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Las rocas pueden ser duras o blandas y las fallas de los macizos pueden presentar por zonas
de debilidad o de discontinuidad estructural. Las rocas blandas fallan a través de la masa
rocosa y también a través de defectos estructurales.
- Las rocas ígneas volcánicas. Muestran heterogeneidad de minerales; hay falla en poros que
afectan la roca, la porosidad le da plasticidad a la masa que si es de rocas masivas resulta
poco porosa.
- Las rocas sedimentarias. Tienen resistencia media a baja son ortotrópicas, poco rígidas,
dúctiles, porosas y presentan textura cementada-laminada. Su inconveniente es la ortotropía
que hace difíciles los cálculos de estabilidad y comportamiento del macizo.
- Las rocas metamórficas. Se caracterizan por una resistencia medio alta, su ortotropía,
tenacidad, textura entrabada y baja porosidad. Hay rigidez en el sentido paralelo y
plasticidad en el perpendicular, con relación a los planos de clivaje. Su ortotropía dificulta los
cálculos.
Las rocas metamórficas resultan elásticas por la cristalización de la masa. Son densas por el
empaquetamiento. Si hay minerales laminados hay debilidad. Si hay esquistocidad hay zonas
de debilidad. Los gneises son como los granitos aunque el bandeamiento les da debilidad.
Los macizos de roca blanda están constituidos por materiales generalmente sedimentarios de
grano fino, como arcillolitas, lodolitas, limolitas, tobas y margas, y también areniscas o
conglomerados, pobremente cementadas, o por rocas metamórficas con orientación
esquistosa desfavorable (filitas, esquistos), cuyo comportamiento geomecánico está
controlado por la roca intacta y también por fracturas, diaclasas y fallas.
Se deben cumplir tres condiciones básicas para un potencial colapso por volcamiento, las
cuales involucran la geometría de los bloques o columnas de roca, la alineación de estos y el
deslizamiento entre los contactos de los bloques o columnas.
Esta es una tarea de observación, mediciones y ensayos para obtener parámetros cuantitativos
útiles al diseño ingenieril. Este proceso además se desarrolla a lo largo de todas las etapas del
desarrollo del proyecto, desde el diseño hasta su construcción y operación. Según la fase de
diseño se requiere establecer un nivel mínimo de caracterización. El primero es con base en
observaciones geológicas, el segundo nivel exige prospecciones geofísicas y el nivel final
perforaciones exploratorias, medidas y ensayos geotécnicos.
Las obras más difíciles de caracterizar y modelar, son las excavaciones subterráneas. A
diferencia de una estructura de concreto, el escenario estructural es aleatorio e incierto y
queda escondido bajo una cubierta de suelo y material rocoso. Entre los problemas a resolver
en el diseño de túneles, que han de conducir agua a presión, transporte, explotación mineral,
etc. están el de la estabilidad de las paredes o hastiales sin agua y con ella, el grosor del
refuerzo, la permeabilidad del macizo y la estabilidad de las laderas exteriores vecinas en caso
de presiones hidrostáticas inducidas y de fuga de agua hacia los taludes y laderas.
La caracterización apropiada de los macizos rocosos, además de ser la base para el diseño de
las obras, contribuye a la optimización del método constructivo, da vía al mejoramiento del
macizo (anclajes, inyecciones, drenaje) y permite la programación de observaciones durante el
funcionamiento de las obras.
Una familia de diaclasas es un grupo de diaclasas con igual orientación y varias familias
presentes en un macizo, intersecándose, se denominan sistema de diaclasas del macizo.
Las diaclasas pueden ser abiertas o cerradas y estar cementadas o no. También
pueden ser paralelas a los planos de estratificación (rocas sedimentarias) o de clivaje
(rocas metamórficas).
Por regla general un macizo tiene tres familias de fracturas o diaclasas asociadas a
esfuerzos y cuando hay más de tres es porque existe superposición de esfuerzos.
Abertura. Es la distancia perpendicular entre las paredes de las distancias de las diaclasas
cuando estas no tienen relleno (sólo agua o aire). Hay diaclasas cerradas.
Relleno. Alude al material entre las paredes de la discontinuidad, casi siempre más
blando que el macizo rocoso. Un parámetro en el material de relleno es su grado de
cementación.
Para evaluar la estabilidad de un bloque rígido, previendo una falla de talud en un macizo
rocoso, hay que averiguar rasgos geométricos para ver el tamaño, forma y disposición de
bloques o cuñas de roca, recurriendo a un análisis de estabilidad o inestabilidad
cinemática.
Desde los primeros momentos en los que surge la necesidad de plasmar en un mapa
geográfico las unidades geológicas, la metodología de trabajo ha consistido básicamente
en dos aspectos, que siguen siendo válidos en la actualidad: 1) trabajo de campo y 2)
trabajo de gabinete, aunque en la realidad el proceso es más completo como se visualiza
en la siguiente figura. Trabajo de campo.
El primer objetivo en esta fase de trabajo de
campo debe de ser la delimitación de unidades
litoestratigráficas en el campo, que constituirá
la base del futuro mapa geológico. Las unidades
litoestratigráficas son cuerpos de roca
caracterizados por unas propiedades litológicas
comunes, que las hace diferenciables y
distinguibles (p.ej., Vera, 1994)
Esta fase corresponde básicamente a la generación del mapa geológico, y quizá es donde
mayores avances y nuevas técnicas se han introducido, comparativamente con el trabajo
de campo. Las técnicas de representación cartográfica han evolucionado desde la manual,
es decir, dibujar a lápiz o rotulador las unidades litoestratigráficas sobre una base
topográfica, hasta hacer esto mismo con distintos programas informáticos que generen un
producto final digital, en lugar de una hoja impresa en papel.
Mapa geológico en 3D del sector de Jimena (provincia de Jaén), sobre base conformado por una orto fotografía aérea
superpuesta al Modelo Digital del Terreno.
Mapa del gradiente magnético vertical (en sensor aerotransportado) de la Cordillera Septentrional de la República
Dominicana, con las estructuras y dominios geológicos superpuestos, donde se ve la correlación entre el mapa
magnético y la cartografía geológica.
1.Calicata: consiste en abrir, en puntos escogidos, zanjas o agujeros de cierto porte, que permitan una visión
directa del terreno oculto para su caracterización y, en algunos casos, para su análisis.
Penetrómetros: en puntos del solar escogidos previamente, se trata de hincar en el terreno una varilla con
una puntaza cónica mediante el golpeo sistemático de una pesa desde una altura ya prescritas. Contando el
número de golpes que hay que darle a la varilla para que penetre 20 cm en el terreno, y sucesivamente cada
20 cm, se obtiene lo que denomina la columna de golpeos, que no es más que cuántos golpes hace falta
emplear para peforar 20 cm a medida que se desciende de nivel.
Ensayos SPT: consisten en realizar, dentro de una columna de un sondeo, a la profundidad que interese, un
ensayo de golpeo parecido al de un penetrómetro, que nos permitirá estimar la resistencia del terreno a esa
profundidad. La zona aplastada por este ensayo se extrae y se desecha, porque es ya un terreno alterado.
Con las muestras extraidas in situ, una vez en el laboratorio, se realizan los siguientes ensayos básicos, si bien
no todos corresponden a todos los tipos de terreno:
1.Análisis químico: tiene como función detectar componentes químicos que sean agresivos para las
cimentaciones o que las condicionen. Básicamente se busca la presencia de sulfatos, de cloro y el grado de
acidez de los suelos, porque condicionan las características de los hormigones a emplear en las cimentaciones.
2.Caracterización: consiste en determinar la granulometría del terreno -% de distintos tamaños de árido del
terreno-, la plasticidad -básicamente para arcillas y terrenos con finos-, la densidad aparente y real y otras
propiedades básicas de la composición del suelo.
3.Ensayos mecánicos: básicamente se destinan a saber cuál es la capacidad resistente y la rigidez del material
del suelo. Suelen emplearse para materiales cohesivos -arcillas- y raramente para suelos granulares. Se trata del
ensayo de compresión simple, el de corte directo y otros que nos indicarán cuáles son las propiedades
mecánicas del suelo.
Los objetivos del proyecto subterraneo puede ser diverso ya que se construyen túneles para
transporte, para almacenamiento, para albergar instalaciones diversas, por necesidades
científicas y túneles para protección de personas.
1. Transporte
2. Almacenamiento
3. Instalaciones
4. Científica
5. Protección
La utilización del túnel en las líneas de ferrocarril es para salvar colinas, en zonas costeras, en
grandes cadenas montañosas y en cruces subacuáticos.
En los dos primeros casos suelen ser túneles cortos y su definición en planta puede ser recta
o curva.
En los túneles más largos se adopta preferentemente el trazado en línea recta ya que es el
más económico y también, al excavarse al menos desde los dos extremos, el más exacto en
el replanteo y por lo tanto en la coincidencia entre ambos ataques, aunque en la actualidad
la gran precisión en la medida de la distancia que consiguen los distanciómetros resta
importancia a este hecho.
También los túneles para carreteras pueden ser, al igual que para el ferrocarril, cortos y
largos; su definición en planta también tiende a ser en recta por ser el camino más corto y
por lo tanto el más económico, aunque al igual que para el ferrocarril se construyen en curva
si las condiciones del terreno a atravesar lo recomiendan o por otras causas. Las curvas
pueden ser más cerradas (son normales radios de 400 m).
El túnel se hará necesario para atravesar una colina y también, ya en zona urbana, cuando
los excesivos obstáculos aconsejen la perforación de un túnel a mayor profundidad.
Consideramos túneles de descarga libre al túnel para la captación del agua y al de desagüe;
el primero suele estar siempre lleno pero a una presión relativamente baja, y debe tener una
pendiente suave para que una vez vacío se pueda realizar su inspección y mantenimiento. El
túnel para el desagüe tendrá la mínima pendiente ya que la sala de turbinas conviene
situarla al nivel más bajo posible para aprovechar la máxima carga hidrostática del agua. La
sección tipo, normalmente circular, y se debe prever un revestimiento capaz de soportar la
erosión bajo cualquier condición de descarga.
27/08/2022 DISEÑO Y EXCAVACIÓN DE OBRAS SUBTERRÁNEAS 52
Centrales hidroeléctricas subterráneas
En la actualidad se está generalizando el uso de túneles para llevar cables y otros servicios
mediante tuberías, sobre todo en las grandes ciudades y en pasos subacuáticos.
Las redes telefónicas en túnel permiten el acceso de personal para tender nuevas líneas y para
el mantenimiento, sin que se afecte a la superficie. Las redes de gas precisan túneles para su
uso exclusivo, con instalaciones para el control de fugas que podrían crear una atmósfera
tóxica o explosiva; incluso se proyectan largos túneles como almacenamiento y así evitar la
superficie.
La función del túnel como almacenamiento es antigua, pues era común el almacenamiento del
agua de la lluvia en depósitos subterráneos. En la actualidad es el almacenamiento de petróleo
crudo el uso más común, siendo su gran ventaja la seguridad contra incendios o daños; son
grandes depósitos subterráneos sin revestimiento, de los que se va extrayendo el petróleo que
se sustituye provisionalmente por agua para mantener el equilibrio de presiones hasta que se
abastece de nuevo el petróleo crudo
Los túneles según sus características estructurales y de construcción pueden ser definidos
como: