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© Hougtce Min Haus Publishing Company Gabel Garea Mirquez > La siesta del martes GABRIEL GARCIA MARQUEZ Le ean de Gabriel Gara Mérquer(1928- ) fue Aractaca, muniipocorbeo en la pote ‘ores de Colombia ene! que se spel esrtr colombo para rere pueblfobulso de ‘Macon. pesar de haber sade de Arcctca, pore deseniersuvidodeesrtor en Boptd 1 en eves cdades de! mundo, cere novel, cents periodate y Premio Nobel de Literatura sigue endo de rocoto evr mime sel Io trcendeci de a en que valid a Arcotceacompatande «su madre pare vender le cas de os cules, cata dende ‘52 hobio cid Fue un la de monumertalesreperusones, por ly pre e mundo tera, ues ertnces fe cuando se gemind la creacdn desu abve mag, Cle aflos de soledad, cue mundo eel mica pueblo Maconda. ero ants de termina Clen ais de soled, Gorcla Mérquez exer elo seta de mores (1962), cro trofondo tmbin e& Macondo La mace, potagoita de ete cnt, = tuna de los eemplos mds acabadsy mis memories de lo mujer fre en lo aro del oor En da desta del mores se naan minucasament os mavimenos de madre «haa vigor logos horas coluesas enol we, legaro Macond, yal erzcr Pa el publ sly tomedot ef mano, en busca dela cose del cure y de os loves del emer. Garcia Marquez ha dc que, antes de esr ura sla polabro de su cena habia elborado mentoknete hasta. tl detale més infimo de le atmo de aor hstded que enw a madre e ha al sar tos do cosa el care Fl tren salio del trepidante? corredor de rocas bermgas? penetré en las plantaciones de banano, simetrcase interminable ye are se hizo himedo y no se olvi6a sentir Ia brisa del mar. Una humaredsofocante ents por la ventana fel vagin. Fn el ectrecho carina paraelo a ln via féreat habia carretas de bueyes "aaa eta vo Dhemew—ohe a nt mola 569 Vistar {vc pe se sia acco Prov atrial dexripon Provonicar {Que puedes deduce dea seein toh enpando elon? Came [autor mencon ald! irato lexi de pobre dees psoas | fainter hair | ee: (Qutx per fase ea somtra | tetra pec npn cargadas de racimos verdes. Al otro lado del camino, en intempestivos? espacios sin sembrar, habia oficinas con ventiladores elécrices, campamentos de ladrillos rojos y residences con sillas y mesitas lancas en las tecrazas entre palmeras y rosales polvorientos. xan las once dela mafana y ain no habia empezado el calor. Es mejor que subas el vierio* —ajola mujer. sete vaallenar de carbén’ Elpelo La nifatraté de hacerlo pero la persian estaba bloqueada por éxido? ran los Gnicos passjeros en el escueto™ vagén de tercera clase. Como el humo de la locorrotorasiguié entrando por Ia ventnills, andoné el puesto y puso en su lugar los tinicesobjetos que levaban: una bolsa de material plstico con cosas de comer y un ramo de ores envuelto en papel de periddicos. Se sents enelasento opuestoalejadade!a ventanila, de frente a su madre. Ambas guardaben un luto™ riguroso y pobre ‘La nia tena doce afos y era is primera ver que vijaba. La mujer parecia demasiado vieja parser su madre, a causa de las vvenas azules en los parpados y del cuerpo pequefo,blando y sin formas, en un trae cortado como una sotana.” Viajaba con la columna vertebral frmemente apoyada contra el espaldar del siento, sosteniendo en el regazo" con amas manos una cartera dde charol desconchado” Tenia la serenidad escrupulosa de la ‘Bente acestummbrada a la pobreza. ‘Alas doce habia empezado el calor El ten se detuvo diez ‘minutos en una estacién sin pueblo para abastecerse de agua “Afuera, en el mistrioso silencio de las plantaciones, la sombra tenla un aspectolimpio, Pero el alte estancado' dentro del vagén lia cuero sin curtn” El tren no Yolvié a aceerar. Se detuvo en dos pueblos iguales, con casas de madera pintadas de colores “eeemr—epene es arena ee au can on lho eames apr He, Siena fades meets {pereneepec eco Se eat demir "bates rata ce ora supe ler poreacin Sint ccc scat cmt acs rer ote epece ae vet ry eg en oc 8 apne—tngd tomato opera yet cn apr et a ‘hare (a}reershaeom "decode pre ol engender "8 ganado in moira ca rire nr 4570. Abiando puerta ampllands perspectives dan Anansi snd ‘vivos. La mujer inclind Ia cabeza se hundié!*en el sopor” La, nilfia se quité los zapatos. Después fue a los servicios saitaros a poner en agua el camo de Rores muertas ‘Cuando volvié al siento la madre e esperaba para comer. Le dion pedazo de queso, medio bollo de maiz yuna galleta dulce, 1 stc6 par ella de Ia bolsa de material pistico una racién igual. Mientras comian, el tren atraveso muy despacio un puente de Inert y pasé de largo por un pueblo igual alos anteriores, s6lo que en éste habia una multitud en la flaza. Una banda de :miisicos toraba una pieza alegre bajo el sol aplastante” Al otro lado del pueblo, en una lanura cuarteada por la aridez, terminaban ls plantaciones. La mujer de de comer. —Ponte ls zapatos —" tar gsr et co bly res mes car de ate. ai pln demirmaarncsapedn qc veunnpescbee8 er ote 2) cere uproar ct condo wa era mar repomieabetksoep S72 utendo poeta smplandeperpectias La puerta se entresbuié sin ruido y aparecié una mujer radu y regordeta, de cutis! muy plido ycabellos color hierro os 09s pareclan demasisdo pequefios ders de los gruesos cistales de los lentes. —Sigan —dj, y acabs de abrir la puerta Entraron en una sala inpregnada de un vieo olor de lores. La mujer de a casa las concujo hasta un escafo® de madera y lee hizo seas de que se sentran. La nifa lo hizo, pero su madre pesmanecié de pie, absorta, con la cartera apretada en las dos manos, No se percibia ringiin ruido detrés det ventilador electric [La mujer dela casa aparecié en la puerta del fondo. —Dice que vuelvan después de las tres —

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