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Práctica de la Sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza núm.

85/2016

1. ¿Identifica y analiza el Derecho analizado por la Sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza


núm. 85/2016, de 19 de abril?

El derecho considerado en la sentencia es el derecho a la eutanasia, recientemente aprobado por la LO


3/2021, de 24 de marzo, reguladora de la eutanasia. Está fundamentado en derechos constitucionales
como el derecho a la vida y a la integridad física y moral (art.15 CE) y a la dignidad humana (art.10 CE).

El TC en esta sentencia no considera que se trate de un caso de eutanasia por diversos motivos, que es
lo que analiza, como puede ser el hecho de que la madre del acusado no se encontraba en una
situación de enfermedad grave e incurable o que le produjera terribles dolores que no se pudieran
paliar. Del mismo modo recuerda que el art. 15 no tiene una vertiente negativa que proteja así el
derecho a la propia muerte.

Por tanto, el derecho que finalmente protege es el derecho a la vida considerando el acto emprendido
por la madre del acusado como suicidio. Y el acto del acusado como cooperación activa al suicidio
hasta el punto de ejecutar la muerte, si bien se le aplican varias atenuantes.

2. ¿Qué es la pietatis causa? ¿Con qué figura se puede apreciar dicha pietatis causa?

La pietatis causa es la denominación latina que se da a la situación en la que el motivo que lleva a
alguien a cometer un determinado acto, sea cual sea su naturaleza, es piadoso y carece de mal
intencionalidad.

En el presente caso la pietatis causa lleva a Ignacio a cooperar de forma activa en el suicidio de su
madre. La circunstancia mixta de parentesco opera comúnmente como agravante en los delitos contra
que tienen un contenido eminentemente personal, como los delitos contra la vida, contra la integridad
física de las personas o contra la libertad sexual.

Pero en este caso tal circunstancia de relación paternal genera en el autor un gran sentimiento de
cariño y respeto hacia su madre que le lleva a cooperar en la causación de la muerte de su madre, con
objeto de cumplir la voluntad de ésta y no supone por tanto tal relación un reproche mayor.

3. ¿En qué consiste la eutanasia pasiva? ¿Y la eutanasia activa indirecta? En la disposición legal (LO
3/2021, de 24 de marzo, reguladora de la eutanasia) ¿dónde se recoge?

Mientras que la eutanasia activa consiste en que la muerte es resultado de una acción dirigida a
acortar o suprimir el curso vital, la eutanasia pasiva es aquella que consiste en la inhibición de actuar o
en el abandono en el tratamiento iniciado, evitando intervenir en el proceso hacia la muerte.

La eutanasia activa indirecta es aquella en que la muerte se obtiene indirectamente mediante la


utilización de un analgésico que tenga como efecto colateral el acortamiento de la vida. En estos casos
se aplica el argumento del "doble efecto" que consiste en que la aplicación de un tratamiento o el
suministro de un medicamento tenga dos efectos en el caso de los enfermos terminales: evitar un
mayor sufrimiento para la persona y acortar su vida.

Las encontramos recogidas en el preámbulo de la LO 3/2021, de 24 de marzo, reguladora de la


eutanasia.
4. ¿Cuáles son los requisitos previstos en la LO 3/2021, de 24 de marzo, reguladora de la eutanasia,
para ser solicitante de la ayuda a morir? ¿hay alguna excepción?

Los requisitos para poder recibir la ayuda para morir están regulados en el art. 5.1 de la Ley de la
Eutanasia y son los siguientes:

a) Ser español, tener residencia legal española o acreditar que lleva más de doce meses en territorio
español, ser mayor de edad y ser capaz y consciente en el momento de la solicitud.
b) Disponer por escrito de la información que exista sobre su proceso y situación médica.
c) Haber formulado dos solicitudes de manera voluntaria (con un tiempo de 15 días naturales entre
ambas, que puede ser menor si el médico responsable lo considera apropiado) y que no sea el
resultado de ninguna presión externa.
d) Sufrir una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e imposibilitante en los
términos establecidos en esta Ley, certificada por el médico responsable.
e) Prestar consentimiento informado previamente a recibir la prestación de ayuda para morir.
En el art. 5.2 se contempla una excepción a estos requisitos. Y es que si los requisitos de los apartados
b),c) y e) del apartado anterior no se cumplen, se entiende que no tiene lugar la ayuda para morir.

5. ¿Dicha excepción puede ser salvada?

En el caso de que el médico responsable certifique que el paciente no se encuentra en el pleno uso de
sus facultades ni puede prestar su conformidad libre, voluntaria y consciente para realizar las
solicitudes, no será necesario que cumpla entonces con los requisitos de los apartados b), c) y e) del
art. 5.1 si existe un testamento vital o documentos equivalentes legalmente reconocidos en los que
figure la voluntad de recibir la prestación de la ayuda para morir en el caso de encontrarse en alguna
de las situaciones previstas en el apartado 5.1 d).

6. ¿El profesional sanitario o médico puede negar la solicitud?

El profesional sanitario o médico efectivamente puede denegar la solicitud en el caso de que el


solicitante no reúna los requisitos expuestos anteriormente. La denegación de la prestación de ayuda
para morir viene regulada en el art. 7 de la ley.

El artículo establece que las denegaciones de la prestación de ayuda para morir deberán realizarse
siempre por escrito y de manera motivada por el médico responsable. Contra dicha denegación el
solicitante podrá presentar en un máximo de 15 días naturales una reclamación ante la Comisión de
Garantía y Evaluación competente.

El médico responsable que deniegue la solicitud de la prestación de ayuda para morir deberá remitir
los dos documentos especificados en el artículo 12 con los datos clínicos relevantes para la evaluación
del caso y el motivo de la denegación.

7. ¿Un profesional sanitario o médico puede negarse a practicar o participar en dicho


procedimiento? ¿Cuándo?

De acuerdo con el art. 16 el médico puede negarse a practicar el procedimiento alegando su derecho a
la objeción de conciencia, que deberá ser manifestada de forma anticipada y por escrito.

De esta forma, las administraciones sanitarias crearán un registro de profesionales sanitarios objetores
de conciencia a realizar la ayuda para morir, con objeto de que la administración sanitaria pueda
garantizar una adecuada gestión de la prestación de ayuda para morir. El registro será de estricta
confidencialidad.

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