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Tratamientos
Tratamientos
Excelentísimo/a Señor/a:
- Embajador/a (extranjero)
Honorable Señor/a:
- Encargados de Negocios.
- Jefes de Org. Internacionales
Tratamientos en el ámbito laboral
Se debe saludar a toda persona incluso a las que no
tratamos o tenemos problemas.
Aunque se tenga afinidad, confianza o cercanía con el
o la jefe directo nunca se podrá tratar dentro del
lugar de trabajo y/o en situación laboral de tú o de
manera informal.
Se deben evitar: el chisme, juicios de valor y
comentarios imprudentes que aunque se consideren
“chistes” coloquiales no tienen que ser tolerados por
las personas y podrían ser tomados como trato cruel,
degradante o inhumano (comentarios por la
condición sexual, color, religión, etc).
Siempre se debe tratar a todas las personas con
cortesía, amabilidad y respeto.
Tratamientos: el tú y el usted
De entrada, no se debe abusar del tuteo, aunque sea
cada vez más frecuente: la otra persona se puede
sentir molesta por tanta familiaridad.
Tenga presente que se puede cometer un error por
tutear indebidamente, nunca por utilizar el Usted.
Cuando se dirija a un desconocido lo correcto es
utilizar el Usted, especialmente con personas de
mayor edad, pero lo mejor es utilizarlo con cualquier
persona (sólo se puede tutear de entrada a los
niños).
Cuando la relación se desarrolla, es la persona de
mayor edad o la señora, la que debe proponer el
"tutearse", que será aceptado inmediatamente con
una sonrisa en los labios por el caballero.
Tratamientos: el tú y el usted
No tutee a un camarero que le esté tratando de
usted y menos aún si se trata de una persona de
cierta edad.
No tutee al taxista, ni al personal de servicio, déle el
respeto que se merecen. Por cierto, tampoco ellos le
deberían tutear.
En el trabajo puede tutear a los compañeros, pero al
dirigirse a su jefe sea prudente y utilice el Usted;
espere que sea él quien proponga el tuteo.
Si un amigo le presenta a un amigo suyo puede
tutearle, salvo que por edad sea aconsejable utilizar
el Usted.
Cuando nos presentan a una persona, o charlamos
con otras personas, surge el "inconveniente" de
como tratar a la misma. Diremos que siempre, y por
defecto, el tratamiento debe ser de usted.
Tratamientos: el tú y el usted
No se puede utilizar el tú de forma directa,
aunque siempre utilicemos alguna excusa para
justificar este tratamiento (es más joven que
nosotros). No es un comportamiento educado
tutear "de forma directa" a una persona que no
conocemos.
La mejor fórmula es utilizar siempre el "usted"
hasta que el propio interesado nos indique lo
contrario. Y sino lo hace, debemos seguir
utilizando el usted siempre.
Hay que diferenciar a los jóvenes de las personas
mayores. Entre los jóvenes está más admitido el
tuteo, pero debemos esperar a que nos lo digan.
Entre los mayores será fácil que no digan nada
acerca del tuteo y prefieran que se les trate de
usted.
Tratamientos: el tú y el usted
Tutear no significa ser más moderno o ser más
abierto, sino una falta de educación e incluso de
respeto, por otra persona.
En este tipo de tratamiento no hay sexos, es decir,
se debe tratar de usted lo mismo a una mujer que
a un hombre. Ahora bien, si en otras ocasiones ya
hemos obtenido "el beneplácito" de esa persona
para poderla tutear, entonces podremos aplicar
este tratamiento.
Tratamientos: el tú y el usted
De los títulos en la conversación
Besar la mano
Antiguamente sólo se besaba la mano a las mujeres casadas,
actualmente a todas. Por ello, manos cuidadas siempre.
No caer en el ridículo de besar la mano a todas horas, o el cursi
que lo hace en cualquier sitio, la piscina, en el campo, en el
autobús, etc. Así que debemos seguir las siguientes reglas:
Sólo se besará la mano en lugares cerrados, nunca en la calle.
El caballero se inclinará sobre la mano de la dama, que a su vez,
la levantará un poco facilitándole el gesto. Pero es de mal gusto
levantar bruscamente la mano o plantarle un beso sonoro.
En rigor, si la dama llevase guantes no debiera besársela.
Nunca se besará una mano a través de una mesa.
No es de buen gusto besar en una reunión las manos de ciertas
damas solamente, omitiendo otras. Sólo en ocasiones solemnes,
los caballeros pueden besar únicamente la mano de la anfitriona.
El beso es un gesto de galantería, salvo que la situación sea de
por sí violenta.