en la concepción de nobles y
3 elevados pensamientos, que vive puro y desinteresado, se
4 convertirá, tan seguro como que el sol alcanza su cúspide y la luna
5 llega a ser llena, en un hombre sabio y noble de carácter, y se
6 elevará a una posición de influencia y buena fortuna.

7 El éxito, de cualquier tipo, es la corona del esfuerzo, la diadema del


8 pensamiento. Con la ayuda del dominio de sí mismo, resolución,
9 pureza, rectitud, y pensamientos bien orientados, el hombre
10 asciende; llevado por la irracionalidad, indolencia, impureza,
11 corrupción, y pensamientos confusos el hombre desciende.

12 Un hombre puede elevarse a grandes hazañas terrenales, e incluso a


13 sublimes altitudes en el mundo espiritual, y descender otra vez a la
14 miseria al permitir que pensamientos arrogantes, egoístas y
15 corruptos lo posean.

16 Las victorias obtenidas mediante el pensamiento correcto pueden


17 ser conservadas sólo con vigilancia. Muchos cesan sus esfuerzos
18 cuando el éxito está asegurado, y rápidamente caen en la derrota.

19 Todo logro, sea en los negocios, intelectual, o espiritual, son el


20 resultado de pensamientos orientados con definición, están
21 gobernados por la misma ley y por el mismo método; la única
22 diferencia es el objetivo.

23 Aquel que quiera lograr poco ha de sacrificar poco; quien quiera


24 lograr mucho ha de sacrificar mucho; quien quiera lograr grandezas
25 debe sacrificar grandemente.
NOTAS
CAPÍTULO 5
COMPRAR AHORA
Capítulo 6
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CAPÍTULO 6

VISIONES E IDEALES

1 Los soñadores son los salvadores del mundo. Así como el mundo
2 visible se sostiene por fuerzas invisibles, así el hombre, entre todos
3 sus juicios, pecados y vocaciones sórdidas, se nutre de las visiones
4 de belleza de sus soñadores solitarios. La humanidad no puede
5 olvidar a sus soñadores, no puede dejar sus ideales desaparecer y
6 morir; la humanidad vive en estos, los conoce como las realidades
7 que un día serán vistas y conocidas.

8 Los compositores, escultores, pintores, poetas, profetas, visionarios,


9 ellos son los hacedores del mundo, los arquitectos del cielo. El
10 mundo es bello porque ellos vivieron, sin ellos la laboriosa
11 humanidad perecería.

12 Aquel que lleva en el corazón una visión maravillosa, un ideal noble,


13 algún día lo realizará. Colón llevó en su corazón la visión de otro
14 mundo, y lo descubrió; Copérnico impulsó la visión de muchos
15 mundos y un universo más extenso, y lo descubrió; Buda contempló
16 una visión de un mundo espiritual de santidad y paz perfecta, y
17 entró en él.

18 Valora tus visiones; valora tus ideales; valora la música que agita tu
19 corazón, la belleza que se forma en tu mente, la gracia que viste tus
20 más puros pensamientos, de ellos crecerán condiciones
21 encantadoras, un ambiente celestial; a partir de ellos, si te mantienes
22 fiel, se construirá finalmente tu mundo.

23 Querer es poder; soñar es lograr. ¿Deberán los bajos deseos del


24 hombre recibir la máxima gratificación, y sus aspiraciones más puras
25 morir sin sustento? Esa no es la ley: Tal condición nunca ocurrirá:
26 “Pide y recibirás”.
Capítulo 6
Página 2

1 Sueña nobles sueños, y mientras sueñes te convertirás en eso. Tu


2 visión es la promesa de lo que algún día serás. Tu ideal es la profecía
3 de lo que un día llegarás a revelar.

4 Los logros más grandes fueron al inicio y por un tiempo un sueño. El


5 roble duerme en la bellota; el ave espera en el huevo; y en la más
6 elevada visión del alma un ángel de la guarda se agita. Los sueños
7 son las semillas de la realidad.

8 Tus circunstancias pueden no ser de tu agrado, pero no han de


9 seguir siendo las mismas si concibes un ideal y luchas por
10 alcanzarlo. Tú no puedes movilizarte por dentro y permanecer
11 estático por fuera.

12 Este es un joven oprimido por la pobreza y el trabajo; confinado


13 largas horas en un taller insalubre; sin escuela, y sin el arte del
14 refinamiento. Pero sueña con cosas mejores; piensa en la
15 inteligencia y el refinamiento, en gracia y belleza. Concibe, y crea
16 con su mente, una vida ideal; la visión de una libertad más amplia y
17 miras más elevadas toma posesión de él; la ansiedad lo lleva a la
18 acción, y utiliza todo su tiempo libre y sus medios, aunque sean
19 pequeños, al desarrollo de sus poderes y talentos ocultos.

20 Muy pronto su mente ha sido tan alterada que el taller no puede


21 retenerlo más. Se ha convertido en algo tan fuera de armonía con
22 sus pensamientos que queda fuera de su vida como una ropa que es
23 tirada, y, al crecer las oportunidades que encajan con las miras de su
24 creciente poder, se desvanece para siempre.

25 Años más tarde, vemos a este joven como todo un hombre. Lo


26 encontramos dueño de ciertas fuerzas mentales que esgrime con
27 influencia universal y poder casi inigualado. En sus manos toma los
28 hilos de responsabilidades gigantescas; él habla, y mira! las vidas
29 cambian, hombres y mujeres toman sus palabras y las siguen para
30 modificar su carácter, y, como la luz del sol, se convierte en el
31 centro y eje luminoso alrededor del que innumerables destinos se
32 giran.
Capítulo 6
Página 3

1 Ha realizado la Visión de su juventud. Se ha convertido en uno con


2 su ideal.

3 Y tú también, joven lector, lograrás la visión (no el deseo ocioso) de


4 tu corazón, sea éste bajo o hermoso, o una mezcla de ambos,
5 porque tu destino siempre te lleva hacia aquello que secretamente
6 más amas. En tus manos será entregado el resultado exacto de tus
7 pensamientos; recibirás lo que te ganes; no más, no menos.
8 Cualquiera sea tu entorno actual, caerás, permanecerás, o te
9 elevarás con tus pensamientos, tu Visión, tu Ideal.

10 Llegarás a ser tan pequeño como los deseos que te controlan, tan
11 grande como tus aspiraciones dominantes: en las hermosas palabras
12 de Kirkham Davis, “Puedes ser contador, y en breve has de salir por
13 la puerta que por tanto tiempo ha parecido la barrera para tus
14 ideales, y te encontrarás ante una audiencia – el lápiz aún sobre tu
15 oreja, la tinta aún en tus dedos – y allí y entonces derramar el
16 torrente de tu inspiración. Puedes estar pastando ovejas, y vagarás
17 en la ciudad –bucólico y con la boca abierta; entrarás bajo la
18 intrépida guía del espíritu en el estudio del maestro, y después de
19 un tiempo él te dirá, ‘no tengo nada más que enseñarte.’ Y ahora te
20 has convertido en el maestro, quien hace poco soñaba grandezas
21 mientras pastaba ovejas.

22 Dejarás la sierra y el cepillo para tomar en tus manos la regeneración


23 del mundo”.

24 El descuidado, el ignorante, y el indolente, viendo sólo el efecto


25 aparente de las cosas y no las cosas en sí, habla de suerte, fortuna, y
26 azar. Al ver a un hombre hacerse rico dirán, “¡cuánta suerte tiene!”
27 Al observar a otro hacerse intelectual exclamarán, “¡Que favorecido
28 es!” Y al notar el carácter santo y la gran influencia de otro
29 comentarán, “¡Cómo lo ayuda el azar a cada momento!” Ellos no
30 ven los intentos, fracasos y la lucha que estos hombres han
31 enfrentado voluntariamente para ganar experiencia; no conocen del
32 sacrificio que han hecho, de los esfuerzos intrépidos que se han
33 propuesto, de la fe que han ejercido para lograr lo aparentemente
34 imposible, y realizar la Visión de su corazón.
Capítulo 6
Página 4

1 Ellos no saben de la oscuridad y la angustia; sólo ven la luz y la


2 dicha, y la llaman “suerte”; no ven las largas y arduas jornadas, sino
3 sólo contemplan el logro placentero, y lo llaman “buena fortuna”; no
4 entienden el proceso, sino sólo perciben el resultado, y lo llaman
5 “azar”.

6 En todos los asuntos humanos hay esfuerzos, y hay resultados, y la


7 fortaleza del esfuerzo es la medida del resultado. No la suerte.
8 “Regalos”, poder, posesiones materiales, intelectuales y espirituales
9 son el fruto del esfuerzo; son pensamientos consumados, objetivos
10 alcanzados, visiones realizadas.

11 La visión que glorifiques en tu mente, el ideal que ganó el trono de


12 tu corazón – Con esto construirás tu vida, en eso te convertirás.
NOTAS
CAPÍTULO 6
VERSIÓN DIGITAL
Capítulo 7
Página 1
CAPÍTULO 7

SERENIDAD

1 La tranquilidad de la mente es una de las bellas joyas de la sabiduría,


2 es el resultado de un esfuerzo largo y paciente en el dominio de sí
3 mismo. Su presencia es indicadora de una experiencia madura, y de
4 un conocimiento más que ordinario de las leyes y el funcionamiento
5 del pensamiento.

6 Un hombre alcanza la tranquilidad en la medida que se entiende a sí


7 mismo como un ser que evoluciona del pensamiento. Para tal
8 conocimiento necesita entender a los otros como el resultado del
9 pensamiento, y mientras desarrolla el entendimiento, y ve con
10 mayor claridad las relaciones internas de las cosas por la acción de
11 causa y efecto, cesa su agitación, su enfado, su preocupación y su
12 congoja, y permanece en equilibrio, inalterable, sereno.

13 El hombre calmado, habiendo aprendido cómo gobernarse, sabe


14 cómo adaptarse a otros; y estos, a su vez, reverencian su fortaleza
15 espiritual, y sienten que pueden aprender de él, y confiar. Cuanto
16 más tranquilo sea un hombre, mayor es su éxito, su influencia, su
17 poder para el bien. Aún el mercader ordinario encontrará que la
18 prosperidad de sus negocios crece mientras desarrolla un mayor
19 dominio de sí mismo y ecuanimidad, pues la gente siempre ha de
20 preferir hacer tratos con un hombre cuya conducta sea firmemente
21 estable.

22 El hombre fuerte y calmado es siempre amado y reverenciado. Es


23 como un árbol que brinda sombra a una tierra sedienta, o una roca
24 en la que resguardarse de una tormenta. ¿Quién no ama un corazón
25 tranquilo, una vida dulcemente templada y balanceada? No importa
26 si llueve o hay sol, o qué cambios ocurran en el poseedor de estas
27 bendiciones, pues serán siempre dulces, serenos y calmados. Aquel
28 equilibrio de carácter que nosotros llamamos serenidad es la lección
29 final de la cultura; es el florecimiento de la vida, el fruto del alma.
Capítulo 7
Página 2

1 Es precioso como la sabiduría, ha de ser más deseado que el oro –


2 sí, más que el fino oro. Cuán insignificante se ve quien sólo busca el
3 dinero en comparación con una vida serena – una vida que mora en
4 el océano de la Verdad, por debajo de las olas, fuera del alcance de
5 las tempestades, ¡en Eterna Calma!

6 Cuánta gente conocemos que envenena sus vidas, arruina todo lo


7 que es dulce y bello con un temperamento explosivo, destruyen el
8 equilibrio de su carácter, ¡y hacen mala sangre! Es una cuestión si la
9 gran mayoría de gente no arruina sus vidas, y estropea su felicidad
10 por falta de dominio de sí mismos. Cuán poca gente conocemos en
11 la vida con un carácter balanceado, que tiene ese exquisito
12 equilibrio que es característico de un carácter refinado.

13 Sí, la humanidad emerge con pasión descontrolada, es turbulenta


14 con amargura ingobernada, está casi arruinada por la ansiedad y la
15 duda. Sólo el hombre sabio, sólo aquel cuyos pensamientos están
16 controlados y purificados, hace que los vientos y las tormentas del
17 alma le obedezcan.

18 Almas sacudidas por la tempestad, donde quieran que estén, sea


19 cual fuere la condición bajo la que viven – en el océano de la vida
20 las islas de dicha sonríen, y la orilla soleada de tu ideal espera tu
21 venida. Mantén tu mano firme sobre el timón de tus pensamientos.
22 En la barca de tu alma se reclina el Maestro al mando; sólo esta
23 dormido; despiértalo. El control de ti mismo es poder; el
24 Pensamiento correcto es maestría, la Calma es poder, dile a tu
25 corazón, “la Paz sea contigo”.
NOTAS
CAPÍTULO 7
ÚNETE HOY

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