Ansiedad
de existir en
una pieza
de joyeria*
Las artes plasticas tradicionalmente se habian limitado
ala pintura, Ia escultura y la gréfica; ahora se han
ampliado los conceptos dentro de lo que llamamos las
aries visuales, dando cabida a otros tipos de expre-
-siones y més atin, a la interrelacién de estas, de manera
que fos recursos plasticos son innumerables, es posible el
enlace interdisciplinario de manera que igualmente po-
demos disfrutar de una obra de teatro con elementos de
danza, como una obra pictérica y escultérica en donde
la fotografia o el sonido jueguen un importante papel.
Este hecho ha sido para mi muy importante y ha
ampliado mis perspectivas de accién; tanto en la jo-
-yeria como en la pintura he encontrado los recursos de
“expresidn adecuados a mi sensibilidad.
‘La manera de acercamiento a la joyeria es, me gusta
-pensarlo asi, a la manera de las antiguas civilizaciones,
como lo son la egipcia o las culturas pre-hispanicas de
‘América Latina en donde las joyas son representa-
ciones de simbolos cosmogénicos, de fenémenos natu-
tales; pueden ser deidades 0 bien simbologias de con-
ceptos filosdficos o religiosos. Mas alla de los valores de
tango y estatus o de su funcién decorativa, la joya por st
misma nos habla del mundo interior de su hacedor.
Tomada asi, la joyeria es un recurso ms de expre-
sién que logra la comunicacién a través de signos orga-
‘Rowena Morales
nizados que estimulan al espiritu por medio de la evo-
cacién, como sucede con todas las demas artes.
‘Cuando hago una pieza de joyeria me es imposible
evitar el encantamiento de la factura, es decir, de la
técnica; la magia de la transformacién de los mate-
riales conforméndolos a mi deseo; el reto de la preten-
dida precision y el placer de poder escuchar lo que el
proceso de elaboracién va sugiriendo encaminandome
a la biisqueda de formas arménicas; pero mas allé de
todo esto esta Ia posibilidad de transmitir una expe-
riencia personal que expresa a nivel simbélico una re-
alidad que es parcialmente subconsciente y que inter-
pela a diferentes niveles de significacién provocando
emociones, reflexiones o bien sensaciones.
La manera en que conceptualizo la joyeria se vincula
directamente.a la pintura o la escultura, por lo que el
resultado son casi siempre broches o pendientes, tienen
ademas de su funcién de uso; en donde deben respon-
der a una escala determinada, a materiales adecuados y
a la soluci6n de sistemas propios que faciliten su uso; la
posibilidad de ser colgadas sobre la pared a la manera
de un cuadro, en donde se pretende puedan ser admira-
das atin cuando no sea portada por el poseedor.
* Conferencia led en 20. Simposium de Yuma Artrona. Arizona Weatern
College.Al resolver una pieza de joyeria no me planteo si haré
lucir mas hermoso al que la use, sino que por el contra-
rio, me gusta la idea, de que el usuario haré lucir mas
bella la joya, sirviendo, en un acto de modestia, de en-
torno, contexto o pared ambulante. Pero al fin y al ca-
‘bo la joya se destina al cuerpo humano y mas frecuente-
mente al cuerpo femenino y qué mejor destino de abso-
Juta cercania e intimidad.
Y es precisamente “nuestro cuerpo", mas concreta-
mente lo que implica “lo femenino”, mi interés durante
los diltimos afios en los que he estado inyestigando y
configurando un lenguaje plastico que exprese el mun-
do de la mujer, a través de la recuperacién tanto de los.
valores y simbolos propios de la cultura femenina como
de los medios y modos de trabajo de las mujeres. Este
lenguaje conforma una actitud ante la condicion que
nos distingue: nuestra sexualidad.
En lo concerniente al aspecto formal he desarrollado
este lenguaje a partir de los quehaceres tradicionalmen-
te vinculados a la mujer. Las labores del cosido, el bor-
dado y el planchado me han servido como renovadas
técnicas e instrumentos de creacién que combino con
elementos de expresién referidos estrictamente al cam-
po de la plastica; de esta forma recurro indiscriminada-
mente a la inclusién de un bot6n o de un cojin, como al
acrilico, la acuarela y los pincéles. De igual modo me
aplico a la iconografia de lo doméstico y lo cotidiano
que constituyen el ambito tradicional de la mujer y re-
cobro objetos varios, huellas de lo femenino como plu-
mas, encajes, cojines o enseres del costurero. El resul-
tado es una iconogratia sostenida por los materiales, es
decir cifrada por ellos.
El discurso visual contenido en este trabajo consiste
en una suerte de inversién semantic; los elementos que
en un primer momertto podrian hablarnos de un mun-
do inmovil, cosificado; despliegan en una segunda ins-
tancia cuestionamientos a una educacién y a un modo
de vida; proponen finalmente formas desmitificadoras
del ser femenino.
Estas temiticas las he venido desarrollando resol-
vigndolas tanto en términos pictéricos como de joyeria:
la idea es transgredir los limites de la pintura al tiempo
de transgredir los limites de la joyeria; armonizindo-
los, de manera que un lenguaje complemente al otro.
Al principio trabajé de manera lirica y evocativa, el
inconsciente surgié sin tener en cuenta el esfuerzo de la
reflexién, el estimuto partié de la lectura de una novela:
“Pibis Angelical” del argentino Manuel Puig. Esto
concluyé en la realizacién de las series “Mujeres Ala-
das” y “Monjas Eréticas"’; en un segundo momento
partiendo de los conceptos propuestos en el libro
“Nuevas Cartas Portuguesas” de las autoras: Maria
Isabel Barreno, Maria Teresa Horta y Maria Velho da
Costa, inspirado en las “Cinco Cartas de Amor” de
Mariana de Alcoforado monja portuguesa del siglo
XVIL Me uni a la reflexién de ‘Las Marias” exploran-
do sobre la condicién de la mujer, su educaci6n, su hig
toria, su papel en Ia sociedad y la busqueda 4 su ider
tidad, desarrollando un lenguaje a partir de las imé,
mente, resemantizindolas y recuper4ndolas en
nuevo contexto,
Mis adelante mis preocupaciones derivaron hacialf
sexualidad y el cuerpo femenino; de las que actual
te me ocupo.
Puig cuando dice: “De pronto se desaté un vieni
extrafio y el camisén se alz6, mostrandome desnuda,
los hombres temblaron, y es que vieron que yo era
yello y sin sexo, liso...”. Después me di cuenta que
el momento de mostrar un ptibis sexuado, no de anj
que el personaje principal seria el sexo femei
narrarfa la historia de una mujer que borda cotidian
mente su vida a su propia piel; cada cuadro seria com} |
un pedazo de la piel de aquella mujer en los que se exo
can las diferentes edades y sus recuerdos, en fin su hi
toria-mi-propia historia. gy
Fotografia: Rogelio Cuellar